La participación ciudadana es una construcción teórica multidimensional que da cuenta de expresiones que van desde la participación política formal al voluntariado, pasando por la participación en acciones colectivas (Ekman & Amnà, 2012) en entornos más y menos próximos a los individuos.
Introducción
Distintas investigaciones han evidenciado que el ejercicio de la ciudadanía activa está asociado al contexto espacial en el que se encuentra el ciudadano (Chavis & Wandersman, 1990), con un especial enfoque en los barrios ya que son el entorno espacial más cercano al individuo. La participación ciudadana es una construcción teórica multidimensional que da cuenta de expresiones que van desde la participación política formal al voluntariado, pasando por la participación en acciones colectivas (Ekman & Amnâ, 2012) en entornos más y menos próximos a los individuos.
Las transformaciones territoriales de las últimas décadas han revolucionado también el contexto espacial en el cual se desarrolla el ejercicio de la ciudadanía activa.
En los ámbitos urbanos contemporáneos, caracterizados por dimensiones y estructuras complejas e inéditas, el barrio asume nuevas formas y juega un nuevo rol en la vida cotidiana de las personas, cuestionando potencialmente también su contribución a la participación ciudadana. En particular, en América Latina, se observa una estructura urbana insular, con barrios segregados entre ellos e internamente homogéneos por formas, funciones y habitantes (Janoschka, 2002). Al interior de estos barrios, las relaciones entre vecinos pueden ser más fuertes o débiles, determinando en la región una compleja geografía de relaciones barriales e interbarriales (Márquez, 2017). Además, aun cuando se promuevan medidas para la integración de diferentes grupos socioeconómicos en el mismo barrio, la proximidad física no conduce necesariamente al uso de los espacios públicos en común, a fortalecer las relaciones entre los distintos grupos o al nacimiento de una identidad barrial compartida. Finalmente, la expansión de los contextos urbanos y la organización de las actividades determinan un aumento de las distancias recorridas y de los lugares alcanzados, reduciendo el rol central del barrio y dejando que funcione como anclaje de proximidad para una movilidad cada vez más generalizada (Lazo & Calderón, 2014).
Considerando que el aparente debilitamiento del barrio podría reflejarse también en un menor involucramiento de las personas en acciones de participación ciudadana, en este trabajo nos preguntamos si la actitud hacia el propio barrio puede ser un predictor de esta participación. Es objetivo de este estudio exploratorio, es investigar si la eventual participación resultante es de tipo cívico o político - es decir, si la participación consiste en un involucramiento formal en la esfera política o más bien en un activismo cívico (por ejemplo, participar en manifestaciones, firmar causas, entre otras). Para investigar el tema, desarrollamos un análisis descriptivo de datos referidos a la percepción barrial y participación ciudadana en Santiago de Chile. Se trata de un contexto que alberga algunas tensiones interesantes para investigar la forma que asume hoy la relación entre entorno barrial y participación ciudadana. Por un lado, en los últimos años se han registrado menores niveles de participación política y cívica, por ejemplo en distintos tipos de organizaciones sociales (Herrmann & van Klaveren, 2016), mientras que los elevados niveles de desigualdad socioeconómica en el país condicionan negativamente el ejercicio de la ciudadanía activa (Castillo et al., 2015); al mismo tiempo, esporádicas experiencias de activismo entorno a demandas urbanas (Link & Méndez, 2010) y la masiva movilización del octubre 2019 mandan señales de distinto tenor. Por el otro lado, Santiago es una ciudad polarizada y cada vez más especializada socialmente (Link et al., 2015), han aumentado las distancias físicas y sociales. Además, algunas políticas públicas han elegido el barrio como unidad de intervención para recalificar el espacio público y fortalecer las organizaciones sociales (Link et al., 2017). El análisis de este trabajo, aunque de tipo exploratorio, quiere ofrecer un primer aporte para la discusión de estas tensiones.
