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Revista Historia de la Educación Latinoamericana

Print version ISSN 0122-7238

Rev.hist.educ.latinoam. vol.18 no.26 Tunja Jan./June 2016

https://doi.org/10.19053/01227238.4367 

Evolución histórica de la escuela rural en Cuba en los siglos XIX y XX

Historical evolution of the rural school in Cuba in the XIX-XX centuries

Evolução histórica da escola rural em Cuba nos séculos XIX e XX

 

Vilfredo Avalo Viamontes1
Universidad de Camagüey Ignacio Agramonte (Cuba)

Recepción: 01/02/2015
Evaluación: 03/06/2015 
Aceptación: 24/11/2015 
Artículo de revisión
DOI: http://dx.doi.org/10.19053/01227238.4367


RESUMEN

Desde la perspectiva de la indagación histórica se muestra como caso de estudio, la historia y evolución de la escuela rural en Cuba en los siglos XIX y XX, apoyado en la revisión documental y la entrevista a informantes claves como métodos principales. Entre los resultados que se ofrecen, está la fundamentación de una periodización contentiva de tres etapas a partir de 1816, y se extiende hasta 1999. El estudio pretende sumarse a los esfuerzos ya iniciados en el país por fundamentar el Modelo de Escuela Primaria con sus particularidades en el área rural. El artículo no intenta estructurar respuestas acabadas, sino iniciar un diálogo académico en una dirección que ofrece en los momentos actuales un panorama interesante y abarcador.

Palabras clave: Revista Historia de la Educación Latinoamericana, escuela, multigrado, educación rural, periodización, evolución histórica.


ABSTRACT

The history and evolution of the rural school in Cuba in the nineteenth and twentieth centuries is presented as a case study. The main methods of this research work are document review and key informant interviews. The results include and present a periodization 'map', consisting of three stages from 1816 until 1999. The study aims to add to the efforts already undertaken in the country in order to establish the Model of Primary School taking into consideration the peculiarities that rural areas contribute. The article does not attempt to provide complete answers but seeks instead to start an academic dialogue towards an interesting and comprehensive contemporary panorama.

Keywords: Journal History of Latin American Education, school, multigrade teaching, rural education, periodization, historical evolution.


RESUMO

A partir da perspectiva da indagação histórica, apresentamos, como estudo de caso, a história e evolução da escola rural em Cuba nos séculos XIX e XX, tendo como métodos principais a revisão documental e entrevistas com informantes-chave. Dentre os resultados está a fundamentação de uma periodização constituída de três etapas entre 1816 e 1999. Esse estudo pretende juntar-se aos esforços iniciados neste país, de fundamentar o Modelo de Escola Primária com suas particularidades na área rural. O artigo não pretende apresentar respostas acabadas, mas iniciar um diálogo académico na direção de um panorama interesante e abrangente em nossos días.

Palavras-chave: Revista Historia de la Educación Latinoamericana, escola, multiseriado, educação rural, periodização, evolução histórica.


INTRODUCCIÓN

El camino para cualquier trabajo que pretenda estudiar la escuela rural cubana, sobre todo su historia y evolución, está plagado de escollos. Uno de estos es simplemente factual, debido a la dispersión, fragmentación y dificultad para localizar la información requerida con el fin de proceder a su reconstrucción sistemática. Se ha considerado, dada la importancia del asunto, que la necesidad de una historia conceptual e interpretativa en torno a la escuela rural, es imperiosa, pero también resulta primordial reconocer que solo con un proceso de investigación profundo y sistemático, se puede generar el movimiento de búsqueda, respuesta y análisis que se demanda.

Al tomar como eje de análisis lo antes expresado, se valora la necesidad del estudio histórico evolutivo de la escuela rural en una dimensión mayor e incorporar de manera paulatina aspectos históricos esenciales de este contexto educativo en la asignatura Historia de la Educación, mediante un sistema de conocimientos, habilidades, actitudes y valores heredados del maestro rural. Bajo esos presupuestos se precisa, que al investigar la evolución histórica y el desarrollo de la escuela rural en Cuba, se está ante un fenómeno cuyo estudio ha sido postergado por la historiografía educacional, el cual puede aportar válidas reflexiones para entender hoy las particularidades de este contexto educativo.

En consecuencia, se ha precisado que existen insuficiencias en el estudio historiográfico de la escuela rural cubana en los siglos XIX y XX, que limita el adecuado conocimiento evolutivo e historia de la práctica educativa de la escuela rural en sus casi dos siglos de existencia. Al examinar el problema desde esta óptica, se impone como requerimiento necesario para acercarse de manera objetiva y científica a la evolución histórica, proponer la división temporal o periodización que se va a asumir en el estudio. De allí, que por tratarse de un fenómeno que ocurre en el plano de la historiografía educativa hayan servido como referentes en el orden teórico, las obras legadas por: Gaspar Jorge García Gayó (1982),2 Héctor Ferrán Toirac (1991),3 Justo A. Chávez Rodríguez (1996)4, Rolando Buenavilla Recio (1995)5 y Perla Cartaya (1996),6 entre otros.

Este estudio sobre la escuela rural en Cuba, cuyo principal resultado es la periodización, se basa en el más cuidadoso apego al principio de la objetividad científica, por lo que desde la perspectiva de la indagación histórica se emplearon como métodos: el histórico - lógico, análisis - síntesis e inducción-deducción en función de la búsqueda y procesamiento de la información. Otro de los métodos utilizado fue la sistematización, para clasificar, ordenar e interpretar de forma crítica elementos ya aportados en torno al estudio de la práctica y la teoría de la escuela rural en el período estudiado, ello permitió confrontar varios criterios, arribar a generalizaciones y valoraciones para la historiografía y la enseñanza de la historia de la educación nacional y local.

Se empleó también como método el análisis de documentos, acompañado de las correspondientes valoraciones, se tuvo presente que cada documento lleva implícita la huella de su tiempo y refleja los fenómenos a través del prisma de su época. Lo anterior incluyó el trabajo con documentos primarios y documentos secundarios (publicaciones periódicas, boletines, informes). Ante esta situación se adoptó una metodología que conjuga varios procedimientos de distintos campos disciplinarios, por lo que el trabajo implicó buscar los nexos concretos que se encontraban en las fuentes documentales escritas y orales. Ha sido una tarea ardua, pues dada la fragmentación y dispersión de la información, por lo que esta periodización se convierte en referente para otros estudios encaminados a revelar la historia y evolución de la escuela rural en Cuba que data desde el siglo XVIII según Correosa, F (1931), época donde se encuentran las primeras huellas de la escuela rural en el país y dentro de ella, las aulas donde recibían la instrucción y la educación, alumnos de diferentes grados, conocidas como multigrado7.

