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Revista Historia de la Educación Latinoamericana

Print version ISSN 0122-7238

Rev.hist.educ.latinoam.  no.15 Tunja July/Dec. 2010

 

JUSTO SIERRA "EL MAESTRO DE AMÉRICA".
FUNDADOR DE LA UNIVERSIDAD NACIONAL DE MÉXICO

JUSTO SIERRA "THE PROFESSOR FROM AMERICA".
FOUNDER OFTHE NATIONAL UNIVERSITY OF MÉXICO

 

Javier Ocampo López1
Universidad Pedagógica y Tecnológica de Colombia
Grupo de Investigación – HISULA
javierocampo11@yahoo.es

Recepción: 22/09/2010
Evaluación:12/10/2010
Aceptación: 18/1/2010
Artículo de Reflexión


RESUMEN

Uno de los grandes educadores de México en los años de transición entre los siglos XIX y XX fue el humanista Justo Sierra Méndez, fundador de la Universidad Nacional de México, actual UNAM. Se distinguió por sus ideas positivistas de libertad, orden y progreso que proyectó en la educación mexicana del Porfiriato. Gran escritor y pedagogo de los textos escolares para los niños mexicanos, a quienes inculcó el "amor a la patria". Esta investigación se interesa por el estudio de sus ideas educativas que impulsaron la libertad, el orden y el progreso en la mentalidad de las nuevas generaciones que hicieron la nueva Revolución política y social, que señaló el cambio hacia la modernización de México en el mundo contemporáneo.

Palabras clave: Positivismo, Juarismo, Porfiriato, Grupo de los científicos, Escuela Preparatoria, Universidad Nacional, Textos escolares, Romanticismo, Laicismo, Evolución política, Ateneo de la Juventud, Revolución Mexicana.


ABSTRACT

One of the big educators of Mexico in the years of transition between the nineteenth and twentieth century was the humanist Justo Sierra Méndez, founder of the National University of Mexico, current UNAM. He differed for his positivist ideas of freedom, order and progress that he projected in the Mexican education of the Porfiriato. Great writer and pedagogue of the school texts for the Mexican children, to whom he inculcated the "love to the mother land ". This research is interested for the study of his educational ideas that stimulated the freedom, the order and the progress in the mentality of the new generations who did the new political and social Revolution, which indicated the change towards the modernization of Mexico in the contemporary world.

Key words: Positivism, Laws, Porfiriato, scientists Group, High School, National University, school Texts, Romanticism, Laity, political Evolution, Cultural club of the Youth, Mexican Revolution.


INTRODUCCIÓN

En la Historia delas Sociedades, el intelectual que lucha por la educación como primera empresa del Estado, es reconocido como el estadista interesado en la formación de las jóvenes generaciones, que con el conocimiento y la creatividad se preparan para el liderazgo en los pueblos, las regiones y las naciones. Uno de los grandes educadores de México en los finales del siglo XIX y primera década del siglo XX fue el humanista Justo Sierra (1848-1912), el fundador de la Universidad Nacional de México, hoy UNAM; el gran historiador, autor delas obras "Evolución política del pueblo mexicano", "Juárez, su obra y su tiempo" y otras ; uno de los más grandes oradores de México ; y el "Gran Maestro Positivista" del Porfiriato y de la joven Generación que luchó en la Revolución Mexicana. Por sus numerosos escritos ysu lucha por la autenticidad de México e Hispanoamérica y sus significativos aportes a la educación, fue llamado "El Maestro de América".

1. Estilo vital y vida política

Este ilustre educador, escritor, historiador, periodista, abogado, diplomático y político mexicano nació en Campeche (México), el 26 de enero de 1848, cuando su tierra natal era el escenario de una feroz rebelión indígena; y en unos años de lucha social, conocida como guerra de castas y de luchas políticas de grupos conservadores y liberales que se enfrentaron para llegar al poder con el control político y económico. En la misma forma, en unos días difíciles, cuando las tropas norteamericanas invadieron a México, después de la anexión de Texas y de un inmenso territorio en el Norte del país azteca, entre los años 1846-1848. Su padre Justo Sierra O´Reilly, abogado, novelista e historiador, tuvo gran influencia en la política de Yucatán. Su madre, Doña Concepción Méndez Echazarreta, también de distinguida familia yucateca.

