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Revista de la Universidad Industrial de Santander. Salud

versión impresa ISSN 0121-0807versión On-line ISSN 2145-8464

Rev. Univ. Ind. Santander. Salud vol.52 no.4 Bucaramanga oct./dic. 2020  Epub 30-Sep-2020

 

Reflexiones COVID-19

El coronavirus, un espejo de la realidad

Coronavirus, the mirror of the reality

Linda-Dayanna Sánchez-Florez*  1 

1Caracol Radio Bucaramanga. Santander


El tema de la pandemia, el aislamiento y las muertes a causa de algo que es invisible, evidentemente ha marcado un nuevo punto de inicio para toda la humanidad.

Como una periodista de la nueva era, puedo hacer, no un análisis profundo, teórico ni científico sino empírico de lo que he tenido que reportar diariamente y que me entristece desde lo personal.

Evidenciar, una vez más, que Colombia no está preparada en materia de salud para enfrentar algo tan grande como lo es el COVID-19.

Tener que escribir todos días y reportar a los oyentes y cibernautas que navegan en la red, que cada vez la situación empeora, no solo en la salud si no en lo económico y social, es una señal de alerta, de cambio.

Decir todos los días al aire que van más de una veintena de hombres y mujeres que mueren a diario por un enemigo que nosotros no pedimos que llegara, es una de las situaciones más tristes y frustrantes que en mi corta carrera profesional he tenido que vivir.

Escuchar aquellas historias de pacientes y sus familias, que tienen que pasar día a día el flageo del mal sistema de salud, rogando por una atención médica o una simple inyección me hace preguntar qué estamos haciendo mal. O mejor, qué podemos hacer, la sangre nueva, para cambiar esas prácticas que enriquecen a unos y empobrecen y llevan a la miseria a otros. ESTA MAL “FLAGELO”

Supongo que ese escenario no es nuevo en Colombia, pero con este coronavirus, se agudizó más la situación de las personas humildes y de bajos recursos.

El periodismo en tiempos de pandemia, no es nada más que una herramienta para evidenciar el mal momento que atraviesa, o ha atravesado el país por años y por qué no, para hacer un “jalón de orejas” a los que están en la cima del sistema económico para que no dejen morir a más gente inocente.

Aquí, las preguntas fundamentales que deja la pandemia son ¿Qué debemos hacer con todas las cifras de fallecidos y contagiados que diariamente reporta el Ministerio de Salud? ¿Qué está pasando con los profesionales médicos que se pusieron al frente de la pandemia y que también mueren por ayudar a salvar vidas? Ellos tampoco pidieron un virus que acabara con la “normalidad” social.

Santander ha tenido un comportamiento diferente del virus en comparación con otras ciudades capitales como Medellín y Bogotá; se acerca a los 20 mil contagios y mil muertes; si bien, los tiempos del virus y el llamado ‘pico epidemiológico’ son diferentes, la situación es la misma. ¿Por qué para salvar el sistema económico, las empresas y los trabajadores que componen el sistema hay que dejar morir a la gente y lanzar al contagio masivo?

De nuevo estamos haciendo algo mal aquí. Ahora, ningún sector productivo o sociale es menos importante, también los empresarios son un eslabón al que este momento sacudió para mal. También, una voz poderosa, grande, pide la vuelta a los negocios, a los trabajos.

Es mi primer cubrimiento en una pandemia y la pequeña reflexión que puedo hacer, es que la responsabilidad social y el amor colectivo son la clave para enfrentar a un enemigo que es más grande que un virus.

Son las plagas de la indiferencia, ambición y guerra las que han matado a más personas que cualquier otro virus. Colombia debe replantearse como país, como nación. Ser consciente de que ya la guerra quedó en el pasado y ahora con la tecnología y la modernidad, un nuevo aire debe venir y solo queda mejorar y avanzar como sociedad.

* Correspondencia: Linda Dayanna Sánchez Florez. Correo electrónico: lindadayanasanchezflorez@gmail.com

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