La periodización de la escuela rural (1816 - 1999), no privilegia los análisis exhaustivos sino la caracterización y la interpretación general que demanda cada época. Por ello, este estudio no intenta estructurar respuestas acabadas, sino iniciar un diálogo académico en una dirección insuficientemente abordada hasta el momento, pero que ofrece un panorama interesante y abarcador. Los aspectos expresados operan como criterio metodológico generalizador para la periodización, porque han permitido establecer los límites del estudio. El mismo se ha concebido, a partir de tres etapas generales: génesis de la educación rural (1816 - 1898); sistematización de la educación rural (1902 - 1958) y consolidación de la educación rural inclusiva (1959 - 1999).

Es significativo destacar que estas etapas tienen sus antecedentes en la labor de educadores como José de la Luz y Caballero y José Martí. Por otra parte, también se convierten en referentes los trabajos realizados por investigadores como: Adia Gel Labañino (2003)8; Herna Guilarte Columbié (2003)9; M. Miyares González (2006)10; Guillermo Calixto González Labrada (2006)11; Ismael Rodríguez Beltrán (2008)12; Elena Rivera Hernández (2009)13; entre otros.

Por ello, este artículo está encaminado a analizar los problemas relativos a la periodización, no de la historia general, sino para plantear algunas cuestiones más específicas, relacionadas con la historia de la escuela rural en Cuba, ese es nuestro mayor interés en estas páginas.

1. Cimientos teóricos en torno a la periodización

Cada proceso o fenómeno tiene su propia historia y, por tanto es sujeto de periodización. Esta para ser verdadera debe reflejar las leyes intrínsecas del desarrollo del fenómeno y su relación con el resto del proceso histórico. De allí, que varios autores sostienen el criterio de que la periodización, resulta imprescindible para el desarrollo de la investigación histórica, y al mismo tiempo, reconocen que constituye un principio metodológico general de las ciencias históricas.

Entre los autores antes referidos se destacan las obras de: I.S.Kon, Argentina (1962)14; Oldrich Relic, Chile (1972)15; Enrique Semo, México, (1979)16; Omar Díaz de Arce, Cuba17 (1970); Aleida Plasencia Moro y otros, Cuba (1985)18; Velia Cecilia Bobes León, Cuba (1990)19; Manuel Curbelo Vidal, Cuba (2004)20 y Olga Portuondo Zúñiga, Cuba (2007)21.

Un elemento importante que soslayan académicos e investigadores que han escrito sobre periodización, son los escasos trabajos que desde la filosofía de la historia abordan las peridizaciones, menos aún, se encuentran aquellos que dirigen la atención hacia la historia regional y la historia social -a criterio de la historiadora Olga Portuondo- esto se debe a que: "[...] periodizar no es sino un ejercicio metodológico hecho por el historiador para organizar el tiempo -espacio de su atención según sus propósitos"22.

Una reflexión profunda sobre las periodizaciones a la luz de nuestros días, obliga a tener en cuenta a demás del criterio de Olga Portuondo, el de I.S. Kon, cuando de manera acertada expresó que: "La periodización de la historia ha planteado siempre grandes problema. Presupone la existencia de un criterio teórico que solo puede derivarse del material histórico. Y subraya que: -"[...] de ahí proviene la relatividad y los límites de toda periodización"23

Es cierto, que una periodización puede ser tentativa, sin embargo, no debe realizarse atendiendo a un criterio único, es necesario considerar sus vínculos con la historia política y socioeconómica del país y la influencia de las concepciones autóctonas y foráneas. A pesar de las limitaciones propias a todo corte histórico, este representa una verdad más profunda que la visión lineal del progreso humano.

Conviene hacer notar entonces, que cualquier periodización asumida por uno u otro autor puede ser objetada; sin embargo, ello es necesario y válido en la investigación histórica como ha expresado Omar Díaz de Arce, que: "Periodizar no es dividir solo para su estudio, con más o menos orden, la historia universal, regional o nacional, sino por el contrario, es necesario precisar las etapas fundamentales por las que ha atravesado un determinado proceso histórico o una personalidad que se estudia"24

El problema de la periodización a lo largo de la historia, ha sido objeto de enconadas polémicas, con relación a esta cuestión es posible distinguir al menos dos tendencias: una, que considera la necesidad de la periodización y sus criterios se desprenden de la misma realidad histórica objetiva y la otra, estima que esta división resulta artificial o convencional y que solo se ejecuta por necesidades didácticas.

Pienso que desde el punto de vista metodológico, es imposible establecer una periodización, sin precisar los principios científicos y filosóficos respecto al tiempo histórico, pues estos decidirán los puntos de vista sobre la acción periodizadora del investigador. Si de lo que se trata es de encontrar solución a los problemas que manifiesta la periodización, es una premisa indispensable, el ejercicio de análisis de la acción del hombre en dos planos: el de su individualidad y como ser social.

Las ciencias sociales modernas produjeron el gran descubrimiento de que el progreso universal era imposible sin la acción colectiva. La individualidad solo se manifiesta en toda su posibilidad en las condiciones sociales oportunas, mientras que la colectividad solo podrá mostrar su desarrollo a través de los individuos y su praxis. Lo anterior me lleva a exteriorizar, que si el objeto histórico es el ser social, al periodizar habrá que acudir al "progreso", que es el ordenador esencial, para distinguir los pasos hacia el perfeccionamiento de la humanidad, los niveles de desarrollo social, educacional y de cultura.

Así pues, la periodización habrá de configurarse según el prisma desde el que se elabora la hipótesis, que es un tanto decir, desde la posición del historiador, aquí radica su objetividad. Por otra parte, ella dependerá del asunto estudiado y evidentemente, de aquí se deducirán los eventos o momentos límites y las épocas, períodos o etapas.

Refiriéndose a esto el profesor checo Oidrich Relic, señala: "Si se logra definir la idea o concepto metodológico de un período, no se podrá erigirlo en modelo abstracto, en esquema y aplicarlo mecánicamente"25. El asunto coincide en las bases para la conformación de la periodización deben comenzar por establecer criterios metodológicos generales.

Una vez más, la historiadora Olga Portuondo, enfatiza que: "La periodización es un esfuerzo por encauzar la acción metodológica de que se vale el historiador para trasmitir con eficacia su discurso intelectual a los interlocutores [.. .]"26. Así es que la periodización adecuada depende del conocimiento de las esencias y estas del dominio que tiene el investigador de su objeto de investigación para decidir hechos que sirvan de límites para establecer los lapsos, su objetividad obedecerá del valor total del estudio del tiempo-espacio en cuestión y de la determinación de sus esencias. Porque periodizamos para que el pasado se ponga en una mejor función del presente, para que la historia conduzca al conocimiento del futuro con plena conciencia de lo que se está haciendo.

Al caracterizar etapas y períodos del desarrollo de la escuela rural en Cuba, lejos de perseguir tendencias predominantes, pone al investigador en la difícil tarea de ver cómo se jerarquizan y mezclan las diferentes corrientes de pensamiento. Un problema central es la determinación de rasgos y características de la educación rural, que marcan una continuidad en el desarrollo de las tradiciones pedagógicas, pero esta continuidad no implica un desarrollo lineal ni excluye la existencia de discontinuidades o rupturas, por ello, en cada una de las etapas a considerar, en la periodización de la escuela rural cubana, se ha procurado mostrar las respuestas históricas signos de continuidad, como la presencia del dialéctico juego de enfrentamientos de ideas.

