SciELO - Scientific Electronic Library Online

 
vol.46 suppl.1Awake craniotomy: indications, benefits, and techniquesHow to ventilate the anesthetized child with the modern anesthesia machines? author indexsubject indexarticles search
Home Pagealphabetic serial listing  

Services on Demand

Journal

Article

Indicators

Related links

  • On index processCited by Google
  • Have no similar articlesSimilars in SciELO
  • On index processSimilars in Google

Share


Colombian Journal of Anestesiology

Print version ISSN 0120-3347

Rev. colomb. anestesiol. vol.46  supl.1 Bogotá Dec. 2018

https://doi.org/10.1097/cj9.0000000000000046 

Artículo de revisión

Vía aérea pediátrica. ¿Tan difícil como dicen?

Daniel Rivera-Tocancipáa  * 

Elizabeth Díaz-Sánchezb 

a Servicio de Anestesiología, Hospital Universitario Hernando Moncaleano Perdomo, Universidad Surcolombiana. Neiva, Colombia.

b Servicio de Anestesiología, Clínica EMCOSALUD. Neiva, Colombia.


Resumen

El presente artículo está dirigido a aquellos anestesiólogos que ocasionalmente se enfrentan a pacientes pediátricos generán doles ansiedad y estrés, por el temor a fallar en el manejo de la vía aérea. Tiene como objetivo precisar conceptos para abordar la VA de manera segura.

Se describe la importancia del manejo adecuado de la vía aérea en pediatría, las diferencias importantes respecto al adulto, se detalla la nueva clasificación de la vía aérea pediátrica propuesta desde el año 2012, se recopilan puntos importantes de los algoritmos existentes para manejar la vía aérea y se puntualizan aspectos que originan fallas al asegurar la vía aérea. Se hace una reflexión de cada tópico para terminar en las conclusiones.

Palabras clave: Manejo de la Vía Aérea; Anestesiólogos; Pediatría; Intubación Intratraqueal; Larincoscopía

Abstract

This article is addressed to those anesthetists who are occasionally faced with pediatric patients, and the anxiety and stress created by the fear of failure in the management of the airway. It aims to present specific concepts for approaching the airway safely.

The article describes the importance of adequate airway management in pediatrics; relevant differences with respect to adults; the details of the new classification of the pediatric airway proposed since 2012; and important aspects of the existing airway management algorithms. Considerations that may become a source of failure in securing the airway are pointed out, thoughts about each topic are presented, and conclusions are provided.

Keywords: Airway Management; Anesthesiologists; Pediatrics; Intubation; Intratracheal; Laryngoscopy

Introducción

El presente artículo de reflexión está dirigido a los anestesiólogos que ocasionalmente se enfrentan en su programa quirúrgico a pacientes pediátricos y esto les genera ansiedad y estrés por el temor de fallar al abordar la vía aérea (VA). Temor certero teniendo en cuenta que las principales complicaciones en anestesia pediátrica derivan del manejo de la VA y suelen obedecer a la omisión de recomendaciones sencillas que pueden evitar estos desen laces adversos. Se rescatan estas recomendaciones basados en una revisión narrativa y en la experticia de los autores.

Se describe la importancia del manejo adecuado de la VA en pediatría, las diferencias importantes respecto al adulto, se detalla la nueva clasificación de la VA pediátrica propuesta desde el año 2012, se recopilan puntos importantes de los diferentes algoritmos existentes para el manejo de la VA y finalmente se puntualizan aquellos aspectos en los cuales se falla durante el manejo de la VA terminando en las conclusiones. Se espera que el anestesiólogo general se pueda contestar el interrogante si la VA pediátrica es tan difícil como dicen, identificando los niños de mayor riesgo y las estrategias más seguras de manejo de esta VA.

Importancia del manejo adecuado de la vía aérea en pediatría

La vía aérea difícil (VAD) tiene diferente incidencia según la capacitación del personal evaluado, puede ser tan baja entre anestesiólogos considerados expertos (0,05%) o tan alta en atención pre-hospitalaria (11%). Entre estos límites se ubica la incidencia de VAD pediátrica para médicos generales, pediatras e intensivistas. 1,2 Entre más pequeño sea el niño es mayor la posibilidad de tener una VAD. La definición de "VAD" varía según la sociedad científica consultada. 3-5 (Tabla 1).