La actitud hacia el barrio: un aporte socioespacial a la participación ciudadana
El contexto espacial puede ofrecer un importante aporte a la participación ciudadana. El vínculo de cada persona con un lugar específico genera una conexión emocional que, junto a reivindicaciones y empoderamiento, puede motivar al individuo a participar en su comunidad (Manzo & Perkins, 2016). Si bien el potencial para iniciativas comunitarias no es exclusivo de los entornos residenciales (Chavis & Wandersman, 1990: 77), el barrio ha sido el ámbito privilegiado para examinar cómo el lugar y las relaciones contribuyen a distintas formas de ciudadanía activa. Un análisis que quiera considerar el rol del barrio hacia la participación en nuevos contextos urbanos puede entonces fundarse en un marco analítico que considere al mismo tiempo elementos espaciales y sociales, en comparación de estudios que han considerado una sola de estas dimensiones (Fu, 2019). En nuestro análisis, nos enfocamos en la actitud de la persona hacia el barrio, en la manera en que una persona percibe las características sociales y espaciales de su entorno más cercano, es decir, abordaremos la dimensión social y espacial del barrio.
La dimensión social del barrio
La dimensión social del barrio se refiere principalmente al sentido de comunidad que se percibe en un cierto lugar. El sentido de comunidad se entiende tradicionalmente como:
sensación de formar parte de un grupo, una sensación de que los miembros importan el uno para el otro y para el grupo, un sentimiento compartido de que las necesidades colectivas serán atendidas bajo un compromiso cooperativo entre todos sus integrantes" (McMillan & Chavis, 1986:9).
El sentido de comunidad a nivel de barrio puede influenciar positivamente la participación en la comunidad (Kim & Cho, 2019). Igualmente, son relevantes las formas de sociabilidad y capital social que, aumentando la conectividad entre integrantes del mismo barrio, contribuyen a niveles más altos de compromiso cívico, por ejemplo, en los adolescentes (Lenzi et al., 2013). La dimensión social de la actitud hacia el barrio incluye entonces elementos sintetizables como sentido de pertenencia, capital social y sociabilidad.
La dimensión espacial del barrio
La dimensión espacial del barrio se refiere a las características del entorno construido que se encuentran en un cierto lugar. En este caso, nos referimos a la calidad de los espacios y de las oportunidades que se encuentran en el entorno más próximo a una persona, sin que se defina una delimitación rígida de lo que es un barrio - debido a las limitaciones que esto implica, sobre todo en los contextos urbanos contemporáneos. Aunque no sea clara la influencia del diseño físico de un barrio sobre el sentido de comunidad, algunos estudios muestran cómo la percepción barrial de una persona adulta parece tener una relación positiva con su disposición a comprometerse con la comunidad, gracias por ejemplo al aporte de características como calidad estética y caminabilidad (Prince et al., 2019). También la calidad percibida del equipamiento de un barrio, por ejemplo, sus espacios públicos y sus actividades comerciales, tiene una relación positiva con el sentido de comunidad (Francis et al., 2012). Podemos considerar que la dimensión espacial de la actitud hacia el barrio incluye entonces elementos subjetivos agrupables bajo el concepto de calidad percibida del barrio.
Actitud hacia el barrio y participación ciudadana
Enfocándose en el contexto espacial de la participación, es posible observar la relación de la actitud hacia el barrio con la participación ciudadana. Si bien otros elementos juegan un papel fundamental en determinar la participación, como por ejemplo la actitud hacia la participación misma, en este caso nos enfocamos en el rol que juega el barrio, considerando dos elementos: la actitud hacia el barrio, basada en elementos sociales y espaciales del entorno de una persona, y la calidad del barrio en sí, considerando distintas variables ambientales, económicas y sociales. Con relación a la participación ciudadana, consideramos dos distintas dimensiones: la participación política, que incluye formas manifiestas y formales de involucramiento en la esfera política (ser miembro de un partido político y votar en las elecciones), y la participación cívica (involucramiento en actividades colectivas y movimientos sociales), referidos a comportamientos políticos latentes que reflejan un involucramiento con la sociedad (Ekman & Amnå, 2012).
