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Revista Colombiana de Cardiología

Print version ISSN 0120-5633

Rev. Col. Cardiol. vol.13 no.2 Bogota Sep./Oct. 2006

 

Editor invitado

Víctor R. Castillo, MD.


Cordial saludo,

Este número de la Revista Colombiana de Cardiología, se realiza con motivo del vigésimo aniversario de la Fundación Cardiovascular de Colombia, razón por la cual se compone de varios artículos relacionados con el trabajo realizado en la institución durante este lapso. Dicha publicación se logró gracias a la gestión del Consejo Editorial de la Revista, y en especial de su editor, el doctor Jorge León Galindo, a quienes expreso mi gratitud.

Nacida en Bucaramanga hace 20 años con cero recursos y sin más herramientas que el empuje y tesón de un grupo de médicos santandereanos, es un orgullo contar que la Fundación Cardiovascular de Colombia es hoy la institución de salud del país con el mayor número de reconocimientos alcanzados por su calidad, resultados y modelo de gestión. No en vano, en febrero de 2005 se convirtió en la primera clínica Acreditada en Salud en toda Colombia, sumado a que en el 2003 recibiera el Premio Colombiano a la Calidad de la Gestión, siendo la segunda empresa santandereana en obtener tal distinción otorgada por la Presidencia de la República.

Su historia es rica en anécdotas, personajes, sacrificios, triunfos y grandes esfuerzos, pues se ha tejido a fuerza de templanza y visión que la han convertido en la entidad pujante, sólida y próspera que es hoy. Pero más allá de eso, la Fundación Cardiovascular de Colombia es, ante todo, la historia de un sueño que, a pesar de las dificultades del entorno, se ha mantenido intacto. Ese sueño es el de ayudar a las personas de toda clase y condición social, a prevenir y tratar los riesgos y complicaciones que generan las enfermedades cardiovasculares. Desde el pequeño niño que nace con un problema de corazón y cuya familia carece de recursos económicos y afiliación a seguridad social, pasando por el adulto que enfrenta una penosa enfermedad y requiere un tratamiento, hasta el anciano desvalido que lucha por tener una mejor condición de vida, son la razón de ser de la Fundación Cardiovascular de Colombia.

Y cómo no hacerlo si el origen de la institución está estrechamente ligado con el programa Corazón a Corazón, una iniciativa tanto o más loable iniciada hace 25 años por el médico santandereano Franklin Roberto Quirós, que es hoy replicada en al menos 60 países donde se brindan posibilidades de vida a niños enfermos del corazón.

Para la época en la que surgió Corazón a Corazón, la cobertura de los servicios médicos del Estado colombiano era mínima y los tratamientos para las enfermedades cardiacas demasiado costosos, razón por la que fallecían entre el 90% y el 95% de los niños con enfermedades del corazón. Pero gracias a una oferta publicada por la Fundación Variety Club International, en la que ofrecían apoyo a pacientes de países en vía de desarrollo, se logró el contacto con el Hospital North Shore University of Long Island. Fui el encargado de realizar la conexión con el Dr. Michael Lacorte, en Nueva York en julio de 1981, a quien le entregué las historias clínicas de dos niños, suministradas por el Dr. Quirós, y tuve como respuesta su marcado interés por atender no sólo esos casos sino todos los que fueran necesarios, dando con ello vida al programa Corazón a Corazón.

Hacia 1983 llegaron las primeras misiones de médicos, cirujanos, enfermeras y terapistas norteamericanos para la atención de los niños enfermos en San Gil. En las primeras diez visitas se realizaron más de trescientas cirugías de corazón en el Hospital San Juan de Dios de San Gil, al tiempo que con el doctor Quirós se comentaba la necesidad de abrir camino a especialistas e instituciones colombianas que continuaran con esta labor, la cual tenía cada vez más acogida entre la comunidad.

La idea tuvo un excelente encuadre dentro del contexto santandereano, ya que un grupo de cardiólogos se había reunido años atrás para crear una institución dedicada al cuidado y atención de las enfermedades cardiovasculares en Bucaramanga, pero había desfallecido por falta de recursos. Las dos iniciativas debidamente articuladas dieron paso a la creación de la Fundación Cardiovascular del Oriente Colombiano, que entró en operaciones en 1986.

