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Apuntes: Revista de Estudios sobre Patrimonio Cultural - Journal of Cultural Heritage Studies

versión impresa ISSN 1657-9763

Apuntes vol.26 no.1 Bogotá ene./jun. 2013

 

Editorial

El Instituto Carlos Arbeláez Camacho para el Patrimonio Cultural - 1963-2013

Ha pasado medio siglo desde la creación del Instituto de Investigaciones Estéticas Carlos Arbeláez Camacho -hoy ICAC- y para el equipo de la Facultad de Arquitectura y Diseño es un gran orgullo el interés que la Pontificia Universidad Javeriana ha mantenido a lo largo de este tiempo por apoyar las iniciativas que diferentes grupos de profesionales a lo largo de estos años han permitido conservar vivas las ideas que sobre la preservación del Patrimonio Cultural de la Nación nos legó Carlos Arbeláez Camacho.

Para entender el origen y el papel determinante del ICAC es necesario profundizar en la trayectoria profesional de su creador. Carlos Arbeláez se graduó como Arquitecto de la Universidad Nacional de Colombia en 1943, en ese mismo año se desempeñó como Arquitecto de Control de la Secretaría de Obras Públicas en Bogotá. En 1944 trabajó como arquitecto proyectista con la firma Cuellar, Serrano, Gómez; en 1946 fue miembro del CIAM -Congrès Internationaux d' Architecture Moderne- y en 1948, después de los incendios y motines del Bogotazo, propuso al Gobierno la creación de un organismo especializado para la reconstrucción de la ciudad, meses después en la Alcaldía del Dr. Fernando Mazuera fue creada la Oficina del Plan de Bogotá.

En 1949 fue nombrado Director General de Edificios Nacionales y como Director de la Oficina del Plan Regulador analizó, apoyó y promovió la adopción del Plan Piloto de Bogotá elaborado Le Courbusier. Complementó su formación en la School of Planing and Regional research y en el Minestry of Housing and Local Governing en Londres y en el Ministére De L'Urbanisme en París entre los años de 1952 y 1953.

Regresó al País en 1954 y trabajó con el Banco Central Hipotecario en el desarrollo de Viviendas de Interés Social hasta 1959. Su labor docente la inició desde 1945 con cátedras asociadas a la Historia de la Arquitectura y del Urbanismo en las Universidades de Los Andes, Nacional y Javeriana, en esta última fue Decano Académico desde 1954 a 1963.

En 1958 conoce al Arquitecto Argentino Mario J. Buschiazo Director del Instituto de Arte Americano e Investigaciones Estéticas de Buenos Aires, quien lo influenció para la creación de Centros de investigación centrados en el arte americano. En 1961 fue presidente de la Sociedad Colombiana de Arquitectos y desde allí comenzó a promover la idea de formular Institutos de investigación en las Facultades de Arquitectura.

Siendo Decano Académico de la Facultad de Arquitectura de la Javeriana, en 1963 fue creado el primer Instituto de Investigaciones Estéticas y desde esta experiencia se crearon de forma paralela los de las universidades de Los Andes, Nacional y Gran Colombia. En 1964 se realiza la primera exposición de Arquitectura Colonial producto del trabajo conjunto entre los institutos creados, esta muestra fue expuesta inicialmente en el Museo de Arte Colonial.

En noviembre de 1967, desde el Instituto, Carlos Arbeláez publica el primer ejemplar de la Revista APUNTES, esta publicación se presentó como un medio de difusión de la actividad realizada por los institutos para socializar metodologías del trabajo de investigación conjunto entre profesores y estudiantes, esto sirvió para registrar buena parte de las obras representativas de la arquitectura colombiana. El primer ejemplar de noviembre de 1967 contenía un primer ensayo de la Arquitectura colombiana y un análisis del templo doctrinero de Tenjo estos primeros textos sirvieron para divulgar los resultados de investigación aplicada a las edificaciones coloniales presentes en nuestro territorio.

En 1968, es reconocido como Miembro de Número de la Academia colombiana de Historia y se publica el libro "El Arte Colonial en Colombia" con el profesor Francisco Gil Tovar y finalmente muere en Bogotá en 1964 a la edad de 52 años.

