El número de antibióticos disponibles ha disminuido a nivel mundial en los últimos años, esto debido al aumento de la resistencia antibiótica1,2 y un número cada vez más reducido en la producción de los mismos3. La resistencia antibiótica se debe a varios y complejos factores, entre ellos el uso indiscriminado de éstos, tanto para uso humano como veterinario4, el tiempo de exposición incorrecto, fácil disponibilidad de los mismos en el mercado, entre otras5 .
Los antibióticos son usados por todo el personal médico en los servicios de consulta externa, urgencias y hospitalización. Incluso hay personal no médico que administra antibióticos, como en los hospitales de cuidado crónico o paliativo6, a pesar de la regulaciones que existen para la venta de antibióticos en países como Chile7 o gracias a la introducción de estrategias de salud pública que favorecen el uso de antibióticos por personal no médico (p. ej. AIEPI)8. A pesar del amplio uso de antibióticos, se ha considerado que la formación en este campo en las facultades de medicina podría ser insuficiente9,10 sin que haya evidencia suficiente que soporte o contradiga esta afirmación.
El objetivo de este artículo es mostrar los resultados de una encuesta en médicos, acerca de sus conocimientos, prácticas y actitudes sobre el uso de antibióticos en Colombia.
Materiales y métodos
Escenario
Durante tres eventos de educación médica continuada en enfermedades infecciosas, realizados en Colombia en el primer semestre de 2008, se realizó una encuesta individual a los asistentes. La encuesta se realizó a todos los médicos generales o especialistas asistentes a los eventos.
Encuesta
La encuesta incluyo 4 secciones: Caracterización de la práctica médica, solicitando información sobre el tiempo en ejercicio, tipo de institución (privada vs. pública), tipo de actividad (hospitalaria, cuidado intensivo, ambulatorio), tipo de pacientes atendidos (tipo de aseguramiento y nivel de complejidad).
Conocimiento sobre el proceso diagnóstico (diagnóstico de infección previo al inicio de antibióticos), conocimientos de farmacología (absorbción oral, farmacocinética, farmacodinamia, espectro de antibióticos, factores de riesgo de resistencia y profilaxis).
Actitudes en relación al uso de antibióticos: desarrollo de antibióticos, venta de antibióticos en farmacia, efectos adversos, educación en las facultades de medicina, espectro de los antibióticos, inclusión en listados de medicamentos para uso, precio, uso de guías y utilidad del infectólogo para la formulación de antibióticos.
Prácticas en relacióna disponibilidad institucional de programas de uso racional de antibióticos, uso de guías de práctica clínica, presión para uso de antibióticos por parte del paciente o su familia, solicitud de cultivos, uso de antibióticos en pacientes con sospecha de Pseudomonas aeruginosa(monoterapia vs. terapia combinada), uso de aislamiento y acceso a interconsulta por infectología.
Análisis estadístico
Las respuestas de las encuestas fueron almacenadas y analizadas en una base de datos en el programa Microsoft Office Excel versión 2010, y se reportaron resultados en valores absolutos y medidas de tendencia central. Se utilizó la prueba de chi cuadrado para determinar diferencias entre proporciones considerando una diferencia significativa con una p < 0.05. La prueba exacta de Fisher se utilizó cuando el número de caso fue de 5 o menos.
Aspectos éticos
Dado que fue una encuesta individual y anónima no se solicitó consentimiento informado. No se registraron dato de identificación. Se informó a los posibles participantes de la opción de no contestar la encuesta.
Resultados
Se realizaron 96 encuestas en 3 ciudades de Colombia (Cali, Bogotá, Barranquilla). Los encuestados tenían las siguientes dedicaciones: medicina general (n= 30), medicina Interna(n= 29), pediatría(n= 10), auditoría médica (n=7), cuidado intensivo(n=3), cirugía(n=2), infectología(n=2), y otras (n=13).
31% de los encuestados eran médicos generales, mientras que 45% eran especialistas; en su mayoría dedicados al área de medicina interna (67%). No refería una especialización clínica en 24%, los cuales se dedicaban a tareas de auditoría, vigilancia, etc.
