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Colombian Journal of Anestesiology

versión impresa ISSN 0120-3347versión On-line ISSN 2256-2087

Rev. colomb. anestesiol. vol.49 no.2 Bogotá abr./jun. 2021  Epub 30-Mayo-2021

https://doi.org/10.5554/22562087.e945 

REVISIÓN NARRATIVA

Vía aérea pediátrica: ¿Hay novedades en su abordaje y tratamiento?

Daniel Rivera-Tocancipáa  b  c  * 
http://orcid.org/0000-0002-7882-4048

a Posgrado en Anestesiología, Universidad Surcolombiana. Neiva, Colombia.

b Servicio de Anestesiología, Hospital Universitario Hernando Moncaleano Perdomo. Neiva, Colombia.

c Servicio de Anestesiología, Clínica Emcosalud. Neiva, Colombia.


Resumen

Los pacientes en extremos de la vida sometidos a anestesia tienen la más alta morbimortalidad perioperatoria. Los niños se complican principalmente por eventos derivados del manejo de la vía aérea pediátrica (VAP), como dificultad en su abordaje, laringoespasmo, broncoespasmo e hipoxemia severa, que pueden terminar en paro cardiaco, déficit neurológico o muerte. En los últimos años se han informado y retomado aspectos que cambian la práctica clínica sobre la VAP Esta revisión narrativa de la literatura busca concretar y resumir estos hallazgos sobre la primera causa de morbimortalidad en anestesia pediátrica y enfatizar en lo que los anestesiólogos deben conocer, con base en los informes científicos que vienen cambiando la práctica anestésica pediátrica.

Esta revisión busca identificar las conductas "nuevas" y concretas que han surgido en los últimos 10 años, y que ayudan a disminuir las complicaciones derivadas del manejo de la VAP Se señalan y describen al menos nueve conductas agrupadas en 4 bloques: Evaluación, técnicas de abordaje, dispositivos y algoritmos. Actualmente se cuenta con prácticamente todos los dispositivos de adultos para el manejo de la VAP y con consideraciones específicas se puede mejorar la calidad de la atención y reducir la morbimortalidad anestésica en pediatría.

Palabras clave: Manejo de la vía aérea; pediatría; algoritmos; anestesia pediátrica; complicaciones; dispositivos

Abstract

Perioperative morbidity and mortality are high among patients in the extremes of life undergoing anesthesia. Complications in children occur mainly as a result of airway management-related events such as difficult approach, laryngospasm, bronchospasm and severe hypoxemia, which may result in cardiac arrest, neurological deficit or death. Reports and new considerations that have changed clinical practice in pediatric airway management have emerged in recent years. This narrative literature review seeks to summarize and detail the findings on the primary cause of morbidity and mortality in pediatric anesthesia and to highlight those things that anesthetists need to be aware of, according to the scientific reports that have been changing practice in pediatric anesthesia.

This review focuses on the identification of "new" and specific practices that have emerged over the past 10 years and have helped reduce complications associated with pediatric airway management. At least 9 practices grouped into 4 groups are described: assessment, approach techniques, devices, and algorithms. The same devices used in adults are essentially all available for the management of the pediatric airway, and anesthesia-related morbidity and mortality can be reduced through improved quality of care in pediatrics.

Key words: Airway management; pediatrics; algorithms; pediatric anesthesia; complications; devices

¿Que sabemos a cerca de la vía aérea pediátrica?

  • La dificultad en su manejo es la principal causa de morbimortalidad en anestesia pediátrica.

  • La anestesia en los extremos de la vida tiene la mayor morbimortalidad perioperatoria.

  • El anestesiólogo general se enfrenta ocasionalmente a la vía aérea pediátrica y su complicación puede llevar a paro cardiaco, déficit neurológico o muerte.

¿Qué aporta esta revisión?

  • Se describen nueve alternativas que facilitan el manejo exitoso de la vía aérea pediátrica y son poco conocidas y difundidas.