Sus primeros estudios los hizo en el Liceo Científico y comercial de Mérida (Yucatán). Cuando su padre murió en 1861, se trasladó a la ciudad de México, en donde continuó sus estudios en el Liceo Franco-mexicano y en el Colegio de San Ildefonso. En su vida estudiantil obtuvo premios y reconocimientos por su dedicación a los estudios; y también críticas por sus ideas liberales. A los trece años presenció la entrada de Maximiliano y Carlota en la ciudad de México en 1861, ante lo cual exclamó: Apenas se puede creer que los mismos mexicanos..." acepten un emperador de procedencia francesa. Sus estudios universitarios los hizo en Derecho y Ciencias Políticas, graduándose como abogado en el año 1871 en la Escuela de Derecho de San Ildefonso.

En los años de su formación y actuación, se vivió en México una situación difícil de guerras civiles, dictaduras e intervención de Estados Unidos con la separación de Texas. En esos años los mexicanos de tendencia liberal, opuestos al conservatismo tradicional, dieron importancia a su Presidente Benito Juárez, indígena, quien defendió la legalidad republicana y dictó las Leyes de la Reforma en 1859. Entre los años 1861 y 1867 se instauró el Imperio de Maximiliano con la intervención francesa. Con la lucha constante de los mexicanos republicanos, el Imperio fue derrocado y Maximiliano fusilado en 1867, restaurándose la República. En 1867, Benito Juárez fue reelegido Presidente de México; asimismo en 1871 hasta su muerte en 1872. Para Justo Sierra, el símbolo de la grandeza y autenticidad del pueblo mexicano fue el Presidente Benito Juárez, a quien dedicó su libro "Juárez, su obra y su tiempo."

En el año 1880, al abogado Justo Sierra Méndez fue elegido Diputado en el Congreso Nacional, iniciando su actividad política durante treinta y dos años. Su primera intervención en la Cámara de Diputados en 1880 fue su planteamiento sobre la necesidad de una instrucción cívica para "despertar y consolidar el sentimiento del santo amor a la patria". También habló sobre la conveniencia de proporcionar una educación científica al indígena y no sólo era instrucción rudimentaria que pretendía dársele. En el año 1881 presentó su proyecto para la Reforma educativa de la Educación primaria, con carácter de pública y oficial; asimismo la creación de la Universidad Nacional de México, que tres décadas después inauguró siendo Ministro de Instrucción Pública.

En 1894 fue nombrado Ministro de la Suprema Corte de Justicia, de la cual fue su Presidente. Participó en el Gobierno del Porfiriato, convirtiéndose en el ideólogo de la educación positivista de "Orden y Progreso". Justo Sierra Méndez se movió en los altos estratos culturales y políticos del Porfirismo, cuyo régimen lo apoyó en su actividad educativa y cultural. Inicialmente fue nombrado Subsecretario de Justicia e Instrucción Pública en 1901 y luego en 1905, Secretario de Educación Pública y Bellas Artes, en el cual hizo actividades hasta 1910, cuando cayó el Porfiriato y comenzó la Revolución. En 1905 aprobó la Educación Primaria de carácter nacional, integral, laica y gratuita.

En lo político, Justo Sierra Méndez supo ser amigo del Presidente Porfirio Díaz, sin ser su adulador. Teniendo en cuenta que Díaz lo respetó como un hombre superior. Por ello, en el Porfiriato fue el eje central de las políticas educativas y culturales. Desde entonces se le conoce como "El Maestro de América".2

Como un gran político del Porfiriato, el Dr. Justo Sierra consideró que la economía debe estar al servicio de la educación y a una responsabilidad social. Las empresas "deberían ser las primeras en promover capacitación y educación; y los grandes favorecidos por la fortuna, los primeros obligados a sostener centros de investigación, enseñanza, cultura y bellas artes". Unas frases célebres del Ministro Justo Sierra: "La Nación tiene hambre y sed de justicia"; y otra que fue muy popular en 1912 cuando se inauguró la Universidad Popular Mexicana: "La ciencia protege a la patria."3

