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Colombian Journal of Anestesiology

versión impresa ISSN 0120-3347versión On-line ISSN 2256-2087

Rev. colomb. anestesiol. vol.50 no.1 Bogotá ene./mar. 2022  Epub 19-Ene-2022

https://doi.org/10.5554/22562087.e1000 

Artículo original

Prevalencia de dolor en lactantes y preescolares en un hospital colombiano

José Manuel Quintero-Castellanosa  b  * 
http://orcid.org/0000-0002-3994-109X

Ángela Hernándeza 

Tania Parrab 

a Unidad de Dolor, Hospital San Rafael de Tunja. Tunja, Colombia.

b Maestría en investigación, Universidad Pedagógica y Tecnológica de Colombia. Tunja, Colombia.


Resumen

Introducción

La prevalencia de dolor en lactantes y preescolares hospitalizados no se conoce con exactitud en países de altos ingresos. Mientras que en países con bajos y medianos ingresos se ha estudiado poco. Los instrumentos de evaluación son limitados.

Objetivo

Describir la prevalencia y manejo del dolor en lactantes y preescolares durante las primeras 24 horas de hospitalización en un centro de tercer nivel en Colombia, mediante la escala LLANTO.

Métodos

Se realizó un estudio observacional durante las primeras 24 horas de hospitalización. Se registró la información demográfica, se evaluó el dolor al ingreso, 4 y 24 horas, mediante la escala LLANTO. Adicionalmente se documentó el tratamiento farmacológico.

Resultados

Se estudiaron 250 niños (entre un mes y 5 años). La prevalencia de dolor encontrada al ingreso fue del 12 %. La prevalencia de dolor por subgrupos fue mayor en los pacientes quirúrgicos comparado con los clínicos (35,9 % vs. 7,6 %). Al analizar el manejo farmacológico, 70,8 % de los pacientes recibió tratamiento. Los medicamentos más empleados fueron acetaminofén oral y dipirona endovenosa.

Conclusiones

La prevalencia de dolor fue menor a la descrita en la población pediátrica general. El resultado puede deberse a la sensibilidad del instrumento LLANTO o a un comportamiento particular del dolor. Se necesitan más estudios para conocer la sensibilidad de los instrumentos de evaluación en las primeras etapas de la vida y poder investigar los fenómenos relacionados acertadamente.

Palabras clave: Dolor; Prevalencia; Lactante; Preescolar; Dimensión del dolor

Abstract

Introduction

The pain prevalence in hospitalized infants and preschool children has not been accurately identified in high-income countries, and in low and medium-income countries it has not been extensively studied. The assessment instruments are limited.

Objective

To describe the prevalence and management of pain in infants and preschool children during the first 24 hours of hospitalization in a third level institution in Colombia, using the LLANTO scale.

Methods

An observational study was conducted during the first 24 hours of hospitalization. Demographic information was recorded, pain was assessed at admission, after 4, and 24 hours using the LLANTO scale. Pharmacological therapy was also documented.

Results

250 children between one month and 5 years old were studied. The pain prevalence at admission was 12 %. The pain prevalence per subgroups was higher among the surgical patients, as compared to the clinical patients (35.9 % vs. 7.6 %). The pharmacological analysis revealed that 70.8 % of patients received treatment; the most widely used medications were oral acetaminophen and intravenous dipyrone.

Conclusions:

Pain prevalence was lower than the levels described for the general pediatric population. This result may be due to the sensitivity of the LLANTO instrument, or to a particular pain behavior. Further studies are needed to identify the sensitivity of the assessment instruments in early life and to accurately investigate any associated phenomena.

Keywords: Pain; Prevalence; Infant; Child; Preschool; Pain Measurement

¿Qué sabemos acerca de este problema?

  • El dolor en pediatría es una entidad compleja. No se identifica ni se maneja en forma adecuada. Los estudios de prevalencia del dolor en lactantes y preescolares son escasos.