Tabla 1 Definiciones 

Fuente: Autores.

Fallar en el manejo de la VA pediátrica tiene consecuencias fatales, toda vez que el niño entra en hipoxemia rápidamente, responde a este estado con bradicardia y en segundos presenta parada cardiaca con su consecuente lesión cerebral o muerte. Estos eventos evolucionan más rápido respecto al adulto, sumando el factor de "años de vida saludables" de esta población y el "cerebro frágil en desarrollo", agravan el desenlace clínico, social y legal.

Las definiciones de "ventilación difícil", "laringoscopia difícil", "intubación difícil" y "dispositivo supraglótico (DSG) difícil" son diferentes (Tabla 1). 3-5 Cada definición escapa al objetivo de este artículo que está centrado en el niño "normal" y no con VAD predicha.

Diferencias de la vía aérea pediátrica: ¿Qué es importante saber?

Las diferencias anatómicas más importantes de la VA entre niños y adultos y su impacto en el manejo son:

El tamaño grande de la cabeza y occipucio en relación con el cuerpo; la epiglotis grande, en forma de omega, más anterior y alta, obligan a alinear diferente los 3 ejes para intubación. 6

Los niños al nacer son respiradores nasales obligados, debido principalmente al tamaño grande la lengua respecto a la boca, pero el lactante y pre-escolar pueden tener hipertrofia de amígdalas y tejido adenoideo, ocasionando una obstrucción a la respiración nasal. Así pues, a diferente edad tendrían diferente manera de respirar. 7

La longitud y diámetro traqueal predisponen a mayor facilidad de la selectividad del tubo traqueal durante la intubación y a obstrucción del mismo por secreciones. 8

La caja torácica tiene las costillas más horizontales y es más distensible por su contextura cartilaginosa, sin embargo, el parénquima pulmonar es más rígido, pre sentando menos distensibilidad.

Las fibras musculares del diafragma permiten un movimiento más rápido, pero son más sensibles a la fatiga, predisponiendo al niño a falla ventilatoria más pronto que en el adulto.

Las descripciones iniciales sobre la anatomía de la VA de los niños hace 50 años realizadas por Eckenhoff en 1951 y posteriormente por Bayeux, afirmaban que la forma de la laringe era cónica y su parte más estrecha, el anillo cricoides. 9 En la última década diferentes estudios han demostrado que la laringe en los niños es cilíndrica, algo elíptica, con diámetro mayor anteroposterior y su sitio más estrecho es en las cuerdas vocales y el cartílago cricoides, similar a los adultos. 10-12 Quizás los datos iniciales fallaron al ser tomados de modelos cadavéricos con el diámetro del anillo cricoides inmodificable, pero con las cuerdas vocales rodeadas de tejido blando susceptible de dilatarse.

Las diferencias fisiológicas entre niños y adultos se resumen en menor tolerancia a la apnea con rápida desaturación de oxígeno (O2) y retención de dióxido de carbono (CO2) llevando a la catástrofe de bradicardia y paro cardiaco si no se interviene adecuadamente. 13 Estas son:

Menor Capacidad Residual Funcional (CRF). La CRF está conformada por el volumen de reserva espiratoria y el volumen residual y es el único sitio de almacenamiento de O2 ante una emergencia. Al ser proporcionalmente menor respecto a la capacidad pulmonar total, deja al niño en desventaja para defenderse de la apnea con una reserva de O2 muy limitada.

Aumento del consumo celular de O2. Especialmente el neonato, tiene aumentada su actividad metabólica entre 2 y 3 veces y ante un cese en el suministro de O2 este se agotará con rapidez.

Aumento de la producción de CO2. La rata metabólica celular aumentada produce mayor cantidad de CO2 y ante fallas en la ventilación, rápidamente entra en acidosis respiratoria.

Mayor capacidad de cierre. El volumen de aire que queda en los alvéolos para evitar su colapso se llama volumen o capacidad de cierre. En adultos, este volumen es proporcionalmente menor y coincide con un valor que queda dentro de la CRF. En neonatos y lactantes este volumen es mayor, cercano al volumen corriente, es decir, con una mínima reducción del volumen corriente se cierran las pequeñas vías aéreas y se forman atelectasias, agravando los problemas de oxigenación y ventilación.

