SciELO - Scientific Electronic Library Online

 
vol.17 número1Loneliness, aging and widowhood throughout the life course. A case study in widowed people in Argentina 172Grief intervention and Mindfulness índice de autoresíndice de assuntospesquisa de artigos
Home Pagelista alfabética de periódicos  

Serviços Personalizados

Journal

Artigo

Indicadores

Links relacionados

  • Em processo de indexaçãoCitado por Google
  • Não possue artigos similaresSimilares em SciELO
  • Em processo de indexaçãoSimilares em Google

Compartilhar


Diversitas: Perspectivas en Psicología

versão impressa ISSN 1794-9998

Divers.: Perspect. Psicol. vol.17 no.1 Bogotá jan./jun. 2021  Epub 30-Dez-2020

https://doi.org/10.15332/22563067.6536 

Artículos

Violencia en las relaciones románticas y tipología familiar en jóvenes universitarios*

Violence in romantic relationships and family typology in young university students

Brenda Liz Rocha Narváez**  1 
http://orcid.org/0000-0002-6971-9254

Betsy Milena Venegas Ariza2 
http://orcid.org/0000-0003-4792-1280

Oscar Eduardo Ortiz Herrera3 
http://orcid.org/0000-0002-4191-1033

Sneyder Basto Urquijo4 
http://orcid.org/0000-0001-5503-5313

1Grupo de investigación Familia y Sociedad, Instituto de La Familia, Categoría B en Colciencias, Universidad de la Sabana, Colombia. Correo electrónico: brenda.rocha@unisabana.edu.co

2Universidad de la Sabana, Colombia. Correo electrónico: bevenegas@areandina.edu.co

3Universidad de la Sabana, Colombia. Correo electrónico: oscarorhe@unisabana.edu.co

4Universidad de la Sabana, Colombia. Correo electrónico: sneyderbaur@unisabana.edu.co


Resumen

La violencia en el noviazgo durante la juventud se transcribe en un problema social de gran importancia en razón al impacto y consecuencias que conlleva para la vida, incluyendo el hecho de ser un fuerte predictor de la violencia en la adultez. El propósito del presente estudio fue identificar la relación entre las conductas violentas en el noviazgo, la tipología familiar y algunos factores sociodemográficos, en una muestra de jóvenes universitarios de la Sabana de Bogotá. Para tal fin se realizó un estudio cuantitativo de corte transversal, con un diseño de tipo descriptivo correlacional a una muestra de 515 estudiantes universitarios de cinco instituciones de educación superior de la región sabana de Bogotá, con edades comprendidas entre los 18 y 25 años. Dentro de los hallazgos, para la muestra en estudio, se encontraron relaciones entre dichos factores de violencia y algunas tipologías familiares y los factores sexo y nivel socioeconómico. En conclusión, variables como la edad, el nivel socioeconómico y la tipología familiar se relacionan con la presentación de algunos tipos de violencia presentada durante el noviazgo.

Palabras clave Violencia; noviazgo; relaciones románticas; conductas violentas; violencia en el noviazgo; tipología familiar

Abstract

Dating violence during youth transforms into a social problem of great importance because of its impact and consequences for life, including the fact that it is a strong predictor of violence in adulthood. The purpose of this study was to identify the relationship between dating violence, family typology and some sociodemographic factors in a sample of young university students from the Bogota savanna. To this end, a cross-sectional quantitative study was carried out with a descriptive correlational design on a sample of 515 university students from five higher education institutions in the Bogotá savanna region, aged between 18 and 25 years. Among the findings, for the sample under study, relationships were found between these factors of violence and some family typologies and the sex and socioeconomic level factors. In conclusion, variables such as age, socioeconomic level and family typology are related to the appearance of some types of dating violence.

Keywords Violence; dating; romantic relationships; violent behavior; dating violence; family typology

Introducción

La violencia en las relaciones románticas ha sido un fenómeno estudiado en múltiples investigaciones por autores de distintos países de habla hispana (Rodríguez, López, Rodríguez, Bringas, Antuñas y Pineda, 2010), generando un marco amplio que trata de explicar las diferentes circunstancias asociadas a la presentación de esta problemática.

Brown, Feiring y Furman (1999) definen las relaciones románticas como una serie de interacciones que ocurren a lo largo del tiempo y que se caracterizan de la siguiente manera: a) involucran a dos individuos que reconocen algún tipo de vínculo entre sí, b) son voluntarias, c) existe algún tipo de atracción basada en la apariencia física, características de personalidad, la compatibilidad de intereses o habilidades, d) implican manifestaciones de compañerismo, intimidad, protección y apoyo. También Collins, (2003) define estas relaciones como interacciones voluntarias y reconocidas mutuamente, que en comparación con la mayoría de las otras relaciones como las de compañeros, éstas las románticas, suelen tener una intensidad distintiva, que suele estar marcada por expresiones de afecto y comportamiento sexual actual o anticipado.

Las características de la juventud hacen a los jóvenes vulnerables a la acomodación de modelos de comportamiento, evidencia de esto se expone en Papalia, Wendkos y Duskin (2001), cuando se reconoce cómo los jóvenes en la socialización aprenden, a través del ejemplo, a imponerse mediante la fuerza física, la agresión o la manipulación. Los factores aquí mencionados según los autores son patrones de comportamiento que se observan desde antes del matrimonio y se remontan al inicio de las relaciones afectivas de las personas como un fenómeno de violencia prematrimonial. Según estos autores, en Estados Unidos la Violencia en el noviazgo es un problema frecuente, motivo por el cual se ha estudiado y se han definido tres tipos fundamentales: violencia física, caracterizada por conductas como golpes, pellizcos o empujones; violencia emocional, cuando esta es caracterizada por amenazas o causa sufrimiento o abuso verbal; y violencia sexual, cuando se obliga a la pareja a participar de un acto sexual no deseado.

En esta línea, Pazos, Oliva y Gómez, (2014) definen las conductas violentas en las relaciones románticas de jóvenes, como “todo ataque intencional de tipo sexual, físico o psíquico, de un miembro de la pareja contra el otro en una relación de pareja integrada por jóvenes y/o adolescentes” (pp. 149). Esta definición aporta a la descripción de una problemática que ha sido investigada de forma cada vez más frecuente en la actualidad, y en la que se aborda la población juvenil, la situación de maltrato en el noviazgo y las implicaciones psicológicas, y físicas en las víctimas (Bonomi et ál., 2012; Cortés et ál., 2015; Hernández, Bosch, Nápoles y Ortega, 2016).