  • LLANTO es una herramienta útil y de fácil empleo para valorar el dolor en niños lactantes y preescolares de habla hispana.

  • El dolor mal manejado en las primeras etapas de la vida tiene consecuencias físicas y emocionales a largo plazo.

¿Qué aporta este estudio de nuevo?

  • Empleamos el instrumento LLANTO para evaluar la prevalencia de dolor en lactantes y preescolares hospitalizados.

  • La prevalencia de dolor en población lactante y preescolar fue menor a la reportada en estudios de población pediátrica general.

  • Valorar el dolor en las primeras etapas de la vida es un desafío, se requieren mejores instrumentos de evaluación para estudiar adecuadamente su prevalencia.

INTRODUCCIÓN

El dolor es una experiencia sensorial y emocional asociada a un daño real o potencial 1; posee componentes biológicos, cognitivos y sociales 2,3. En la población pediátrica hospitalizada es una entidad frecuente 4,5, y usualmente la evaluación y manejo no se realiza de forma correcta 6-10. Se ha descrito que la valoración y manejo del dolor en lactantes y preescolares representa un desafío por las características cognitivas de esta población 11.

Adicionalmente, se desconoce la magnitud del problema debido a la falta de estudios locales y regionales 12-14. Los pocos estudios existentes tienen problemas de fiabilidad, debido a la validez de las escalas usadas en la evaluación y seguimiento del dolor, así como también, en el tamaño de las poblaciones estudiadas 15. En consecuencia, su prevalencia aún no se conoce con exactitud en los países desarrollados 16,17. Por otro lado, en países de bajos y medianos ingresos no se cuenta con suficientes estudios. Son particularmente escasos en población lactante y preescolar. Además, los instrumentos de evaluación validados a idiomas diferentes al inglés son pocos. Lo que hace que el abordaje del problema sea complejo y no se conozca su magnitud 18-20, más aún en Latinoamérica.

Adicionalmente, es importante determinar la prevalencia del dolor en los niños que se encuentran en edades tempranas, ya que estos son más vulnerables al dolor (18). Padecer dolor intenso, sin adecuado manejo, en las primeras etapas de la vida tiene consecuencias negativas con efectos a largo plazo. En este sentido, hay evidencia de que el dolor agudo en niños produce cambios fisiológicos, experiencias sintomáticas subsecuentes más intensas y predisposición al desarrollo en la adultez de dolor crónico, así como, trastornos adaptativos y problemas emocionales, con impactos significativos físicos, sociales y económicos (21-23). Es preocupante la evidencia en estudios que demuestran el inadecuado abordaje del dolor en lactantes y preescolares 24-26.

En este trabajo se buscó describir la pre-valencia del dolor en lactantes y preescolares hospitalizados en un centro de atención de tercer nivel en Colombia; con evaluación del dolor al ingreso, a las 4 y 24 horas de hospitalización y con una escala validada al español, así como el registro del manejo farmacológico administrado.

MÉTODOS

Estudio observacional, prospectivo en población lactante y preescolar hospitalizada en pediatría del Hospital Universitario San Rafael de Tunja (HUSRT), entre junio de 2018 y junio de 2019. Este hospital es un centro docente de tercer nivel, ubicado en el departamento de Boyacá, Colombia. En el área de pediatría se admiten todos los pacientes de diferentes especialidades clínicas (pediatría y neurología pediátrica) y quirúrgicas (cirugía pediátrica, ortopedia, cirugía maxilofacial, neurocirugía y cirugía plástica). Los criterios de admisión al estudio fueron: hospitalización en pediatría, hospitalización mayor o igual a 24 horas, tener entre un mes y 5 años de edad. Para ingresar al estudio se informó al padre y/o tutor responsable del menor. Se dio la oportunidad de aclarar dudas y aceptar la inclusión con consentimiento informado. Por otro lado, los criterios de exclusión fueron: pacientes en los que el tutor se negara a participar, hospitalización menor a 24 horas o aquellos en los que el instrumento de recolección de datos no se completara.

