INTRODUCCIÓN
El uso desadaptativo de las tecnologías de la información y comunicación (TIC) puede desencadenar en tecnodependencia 1, tecnoestrés y tecnoadicción 2. En este sentido, es necesario estudiar los efectos negativos que tienen el uso y abuso de las TIC, pues esto puede hacer difusa la línea entre la vida laboral y personal 3,4, aumentar el estrés de rol y disminuir la productividad 5.
La tecnodependencia es la excesiva implicación de la persona con los dispositivos tecnológicos 6, lo que conlleva consecuencias nocivas para la salud 7. Por ejemplo, el uso del celular puede llevar al phubbing o reducción de los niveles de atención y empatía en una persona por prestar atención al teléfono 8.
Los trastornos adictivos involucran la falta de control y la dependencia, factores que interfieren en la vida de las personas 9,10. Estas conductas pueden ir de un inicio moderado a una intensa obsesión, y concluyen en un síndrome de abstinencia, generan ansiedad, estado de conciencia alterado, irritabilidad, incapacidad de desconectarse 11, cervicalgias, tendinitis, síndrome del túnel carpiano, alteraciones de la visión 6 y depresión 12.
La tecnodependencia se ha intensificado con el uso del celular, dado que su uso excesivo, junto con la falta de control, desemboca en un comportamiento compulsivo 13. Se estima que cerca del 70 % de los usuarios perciben que el teléfono está vibrando cuando realmente no es así 14; que corren el riesgo de volverse invisibles frente a sus contactos si no se envían mensajes 15, o que su uso debe darse incluso al conducir, lo que aumenta el riesgo de accidentes de tránsito 16.
El tecnoestrés consiste en la dificultad que se tiene para responder a las demandas de las tecnologías 17. Es un estado psicológico negativo que se relaciona con el uso y abuso de las TIC; se presenta cuando el individuo percibe un desequilibrio entre las demandas y los recursos necesarios para su uso 18, lo que lleva a un aumento en la activación fisiológica 19, creencias de ineficacia 20 y afectación del bienestar 21.
Las principales experiencias del tecnoestrés son el tecnostrain y la tecnoadicción. El tecnostrain - por su difícil traducción al español, se sugiere utilizar el término tecnoestrés22- se caracteriza por el displacer y el rechazo frente el uso de las TIC 19.
La tecnoadicción es resultado de la incontrolable necesidad de utilizar tecnologías por tiempos prolongados, haciendo un uso compulsivo y excesivo 19. Esta es una adicción conductual que aparece cuando una persona desarrolla dependencia psicológica a un dispositivo tecnológico, con resultados negativos en su salud 23.
Investigaciones previas recomiendan abordar la experiencia del uso desadaptativo de las tecnologías desde una perspectiva organizacional 24. Aunque la literatura alrededor de los riesgos psicosociales asociados a la tecnología ha avanzado, todavía quedan dudas por resolver. Aún se desconoce el papel que cumple la tecnodependencia en el tecnoestrés y la tecnoadicción en Colombia y México.
Este estudio se realizó en estos dos países dado que comparten características similares. Por ejemplo, ambos tienen programas de Gobierno asociados al aumento de la conectividad de los hogares y la ampliación de la cobertura del servicio de internet y de las tecnologías 25,26; además, tienen indicadores que reflejan un comportamiento similar en aspectos asociados con el uso de las TIC. En un reporte del número de usuarios de internet entre de 2017 y 2020, México cuenta con un 72 % de penetración de internet y Colombia con un 65 %, es decir, aproximadamente, 7 de cada 10 personas en ambos países hace uso de internet 27. Así, el objetivo de este estudio es analizar el papel de la tecnodependencia en el tecnoestrés y la tecnoadicción en trabajadores de Colombia y México.
MATERIALES Y MÉTODOS
Estudio con una estrategia asociativa, predictiva 28 y un muestreo no probabilístico, que contó con 1137 participantes, de los cuales 543 corresponden a mujeres (48 %) y 594 a hombres (52 %). 525 (46 %) de ellos(as) son de nacionalidad colombiana y 612 (54 %) de nacionalidad mexicana. 543 (47 %) estaban entre 18 y 30 años, 258 (23 %) entre 31 y 40 años, 225 (20 %) entre 41 y 51 años y 111 participantes (10 %) tenían más de 51 años. Respecto al estado civil, 616 (54 %) estaban solteros, 301 (26 %) casados, 84 (7 %) divorciados, 124 (12 %) vivían en unión libre y 12 (1 %) eran viudos; en cuanto a la escolaridad, 127 (10 %) personas no contaban con formación académica, 19 (2%) tenían estudios de primaria, 110 (10 %) eran bachilleres, 197 (17 %) técnicos o tecnólogos, 222 (20 %) profesionales y 462 (41 %) contaban con posgrado. Ante la pregunta ¿Tiene contratado algún plan de datos móviles?, 520 (46 %) participantes respondieron que sí y 617 (54 %) contestaron que no.