Para garantizar una periodización adecuada de la escuela rural cubana, habrá que atenerse a los períodos y etapas de la historia de la educación nacional ya establecidos y aceptados por la comunidad científica cubana (colonia, neocolonia y revolución). Aunque, a veces, la superficialidad con que se abordan determinados elementos denota el desconocimiento de algunas realidades del contexto de la educación rural en la Isla.

Es importante no olvidar que la periodización considera las diferencias socioeconómicas y culturales que han influido e influyen en la escuela rural, y en ella cada período contentivo de etapas se va a caracterizar por el predominio de determinada actitud hacia el maestro y la escuela rural, ya sea individual o grupal, clase o generación, como síntesis del espíritu epocal.

Para acercarse objetiva y científicamente a la huella histórica de la escuela rural, se ha propuesto una división temporal o periodización en este estudio. En este sentido, solo hemos encontrado referencias aisladas sobre algunas etapas y períodos, y como es natural, una periodización implica no solo exponer la evolución histórica, sino determinar las etapas fundamentales por las que ha atravesado un acordado fenómeno histórico.

A partir de estos presupuestos, se configura la periodización de la escuela rural, sin pretender ofrecer más que una invitación a la reflexión, proponemos la presente periodización. Con el avance de los estudios realizados sobre la escuela rural, creemos que se ha hecho necesario e impostergable poner a discusión algunas ideas vinculadas a una periodización histórica.

Habría que preguntarse, si resulta efectivamente posible, o sea, si se puede hablar de una periodización de la escuela rural en Cuba. Para nosotros no existen dudas de la posibilidad de esto, a pesar del fraccionamiento y la dispersión de la información, consideramos que existe una unidad subyacente con la labor y quehacer educativo de la escuela rural cubana y los procesos históricos más importantes por los que ha atravesado la educación, que hace participar al sector rural de esa historia común, particularizada a partir de 1816, con la aparición de la Sociedad Económica de Amigos del País, dirigida a canalizar las inquietudes culturales y educativas de la población.

Esta unidad histórica de la escuela rural, es el resultado de una identificación surgida gracias a un pasado y un presente común de luchas, a una comunidad de aspiraciones e intereses, de problemas y destinos históricos. Por tanto, se hace evidente la posibilidad de una periodización de la escuela rural, sin ignorar los diferentes momentos por los que ha transitado hasta nuestros días.

La periodización propuesta, se sustenta en el siguiente criterio metodológico: los procesos sociales, políticos y culturales relevantes ocurridos en Cuba que influyeron de manera decisiva en el pensamiento y quehacer pedagógico de la educación rural. Por ello, el enfoque rector de esta periodización es que se aborda, analiza y valora la actividad y la práctica educativa de la escuela rural en Cuba desde 1816 hasta 1999.

Este aspecto señalado, reconocido como criterio metodológico generalizador, permite establecer los límites de las etapas de la periodización. Con respecto a las fechas límites, se ha tenido en cuenta que las ciencias sociales no son "exactas" en el sentido que lo son las naturales. Una fecha solo sirve para señalar de manera aproximada el momento en que los cambios ocurridos con anterioridad dan lugar a modificaciones sustanciales.

La periodización aborda la evolución y desarrollo de la escuela rural como un fenómeno educativo en tres etapas que parte desde 1816 hasta 1999: primera etapa (1816 - 1898) génesis de la educación rural; segunda etapa (1902 - 1958) sistematización de la educación rural y tercera etapa 1959 - 1999 consolidación de la educación rural inclusiva. A continuación se ofrece una caracterización de las etapas.

2. 1816 - 1898. Etapa de génesis de la educación rural

Un análisis muy general sobre los antecedentes de la escuela rural cubana, revela que los primeros pasos para su creación, los dio la Sociedad Económica de Amigos del País27, institución surgida en 1793, a solicitud de un grupo de habaneros ilustres, motivados por el atraso existente en la Cuba colonial. En el mismo año de fundada, la Sociedad Económica abrió la primera biblioteca pública del país y en 1816 creó la Sección de Educación, a la que se le asignó primero28, la tarea de inspeccionar la enseñanza primaria y después la dirección total de la misma hasta 1842, que se establece el primer plan de instrucción pública para las islas de Cuba y Puerto Rico.

Así por ejemplo, la Sociedad Económica de Amigos del País, preocupada por la enseñanza primaria de La Habana, crea en los barrios extramuros (o sea rurales), 22 escuelas gratuitas en las que recibían instrucción 545 niños.

No obstante, la Sección de Educación de la Sociedad Económica, en uno de sus informes reconoce que las pocas escuelas existentes en los campos, eran inspeccionadas por el cura, el juez y dos vecinos prominentes29, pero la disparidad de criterios no les permitió ver más allá. Sin embargo, como miembro de la Sociedad Económica Amigos del País, Francisco de Arango y Parreño, fue un luchador por la extensión de las escuelas gratuitas y partidario de la creación de planteles para la enseñanza de la agricultura tanto de los niños del campo como de la ciudad30.

Al caracterizar esta etapa se puede afirmar que hay una incipiente aparición de elementos que favorecieron el trabajo del multigrado, fundamentalmente asociado al empleo del sistema lancasteriano, labor que fue liderada por Francisco de Arango y Parreño, así se revela en sus informes y otros escritos, donde hace referencia al mismo.

La Sección de Educación, se trazó como tarea principal e inmediata: realizar un inventario de las escuelas de primeras letras, mejorar el régimen de estas y unificar el método de enseñanza. Para darle cumplimiento a las tareas antes señaladas, la Sección de Educación nombró dos comisiones de investigaciones destinadas a conocer el estado de las escuelas intramuros y extramuros31.

La investigación reveló que la situación de la educación era crítica en cuanto al número de escuelas, sobre todo en extramuros (rurales). De inmediato se propusieron como tarea, incrementar el número de escuelas en esta zona. Los investigadores que formaban parte de la comisión, recomendaron a la Sección de Educación el empleo del sistema Bell - Lancaster (lancasteriano). El plan lancasteriano se instauró en Cuba en 1820, en el barrio menesteroso de Jesús María, consistía en dividir a los niños en círculos, dirigido por los alumnos más avanzados de cada grado, bajo la supervisión directa del maestro. Los libros de textos serían sustituidos por carteles elaborados por el maestro para cada asignatura.

Refiere el investigador Rolando Buenavilla Recio, que para las clases pobres (blancos y negros), incapaces económicamente de afrontar la enseñanza de sus hijos, existían escasas escuelas en el campo o la ciudad, creadas en su mayoría por particulares de origen muy humilde32. Antonio Bachiller y Morales, llamó a estos centros "escuelas de amigos y amigas", pues eran pequeñas escuelas de barrio en las cuales hombres o mujeres (generalmente mujeres) negros y pardos libres enseñaban las primeras letras, por lo general estos no tenían propiamente preparación.