2. Justo Sierra, el escritor y periodista

Cuando inició sus actividades literarias, periodísticas y políticas en la ciudad de México en la Década de los Setenta del siglo XIX, manifestó su afición por las letras, especialmente por la poesía y los escritos en prosa. Su poema "Playeras" le dio prestigio en la intelectualidad mexicana, por lo cual se relacionó con los mejores poetas mexicanos y franceses. Recibió la influencia de dos grandes escritores, partidarios del Liberalismo: Ignacio Ramírez e Ignacio Manuel Altamirano. En las veladas literarias intervino con sus poesías y escritos que fueron admirados por personajes de la talla de Guillermo Prieto, Manuel Payno, Anselmo de Portilla, Manuel Acuña, Vicente Riva Palacio, Ignacio Ramírez entre otros. Compartió sus ideas con Gabino Barreda, quien introdujo el Positivismo en México; asimismo con el historiador José María Vigil, a quien criticó sus escritos sobre México a través de los siglos. A partir de1867iniciólapublicacióndesus primeras obras: "Cuentos románticos" y "El ángel del porvenir".

El escritor Justo Sierra se destacó por sus poesías románticas, sus cuentos y otras obras literarias en prosa y verso. Sus primeros poemas de juventud fueron publicados en el periódico "El Globo", entre ellos su bella poesía "Playera", que fue acogida por el grupo intelectual mexicano; asimismo otras bellas poesías de carácter romántico, con la influencia de Alfred de Musset y otros poetas franceses. En su repertorio poético encontramos sus poesías: "A Cristóbal Colón", "El Funeral bucólico", "Florencia" "Marina", Tres cruces" y otras. Este escritor colaboró en varias publicaciones de avanzada; y entre ellas las modernistas: "Revista Azul" y la "Revista Moderna".

Sus primeros ensayos los publicó en 1868 en el periódico "Monitor republicano". Su página semanal "Conversaciones del Domingo", con artículos de actualidad y cuentos que fueron recopilados en el libro "Cuentos románticos", con una serie de narraciones de estilo becqueriano, entre las cuales mencionamos: "María Antonieta", "Confesiones de un pianista", "Marina", "La Sirena", "En Jerusalén" y otros escritos.

En la revista "El Renacimiento" publicó su libro "En tierra yankee". Y con su obra "Piedad" abordó el género dramático. Con los escritores Gutiérrez Nájera, Francisco Sosa y Jesús E. Valenzuela fundó la Revista Nacional de Letras y Ciencias, en la cual publicó su libro Evolución política del Pueblo Mexicano. También dirigió la publicación "México su evolución social" (1900­1902) y la "Antología del Centenario", en el año 1910, con motivo de la conmemoración del Centenario de la Independencia.

Las Obras Completas de Justo Sierra fueron publicadas por la UNAM en 1948 y reeditadas en 1977. Son 15 tomos dirigidos por el escritor mexicano Agustín Ibáñez. En esta colección se publicaron sus obras, ensayos críticos, artículos periodísticos, biografías, novelas, cuentos, poesías y escritos varios.4

Su actividad periodística la hizo como Director del periódico "La Libertad", con sus compañeros escritores Francisco G. Cosmes, Eduardo Garay, Telésforo García y Santiago Sierra. Este periódico se caracterizó por su postura positivista, en el cual escribieron varios filósofos del Positivismo comtiano en México. En sus artículos se buscó superar el viejo conflicto entre los conservadores y los liberales; por ello en su epíteto se decía: "Diario liberal-conservador". Su filosofía fue "El orden y el progreso" en la Libertad, con ideas positivistas comtianas y del organicismo spenceriano. Por ello fue muy acogido por el Porfiriato, especialmente por el "Grupo científico". El humanista Justo Sierra también publicó sus escritos en los periódicos "El siglo XIX", "La Tribuna" y "El Federalista". Por sus actividades literarias y periodísticas presidió la Academia Mexicana, correspondiente de la Real Academia Española de la Lengua.

3. El Positivismo en el pensamiento del Maestro Justo Sierra

En la segunda mitad del siglo XIX el mundo filosófico recibió las influencias de la Escuela del Positivismo a través de las ideas de Augusto Comte y Herbert Spencer. Este sistema filosófico admite únicamente el método científico experimental y rechaza toda noción a priori y todo concepto universal absoluto. Tiene tendencia a valorar preferentemente los aspectos materiales de la realidad y a dar mucha importancia a la ciencia. El positivismo spenceriano o "Darwinismo social" analiza la sociedad en su evolución, desde la barbarie a la civilización. Considera que la sociedad es un organismo sometido a las mismas leyes de la evolución de los organismos vivos. La ley de la evolución social se confunde con el progreso de los pueblos, cuyos cambios no se hacen por revolución sino por evolución. Según los positivistas, el orden es primordial porque hace posible el progreso; y por medio del progreso se puede llegar a la libertad.