En resumen, las diferencias anatómicas y fisiológicas del niño hacen que si no hay una preparación y adecuado manejo de la VA, se presente con más rapidez y severidad la hipoxemia, bradicardia y paro cardiaco respecto al adulto.

¿Cómo clasificamos la vía aérea en pediatría?

Pediatría incluye pacientes desde prematuros extremos hasta los 18 años inclusive, haciendo imposible aplicar las medidas antropométricas rutinarias de adultos. 13 La clasificación de Mallampati tiene validez en niños mayores de 5 años. 14 Por consiguiente, la VA del niño se evalúa diferente, teniendo en cuenta:

Antecedentes

El haber presentado anteriormente dificultad para manejar la VA es el mayor determinante de VAD. Debe indagar específicamente este antecedente, además, preguntar sobre intervenciones en la VA: ventilación mecánica, traqueostomía, traqueomalacia, estridor, etc. La edad es determinante, pues todo niño menor de 1 año, especial mente los neonatos, presentan unas condiciones de dificultad en el manejo de la VA.

Examen anatómico

La morfología del tercio inferior de la cara y la presencia de masas o asimetrías faciales y de cuello predicen una VAD, por ejemplo, la secuencia de Pierre Robin, síndrome de Goldenhar, de Treacher-Collins, de Pfeiffers, higromas y tumores, entre otros. Otros parámetros predictores de dificultad son: la apertura oral menor de 3 traveses de dedos del niño, la incapacidad para que el maxilar inferior sobresalga sobre el superior y la implantación baja de las orejas que se relaciona con alteraciones del desarrollo del primer arco branquial responsable también del desarrollo de la VA superior. 13,15

Examen fisiológico

En niños se deben considerar aquellas variables inflamatorias o infecciosas de la VA (rinitis, bronquitis, bronquiolitis, neumonía, faringitis, etc.), así como la hiperreactividad bronquial y antecedentes de apnea obstructiva del sueño, pues estas condiciones pueden llevar al paciente en segundos a un cuadro de obstrucción severa, por laringoespasmo o broncoespasmo y dificultar el manejo de la VA. 13,15

Con esta evaluación clasificamos la VA del niño en16:

Normal: sin antecedentes, ni alteraciones anatómicas, ni fisiológicas que indiquen una VAD.

Sospechosa: sin antecedentes, ni alteraciones anatómi cas de la VA, pero existen alteraciones fisiológicas.

Difícil anticipada: existen antecedentes de VAD y/o claras alteraciones anatómicas de la VA.

Esta clasificación permite una preparación y nivel de atención adecuado. Niños con VAD anticipada, deben ser atendidos en centros especializados en anestesia pediátrica. Niños con VA normal, pueden ser atendidos por anestesiólogos generales preparados para enfrentar una VAD inesperada. Niños con VA sospechosa, pueden ser atendidos por anestesiólogos generales con ayuda disponible de otros anestesiólogos con experiencia en pediatría y tener en salas los dispositivos, medicamentos y protocolos necesarios para una obstrucción aguda de la VA. 17,18

¿Cómo abordamos la vía aérea del paciente pediátrico?

Las diferentes sociedades de anestesia disponen de algoritmos para abordar la VA en pacientes electivos y de urgencia y con VAD anticipada e inesperada. También existen algoritmos para ventilación difícil, intubación difícil y para el peor de los escenarios: no ventilación y no intubación. En Colombia es usual adaptar los algoritmos de la Asociación Americana de Anestesiología (ASA), cuya última versión es del año 2013. 3 Los doctores Engelhardt y Weissen del Reino Unido en 2012 publican una guía específica para pediatría. 17,19,20 Cada algoritmo tiene variantes sutiles y enfatizan en la necesidad de que cada grupo de anestesia a nivel local adapte el algoritmo más adecuado según sus recursos.