En Colombia, la violencia en las relaciones románticas muestra síntomas de forma frecuente, evidencia de lo anterior se advierte en las cifras de violencia presentadas en el 2018 por el Instituto Nacional de Medicina legal y Ciencias Forenses, en su revista Forensis del 2017, recopila datos nacionales respecto a violencia contra la pareja. Este es un fenómeno recurrente en distintos departamentos y ciudades del país e históricamente se mantiene vigente como uno de los retos que como sociedad se deben enfrentar. Así pues, para el año 2008 se reportaron un total de 58.261 casos y para el 2009 se totalizaron 61.131 casos reportados, para el año 2017 las cifras presentaron una reducción gradual descendiendo con un total de 50.072 casos. De la misma forma, se reporta una tasa de 123,11 casos por cada 100.000 mil habitantes y se revela que esta violencia tiene mayor incidencia en adultos jóvenes entre los 25 y los 29 años, seguidos por el grupo de edad comprendido entre 20 a 24 años, con 11.007 y 10.417 casos respectivamente; estos hallazgos coinciden con lo mencionado por López, Rodríguez, Rodríguez, Paino, (2015) quienes en un estudio de España refieren que las conductas violentas en las relaciones románticas tienen mayor probabilidad de presentarse en la población de adolescentes y de adultos jóvenes.

Otra fuente referente para Colombia en este tema es la Encuesta Nacional de Demografía y Salud (ENDS) que hace parte del Sistema Nacional de Estudios y Encuestas Poblacionales para la salud y del Plan Nacional de Estadísticas (PEN), y quien tiene a cargo el Departamento Administrativo Nacional de Estadística (DANE) y publicada por el Ministerio de Salud (2016), dicha encuesta arroja los resultados de un estudio en 2015 en una muestra de mujeres de 13 a 49 años, y de hombres de 13 a 59 años, analizando varios fenómenos sociales como factores de riesgo asociados a la violencia intrafamiliar y los determinantes sociales en salud, el incremento de los hogares unipersonales y la disminución de los hogares extendidos. Dicho estudio reveló que el 31 % de las mujeres encuestadas en Colombia, reportaron que sus esposos o compañeros ejercían violencia sobre ellas, mientras que el 22.4 % de los hombres alguna vez reportó haber sufrido violencia ya sea física, verbal o emocional.

Un estudio realizado por Benavides (2016) muestra cómo la violencia intrafamiliar no se presenta en los hogares de forma situacional, suele ser más bien un patrón de comportamientos que evoluciona a lo largo del tiempo y por lo general muestra sus primeros síntomas antes del matrimonio o las uniones de hecho de las parejas. Los autores afirman que la violencia en el noviazgo puede predecir hasta en un 51 % las agresiones de pareja en casados. Por otro lado, un factor adicional se relaciona con la correlación positiva entre la disfuncionalidad familiar y la presentación futura de conductas violentas en el matrimonio (Rey, Bolívar y Martínez, 2017).

Por su parte, Díaz y Carvajal (2011) muestran que el 13 % de los jóvenes reconocen haber ejercido o intentado situaciones de maltrato, y que el 9.2 % de las jóvenes han sufrido en alguna ocasión maltrato físico o psicológico por alguna de sus parejas. En esta línea, Benavides (2016) determinó en una muestra de 902 adolescentes y jóvenes colombianos, que cercana del 85 % presentaron violencia dentro del noviazgo. Estas cifras demuestran la existencia de un fenómeno generalizado en la población joven de la ciudad de Bogotá. Es un caso similar a lo reportado por Connolly y Josephson, (2007). Por el contrario, Joules, Platt y McDonald (2009) manifiestan que del 20 % al 50 % de los jóvenes reportan haber sido víctimas de violencia por parte de sus compañeros sentimentales.

Respecto a la tipología de violencia que se presenta, González-Ortega, Echeburúa y Corral (2008, citado en Martínez, Vargas y Novoa 2016), señalan que en las relaciones de noviazgo se presenta con mayor prevalencia la violencia de tipo psicológico siendo la forma más común las agresiones verbales a través de insultos, acusaciones e intimidación. Otros estudios (Byers y Price, 2007; Fernández-Fuertes y Fuertes,2010; Hird, 2000; Muñoz-Rivas, Graña, O’Leary y González, 2007; Sears), revelan patrones relacionados con los el sexo de los participantes, encontrando coincidencias entre los hallazgos, tales como que las mujeres jóvenes admiten el uso de formas de violencia leve como verbal-emocional y de violencia física en algunos casos; estos datos pueden ser comparados con los resultados de los chicos quienes a su vez presentaron situaciones en las que están inmersos en violencia emocional y sexual.

Al respecto, Rey (2017) y Contreras et ál. (2010) afirman que la violencia sexual en mujeres de población Latinoamericana se relaciona con factores como la desigualdad de género, las normas sociales que avalan la violencia sexual, los celos del hombre, la negación de relaciones sexuales a la pareja y la pérdida del control de la relación por parte de la figura masculina. También se asocian a factores como la marginación y la exclusión social, el haber sufrido violencia en la infancia y las actitudes rígidas de género.

En la ENDS del 2015 se determinó que la violencia de género es “entendida como violaciones sistemáticas y masivas de derechos humanos y libertades fundamentales, asociadas a las relaciones asimétricas de poder, que determinan una posición de sumisión y vulnerabilidad de unas personas frente a otras” (pp. 395). A partir de los datos recolectados se pudo establecer que el tipo de violencia más reportado por mujeres y hombres, en el marco de las relaciones de pareja, es la psicológica seguida por la violencia física, la violencia económica y la violencia sexual. La descalificación por parte de la pareja es otra de las formas en las que se ejerce la violencia psicológica, presentándose en mayor proporción sobre las mujeres (39 %) que sobre los hombres (35 %). Así mismo, la intimidación y las amenazas son ejercidas en su mayoría por los hombres contra sus parejas; el 7 % de las mujeres manifestó que su pareja las había amenazado con un arma, frente a 5 % de los hombres. El 15 % de las mujeres y el 13 % de los hombres manifestaron que su pareja los había amenazado con abandonarlos o irse con otra pareja; y el 12 % de las mujeres y el 9 % de los hombres afirmaron que sus parejas les habían amenazado con quitarle los hijos.

