Scielo RSS <![CDATA[Revista Colombiana de Cardiología]]> http://www.scielo.org.co/rss.php?pid=0120-563320100001&lang=en vol. 17 num. 1 lang. en <![CDATA[SciELO Logo]]> http://www.scielo.org.co/img/en/fbpelogp.gif http://www.scielo.org.co <![CDATA[Summaries of worksheets to suggest changes to the 2010 resuscitation guidelines presented to ILCOR in acute coronary syndrome]]> http://www.scielo.org.co/scielo.php?script=sci_arttext&pid=S0120-56332010000100001&lng=en&nrm=iso&tlng=en <![CDATA[Study of the coronary sinus and its tributaries in colombian subjects]]> http://www.scielo.org.co/scielo.php?script=sci_arttext&pid=S0120-56332010000100002&lng=en&nrm=iso&tlng=en La expresión morfológica del seno coronario se caracteriza por su gran variabilidad, especialmente en lo que se relaciona con longitud, calibres, territorios drenados y frecuencia de sus tributarias. Se evaluaron las variaciones del seno coronario en 68 senos coronarios (56 hombres; 12 mujeres) de corazones extraídos como material de necropsia, a individuos colombianos. Los senos fueron inyectados con resina sintética y se registraron sus características anatómicas. La longitud promedio de los senos fue de 25,96 mm (± 6,34) y su diámetro distal de 8,94 mm (± 1,66). Las formas fueron cilíndrica, en embudo y aplanada en 67,6%, 23,5% y 8,9% respectivamente. La vena cardiaca magna se originó en el ápex cardiaco en 57,4% de los casos y en el tercio inferior del surco interventricular anterior en 39,7%. A nivel del surco atrioventricular tuvo un calibre de 5,47 mm (± 0,72). En 77,9% la vena cardiaca magna se ubicó a la izquierda de la arteria interventricular anterior. El trígono arterio-venoso del corazón estuvo presente en 58,8%. La vena cardiaca media tuvo como origen el tercio inferior de la superficie ventricular anterior (53%) y el ápex cardiaco (47%). Ésta desembocó directamente en el atrio derecho en 17% de los casos. Su calibre en el segmento cercano al seno fue de 4 mm (± 0,77). Se presentó anastomosis de las venas cardiacas magna y media en 58,8%; en el ápex cardiaco (33,8%) y en el segmento inferior del surco interventricular anterior. Se destaca la presencia de una vena cardiaca magna corta y de una vena cardiaca media de amplia trayectoria en un número significativo de casos. De igual forma, la desembocadura de la vena cardiaca media en el atrio derecho estuvo presente en casi una quinta parte de los corazones estudiados.<hr/>The morphological expression of the coronary sinus is characterized by its great variability, especially with regard to length, caliber, drainage territories and frequency of its tributaries. We assessed the variants in the coronary sinus of 68 fresh hearts from Colombian subjects (56 men, 12 women), from autopsy material. The sinuses were injected with synthetic resin and its anatomic characteristics were recorded. The average length of the coronary sinuses was 25.96 mm (± 6.34) with a distal diameter of 8.94 mm (± 1.66). The shapes were cylindrical, funnel-shaped and flattened in 67.6%, 23.5% and 8.9% respectively. The great cardiac vein originated from the cardiac apex in 57.4% of cases and in the lower third of the anterior interventricular sulcus in 39.7%. At the atrioventricular groove level, it had a caliber of 5.47 mm (± 0.72). In 77.9%, the great cardiac vein was located to the left of the anterior interventricular artery. The arterio-venous trigone of the heart was present in 58.8%. The middle cardiac vein had its origin in the lower third of the anterior ventricular surface (53%) and the cardiac apex (47%). This drained directly into the right atrium in 17% of cases. Its caliber in the segment close to the sinus was 4 mm (± 0.77). Anastomosis of the great and middle cardiac veins was present in 58.8%;33.8% in the heart apex and in the anterior interventricular sulcus. In a significant number of cases, the presence of a short great cardiac vein and an elongated middle cardiac vein was highlighted. Similarly, the drainage of the middle cardiac vein into the right atrium was present in almost one fifth of the hearts studied. <![CDATA[Integrated management of hypertensive patients with metabolic syndrome and diabetes]]> http://www.scielo.org.co/scielo.php?script=sci_arttext&pid=S0120-56332010000100003&lng=en&nrm=iso&tlng=en En los últimos años se ha observado un aumento de la prevalencia de obesidad y síndrome metabólico a nivel mundial, cuyas causas habrían de buscarse fundamentalmente en el sedentarismo y la alimentación inadecuada. La obesidad y el síndrome metabólico