Metodología
El presente trabajo se enmarca en el Estudio Longitudinal Social de Chile (ELSOC) del Centro de Estudios de Conflicto y Cohesión Social de Chile (2018). En particular, en este estudio se consideran datos referidos a la percepción barrial y participación ciudadana en Santiago de Chile. Este estudio longitudinal de tipo panel encuesta a casi 3.000 chilenos, anualmente, a lo largo de una década. Se trata de una encuesta diseñada para evaluar la manera cómo piensan, sienten y se comportan los chilenos en torno a un conjunto de temas referidos al conflicto y la cohesión social en Chile. Los datos de la encuesta ELSOC analizados en este trabajo se refieren a la primera ola del estudio, desarrollada en el año 2016.
La muestra del presente estudio está compuesta por N = 707 participantes (Medad = 44,9; DS =15,5) de los cuales el 61% son mujeres y el 39% son hombres. El análisis puede contar con 707 observaciones. Los participantes pertenecen a 34 comunas del Gran Santiago (la Figura 1 muestra las municipalidades analizadas y su Índice de Calidad de Vida Urbana). Debido al número de observaciones disponibles, que además es muy distinto entre los diferentes municipios, no fue posible desarrollar una estratificación por comuna. Sucesivamente, se calcularon las correlaciones entre las variables y luego entre los ítems que las componen. El último paso consistió en una regresión lineal de las variables.
Instrumentos
La encuesta se utilizó para componer las variables relacionadas con la actitud hacia el barrio y la participación ciudadana, estructuradas en las siguientes variables (véase tabla 1): actitud hacia el barrio, calidad del barrio, participación cívica y participación política. La actitud hacia el barrio se compone de cuatro ítems: capital social (pregunta: ¿Cuánto confía usted en sus vecinos?; respuestas de 1 a 5, donde 1 es "muy poco" y 5 es "mucho"); sentido de pertenencia (preguntas: grado de acuerdo - Este es el barrio ideal para mí, Me siento integrado en este barrio, Me identifico con la gente de este barrio, Este barrio es parte de mí; respuestas de 1 a 5, donde 1 es "muy poco" y 5 es "mucho"); sociabilidad en el barrio (preguntas: grado de acuerdo - En este barrio es fácil hacer amigos; La gente en este barrio es sociable; La gente en este barrio es cordial; La gente en este barrio es colaboradora; respuestas de 1 a 5, donde 1 es "muy poco" y 5 es "mucho"); calidad percibida del barrio (preguntas: grado de satisfacción - conectividad; proximidad al lugar de actividad principal; proximidad a colegios de buena calidad; proximidad a áreas de comercio).
Variable | Subdimensión | Ítem (pregunta encuesta Elsoc) | a Cronbach |
---|---|---|---|
Actitud hacia el barrio | ,826 | ||
Capital social | Cuánto confía usted en sus vecinos | - | |
Sentido de pertenencia | Grado de acuerdo: este es el barrio ideal para mi | ,852 | |
Grado de acuerdo: me siento integrado en este barrio | |||
Grado de acuerdo: me identifico con la gente de este barrio | |||
Grado de acuerdo: este barrio es parte de mi | |||
Sociabilidad en el barrio | Grado de acuerdo: en este barrio es fácil hacer amigos | ,813 | |
Grado de acuerdo: la gente en este barrio es sociable | |||
Grado de acuerdo: la gente en este barrio es cordial | |||
Grado de acuerdo: la gente en este barrio es colaboradora | |||
Calidad percibida del barrio | Grado de satisfacción: conectividad | ,875 | |
Grado de satisfacción: proximidad al lugar de actividad principal | |||
Grado de satisfacción: proximidad a colegios de buena calidad | |||
Grado de satisfacción: proximidad a áreas de comercio | |||
Calidad del barrio | Índice de Calidad de Vida Urbana (ICVU) | ||
Participación cívica | ,563 | ||
Participación cívica | Frecuencia: asistió a reunión sobre temas públicos o comunitarios | ,577 | |
Frecuencia: firma carta o petición apoyando a causa | |||
Frecuencia: asiste a marcha o manifestación pacífica | |||
Frecuencia: usa redes sociales para opinar en temas públicos | |||