La piedra angular del manejo de la VA en pediatría es garantizar una adecuada ventilación con máscara facial, pedir ayuda lo antes posible y elevar la fracción inspirada de Oxígeno (FiO2) al 100%. El siguiente paso es realizar la intubación traqueal o inserción de un DGS para mantener la VA o incluso acceder a la intubación traqueal a través del DSG. Finalmente, si no es posible ventilar ni intubar con alguna de estas alternativas, se deben considerar los accesos quirúrgicos percutáneos o abiertos a nivel del cuello. En cirugía electiva existe la posibilidad de revertir la inducción del paciente, despertarlo y posponer el procedimiento para reprogramarlo con las condiciones ideales. Ante dificultades de manejo de la VA y siempre que no existan alteraciones anatómicas que predigan una VAD, se puede profundizar el plano anestésico e incluso aplicar relajante neuromuscular para asegurar la VA con más facilidad. Entre estos pasos de ventilación, intuba ción, DSG y acceso quirúrgico, existen maniobras intermedias como serían la fibrobroncoscopia flexible, la rígida, las guías, intercambiadores de tubo, cánulas, etc, para adaptarse en cada servicio (Figura 1).

Fuente: Autores.

Figura 1 Algoritmo para abordaje de la vía aérea. DSG=dispositivo supraglótico. 

¿Con que dispositivos contamos en pediatría?

En la década pasada muchos dispositivos de manejo de VA disponibles para adultos no existían para pediatría, en especial, para neonatos y lactantes; actualmente ya están disponibles muchos de ellos. Los dispositivos son de primera línea o básicos; intermedios, para intubar y avanzados, los de accesos a nivel del cuello. 21

En la primera línea está la "piedra angular" del manejo de la VA en pediatría: La máscara facial, su tamaño adecuado debe incluir la nariz y boca y ajustarse firmemente a manera de "sello facial" sobre la cara del niño con la maniobra de las letras "C", sobre ella con el primer y segundo dedo y la letra "E", con los dedos restantes sobre la rama horizontal del maxilar inferior, dando una leve extensión a la cabeza. Esta ventilación puede mejorar con la cánula orofaríngea o la nasofaríngea en caso de obstrucción oral. Todo niño que se pueda ventilar, tiene pocas posibilidades de complicarse. Los pocos casos de ventilación difícil suelen resolver mejor ando la técnica y ajuste de la máscara. Los tejidos laxos del niño permiten mejorar la ventilación con posición adecuada y presión continua en la vía aérea (CPAP) logrando "ferulizar" y permeabilizar la VA mediante la columna de aire. 21

En los dispositivos intermedios está el laringoscopio tradicional con diferentes tipos de hojas, rectas o curvas. La hoja recta tiene una pequeña ventaja en lactantes debido a la forma y ubicación de la epiglotis que requiere ser "pisada y levantada". Se cuenta con diferentes tipos de videolaringoscopios para pediatría que han demostrado mejorar la visión de la glotis y el éxito en la intubación traqueal cuando la laringoscopia es clasificada como Cormack-Lehane tipo III y IV. Al intubar con videolaringoscopio se requiere más tiempo que con el laringosco pio convencional, en pediatría este tiempo de apnea es importante. 22-24

Otra alternativa para intubar es el fibrobroncoscopio; el flexible es el gold estándar para abordar la VAD anticipada permitiendo intubar tanto por vía oral como nasal o a través de DSG para intubación; el rígido es de elección cuando la dificultad obedece a problemas infraglóticos como cuerpos extraños o masas que compriman la VA, debido a su amplio canal de trabajo y conexiones que permiten ventilar y oxigenar mientras se realiza el procedimiento.

Los DSG son de primera generación, donde se permite ventilar y oxigenar solamente como la máscara laríngea clásica y de segunda generación, con funciones como un canal de succión gástrico, curva preformada, protector de mordida o permiten por su diámetro, forma y accesorios la intubación traqueal o la realización de fibrobroncoscopia a través de ellos. Los DSG de segunda generación son más fáciles de instalar y disfuncionan menos, siendo los más recomendables. 25 Una disertación sobre las ventajas y desventajas de cada uno de estos dispositivos escapa a este artículo.

Con los dispositivos avanzados se aborda la VA a través del cuello, especialmente ante una situación de no ventilación no intubación, cuando todo lo demás ha fallado, evento extremadamente raro en pediatría, que suele solucionarse mejorando la técnica de ventila ción e intubación. Son los accesos percutáneos, que pueden realizarse en la membrana cricotiroidea o en los anillos traqueales; estos a su vez pueden ser por punción o por incisión (Figura 2). Los realizados sobre la membrana cricotiroidea son accesos transitorios mien tras se realiza una traqueostomía percutánea o abierta a nivel de los anillos traqueales, acceso definitivo para una VAD. 26-28

Fuente: Autores.