Las escuelas de amigos y amigas, estaban situadas en su gran mayoría en los barrios marginales, de intramuros o en extramuros. Se dieron en ellas, manifestaciones iniciales de coeducación ya que en estas escuelitas estudiaban juntos hembras y varones; se practicaba además, de manera incipiente la integración racial, pues estaban reunidos niños blancos y negros. Todo esto fue fuertemente criticado por algunos miembros de la Sociedad Económica de Amigos del País, sin embargo, han sido consideradas las primeras escuelas en Cuba de base social - popular y con una orientación hacia la atención educativa en el rural y el multigrado.

El verdadero empuje de la escuela rural cubana, sin lugar a dudas, se produce durante los años 1868 - 1878 momento en que tiene lugar la conocida guerra de los Diez Años. Como resultado de la labor de un grupo de oficiales y combatientes del Ejército Libertador Cubano, popularmente identificados como mambises, se revela la aparición de una pedagogía emancipadora con una marcada proyección al desarrollo de la escuela rural, sobre todo en las zonas donde operaba el Ejército Libertador.33 Esta educación mambisa respondía a las necesidades de una nueva comunidad donde accedían a la cultura democrática y revolucionaria (negros, blancos, ricos, pobres, niños, niñas, hombres, mujeres).

En las llamadas prefecturas mambisas34 se establecieron las escuelas y se elaboró una cartilla para alfabetizar. Una labor encomiable jugó en este sentido Rafael Morales (Moralito)35. Es significativo destacar algunos maestros que enseñaron junto a Moralito en los campos, entre ellos figuran: Francisco la Rúa, Eduardo Machado, Esteban Borrero, los hermanos Luis Victoriano y Federico Betancourt, José Andrés Pérez, Eduardo Agramonte Piña, entre otros.

El camagüeyano Esteban Borrero Echevarría,36 se incorporó a la guerra del 68 con casi todos sus discípulos y estableció en la manigua dos escuelas: una en el Ecuador de Najasa y otra en las Guásimas, las cuales se vieron colmadas siempre de alumnos. De una de estas escuelas rurales fue directora su madre Ana María Echevarría, quien lo había acompañado al campo mambí.

Al igual que Ana María Echevarría, otras mujeres se destacaron en la labor de enseñanza rural, como por ejemplo Manuela Cancio, patriota bayamés quien estableció una escuelita rural en el pueblo tomado por los mambises de Rancho Malo, en zona de la Sierra Maestra, allí brindaba instrucción a niños de la zona y a los hijos de los combatientes del Ejército Libertador.

En los aspectos expresados y el estudio de la etapa se ha determinado como idea significativa de la misma, el abandono y la falta de voluntad política por parte de las autoridades coloniales para atender la escuela rural y como respuesta a esto la aparición de una pedagogía mambisa emancipadora con proyección al desarrollo de la escuela rural en las zonas donde operaba el Ejército Libertador.

3. 1902 - 1958. Etapa de sistematización de la educación rural

Durante esta etapa, la educación en Cuba estaba influenciada por el modelo pedagógico que florecía en Estados Unidos, con cierta mirada a la educación en el sector rural y zonas marginales aledañas a las ciudades. Ese modelo prevalece en el país hasta 1958. Una interesante valoración realizada en los primeros años del siglo XX por el escritor Samuel Feijoó publicada en la Revista Bohemia, revela el estado en que se encontraba la escuela rural en Cuba, el destacado maestro rural y escritor, expresó: "Desgraciadamente, en Cuba no existe una verdadera Escuela Rural. Los maestros que actualmente educan en los campos no han recibido la preparación técnica que los capacite para impartir una enseñanza rural idónea. Y ese grave error trae como consecuencia que la educación rural cubana sea deficiente, sin que llene el cometido para el cual fue creada"37.

No es hasta el 18 de julio de 1909, (en ley promulgada) que se tuvo en cuenta por primera vez las particularidades de la escuela rural y urbana y se estableció en el artículo No. 48 de la referida Ley, la distribución diaria y semanal del tiempo dedicado a cada asignatura en el plan de estudio. Cinco años después se realiza una nueva organización de la enseñanza pública y se reconoce en la Circular 66 del 5 de mayo de 1914, como categoría: escuelas o aulas rurales para niños; escuelas o aulas rurales para niñas y escuelas o aulas rurales mixtas.

En ese mismo año la Circular No. 67, establece la inclusión en el plan de estudio para las escuelas rurales la enseñanza de la Agricultura desde 2do. hasta 6to. grado, con el objetivo de inculcarles a los niños campesinos algunas nociones de las ciencias agrícolas que los preparen para llegar a ser buenos agricultores, así como enseñar a los alumnos las fuentes bibliográficas que el agricultor podía consultar y fomentar en ellos el amor hacia la vida del campo, los animales y las plantas.

En la segunda década del siglo XX, la escuela cubana es influenciada por el movimiento de la "Escuela Nueva". Su influjo despertó el interés por lograr el desarrollo mental de los niños y su preparación para la vida, resaltando su carácter pragmático. La principal figura la constituyó el eminente educador Alfredo Aguayo38, quien fue un defensor por elevar la preparación del maestro rural, reflejado en un valioso documento histórico titulado "Un programa de acción pedagógica"39

A pesar de las circulares oficiales emitidas, la escuela pública cubana estaba sumida en el total abandono por la desatención oficial. Esta situación se tornaba más alarmante en las zonas rurales donde eran prácticamente inexistentes y en las pocas que existían, se presentaba la contradicción de que para educar con eficacia a los niños de las comunidades rurales no estaban debidamente capacitados los graduados de las Normales.

El abandono en que se encontraba la educación rural en el país, era tal que organizaciones extranjeras se pronunciaron al respecto, así la Comisión de Asuntos Cubanos de la Foreign Policy Association (en 1934)40, expresa en un documento elaborado al efecto que las escuelas de Cuba están fracasando por completo en la satisfacción de las necesidades de la población rural. Es indispensable que el maestro de la escuela rural conozca los problemas agrícolas del distrito donde trabaja. Y es imperativo que viva en la comunidad donde enseña.

Dos años después, el dictador Fulgencio Batista, quien se encontraba al frente del ejército, en una acción claramente demagógica, concibe junto a sus consejeros, un plan para mejorar la educación primaria, sobre todo en las zonas rurales del país. Así por el Decreto No. 620 del 29 de febrero de 1936, nacieron las Escuelas Rurales Cívico Militares. De esta forma, cientos de militares con grados de sargentos y cabos se convirtieron en maestros.