En cuanto a la violencia física, la ENDS (2015) refiere que este tipo de violencia recae en mayores proporciones sobre las mujeres con 31 % quien reportó que su pareja o expareja había ejercido violencia física en su contra. Por su parte, el 22 % de los hombres reportó haber vivido violencia física

Otro aspecto reportado como importante es la tipología familiar. Caballero y Ramos, (2004) y Tucker, Osla y Young, (2001) coinciden en reportar que los jóvenes con episodios de violencia en sus relaciones de pareja reportan experiencias de padres violentos o con antecedentes de ser víctima de algún tipo de violencia de pareja. Estos estudios plasman una correlación significativa de variables que explican como haber sido testigos de violencia entre los padres, así como de ser víctimas de violencia intrafamiliar puede ser considerado un factor de riesgo para presentar violencia en sus relaciones de pareja futuras.

Palacios, Polo, Castaño, León, Fajardo (2013) reportan con jóvenes estudiantes de secundaria que “existen más víctimas y agresores/as de la violencia en familias no nucleares de tipo monoparental, reconstituidas, y de crianza por parte de los abuelos frente a las familias de tipo nuclear” (pp. 161). Así pues, en este estudio se revisa la presencia de comportamientos violentos en las relaciones escolares, sugiriendo la posibilidad de existencia de relación entre las conductas violentas en el noviazgo y la tipología familiar de las personas vinculadas en una relación romántica.

En esta misma línea, Jain, Buka, Subramanian y Molnar (2010) reportan que la violencia en las parejas jóvenes puede considerarse un predictor de la violencia en las parejas adultas por lo que las conductas de violencia en el noviazgo se presentan de forma bidireccional; siendo frecuente este tipo de comportamientos en la interacción de los jóvenes en sus relaciones amorosas. Martínez y colaboradores (2016) coinciden en afirmar que existe una relación entre núcleo familiar de los jóvenes y el comportamiento en sus futuras relaciones románticas.

Algunos estudios han reportado la relación entre la violencia durante el noviazgo y otros factores tales como la edad. Al respecto Pazos y colaboradores (2014) reportan que existe una disminución de la práctica de la violencia física en ambos sexos conforme aumentaba la edad. De acuerdo con Muñoz-Rivas et ál. (2007) quienes reportan datos semejantes, indican que el tipo de violencia entre las parejas más jóvenes presenta formas de comportamiento agresivo como empujar o golpear, que son interpretados como señales de mantenimiento de interés hacia el otro, y que pueden llegar a ser aceptables dentro del estilo interactivo de contexto de broma o juego, producto de su juventud. Adicionalmente, estos autores mencionan como algunas conductas de violencia se presentan en las relaciones de noviazgo de jóvenes, en función de si se posee o no comportamientos sociales idóneos para la solución de problemas, empatía y conductas prosociales, que le permitan al adolescente asumir una relación afectiva saludable.

Lo anterior coincide con los resultados de Bringas et ál. (2015) quienes reportaron en estudiantes mexicanos que los tipos de maltrato con mayor prevalencia son los asociados a la categoría de violencia de tipo psicológico. La coincidencia de estos tipos de maltrato se encuentra en los dos sexos y de forma similar se organizan las conductas de violencia de la siguiente manera: desapego, coerción, humillación, género, sexuales, castigo, físicas e instrumentales.

Algunos estudios han buscado analizar la relación de la violencia durante el noviazgo con el nivel socioeconómico de las personas vinculadas en la relación romántica. Estudios como el de Rey (2002), quien encontró que el nivel socioeconómico es un fuerte predictor del ejercicio de violencia hacia la pareja, debido a la escasez de recursos, que generan a su vez niveles altos de estrés, sirviendo estos últimos como desencadenante de situaciones violentas con la pareja. Esta información coincide con lo expuesto por Belisario, Virgüez, Niño y Vargas (2002) quienes tras investigaciones en una muestra venezolana reportan que existe una mayor prevalencia de violencia en las clases sociales obreras, donde se presentan el 66 % de los casos reportados en esa investigación.

Otros factores socioeconómicos tienen que ver con la presencia de conductas violentas asociadas al manejo de los recursos de la pareja, estas conductas son mencionadas por Rey (2013), quien las denomina de tipo “económico”, ya que se refieren a comportamientos como robar el dinero, bienes de la pareja, no permitir el desarrollo laboral y presionar para ceder un bien o dinero.

A partir de las ideas anteriormente expuestas, este estudio tuvo por objetivo identificar la relación que existe entre la tipología familiar, algunos factores sociodemográficos y la presentación de conductas violentas al interior de las relaciones románticas de jóvenes. De estas posibles asociaciones es pertinente revisar el rol del tipo de familia durante la presentación de la violencia en las relaciones románticas ya que son pocos los estudios que han tratado de explicar esta asociación.

Metodología

Se realizó un estudio cuantitativo de corte transversal, con un diseño de tipo descriptivo correlacional a una muestra no probabilística por conveniencia.

Participantes

La muestra estuvo conformada por 515 estudiantes universitarios de cinco instituciones de educación superior de la región sabana de Bogotá, con edades comprendidas entre los 18 y 25 años, quienes al momento de la aplicación del instrumento estaban vinculados o hubiesen estado en una relación romántica de mínimo 6 meses. Del total de la muestra 351 fueron mujeres (68.2 %) y 164 hombres (31.8 %). El 34.6 % pertenecía al nivel socioeconómico bajo (estrato 1 y 2), el 48.7 % pertenecía al nivel socioeconómico medio (estrato 3 y 4) y el 16.7 % pertenecían al nivel socioeconómico alto (16.7 %).

El cuestionario fue anónimo, voluntario y auto-administrado. Para la aplicación y tratamiento de datos se tuvieron las consideraciones éticas necesarias, entre ellas se garantizó que el estudio fuese diseñado moral y responsablemente para no causar ningún tipo de daño o riesgo de los participantes. El estudio fue aprobado por el comité de ética de la Dirección de Investigación de la Universidad de la Sabana. La participación en el diligenciamiento del formulario fue voluntaria y se dio por aceptada la participación en la investigación con la respuesta del formato. Posteriormente se presentó a los participantes las condiciones de confidencialidad de los datos suministrados. Por esta razón no se suministra información acerca del nombre de las instituciones educativas a las cuales pertenecen los encuestados y tampoco se revelarán los nombres de las personas de la muestra.