El Arquitecto Carlos Arbeláez Camacho fue un historiador innato pero también un planificador, lo que le permitió una visión holística sobre el quehacer profesional. Como arquitecto podía reconocer los orígenes y las causas de determinados hechos, y desde este conocimiento proyectar modelos para intervenir espacios y estructurar estrategias que sirvieron para optimizar las posibilidades que ofrece cada lugar y sus habitantes. A él le debemos el poder analizar la arquitectura como expresión cultural y, gracias a su trabajo se sentaron las bases para la construcción de la Historia de la Arquitectura Colombiana; adicionalmente, su capacidad para elaborar conceptos y aplicarlos al contexto nacional permitió implementar teorías propias y diseñar herramientas que sirvieron para el reconocimiento del legado arquitectónico y urbanístico dejado en los diferentes procesos de colonización en nuestro territorio.

Como Maestro y como Decano de la Facultad de Arquitectura de la Universidad Javeriana, propendió por la formación trascendente y para ello afianzó la enseñanza de la historia en la formación de los arquitectos, concibió la primera colección de Historia de Arte para la formación en la Facultad y a partir de la experiencia de la naturaleza, de espacio y de la historia supo articular y transmitir a los estudiantes el oficio del arquitecto más como un servidor y no como un mandatario, señalando las responsabilidades éticas y morales que afectan la vida y las acciones de los arquitectos1.

El gran esfuerzo de Carlos Arbeláez por trabajar en la Historia de la de Arquitectura en Colombia llevó a regularizar procesos de documentación e investigación para el reconocimiento y puesta en valor del urbanismo, la arquitectura y el arte propios de América Latina. Su conocimiento en áreas de Filosofía, Historia, Arqueología permitieron estructurar los primeros inventarios y registros de forma científica y tal ha sido su utilidad que aún hoy siguen siendo usados por las entidades a cargo de la protección del Patrimonio Cultural.

Este mismo entusiasmo fue plasmado en el significado y la formulación de los IIE, en palabras de del propio Arbeláez

"...estamos en condiciones de meditar sobre los caminos que el futuro abre ante nuestros ojos. Aún más hemos llegado al convencimiento de que a nuestra generación, le compete una obligación, la de buscar el empate entre la obra ejecutada con el desarrollo de nuestra historia, especialmente en lo que se refiere al campo específico de las Artes..."2

Y en este sentido se transcriben los cinco objetivos sobre los cuales debía enfocar sus trabajos:3

  1. Dar a conocer, valorar, analizar, criticar y clasificar la producción arquitectónica del país a lo largo del proceso histórico colombiano y neo-granadino conjuntamente con las demás expresiones artísticas, afines al campo de la arquitectura.
  2. Realizar dicha labor desde el campo universitario para que el estudiantado conozca cabalmente el valor inherente a la producción artística del país.
  3. Mediante el esfuerzo conjunto de estudiantes y profesores levantar el censo monumental del país con el fin de colaborar positivamente en una adecuada conservación.
  4. Procurar por todos los medios a su alcance, que la totalidad del esfuerzo por realizarse, sea debidamente y pulcramente publicado. Con ello se pretende hacer conocer al público, autoridades y eruditos, el verdadero valor de la obra cultural que nos pertenece. Igualmente, se busca que los diversos centros de estudio hispano-americanos y europeos, conozcan la producción monumental del país, para que ella ocupe el lugar que realmente le corresponde.
  5. Utilizar los sistemas conocidos de propaganda, para que dicha labor sea difundida en todos los medios posibles.

Hoy siguen vigentes estos objetivos. En este tiempo, se ha avanzado en la documentación y valoración de la mayor parte de la Arquitectura en Colombia, quedan nuevos retos en la integración de nuevos patrimonios que hacen parte de la identidad de nuestra Nación; de la misma forma, además de los inventarios, catálogos y valoración se ha avanzado en el reconocimiento de los riesgos a los que se expone el Patrimonio Cultural y con ello en el planteamiento de acciones para mitigarlos a través de Planes de Manejo.

Como una de los desafíos en los cuales se trabaja cada vez más es en trabajar en una visión sobre el patrimonio como un sistema en el cual la interacción de expresiones culturales que forman parte del patrimonio puedan en cierta medida determinar el ordenamiento y el desarrollo de las regiones de esta forma se acercarían mucho más las acciones de conservación y de Planificación territorial.