  • Conociendo los dispositivos y técnicas adecuadas e incorporándolas a la actividad del anestesiólogo, se puede mejorar la calidad de la atención y disminuir la morbimortalidad perioperatoria de niños sometidos a anestesia.

INTRODUCCIÓN

Estudios que evalúan la morbimortalidad del paciente pediátrico muestran tres causas principales 1-3. Primera, complicaciones respiratorias derivadas del manejo de la vía aérea pediátrica (VAP) -abordaje, laringoespasmo, broncoespasmo e hipoxemia aguda- que pueden llevar al paro cardiaco con déficit neurológico o muerte. Segunda, las complicaciones hemodinámicas -hipotensión y bradicardia-. Tercera, los errores en la medicación. A través del tiempo se han informado y retomado algunos aspectos que cambian la práctica clínica sobre la VAP (Figura 1). Esta revisión de la literatura busca concretar y resumir estos hallazgos sobre la primera causa de morbimortalidad en anestesia pediátrica y enfatizar en lo que los anestesiólogos deben conocer, con base en los informes científicos que vienen cambiando la práctica anestésica pediátrica (Tabla 1).

Desde 1950 hasta 2020. ECMO: Oxigenación con membrana extracorpórea; EXIT: Tratamiento extrauterino intraparto; FBC: Fibrobroncoscopio; VADP: Vía aérea difícil pediátrica; VAP: Vía aérea pediátrica; US: Ultrasonografía. FUENTE: Autor.

FIGURE 1 Relación temporal de aportes para manejo de la vía aérea pediátrica. 

TABLA 1 Vía aérea pediátrica: ¿Qué hay de nuevo? 

1. Evaluación de la VAP

  • 1.1 Clasificación

  • 1.2 Nueva anatomía

  • 1.3 Ultrasonografía

2. Técnicas de abordaje

  • 2.1 Oxigenación apneica

  • 2.2 Oxigenación extra-corpórea ECMO

  • 2.3 Intubación EXIT fetal

3. Dispositivos

  • 3.1 Básicos de primera línea

  • 3.2 Para intubar

  • · Laringoscopios

  • · Supraglóticos

  • · Fibrobroncoscopios

  • 3.3 Accesos quirúrgicos en la región anterior del cuello (FONA)

4. Algoritmos

  • 4.1 Aspectos diferentes al adulto

  • 4.2 Protocolo Vórtex 4.3 Consideraciones en

  • pandemia Covid-19

ECMO: Extracorporeal membrane oxygenation; EXIT: Ex uteri intrapartum treatment.

FUENTE: Autor.

EVALUACIÓN DE LA VÍA AÉREA PEDIÁTRICA (VAP)

Tres aspectos sobresalen recientemente: clasificación de la VAP, cambios anatómicos y la introducción de la ultrasonografía.

Clasificación de la vía aérea pediátrica

Los predictores de adulto (Mallampati, distancia tiromentoniana, apertura oral, etc.) no son aplicables a pediatría, puesto que las medidas absolutas varían en relación con el crecimiento. La clasificación de Mallampati es válida para niños mayores de 5 años de edad 4. Para pediatría se propone, desde el inicio de la década del 20105-7, una clasificación basada en tres aspectos:

  • Antecedentes. Se consideran las experiencias previas de abordaje a la vía aérea. Los antecedentes de dificultad en su manejo se asocian con alta sensibilidad y especificidad para diagnosticar una vía aérea difícil (VAD); traqueostomía, intubaciones prolongadas y disfonías postextubaciones alertan sobre posibles dificultades en el manejo.

  • Alteraciones fisiológicas. Las afecciones gripales activas o en las últimas tres semanas; los antecedentes de epiglotitis, broncoespasmo, rinitis, síndrome de apnea obstructiva del sueño, hipertrofia de adenoides o hipertrofia de amígdalas se asocian a VAD. Los pacientes con VAP aparentemente normal pueden presentar complicaciones como laringoespasmo y broncoespasmo que rápidamente llevan a desaturación arterial y obligan a implementar estrategias de manejo adecuadas e inmediatas.