Instrumentos y procedimiento

El cuestionario final incluyó información sociodemográfica como: sexo, edad, nivel socioeconómico, tipología familiar y las preguntas asociadas a los indicadores de las dimensiones del Cuestionario de Violencia de Novios (CUVINO) (Rodríguez et ál., 2007).

Para la tipología familiar se tuvo en cuenta la clasificación y definición del Observatorio de Políticas de las Familias del Departamento Nacional de Planeación (2016), quienes establecen una clasificación de las familias según su estructura de la siguiente manera:

De tipo nuclear: conformado por padre y madre con o sin hijos; o por padre o madre con hijos.

De tipo amplio: conformado por un hogar nuclear más otros parientes o no parientes; esta categoría se puede subdividir a su vez en:

De tipo extenso: conformados por un hogar nuclear más otros parientes.

De tipo compuesto: conformados por un hogar nuclear (con o sin otros parientes).

Por último, en el documento del DNP (2016) establece unas tipologías que denominan “hogares no familiares” que para efecto de la presente investigación no se incluyó, debido a que estos hogares establecen relaciones basadas en conformaciones de una sola persona o de vínculos de amistad, relaciones que no son constitución familiar sino de hogar según el mismo documento (DNP, 2016). Estas distintas denominaciones presentan grandes cambios estructurales de la familia durante el paso del tiempo, hecho previsto en sus estudios por Ullmann, Maldonado Varela y Rico, (2014), que coinciden también con los hallazgos de Flores y Sánchez (2012) y de Gutiérrez de Pineda, (1975), quienes evidencian la existencia de una realidad cambiante de las familias y dan cuenta de una estructura en transformación continua.

El instrumento CUVINO es un cuestionario diseñado específicamente para la evaluación de la violencia entre parejas de novios adolescentes, con edades comprendidas entre los 14 y los 25 años de edad (Rodríguez et ál., 2007). Este cuestionario fue elegido por su conveniencia para la muestra de la investigación debido a que evalúa específicamente población de jóvenes y se encuentra validado para población latinoamericana por Rodríguez et ál. (2010). El instrumento consta de 42 ítems que sirven como baremos para diferentes conductas violentas y actitudes negativas que pueden interferir en la relación de pareja, estas conductas y actitudes son agrupadas en ocho factores: violencia por desapego, violencia sexual, violencia por coerción, violencia por humillación, violencia de género, violencia física, violencia instrumental y violencia por castigo emocional. Este instrumento fue diseñado para la medición de violencia en las relaciones románticas de población española y posteriormente fue validado por sus autores en población Latinoamericana. Durante su validación fue sometido a análisis de fiabilidad de cada uno de los ítems a fin de comprobar sus garantías psicométricas, por lo que cada reactivo fue asignado al factor que ofreció mejores condiciones de fiabilidad. Estos factores fueron etiquetados por sus autores teniendo en cuenta los contenidos de los indicadores conductuales que conforman cada factor.

El instrumento final fue sometido a una revisión lingüística por un experto para generar mayor cercanía con la población colombiana. Estos ajustes se realizaron previa autorización del autor.

Modelo de Análisis

La evaluación de los factores de violencia fueron medidas bajo dos variables. Primero, la frecuencia de los actos de violencia, y segundo, por nivel de molestia con los mismos. De esta forma, para su caracterización se consideró cada tipo de violencia (violencia por desapego, violencia sexual, violencia por coerción, violencia por humillación, violencia de género, violencia física, violencia instrumental y violencia por castigo emocional) como un grupo y se compararon los promedios de los puntajes a través de las pruebas no paramétricas de Kruskal-Wallis y comparación de medias de Tukey aplicada a los rangos de las variables con p<0.05.

La evaluación de las variables sociodemográficas sexo, nivel socioeconómico, edad y tipología familiar se compararon con los puntajes de respuesta emocional, a través de análisis de varianza a modelos factoriales de efectos principales e interacciones dobles. Para este fin, fue necesario transformar los valores con la función raíz cuadrada, pues su comportamiento original se alejaba del comportamiento de una distribución normal. En los casos donde se presentaban efectos significativos de las interacciones se realizó análisis parciales de los niveles de los factores. Para todos los casos las diferencias entre los efectos simples o principales se utilizaron pruebas de t con p<0.05.

Resultados

La percepción de la muestra con respecto a la frecuencia de presentación de las conductas violentas, se encontró que los factores más puntuados en las relaciones románticas fueron: la violencia por desapego (M=2707.35), coerción (M=2491.05), y humillación (M=2128.51), tal y como se evidencia en la figura 1.

Fuente: elaboración propia.

Figura 1 Percepción de frecuencia de presentación de las conductas violentas en la muestra 

Frente a la percepción de molestia presentada por los estudiantes que respondieron el instrumento se encontró que los factores más referidos fueron el de violencia por desapego (M=2873.43), violencia por humillación (M=2827.93), Violencia por coerción (M=2378.00), violencia sexual (M=2271.77) y violencia de género (M=1946.42). En la figura 2. se grafican los resultados con respecto a los distintos tipos de violencia evaluados.

Fuente: elaboración propia.

Figura 2 Percepción de molestia frente a los factores de violencia en la muestra 

En la escala de frecuencia se evidenció que los hombres reportan presencia de algunos factores de violencia a medida que aumenta su nivel socioeconómico, y las mujeres reportan con más frecuencia en algunos factores de violencia en la medida que se reduce su nivel socioeconómico, los factores de violencia que se comportan así son los siguientes:

Violencia emocional, violencia física, violencia por coerción, violencia por desapego, violencia de género, violencia instrumental, violencia por humillación, violencia sexual.

En la escala de molestia se evidenció que tanto hombres como mujeres reportan promedios de puntuaciones altas, en violencia física, por humillación, género, instrumental, coerción y desapego. Las mujeres reportan mayor molestia frente a la violencia por coerción que los hombres.

Respecto a la relación existente entre el factor de violencia de tipo físico y la tipología familiar en la escala evaluada de frecuencia; se encontró una relación positiva en el reporte de la violencia física en las familias de tipología nuclear de nivel socioeconómico bajo (M=3.91), también se encontró que las familias de nivel socioeconómico medio tienden a expresar menor frecuencia de este tipo de violencia, menos en el segmento de familias monoparentales de cabeza femenina (M=0.94) en el cual puntúa mayor frecuencia de presentación que el resto de segmentos sociales evaluados.