Como criterios de inclusión se tuvo en cuenta que fueran mayores de edad y estuvieran activos laboralmente.
Se proporcionó una ficha de datos sociodemográficos ad hoc. Para evaluar el tecnoestrés y la tecnoadicción, se utilizó la adaptación cultural del cuestionario de Recursos, Emociones y Demandas (RED-Tecnoestrés) 29, conformado por 20 reactivos, de los cuales 12 miden las dimensiones del tecnoestrés: displacer derivado del uso de TIC y rechazo de TIC, y 8 miden los factores de la tecnoadicción: el uso excesivo y el uso compulsivo, ambas con una escala tipo Likert (0=nunca y 6=siempre). En este estudio la fiabilidad por Omega de McDonald's (ω) a nivel global para el tecnoestrés fue de 0.88 (lC=0.87-0.89) y para la tecnoadicción de 0.88 (IC=0.86-0.89).
También se utilizó la escala para medir la tecnodependencia 30, que cuenta con 15 reactivos que evalúan generación muda, uso compulsivo del celular, vida en redes sociales, phubbing y uso del celular al conducir, a partir de una escala tipo Likert (0=nunca y 6=siempre). En este estudio, la fiabilidad por Omega de McDonald's (ω) fue de 0.85 (lC=0.84-0.86).
Para la recolección de la información se construyó un formulario de Google® que incluía el consentimiento informado. Esta investigación se acoge a la Ley 1090 de 2006 31, la Resolución 8430 de 1993 32 de Colombia, que permite clasificar este estudio con un bajo riesgo, así como el Código ético del psicólogo en México 33. Esta investigación fue avalada por el Comité de Ética de la Universidad Católica de Pereira.
Para el análisis se diseñó una matriz de datos en Excel; se revisaron supuestos estadísticos de linealidad, colinealidad y residuales independientes en las variables observables, a través del software SPSS versión 23. Se implementó el análisis de senderos (path-analysis) en el software AMOS versión 25, con el propósito de determinar un modelo compuesto por variables observables o compuestas, en el cual se presentan valores de regresión, estimaciones estandarizadas y coeficiente de determinación (R2). Se diseñó un diagrama de senderos para representar las correlaciones del modelo propuesto. La fiabilidad por Omega de McDonald's (ω) se calculó en el software JASP.
RESULTADOS
En la tabla 1 se describen los valores de la tecnodependencia (variable independiente). El uso compulsivo del celular indica un comportamiento de mayor predominio (M=3.52, DE=1.56) en comparación con los demás (generación muda, vida en redes sociales, phubbing y uso del celular al conducir), que presentan un comportamiento similar en torno al promedio. De otro lado, en la tecnoadicción y tecnoestrés (variables dependientes) se evidencian mayores puntuaciones en el uso excesivo (M=2.58, DE=1.57) y displacer (M=1.11, DE=1.09).
Nota: los valores descritos se presentan en puntuación directa. TIC=Tecnologías de la información y la comunicación.
Fuente: elaboración propia.
En el modelo de senderos se observa que el tecnoestrés explicó el 16 % de la varianza para el displacer derivado, mientras que el rechazo explicó el 7 %; por otra parte, la tecnoadicción evidencia mayor poder explicativo, de manera detallada, el uso compulsivo explicó el 56 % de la varianza y el uso excesivo el 46 % de la varianza explicada.
En la tabla 2 y en la figura 1 se exhiben los valores estimados de los parámetros del modelo de senderos. De esta manera se observa que la tecnodependencia influye de forma directa y significativa en el displacer, a excepción de uso compulsivo del celular (r=-.128) y uso del celular al conducir (r=-.089), que se relacionan de forma inversa y significativa. Por otra parte, la tecnodependencia influye de forma directa y significativa en el rechazo, a diferencia del uso compulsivo del celular (r=-.228) y uso del celular al conducir (r=-.118), que se relacionan de forma inversa y significativa, mientras que en vida en redes sociales y rechazo la relación no es significativa (p>.257).