son una primera causa para el desarrollo de enfermedad cardiovascular y diabetes mellitus tipo 2. La resistencia a la insulina desempeña un papel central en el desarrollo de las alteraciones vasculares y metabólicas que acompañan al síndrome metabólico y la obesidad: dislipidemia aterogénica, hipertensión y estado protrombótico e inflamatorio. La activación del sistema nervioso simpático y del sistema renina-angiotensina-aldosterona también participa en la mayoría de estas alteraciones. Por ello, el bloqueo de las acciones de la angiotensina II con los inhibidores de la enzima convertidora de angiotensina (IECA) o los antagonistas de los receptores de angiotensina II (ARA-II), se considera una aproximación terapéutica obligatoria en estos pacientes. Es preciso considerar que muchos pacientes con múltiples factores de riesgo requieren más de un fármaco para controlar su hipertensión. La combinación de medicamentos bloqueadores de la angiotensina II y diuréticos es la más frecuente; sin embargo, en pacientes hipertensos con diabetes, síndrome metabólico o alteraciones del metabolismo de la glucosa, ésta no parece ser la más adecuada debido al potencial diabetogénico de los diuréticos tiazídicos. Por ello, la unión de IECA y calcioantagonistas se ha revelado como una combinación alternativa interesante. Los estudios ACCOMPLISH, STAR y STAR-LET, han demostrado beneficios importantes en pacientes diabéticos o con resistencia a la insulina.<hr/>In the last years an increase in the prevalence of obesity and metabolic syndrome has been observed around the world. Causes for this increase are mainly related with sedentarism and inadequate diet. Obesity and metabolic syndrome are a primary cause for the development of cardiovascular disease and type 2 diabetes mellitus. Furthermore, insulin resistance plays a central role in the development of vascular and metabolic alterations associated with metabolic syndrome and obesity: atherogenic dyslipidemia, hypertension, pro-thrombotic and inflammatory states. Activation of sympathetic nervous system and renin-angiotensin-aldosterone system play a main role in the majority of these alterations. Thus, blockade of angiotensin II actions with ACEis or ARA II is an obligatory therapeutical approach for these type of patients. It has to be considered that many patients with multiple risk factors need more than one drug to control hypertension. Combination of drugs blocking angiotensin II with diuretics is the most common combination. However, due to the diabetogenic potential of thiazidic diuretics, this combination is not the most appropriate for hypertensive patients with diabetes, metabolic syndrome or alterations of glucose metabolism. Consequently, the combinations of ACEIs with calcium antagonists has revealed as an interesting alternative combination. ACCOMPLISH, STAR and STAR-LET studies, demonstrated important benefits in diabetic patients or in patients with insulin resistance. <![CDATA[Hypertension treatment in patients with metabolic syndrome]]> http://www.scielo.org.co/scielo.php?script=sci_arttext&pid=S0120-56332010000100004&lng=en&nrm=iso&tlng=en El síndrome metabólico afecta alrededor de 25% a 45% de la población colombiana de acuerdo con los criterios diagnósticos propuestos por la Federación Internacional de Diabetes, los cuales, en nuestra población, aparecen como los más útiles. Bien se sabe que el síndrome metabólico se asocia con un incremento tres a seis veces en el riesgo de desarrollar diabetes y nuevos casos de hipertensión. En Colombia, un estudio de cohorte realizado en pacientes que sufrieron infarto agudo del miocardio, demostró que la resistencia a la insulina fue el principal factor que predijo muerte cardiovascular o presencia de nuevos eventos cardio-cerebro-vasculares. Además, la presencia de síndrome metabólico se asocia con más frecuencia a daño subclínico de órgano blanco. El principal tratamiento en sujetos con síndrome metabólico es la reducción del peso corporal a través de la implementación de una dieta baja en calorías y aumento del ejercicio físico. Así, los pacientes con este síndrome necesitan la administración adicional de medicamentos antihipertensivos, antidiabéticos orales o fármacos hipolipemiantes cuando existe franca hipertensión, diabetes o dislipidemia. En vista de que el riesgo cardiovascular es alto en pacientes hipertensos con síndrome metabólico, es necesario hacer un riguroso control de la presión arterial, manteniendo los niveles siempre por debajo de 130/85 mm Hg. A