  • Alteraciones anatómicas. Alteraciones del macizo facial inferior, la implantación baja de las orejas, la limitada movilidad del cuello y la incapacidad para abrir la boca al menos la distancia equivalente a 3 dedos de la mano del niño, se asocian a VAD. En niños colaboradores, la incapacidad para que el maxilar inferior sobrepase al superior (imposibilidad de morderse el labio superior con los dientes inferiores) es un hallazgo asociado a VAD. Hay relación del aumento del índice de masa corporal (obesidad) con mayores complicaciones respiratorias perioperatorias 8.

Con estos tres aspectos la VAP se clasifica así:

  • Vía aérea difícil anticipada. Paciente con alteraciones anatómicas o antecedentes claros de VAD. Ejemplos: Los síndromes dismórficos, como el Pierre Robin. Estos niños se deben remitir a centros de referencia en anestesia pediátrica con personal experto y recursos especiales disponibles.

  • Vía aérea alterada o sospechosa. Paciente sin alteraciones anatómicas, pero con alteraciones fisiológicas respiratorias o con antecedentes de manipulación prolongada de la vía aérea. Ejemplo: intubación en UCI, antecedentes de traqueostomía o niño con episodio gripal. Estos niños pueden ser manejados por anestesiólogos generales, cuando se dispone en el servicio de apoyo de expertos en anestesia pediátrica.

  • Vía aérea normal. Paciente sin antecedentes, ni alteraciones anatómicas o fisiológicas, que puede ser manejado por anestesiólogos generales. Un porcentaje extremadamente bajo de estos niños puede presentar una VAD no anticipada.

Anatomía de la vía aérea pediátrica

Son claras las diferencias anatómicas de la vía aérea entre niños y adultos. Anteriormente, la forma de la laringe en niños se describía como cónica y la de adultos como cilíndrica. Este "dogma" de la anestesia pediátrica se generó hace más de medio siglo, en estudios de Eckenhoff 9, basado en estudios previos de Bayeux 10, practicados con modelos anatómicos momificados de niños fallecidos. Estudios en vivo 11,12, con imágenes de tomografía, resonancia y fibrobroncoscopia, en pacientes respirando espontáneamente, sugieren que la anatomía de la laringe infantil mantiene el aspecto cilíndrico del adulto -incluso un poco elíptica- con el diámetro anteroposterior más largo que el diámetro lateral y con dos puntos de máxima estrechez: a la altura del anillo cricoides -como lo determinaban los estudios antiguos- y a la altura de las cuerdas vocales -hallazgo novedoso- 13,14. La controversia sigue abierta con opiniones de expertos que cuestionan estos hallazgos 15 debido, en parte, a que estas medidas -no solo entre modelos cadavéricos y niños vivos, sino, además, entre respiración espontánea y controlada o incluso entre la fase inspiratoria y espiratoria de la respiración- dificultan el consenso 16,17. El concepto útil para anestesia recae en la recomendación de usar tubos con neumotaponador en pediatría, teniendo cuidado de no exceder la presión del balón de 20 mmHg 18, lo cual ha demostrado menor incidencia de reintubaciones por cambio de tubo y menor consumo de gases anestésicos 19.

Ultrasonografía (US) en el estudio de la VAP

La US para evaluar la vía aérea llegó inicialmente para adultos 20, pero en el último lustro se encuentran publicaciones evaluando la VAP 21. Con US se toman medidas que predicen la dificultad en el abordaje de la vía aérea, como la amplitud del espacio retrolingual, y la posibilidad de medir la distancia entre los cartílagos aritenoides para escoger correctamente el diámetro del tubo endotraqueal 22. El escaneo superficial del cuello permite marcar la ubicación de la membrana cricotiroidea y de los anillos traqueales orientando un posible acceso percutáneo de emergencia. La US puede detectar la intubación endotraqueal (IET) correcta y la ventilación selectiva por intubación endobronquial al comparar el "movimiento pleural" bilateralmente. Estas técnicas son sencillas, en tiempo real y a la cabecera del paciente, pero requieren un entrenamiento previo para la interpretación correcta de imágenes, por lo que son operador-dependiente.