Figura 2 Accesos de la vía aérea a nivel del cuello. 

Recomendaciones para disminuir fallas en la vía aérea

Durante la preparación

Eualúe: tomar el tiempo para evaluar y clasificar la VA. Considerar el entorno en el cual se va a abordar la VA definiendo el estado físico del niño, su clase funcional, el riesgo quirúrgico y la urgencia del procedimiento.

Alístese: preparar los equipos y fármacos a utilizar.

Plan: definir cuál será el plan de abordaje de la VA y los planes alternativos: plan A, B y C.

Socialice: explicar al personal colaborador la situación, planes de abordaje de la VA y en qué momento deben intervenir.

Durante la preoxigenación

Preoxigenar mínimo durante 3 minutos al 100%, para obtener de 6 a 8 capacidades vitales, suficientes para saturar la CRF con O2. En niños no colaboradores una sedación sin perder el patrón ventilatorio facilita este proceso.

Si se requiere más de un intento de intubación, volver a preoxigenar mínimo durante 1 minuto, asimismo, cuando la saturación arterial de O2 (SaO2) sea menor a 90% debido a que el monitor de la SaO2 registra con un retardo aproximado de 40 segundos, por consiguiente, en este punto la SaO2 real del niño sería menor.

Considerar la oxigenación apnéica si la ventilación con máscara facial y presión positiva está contraindicada. Ella consiste en colocar además de la máscara facial una cánula nasal con flujo de 2 a 6 litros por minuto según la edad del niño.

Optimizar el sello facial al ventilar con máscara y permeabilizar la VA mediante aplicación de CPAP manual. Un rollo interescapular, en niños menores de 2 años y un soporte debajo del occipucio, en mayores, facilitan la ventilación e intubación traqueal al mejorar la alineación de los tres ejes de la VA: oral, faríngeo y traqueal.

Ante dificultades para ventilar y oxigenar y no hay criterios de VAD anticipada, considere profundizar el plano anestésico y aplicar relajantes musculares para facilitar las maniobras.

Durante la laringoscopia

Optimizar las condiciones de intubación desde el primer intento, pues es el mejor de todos. Conferir la latencia requerida a los fármacos, pues manipular la VA del niño sin el plano anestésico adecuado aumenta la incidencia de pujo, tos, laringoespasmo, edema glótico y falla en la intubación traqueal. El tiempo ideal para asegurar la VA una vez dejamos de ventilar-oxigenar es de 20 segundos para neonatos y 30 segundos para los demás niños.

Priorizar el uso de hoja recta para la laringoscopia en lactantes, debido a que es más fácil abordar la VA pisando y elevando la epiglotis a esta edad.

Reconocer tempranamente la dificultad para manejar la VA para pedir ayuda a la persona más experta, suministrar oxígeno al 100% y activar los planes alternos de manejo. Realizar máximo 3 laringoscopias y luego acudir a los planes alternativos. La repetición de laringoscopias debe hacerse con variaciones en la técnica, es decir, cambios de hoja o cambios de posición para obtener resultados diferentes. Observar el paso del tubo traqueal por la glotis; en este sentido el videolaringoscopio permite que tanto quien intuba como el personal colaborador lo observe y en caso de falla, el segundo anestesiólogo podría ajustar la técnica según lo visto, aumentando la posibilidad de éxito.

Detectar tempranamente una intubación esofágica cuando no se vé de manera directa el paso del tubo por la glotis y en máximo 10 segundos no se obtiene curva adecuada de capnografía. La demora en reconocer este evento limita el tiempo de respuesta y la solución rápida a la intubación fallida.