Membresía cívica | Membresía: junta de vecinos u otra organización vecinal | - | |
Participación política | ,672 | ||
Participación electoral | Participación electoral retrospectiva | ||
Membresía política | Membresía: partido o movimiento político |
Fuente: elaboración propia sobre datos del Centro de Estudios de Conflicto y Cohesión Social de Chile (2018)
La calidad del barrio se compone del puntaje que el Índice de Calidad de Vida Urbana (ICVU) atribuye a cada comuna. El ICVU mide la calidad de las ciudades chilenas a través de un índice que sintetiza las condiciones de vivienda y entorno, salud y medioam-biente, condiciones socioculturales, ambiente de negocios, condición laboral, conectividad y movilidad (Observatorio de Ciudades, 2018). El índice da un puntaje a cada comuna y las clasifica en tres rangos: superior, promedio e inferior. La participación cívica se compone de dos ítems: participación cívica (preguntas: frecuencia - asistió a reunión sobre temas públicos o comunitarios, firma carta o petición apoyando a causa, asiste a marcha o manifestación pacífica, usa redes sociales para opinar en temas públicos; respuestas de 1 a 5, donde 1 es "nunca" y 5 es "muy frecuentemente"; para la asistencia en reuniones, las respuestas posibles son "nunca", "una o dos veces", "más de dos veces") y membresía cívica (pregunta: membresía - junta de vecinos u otra organización vecinal; las respuestas posibles son "no es miembro", "miembro inactivo", "miembro activo"). La participación política se compone de dos ítems: participación electoral (pregunta: participación electoral retrospectiva; las respuestas posibles son "sí", "no", "no tenía edad para hacerlo") y membresía política (pregunta: membresía - partido o movimiento político; las respuestas posibles son "no es miembro", "miembro inactivo", "miembro activo"). Tal como está detallado en la Tabla 1, el índice de fiabilidad de las variables es satisfactorio (entre .875 y .563).
Para cada observación se calculó el valor de los ítems (haciendo el promedio de cada subdimensión) y después, el promedio de los ítems permitió calcular el valor de cada variable. Cada observación fue asociada a la comuna de residencia de la persona encuestada, asociándole también el puntaje referido al ICVU.
Estrategia analítica
El presente estudio analizó primero descriptivamente los datos, para después analizar las asociaciones de las variables utilizando el coeficiente de correlación de Pearson (Cohen, 1988). Finalmente, gracias al análisis de regresiones lineares, se identificó el valor predictivo de las variables independientes (percepción social y espacial del barrio) sobre las variables dependientes (participación cívica y política).
Resultados
Resultados descriptivos
La actitud hacia el barrio en Santiago. La actitud hacia el barrio en Santiago muestra una cierta vinculación entre los habitantes y el entorno más próximo en que viven, privilegiando más la dimensión espacial que la dimensión social de su barrio (Tabla 2). En la dimensión social, se observa una cierta brecha entre la sociabilidad en el barrio y el capital social. Los encuestados tienden a reconocer como cordial y sociable la gente de su barrio, definiéndola también como colaboradora; en menor medida, declaran que en su barrio es fácil hacerse amigos. El capital social, aquí expresado en términos de confianza en los vecinos, muestra mayor fragmentación: si bien el 44,3% declara confiar bastante o mucho en sus vecinos, casi un tercio de los encuestados confía poco o muy poco en ellos. Sin embargo, emerge una tendencia a identificarse con el barrio en que se vive, más como lugar que como comunidad. Esta se acompaña por cierta satisfacción por el componente espacial del barrio, sobre todo en términos de las oportunidades que ofrece para llegar a otros lugares de la ciudad y otras oportunidades específicas (trabajo, educación y comercio): el barrio emerge entonces como un anclaje fundamental que permite participar de la vida urbana, gracias a las relaciones que facilita con otros lugares.