TÉCNICAS DE ABORDAJE

Se describirán tres técnicas que se han retomado en la última década.

Oxigenación apneica

Técnica antigua que consiste en usar la cánula nasal a alto flujo (hasta 15 litros por minuto en adolescentes), además de la máscara facial convencional, durante la inducción anestésica, para lograr un mayor tiempo de apnea seguro 23 y disminuir la posibilidad de desaturación arterial que en pediatría es más rápida y grave, debido principalmente a la menor capacidad residual funcional (reserva de oxígeno) y el aumento del consumo tisular de oxígeno. Es una práctica sencilla con efectividad probada especialmente ante una VAD, en pacientes con compromiso pulmonar previo, en UCI 24 o ante riesgo de broncoaspiración, en cuyo caso la ventilación con presión positiva durante la inducción estaría contraindicada 25. Se han descrito casos aislados de neumotórax con el uso de dispositivos de alto flujo en niños 26.

Oxigenación extracorpórea

Derivada de la cirugía cardiovascular, en la cual la oxigenación se mantiene por medio de una membrana de oxigenación externa al cuerpo y una bomba que impulsa la circulación mientras se opera el corazón en asistolia. Este dispositivo permite mantener el soporte cardiopulmonar del paciente por dos horas, pasado este tiempo desencadena procesos inflamatorios y alteraciones celulares graves. Posteriormente, se desarrolló la oxigenación con membrana extracorpórea (ECMO) que permite dar soporte pulmonar y/o cardiaco por un tiempo mayor, incluso de varios días, sin los problemas agudos de la bomba de circulación extracorpórea usada en cirugía cardiovascular. El ECMO, descrito en pediatría desde la década del setenta 27, ha extendido su uso y se ha incorporado, por ejemplo, en los algoritmos de reanimación cardiopulmonar 28. También ofrece otra alternativa de manejo para los casos en los que la VAP se puede perder en su totalidad, como en resecciones de masas mediastinales o cirugía traqueal 29,30. El ECMO oxigena adecuadamente la sangre y retira el CO2, lo que permite trabajar sobre la vía aérea el tiempo que se necesite. Su implementación requiere un centro especializado, con los debidos recursos y preparación del personal, y aún no está masificado en nuestro medio.

EXIT fetal (Ex Uteri intrapartum treatment)

El procedimiento consiste en mantener la unión feto-placentaria durante el parto por cesárea, mientras se realiza el abordaje de la vía aérea del feto con la técnica más adecuada a cada caso individual: desde la laringoscopia tradicional, hasta la asistencia con fibrobroncoscopio flexible o la realización de una traqueostomía 31. En 1997 que se describió por primera vez 32 y ha venido en aumento debido, por un lado, a los controles prenatales que detectan tempranamente alteraciones fetales que comprometen la vida aérea y, por el otro, a la relativa facilidad de su aplicación 33. Una vez asegurada la vía aérea se procede a ligar el cordón umbilical y continuar con el parto. Existe siempre la posibilidad de un desprendimiento placentario o cese de flujo sanguíneo al cordón umbilical, lo que obliga a agilizar las maniobras sobre la vía aérea fetal o, incluso, a proceder con el parto y continuar el abordaje de la vía aérea del recién nacido en una sala contigua, de la manera tradicional.

DISPOSITIVOS

Se pueden agrupar los dispositivos de manejo VAP en tres categorías, que se describen a continuación.

Básicos o de primera línea (para ventilar)

La piedra angular del manejo de la VAP es la máscara facial ayudada o no con la cánula oral o nasal 34. Así, la gran mayoría de niños son ventilados y oxigenados adecuadamente, lo cual es la prioridad. La intubación endotraqueal es una necesidad secundaria salvo condiciones específicas, como el riesgo de broncoaspiración, que obliga a asegurar la vía aérea cuanto antes. A este respecto no hay novedades.