Los sargentos - maestros y misioneros de las Escuelas Rurales Cívico-Militares se preparaban en la Escuela de Perfeccionamiento "José Martí" de Rancho Boyeros, en La Habana. Al graduarse estos sargentos y cabos construían sus propias escuelas en diferentes zonas campesinas del país. Es interesante destacar que un gran número de las escuelas cívicas - militares se construyeron no en zonas de difícil acceso. Sin embargo, los maestros cívico-rurales se afanaron no solo por la fabricación de las casas-escuelas, sino por erradicar el analfabetismo el cual alcanzaba proporciones alarmantes, entre estos graduados se encontraban maestros de la talla de Marcelo García y Raúl Ferrer41.

Con la entrada en vigor de la Constitución de 1940, Fulgencio Batista como presidente de la nación, emite el Decreto Ley No. 3117, donde estipuló que los maestros cívico-rurales pasaran al Ministerio de Educación. De esta forma gran parte de ellos continuaron ejerciendo como maestros de escuelas primarias. Así, en 1941, se creó la Escuela Normal Rural, que se nombró "José Martí"42.

Se crea en esta etapa la Federación Nacional de Maestros Rurales (FNMR), la cual tenía como propósitos fundamentales no solo la creación de un nuevo tipo de institución, sino colocarse a la cabeza en la lucha por la defensa de los intereses de los maestros rurales. Al graduarse Raúl Ferrer de la Escuela Normal de Maestro Rural, y como miembro de la Directiva de la FNMR, se le asigna la jefatura de la redacción de la revista "La Escuela Rural", órgano oficial de federación, desde donde comenzó a desarrollar una labor política muy activa en la organización.43

Las luchas del pueblo cubano por la democratización de la enseñanza y la necesidad de atender la educación rural, fue una constante preocupación de varias organizaciones, partidos y gremios de los sectores más progresistas, por ejemplo: Joven Cuba, Comité Pro-escuelas Campesinas, Movimiento Creación de Escuelas para los Campesinos, Federación Nacional de Maestros Rurales, la Central de Trabajadores de Cuba, Partido Ortodoxo, Partido Revolucionario Cubano Auténtico, Partido Socialista Popular, entre otros.

Joven Cuba, fue una organización creada y dirigida por Antonio Guiteras en 1934, en su Programa Nacional Revolucionario, (publicado en forma de folleto y reproducido por el periódico "Ahora") contenía una profunda reforma educacional con sentido nacionalista y popular. Planteaba el establecimiento de una escuela única, que previa la reorganización de la escuela rural, lado débil de la educación republicana, el programa quedó truncado con la muerte del líder en 1935.

Los Comités Pro-escuelas Campesinas, creados en 1934, constituyeron un fuerte apoyo al campesinado, se enviaron maestros hacia las áreas de Realengo 18, en la región del oriente del país, zona de fuertes conflictos por la tierra. Por otra parte, en el Programa Constitucional del Partido Revolucionario Auténtico, se pronunció por dar atención especial a la escuela rural en materia pedagógica.

El Primer Congreso Campesino (3 de octubre de 1937), declaró la necesidad de una escuela rural para defender la tierra y la creación de escuelas en todas las zonas campesinas. Por otra parte, el Movimiento Creación de Escuelas para los Campesinos, tiene su génesis en el fuerte movimiento pro - escuelas rurales, impulsado por militantes del partido comunista, debido a la falta de aulas en este sector y al elevado índice de analfabetismo. Otro partido, el Ortodoxo, liderado por Eduardo Chibás, centró su atención en la extensión y calidad de los servicios educacionales y la crisis de la educación rural y el analfabetismo.

En 1943, Blas Roca publica "Los fundamentos del socialismo en Cuba"44, donde realiza un estudio de la historia de Cuba desde el punto de vista económico, político y social en el cual se subraya el estado en que se encontraba la escuela rural.

En representación del Partido Socialista Popular (PSP), Juan Marinello, dio lectura (por radio) a su trabajo sobre el Capítulo VIII del "Programa Socialista" donde de forma explícita aparece el problema de la educación y la escuela, así expresó: "El Partido Socialista Popular insiste en la aprobación de la Ley Reforma de la Enseñanza [...] con la multiplicación de las escuelas en la ciudad y el campo [...] escuelas públicas preferentemente rurales, orientadas a la enseñanza en un sentido práctico y preparando a los alumnos de la enseñanza rural para el mejor desenvolvimiento de su actividad en el campo"45.

La Central de Trabajadores de Cuba en su Primer Congreso, incluyó en el temario a tratar el estado de la educación rural, entre los acuerdos tomados en este cónclave está, la creación de escuelas en todas las zonas campesinas y el desarrollo de una fuerte lucha contra el analfabetismo.

En el juicio celebrado a raíz del asalto a los cuarteles Moncada y Carlos Manuel de Céspedes, de Santiago de Cuba y de Bayamo respectivamente, Fidel Castro Ruz (uno de los asaltantes) pronunció su histórico alegato de autodefensa conocido como: "La historia me absolverá", donde hizo un análisis crítico de la situación de la educación, en el alegato enfatiza que: "A las escuelitas públicas del campo asisten descalzos, semidesnudos y desnutridos, menos de la mitad de los niños en edad escolar y muchas veces es el maestro quien tiene que adquirir con su propio sueldo el material necesario"46.

En el estudio histórico realizado, se ha determinado como idea significativa de la etapa que: en 1909 se tuvo en cuenta por primera vez las particularidades de la escuela urbana y rural; se levantaron las voces de muchos pedagogos para denunciar los graves problemas de la escuela rural con propuestas de solución, pero siempre hallaron oídos sordos en las esferas oficiales.

Se reitera como situación no resuelta de la educación en los campos cubanos: actividad escolar no contextualizada, estancamiento de planes, programas; métodos invariables desde 1901- 1959; falta de voluntad política estatal para atender y modernizar la escuela rural; existencia de pocas escuelas, casi todas de aulas únicas o multígrados con matrículas excesivas; falta de recursos materiales de todo tipo y de mantenimientos constructivos; aislamiento del medio rural e inaccesibilidad a los avances científicos, tecnológicos y culturales; inadecuada ubicación geográfica de las escuelas de acuerdo con los principales asentamientos poblacionales.

4. 1959 - 2012. Etapa de consolidación de la educación rural inclusiva

En febrero de 1959, ante una comparecencia a la prensa Fidel Castro afirmó: "Aún durante la guerra, en todas las columnas (tropas del Ejército Rebelde) había siempre un maestro dándole clases a los muchachos -porque eran principalmente campesinos los que se unían a la Revolución, a pesar de que había que trasladarse constantemente [...] en todos los pueblos íbamos dejando una escuelita para los campesinos"47.

Fue a partir del primero de enero de 1959, con el triunfo de la Revolución, que la escuela rural en Cuba experimentó una profunda transformación lográndose que esta estuviera al mismo nivel que las del sector urbano, en lo que se refiere al número de escuelas y de maestros. A propuesta de Fidel Castro se decidió, la creación de diez mil nuevas aulas en las zonas rurales del país. Lo que había sido un viejo anhelo durante las luchas magisteriales del período anterior quedó materializada con estas diez mil nuevas aulas.