En la Capacitación

Es erróneo asumir que la práctica diaria da el entrena miento suficiente para escenarios de crisis, los anestesió-logos deben estar entrenados para situaciones que probablemente nunca se presenten, realizando talleres de simulación con el grupo de trabajo, utilizando los recursos propios para familiarizarse con su funciona miento, elaborando algoritmos de manejo locales para enfrentar las situaciones críticas. 29

Conclusiones

Los niños menores de 1 año son más difíciles de intubar y los niños mayores con las maniobras adecuadas son más fáciles de abordar. Afortunadamente los niños son fáciles de ventilar y oxigenar con máscara facial, por consi guiente, se convierte en la piedra angular de manejo ante dificultades en el abordaje de la VA siempre que se logre un adecuado sello facial y permeabilización de la VA con CPAP manual. Es fácil clasificar la VA del niño y detectar con anticipación casos difíciles si se indagan activamente los antecedentes, las alteraciones anatómicas y las alteraciones fisiológicas. Se cuenta con diversos disposi tivos para el abordaje de la VA. Se recomienda dotar un carro de VA pediátrica con los elementos necesarios, elaborar algoritmos locales de manejo de la VA y entrenar el equipo quirúrgico mediante talleres de simulación, familiarizándose con estos recursos propios.

Responsabilidades éticas

Protección de personas y animales. Los autores declaran que para esta investigación no se han realizado experi mentos en seres humanos ni en animales.

Derecho a la privacidad y consentimiento informado. Los autores declaran que en este artículo no aparecen datos de pacientes.

Financiación

Recursos propios de autores. No ha habido ningún apoyo financiero significativo para este trabajo que pudiera haber influido en su resultado.

Conflicto de intereses

Los autores declaran que no hay conflictos de interés conocidos asociados con esta publicación y no ha habido ningun apoyo financiero significativo que pudiera haber influido en el resultado de este artículo.

REFERENCIAS

1. Valois-Gómez T, Oofuvong M, Auer G, Coffin D, Loetwiriyakul W, Correa JA. Incidence of difficult bag-mask ventilation in children: a prospective observational study. Pediatr Anesth 2013;23:920-926. [ Links ]

2. Cook TM, Woodall N, Harper J, Benger J. Major complications of airway management in the UK: results of the Fourth National Audit Project of the Royal College of Anaesthetists and the Difficult Airway Society. Br J Anaesth 2011;106:632-642. [ Links ]

3. Apfelbaum JL, Hagberg CA, Caplan RA, Blitt C, Connis RT, Nickinovich D, et al. Practice Guidelines for Management of the Difficult Airway: An Updated Report by the American Society of Anesthesiologists Task Force on Management of the Difficult Airway. Anesthesiology 2013;118:251-270. [ Links ]

4. Gooden CK. An Update on Pediatric Airway Management. Int Anesthesiol Clin 2017;55:86-96. [ Links ]

5. Ramachandran SK, Klock PA. Definition and Incidence of the Difficult Airway. Third Edit. 2012;Benumof and Hagberg's Airway Management, Elsevier Inc:201-208. [ Links ]

6. Navaratnarajah J, Black AE. Assessment and management of the predicted difficult airway in babies and children. Anaesth Intensive Care Med 2012;13:226-233. [ Links ]

7. Mick NW. Airway management in patients with abnormal anatomy or challenging physiology. Clin Pediatr Emerg Med 2015;16:186-194. [ Links ]

8. Lerman J. What makes the pediatric airway so difficult? Rev Mex Anestesiol 2016;39 (supl 1):294-296. [ Links ]

9. Ríos Á, Gomez LM, Aguirre O, Ocampo F. La vía aérea pediátrica: algunos conceptos para tener en cuenta en el manejo anestésico. Rev Colomb Anestesiol 2012;40:199-202. [ Links ]

10. Litman RS, Weissend EE, Shibata D, Westesson P. Developmental changes of laryngeal dimensions in unparalyzed, sedated Children. Anesthesiology 2003;98:41-45. [ Links ]

11. Dalal PG, Murray D, Messner AH, Feng A, Mcallister J, Molter D. Pediatric laryngeal dimensions: an age-based analysis. Anesth Analg 2009;108:1475-1479. [ Links ]

12. Wani TM, Rafiq M, Nahida A, AlGhamdi FS, Tobias J. Upper airway in infants - a computed tomography-based analysis. Pediatr Anesth 2017;27:501-505. [ Links ]

13. Nemeth J, Maghraby N, Kazim S. Emergency Airway Management: the Difficult Airway. Emerg Med Clin North Am 2012; 30:401-420. [ Links ]