Fuente: elaboración propia.

Figura 3 Percepción de frecuencia en violencia física según nivel socioeconómico vs tipología familiar 

En los resultados presentados en las figuras 4, 5 y 6, se encontró que las mujeres tienden a puntuar más alto en la escala de molestia frente presentación de violencia de tipo emocional, de género, física, instrumental y sexual. También es tendencia en los resultados que para el sexo masculino también se evidencia molestia, aunque no lo perciben con medias tan elevadas como las mujeres.

Dentro de las mujeres, se encuentra que los segmentos poblacionales de tipología familia monoparental de cabeza femenina y masculina observan como más molesta la presentación de violencia emocional, de género, física, instrumental y sexual.

Respecto a la escala de molestia en la violencia de tipo sexual se encuentra que las mujeres reportan sentirse más incómodas frente a este tipo de violencia, aunque las mujeres que provienen de familias monoparentales de cabeza masculina tienden a sentirse menos incómodas frente a este factor, hecho que se puede contrastar con el hecho de que los hombres de este mismo de familia tienen a molestarse menos por esta misma tipología de violencia.

Fuente: elaboración propia.

Figura 4 Percepción de molestia frente a la violencia de tipo emocional según sexo vs tipología familiar 

Fuente: elaboración propia.

Figura 5 Percepción de molestia de violencia de género según sexo vs tipología familiar 

Fuente: elaboración propia.

Figura 6 Percepción de molestia frente a la violencia instrumental según sexo vs tipología familiar 

Fuente: elaboración propia.

Figura 7 Percepción de molestia de tipo sexual según sexo vs tipología familiar 

Discusión

Respecto de las conductas violentas al interior de las relaciones románticas de la muestra en estudio, los resultados arrojaron que los factores más frecuentes en las relaciones románticas de la muestra son la violencia por desapego, la violencia por coerción y la violencia por humillación. Estos, hallazgos coinciden con los de Jaramillo, Holguín y Ramírez (2015), quienes desde la experiencia de los jóvenes en instituciones de Educación Superior, identificaron representaciones presentes sobre la violencia psicológica y física en los noviazgos heterosexuales de su muestra, estos resultados son coincidentes en términos de presencia de conductas violentas en las relaciones románticas de los jóvenes.

En el estudio de López et ál. (2015), quienes utilizaron el mismo instrumento del presente estudio (Cuestionario de Violencia de Novios, CUVINO) se halló que la variable desapego es el tipo de violencia más utilizado por la muestra de jóvenes en educación superior, resultados que son similares a los aquí presentados.

De acuerdo a las interacciones de las variables sociodemográficas como la edad, se identificó que la violencia emocional, más frecuente a medida que aumenta la edad en los hombres. Por el contrario, respecto a las mujeres el grado de molestia es alto y disminuye con la edad. Dicho resultado puede deberse al hecho que a mayor edad se incrementa la incidencia en la presentación de conductas violentas en sus relaciones (Instituto de Medicina Legal, 2017), hallazgo que es coincidente con lo mencionado por López et ál. (2015) quienes en un estudio de España refieren que las conductas violentas en las relaciones románticas tienen mayor probabilidad de presentarse en la población adolescentes y adulto joven. Resultados similares encontraron Redondo, Ingles, García (2017), quienes reportaron diferencias estadísticamente significativas tanto en hombres como mujeres que a mayor edad reportaron mayor frecuencia de comportamientos violentos de distintos tipos, salvo las conductas relacionadas con la violencia física. Estos autores mencionan la existencia de comportamientos más agresivos hacia el inicio de las relaciones y una disminución de estos debido a un cambio de prioridades en el noviazgo, donde toma mayor importancia el compromiso y la intimidad.

En cuanto a la molestia de las personas del grupo evaluado, frente a los distintos tipos de violencia, se detectó un aumento de dicho factor en los hombres a medida que aumenta la edad, frente a la violencia de tipo física y por coerción. Por otro lado, en las mujeres se observa que es molesto cualquier tipo de violencia, específicamente en la violencia física tienden a disminuirla en la medida que aumenta la edad. La molestia experimentada parece relacionarse con la edad de presentación de violencia sufrida en el noviazgo, de tal forma que hay más interacciones violentas en la adolescencia media-tardía, decreciendo de manera notable a partir de los 25 años (Palmetto, Davidson, Breitbart y Rickert, 2013). Este hallazgo es coincidente con nuestros resultados, pues en el rango mayor de la población estudiada se observa que hacia los 25 años hay una tendencia de disminuir los episodios de violencia en las relaciones.

Las correlaciones encontradas entre la edad y la presentación de conductas violentas en las relaciones románticas, coinciden con los hallazgos de Rey (2013) quien ha encontrado evidencia acerca de la evolución del maltrato emocional y de otros tipos en las relaciones que en sus inicios muestran comportamientos incipientes de agresión, estas relaciones muestran con el tiempo un fenómeno de consolidación de las dinámicas de maltrato que tiende a evolucionar con él aumenta la edad.

Respecto a la variable sexo se encuentra correlación significativa con la presentación de la violencia en relaciones románticas, debido a que se encuentra de forma transversal en la mayoría de los resultados del presente estudio, contrastado con otros estudios, como los de Benavides (2015), donde reporta diferencias significativas entre hombres y mujeres en relación con la utilización de la violencia sexual y violencia física leve. También, Jaramillo et ál. (2015) afirman que los jóvenes resuelven sus conflictos empleando la violencia emocional, por lo cual, se hace evidente que los hombres no tienen el rol hegemónico de la violencia y que, en las relaciones de novios, la violencia se expresa de forma muy equitativa. Así mismo, contrastado con nuestros resultados, se encontró que tanto hombres como mujeres ejercen violencia emocional y no se encuentra un sexo más responsable de la violencia que otro en las relaciones.

En cuanto a la frecuencia de la violencia, los hombres reportaron una baja frecuencia en la ejecución de comportamientos violentos de tipo sexual, contrastando con el estudio de Pazos et ál., (2014) quienes refieren que los hombres eran actores más violentos de tipo relacional-sexual estableciendo comportamientos más agresivos al interior de sus relaciones de noviazgo.