Así las cosas, en agosto de 1959, se desarrolla en La Habana, el Primer Congreso Nacional de Maestros Rurales, pues era necesario cubrir las nuevas aulas creadas y darle una batida al analfabetismo en esas zonas. Al dirigirse a los maestros Fidel Castro expresó: "Como todos ustedes recordarán, los primeros pasos que dimos, aún antes de formar parte del Consejo de Ministros, fue con relación a la enseñanza [...] fue así como hice un intento para lograr movilizar el mayor número de maestros, en un esfuerzo por llevar con toda urgencia la educación a los campesinos"48. Al cabo de varios meses, el primer esfuerzo rindió sus frutos y un número total de 1.800 maestros se encontraban dando clase en los campos.

Por ello, al llamado realizado, los jóvenes se agruparon en la Brigada de Maestros de Vanguardia Frank País a principios de 1960. Este contingente de Maestros Voluntarios, constituyó el primer núcleo de los maestros rurales que necesitaba la Revolución. Es significativo destacar que para logar la verdadera transformación que se buscaba fue nombrado al maestro y escritor español Herminio Almendros como director nacional del Rural. Aún constituye un texto valioso "Carta a un maestro de una escuela rural", realizado por Almendros en 1960, al valorar el papel que la sociedad le encomendaba a la nueva escuela rural en Cuba, expresó:

Las escuelas rurales han formado a los alumnos con objetivos y normas de una educación bastarda, desvitalizada, sin raíz y sin nervio; y ese hecho desdichado no debe continuar; los maestros tenemos que poner nuestro empeño en remediar eso. Va en ello nuestra reputación de educadores y, lo que es más importante, la formación o deformación de nuestros hombres campesinos y el firme progreso de las comunidades rurales [...]. Tenemos que plantearnos la cuestión en esos términos, porque si uno reflexiona hoy en el asunto de los objetivos a que ha de atenerse la escuela rural de nuestro país, no se descubre otro más inmediato y necesario que [...] la escuela rural ha de proponerse formar los hombres del campo, de la generación inmediata49.

Entre otras medidas tomadas en estos años iniciales, dirigidas a la organización y desarrollo de la educación rural, están:

•    Creación de direcciones educacionales en correspondencia con las zonas rurales y de desarrollo en la montaña.

•    Designación de una estructura de dirección educativa rural, con carácter nacional, regional y municipal.

•    Organización de diferentes rutas o zonas de inspección en cada municipio (15 - 30 escuelas en cada ruta) dirigidas por un inspector escolar y la construcción de "unidades zonales" en diferentes puntos de la geografía rural (eran locales donde radicaban las oficinas administrativas, el almacén de insumos, centro de reuniones, de superación técnica y albergue de tránsito).

•    Designación de docentes rurales destacados como responsables de escuelas, organización de micro-zonas o comisiones de estudio para el intercambio de experiencias, asesoramiento y superación entre docentes, así como colectivos técnicos de zona con iguales fines.

Un elemento importante que no se puede soslayar, fue el impacto que causaron los cambios operados en el sector rural, en sus análisis Herminio Almendros, como Director del Rural en el Ministerio de Educación, reiteró:

En Cuba tenemos que concebir hoy la educación rural con caracteres y con factores dinámicos que no se dan en otros países. El campo se transforma; el trabajo se transforma, los aislamientos desaparecen, surgen las agrupaciones, nacen núcleos humanos, las comunidades se organizan, crecen. ¿Qué estructuras docentes, qué elementos, qué organizaciones de trabajo en la escuela y fuera de ella habrá de desarrollar el maestro, los maestros en colaboración, para responder al impulso de esa transformación y ese progreso y a la formación del ciudadano trabajador que va a reclamar la vida de la nación en nuestra época, rica de realizaciones, de proyectos y de esperanzas? Ahí estamos, en una situación nueva, de condiciones cambiantes y el Ministerio de Educación se apercibe para enfrentar estructuras nuevas...50.

Es así que el Ministerio Nacional de Educación, puso en vigor la Resolución No. 210 de 1975 marcando de manera significativa el sector rural, al concebir las direcciones fundamentales sobre la nueva estructura y plan de estudios del sistema de Educación General, así como la declaración de medidas específicas para el sector rural. Entre ellas, una dirigida a la estructura con el propósito de lograr las condiciones necesarias para iniciar el perfeccionamiento, y otra orientada a la organización de variantes en correspondencia con las condiciones objetivas y características propias de cada zona.

Se establece así la clasificación de las escuelas rurales en cuatro variantes:

•    Escuelas graduadas; formadas por grupos puros desde 1ro. hasta 6to. Estas escuelas admiten aulas del grado preescolar.

•    Escuelas semigraduadas; formadas por grupos de 1ro. a 4to. grado considerado el primer ciclo. Un maestro labora con 1ro. y 3ro. grados y otro con 2do. y 4to. grados.

•    Escuelas concentrados; constituidas por grupos puros del segundo ciclo, con alumnos procedentes de familias con necesidades sociales y económicas que se les hacía difícil la educación de sus hijos.

•    Escuelas multigrados; con aulas formadas por alumnos de diferentes grados y con un solo maestro. Incluían los casos que no podían agruparse en ninguna de las variantes anteriores.

Al aplicarse en 1977 la nueva División Político-Administrativa en el país, se reorganizó la estructura administrativa y de dirección, aunque esta última en el sector rural, de manera general siguió en manos del inspector escolar y se apoyó para el desarrollo del proceso docente - educativo, en lo didáctico en la figura del metodólogo municipal y un grupo de colaboradores.

En el año 1990 se vislumbra otro camino hacia un nuevo modelo pedagógico para las aulas multígrados cubanas, dirigido a hacer más fácil el trabajo del docente de zonas rurales, para que los escolares lograran equipararse con los del urbano. En esta década aparecen nuevas medidas, que incluían sugerencias didácticas para la escuela multigrado, dirigidas fundamentalmente a facilitar la labor del docente.

Una de ellas y como forma de materializar las facilidades hacia el multigrado, lo constituyeron los planes de clases para el sector rural, elaborados por un Colectivo de Autores del Ministerio de Educación (1991), contentivos de sugerencias metodológicas, fichas de contenidos y de trabajo, hojas de trabajo, juegos didácticos con actividades para cada grado. Estos planes de clases (conocido como Semanitas) estaban concebidos para dos grados en las combinaciones básicas: 1ro. - 2do.; 3ro. - 4to. y 5to. - 6to.

Según testimonio del Colectivo de Autores, los planes de clases, se elaboraron considerando las características del trabajo del maestro del sector rural, en el que se tuvo en cuenta la puesta en práctica de los nuevos programas. Este material constituyó un verdadero apoyo al maestro que atendía de manera simultánea el proceso docente - educativo con dos grados. No obstante ello, esto no resolvió el problema, pues los planes eran para todas las escuelas de ese contexto escolar del país, con clases similares, sin considerar el diagnóstico individual de alumnos, ni las particularidades del grupo clase en general. Las especificidades no satisfacían las necesidades del multigrado.