Dispositivos para intubar

  • Laringoscopios. Prácticamente todo lo que está disponible hoy en día para adultos tiene ya su versión pediátrica. Desde el tradicional laringoscopio con hojas de diferentes estilos -la hoja recta permite unas ventajas en niños- y tamaños, hasta los actuales videolaringoscopios 35 que no han mostrado los mismos desenlaces que en adultos, pues demandan tiempos de intubación más prolongados que con laringoscopio convencional y con menor éxito al primer intento. Esto, posiblemente, debido al ángulo de curvatura de las hojas que en pediatría debería ser mayor, pues, aunque permiten mejor visión no necesariamente alinean mejor los ejes oral, faríngeo y traqueal para la intubación 36,37. Se ha informado que en cuidado intensivo hay mayor éxito con los videolaringoscopios 38,39. La industria ofrece hojas desde 00 hasta tamaño para adultos, e incluso dispositivos que se conectan a una pantalla del celular. Algunos de los videolaringoscopios más comunes son Storz®, GlideScope®, Truview®, Pentax AWS®, Airtraq®, McGrath®, kingVission®, entre otros. La elección de alguna de estas alternativas es discrecional en cada grupo de trabajo, de acuerdo con su disponibilidad presupuestal y experiencia.

  • Dispositivos supraglóticos. Se dispone de toda una gama de dispositivos supraglóticos para uso infantil, prácticamente igual a la existente para adultos 40. La primera versión de las máscaras laríngeas fue descrita por Archie Brain en 1980 y popularizada en pediatría desde 1990. Los estudios demuestran que las máscaras laríngeas de segunda generación ofrecen mayores ventajas en su ubicación, menor desplazamiento, facilidad para ventilar y oxigenar, permiten succionar el contenido gástrico, algunas incorporan protector de mordida e incluso existen máscaras laríngeas de IET para neonatos, con tubos tradicionales a través de ellas 41. Cada grupo de trabajo debe escoger de manera racional los dispositivos que más se adapten a su práctica.

  • Fibrobroncoscopio (FBC). El FBC flexible es el estándar de oro para el abordaje de la VAD anticipada, y el FBC rígido, para la extracción de cuerpos extraños en la vía aérea; además, ante una situación de no ventilación y no oxigenación, como medida previa al acceso quirúrgico anterior del cuello (FONA, por las iniciales en inglés de front of neck access) 42. Desde la descripción del FBC flexible en pediatría, en 1978, se han desarrollado FBC de diferentes tamaños, incluso en diámetros tan pequeños como 1,8 mm, que permiten el paso a través de un tubo endotraqueal de 2,5 mm de diámetro interno. Entre más pequeño es el FBC, es más delicada y susceptible a daño la fibra óptica. El FBC de 2,8 mm de diámetro es el más usado en pediatría y pasa a través de tubos de 3,5 mm de diámetro interno en adelante. Si no hay experiencia con el FBC en pediatría, es preferible solicitar el apoyo del neumólogo pediatra. Una alternativa que se usa cada vez más es la combinación de dispositivos, por ejemplo, la intubación endotraqueal guiada con FBC flexible a través de un dispositivo supraglótico (DSG), de la cual se han descrito grandes series exitosas 43.

Accesos quirúrgicos en la región anterior del cuello (FONA)

Hay una amplia discusión en pediatría sobre su utilidad, especialmente en niños muy pequeños, debido a la alta incidencia de complicaciones y falla del procedimiento con aumento de la mortalidad intrahospitalaria 44, por dificultades como la ubicación de la membrana cricotiroidea y falsa ruta de acceso 45. Se debe justificar claramente este abordaje. Ante un escenario de no ventilación y no intubación donde se han agotado de manera correcta todas las alternativas disponibles, y el niño va a hipoxemia aguda, bradicardia, paro cardiaco y muerte, la única alternativa es realizar este procedimiento. No se recomienda acceder por membrana cricotiroidea en menores de 8 años, por la dificultad de ubicar correctamente el espacio y de pasar un tubo de tamaño adecuado, de tal manera que se debe hacer por los anillos traqueales 46. Este procedimiento se puede hacer mediante punción -cricotiroidotomía percutánea o abierta- o vía abierta con incisión -traqueostomía percutánea o abierta-. Si no hay cirujano disponible, el acceso per-cutáneo lo debe hacer el anestesiólogo.