Respecto a la variable de nivel socioeconómico se encontró que en la escala de frecuencia tanto hombres como mujeres reportaron violencia por coerción, sin importar el nivel socioeconómico. Otro hallazgo se dio en los hombres que a mayor nivel socioeconómico se presentó más reporte de violencia física, por desapego, de género e instrumental, seguido por la violencia emocional, humillación y sexual. Por otro lado, en las mujeres a mayor nivel socioeconómico se presentó menor reporte de violencia física y por desapego. En mujeres de nivel socioeconómico bajo se encontró que es alta la frecuencia de violencia por desapego, emocional, de género, por humillación, instrumental y sexual. En general la muestra en su totalidad evidencia una reducción de la frecuencia de la violencia emocional en la medida que aumenta su nivel socioeconómico. Lo anterior coincide con lo reportado por Ackard, Neumark-Sztainer y Hannan, (2003). Así mismo, concuerda con los estudios de Foshee, Benefield, Suchindran et ál. (2009) en los cuales se han encontrado desventajas socioeconómicas en nivel bajo para ser un factor que aumenta el riesgo de violencia en el noviazgo.

La evidencia empírica indica que buena parte de los agresores proviene de estratos socioeconómicos bajos (Rey, 2002). Este argumento coincide con los hallazgos de nuestra investigación, donde las mujeres a mayor nivel socioeconómico menor fue el reporte de violencia física y por desapego. Por el contrario, en cuanto a las mujeres de nivel socioeconómico bajo se encontró que es alta la frecuencia de violencia por desapego, emocional, de género, por humillación, instrumental y sexual; entendiéndose que las mujeres de nivel socioeconómico más bajo, reportan más incidencia de la frecuencia de la violencia de distintos tipos en sus relaciones románticas.

De nuestros resultados llama la atención que las mujeres de niveles socioeconómicos bajos reportan menor información de molestia frente a los factores de violencia, información que puede ser similar a la encontrada por Castro, Casique y Serrano, (2006), quienes en su estudio evidencian la disminución de reportes de violencia intrafamiliar en estratos socioeconómicos altos; datos que pueden ser contrastados frente a investigaciones que permitan revisar esta variable aislada de otras y una mayor información acerca de este fenómeno, ya que el presente estudio sólo permite identificar la interacción entre variables pero no profundiza en la explicación de las mismas.

En este estudio es evidente que se concibe el factor socioeconómico como una variable relevante, que interviene generando incidencia positiva o negativa en la presencia mayor o menor de algunos factores de violencia en relaciones románticas. Sin embargo no es posible explicar los factores que fundamentan la verdadera incidencia del nivel socioeconómico, sobre la violencia en el noviazgo y sólo a manera de especulación podremos retomar a Soler, Barreto y González, (2005), quienes mencionan como factores socioculturales pueden favorecer la transmisión de modelos que faciliten la presentación de violencia en las relaciones mencionadas.

Respecto a la identificación de la relación entre la tipología familiar y las conductas violentas al interior de las relaciones románticas, se encontró un efecto entre la tipología familiar en las familias nucleares quienes puntuaron una mayor frecuencia de violencia física; en familias extensas y familias monoparentales de cabeza femenina en los cuales no existen relaciones significativas, y en el caso de las familias monoparentales de cabeza masculina, donde se encontró una alta frecuencia de violencia física.

En términos de molestia de las tipologías familiares, se evidencia que la violencia emocional y física se presenta más en familias monoparentales de cabeza femenina. Adicionalmente, los resultados evidencian mayor molestia de violencia de género pertenecientes a familias monoparentales tanto masculinas como femeninas. En la violencia instrumental, se encontró que las mujeres reportan mayor molestia en este tipo de violencia en todas las tipologías familiares, siendo los reportes más altos en los grupos de familias monoparentales con cabeza femenina y masculina.

De igual forma, se encontró que las personas que provienen de familias monoparentales de cabeza femenina presentan mayor molestia frente a la violencia de tipo sexual y emocional. La evidencia teórica no permite encontrar elementos investigados sobre la relación entre la tipología familiar y la violencia en el noviazgo. Sin embargo, algunos estudios como los de Palacios et ál. (2013), encontraron relación entre casos de violencia en contexto escolar y tipología familiar, demostrando la relación existente entre la estructura familiar y la posible predisposición a algunos tipos de violencia. Si bien la estructura familiar no se relaciona de forma significativa con la violencia en el noviazgo, la revisión teórica permite ver una relación estrecha entre la funcionalidad familiar y la violencia, muestra de esto dan cuenta Alvarado (2016), Rubio, Carrasco, Amor y López, (2015).

Conclusiones

Las variables evaluadas muestran relación positiva con algunos tipos de violencia en el noviazgo, tanto en las escalas de frecuencia como de molestia del CUVINO, demostrando que variables como la edad, el nivel socioeconómico y la tipología familiar se relacionan con la presentación y posible sensibilidad a algunos tipos de violencia presentada durante el noviazgo de adultos jóvenes.

Respecto a la relación existente entre la tipología familiar y las escalas de frecuencia y molestia de CUVINO, se encontró predisposición en algunas tipologías familiares frente a algunos tipos de violencia. Esta situación, al ser contrastada frente a referentes teóricos e investigaciones previas, muestran pocos antecedentes sobre el tema.

Los resultados de la aplicación del CUVINO no tienen antecedente en población colombiana y la adaptación lingüística realizada a la prueba sirve de insumo para posteriores investigaciones. Se recomienda contrastar los resultados desde las dos escalas establecidas por la prueba (frecuencia y molestia), ya que los resultados de la presente investigación no lograron ser contrastados con suficiencia por la ausencia de investigaciones en la población del país de la muestra.