Nota: PER=Pesos Estandarizados de Regresión; EE=Estimación del error; RC=Radio crítico. *p < 0.05; **p < 0.01; ***p < 0.001.
Fuente: elaboración propia.
Los factores de tecnodependencia influyen de forma directa y significativa con el uso compulsivo; asimismo, la tecnodependencia se relaciona positiva y significativamente con el uso excesivo, a excepción de vida en redes sociales (r=.032, p>.237) y uso del celular al conducir (r=-.021, p>.363), que no indicaron influencia significativa.
Con el propósito de explorar si existen diferencias en las variables estudiadas en función del país, se llevó a cabo un análisis con la prueba U Mann-Whitney, en la que se evidencia que existen diferencias estadísticamente significativas para la generación muda (U=147275.5, p<.015; r=.08), vida en redes sociales (U=148232.0, p<.024; r=.07) y uso del celular al conducir (U=145705.5, p<.005; r=.09). La tecnoadicción reportó diferencias significativas en el uso compulsivo (U=134149.5, p<.001; r=.17) y excesivo (U=144882.0, p<.004; r=.10); y el displacer, con un tamaño del efecto pequeño (U=149045.0, p<.035; r=.07).
DISCUSIÓN
Este estudio tuvo como objetivo analizar el papel de la tecnodependencia en el tecnoestrés y la tecnoadicción. Los resultados señalan que en el tecnoestrés y la tecnoadicción no se evidencian cambios en relación con la media; por el contrario, en la tecnodependencia, el uso compulsivo del celular indicó un comportamiento de mayor predominio. Esta tendencia también se identificó en un estudio previo 34, en el que además encontraron que la adicción a internet se relaciona positivamente con el phubbing. Por lo tanto, es razonable sugerir que el uso problemático de internet estará asociado al uso poco adaptativo de teléfonos inteligentes.
En este orden de ideas, el uso compulsivo de los dispositivos móviles puede generar dificultades sociales para los usuarios, quienes prefieren mantener interacciones por medio de plataformas digitales 13. Investigaciones previas 35-37 refieren que los adolescentes presentan una conducta problemática en el uso de las redes sociales. Otros reportes han indicado que este grupo poblacional usa el celular de manera riesgosa y dependiente 38.
Este uso poco saludable del celular da paso al estudio de nuevos fenómenos, como la nomophobia, que se refiere al miedo a desconectarse del celular; la textaphrenia, entendida como una sensación falsa de haber recibido un mensaje o una llamada, y ringxiety, que es la ansiedad por recibir y responder mensajes de manera inmediata 39.
Teniendo en cuenta que desde el celular se puede acceder a las redes sociales, este estudio indica que a mayor vida en redes sociales, mayor uso compulsivo, lo cual reafirma la perspectiva de esta variable como una adicción conductual, debido al uso repetitivo y prolongado. Un estudio evidenció que las redes sociales son un área de adicción de rápido desarrollo, puesto que ofrecen la oportunidad de recibir aprobación por parte de otros usuarios, y esto refuerza la satisfacción de una retroalimentación rápida a través de medios digitales 34.
Se observa que la tecnodependencia (generación muda, vida en redes sociales, phubbing) influye de forma directa y significativa en el displacer y rechazo de las TIC. En este sentido, ya se ha documentado que el uso desmedido de las tecnologías se asocia con ansiedad, fatiga, ineficacia y actitudes escépticas 19.
Por su parte, la generación muda, el uso compulsivo del celular, el phubbing y el uso del celular al conducir tienen una relación positiva con el uso excesivo de las tecnologías y una influencia directa en el uso compulsivo de las TIC. Al respecto, el uso excesivo de tecnologías es un riesgo que afecta a diferentes grupos poblacionales, y más aún cuando se crea una necesidad de inmediatez 16. Bajo esta comprensión, el uso y abuso de las TIC generan conductas que alejan a las personas del momento actual y las mantienen inmersas en una realidad virtual, lo que reduce los niveles de compromiso, atención y empatía 8.