Variable | Subdimensión | Item (pregunta encuesta Elsoc) | ||||||
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N | Muy poco | Poco | Algo | Bastante | Mucho | |||
Actitud hacia el barrio | Capital social | Cuanto confía usted en sus vecinos | 699 | 93 (13,3%) | 116 (16,4%) | 177 (25%) | 244 (34,5%) | 69 (9,8%) |
Sentido de pertenencia | Grado de acuerdo: este es el barrio ideal para mi | 706 | 31 (4,4%) | 128 (18,1%) | 102 (14,4%) | 353 (49,9%) | 92 (13%) | |
Grado de acuerdo: me siento integrado en este barrio | 706 | 26 (3,7%) | 123 (17,4%) | 93 (13,2%) | 387 (54,7%) | 77 (10,9%) | ||
Grado de acuerdo: me identifico con la gente de este barrio | 705 | 26 (3,7%) | 139 (19,7%) | 121 (17,1%) | 353 (49,9%) | 66 (9,3%) | ||
Grado de acuerdo: este barrio es parte de mi | 707 | 27 (3,8%) | 117 (16,5%) | 95 (13,4%) | 375 (53%) | 93 (13,2%) | ||
Sociabilidad en el barrio | Grado de acuerdo: en este barrio es fácil hacer amigos | 703 | 34 (4,8%) | 189 (26,7%) | 156 (22,1%) | 287 (40,6%) | 37 (5,2%) | |
Grado de acuerdo: la gente en este barrio es sociable | 703 | 19 (2,7%) | 113 (16%) | 137 (19,4%) | 391 (55,3%) | 43 (6,1%) | ||
Grado de acuerdo: la gente en este barrio es cordial | 706 | 15 (2,1%) | 103 (14,6%) | 153 (21,6%) | 397 (56,2%) | 38 (5,4%) | ||
Grado de acuerdo: la gente en este barrio es colaboradora | 696 | 20 (2,8%) | 130 (18,4%) | 158 (22,3%) | 334 (47,2%) | 54 (7,6%) | ||
Calidad percibida del barrio | Grado de satisfacción: conectividad | 707 | 18 (2,5%) | 104 (14,7%) | 64 (9,1%) | 464 (65,6%) | 57 (8,1%) | |
Grado de satisfacción: proximidad al lugar de actividad principal | 692 | 26 (3,7%) | 136 (19,2%) | 77 (10,9%) | 405 (57,3%) | 48 (6,8%) | ||
Grado de satisfacción: proximidad a colegios de buena calidad | 695 | 18 (2,5%) | 96 (13,6%) | 69 (9,8%) | 455 (64,4%) | 57 (8,1%) | ||
Grado de satisfacción: proximidad a áreas de comercio | 707 | 8 (1,1%) | 74 (10,5%) | 42 (5,9%) | 494 (69,9%) | 89 (12,6%) |
Fuente: elaboración propia sobre datos del Centro de Estudios de Conflicto y Cohesión Social de Chile (2018)
La participación ciudadana en Santiago. Se observa la prevalencia y los niveles medios de participación ciudadana en Santiago (Tabla 3). Aunque la muestra analizada tenga límites de representatividad, la tendencia a no participar parece ser una constante entre distintas formas de participación cívica y política. Más del 60% de los encuestados declara no firmar nunca peticiones ni opinar en temas públicos a través de redes sociales; en ambos casos, se trata de formas de participación que podrían ser utilizadas en relación con temas de escala barrial como también para temas más generales. Un porcentaje aún más bajo participa en marchas, aunque sería interesante relevar el mismo dato después de la movilización social de octubre de 2019. En temas de participación política, en la encuesta emerge una tendencia más alta a participar en elecciones de la que se registra en las votaciones. En la encuesta, el 63,5% de los encuestados declara haber participado en la última elección; si se consideran las votaciones del 2013 (para presidencia, parlamento y consejo regional), la región Metropolitana de Santiago tuvo una tasa de participación del 49% (PNUD, 2017). La comuna más pobre de la región tuvo la participación más baja (La Pintana, 40%), mientras que la comuna más rica tuvo la participación más alta (Vitacura, 67%).