NOVEDADES EN LOS ALGORITMOS

Aspectos diferentes

Los diferentes algoritmos priorizan la ventilación con máscara facial sobre la intubación endotraqueal, debido a que usualmente, es más fácil ventilar los niños con la técnica adecuada de sello facial, que permite con una presión positiva continua, crear una columna de aire que actúe como "férula" manteniendo abierta y permeable la vía aérea. En este escenario, la intubación, que suele ser más difícil en niños, pasaría a segundo plano 47. Por otro lado, ante una dificultad para ventilar o intubar el niño y la ausencia de predictores anatómicos de vía aérea difícil, está indicado aplicar relajación neuromuscular, que ha demostrado facilitar tanto la ventilación con máscara facial como la intubación endotraqueal 48,49. Se mantiene el esquema básico de ventilación con máscara facial seguido del intento de intubación y/o colocación de dispositivo supraglótico y, si el paciente entra en emergencia de no ventilación-no oxigenación, se considerarían los accesos a través del cuello. La combinación de estrategias es válida en pediatría especialmente la combinación FBC+DSG. Según cada caso en particular se debe considerar la posibilidad de despertar al niño para que retome su respiración espontánea (50). En neonatos es factible la intubación sin relajante neuromuscular y la ventilación "gentil" (alta frecuencia y bajos volúmenes) previniendo la rapidez con que se desaturan.

Protocolo Vórtex

Descrito por un anestesiólogo y urgenciólogo en Australia 51, consiste en un esquema visual de embudo, en cuya parte superior está el inicio del manejo de la vía aérea con tres de las cuatro "líneas de vida" -máscara facial, intubación endotraqueal y dispositivos supraglóticos-, las cuales se aplican y alternan según cada caso para mantener el paciente siempre en zona de seguridad -verde, que significa que se mantiene adecuadamente oxigenado y ventilado-. La cuarta "línea de vida" se activa cuando las anteriores fallan y no es posible despertar el paciente: acceso a través del cuello en alguna de sus modalidades ya descritas. El protocolo resalta las habilidades no técnicas y trabajo en equipo, aporta aspectos importantes a la simple aplicación de una secuencia de pasos descritos en los algoritmos. Se encuentra en http://vortexapproach.org de acceso gratuito y tiene diferentes componentes y utilidades más allá de lo descrito aquí.

Consideraciones en pandemia COVID-19

La incidencia de niños trasmisores asintomáticos es alta; así que se debe ser muy cuidadosos en su manejo. En lo posible, evitar que el niño llore, por la alta producción de aerosoles, así que se requiere una excelente premedicación y un despertar tranquilo. La ventilación con presión positiva si está permitida en neonatos, debido a que los bajos volúmenes hacen una dispersión mínima de aerosoles -menos de 10 cm a la redonda-. Se recomienda priorizar los tubos con neumotaponador adecuadamente inflados sobre los dispositivos supraglóticos. Al no ser el objetivo de esta revisión, solo se resaltan las recomendaciones más importantes resumidas en la Tabla 2, con base en las recomendaciones de la Asociación Colombiana de Neonatología (ASCON) 52 y las guías de consenso de la Sociedad de Intubación Difícil en Anestesia Pediátrica y la Sociedad Canadiense de Anestesia Pediátrica 53.

TABLA 2 Recomendaciones de manejo de VAP en pandemia COVID-19. 

Preoperatorio

  • Verifique elementos de protección personal con chequeo cruzado antes de ingresar el niño.