Entre los hallazgos más relevantes de este estudio se identifica que el tecnoestrés (displacer y rechazo) tiene una relación con la tecnodependencia (a excepción de uso compulsivo del celular y uso del celular al conducir). También, que existe una relación directamente proporcional entre la tecnoadicción (uso excesivo y compulsivo) y la tecnodependencia (a excepción del uso del celular al conducir para la dimensión de uso excesivo). En esta última, el uso compulsivo del celular obtuvo el promedio más alto. Adicionalmente, existe un poder explicativo más alto en la tecnoadicción, especialmente en el uso compulsivo, respecto a la predicción de la tecnodependencia.
Con base en lo anterior, es posible que las personas que presenten mayores respuestas relacionadas con la tecnoadicción tengan más probabilidades de desarrollar tecnodependencia, especialmente en la dimensión de uso compulsivo del celular. Esto cobra sentido, pues se tiene más accesibilidad a este por ser un dispositivo que se puede desplazar a distintos lugares con mucha facilidad; por tanto, el uso que se da a estos elementos tecnológicos puede tener una influencia sobre estos riesgos psicosociales.
Un resultado emergente de esta investigación permite vislumbrar que existen diferencias entre Colombia y México, pues se identificaron medias más altas en los participantes mexicanos. Esto puede deberse a diversos factores; entre ellos, que México cuenta con mayor acceso a internet en comparación con Colombia 27. Esto puede sugerir que a mayor exposición, mayor afectación en el uso de las TIC. Por ende, los programas gubernamentales que buscan ampliar la cobertura de las TIC también deben incluir procesos psicoeducativos que les permitan a los ciudadanos hacer un uso saludable de estas.
Finalmente, el tecnoestrés, la tecnoadicción y tecnodependencia afectan la salud de las personas; es decir, a medida que se desarrolla una de estas condiciones, aumentan las dificultades a futuro para el desarrollo de competencias sociales. Por tanto, se puede presentar una mayor vulnerabilidad al momento de enfrentarse a las demandas que devenga el uso de las TIC 40.
Se concluye que la tecnodependencia tiene una relación positiva y significativa con el tecnoestrés y la tecnoadicción, además de una influencia directa entre ambas variables; por esta razón, la tecnodependencia cumple un papel predictor del tecnoestrés, especialmente de la tecnoadicción en trabajadores colombianos y mexicanos.
Cabe mencionar que el uso de las TIC no conduce necesariamente a experiencias de malestar, puesto que las organizaciones que han fortalecido la implementación de las TIC también han encontrado grandes ventajas; por ejemplo, les ha permitido a sus trabajadores reducir los tiempos destinados a las tareas operativas y así centrarse con mayor eficiencia en los procesos estratégicos 41. A su vez, facilitan las comunicaciones, la eficacia en las funciones realizadas 19, y proporcionan múltiples medios para acceder a la información, educación, cultura y relaciones sociales 41. En consecuencia, un factor clave en el análisis de las tecnologías está asociado al uso que le dan las personas y las organizaciones.
Una limitación de este estudio tiene que ver con su corte transversal, dado que sería importante monitorear los efectos de estos fenómenos en distintos momentos, sobre todo en el contexto desencadenado por la Covid-19, en el que es fundamental detectar de manera oportuna los factores de riesgo psicosocial 42. Puntualmente, en el marco de la realidad actual, es necesario preguntarse por el efecto del uso de las TIC, dado que la pandemia ha incrementado el uso de tecnologías, debido a que el trabajo tuvo que migrar a las plataformas digitales, lo que conlleva cambios en la salud física y mental 43.
En este sentido, es necesario que las organizaciones implementen prácticas organizacionales saludables en las que se prevengan estos riesgos, con el fin de fomentar pautas para el desarrollo óptimo de los trabajadores y así favorecer la salud y la productividad laboral. Para ello es imprescindible fortalecer las habilidades técnicas y emocionales en los trabajadores, así como respetar el derecho a la desconexión laboral.
Se sugiere para futuras investigaciones realizar estudios longitudinales; así mismo, ampliar la cobertura de dos de las dimensiones de la escala de tecnodependencia: uso compulsivo del celular y uso del celular al conducir, dado que cada vez se cuenta con más herramientas tecnológicas que cumplen funciones similares (ejemplo: smartwatch). Finalmente, se recomienda proponer prácticas para mitigar las secuelas negativas de estos riesgos psicosociales; explorar posibles intervenciones para usuarios dependientes, estresados y/o adictos a las TIC, y diseñar programas basados en la evidencia que promuevan un uso saludable de las TIC.