Los médicos se dedicaban la mayor parte de su tiempo a trabajo en el área hospitalaria (60%), unidad de cuidado intensivo (23%), consultorio (7%) y 9% en otras áreas. 79% de los encuestados laboraban en instituciones de III nivel, 19% en instituciones de II nivel y 2% en instituciones de I nivel. De los médicos encuestados, 64% atendían fundamentalmente a personas con seguro médico (Empresas promotoras de salud o EPS en Colombia), 28% a individuos que se encontraban en planes subsidiados por el estado (Aseguradoras del régimen subsidiado o ARS en Colombia o individuos denominados vinculados) y 8% atendían pacientes en cualquiera de los regímenes de salud en Colombia.
La figura 1 muestra los conocimientos de los encuestados y la figura 2 muestra las actitudes de los encuestados con respecto a las afirmaciones presentadas en la encuesta.
En cuanto a las prácticas interrogadas encontramos que la mitad de los encuestados da un solo antibiótico en caso de sospecha de Pseudomonas aeruginosa y la otra mitad prescribe más de un antibiótico, en caso de microorganismos altamente resistentes los médicos usan en un 72% aislamiento de contacto, 22% usa medidas estándar y 6 % usa otro tipo de aislamiento. En cuanto a la existencia de estrategias para uso restringido de antibióticos en el sitio de practica el 75% respondió que si las tenían y 25% que no, la respuesta dada sobre si hay médico infectologo en el sitio de trabajo; 75% contestó que contaba con uno y 25% no contaba con uno, a pesar de que el porcentajes de las respuestas en cuanto a los programas de uso restringido de antibióticos y la presencia de un médico infectologo en el sitio de trabajo coinciden, esto no quiere decir que en el sitio donde hay programas de uso restringido de antibióticos también haya infectologo.
El 77% de los encuestados respondió que la mayoría del tiempo tiene en cuenta la función renal para ajustar la dosis con antibióticos betalactamicos y aminoglucósidos, 10% la tiene en cuenta frecuentemente, 7% infrecuentemente y 6% casi nunca la tiene en cuenta. El 51% de los encuestados respondieron que la mayoría de las veces solicita urocultivo previo inicio de antibiótico, 20% frecuentemente, 17% infrecuentemente y 12% casi nunca lo solicitan. El 32 % usan la mayoría de las veces las guías de uso de antibióticos locales, 17% frecuentemente y 16% infrecuentemente y 16% casi nunca.
Cuando se preguntó si prescribían antibióticos por que el paciente o un familiar lo deseaban el 84% respondió que casi nunca, 11% infrecuentemente, 3% frecuentemente y 2% la mayoría de las veces.
Discusión
Nuestra encuesta muestra que los conocimientos de farmacología de antibióticos por parte de los encuestados es limitado, posiblemente debido a una preparación inadecuada en esta área1,10. Tanto en el pregrado, como en el posgrado, el tiempo destinado a la farmacología de antibióticos en programas de universidades en Colombia es ampliamente variable desde 2 semanas hasta 8 semanas, según el tiempo de duración de la asignatura de farmacología11,12,13,14,15,16. Esta situación, que probablemente afecta la mayoría de los programas de medicina de América Latina, también implica que no todos los estudiantes tienen la posibilidad de realizar una rotación clínica por el área de infectología y existen conocimientos que aunque no estén escritos en el plan de estudios se trasmiten por verbalización de los mismos por parte de los docentes (o a través del “currículo oculto”)17.
Los estudiantes aprenderían el manejo antibiótico, no basado en un uso racional y una aproximación científica, sino en el uso cotidiano en las instituciones donde realizan sus rotaciones, además de la información encontrada en internet y casas farmacéuticas18,19, existen pocos estudios que evalúen el conocimiento de los estudiantes de medicina frente al uso de antibióticos, sin embargo los que existen nos muestran que a pesar que hay una buena percepción de la resistencia a antimicrobianos, también existe inseguridad al momento de prescribirlos y no aplican los conocimientos que tienen en este tema para su autocuidado9,10,20.
Hay una percepción de que el papel del infectólogo es útil y los programas de control de uso de antibióticos son importantes. En un estudio similar a esté; realizado en Francia y Reino Unido, muestra que el concepto de un infectologo influye en la elección del tratamiento antibiótico de un 62- 65%21, lo cual se relaciona con lo observado en nuestra encuesta donde encontramos que un 76% considera valioso el concepto del infectologo.
