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Revista Latinoamericana de Psicología

Print version ISSN 0120-0534

rev.latinoam.psicol. vol.43 no.3 Bogotá Sept./Dec. 2011

 

LIBROS

Páramo, P. (2011) Sociolugares. Universidad Piloto de Colombia. pp. 148.

El libro Sociolugares presenta los resultados de investigación y teorización del autor acerca de las dinámicas de interacción social situadas en lugares privados de socialización que han surgido como consecuencia del abandono de la función de interacción y encuentro con otras personas en el espacio público. El libro se encuentra dividido en siete capítulos en los que se desarrolla el proceso habitual de la presentación de resultados de una investigación, desde la justificación hasta las implicaciones de sus resultados segmentados temáticamente. En la introducción se contextualiza al lector acerca de las razones que subyacen al desarrollo del estudio de las dinámicas sociales en los diferentes escenarios que posibilita el medio urbano, por ejemplo el espacio público, y los espacios privados de socialización.

En el segundo capítulo, titulado "Los Lugares y Los Socio Lugares", se presentan los elementos referentes teóricos y empíricos fundamentales para el abordaje y comprensión de los fenómenos sociales situados en el espacio, y las relaciones individuo - entorno. La revisión incluye tradiciones teóricas centradas en la influencia ambiental sobre el comportamiento de los individuos, como lo es la noción de "escenario de conducta" de Barker (1968). También se presentan postulados de perspectivas de carácter transactivo, destacándose la Teoría del Lugar de Canter (1996), que incluye en su conceptualización de lugar dimensiones físicas de los lugares, la caracterización social de los mismos, su regulación, y las significaciones individuales, como fundamentales para la comprensión de las relaciones individuo - entorno. En este continuo de acercamientos conceptuales se señalan también aquellas perspectivas que privilegian la fenomenología como enfoque, y en la cual el "lugar" existe como significaciones de los individuos que interactúan en él y con él.

La conceptualización de lugar como fenómeno de entrecruzamiento de dimensiones físicas, psicológicas y sociales, es fundamental, entendiendo que el comportamiento humano siempre se presenta contextualizado en diferentes lugares que implican comportamientos diferentes y el ejercicio de diferentes roles sociales. El aprendizaje de la dinámica social de los lugares, resulta crucial en el proceso de incorporación de los individuos a las prácticas compartidas por su comunidad. Por otra parte, el lugar también es importante dado que en el mismo ocurren las interacciones sociales- una vez el proceso de incorporación a las prácticas sociales ha tenido lugar - de tal manera que en los diferentes "lugares" tendrán lugar las experiencias sociales diferentes.

De acuerdo con el autor, el "lugar" en el que se privilegió la socialización en sus diferentes expresiones para los habitantes de Bogotá fue el espacio público, pero el crecimiento de la ciudad teniendo como eje principal de preocupación el transporte automotor, devino en un desdén por la facilitación del contacto entre los habitantes desplazando a la socialización a la esfera de los privado, ya sea en el hogar o en espacios con seguridad privada como centros comerciales, bares, cafés, restaurantes, clubes, entre otros.

El nuevo emplazamiento físico y social de los lugares de interacción, cambia la configuración de las relaciones sociales e implica para los interesados en su estudio, nuevos escenarios de indagación y la evaluación sistemática de las nuevas dinámicas que este cambio puede traer al campo, teniendo en cuenta la restricción y constreñimiento que los nuevos escenarios de socialización traen consigo. Teniendo este contexto como referente, se presenta la investigación de diferentes sociolugares, ubicando en el centro de interés, lo que las personas dicen acerca de los sociolugares, las actividades que allí realizan, y la forma en que significan su experiencia en los mismos.

El tercer capítulo, titulado Exploración subjetiva de los sociolugares a partir de las narrativas, reúne el trabajo en campo de varios investigadores, quienes desarrollan una aproximación al estudio de los sociolugares. En el primer apartado del capítulo, se presenta una reflexión del autor principal acerca de la narrativa como la estrategia de recolección de información más apropiada para el estudio del sociolugar. El segundo apartado, compila reportes de diferentes acercamientos al sociolugar, mediante la recopilación de narrativas que describen diferentes sociolugares urbanos.