Una vez ingresado el paciente a pediatría, el registro de las variables demográficas se tomó de la historia clínica de cada paciente y con la entrevista directa al tutor acompañante. La evaluación del dolor con el instrumento LLANTO se hizo por un estudiante de medicina de último año, previamente capacitado por los investigadores principales, en presencia del tutor, en un ambiente tranquilo para evitar condiciones de estrés y disminuir posibles sesgos por ansiedad.

Se empleó LLANTO como instrumento objetivo para evaluar el dolor y evitar el sesgo de medición. Este instrumento se ha validado en dolor agudo en lactantes y prees-colares hispanohablantes, tanto en España (13) como en Colombia (14). LLANTO evalúa cinco parámetros relacionados con dolor agudo en niños (llanto, actitud, normorrespiración, tono postural y observación facial) (13). Cada apartado puntúa de 0 a 2 y la sumatoria da como resultado final una calificación entre 0 y 10, la cual determina el grado de dolor. Con este instrumento se evaluó el dolor al ingreso, a las 4 y 24 horas.

Adicionalmente, para conocer el manejo analgésico se registró el tipo de fármaco ordenado para cada paciente. Por último, se consignó la percepción subjetiva del tutor sobre el tratamiento analgésico administrado al paciente, en la evaluación final a las 24 horas.

Para evitar sesgos de selección se estructuraron los criterios de inclusión, y la admisión al estudio se hizo en forma aleatoria. Mientras que el sesgo de medición se controló, como ya se mencionó, con el empleo del instrumento LLANTO para determinar la presencia de dolor. Por último, el sesgo de confusión por condiciones de ansiedad, se controló realizando la evaluación en un ambiente tranquilo, con la presencia del tutor y evitando condiciones de estrés asociadas.

Teniendo en cuenta que una limitación importante de los estudios de prevalencia de dolor es el tamaño de la población estudiada, se decidió realizar el cálculo de la muestra con base en el porcentaje de población lactante y preescolar en la región, que es del 28,72 % 27. Adicionalmente, se tuvo en cuenta el promedio de egresos en pediatría del hospital: 3.000 pacientes al año en promedio. Así, finalmente, se llegó a una población objetivo de 875 niños, teniendo en cuenta la prevalencia aproximada de dolor en niños hospitalizados en estudios previos del 20 % 1,2,17,28. Admitiendo un error del 6 % en los resultados y un nivel de confianza del 99 %, se calculó la muestra en 221 pacientes. Ante posibles pérdidas de datos del 12 % se ajustó la muestra a 250 individuos. Estos pacientes ingresaron en forma aleatoria durante un año a este estudio.

Antes de iniciar la recolección de datos, el estudio fue sometido a evaluación y aprobación por el comité de ética médica del HUSRT. Se asignó un número único a cada paciente, el cual se registró en la encuesta, y posteriormente fueron almacenados en una única base de datos realizada en Microsoft Excel®. El análisis de los datos se realizó con Stata® v. 14.2. Las variables cuantitativas se registraron como medias con su respectiva desviación estándar (DE) y las cualitativas como frecuencias y porcentajes. Las diferencias intergrupales (edad, género, servicio, presencia de dolor) se estudiaron con T-Student y chi cuadrado (x2) para variables cuantitativas y cualitativas, respectivamente.

RESULTADOS

Se evaluaron 250 niños. La edad media fue de 21,4 meses (DE +/- 18,07). No se identificaron diferencias significativas entre sexos, ni en cuanto a estrato socioeconómico, lugar de residencia, composición familiar, ocupación o escolaridad de los padres (Tabla 1). Los niños ingresados se dividieron en 2 subgrupos, en este sentido el 15,6 % fueron manejados por servicios quirúrgicos y el 84,4 %, por servicios clínicos.

TABLA 1 Características sociodemográficas*. 