Gabino Barreda y el Positivismo en México

El Positivismo fue introducido en México por el filósofo Gabino Barreda, discípulo de Augusto Comte en Francia, y quien el 16 de septiembre de 1867 en la ciudad de Guanajuato hizo su famoso discurso "Oración cívica", con una visión positivista de la Historia de México. En ese año culminó el Imperio de Maximiliano, quien fue fusilado en Querétaro y se manifestó el triunfo del movimiento de Reforma de las ideas liberales. El triunfo de las fuerzas liberales en lucha con las conservadoras. Según las ideas de Barreda, la metafísica de la libertad triunfó sobre el espíritu teológico, implantado por la colonia y respaldado por el grupo político conservador.

Gabino Barreda en su discurso de 1867 enunció un nuevo plan positivista para el gobierno de México: "Libertad, orden y progreso". La libertad como medio, el orden como base y el progreso como fin. Según sus ideas: una clase en ascenso ha derrocado a una invasión extranjera, ha constituido un Estado, pero no ha logrado la unificación, no ha controlado el caudillismo, no ha creado las condiciones de seguridad para el desenvolvimiento de la industria, no ha sujetado al clero político. Proseguir con el jacobinismo, con el afán de descatolizar a México, es peligroso. El positivismo aparece casi equidistante de liberales y conservadores. Su definición de libertad es otra.

La revolución de independencia culminó con la revolución liberal y el triunfo sobre la herencia colonial conservadora y teocéntrica. Lo importante para llegar al PROGRESO según Gabino Barreda y los positivistas mexicanos debe ser el fortalecimiento del ORDEN, como garantía para alcanzar la Libertad. Y para alcanzar esta meta es necesario liberar la conciencia de los mexicanos de su servidumbre mental al colonialismo. Según el estudio de Leopoldo Zea sobre "El Positivismo en México", lo más importante para los positivistas debería ser "la emancipación mental por medio de la educación adecuada....Una educación que liberase a los mexicanos de viejas servidumbres, de viejos hábitos heredados de la colonia. El nuevo orden dependía de este cambio."5

Para Gabino Barreda y Justo Sierra, los educadores en la época porfiriana, la educación es lo más importante para la transformación de la nación. Si se educa al pueblo mexicano, se llegará a la libertad, el orden y el progreso como lo señalan las ideas positivistas para el cambio en la sociedad.

Gabino Barreda y la Ley de Educación de 1867

El humanista y positivista Gabino Barreda fue llamado por el Presidente Benito Juárez para ingresar a su gobierno, encargado de reorganizar el sistema de educación nacional. Se preocupó por la nueva Ley de Educación que fue aprobada el 2 de diciembre de 1867, la cual siguió los lineamientos de la filosofía positivista comtiana, que dio especial importancia a la Libertad dentro del orden social. El orden que debía poner fin a la anarquía que tenía México, desde los inicios de su emancipación política de España. Un orden político y social que debía permitir el desarrollo material y ofrecer un programa de trascendencia para los cambios en la educación. "Libertad, Orden y Progreso" se convirtió en el lema del positivismo comtiano en México.6

La Ley de 1867 orientó y reglamentó la educación pública en México, desde la primaria hasta la profesional, incluyendo la llamada educación preparatoria. Se declaró la educación elemental, gratuita y obligatoria para todos los mexicanos. Se dio importancia a las Escuelas municipales, sostenidas por los ayuntamientos. Ello señala que la educación primaria estuvo a cargo de los municipios. En la enseñanza secundaria se estableció también la educación femenina. Se estableció la Escuela Nacional Preparatoria. En la Universidad se reglamentaron las Escuelas de Jurisprudencia, Medicina e Ingeniería.7 El eje central fue el fortalecimiento de la libertad, el orden y el progreso a través de la educación para sustituir la anarquía que inundó a México después de la Independencia. El Orden se convirtió en la meta del positivismo mexicano para poder alcanzar el progreso y la libertad.