Entre 1986 y 1989, los esfuerzos se concentraron en recolectar fondos para reforzar el desarrollo de la especialidad cardiovascular, ya que los servicios se restringían a la detección y diagnóstico de enfermedades cardiovasculares, pero no se contemplaba la realización de procedimientos quirúrgicos. De esta manera, al finalizar la década de los 80, la medicina cardiovascular en Santander había dado un salto exponencial al pasar de un estado de letargo, a ser protagonista del surgimiento de una organización lista a atender pacientes de todo el nororiente colombiano, con un grupo de profesionales educado en el campo de la acción y con un gran espíritu de servicio.

El trabajo de las mujeres, encabezado por las señoras Ligia de Sánchez y Lucero de Castillo, permitió crear un voluntariado que se dedicó a conseguir los recursos necesarios para operar a los niños que el programa Corazón a Corazón seguía encontrando, no sólo en Santander sino en todo el país, lo cual conllevó un reconocimiento especial para la institución en el ámbito departamental.

En octubre de 1990, la Fundación Cardiovascular inició el programa quirúrgico de corazón con circulación extracorpórea en la Clínica Bucaramanga, el cual fue pionero en toda la región. El 30 de octubre de 1997 se inauguró el edificio actual del Instituto del Corazón, una construcción de 14 pisos equipada con la más alta tecnología y las más modernas instalaciones, que vino a marcar un hito dentro de la salud pública del nororiente colombiano, pues modernizó y masificó la atención de las enfermedades cardiovasculares. Al mismo tiempo, se dio apertura al Instituto Colombiano de Investigaciones Biomédicas, en conjunto con varias entidades santandereanas de perfil académico e investigativo. Esta iniciativa hacía explícito el compromiso de la Fundación con la investigación científica, como fuente para la generación de conocimiento desde la región y para la creación de un nuevo polo de desarrollo intelectual en el país.

Entre los muchos resultados que dejó la creación de este Instituto, estuvo la formulación de un proyecto de reforma al régimen de loterías del país, para destinar un porcentaje de su recaudo a la investigación en salud. Tres años después de iniciada la gestión del proyecto, se aprobó la Ley 643 del 2001 que le asignó a la investigación en salud una partida del 7% de los dineros recaudados por los impuestos a las loterías. Así, fue posible que Colciencias pasara de financiar unos pocos proyectos con limitados recursos a finales de la década de los 90, a costear unos 80 proyectos por año con recursos promedio de 300 millones de pesos por cada uno, en lo que va transcurrido del nuevo siglo.

La inauguración de la nueva sede de la Fundación Cardiovascular de Colombia trajo consigo grandes cambios en la organización; por ejemplo, pasar de 838 cirugías entre julio de 1996 y junio de 1999, a 4.000 cirugías en el año 2000. En el campo médico y científico se incrementó el talento humano, llegando a 60 médicos especialistas en 1998. Gracias a la gestión del doctor Guillermo Alfonso Jaramillo, la Fundación pudo contratar por un año a un equipo de especialistas vinculados con el Hospital de niños de la Universidad de Gotemburgo, Suecia, para capacitar al cuerpo médico y a las enfermeras de la Institución, encargados de manejar el programa de cardiopatías congénitas. Este crecimiento, unido al mejoramiento de las técnicas en los procedimientos quirúrgicos, hizo posible que la Fundación concibiera y preparara un programa de cirugía de transplante de órganos que dio sus primeros frutos en el año 2004, además de realizar con éxito tres cierres de CIA con dispositivo, procedimiento complejo y exigente que reveló cuán lejos había llegado la entidad a nivel de conocimientos quirúrgicos y científicos.

A finales de 1999 se tomó la decisión de alcanzar la certificación ISO 9001 para la clínica y las otras unidades de negocios que iban tomando forma, obteniéndola en enero de 2001 para las unidades Centro de Producción, FCV.Soft, Instituto de Investigaciones e Instituto del Corazón. Esta certificación convirtió a la Fundación Cardiovascular en el primer hospital de Hispanoamérica en alcanzarla, sumado a otras distinciones como el Premio a la Excelencia Empresarial de Santander y a la Investigación y Desarrollo, otorgados por la Universidad Industrial de Santander.