Edad (años, meses) n (%)
Recién nacido (un mes) 15 (6)
Lactante menor (1-12 meses) 97 (38,8)
Lactante mayor (12-24 meses) 60 (24)
Preescolares (3-5 años) 78 (31,2)
Sexo
Femenino 103 (41,1)
Masculino 147 (58,8)
Estrato socioeconómico
Estrato 1 163 (65,2)
Estrato 2 68 (27,2)
Estrato 3 15 (6)
Estrato 4 4 (1,6)
Nivel de escolarización
Desescolarizado 169 (67,6)
Jardín infantil 62 (24,8)
Escuela primaria 19 (7,6)
Zona residencial
Urbana 158 (63,2)
Rural 92 (36,8)
Núcleo familiar
Monoparental 17 (6,8)
Biparental 132 (52,8)
Ampliada o extensa 101 (40,4)
Situación laboral de los padres
Desempleado 10 (2)
Empleado 305 (61)
Pensionado 3 (0,6)
Estudiante 8 (1,6)
Hogar 141 (28,2)
Otro 33 (6,6)
Escolaridad de los padres
Ninguna 3 (0,6)
Escuela primaria 95 (19)
Escuela secundaria 272 (54,4)
Carrera técnica 49 (9,8)
Profesional 58 (11,6)
Posgrado 7 (1,4)
No sabe 16 (3,6)
Edad de los padres
Menores de 18 años 11 (2,2)
Entre 18-40 años 440 (88)
Mayores de 40 años 42 (8,4)
No sabe 7 (1,4)
Cuidador principal
Abuelos 9 (3,6)
Madre y padre 239 (95,6)
Otros 2(0,8)

*n = 250.

FUENTE. Autores.

Adicionalmente, en el momento del ingreso se evidenció una prevalencia del dolor del 12 % en el total de la población estudiada. Al dividir por subgrupos, 15,6 % (39 pacientes) fueron quirúrgicos y 84,4 % (211 pacientes) clínicos (Tabla 2). En los pacientes quirúrgicos al ingreso la prevalencia del dolor fue 35,9 % y en los clínicos 7,6 %, esta diferencia fue significativa (p<0,00i). A las 4 horas, la prevalencia del dolor fue de 0,88 % en todos los pacientes del subgrupo quirúrgico (2/39). En la evaluación final, a las 24 horas de ingreso, no se identificó prevalencia de dolor mediante la aplicación del instrumento LLANTO (Tabla 3).

TABLA 2 Distribución por especialidades tratantes. 

Quirúrgicos n (%)
Cirugía pediátrica 23 (9,2)
Cirugía plástica 10 (4)
Neurocirugía 3 (1,2)
Ortopedia y traumatología 2 (0,8)
Cirugía maxilofacial 1 (0,4)
Total 39 (15,6)
Clínicos
Pediatría 186 (74,4)
Neurología pediátrica 25 (10)
Total 111 (84,4)

FUENTE. Autores.

TABLA 3 Prevalencia del dolor. 

Subgrupo Ingreso n (%) 4 horas n (%) 24 horas n (%)
Quirúrgicos 14 (35,9) 2(0,8) 0
Clínicos 16 (7,6) 0 0
Total 30 (12) 2(0,8) 0

FUENTE. Autores.

Al considerar la puntuación resultante del instrumento LLANTO en los niños que presentaron dolor al ingreso se encontró: 6 puntos en el 0,4 % (1/250), 4 puntos en el 0,8 % (2/250), 3 puntos en el 1,2 % (3/250), 2 puntos en el 4 % (10/250) y 1 punto en el 5,6 % (14/250). A las 4 horas la puntuación fue de 2 y 1 punto en los 2 pacientes en los que detectó dolor.

