Introducción
La ingesta accidental de cuerpos extraños constituye una emergencia en los servicios de gastroenterología, pediatría y cirugía pediátrica. Los problemas asociados con el tracto digestivo suelen ser benignos. Sin embargo, algunos de estos objetos pueden producir lesiones graves en el esófago 1,2. Del total de casos, en la población pediátrica se reporta el 60-80 %, con una incidencia máxima entre los 6 meses y los 3 años 3. Los cuerpos extraños más frecuentemente registrados son monedas (50-70 % de los casos) 4,5,6; los objetos afilados como aretes, tachuelas, alfileres, agujas y huesos (33 %), y las baterías de botón (15 %) 4.
Los estudios radiológicos son de utilidad para el diagnóstico y la ubicación de los cuerpos extraños. No obstante, se reporta que solo un 65 % de estos son radiopacos 7,8. En este sentido, cobra importancia realizar la diferenciación entre la ingestión de una moneda y de una pila de botón, dadas sus características radiológicas similares y los distintos requerimientos terapéuticos que implican 9.
En la radiografía frontal cérvico-toracoabdominal se ha descrito la presencia del signo de doble contorno como confirmatorio en los casos de pilas de botón impactadas en el esófago 10. Por tanto, se presentan dos casos de pacientes pediátricos que tuvieron esta característica radiológica, pero con la ingesta de cuerpos extraños diferentes.
Caso 1
Paciente varón de 4 años, natural de Piura, que ingresó por el servicio de emergencia del Hospital Santa Rosa de Piura, con el antecedente de ingesta de un cuerpo extraño, un día antes. A su ingreso, cursó con disfagia y sialorrea. Durante el examen físico, se encontró hemodinámicamente estable. Las pruebas de laboratorio no estuvieron alteradas y en la radiografía de tórax se evidenció un cuerpo extraño radiopaco y redondeado en el esófago superior, con doble contorno (Figura 1A). El paciente fue evaluado por el servicio de cirugía y se decidió su programación para la extracción con una sonda de Foley. Al terminar el procedimiento, se obtuvo un botón metálico de pantalón (Figura 1B). No se presentaron complicaciones después de la intervención y el paciente fue dado de alta con buena tolerancia oral.
Caso 2
Paciente varón de 1 año y 10 meses, natural de Chiclayo, que ingresó por el servicio de emergencia del Hospital Regional Lambayeque de Chiclayo, con el antecedente de ingesta de un cuerpo extraño desconocido, 13 h antes. En principio, el paciente presentó una dificultad respiratoria que se resolvió espontáneamente. Luego de ello, se observaron vómitos e hiporexia. Asimismo, en el momento de ingreso se evidenció la existencia de sialorrea y disfagia. Durante el examen físico se halló hemodinámicamente estable y no se presentaron alteraciones en el hemograma ni en la bioquímica.
En la radiografía de tórax se observó un cuerpo extraño redondeado y radiopaco en el esófago superior, con doble contorno (Figura 2A). Ante la incertidumbre sobre el tipo de cuerpo extraño ingerido, y dada la sospecha de una pila de botón, se procedió a su inmediata programación para endoscopía bajo anestesia general. Finalmente, se extrajo una moneda (Figura 2B). El paciente toleró el procedimiento en forma adecuada y, luego de probarse vía oral, fue dado de alta.
![](/img/revistas/rcg/v35n1//0120-9957-rcg-35-01-00114-gf2.jpg)
Figura 2 A. Radiografía anteroposterior de tórax que muestra un cuerpo extraño radiopaco y redondeado en el tercio superior del esófago, con doble contorno. B. Moneda extraída que corresponde a dos nuevos soles peruanos, los cuales contienen doble aleación y provocan una doble densidad en la radiografía frontal.
Discusión
En los pacientes de pediatría con cuerpos extraños ingeridos es indispensable el diagnóstico precoz y la extracción inmediata (idealmente dentro de las primeras 2 h) de las pilas de botón, ya que están relacionadas con complicaciones tempranas y usualmente severas (perforación esofágica, mediastinitis y fistula traqueoesofágica) y con complicaciones tardías, como en casos de desarrollo de estenosis esofágica 11,12.
Si bien el signo del doble contorno en la radiografía frontal es característico de las pilas de botón, no es exclusivo de estos cuerpos extraños. Así lo reportan Gan y colaboradores 13, quienes documentaron el caso de una paciente con ingesta de dos monedas juntas, impactadas en el esófago. Otro ejemplo de ello es observable en nuestros dos casos ya descritos.
Por tal motivo, se sugiere conocer las medidas de los diámetros de las diferentes monedas y de las baterías de botón que se usan en el medio local. Asimismo, se debe considerar que, en las radiografías, las monedas muestran un borde externo ancho, por lo que al tener una o dos aleaciones se presentan con una densidad uniforme o dos cambios de densidad. Esto las diferencia de las pilas de botón, que muestran un borde delgado y suelen presentar de 3 a 4 cambios de densidad 14.
En consecuencia, se recomienda solicitar siempre una radiografía lateral, en la cual sea posible visualizar la diferencia de diámetro entre el cátodo y el ánodo en el caso de la pila de botón, y a diferencia de la moneda, que muestra un borde uniforme (Figuras 3A y 3B) 4,15.
![](/img/revistas/rcg/v35n1//0120-9957-rcg-35-01-00114-gf3.jpg)
Figura 3 A. Radiografía lateral que muestra claramente la diferencia de diámetro entre el cátodo y el ánodo (flecha blanca), así como las diferentes densidades correspondientes a las distintas aleaciones que se encuentran en las pilas de botón (flecha negra). B) Radiografía lateral de un paciente con ingesta de doble moneda, las cuales se hallan adosadas entre sí, por lo que muestran un borde lateral uniforme y una sola densidad radiológica.