Introducción
La insuficiencia cardíaca es una patología muy prevalente en España, afecta al 5% de la población1, y es cada vez más frecuente debido al envejecimiento progresivo de la misma. Constituye la primera causa de hospitalización en mayores de 65 años2 y representa el 3% de todos los ingresos hospitalarios. Asocia múltiples comorbilidades así como número de reingresos. En pacientes de edad avanzada, predomina la insuficiencia cardiaca con fracción de eyección del ventrículo izquierdo (FEVI) preservada; siendo más frecuente en el sexo femenino (tabla 1, fig. 1).
Material y método
Se trata de un estudio retrospectivo que incluye a 1.000 pacientes ingresados con diagnóstico al alta de ''primer episodio de insuficiencia cardíaca'' en el Hospital Universitario Puerta de Hierro Majadahonda (HUPHM) desde octubre de 2008 hasta mayo de 2010. El número final de pacientes estudiados fue de 824, pues en 176 casos no se trató del primer episodio de insuficiencia cardiaca. Se hizo ecocardiograma transtorácico a 665 pacientes.
Procedían tanto de Cardiología como de Medicina Interna. El seguimiento se hizo hasta mayo de 2015, para una mediana de 21,2 meses.
Se recogen variables epidemiológicas (edad y sexo), características ecocardiográficas (FEVI; valvulopatías, hipertrofia ventricular), valor de proBNP, comorbilidades asociadas, supervivencia y tasa de reingresos. Se excluyen pacientes con insuficiencia cardiaca congestiva debida a hipertensión pulmonar y diabéticos tipo 1.
Objetivo
Comparar las diferencias en cuanto a clínica, pronóstico y comorbilidades entre ambos grupos: FEVI preservada (FEVI > 50%) y FEVI disminuida (IC-s).
Objetivos secundarios
Describir la mortalidad, la incidencia de reingresos y el tiempo transcurrido hasta dicho evento. El diagnóstico de insuficiencia cardíaca se realizó por la clínica, los valores de proBNP (pg/ml) y el ecocardiograma. Este último sólo estuvo disponible en 665 pacientes. En todos ellos fue realizado por el servicio de Cardiología del Hospital Puerta de Hierro.
Los resultados obtenidos se compararon con los del Registro nacional de insuficiencia cardíaca (RICA) del grupo de trabajo de insuficiencia cardiaca de la Sociedad española de Medicina interna (SEMI)3. Se trata de un estudio nacional de cohortes multicéntrico que incluye a 2.190 pacientes procedentes de 52 hospitales. De ellos, el 59,1% tiene insuficiencia cardiaca-diastólica, tratándose del primer episodio en 683 pacientes.
Resultados
La mayoría de los pacientes analizados procedían de Medicina interna (70,6%). El 62% correspondió a mujeres y la mediana de edad fue de 87 años.
En cuanto a las diferencias según la FEVI, el 76,2% de los pacientes ingresados en Medicina Interna tenían insuficiencia cardiaca-diastólica, siendo el porcentaje de esta de 23,8% en los pacientes procedentes de Cardiología.
El valor de NTproBNP estuvo más elevado en el grupo de insuficiencia cardiaca-sistólica (mediana 6.300 pg/ml), siendo la mediana en insuficiencia cardiaca-diastólica de 2.386 pg/ml (p = 0,087).
Los pacientes con insuficiencia cardiaca-diastólica ingresaron preferentemente en Medicina interna, en ellos predominó el sexo femenino, la edad más avanzada, la hipertensión arterial (HTA) con hipertrofia ventricular izquierda y el empleo de calcioantagonistas no dihidropiridínicos (DHP); todos ellos con resultados estadísticamente significativos. Es importante señalar que estos fármacos sólo se han usado en 45 pacientes del total de 1.000. También son más frecuentes en este grupo, aunque sin significación estadística, la presencia de fibrilación auricular (FA), anemia, EPOC, obesidad y valvulopatía aórtica.
En este registro llama la atención el escaso número de pacientes con obesidad (IMC > 30 kg/m2), únicamente presente en el 12,1%, ya que la prevalencia de dicha patología en la población de más de 65 años es del 35%4; probablemente se deba a que este dato no queda recogido en la historia clínica, pues son muchos los pacientes que no son tallados ni pesados al ingreso.
Por el contrario, el grupo de insuficiencia cardiaca-sistólica suele ingresar en Cardiología, siendo más frecuente el sexo masculino, el antecedente de cardiopatía isquémica en el último año, la valvulopatía mitral asociada, el tabaquismo y la dislipemia; con significación estadística. Los pacientes con insuficiencia renal y diabetes mellitus (DM) tipo 2 predominan en este grupo, aunque sin diferencias estadísticamente significativas.
