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Revista Colombiana de Cirugía

 ISSN 2011-7582 ISSN 2619-6107

PEDROZA BALLESTEROS, Audel. Manejo del nódulo tiroideo: revisión de la literatura. []. , 23, 2, pp.100-111. ISSN 2011-7582.

^les^aLos nódulos tiroideos solitarios son entidades comunes y la mayoría de ellos son benignos. El objetivo principal durante la evaluación es determinar los benignos y malignos. Una variedad de estudios diagnósticos están a disposición de los médicos, pero la biopsia por aspiración con aguja fina es considerada como el método de referencia para la evaluación de los nódulos tiroideos. La ecografía se recomienda para guiar dicha biopsia, especialmente en nódulos que son pequeños e incidentales o son parcialmente quísticos o en los que la biopsia con aguja fina inicial fue insuficiente en la primera muestra. En el caso de los nódulos benignos, el seguimiento debe ser periódico cada 6 a 24 meses, y debe incluir la determinación de los niveles de tirotropina, la palpación del cuello y se recomienda la biopsia por aspiración con aguja fina en los casos de crecimiento o de otros signos sospechosos. Para los nódulos benignos funcionales, el yodo 131 es considerado el tratamiento de elección, aunque la cirugía es igualmente una alternativa, especialmente si el nódulo es muy grande o parcialmente quístico, o si el paciente es joven. De la misma forma, es el tratamiento más recomendado si el nivel de tirotropina está disminuyendo o si se encuentra hipertiroidismo junto con el nódulo tiroideo, debido a los efectos en los huesos y el sistema cardiovascular. Para nódulos benignos no funcionales no hay una recomendación clínica para el uso de la levotiroxina, aunque se considera esta terapia cuando los niveles de tirotropina están suprimidos, en pacientes mayores de 60 años o en mujeres postmenopáusicas. Si se usa la terapia con levotiroxina, se recomienda solicitar controles periódicos de la tirotropina sérica.^len^aThyroid nodules are frequent and mostly benign. Objective of clinical examination is to try to define if the nodule is malignant. A variety of diagnostic studies are available to the physician, but fine needle aspiration is considered the method of reference in the evaluation of a thyroid nodule. Echography is recommended to guide the fine needle aspiration, especially in the case of small, incidental, or partially cystic nodules in which the initial fine needle aspiration yielded insufficient material. When dealing with benign nodules, follow-up should be periodic every six or twelve months, including thyrotropin serum levels, careful examination of the neck, and fine needle aspiration when the nodule exhibits increase in size or any other suspicious sign. In functioning benign nodules, treatment with 131 iodine is considered the treatment off choice, although surgery is an alternative, especially when the nodule is of large size or partially cystic, or if the patient is of young age. It is also the treatment of choice when thyrotropin levels are diminishing or there is associated hyperthyroidism, because of the effects on bones and the cardiovascular system. For benign non-functioning nodules there is clinical recommendation for prescribing levothyroxin, although this therapy is considered when thyrotropin levels are suppressed, in patients older than 60 years, or in postmenopausic women. When using levothyroxin, one should periodically determine serum thyrotropin levels.

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