Justo Sierra y el Positivismo en México. En el nuevo grupo de humanistas positivistas, que se convirtió en grupo político, intervino el Maestro Justo Sierra, Director del periódico "La Libertad", cuyo lema fue "Orden y Progreso", propio del positivismo comtiano. Según sus ideas, el liberalismo mexicano recibió las influencias de Voltaire, Rousseau y de los enciclopedistas franceses,

Mientras nosotros,-decía Justo Sierra-estudiamos lógica en Mill y Bain, filosofía en Comte y Spencer, ciencia en Huxley y Tyndall, Virchow y Helmholtz"..."Los liberalistas salían de las aulas ebrios de entusiasmo por las grandes ideas del 89, y citando a Dantón, y a los girondinos, se lanzaban a las montañas para combatir al clero, para consolidar las reformas, para derribar a los reaccionarios, para calcar nuestras leyes sobre bellas utopías que entonces servían de manera corriente a las transacciones filosóficas. Nosotros, menos entusiastas, más escépticos, tal vez más egoístas buscamos una nueva explicación del binomio de Newton, nos dedicamos a la selección natural, estudiamos con ardor la sociología, nos preocupamos poco de los espacios celestes y mucho de nuestro destino terrenal. La parte del mundo que nos interesa es la que podemos estudiar por medio del telescopio y de más instrumentos de investigación científica". Y así continuó Justo Sierra: "Nosotros no conocemos la verdad, desde luego, a primera vista. Para alcanzarla necesitamos de largos viajes a las regiones de la ciencia, de afanosos y constantes trabajos, de laboriosa y paciente investigación".8

Sobre sus ideas positivistas, tenemos en cuenta que el humanista Justo Sierra hizo un cambio en su pensamiento, de la filosofía comtiana a la spenceriana, conocida también como "Darwinismo social". En su periódico "La Libertad" señaló la importancia de estudiar la obra "Principios de Sociología" de Spencer para el conocimiento de la evolución histórica de México, y buscar el adelanto material del país azteca. Según sus ideas, "Las libertades son inútiles en países materialmente atrasados. Cuando se logre el adelanto material, la libertad se dará por natural evolución". Según sus ideas, el progreso se obtendrá por el camino de la evolución, y nunca por el de la revolución. Después de la independencia, México ha sido un país sin orden, por ello, decía Justo Sierra, lo más importante es establecer el orden para el progreso, aprovechando la posibilidad de un Estado fuerte. Los mexicanos lo recibieron a través del "Porfiriato," sea, la Dictadura del General Porfirio Díaz desde el año 1876, hasta el 25 de mayo de 1911, al triunfar la Revolución Mexicana. El sistema político del Porfiriato con sus ideas de Orden, Paz y Progreso, se convirtió en el símbolo del positivismo mexicano.9

El Orden contra las Libertades de la Ley de Educación de 1857

Los positivistas mexicanos criticaron la Ley de Educación de 1857, entre ellos Justo Sierra, quien era el Director del periódico La Libertad. Así criticó Sierra a los constituyentes del 57:

Nuestra ley fundamental hecha por hombres de raza latina, que creen que una cosa es cierta y realizable desde el punto de vista en que es lógica; que tienden a humanizar bruscamente por la violencia cualquier ideal; que pasan en un día del dominio de lo absoluto al de lo relativo, sin transiciones, sin matices y queriendo obligar a los pueblos a practicar lo que sólo resulta verdad en las regiones de la razón pura; estos hombres, quizás nosotros somos de ellos, que confunden el cielo con la tierra, nos hicieron un código de alianza elevado y noble, pero en el que todo tiende a la diferenciación, a la autonomía individual llevada a su máximo, es decir, al grado en que parece cesar la acción de los deberes sociales y todo se convierte en derechos individuales.10

Esta crítica que hizo Justo Sierra a la demasiada libertad de la Constitución de 1857, lo llevó a defender la Libertad, pero dentro del Orden para llegar al Progreso, con las directrices filosófico-políticas del Positivismo, y en especial, el Darwinismo social de Spencer. Era necesario pasar del Liberalismo utópico y anárquico al Liberalismo realista y de orden; un conservadurismo liberal. Por ello deseamos, decía Justo Sierra:

...la formación de un partido conservador, compuesto con todos los elementos de orden que tengan en nuestro país la aptitud suficiente para surgir a la vida pública. No tenemos por bandera una persona, sino una idea. Tendemos a agrupar en torno suyo a todos los que piensen que ha pasado ya para nuestro país la época de querer realizar sus aspiraciones por la violencia revolucionaria, a todos los que crean llegado ya el momento definitivo de organizar un partido más amigo de la libertad práctica que de la libertad declamada, y convencido profundamente de que el progreso estriba en el desarrollo normal de una sociedad, es decir, en el orden.11