En el curso escolar 1994 - 1995, se creó el cargo de Director Zonal en el sector rural. La figura del Director Zonal comienza a conformarse desde septiembre de 1992, año en que se experimenta la idea de que un docente con prestigio, suficiencia académica y experiencia en el sector rural, asumiera la dirección de un grupo de escuelas (zona). Así se le adjunta a la Resolución Ministerial No. 24 de 1989 la carta que autoriza el desempeño del Director Zonal en sus funciones como cuadro y el cese de los responsables de escuela en los centros rurales con más de dos maestros.

En el año 2000 comienza a implementar un nuevo Modelo de Escuela Primaria en Cuba51 El aprendizaje del escolar primario que se concibe a partir de ese Modelo, contribuye a una formación integral de la personalidad del niño. Este se proyecta a la organización escolar como punto de partida, donde todos los factores y agentes del centro escolar eduquen, en el que cada uno tiene sus funciones bien definidas. Se estableció que cada docente atendiera un grupo de hasta veinte alumnos de un mismo grado, apoyándose en los medios audiovisuales (TV, computadoras, etc.) existentes en todas las escuelas primarias del país.52

En el modelo educativo cubano de escuela primaria, se concibió la educación rural con un marcado carácter inclusivo, ello lo reconoció Juan José Ortiz, representante en Cuba del Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF) durante el IV Taller Nacional del Sector Rural, donde expresó: "Mientras en el mundo solo un 30 % de los niños que viven en el campo pueden ir a las escuelas, en Cuba este es un derecho para todos".53 El funcionario de la ONU exaltó la metodología aplicada y significó que es soporte de un proceso de enseñanza - aprendizaje de meritoria calidad, dotado de características que pueden ser un paradigma para el resto del mundo.

En el estudio histórico realizado se ha determinado como idea significativa de la etapa, que: se implementa una verdadera Reforma Integral de la Enseñanza, con nuevas medidas, que incluían sugerencias didácticas para la escuela rural y el multigrado, dirigidas en lo fundamental a facilitar la labor del docente (sugerencias metodológicas, fichas de contenido, hojas de trabajo, juegos didácticos y actividades para cada grado). A partir de esta etapa se materializó que la atención al sector rural constituye una prioridad en el trabajo educacional de país.

CONCLUSIÓN

En los casi dos siglos de existencia de la escuela rural en Cuba se ha prestado poca atención a los estudios historiográficos de este contexto, tanto es así que aún no se ha publicado en el país un libro sobre la historia y evolución de la escuela rural.

A pesar de la relativa abundancia de investigaciones educativas que asumen como objeto el sector rural pocas se adentran en el estudio de su historia y evolución, por lo que la periodización aquí propuesta es un punto de partida para nuevos estudios.

El estudio histórico evolutivo realizado revela que durante el siglo XIX España no prestó la suficiente atención a la escuela rural, no obstante en las guerras de independencias floreció una pedagogía mambisa orientada al multigrado. Es significativo destacar que no fue hasta la primera mitad del siglo XX que la escuela rural cubana contó por primera vez con leyes y circulares que norman su quehacer, sin embargo otro panorama muy diferente marcó la segunda mitad del siglo, se opera un cambio de estructura e incremento de escuelas, es así que la atención educativa a la población que habita en el contexto no urbanizado, sufrió una verdadera transformación, pues en esta se materializa la intención del Estado por ofrecer igualdad de oportunidades a todos los niños y niñas desde las edades más tempranas, en correspondencia con la política trazada por el país.


1 Doctor en Ciencias Pedagógicas. Máster en Investigación Educativa y Profesor Titular de la Universidad de Ciencias Pedagógicas José Martí. Miembro de la Unión Nacional de Historiadores e Investigadores de Cuba (UNHIC) y la Sociedad Cultural José Martí en Camagüey. Vicepresidente del consejo científico de la Asociación de Pedagogos de Cuba (APC) en Camagüey, Capítulo Cuba de la Asociación de Educadores de Latino América y el Caribe (AELAC). Recibió el Premio al Mérito Científico del Ministro de Educación Superior al resultado de las Ciencias Sociales y Humanísticas de mayor contribución al desarrollo de la sociedad (2014). Email: vilfredoopjm@gmail.com

2 Gaspar Jorge García Gayó. Bosquejo histórico de la educación en Cuba. (La Habana: Editorial Pueblo y Educación, 1982).

3 Héctor Ferrán Toirac, Fundamentación y determinación de la periodización de la evolución de la educación, de la escuela y de la pedagogía en Cuba (La Habana: Editorial Pueblo y Educación, 1991).

4 Justo A. Chávez Rodríguez. Bosquejo histórico de las ideas educativas en Cuba, (La Habana: Editorial Pueblo y Educación, 1996).

5 Rolando Buenavilla Recio. La lucha del pueblo por una escuela cubana democrática y antiimperialista. (La Habana: Editorial Pueblo y Educación, 1995).

6 Perla Cartaya. Raíces de la escuela primaria pública cubana (1902-1925). (La Habana: Editorial Pueblo y Educación, 1996).

7 Manuel Miyares González, "La construcción de estrategias de aprendizaje de la naturaleza por los escolares de 5° - 6° grados de la escuela multigrado", (Tesis Doctoral en, Universidad Frank País, 2006). 22.

8 Adia Gel Labañino, "La construcción de textos escritos. Su desarrollo en los escolares de tercer y cuarto grados de la escuela rural", (Tesis Doctoral en, Universidad Frank País, 2003).

9 Herna Guilarte Columbié, "Concepción didáctica para la preparación multigrado de los estudiantes de la carrera en Educación Primaria desde la disciplina Estudios de la Naturaleza", (Tesis Doctoral en, Universidad Frank País, 2003).

10 Manuel Miyares González, "La construcción de estrategias de aprendizaje de la naturaleza por los escolares de 5° - 6o grados de la escuela multigrado", (Tesis Doctoral en, Universidad Frank País, 2006).

11 Guillermo Calixto González Labrada, "Modelo pedagógico para la dirección del proceso en la escuela multigrado", (Tesis Doctoral en, Universidad Frank País, 2006).

12 Ismael Rodríguez Beltrán "Modelo didáctico de dirección del aprendizaje multigrado con la integración de la televisión, el video y la computación". (Tesis Doctoral en, Universidad Blas Roca Calderío, 2008).

13 Elena Rivera Hernández, "La formación de competencias profesionales pedagógicas para el trabajo en el multigrado del docente en formación de la carrera de Educación Primaria en el municipio Segundo Frente". (Tesis Doctoral en, Universidad Frank País García, 2009).

14 I. S. Kon, El idealismo filosófico y la crisis del pensamiento histórico, (Buenos Aires: Editorial Platina. 1962).

15 Oldrich Relic, La periodización y sus problemas, (Chile. Revista Problemas de la Literatura, no. 2, (1972).

16 Enrique Semo, Acerca de la periodización, (México: Universidad de Veracruz, 1979).

17 Omar Díaz de Arce, Sobre una periodización de la Historia Latinoamericana, (La Habana: Editorial Ciencias Sociales, 1970).