El 70,8 % (177/250) tenían al ingreso orden de manejo analgésico, incluso los pacientes que presentaron dolor. Los analgésicos empleados fueron acetaminofén en el 44,8 % (112/250), dipirona en el 22,8 % (57/250), diclofenaco en el 1,6 % (4/250) y opioides en el 1,2 % (3/250). Al evaluar subgrupos, en los pacientes clínicos los medicamentos empleados frecuentemente fueron acetaminofén 47,4 % y dipirona 13,6 %. En el grupo quirúrgico, dipirona 38,5 %, acetaminofén 10,3 % y opioides 5,1 %. Por otro lado, se empleó analgesia multimodal en el 4 % de la población general, pero fue más frecuente su empleo en el grupo quirúrgico (Figura 1).

FUENTE. Autores.

FIGURA 1 Distribución de manejo farmacológico por subgrupos (%). 

En un modelo univariado crudo se identificó una asociación de servicio quirúrgico con el uso de dipirona (OR 6,46 [2,9-14,3] p <0,001) y asociación de servicio clínico con empleo de acetaminofén (OR 5,38 [2,0916,31] p <0,001). Al analizar la dosis de acetaminofén por peso (10-15 mg/kg/dosis) se encontró que fue superior en el 16,6 % de los pacientes quirúrgicos y en el 17,9 % de los clínicos. Esta dosis fue menor en el 2,8 % en el grupo clínico. Por último, la dosis de dipirona (10-40 mg/kg/dosis) en el grupo quirúrgico fue superior en el 40,1 % de los pacientes. No se encontró ningún evento adverso con el manejo analgésico en las primeras 24 horas de hospitalización.

La totalidad de los tutores informaron que el manejo del dolor en los niños fue satisfactorio. Al preguntar la razón para llegar a esta conclusión, las frases empleadas con mayor frecuencia fueron: "por ausencia de llanto", "está tranquilo/a" y "no se ha quejado".

DISCUSIÓN

El presente trabajo es novedoso en países hispanohablantes, en este tipo de población y a gran escala. El interés de los autores fue diseñar un estudio con una evaluación objetiva del dolor, empleando una herramienta con parámetros clínicos múltiples y de esta forma, evitar al máximo el riesgo de sesgo descrito con escalas de parámetros únicos (como la Wong-Baker) 29 o al emplear la percepción subjetiva por parte del tutor únicamente.

La prevalencia de dolor en lactantes y preescolares encontrada con el instrumento LLANTO es del 12 % en el momento del ingreso a hospitalización. Este resultado es similar al encontrado por Doca et al. en el subgrupo de niños de su estudio, entre 29 días a 23 meses 28. Por otro lado, la prevalencia de dolor del presente estudio es menor si se compara con estudios en población pediátrica general 4,8,9,10,30. Esta discrepancia podría deberse a un comportamiento diferente de la prevalencia de dolor en los subgrupos etarios pediátricos. En este sentido, estudios señalan que la prevalencia de dolor aumenta con la edad, es mayor en la población adolescente.

La prevalencia del dolor, según la forma de evaluación 31-33, en población pediátrica general puede ser mayor del 25 % 6,34-37. Esto se ha relacionado con el hecho de que muchas intervenciones durante la hospitalización generan dolor y ansiedad 1,3,6,38,39. En este sentido, Kozlowski et al. 35 informan que en menores de 17 años hospitalizados el 86 % manifiestan dolor durante la hospitalización. Sin embargo, en su estudio, al analizar subgrupos etarios, es evidente una disminución de la intensidad del dolor en menores de 5 años. Desafortunadamente, en este estudio, no se evaluó en forma independiente la prevalencia de dolor por subgrupos etarios. Al revisar otros estudios, nuevamente se encuentran pre-valencias de dolor diferentes de acuerdo con los subgrupos etarios, menor en lactantes y preescolares 40-42.

No se puede descartar que estos resultados se deban, al menos en parte, a la sensibilidad del instrumento empleado para valorar el dolor; esto es difícil de demostrar ya que no existen otras alternativas multiparámetro en español, que permitan contrastar el resultado encontrado. Son interesantes las puntuaciones bajas en la mayoría de los pacientes con dolor, lo cual puede estar asociado a una falta de sensibilidad en los parámetros que se toman en LLANTO para identificar y cuantificar la intensidad del dolor.