Con estas ideas filosófico-políticas de Justo Sierra se criticó la libertad anárquica y las dictaduras con poderes individuales que se instauraron en México después de la Revolución de Independencia. Era necesario un nuevo orden para llegar al progreso de México. Un orden que se convirtiera en un ideal para el pueblo mexicano y en ningún caso, un orden cuya fuerza dependiera de la voluntad de un caudillo. Un orden en la sociedad, contra la anarquía, las dictaduras y las guerras civiles. Sin embargo, se consideró que para establecer el orden en una transición ante la anarquía liberal y las dictaduras, era necesario apoyar una "Dictadura honrada" que llevara a la estabilidad de la sociedad. Esta nueva tendencia fue la del Porfiriato, como única fuerza política de orden y progreso para estabilizar la república mexicana.

Con el Positivismo spenceriano, el Maestro Justo Sierra en su periódico La Libertad defendió el progreso de México a través del orden para llegar al progreso. Un orden por evolución y no por revolución. Con el establecimiento del orden se llegará a la libertad y al progreso. México ha sido un país sin orden, anegado en la anarquía, las guerras y las dictaduras; por ello, lo fundamental era establecer el orden para poder llegar al progreso y a la verdadera libertad.

Para alcanzar el orden, después de la anarquía, Justo Sierra se manifestó partidario dela consolidación de un Estado fuerte que sirva como centro de cohesión y fortalezca el progreso. Así expresó en su periódico "La Libertad": "Ahora resulta natural, pedir para un pueblo que...está en pésimas condiciones de vida, la vigorización de un centro que sirva para aumentar la fuerza de cohesión". Pues, "de lo contrario, la incoherencia se pronunciará cada día más y el organismo no se integrará y esta sociedad será un aborto". Es el desorden, sigue diciendo Justo Sierra, el que hace de la nación mexicana uno de los organismos sociales más débiles y más inermes de los que están en la órbita de la civilización. Mientras México va destruyéndose, "junto a nosotros vive un maravilloso animal colectivo, para cuyo enorme intestino no hay alimentación suficiente, armado para devorarnos". Frente a este coloso estamos expuestos "a ser una prueba de la teoría de Darwin, y en la lucha por la existencia, tenemos contra nosotros todas las posibilidades."12

Según las ideas de Justo Sierra, la evolución política de México para llegar a la verdadera libertad, tiene el problema de los hábitos del desorden en la mente de los mexicanos. Así expresó en su periódico "La Libertad":

Desgraciadamente esos hábitos congénitos del mexicano han llegado a ser mil veces más difíciles de desarraigar que la dominación y la de las clases privilegiadas por ella constituidas. Sólo el camino total de las condiciones del trabajo y del pensamiento en México podrán realizar tamaña transformación."13

4. Justo Sierra y el Porfiriato

Según las ideas políticas de Sierra, sólo un Estado fuerte podrá realizar el cambio en México. Y para ello, es necesario consolidar un grupo o partido que mantenga organizada la sociedad dentro del Orden y el Progreso. Por ello, Justo Sierra apoyó el Porfiriato para poder estabilizar a México. Una "tiranía honrada" para instaurar el orden contra la anarquía. Así expresó Sierra:

Para que el Presidente pudiera llevar a cabo la gran tarea que se imponía, necesitaba una máxima suma de autoridad entre las manos no sólo de autoridad legal, sino de autoridad política que le permitiera asumir la dirección efectiva de los cuerpos políticos: cámaras legislativas y gobiernos de los Estados; de autoridad social, constituyéndose en supremo juez de paz de la sociedad mexicana con el asentimiento general... y de autoridad moral.14

Según Justo Sierra, para cambiar la mentalidad de los mexicanos hacia el Orden y el Progreso, se hace indispensable la emancipación mental a través de la educación. Por ello, recalcamos todo su ímpetu político-educativo para fortalecer la educación como primera empresa del Estado.

Con las nuevas ideas positivistas de libertad, orden y progreso se consolidó un grupo político llamado de "Los Científicos" que apoyó al Porfiriato. Entre ellos Justo Sierra, Pablo Macedo, Rosendo Pineda, Francisco Bulnes y otros, quienes entraron a la Cámara de Diputados y defendieron las políticas del Porfiriato, que gobernó a México desde 1876 hasta 1911. Porfirio Díaz tomó las riendas del gobierno en dictadura hasta cuando fue derrocado en la Revolución Mexicana de 1910, reemplazado por Francisco I. Madero en 1911, quien también fue derrotado y asesinado en 1913. En el Porfiriato se dio importancia a la modernización de México, al desarrollo y a la educación, basada en el Positivismo.