  • Elabore y ejecute listas de chequeo.

  • Prepare y aliste todo lo necesario antes de Aliste sistema de succión cerrada.

  • Premedique suficientemente: controle el llanto y la tos.

  • Evite premedicación nasal.

  • Evite entrada de familiares a quirófanos.

  • Utilice quirófano de presión negativa.

Durante la intubación

  • Prefiera inducción endovenosa y secuencia rápida sobre la inhalada.

  • En neonatos no usar inducción de secuencia rápida.

  • Use relajante neuromuscular.

  • Use plásticos transparentes para cubrir la vía aérea durante procedimiento.

  • El abordaje debe hacerlo la persona más experta.

  • Use rápidamente la máscara facial

  • (limita los aerosoles)

  • Evite la cánula nasal a alto flujo.

  • Prefiera tubo endotraqueal con neumotaponador.

  • Prefiera videolaringoscopio.

  • Evite las máscaras laríngeas y, si la

  • requiere, utilice las de segunda generación mejor sello).

Durante la intubación

  • Succione antes de extubar.

  • Al extubar coloque rápidamente la máscara facial (limita los aerosoles).

  • Mantenga en el área de recuperación la distancia adecuada entre pacientes.

  • Evite nebulizaciones.

FUENTE: Autor.

CONCLUSIONES

Estudios recientes vienen cambiando paradigmas del manejo de la VAP. Se revalúa la anatomía de la vía aérea del niño en vivo y se propone el uso de tubos endotraqueales con neumotaponador. Si bien los niños son más difíciles de intubar, con una buena técnica suelen ser más fáciles de ventilar y oxigenar con máscara facial. Hay herramientas para realizar una evaluación objetiva de la VAP, clasificándola y definiendo el nivel de atención. Se resalta la clasificación de vía aérea alterada o sospechosa que alerta y prepara ante una posible complicación. Existen en el mercado gran cantidad de dispositivos para abordar la VAP, prácticamente los mismos que hay para adultos, incluso con máscaras laríngeas para intubación neonatal. Ante el evento de no ventilación y no intubación, es válido considerar la relajación neuromuscular antes del acceso quirúrgico anterior del cuello o despertar el niño si las circunstancias lo permiten. Hay técnicas, como la oxigenación apneica, el ECMO y el EXIT fetal, que pueden salvar a muchos niños. Finalmente, todo lo descrito sobre el manejo de la VAP será realmente efectivo si los anestesiólogos entrenan con los dispositivos más accesibles y adecuados a cada circunstancia, diseñando, socializando y aplicando protocolos y guías de atención, sin perder de vista que la piedra angular del manejo de la VAP sigue siendo la ventilación y oxigenación con máscara facial.

RECONOCIMIENTOS

Contribución de los autores

DRT: Único autor y responsable de la elaboración de la totalidad del artículo.

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Asistencia para el estudio Ninguna declarada.

Apoyo financiero y patrocinio Recursos propios del autor. No hubo ningún apoyo financiero para este trabajo que pudiera haber influido en su resultado.

Conflicto de intereses El autor declara que no hay conflictos de interés conocidos asociados con esta publicación y no ha habido ningún apoyo financiero significativo que pudiera haber influido en el resultado de este artículo.

Presentaciones La revisión se basa y complementa la conferencia "Mitos y realidades de la vía aérea pediátrica: ¿hay novedades?" de mi autoría, presentada en el XXXIII Congreso Colombiano de Anestesiología y Reanimación en Bucaramanga, Colombia, en agosto de 2019.

Cómo citar este artículo: Rivera-Tocancipá D. Pediatric airway: What is new in approaches and treatments?. Colombian Journal of Anesthesiology. 202i;49:e945.

Recibido: 06 de Abril de 2020; Aprobado: 14 de Agosto de 2020; : 21 de Septiembre de 2020

*Email: riverato@hotmail.com

Correspondencia: Facultad de Salud, Universidad Surcolombiana. Calle 9 # 15-25. Neiva, Huila.

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