No obstante, al analizar por subgrupos fue mayor la prevalencia del dolor en los pacientes quirúrgicos, este resultado es más congruente con lo reseñado en la mayoría de los estudios de prevalencia de dolor en pediatría. Los autores de este trabajo consideran que esto se debe a que LLANTO se diseñó inicialmente para valorar dolor agudo postoperatorio 13 y a que el trauma asociado a los procedimientos quirúrgicos lleva a hipersensibilidad. En este sentido, emplear LLANTO para evaluar tanto pacientes quirúrgicos como clínicos, puede ser controversial. Así, se ha cuestionado la sensibilidad de escalas similares, como la FLAC (Face, Legs, Activity, Cry and Consolability) 31 o CHEOPS (Children's Hospital of Eastern Ontario Pain Scale), precursora de la escala LLANTO, ya que se han validado únicamente para pacientes en contextos perioperatorios 32. Es posible que la diferencia en la prevalencia de dolor se pueda deber, al menos en parte, a la mayor sensibilidad de LLANTO en pacientes sometidos a cirugía. Sin embargo, para este trabajo se eligió LLANTO por ser la única escala de evaluación para dolor en lactantes y preescolares validado en español 13,14.

Por otro lado, en el momento de la evaluación no hubo procedimientos invasivos asociados a dolor como toma de exámenes y punciones, entre otros. La importancia de estos procedimientos se ha resaltado en estudios de prevalencia de dolor que evaluaron el reporte espontáneo de los pacientes, en el que dos terceras partes de los niños manifiestan dolor durante la hospitalización 7. Adicionalmente, la forma en la que se debe aplicar LLANTO requiere un ambiente controlado, lo cual introduce un posible sesgo. Esto también pudo afectar los resultados de este trabajo, ya que los niños tenían que estar en un ambiente tranquilo para ser evaluados, lo cual implica control externo de elementos relacionados con el dolor físico y la ansiedad que se encuentran durante la atención hospitalaria. Al manejar el sesgo de confusión, se pudo generar sesgo de información, inadvertidamente. Con estas consideraciones se hace evidente la necesidad de realizar más estudios, que determinen la sensibilidad de LLANTO en lactantes y preescolares hospitalizados. Es vital contar con herramientas eficaces para valorar el dolor, ya que es ampliamente conocido que la percepción de dolor en etapas tempranas puede llevar a cambios permanentes en el desarrollo físico y emocional.

En general, se considera que la prevalencia de dolor encontrada en este estudio puede atribuirse a dos razones: primera, a un comportamiento diferente del dolor en los lactantes y preescolares y segunda, más posiblemente, a la falta de sensibilidad de LLANTO como instrumento para evaluar el dolor agudo en lactantes y preescolares hospitalizados.

El tratamiento farmacológico para el control del dolor se empleó en el 70,8 % de los pacientes. Es posible que se diera un adecuado abordaje del dolor desde el punto de vista de tratamiento médico, ya que en la evaluación final a las 24 horas del ingreso la prevalencia del dolor bajó en forma significativa. Se abordó la monoterapia con más frecuencia que la analgesia con diferentes medicamentos simultáneamente o analgesia multimodal. Se detectó que en algunos pacientes las dosis eran mayores a las calculadas por peso. La prescripción de analgésico por horario fue empleada en casi todos los pacientes. Estos resultados son alentadores, si los comparamos con lo documentado en otros estudios que identificaron un inadecuado tratamiento de los pacientes pediátricos con dolor 1,2,33,35. Los esquemas de manejo analgésico encontrados en este estudio están de acuerdo con la mayoría de las recomendaciones generales de manejo de dolor pediátrico 43.

Cabe anotar que el uso de dipirona es controversial 44-46; no obstante, es un analgésico autorizado y ampliamente utilizado en pacientes pediátricos en Latinoamérica 47 y en países europeos como Austria 48 o España 49. Es recomendable que se continúe estudiando su seguridad y eficacia como analgésico en población lactante y preescolar.