El Presidente Porfirio Díaz vinculó al humanista Justo Sierra a la dirección de la educación mexicana, quien en sus políticas educativas implantó el Positivismo como filosofía de la educación estatal, exaltando la ciencia como eje fundamental de la educación. Señaló para México una filosofía del laicismo educativo y un nacionalismo mexicano alrededor de la integración del Estado Nacional. Para ello, dio importancia de la constitución de una verdadera conciencia nacional; la transmisión a los educandos de un nacionalismo mexicano como "Religión de la Patria". Para el Ministro de Educación Dr. Justo Sierra, el sistema educativo debe girar en torno a la Historia Patria y a la consolidación de una personalidad nacional. Por ello con frecuencia encontramos en sus discursos las ideas de patria, conciencia nacional, nacionalismo y sublimidad de los héroes.

5. Justo Sierra y la Educación Pública en el Porfiriato

El Maestro Justo Sierra ingresó al Gobierno con el grupo político de "Los Científicos", que se convirtió en el apoyo del Porfiriato. En 1880 inició sus actividades políticas en la Cámara de Diputados, en donde defendió con vehemencia los proyectos de educación para los mexicanos. En 1880 el Diputado Sierra habló sobre la necesidad de una instrucción cívica para "despertar y consolidar el sentimiento del santo amor a la patria". Sierra propuso establecer en México la instrucción primaria obligatoria. Asimismo, en el Porfiriato ocupó importantes posiciones en la educación pública de México. Fue subsecretario de instrucción pública y en 1905 fue nombrado Secretario de Instrucción Pública y de Bellas Artes. Según sus ideas, la tarea educativa es el medio para la integración nacional, por lo cual "la escuela es la salvación de nuestra personalidad nacional".

Con el ideario educativo de Justo Sierra se aprobó en 1908 la Ley de educación primaria, la cual debía ser oficial, nacional y obligatoria entre los 6 y los 14 años. Se propondría estimular en los educandos "el amor a la patria mexicana y a sus instituciones". En esta Ley, en la cual se refleja el pensamiento de Justo Sierra, el Secretario de Instrucción Pública, se señalaron las siguientes directrices:

Las escuelas oficiales serán esencialmente educativas; la instrucción en ellas se considera sólo como medio de educación... La educación primaria que imparta el Ejecutivo de la Unión será nacional, esto es, se propondrá que en todos los educandos se desarrolle el amor a la patria mexicana y a sus instituciones ...será integral es decir, tenderá a producir simultáneamente el desenvolvimiento moral, físico, intelectual y estético de los escolares; será laica o, lo que es lo mismo, neutral respecto a todas las creencias religiosas, y se abstendrá en consecuencia de enseñar o atacar ninguna de ellas; será además gratuita.15

El 12 de noviembre de 1908 se promulgó la ley constitutiva de las Escuelas normales primarias, para la formación de los maestros, buscando su educación metodológica y científica y el modelo vivo para los educandos. Reorganizó la Escuela Nacional Preparatoria y también reglamentó la educación particular, siguiendo los requisitos establecidos por el gobierno.

El educador Justo Sierra se esforzó por establecer un método educativo para enseñar a pensar a los estudiantes mexicanos y no a memorizar. Reformó la Escuela Normal para la preparación de los Profesores de enseñanza elemental y primaria. Se interesó por la creación y autonomía de los Jardines de niños en 1904; y la educación primaria oficial, laica y gratuita para todo el pueblo mexicano.

Según sus ideas, la escuela primaria prepara al mexicano y de ella salen completos el ciudadano y el hombre. Para una mejor organización de la educación, creó el Consejo Superior de Educación Pública. En su gran programa de renovación de la educación mexicana, fundó la Universidad Nacional de México con todas las carreras, señalando entre ellas las de Medicina, Jurisprudencia, Ingeniería, Bellas Artes y Música. Asimismo la conformación de un programa de Arqueología para el estudio de las grandes culturas indígenas mexicanas. Creó el Museo Nacional deAntropología e Historia y el Museo de Historia Natural. Estimuló la reconstrucción de monumentos prehispánicos, entre ellos, la Pirámide del Sol en Teotihuacan.