no ser que existan indicaciones específicas, en los pacientes con síndrome metabólico se debe evitar el uso de beta-bloqueadores, ya que son bien conocidos sus efectos adversos en el aumento de peso, en la incidencia de nuevos casos de diabetes, en la resistencia a la insulina y en el perfil lipídico. Los diuréticos tiazídicos presentan efectos diabetogénicos y otras acciones dismetabólicas, especialmente a dosis altas, por lo que no deben utilizarse en pacientes con síndrome metabólico. Por lo tanto, los fármacos recomendados como primera opción en sujetos hipertensos con síndrome metabólico son los antagonistas de los receptores de angiotensina (ARA II) o los inhibidores de la enzima convertidora de angiotensina (IECA), los cuales han demostrado reducir la incidencia de nuevos casos de diabetes y tener también efectos favorables en el daño de órgano blanco. Si no se controla la presión arterial con monoterapia, al IECA o al ARA II se les asocia un calcio-antagonista, combinación que produce una menor incidencia de nuevos casos de diabetes que la combinación con beta bloqueadores o diuréticos tiazídicos.<hr/>Metabolic syndrome affects about 25% to 45% of the Colombian population according to the diagnostic criteria proposed by the International Diabetes Federation, that in our population appear to be the most useful. It is well known that the metabolic syndrome is associated with an increased risk of three to six times in the development of diabetes and new hypertension cases. In Colombia, a cohort study realized in patients who suffered an acute myocardial infarct showed that insulin resistance was the main factor that predicted cardiovascular death or presence of new cardio-cerebral-vascular events. Furthermore, the presence of metabolic syndrome is more frequently associated with subclinical target organ damage. The main treatment in subjects with metabolic syndrome consists in decrease in body weight through the implementation of a low calorie diet and increase in physical exercise. Besides, patients with this syndrome need additional administration of antihypertensive medication, oral antidiabetic or hypolipemic drugs when there exists evident hypertension, diabetes or dyslipidemia. Given the high cardiovascular risk in hypertensive patients with metabolic syndrome, a rigorous blood pressure control maintaining levels always under 130/85 mm Hg, is needed. Unless there may be specific indications, in patients with metabolic syndrome the use of beta-blockers may be avoided given their well known adverse effects in weight increase, incidence of new cases of diabetes, insulin resistance and lipid profile. Tiazid diuretics have diabetogenic effects and other dysmetabolic actions, especially at high doses; for this reason they must not be used in patients with metabolic syndrome. Therefore, the recommended drugs as first choice in hypertensive subjects with metabolic syndrome are the angiotensin receptor blockers (ARBs) or the angiotensin-converting enzyme (ACE) inhibitors, that have shown to reduce the incidence of diabetes and to have favorable effects in the target organ damage. If the blood pressure is not controlled with monotherapy, a calcium antagonist is added to the ARB or ACE inhibitor. This combination produces a lower incidence of new cases of diabetes than the combination with beta-blockers or tiazid diuretics. <![CDATA[Prolonged successful cerebrocardiopulmonary resuscitation: A case report]]> http://www.scielo.org.co/scielo.php?script=sci_arttext&pid=S0120-56332010000100005&lng=en&nrm=iso&tlng=en Se presenta el caso de un paciente a quien se le realizó coronariografía diagnóstica la cual reportó enfermedad coronaria de tres vasos. Inmediatamente después de finalizar el procedimiento presentó paro cardiorrespiratorio, y se iniciaron maniobras de reanimación básicas y avanzadas por dos horas. Durante la reanimación se practicó angioplastia e implante de stent en la arteria circunfleja. El paciente recuperó la circulación espontánea y fue trasladado a la unidad de cuidado coronario; en el segundo día se llevó a revascularización quirúrgica miocárdica exitosa y fue dado de alta luego de dieciséis días del evento inicial sin déficit neurológico evidente.