La reflexión acerca de las estrategias de recolección de datos más apropiadas para el estudio del sociolugar, inicia enlistando algunas limitaciones para el estudio de éste, cuando se usan estrategias típicas de los métodos de tradición explicativa causal. En respuesta a ello, el autor propone la narrativa, como la estrategia que permite recoger la postura de los sujetos que participan en el sociolugar, resaltando que mediante las narrativas, el investigador tiene la posibilidad de reconocer las nuevas significaciones de los sociolugares, la realidad y las relaciones que se construyen allí.

En esta propuesta de aproximación a las subjetividades en el estudio de los sociolugares, no se aclara cual es el manejo que se le da a la información en la fase de recolección y análisis de los datos. Esta explicitación es importante porque en los desarrollos metodológicos de las ciencias sociales, se plantea que una estrategia de recolección de información permite al investigador llegar a diferentes niveles de análisis e interpretación, según el manejo que le dé el investigador a las estrategias de recolección de información y a los métodos de análisis de los datos.

En el apartado de reporte de los resultados, se encuentran narrativas que describen diferentes sociolugares urbanos, las cuales, podrían dar lugar a una clasificación de cuatro tipos, según el tipo de interacción que reportan, los cuales corresponden a: sociolugares cotidianos, sociolugares de pasatiempo, sociolugares de comercialización-diversión y sociolugares de rumba.

En la categoría sociolugares cotidianos, se incluyen aquellos sociolugares que hacen parte del día a día de una comunidad, tales como: Panadería/ salón de onces La Esperanza, Sala de Belleza: Gente Bella, Catedral San Cristobal Norte, Conjunto Parque Residencial, Restaurante Don Ramón.

En la categoría sociolugares de pasatiempo, se incluyen aquellos sociolugares cuyas narrativas refieren sociolugares en los que los actores pasan el tiempo libre en compañía los amigos y la familia, tales como: La Gallera San Cristobal Norte, Club Social Hato grande, Centro Recreacional La Tienda Montañera.

En la categoría sociolugares de comercialización-diversión, se incluyen sociolugares particularmente diseñados para el comercio, tales como: el Centro Comercial San Pedro Plaza, Plazoleta comercial Pasaje Camacho; en los cuales, los actores se reúnen con sus amigos y/o familiares en su tiempo libre, principalmente de los fines de semana.

En la categoría sociolugares de rumba, se recogen las narrativas que caracterizan los sitios de actividad nocturna de diferentes grupos sociales, tales como: Restaurante Andrés Carne de Res, Restaurante bar Mantra, Café Expresso, Almodobar Galería Café, Sector de bares Cuadrapicha, Discoteca La Ponceña, Bar punto G, Bar los Yaguareños, Bar gay Colosos, Terraza Lotus Bar y El Castillo Nigth Club.

Mediante este reporte de resultados, se confirma el planteamiento inicial del autor, en el cual propone las narrativas como una estrategia que permite hacer una aproximación investigativa de los significados subjetivos que construyen las personas de algunos lugares urbanos, con convocación colectiva y socializadora, de carácter privado, ubicados en Bogotá, Neiva, Rivera y Quibdó.

En el planteamiento inicial del tercer capítulo, el autor señala algunas preguntas que orientaron la recolección de la información, con el fin de conocer, desde la perspectiva de los actores, las razones por las cuales frecuentan el lugar, lo que tiene el lugar que no tiene la casa de los actores, el tipo de lugar y los patrones de uso. Las preguntas orientadoras son un requisito fundamental de la investigación cualitativa que permite enmarcar la recolección de datos, con un nivel de flexibilidad que viabiliza la investigación para que durante su desarrollo, se interprete la realidad y se analicen los significados construidos por los sujetos.

En la sección de presentación de resultados, se presentan secuencialmente las narrativas como relatos de diferentes sujetos, en las cuales se describen las experiencias cotidianas de las personas en cada uno de los sociolugares, sin que tenga lugar en general - en algunas narrativas aparecen esbozos de dicho ejercicio - un propósito de interpretación por parte de los investigadores. Los textos inician con la voz del investigador, la cual reiterativamente aparece para señalar las descripciones físicas y de condiciones ambientales del lugar, en ausencia de interpelaciones que reflejen la experiencia del investigador durante el estudio. Mientras que, en el desarrollo y el cierre del escrito, se combinan interpelaciones de los sujetos protagonistas de las narraciones y descripciones del autor particularizados según el tipo de interacción al que se refiere.