Aún hoy al igual que hace 50 años la voluntad de nuestros gobernantes cumple un papel crucial para la protección de estas huellas y la pertinencia de los institutos esta en hacer ver esta condición del Patrimonio Cultural a través de la investigación aplicada y el trabajo en conjunto entre la comunidad académica y la sociedad civil. Es importante señalar que a lo largo de estas cinco décadas de trabajo ininterrumpido el ICAC sirve de soporte académico para la formulación de los cursos de Historia de la Arquitectura, de los Talleres de Patrimonio de la Carrera de Arquitectura y de la Maestría en Patrimonio Cultural y Territorio, sin la existencia de esta sinergia no hubiera sido posible construir una plataforma de pensamiento propio ni el diseño de nuevas metodologías de análisis e intervención articuladas con las necesidades actuales relacionadas con la dignificación del ser humano, y compartidas con los organismos encargados de la protección de estas huellas.

Por su parte, la Revista APUNTES es la publicación científica de mayor reconocimiento en el continente y la calidad de los textos que en ella se publican han permitido consolidarla como una fuente de consulta en diversas temáticas que hacen parte del patrimonio cultural de los pueblos.

En estos últimos años se han editado números monográficos que han permitido reconocer áreas de interés en las cuales se encuentran trabajando centros de investigación en diversas universidades. Esta iniciativa ha reunido material no solo en torno al patrimonio material sino también al inmaterial y su articulación con espacios físicos dejando ver la imposibilidad de verlos por separado. También se han compilado textos que divulgan las experiencias de Manejo del Patrimonio y los retos que implica su articulación con las dinámicas económicas del entorno; adicionalmente, junto con la Maestría en Patrimonio Cultural y Territorio a través de Diálogos Académicos, se han estructurado las revistas de Arquitectura en Tierra y la que ahora se presenta de Patrimonio Cartográfico: mapas y cultura que pretende difundir el valor del trabajo cartográfico como medio para interpretar la forma en que culturalmente se configuraron territorios en diferentes momentos de la historia.

Al igual que lo enunciado por Arbeláez Camacho respecto al papel de la historia en la planificación, el análisis de la cartografía permite una nueva visión de los espacios geográficos y con ellos registrar los intereses que ha movido la representación del territorio en diferentes momentos para con estas determinantes poder tomar decisiones sobre el futuro de estas regiones. Agradecemos especialmente a los articulistas de este número que se constituirá en una edición de textos de consulta para investigadores. De la misma forma es importante resaltar el trabajo de los pares académicos que evalúan la calidad de los documentos que llegan y del equipo editorial para hacer posible cada número de esta revista a lo largo de sus 46 años de existencia.

Finalmente es importante reconocer que el legado que nos deja Carlos Arbeláez Camacho sigue vigente y hoy es necesario volver a releer su textos para dejarnos impactar por sus ideas del deber ser de los arquitectos, para que en el oficio mismo sean conscientes de su papel en la sociedad y que como tal deberán tener la sensibilidad de leer el entorno y las necesidades del ser humano, la intuición para generar espacios y la razón que da el conocer el pasado para poder planear el futuro. Al igual que hace 50 años, el reto está en concienciar a las diferentes comunidades sobre la importancia de esta huellas en la reafirmación del ser; por nuestra parte, el reto está en demostrar que desde el Patrimonio Cultural es posible reafirmar los derechos culturales e impulsar acciones que tiendan a dignificar al ser humano.


Pie de Página

1Retomado de los textos publicados por el Padre Alfonso Borrero S.J., en el prólogo del libro "El Arquitecto Carlos Arbeláez Camacho. Compilación de sus importantes escritos cortos.", en el artículo "Semblanza de Carlos Arbeláez Camacho" y del artículo "Carlos Arbeláez Camacho" del Arq. Jaime Salcedo Salcedo para el Revista APUNTES No. 16 de abril de 1980.
2Tomado del texto "El Significado de los Institutos de Investigaciones estéticas" AHJ, Fondo: Pontificia Universidad Javeriana. Carpeta 11E (ICAC) caja 138 carpeta 12.
3Notas sacadas de los documentos consultados en el 2013 en el Archivo Histórico de la Universidad Javeriana -IIE caja 138 carpeta 12 Significado del IIE.