18 Aleida Plasencia Moro, et.al., Metodología de la Investigación Histórica, (La Habana: Ediciones del MES, 1985).

19 Velia Cecilia Bobes León, Sociología en América Latina, notas para una periodización, (La Habana: Editorial de Ciencias Sociales 1990).

20 de Manuel Curbelo Vidal, Predominio de las formas no escolares de educación en Cuba, (La Habana, 2004).

21 Olga Portuondo Zúñiga, "Anotaciones sobre la antopogénesis del tiempo histórico, periodización y regionalización", (Caracas: ediciones El perro y la rana, 2007).

22 Olga Portuondo Zúñiga, "Anotaciones sobre la antopogénesis del tiempo histórico, periodización y regionalización", en Lectura de historia regional y local, eds. Arístides Medina Rubio (Caracas: ediciones El perro y la rana, 2007), 85.

23 I.S.Kon, El idealismo filosófico y la crisis del pensamiento histórico, (Buenos Aires: Editorial Platina. 1962), 8.

24 Omar Díaz de Arce, Ensayos americanos, (La Habana: Editorial Ciencias Sociales, 1970), 127.

25 Oidrich Relic, "La periodización y sus problemas", Revista Problemas de la Literatura, no. 2, (1972): 22.

26 Olga Portuondo Zúñiga, "Anotaciones sobre la antopogénesis del tiempo histórico, periodización y regionalización", en Lectura de historia regional y local, eds. Aristides Medina Rubio (Caracas: ediciones El perro y la rana, 2007), 89.

27 Rolando Buenavilla Recio, et.al., Historia de la pedagogía en Cuba, (La Habana: Pueblo y Educación, 1995).

28 Sociedad Económica de Amigos del País, Memorias de la Sociedad Económica de Amigos del País de La Habana, (La Habana: s/e, 1817). 28.

29 Oficina del Historiador de la Ciudad de Matanzas, "La Sociedad Económica de Amigos del País al servicio de la Patria", en Páginas Matanceras. (Matanzas: Oficina del Historiador de la Ciudad, 2004).

30 Antonio Bachiller, Apuntes para la historia de las letras y de la instrucción pública en la Isla de Cuba, Tomo 3, (La Habana: Imprenta de P Massana, 1860). 53.

31 Como parte del sistema defensivo de La Habana las autoridades españolas construyeron varias fortalezas, castillo y se amuralló la ciudad, por tanto se comenzó a usar los términos intramuros (hacia dentro) y extramuros (hacia a fuera), por ello todo lo que quedara extramuros era considerado rural. Julio Le Riverend, et. al., Historia de Cuba, Tomo 1 (La Habana: Editorial Pueblo y Educación, 1989).

32 Rolando Buenavilla Recio, Historia de la Pedagogía en Cuba, (La Habana: Editorial Pueblo y Educación, 1995). 26.

33 Alodio Mena Campos,"Contribución de la Historia de la Educación local al desarrollo de la Historia de la Educación en Cuba". (Tesis Doctoral en Universidad José Martí, 1999).

34 Las prefecturas mambisas constituyeron la base funcional civil del Ejército Libertador Cubano, fueron pequeños centros de producción, talleres artesanales, predios, estancias para el cultivo y la cría de animales domésticos, así como pequeños hospitales de sangre, se estableció además un sistema correos, salinas, vigilancias de costas y se hicieron pequeñas escuelas destinadas a la instrucción primaria de niños y adultos. Raúl Izquierdo Canosa, Las prefecturas mambisas 1868-1898 (La Habana: Ediciones Verde Olivo, 1998).

35 Vidal Morales y Morales, Hombres del 68 Rafael Morales y González contribución al estudio de la independencia de Cuba, (La Habana: Imprenta y Papelería de Rambla y Bouza, 1904).

36 Comité Provincial del PCC, Camagüey y su historia. (Camagüey: Talleres de Impresión Felipe Torres Trujillo, 1989). 68.

37 Samuel Feijóo, "Acción de la escuela rural", Revista Bohemia, No. 34 (2008): 28.

38 Jorge Aguayo, Biografía de Alfredo M. Aguayo, (La Habana: Editorial Cultural, 1950).

39 Juan Pastor Chávez, et. al. Enseñar y aprender en aulas de grados múltiples. Modelo didáctico para la escuela multigrado, (La Habana: Editado por IPLAC, 2001). 4.

40 Manuel Miyares González, La construcción de estrategias de aprendizaje en la escuela multigrado. Una concepción renovadora, en VI Simposio Internacional sobre Educación y Cultura en Iberoamérica. (Matanzas: Universidad Pedagógica Juan Marinello, 2006), 23.

41 Aurelio Daniel Águila Ayala, "La obra educativa del maestro Raúl Ferrer Pérez y su trascendencia como educador social", (Tesis Doctoral en, Universidad Central Martha Abreu, 2007).

42 Felipe J. Pérez Cruz, La alfabetización en Cuba, lectura histórica para pensar el presente, (La Habana: Editora de Ciencias Sociales, 2001). 18.

43 Aurelio Daniel Águila Ayala, "La obra educativa del maestro Raúl Ferrer Pérez y su trascendencia como educador social", (Tesis Doctoral en, Universidad Central Martha Abreu, 2007).

44 Felipe J. Pérez Cruz, La alfabetización en Cuba, lectura histórica para pensar el presente, (La Habana: Editorial de Ciencias Sociales, 2001).

45 Rolando Buenavilla Recio, La lucha del pueblo por una escuela cubana democrática y antiimperialista, (La Habana: Editorial Pueblo y Educación, 1995), 21.

46 Fidel Castro Ruz, La historia me absolverá, (La Habana: Editorial Política, 1965), 8.

47 Comité Central del Partido Comunista de Cuba, Comparecencia de Fidel Castro Ruz: ante la prensa nacional (La Habana, Comité Central, 1959).

48 Fidel Castro Ruz, "Discurso pronunciado en el Primer Congreso Nacional de Educación Rural", La Calle, La Habana, 29 de agosto de 1959, 6.

49 Herminio Almendros, "Carta a un maestro de una escuela rural", Revista Educación no. 88, (1996): 45-46.

50 Herminio Almendros, "Carta a un maestro de una escuela rural", Revista Educación no. 88, (1996): 45-46.

51 Pilar Rico Montero, El modelo de escuela primaria cubana. Una propuesta desarrolladora de educación, enseñanza y aprendizaje. (La Habana: Editorial Pueblo y Educación, 2008).

52 Ismael Rodríguez Beltrán, "Modelo didáctico de dirección del aprendizaje multigrado con la integración de la televisión, el video y la computación", (Tesis Doctoral en, Universidad Blas Roca Calderío, 2008), 17.

53 Intervención de Juan José Ortiz, en el IV Taller Nacional del Sector Rural, Las Tunas, Cuba (2014).


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