Por otra parte, en el apartado inicial del tercer capítulo se omite enunciar algunas otras estrategias de recolección de información que usan los investigadores, tales como la observación. Cabe anotar que en la literatura metodológica de las ciencias sociales, sugiere para el reporte de dicha estrategia el formato de los diarios de campo; lo cuales permiten al investigador hacer el registro sistemático de sus apreciaciones, a través de notas expandidas o condensadas, las cuales condensan detalles del contexto, de las interacciones de los sujetos y sus narraciones particulares.

Para próximas publicaciones, se sugiere aclarar si en esta propuesta metodológica del estudio de los sociolugares, al señalar las narrativas como estrategia de recolección de datos, se está haciendo referencia al registro de información mediante la técnica de entrevista o de los diarios de campo. Asimismo, precisar si el estudio de los sociolugares mediante narrativas tiene la intención de compilar narrativas de actores, lo cual se asemejaría a un estudio de caso, alejándose de una propuesta de investigación que pretenda reconocer la construcción colectiva de significados; o si por el contrario, se buscar interpretar la construcción colectiva de la realidad.

Con relación a la observación de la construcción colectiva de la realidad, se recomienda triangular las narrativas de todos los actores o al menos de los diferentes perfiles de actor que interactúan en el sociolugar, puesto que, la ausencia de la voz de los dueños de los sociolugares, o de los trabajadores de los sociolugares fue una particularidad de la mayoría de las narrativas presentadas en el capítulo.

Finalmente, señalar que para robustecer la propuesta de investigación de los sociolugares mediante las narrativas, es importante reportar precisiones metodológicas asociadas al proceso de ingreso del investigador al contexto natural en el que se vive la experiencia, la evolución y ajuste durante el ejercicio investigativo de las preguntas orientadoras que guían la recolección de información y la descripción de los procedimientos de triangulación de los instrumentos de recolección de información, así como, de las narrativas de los diferentes actores durante el análisis de los datos.

Para el cuarto capítulo, titulado: Las relaciones interpersonales en la sociedad contemporánea, se profundiza en las relaciones de las experiencias registradas por diferentes individuos en los sociolugares, presentadas en el capítulo tres, con algunas categorías conceptuales de las teorías del lugar. En primer lugar, se destaca la estabilidad del comportamiento en cada uno de los sociolugares indagados. Este estereotipamiento del comportamiento es analizado en términos de la categoría de "escenario de conducta" propuesta por Barker, de acuerdo con el cual cada lugar establece guiones conductuales que se siguen rígidamente por cada uno de los actores presentes en el escenario (en este caso, el sociolugar), haciéndose énfasis en que los individuos no son indispensables, dado que el guión ocurre aunque los actores - un individuo en particular - cambien, por ejemplo, el guión de clientes y prostitutas en un club nocturno, o las interacciones en un salón de belleza.

Este estereotipamiento, es analizado en términos del alto nivel de constreñimiento comportamental que supone la naturaleza privada del sociolugar como espacio físico cerrado y propósitos sociales altamente estructurados, en contraposición a la mayor variedad de interacciones que pueden tener lugar en el espacio público. También se discute el carácter artificial de ciertas relaciones sociales, en las cuáles, la aparente cercanía social de los individuos podría verse más como un "requisito" de transacciones comerciales que implican dicha interacción. Ello incluye por ejemplo el saludo de un comprador con el vendedor de una panadería, la conversación de los clientes en un salón de belleza con el estilista o la seducción de clientes en un prostíbulo.

En segundo lugar, se discuten los elementos de reglas y roles sociales como categorías de análisis en la comprensión de las interacciones, haciendo énfasis en la importancia de las reglas para la regulación del comportamiento en los diferentes escenarios de socialización. Dichas reglas describen el comportamiento esperado para cada situación, y se denominan explícitas cuando están presentes como señales en el entorno o implícitas cuando hacen parte de lo que las personas identifican como lo que se puede o no se puede hacer en cada lugar.

La caracterización de reglas implícitas ha resultado en dificultades metodológicas para los interesados en su estudio, y el presente trabajo no es su excepción. La no presentación de algún tipo de protocolo que permita su registro en las narrativas, así como su dificultad

para comprender hasta qué punto la experiencia estaría más que orientada por las reglas del lugar por efectos de facilitación social de la presencia de otras personas comportándose de determinada manera, o la reconvención social que señala lo que no se debe hacer, representa un reto para la línea con miras a una mejor comprensión de los fenómenos sociales situados.