Variable | Subdimensión | Item (pregunta encuesta Elsoc) | ||||||
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N | Nunca | Casi nunca | A veces | Frecuentemente | Muy frecuentemente | |||
Participación cívica | Frecuencia: asistió a reunión sobre temas públicos o comunitarios | 706 | 429 (60,7%) | 147* (20,8%) * Lo hizo una o dos veces | 130* (18,4%) * Lo hizo más de dos veces | |||
Frecuencia: firma carta o petición apoyando a causa | 705 | 446 (63,1%) | 84 (11,9%) | 131 (18,5%) | 36 (5,1%) | 8 (1,1%) | ||
Frecuencia: asiste a marcha o manifestación pacifica | 707 | 553 (78,2%) | 57 (8,1%) | 71 (10%) | 21 (3%) | 5 (0,7%) | ||
Frecuencia: usa redes sociales para opinar en temas públicos | 705 | 457 (64,6%) | 46 (6,5%) | 97 (13,7%) | 76 (10,7%) | 29 (4,1%) | ||
Membresía cívica | Membresía: junta de vecinos u otra organización vecinal | 706 | 532* (75,2%) * No es miembro | 74* (10,5%) * Miembro inactivo | 100* (14,1%) * Miembro activo | |||
Participación política | Participación electoral | Participación electoral retrospectiva | 694 | 245* (34,7%) * No | 446* (63,5%) * Sí | |||
Membresía política | Membresía: partido o movimiento político | 705 | 671* (94,9%) * No es miembro | 21* (3%) * Miembro inactivo | 13* (1,8%) * Miembro activo |
Fuente: elaboración propia sobre datos del Centro de Estudios de Conflicto y Cohesión Social de Chile (2018)
Dos formas de participación parecen estar vinculadas directamente con la escala del barrio: la participación en reuniones sobre temas comunitarios y la membresía en una junta de vecinos. La mayoría de los encuestados declara no haber participado nunca en reuniones sobre temas comunitarios (60,5%), consideradas como una actividad esporádica. Un porcentaje aún más alto (75,2%) declara no participar en una junta de vecinos, que en Chile es una organización comunitaria que representa a quienes viven en un mismo barrio y tiene una forma más estructurada de participación. Entre los encuestados sólo el 14,1% declara ser miembro activo de este tipo de organización.
Resultados de las correlaciones: actitud hacia el barrio y participación ciudadana
En la ciudad de Santiago, observamos una correlación entre la actitud hacia el propio barrio y la participación ciudadana. La actitud hacia el barrio se correlaciona significativamente con las otras tres variables de este estudio (Tabla 4a): la calidad del barrio y la participación tanto cívica como política. Estos datos confirman que la disposición de una persona a comprometerse con su comunidad se relaciona con la percepción del entorno en que vive. La calidad del barrio en sí se asocia de modo significativo, aunque de manera débil, a la participación política. Cabe destacar que en el ICVU la participación ciudadana es uno de los elementos considerados para definir las condiciones socioculturales de una comuna. Por último, también se observa una correlación significativa entre la actitud hacia el barrio y la calidad de vida medida por el ICVU.
Fuente: elaboración propia sobre datos del Centro de Estudios de Conflicto y Cohesión Social de Chile (2018)
Sin embargo, si observamos los subdimensiones de las variables de interés, percibimos que la actitud hacia el barrio y sus componentes se asocian de manera distinta a las diversas formas de participación (tabla 4b). De los cuatro elementos indicadores de la actitud hacia el barrio - capital social, sociabilidad, sentido de pertenencia, calidad percibida - solo la calidad percibida tiene una correlación significativa con la participación cívica. La participación política muestra una realidad diferente. Solo el capital social y el sentido de pertenencia en un barrio, en menor medida, tienen una correlación significativa con la participación electoral.
Resultados de las regresiones lineales
El análisis de regresión lineal evidencia que la actitud hacia el barrio es un predictor de participación cívica ((β = .13, p > .01) y, en menor medida de participación política ((β = .05, p > .01). La calidad del barrio, representada por el ICVU, no es predictiva de la participación cívica ni política.
Discusión
Hay una percepción extendida sobre las democracias y su dependencia a la participación y comprometida de sus ciudadanos. En el presente estudio se examinó el rol de la dimensión espacial y social del barrio en la predicción de la participación ciudadana (cívica y política). Nuestros resultados proporcionaron evidencias de cuánto, en primer lugar, la dimensión social del barrio (sentido de pertenencia, capital social y sociabilidad) es un antecedente de la participación cívica, y, en segundo lugar, de la participación política. Es decir, los ciudadanos de Santiago de Chile que experimentan un mayor sentido de pertenencia con su entorno próximo y sus vecinos, estarán en mejores condiciones para participar activamente en acciones ciudadanas colectivas. El presente estudio representa a nuestro entender el primer aporte empírico acerca del rol específico de las dimensiones sociales y espaciales del barrio como antecedentes de la participación tanto cívica como política.