La mortalidad tras una mediana de seguimiento de 21,2 meses fue del 69,8%, con pérdida a lo largo del seguimiento de 16 pacientes. Es mayor en pacientes con insuficiencia cardiaca-diastólica aunque no significativa; OR 1,03 (IC 95% 0,73-1,45).
Por el contrario, y como es de esperarse, la edad más avanzada se asocia a mayor mortalidad (OR 1,73 IC 95% 1,40-2,08); también la insuficiencia renal definida como filtrado glomerular (FG) < 60 ml/min (OR 1,59 IC 95% 1,31-1,92); la anemia con valores de hemoglobina (Hb) inferiores a 10 g/dl (OR 1,53 IC 95% 1,26-1,86) y la enfermedad pulmonar obstructiva crónica (OR 1,22 IC 95% 1,01-1,48).
El 59% de los pacientes reingresan al menos una vez, con un tiempo medio hasta el primer reingreso de 12 meses. La mayoría de los que reingresan son varones (61%), mayores de 85 años (53,3%) y con HTA (89,3%) y DM2 (39,5%) como comorbilidades más asociadas.
Discusión
La insuficiencia cardiaca-diastólica predomina en pacientes de edad avanzada, siendo más frecuente en mujeres con HTA e hipertrofia ventricular izquierda como principales comorbilidades5. En este estudio, la coexistencia de fibrilación auricular también es más común en este grupo, aunque con resultados no significativos. Se espera que su prevalencia vaya en aumento debido al envejecimiento progresivo de la población, de ahí la importancia de conocer tanto su fisiopatología como las distintas opciones terapéuticas6,7. Ningún fármaco ha demostrado disminuir la morbimortalidad8, por tanto son fundamentales el control de la presión arterial y de la frecuencia cardíaca, al aumentar el tiempo de diástole y favorecer así el llenado ventricular. En este estudio llama la atención el escaso empleo de calcioantagonistas no DHP en pacientes con insuficiencia cardiaca-diastólica, únicamente en el 8,2%; probablemente en relación a un mayor empleo de betabloqueadores y/o digoxina como estrategia de control de la frecuencia cardíaca.
La mortalidad de este registro es muy elevada, el 69,8% tras siete años de seguimiento, con una supervivencia acumulada hasta mayo 2015, del 30,2%. La edad más avanzada que en otros estudios (mediana de edad de 87 años) y el mayor tiempo de seguimiento son factores que podrían explicar este resultado. Por el contrario, a pesar de la alta tasa de mortalidad, sólo reingresan el 59% de los pacientes, mientras que el 41% restantes no lo hace, quizá porque es muy probable que pertenezcan al grupo de pacientes fallecidos, pues a lo largo del seguimiento el número de pacientes perdidos es únicamente de 16.
En cuanto a la comparación con el registro nacional de insuficiencia cardiaca de la SEMI se destaca que el registro del presente estudio incluye a 1.000 pacientes con una mediana de seguimiento de 21,2 meses, mientras que el estudio RICA incluye a más del doble de pacientes (2.190) con la mitad de tiempo de seguimiento3). La mayor prevalencia de pacientes con anemia en el registro RICA se explica porque definen dicha patología con valores de Hb inferiores a 12 g/dl en mujeres y menores de 13 g/dl en varones, mientras que en este estudio la anemia queda definida como Hb < 10 g/dl.
La prevalencia de insuficiencia renal es casi el doble en el registro nacional; definida en ambos estudios como aclaramiento de creatinina inferior a 60 ml/min, sin que se haya encontrado una causa que justifique esta diferencia. Por último, en el estudio del Hospital Puerta de Hierro, hay mayor tasa de reingresos (59 vs. 43,2%) y mayor mortalidad (69,8 vs. 26,3%); estas diferencias pueden explicarse tanto por la edad más avanzada de los pacientes (87 vs. 78,6) como por el mayor tiempo de seguimiento.
Conclusiones
Los pacientes con insuficiencia cardíaca con FEVI preservada ingresan principalmente en los servicios de Medicina interna, la mayoría son mujeres de edad avanzada y con más comorbilidades que los pacientes con FEVI disminuida, siendo la más prevalente la hipertensión arterial con hipertrofia ventricular izquierda asociada.
Con los resultados expuestos anteriormente se plantea la necesidad de un seguimiento multidisciplinar en los pacientes con insuficiencia cardiaca congestiva con FEVI preservada, principalmente en unidades de insuficiencia cardíaca coordinadas por especialistas en Medicina interna. De este modo, disminuirían tanto las visitas a urgencias como los ingresos por descompensación, mejorando así la calidad de vida de los pacientes.