Finalmente, se señala la congruencia registrada entre la disposición de los diferentes elementos muebles e inmuebles de los sociolugares con el cumplimiento de los objetivos sociales que en ellos se promueve conseguir, así por ejemplo la ubicación de sillas de forma sociópeta, la iluminación, el volumen de la música, la vestimenta de los actores, la decoración, entre otros. Este isomorfismo entre ambiente y actividades sociales es también central en la teoría de escenarios de conducta de Barker, y resulta particularmente saliente en lugares con guiones conductuales rígidos, y valoraciones altamente estereotipadas.

En el quinto capítulo, denominado El sociolugar como refugio, el autor llama la atención sobre las condiciones sociales y económicas que permitieron el advenimiento de los lugares privados como el principal refugio de los habitantes de las ciudades para dar cuenta de la socialización, señalando la relación viciosa de miedo al lugar público como resultado de los continuos señalamientos de los crímenes que en él tienen lugar por parte de los medios de comunicación, el abandono de los ciudadanos de estos lugares y la negligencia de los organismos administrativos y políticos de medidas que permitan la recuperación de dicha función del espacio público.

Se señala que la sensación de seguridad en el espacio público debe sopesar las medidas policivas con la protección de las libertades individuales, proponiéndose como medida alternativa la posibilidad de generar relaciones de solidaridad entre los individuos con el fin de evitar la presencia permanente de policías y otras estrategias de vigilancia, así como el diseño de actividades que permitan la apropiación de los habitantes de los espacios públicos, de tal manera que ello redunde en una mayor seguridad por una parte, pues los lugares concurridos suelen catalogarse como seguros, y del fortalecimiento de la identidad de lugar de los individuos, su vinculación afectiva con el espacio social público fundamental en la apropiación de la ciudad.

En el capítulo 6, titulado género y sociolugares, capítulo del libro escrito por Andrea Milena Burbano, se hace un análisis de las condiciones sociales y económicas que ha configurado el uso diferencial de los sociolugares y el espacio público por parte de hombres, mujeres, lesbianas, bisexuales, transexuales, y gays, en diferentes momentos históricos así como en la actualidad. Esta caracterización incluye condicionantes de tipo económico como lo fue el nulo poder adquisitivo de la mujer durante buena parte de la historia reciente de las ciudades bogotanas, y su confinamiento a actividades domésticas con espacios de socialización circunscritos al vecindario, o su papel de compañía en los espacios de socialización familiar en los que acompañaban al hombre.

Para el caso de las denominadas minorías sexuales: gays, lesbianas, bisexuales y transgeneristas, su marginación del espacio público se relaciona con prejuicios sociales sobre la expresión de la sexualidad permitida en la comunidad, y se hace énfasis en la importancia de no promover segregaciones sociales en términos del espacio público ni de los sociolugares.

Se observa que, aunque en las experiencias de los participantes con los sociolugares presentadas en el capítulo 3, se pueden identificar condicionantes de género para los distintos lugares, así como formas de relación permitidas o censuradas entre hombres y mujeres, ellas no son abordadas sistemáticamente en este apartado del libro para ilustrar al lector acerca de las tesis históricas y su relación con el estado actual de dicha diferenciación genérica en aras de promover relaciones más equitativas e incluyentes de la diversidad sexual en las dinámicas sociales públicas y privadas.

Finalmente en el capítulo siete, titulado los Sociolugares y la Ciudad, se presentan algunas propuestas respecto a la apropiación de la ciudad por parte de los diferentes actores sociales, de tal manera que se permita superar la dinámica del hábitat urbano circunscrito a los fenómenos de transporte y comercialización imperantes en el diseño urbanístico actual, para incluir la promoción de la socialización de los habitantes y la apropiación del espacio, como forma de combatir la inseguridad perseguida y objetiva, así como, la calidad de vida de los habitantes, y la ruptura de la visión de la socialización atada a la transacción económica que es finalmente el objetivo de los sociolugares.

Diana Carolina Vega
Fundación Universitaria Konrad Lorenz
dianac.vegaa@konradlorenz.edu.co
Iván Felipe Medina A.
Universidad Pedagógica Nacional
doc_imedina474@pedagogica.edu.co


Referencias

Barker, R.G. (1968) Ecological Psychology. Stanford University Press.        [ Links ]

Canter, D. (1996) Psicología Aplicada. Suma Psicológica, 3(1), 13-24        [ Links ]

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