<hr/>We present the case of a 57 year old patient patient who underwent a diagnostic coronariography that showed three-vessel coronary disease. He presented cardiorespiratory arrest immediately at the end of the procedure; basic and advanced resuscitation maneuvers were started during a two hours period. During the resuscitation, primary angioplasty and stent implantation in the circumflex artery was performed. The patient recovered spontaneous circulation and was transferred to the coronary care unit. On the second day, a successful myocardial revascularization was performed and was discharged 16 days after the event without evident neurological deficit. <![CDATA[Are there advantages in the extraperitoneal approach for the treatment of abdominal aortic aneurysm?]]> http://www.scielo.org.co/scielo.php?script=sci_arttext&pid=S0120-56332010000100006&lng=en&nrm=iso&tlng=en Existen controversias acerca de las posibles ventajas del abordaje transperitoneal vs. extraperitoneal en la cirugía de aneurisma de aorta abdominal; con este último, algunos estudios reportan menor morbilidad y complicaciones operatorias. Este estudio describe los resultados que se obtuvieron con los dos abordajes en un solo centro de referencia. Es un estudio retrospectivo, descriptivo, de doce años, en un grupo de 299 pacientes con diagnóstico de aneurisma de aorta abdominal que fueron intervenidos de manera electiva y distribuidos en dos grupos según el abordaje (transperitoneal = grupo 1, extraperitoneal = grupo 2). En total se operaron 93 pacientes en el grupo 1 y 206 pacientes en el 2. En ambos predominaron pacientes del sexo masculino. La edad media fue de 68 años. Las frecuencias de co-morbilidades fueron similares en los dos grupos. Se registró una tendencia a menor número de reoperaciones en el grupo 2 (12,9% vs. 5,8%), De otra parte, se observó una tendencia de mayores complicaciones post-operatorias en el grupo 1 con una frecuencia de 30,1% vs. 12,6% en el grupo 2; sin embargo, el tipo de complicaciones fue similar. Los resultados mostraron una estancia hospitalaria media de 13,3 días (DE ± 10,4) vs. 7,19 días (DE ± 4,20) p= 0,00001, estancia post-operatoria media de 9,16 días (DE ± 8,1) vs. 5,62 días (DE ± 3,46) p= 0,001 y estancia en la unidad de cuidados intensivos media de 2,76 días (DE ± 4,19) vs. 1,56 días (DE ± 1,86) p= 0,00001 en los grupos 1 y 2 respectivamente. La mortalidad inmediata total fue de 3,3%. La frecuencia de mortalidad para los grupos fue de 6,5% (n= 6) vs. 1,9% (n= 4) respectivamente. En nuestra experiencia el abordaje por la vía extraperitoneal presenta una tendencia favorable para los pacientes en cuanto a la estancia hospitalaria, la estancia en la unidad de cuidados intensivos, la frecuencia de complicaciones post-operatorias y la frecuencia de re-intervenciones en el post-operatorio inmediato. Debido al tamaño de la muestra no puede concluirse que hubo una diferencia estadísticamente significativa en cuanto a la mortalidad; sin embargo se observó una tendencia a la reducción de la misma con el abordaje extraperitoneal.<hr/>There are current controversies over the benefits of the extraperitoneal vs the transperitoneal approach for repairing an infrarenal abdominal aortic aneurysm. Several studies report a reduction in morbidity and mortality with the former approach. This study reports the short term results using both approaches at one reference center. This is a 12 year, retrospective descriptive study of 299 patients who underwent an elective open repair of an abdominal aortic aneurysm, distributed in two groups: transperitoneal approach group=1, extraperitoneal approach group=2. A total of 93 patients in group 1 and 206 in group 2 were intervened, mainly male patients with an median age of 68 years. The frequencies of co-morbidities were similar in both groups. There was a reduced tendency of reoperations in group 2 (12.9%vs 5.8%), and a greater tendency of postoperative complications in group 1 (30.1% vs 12.6%). However, the types complications were similar. The results show a median hospital stay of 13.3 days (SD+- 10,4) vs. 7.19 days (SD+- 4.20) p=0.00001, median post-operative stay of 9.16 days (SD-+ 8,1) vs. 5.62 days (SD+- 3,46) p= 0.001 and median intensive unit stay of 2.76 days (SD+-4.19) vs 1.56 days (SD+-1.86) p=0.00001 in group 1 y 2 respectively. Early global mortality was 3.3% with a distribution frequency of 6.5% (n=6) in group 1 and 1.9% (n=4) in group 2. In our experience, the extraperitoneal approach offers better results regarding hospital, postoperative and intensive care unit stay, as well as post-operative re-operation rates and complications. Because of the small sample size, the mortality difference was not statistically significant; however, we found an important tendency towards improved mortality rates with this approach.