Referencias

Alvarado, P. (2016). Transmisión transgeneracional de la violencia de pareja y funcionalidad familiar de hombres y mujeres de la ciudad de Trujillo. In Crescendo, 6(2), 11-29. [ Links ]

Belisario, C., Virgüez, N., Niño, A. y Vargas, Y. (2002). Factores de riesgo que predisponen la violencia física y psicológica contra la mujer en el ámbito familiar. Boletín Médico de Postgrado, 18(4), 186-192. [ Links ]

Benavides, J. (2015). Violencia en el noviazgo: un estudio exploratorio (Documento de trabajo No. 12). Bogotá: Ediciones Universidad Cooperativa de Colombia. [ Links ]

Benavides, J. (2016). Violencia en el noviazgo: Diferencias de género. Revista Informes Psicológicos, 16(2), 27-36. [ Links ]

Bonomi, A., Anderson, M., Nemeth, J., Bartle-Haring, S., Buettner, C. y Schipper, D. (2012). Dating violence victimization across the teen years: abuse frequency, number of abusive partners, and age at first occurrence. BMC Public Health, 12, 2-10. http://doi.org/10.1186/1471-2458-12-637Links ]

Bringas, C., Cortés, L., Antuña, M., Flores, M., López, J. y Rodríguez, F. (2015). Análisis diferencial de la percepción de jóvenes sobre maltrato en el noviazgo. Revista Latinoamericana de Ciencias Sociales, Niñez y Juventud, 13(2), 737-748. [ Links ]

Brown, B., Feiring, C., & Furman, W. (1999). Missing the Love Boat: Why Researchers Have Shied Away from Adolescent Romance. In W. Furman, B. Brown, & C. Feiring (Eds.), The Development of Romantic Relationships in Adolescence (Cambridge Studies in Social and Emotional Development, pp. 1-16). Cambridge: Cambridge University Press. http://doi.org/10.1017/CBO9781316182185.002Links ]

Caballero, M. y Ramos, L. (2004). Violencia: Una revisión del tema dentro del trabajo de investigación en el Instituto Nacional de Psiquiatría. Salud Mental, 27(002), 21-30. [ Links ]

Castro, R., Casique, I. y Serrano, O. (2006), Informe Nacional sobre violencia y Salud. Violencia de pareja contra mujeres en México: En Búsqueda de Datos Consistentes. Primera Edición. [ Links ]

Collins, A. (2003). More than myth: the developmental significance of romantic relationships during adolescence. Journal of research on adolescence, 13(1), 1-24. [ Links ]

Connolly, J. y Josephson, W. (2007). Aggression in adolescent dating relationships: Predictors and prevention. The Prevention Researcher, 14(5), 3-5. [ Links ]

Contreras, J., Bott, S., Guedes, A. y Dartnall, E. (2010). Violencia sexual en Latinoamérica y el Caribe: análisis de datos secundarios. Iniciativa de investigación sobre la violencia sexual. Recuperado de: http://www.oas.org/dsp/documentos/Observatorio/violencia_sexual_la_y_caribe_2.pdf. [ Links ]

Cortés, L., Flores, M., Bringas, C., Rodríguez, L., López, J. y Rodríguez, F. (2015). Análisis diferencial de la percepción de jóvenes sobre maltrato en el noviazgo. Revista Latinoamericana de Ciencias Sociales, Niñez y Juventud, 13(2), 737-748. [ Links ]

Díaz, M. y Carvajal, M. (2011). Igualdad y Prevención de la Violencia de Género en la Adolescencia. Universidad Complutense de Madrid, España. Octava colección contra la violencia de Género. Documentos. [ Links ]

Fernández-Fuertes, A. y Fuertes, A. (2010). Physical and psychological aggression in dating relationships of Spanish adolescents: Motives and consequences. Child Abuse y Neglect, 34, 183-191. [ Links ]

Flórez, C. y Sánchez, L. (2012). Fecundidad y familia en Colombia: ¿hacia una segunda transición demográfica? Coautor con Lina María Sánchez. Serie de estudios a profundidad. Encuesta Nacional de Demografía y Salud – ENDS – 1990/2010. Profamilia. Recuperado de: https://www.minsalud.gov.co/sites/rid/Lists/BibliotecaDigital/RIDE/INEC/INV/0%20-%20SERIE%20ESTUDIOS%20A%20PROFUNDIDAD%20FINAL%20WEB%202014.pdfLinks ]

Foshee, A., Benefield, T., Suchindran, C., Ennett, S., Bauman, K. … Mathiaset, J. (2009) The Development of Four Types of Adolescent Dating Abuse and Selected Demographic Correlates. Journal of Research on Adolescence, 19(3), 380-400. https://doi.org/10.1111/j.1532-7795.2009.00593.xLinks ]

González, I., Echeburúa, E. y Corral, P. (2008). Variables significativas en las relaciones violentas en parejas jóvenes: una revisión. Psicología Conductual, 16(2), 207-225. [ Links ]

Gutiérrez de Pineda, V. (1975). Estructura, Función y Cambio de la Familia en Colombia. ASCOFAME: Bogotá. [ Links ]

Hernández, A., Bosch, Y., Nápoles, A. y Ortega, M. (2016). La violencia: el auténtico problema global. Horizontes y Raíces, 2(4), 62-73. [ Links ]

Hird, M. J. (2000). An empirical study of adolescent dating aggression in the U.K. Journal of Adolescence, 23, 69-78. [ Links ]

Instituto Nacional de Medicina Legal y Ciencias Forenses. (2018). Datos para la vida. Revista Forensis 2017, 19(1). 260. Recuperado de: https://aprendiendoaserpapaz.redpapaz.org/wp-content/uploads/2018/08/Forensis-2017-pdf-interactivo.compressed.pdfLinks ]

Instituto Nacional de Salud. (2015). Informe del evento de violencia de género en Colombia, periodo epidemiológico XIII, 7. [ Links ]

Jain, S., Buka, S., Subramanian, S. y Molnar, B. (2010). Protective Factors for Youth Exposed to Violence: Role of Developmental Assets in Building Emotional Resilience. Youth Violence and Juvenile Justice, 10(1), 107-129. [ Links ]

Jaramillo, C, Holguín, H., y Ramírez, L. (2015). Representaciones sociales sobre la violencia recibida y ejercida en los noviazgos juveniles heterosexuales en el Valle de Aburrá – Colombia. Katharsis, 21, 157-191. [ Links ]

Joules, E. N., Platt, C. y McDonald, R. (2009). Violence in adolescent dating relationships. Prevention Researcher, 16(1), 3-7. [ Links ]

López, J., Rodríguez, L., Rodríguez, F., Bringas, C. y Paíno, S., (2015). Percepción de la victimización en el noviazgo de adolescentes y jóvenes españoles. Revista Iberoamericana de Psicología y Salud, 6, 64-61. https://doi.org/10.1016/j.rips.2015.04.001Links ]