14. Santos AP, Mathias LA, Gozzani JL, Watanabe M. Difficult intubation in children: applicability of the Mallampati index. Rev Bras Anestesiol 2011;61:159-162. [ Links ]

15. Klucka J, Stourac P, Stoudek R, Toukalkova M, Harazim H, Kosinova M. Controversies in pediatric perioperative airways. Biomed Res Int 2015;2015:1-11. [ Links ]

16. Echeverry Marín PC, Engelhardt T. Algoritmo para el manejo de la vía aérea difícil en pediatría. Rev Colomb Anestesiol 2014;42: 325-334. [ Links ]

17. Engelhardt T, Weiss M. A child with a difficult airway: what do I do next? Curr Opin Anaesthesiol 2012;25:326-332. [ Links ]

18. Moyao D. La vía aérea en pediatría. Rev Mex Anestesiol 2016;39: 5-7. [ Links ]

19. Ireland Association of Paediatric Anaesthetists of Great Britain and. Difficult mask ventilation (MV) - during routine induction of anaesthesia in a child aged 1 to 8 years [Internet]. Association of Paediatric Anaesthetists of Great Britain and Ireland. 2012 [cited 2017 Mar 2]. Available from: https://www.das.uk.com/guidelines/paediatric-difficult-airway-guidelines. [ Links ]

20. Black AE, Flynn PER, Smith HL, Thomas ML, Wilkinson KA. Development of a guideline for the management of the unanticipated difficult airway in pediatric practice. Paediatr Anaesth 2015;25:346-362. [ Links ]

21. Echeverry Marín PC, Arenas Correa ID, Gonzalez Valencia NJ. Jaramillo Mejia J, Echeverry Marín PC, Gómez Menendez JM. Cuidado de la vía aérea. Tratado de Anestesia Pediátrica 1st ed Sociedad Colombiana de Anestesiología y Reanimación S.C.A.R.E, Bogotá Colombia:2015;583-617. [ Links ]

22. Fiadjoe JE, Kovatsis P. Videolaryngoscopes in pediatric anesthesia: what’s new? Minerva Anestesiol 2014;80:76-82. [ Links ]

23. Green-Hopkins I, Eisenberg M, Nagler J. Video Laryngoscopy in the Pediatric Emergency Department: Advantages and Approaches. Clin Pediatr Emerg Med 2015;16:195-202. [ Links ]

24. Lingappan K, Arnold JL, Shaw TL, Fernandes CJ, Pammi M. Videolaryngoscopy versus direct laryngoscopy for tracheal intubation in neonates. Cochrane database Syst Rev 2015;18: CD009975. [ Links ]

25. Huang A, Jagannathan N. The Role of Supraglottic Airways in Pediatric Emergency Medicine. Clin Pediatr Emerg Med Elsevier Inc 2015;16:162-171. [ Links ]

26. Stacey J, Heard AMB, Chapman G, Wallace CJ, Hegarty M, Vijayasekaran S, et al. The “Can”t Intubate Can’t Oxygenate’ scenario in Pediatric Anesthesia: a comparison of different devices for needle cricothyroidotomy. Pediatr Anesth 2012;22: 1155-1158. [ Links ]

27. Jagannathan N, Sohn L, Fiadjoe JE. Paediatric difficult airway management: What every anaesthetist should know!. Br J Anaesth 2016;117 (Suppl 1):i3-i5. [ Links ]

28. Lee JH, Smith PB, Quek MBH, Laughon MM, Clark RH, Hornik CP. Risk factors and in-hospital outcomes following tracheostomy in infants. J Pediatr 2016;173:39-44. [ Links ]

29. Emerson B, Shepherd M, Auerbach M. Technology-Enhanced Simulation Training for Pediatric Intubation. Clin Pediatr Emerg Med 2015;16:203-212. [ Links ]

Cómo citar este artículo: Rivera-Tocancipá D, Díaz-Sánchez E. Vía aérea pediátrica. ¿Tan difícil como dicen?. Rev Colomb Anestesiol. 2018;46:56-62.

* Correspondencia: Calle 8 # 81-02 Casa A23. Neiva, Colombia. Correo electrónico: riverato@hotmail.com

Creative Commons License This is an open-access article distributed under the terms of the Creative Commons Attribution License