La totalidad de los tutores estuvieron satisfechos con el manejo analgésico recibido por los niños, resultado similar al de otros estudios previos 50,51, incluso con prevalencias mayores de dolor 34. La razón de estos hallazgos no es clara, se ha propuesto que las expectativas de manejo pueden afectar de manera significativa los resultados de satisfacción por parte de los tutores. Se ha encontrado que experiencias previas condicionan índices de satisfacción altos, aun en presencia de dolor moderado a severo, sin tener necesariamente una relación con la efectividad del tratamiento 52. En este sentido, es importante tener en cuenta que se debe evaluar la percepción de dolor en los niños con elementos adicionales, no solo con la percepción de los tutores o acompañantes.

En conclusión, la prevalencia de dolor en el presente trabajo fue menor a la descrita en la población pediátrica general. El resultado puede deberse a la sensibilidad de LLANTO o a un comportamiento particular del dolor en la población lactante y preescolar. Analizando los subgrupos, la prevalencia de dolor fue mayor en pacientes quirúrgicos. Estos resultados no se pueden generalizar. Se hace necesario realizar más estudios para evaluar la validez de diferentes escalas de dolor en población lactante y preescolar. En esta población las herramientas de evaluación son limitadas. Posiblemente las existentes tienen fallas de sensibilidad y en español está validada únicamente la usada en este estudio.

La percepción del dolor en etapas tempranas implica cambios permanentes en el neurodesarrollo, cuya prevalencia se conoce poco. Por esto y para conocer más sobre los elementos particulares que lo afectan, se debe continuar investigando sobre las características e instrumentos de evaluación del dolor.

RESPONSABILIDADES ÉTICAS

Aval de comité de ética

Este estudio fue aprobado por el Comité de Ética del Hospital San Rafael de Tunja, en reunión realizada el 21 de febrero de 2018, según consta en el acta número 1.

Protección de personas y animales

Los autores declaran que para esta investigación no se han realizado experimentos en seres humanos ni en animales. Los autores declaran que los procedimientos seguidos se conformaron a las normas éticas del comité de experimentación humana responsable y de acuerdo con la Asociación Médica Mundial y la Declaración de Helsinki.

Confidencialidad de los datos

Los autores declaran que han seguido los protocolos de su centro de trabajo sobre la publicación de datos de pacientes.

Derecho a la privacidad y consentimiento informado

Los autores declaran que en este artículo no aparecen datos de pacientes.

Los autores han obtenido el consentimiento informado de los pacientes y/o sujetos referidos en el artículo. Este documento obra en poder del autor de correspondencia.

RECONOCIMIENTOS

Contribuciones de los autores

JMQC: Concepción del proyecto original, planificación del estudio, interpretación de los resultados y redacción y aprobación final del manuscrito.

AH: Planificación del estudio, obtención de datos.

TP: Planificación del estudio, interpretación de los resultados y redacción del manuscrito.

Agradecimientos

Agradecemos al grupo de internos del HUSRT quienes colaboraron con la realización de las entrevistas y evaluaciones de los pacientes del presente estudio.

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Asistencia para el estudio Ninguna declarada.

Apoyo financiero y patrocinio Ninguno declarado.

Conflicto de interés Los autores manifestamos no tener conflicto de interés.

Presentaciones Ninguna declarada.

¿Como citar este artículo? Quintero-Castellanos JM, Hernández Á, Parra T. Pain prevalence in infants and preschool children in a Colombian hospital. Colombian Journal of Anesthesiology. 2022;50:e1000.

Recibido: 17 de Noviembre de 2020; Aprobado: 25 de Marzo de 2021; : 02 de Septiembre de 2021

Correspondencia: Avenida Norte 47-18. Tunja, Colombia.

* E-mail: manuel.quintero@uptc.edu.co

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