En contraste a lo mostrado por la encuesta realizada en Colombia, las encuestas similares de otros países reflejan un buen conocimiento del uso de antibióticos, su forma de prescripción y su uso adecuado, además de una buena percepción acerca del problema de la resistencia a antibióticos a nivel mundial aunque con menor reconocimiento del mismo en su práctica diaria y una buena aceptación de los programas de uso restringido de antibióticos con base en guías locales (nacionales, por ciudades, intrahospitalarias) más que guías internacionales y basados en la tasa de resistencia antibiótica del respectivo lugar9,18,19,21,22, Figura 3
En la encuesta se evidencia la favorable respuesta que tiene el personal médico al uso de guías clínicas para la adecuada elección de antibióticos, esto está en concordancia con la creación de programas de uso controlado de antibióticos, en América latina los lideres en este tipo de programas son México, Argentina y Perú23, los cuales a partir de evidenciar el problema de resistencia antimicrobiana y en consecuencia con los programas de la Organización Mundial de la salud (OMS)24 y de la Organización Panamericana de la salud(OPS)25, han desarrollado guías para el uso controlado de antibióticos.
Los programas para el uso controlado de antibióticos son estrategias realizadas con el fin de evitar el aumento de la resistencia antibiótica, comprenden muchas actividades26,27 entre las que encontramos conferencias para el público no médico para resaltar la importancia de la no automedicación debido a los riesgos28, capacitación del personal farmacéutico, médico humano y veterinario, creación de formularios para control de antibióticos, guías de manejo, equipos locales y nacionales y programas de farmacovigilancia22,29.
En la encuesta la percepción de la responsabilidad de estos programas recae sobre las facultades e institutos de medicina10, sin embargo estos también pueden ser llevados a cabo por parte de la industria farmacéutica 1. La mayoría de programas hoy en día se desarrollan en las universidades que cuentan con especialista en enfermedades infecciosas, los cuales por medio de consensos realizan guías clínicas que pueden ser aplicadas en nuestro país30,31,32,33,34.
Existe poca evidencia de los conocimientos y actitudes de los médicos frente al uso de antibióticos en la práctica, diaria, la realización de encuestas de este tipo, permitiría un mejor entendimiento de los mismos, con lo cual podría generarse mejores estrategias para el uso racional de antibióticos18,19,21. La mayoría de estudios que existen, son limitados a patologías especificas como la enfermedad respiratoria alta35, los otros estudios que existen son encuestas enfocadas hacia la percepción de la comunidad (padres y farmaceutas) frente al uso de antibióticos y la resistencia a los mismos36,37,38.
Las encuestas realizadas previamente acerca de conocimientos practicas y actitudes frente antibióticos en general y a patología especificas, reconocen que existe una gran presión de los pacientes frente a la prescripción de antibióticos y que ello lleva al sobre uso y el mal uso de los mismos18,38,39.
Es necesario entender las tendencias locales de formulación de antibióticos40,41 y de resistencia antibiótica22 para poder enfocar las políticas de uso adecuado de antibióticos hacia aquellas prácticas que puedan generar resistencia antibiótica por medio de selección de cepas29.
La mayor limitación que presente el estudio es el reducido tamaño de muestra, que no permite evaluar adecuadamente los conocimientos practicas y percepciones de la población médica del país, además la encuesta presenta un sesgo de selección pues fue realizada en eventos de infectología, que no muestra el concepto general que se tiene en el país acerca de lo encuestado, porque es dirigido a personal que está interesado en el tema. Se desconoce si el uso de le terminología es entendida igual por todos os profesionales que desarrollaron la encuesta, pueden existir problemas en la conceptualización a partir del inadecuado conocimiento de los conceptos farmacológicos. Es necesario realizar estudios similares que amplíen los datos mostrados en esta encuesta, que permitan superar las limitaciones como son el tamaño de la muestra, la población a la que se aplica, un mayor número de preguntas relacionadas con percepciones y conocimientos acerca de resistencia antibiótica.