En el año 2000, la propuesta de diversificación se concretó en las primeras Unidades Estratégicas de Negocios: Instituto del Corazón, Programas Médicos Especiales, Instituto de Investigaciones, Educación, Centro de Producción y FCV.Soft. Cada una constituía un organismo independiente, tanto en lo contable como en lo administrativo, pero con una unidad de caja, con el fin de delegar la responsabilidad gerencial y conocer la evolución de cada negocio desde el punto de vista económico y de producción.

A principios de 2005, la Fundación Cardiovascular de Colombia abrió su sede en la ciudad de Bogotá para así hacer presencia nacional y tener mayor control de los negocios que se desarrollan en la capital. A la par se lanzó el programa de Telemedicina, hoy Centro Nacional de Telemedicina, que promueve una red virtual de médicos que hacen posible a pacientes de zonas rurales y apartadas, acceder a la medicina especializada sin costo alguno.

Por su parte, el Instituto de investigaciones de la Fundación Cardiovascular de Colombia se ha consolidado como la principal y más importante entidad de investigación biomédica de Santander y uno de los principales institutos privados de investigación en el país. Durante 2005 y lo que va de 2006, el Instituto ha publicado 13 artículos en revistas internacionales indexadas y al momento son siete los trabajos que se encuentran en prensa, lo que significa que se ha llegado a la meta de publicar anualmente diez artículos en revistas internacionales indexadas. Pero lo más importante, sin lugar a dudas, es el alcance nacional de las actividades de investigación que realiza el Instituto, pues al momento coordina 16 centros de investigación clínica en Bogotá, Medellín, Cali, Barranquilla, San Gil y Bucaramanga dentro del proyecto ORIGIN, siete centros en los departamentos de Antioquia, Caldas, Atlántico, Sucre, Cundinamarca, Cauca y Santander dentro del proyecto PURE, y el ambicioso proyecto PREDICTED que con el financiamiento de COLCIENCIAS se implementa en 10 países latinoamericanos y en 10 países del primer mundo (dos en Norteamérica y ocho en Europa), esfuerzo multinacional de cooperación norte-sur, que se coordina desde Bucaramanga. En cuanto a la investigación contratada por los laboratorios farmacéuticos, al momento se han realizado más de 30 ensayos clínicos en los cuales se han incluido alrededor de 600 pacientes, lo que ha contribuido para que Colombia sea considerada como un país con gran potencial para la investigación clínica.

Con el fin de generar estilos de vida saludables en la comunidad, la Fundación Cardiovascular de Colombia tomó la decisión de liderar eventos deportivos que se desarrollaran periódicamente en la ciudad. El evento líder lo constituye el Cuarto Maratón Ciudad de Bucaramanga "Ponle tenis a tu corazón", organizado de manera conjunta con Vanguardia Liberal. Así mismo, cada año se desarrollan torneos de golf y tenis, entre otros.

Gracias al apoyo del actual Gobernador de Santander, doctor Hugo Heliodoro Aguilar Naranjo, se suscribió un contrato de arrendamiento de un predio por diez años en las instalaciones de la antigua Empresa Licorera de Santander. Allí funciona el Centro de Producción Tecnológica, con 4.500 metros cuadrados de área construida, y sus unidades productivas: Productos Hospitalarios, FCV.Soft, Bioingeniería, Comercializadora y Contact Center.

Sin embargo, la gran evolución que le espera a la Fundación Cardiovascular de Colombia de cara al futuro, es la de generar conocimiento; la búsqueda de innovación, tecnología y patentes basadas en nuestro propio conocimiento, en lugar de una replicación del mismo. Cuando se da el paso de implementar y replicar, a crear e innovar, ocurre un salto exponencial para cualquier institución y es ahí cuando se da el verdadero crecimiento, no sólo de una clínica sino también de un país. Es el paso del subdesarrollo al desarrollo, y esa es la meta vigente de la Fundación Cardiovascular de Colombia.

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