Los resultados muestran que el sentido de comunidad termina actuando como catalizador de la participación. Incide tanto en la percepción del entorno construido como también en las relaciones sociales de una persona. Cabe destacar que por participación cívica entendemos formas diferentes de involucrarse con la sociedad: si bien algunas tienen una relación más directa con el barrio (como la asistencia a reuniones sobre temas públicos o comunitarios), otras no necesariamente están vinculadas al entorno más cercano de una persona (como la firma de peticiones, la asistencia a marchas y el uso de redes sociales para opinar en temas públicos). Esta brecha entre formas locales o más amplias de participación no aparece si consideramos la membresía en juntas de vecinos u otras organizaciones vecinales. Considerando las correlaciones positivas con los cuatro elementos que constituyen la actitud hacia el barrio, aparece que la participación en alguna organización local está relacionada con sentirse parte del entorno en que se vive, con percibirlo positivamente y con tener relaciones con quienes lo habitan. En cuanto a la participación política, los resultados parecen en línea con otros trabajos que, también en el contexto latinoamericano, han vinculado el capital social y la participación cívica con mayores niveles de participación política (Klesner, 2007). También la calidad del barrio, representada por el ICVU, tiene correlación con la participación en las elecciones. Dicha calidad refleja, el vínculo ya considerado en el contexto chileno, entre ingreso y participación electoral
Finalmente, el rol de las juntas de vecinos - las organizaciones que más están vinculadas a la escala barrial - requeriría un análisis más detallado que no es posible desarrollar aquí, a pesar de su relevancia para el tema de la participación a la escala barrial. Históricamente las juntas de vecinos han desempeñado un rol clave: se consideran objeto de competencia electoral en los años precedentes a la dictadura (Vanderschueren, 1971), y después, son damnificadas por la desmovilización política implementada en el régimen militar (Remmer, 1980). Con el retorno de la democracia, se han restablecido las juntas de vecinos, aunque en un contexto diferente - tanto por los reducidos niveles de participación ciudadana como también por contextos urbanos cada vez menos anclados a lo barrial. Considerando la baja participación en estas organizaciones vecinales, sería relevante observar si los territorios analizados y la edad de los miembros activos determinan diferencias en su funcionamiento.
Límites del estudio
El trabajo presentado es una primera aproximación al rol que la actitud hacia el barrio juega en relación con la participación ciudadana. Se ha utilizado una fuente interseccional que a futuro debería considerar una perspectiva longitudinal para captar el dinamismo de la influencia del barrio en la participación ciudadana. Además, como se menciona, para la ciudad de Santiago la encuesta ELSOC cuenta con 707 observaciones, que se distribuyen de manera desigual entre las varias comunas que componen la ciudad; adicionalmente, el análisis no permite asociar las observaciones a los barrios en que viven los encuestados. Un estudio más profundo podría desarrollar preguntas similares, pero a una escala territorial más pequeña, tratando de capturar con métodos mixtos las características de distintos entornos barriales. También podrían ser relevantes casos de estudios sobre la participación en diferentes barrios, caracterizados o no por la presencia de experiencias de participación.
A pesar de estas limitaciones, no dudamos de las implicancias de estos resultados. Se han identificado factores asociados y predictivos a la participación cívica activa que provienen del entorno cercano, como es el barrio. Para favorecer la generalización de este involucramiento a esferas más amplias y colectivas de participación cívica y política, podrían diseñarse futuras intervenciones dirigidas a fomentar un mayor sentido de pertenencia, a acrecentar el capital social barrial y a favorecer más actividades de socialización en los entornos de vecinos.