Martínez, J., Vargas, R. y Novoa, M. (2016). Relación entre la violencia en el noviazgo y observación de modelos parentales de maltrato. Psychologia: Avances de la Disciplina, 10(1), 101-112. [ Links ]

Ministerio de Salud y Protección Social. (2016). Encuesta Nacional de Demografía y Salud 2015. Tomo I. Recuperado de: https://www.dhsprogram.com/pubs/pdf/FR334/FR334.pdfLinks ]

Muñoz-Rivas, M., Graña, J., O’Leary, K. y González, M. (2007). Agresión física y psicológica en las relaciones de noviazgo en universitarios españoles [Physical and psychological aggression in dating relationships in Spanish university students]. Psicothema, 19, 102-107. [ Links ]

Observatorio de Políticas de las Familias. DNP. (2016). Tipologías de Familias en Colombia: Evolución 1993-2014. Consultado en 18 de noviembre de 2018. Recuperado de: https://observatoriodefamilia.dnp.gov.co/Documents/Documentos%20de%20trabajo/D3-tipologias-evolucion_dic3-(1).pdf. [ Links ]

Ackard, D., Neumark-Sztainer, D. y Hannan, P. (2003). Dating Violence among a Nationally Representative Sample of Adolescent Girls and Boys: Associations with Behavioral and Mental Health. Journal of Gender-Specific Medicine, 6(3), 39-48. [ Links ]

Palacios, P., Polo, M., Castaño, E., León, B. y Fajardo, F. (2013), Tipología familiar y dinámica bullying/ciberbullying en Educación Secundaria, European Journal of Investigation in Health, Psychology and Education, 3(2), 161-170. [ Links ]

Palmetto, N., Davidson, L., Breitbart, V. y Rickert, V. (2013). Predictors of physical intimate partner violence in the lives of young women: Victimization, perpetration, and bidirectional violence. Violence and Victims, 28, 103-121. [ Links ]

Papalia, E., Wendkos, O. y Duskin, R., (2001). Desarrollo Humano. Octava Edición. Ciudad de México: McGraw-Hill. [ Links ]

Pazos, M., Oliva, A. y Gómez, A. (2014). Violencia en relaciones de pareja de jóvenes y adolescentes. Revista Latinoamericana de Psicología, 46(3), 148-159. [ Links ]

Redondo, J., Ingles, C. y García, K. (2017). Papel que juega la edad en la violencia en el noviazgo de estudiantes de la Universidad Pontificia Bolivariana de Bucaramanga. Diversitas, 13(1), 41-57. http://dx.doi.org/10.15332/s1794-9998.2017.0001.03Links ]

Rey, C. A. (2002), Rasgos sociodemográficos e historia de maltrato en la familia de origen, de un grupo de hombres que han ejercido violencia hacia su pareja y de un grupo de mujeres víctimas de este tipo de violencia. Revista Colombiana de Psicología, 11, 81-91. [ Links ]

Rey, C. A. (2013). Prevalencia y tipos de maltrato en el noviazgo en adolescentes y adultos jóvenes. Terapia Psicológica, 31, 143-154. [ Links ]

Rey, C. A. (2017). Diferencias por sexo y variables asociadas con las agresiones sexuales en el noviazgo en universitarios. Psychologia, 11(1), 25-37. [ Links ]

Rey, C., Bolívar, Y. y Martínez, J. (2017). Funcionalidad familiar, número de relaciones y maltrato en el noviazgo en estudiantes de secundaria. Psicología desde el Caribe, 34(1), 59-74. http://dx.doi.org/10.14482/psdc.33.2.7290Links ]

Rodríguez, L., Antuña, M., Rodriguez, F., Herrero, F. y Nieves, V. (2007). Violencia de Género en Relaciones de Pareja durante la Adolescencia. Psicología Jurídica: Violencia y Víctimas. Valencia, España. [ Links ]

Rodríguez, L., López, J., Rodríguez, F., Bringas, C., Antuña, M. y Pineda, C., (2010). Validación del Cuestionario de Novios (CUVINO) en jóvenes Hispanoparlantes: Análisis de resultados en España, México y Argentina. Anuario de Psicología Clínica y de la Salud, 6, 45-52. [ Links ]

Rodríguez, S. (2015). Violencia en parejas jóvenes: estudio preliminar sobre su prevalencia y motivos. Pedagogía Social, Interuniversitaria, 25, 251-275. [ Links ]

Rubio, F., Carrasco, M., Amor, P. y López, M. (2015). Factores asociados a la violencia en el noviazgo entre adolescentes: una revisión crítica. Anuario de Psicología Jurídica, 25(1), 47-56. [ Links ]

Sears, H., Byers, E. y Price, E. (2007). The co-occurrence of adolescent boys’ and girls’ use of psychologically, physically, and sexually abusive behaviors in their dating relationships. Journal of Adolescence, 30, 487-504. [ Links ]

Soler, E., Barreto, P. y González, R. (2005). Cuestionario de respuesta emocional a la violencia doméstica y sexual. Psicothema, 17(2), 267-274. [ Links ]

Tucker, H., Oslak, S. y Young, M. (2001). Partner violence among adolescents in opposite-sex romantic relationships: findings from the National Longitudinal Study of Adolescent Health. American Journal of Public Health, 91, 1679-1685. [ Links ]

Ullmann, H., Maldonado Valera, C. y Rico, M. (2014). La evolución de las estructuras familiares en América Latina, 1990-2010: Los retos de la pobreza, la vulnerabilidad y el cuidado. CEPAL, División de Desarrollo Social - Series Políticas Sociales No. 193. Naciones Unidas-CEPAL: Santiago de Chile. Recuperado de: https://repositorio.cepal.org/bitstream/handle/11362/36717/1/S2014182_es.pdfLinks ]

*Artículo de investigación. El artículo se encuentra adscrito al proyecto de investigación: Influencia de la estructura familiar y de algunas características valoradas para la selección de pareja en la satisfacción de las relaciones románticas de jóvenes universitarios colombianos, proyecto inscrito en la Dirección de Investigación de la Universidad de la Sabana (DIN) bajo el código FAM-20-2016.

Recibido: 18 de Junio de 2020; Aprobado: 02 de Diciembre de 2020

** Autora de correspondencia. Correo electrónico: brenda.rocha@unisabana.edu.co

Creative Commons License Esta obra está bajo una Licencia Creative Commons Atribución-NoComercial-CompartirIgual 4.0 Internacional.