SciELO - Scientific Electronic Library Online

 
 issue18Entrevista con Rosa Margarita Vargas de RoaColección Urna Centenaria. Catálogo e índices author indexsubject indexarticles search
Home Pagealphabetic serial listing  

Services on Demand

Journal

Article

Indicators

Related links

  • On index processCited by Google
  • Have no similar articlesSimilars in SciELO
  • On index processSimilars in Google

Share


Trabajo social

On-line version ISSN 2256-5493

Trab. soc.  no.18 Bogotá Dec. 2016

 

Reseñas

La investigación en el trabajo social contemporáneo

ANA MARCELA BUENO* 

* Docente investigadora Programa de Trabajo Social Universidad de La Salle, Bogotá, Colombia

Falla Ramírez, Uva. Bogotá: Universidad Colegio Mayor de Cundinamarca, 2014. 160p.


Este documento es el fruto de una investigación desarrollada por la autora, que se centró en comprender y reconocer el sentido de la investigación social en el Trabajo Social, para lo cual considera la perspectiva de docentes y profesionales sobre las tendencias formativas y las concepciones que se tienen sobre esta disciplina. Los elementos centrales del documento son aportes relevantes para quienes se interesan por la investigación, pero además para quienes pertenecen al gremio académico y profesional en general.

Inicialmente, la autora se refiere al hecho de que la necesidad de indagar por los fenómenos sociales que rodean la intervención en Trabajo Social no es un asunto de reciente interés, este se acerca al nacimiento mismo de la disciplina, con los planteamientos de Mary Richmond, quien manifestaba que para hacer Trabajo Social era necesario hacer investigación. En este marco, Falla manifiesta que al no desarrollarse investigación, se corre el riesgo del estancamiento disciplinar y por ende no hay producción bibliográfica, lo que resulta en una falta de reconocimiento social, escaso posicionamiento académico y profesionales subalternos. Esto deja ver que hace falta estudio sobre las situaciones que ameritan ser abordadas para profundizar la realidad social, pues le da base al desarrollo de las intervenciones desde el Trabajo Social.

Por otro lado, afirma que la universidad tiene un papel determinante en la generación de conocimiento, no solamente en el Trabajo Social, sino en general para las ciencias. En el marco de nuestra profesión, dice Falla, la universidad centra su atención en lo profesional, es decir, en el ejercicio, lo que perpetúa el imaginario de que solo hacemos, y, a partir de esta consideración, la investigación no es considerada parte del ejercicio.

En este sentido, se hace un llamado a socializar los resultados de las investigaciones, puesto que en muchas ocasiones, la razón por la que no se produce conocimiento en Trabajo Social se debe a que no se comparte lo que se escribe, razón por la cual, fácilmente pueden repetirse estudios que ya están realizados o se indagan como nuevos asuntos de los que ya se ha discutido. Por lo anterior, la socialización de las investigaciones debe ser un compromiso tanto de quienes investigan como de las instituciones que promueven las investigaciones y ello requiere de compromiso político.

Al igual que a otros autores, a Falla le preocupa la falta de reflexión, pues manifiesta que en la acción no se hace un proceso epistemológico que aporte a fundamentar y a dar coherencia teórica y metodológica a los procesos que se adelantan, aun cuando se conoce el escenario en el cual se ejerce la profesión, la realidad social, el actor principal y el sujeto que interactúa en esta. Este elemento es clave en términos éticos, pues no debemos dejar de lado que quien nos debe mover desde todo punto de vista es el sujeto y sus condiciones de vida; si abogamos por la defensa de sus derechos, por un mejoramiento de su calidad de vida, por el cambio social, debe motivarnos que las acciones que desarrollemos, y con mayor razón desde el ámbito investigativo, estén centradas en el sujeto, mientras se mantiene la atención en no confundirlo con el objeto, pues si bien se relacionan, uno no es el otro.

Otro elemento significativo de la discusión planteada por Falla hace referencia a la formación investigativa y para ello inicia su disertación acercándose a la historia del Trabajo Social, la cual es clave para reconocernos desde el origen y hacia su proyección, pues con este reconocimiento identificamos que el desarrollo de la disciplina ha tenido que pasar de una profesión centrada en el hacer para avanzar hacia el afianzamiento de la cualificación y con ello pensarse la generación de conocimiento. Esto significa, en palabras de la autora, que la profesionalización fue un proceso en el que se generó un esfuerzo por cualificar las prácticas caritativas de las Organizaciones Sociales de la Caridad (COS, por sus siglas en inglés), las que se reconocen como caridad científica, lo cual pone en primer plano la investigación sobre las técnicas de evaluación de los pobres. Era la necesidad de profundizar en los casos para el ejercicio de la ayuda. En este marco, la autora reconoce que la disciplina no puede entenderse sin reconocer a figuras como Mary Richmond y Jane Adams, ambas cercanas a la Escuela de Sociología de Chicago y además quienes retoman el pragmatismo y el interaccionismo simbólico para dar bases teóricas y filosóficas al Trabajo Social. Desde este horizonte, la discusión de la autora hace referencia a lo que implica la relación del Trabajo Social con el conocimiento, considerando la dicotomía existente entre la relación disciplina-profesión, la separación teoría/práctica y el énfasis pragmático que nos caracteriza.

Sin embargo, algunas de las dificultades por las que la autora considera que no se desarrolla la investigación en Trabajo Social tienen que ver con la concepción que se tiene de estas y, por ende, el poco apoyo que se le asigna. Por lo anterior, un elemento de gran preocupación para Falla es la formación, pues considera que esta es un acto pedagógico que se convierte en un proceso que va más allá del ejercicio esquemático de la enseñanza-aprendizaje, implica una concepción de país, individuo, ciudadano y un modelo de sociedad. La autora sugiere pensar en procesos que propendan por el desarrollo de una actitud investigativa que privilegien la pregunta y la problematización como elementos fundamentales de la formación.

Además, Falla considera que existen algunas tendencias en los desarrollos investigativos que se han consolidado en el Trabajo Social. La primera de ellas se refiere a la vertiente clásica de la disciplina, seguida de la corriente comprensiva y de la crítica. Propone pensarse como retos para asumir la investigación en Trabajo Social: el espíritu crítico, la responsabilidad con la teoría, el debate en torno a la disciplina y la posibilidad de consolidar líneas de investigación, lo que implica el cultivo progresivo de la investigación docente durante un tiempo significativo.

Como conclusión, se reitera el compromiso que tenemos las instituciones y por ende quienes estamos en los procesos formativos, pues el llamado final es sobre el papel que juega la academia en términos de la función investigativa en una sociedad tan compleja como lo es nuestro país. Como apuesta, Falla ha asumido que este campo de la investigación es un área en la que se pueden fortalecer comprensiones sobre lo social. En este nos hace un llamado como docentes y profesionales en formación sobre la importancia de la disciplina y la constancia para la educación, lo cual redundará en profesionales interesados por un mundo mejor, lo que requiere no solamente de ganas, sino de bases sólidas para saber lo que realmente requiere este mundo.

Creative Commons License Este es un artículo publicado en acceso abierto bajo una licencia Creative Commons