Conclusiones
En el caso de Santiago de Chile, la actitud de una persona hacia el barrio en que vive es un predictor de su participación, sobre todo en formas de participación ciudadana. La percepción barrial, tanto en sus elementos sociales (capital social, sentido de pertenencia, sociabilidad) como en los elementos espaciales (calidad percibida), se vincula de diferentes maneras con la participación: la relación más fuerte es con la participación en organizaciones vecinales. Sin embargo, tomar parte en iniciativas de participación cívica y votar en elecciones, son acciones positivamente influenciados por la actitud hacia el barrio. Los datos analizados parecen mostrar que el vínculo de los encuestados con el entorno en que viven no se ha debilitado, a pesar de la expansión de la metrópolis y de los crecientes niveles de movilidad de una ciudad como Santiago.
La naturaleza exploratoria del estudio abre caminos para profundizar en el análisis de la relación entre barrios, actitudes ciudadanas y participación tanto en el contexto santiaguino como también en otros territorios. La escala del barrio puede ser relevante para observar en qué medida el entorno en que viven las personas determina cierto sentido de pertenencia y de qué manera puede contribuir a distintas formas de participación. En este sentido, sería posible analizar los diferentes espacios geográficos de contextos barriales urbanos y contemporáneos, así como la segregación que hacen de Santiago una "ciudad trizada" (Márquez, 2017): por ejemplo, barrios históricos y nuevos condominios cerrados en zonas periurbanas, zonas con recientes proyectos de densificación y áreas con altos niveles de migración.
A pesar de la tendencia a no participar, evidenciada en varios trabajos académicos sobre Chile y confirmada también en nuestro análisis, sería relevante profundizar el estudio sobre la participación y sus características. Un primer elemento de interés es la posible comparación entre los niveles de participación pre- y post- octubre de 2019, cuando las fuertes movilizaciones sociales a lo largo de Chile originaron las más grandes manifestaciones de protesta desde el retorno de la democracia en el país. Un segundo elemento de interés es la posibilidad de considerar más formas de participación cívica y política de las que se reportan en los datos analizados. En este sentido, tres elementos podrían ser relevantes. Primero, incluir más formas de participación establecidas ( no solo en juntas de vecinos, también en centros de madres, en clubes de adultos mayores, entre otras) y emergentes (congregaciones religiosas evangélicas, colectivos y agrupaciones musicales). Segundo, observar eventuales diferencias entre formas de participación cívica establecidas y emergentes. Tercero, analizar posibles diferencias entre formas de participación cívicas más vinculadas al barrio (por ejemplo, una asociación vecinal) o a la dimensión urbana (por ejemplo, colectivos de ciclistas).
Los resultados del trabajo muestran también el potencial para nuevos espacios de "aprendizaje cívico", que a través del barrio y su percepción puedan fomentar la participación ciudadana. Una primera posibilidad es utilizar la actitud hacia el barrio como herramienta para fortalecer la cohesión de las comunidades, y los lazos que vinculan a las personas con el entorno en que viven; por ejemplo, programas sobre la historia local han demostrado fortalecer el sentido de pertenencia y, consecuentemente, la participación cívica y el capital social del contexto intervenido (Stefaniak et al., 2017). Una segunda posibilidad es tomar la actitud hacia el barrio como objeto de intervención para mejorarla; por ejemplo, el trabajo sobre las actitudes de los estudiantes puede ser el paso previo a iniciativas que les impliquen enfrentar algunas necesidades del entorno en que se encuentra su establecimiento educacional (Luengo Kanacri & Jiménez-Moya, 2017).
En definitiva, la evolución del territorio y de la participación en los contextos urbanos contemporáneos determina diferentes tensiones, que en Santiago parecen agudizarse. La expansión de las metrópolis y su segregación, fenómenos que caracterizan especialmente el contexto latinoamericano, aparentemente debilitan el barrio como entidad tradicional más pequeña de la ciudad. Así mismo, se observa una cierta vinculación de los habitantes con los entornos en que viven. Respecto a los niveles de participación tienden a bajar y a confirmar una tendencia pluridecenal de debilitamiento de la ciudadanía activa; sin embargo, experiencias barriales y nuevas movilizaciones sociales parecen reflejar un nuevo interés en diferentes formas de participación ciudadana. El análisis exploratorio que propusimos es un primer acercamiento a estas tensiones, que abren importantes espacios de investigación y acción en barrios y ciudades.