En sus obras educativas, se preocupó por el bienestar estudiantil. Para los niños, fortaleció el programa de los desayunos escolares; y estableció un sistema de becas para los alumnos más destacados de las instituciones educativas. Envió al exterior al pintor Diego Rivera, a Julián Carrillo y otros que se destacaron en las artes, las letras, las ciencias y la política. En general, estimuló la vida intelectual de México a través de la educación.

6. El Maestro Justo Sierra y la Universidad Nacional de México

En el año 1910, el Maestro Justo Sierra, Ministro de Instrucción Pública de México, creó la Escuela Nacional de Altos Estudios, para la formación de los profesores que requerían las escuelas profesionales; y perfeccionaría la educación superior mexicana a través de las investigaciones científicas en los campos de las humanidades, las ciencias exactas y las ciencias naturales. Y, también fundó la Universidad Nacional de México, la cual inauguró el 22 de septiembre de 1910, en la conmemoración del Centenario de la Revolución de Independencia de México.

La Universidad Nacional de México se conformó con las escuelas Preparatoria, de Jurisprudencia, Medicina, Ingeniería, Bellas Artes y Altos Estudios. Desde entonces se convirtió en el "Alma Mater" de la cultura mexicana. Posteriormente se reorganizó como Universidad Nacional Autónoma de México, la más grande de América Latina, y una de las más importantes del Mundo. Su primer Rector fue el Dr. Joaquín Eguía Lis. Otro de sus grandes Rectores fue el humanista José Vasconcelos, el autor de la obra "Raza Cósmica", cuya idea "Por mi raza hablará el espíritu", se convirtió en el lema de la Universidad.

En su discurso de inauguración de la Universidad Nacional de México, el 22 de septiembre de 1910, el Ministro de Educación, Justo Sierra, destacó la importancia de la Universidad en la vida cultural de los mexicanos. Asimismo, la trascendencia de la educación pública y oficial para el pueblo mexicano, anhelante de justicia social a través de la educación Según sus ideas, las sociedades con sus múltiples problemas sociales y políticos, llegan al progreso y desarrollo, con magníficos resultados, siguiendo el camino de la educación. La acción educadora de la Universidad resultará de su acción científica y de su proyección a la comunidad mexicana.16

El Ministro Justo Sierra hizo una historia de la Universidad en México desde el siglo XVI, como una de las instituciones más antiguas de Hispanoamérica. Consideró que la Real y Pontificia Universidad de México que se fundó en el año 1551 en el siglo XVI, no es el antepasado en la Historia de la Universidad, sino el pasado. Dicha Universidad nació con la colonia, en una sociedad engendrada por la conquista, cuando no tenía más elementos que aquellos que los mismos conquistadores proporcionaban o toleraban.

Según sus ideas, la Universidad colonial fue "una institución encargada de imponer un ideal religioso y político", resumido en estas palabras "Dios y el Rey". Esta Universidad colonial no es la antecesora de la nueva Universidad, señalando que fue cerrada por el emperador Maximiliano, por tratarse de un bastión del conservatismo mexicano y de la educación escolástica. La nueva Universidad deberá convertirse en la impulsora de una verdadera revolución mental para el pueblo mexicano.

El Ministro Justo Sierra señaló que la nueva Universidad Nacional de México tiene un camino definido hacia la investigación y la docencia universitaria. ¿Y cuál es la diferencia entre la Universidad colonial y la nueva Universidad?. Así expresó el Ministro:

Los fundadores de la Universidad de antaño decían: "La verdad está definida, enseñadla"; nosotros decimos a los universitarios de hoy: "la verdad se va definiendo, buscadla". Aquéllos decían: "Sois un grupo selecto encargado de imponer un ideal religioso y político resumido en estas palabras: "Dios y el Rey". Nosotros decimos: "sois un grupo de perpetua selección dentro de la substancia popular, y tenéis encomendada la realización de un ideal político y social que se resume así: democracia y libertad.17

Contra la educación española centralizada en las ideas religiosas y monárquicas, el humanista Justo Sierra señaló la importancia de la educación oficial, pública y nacional en una sociedad democrática y republicana. La nueva educación en un Estado nacional, democrático y republicano debe llegar a la escuela primaria, la cual se interesará por preparar el culto del deber cívico, en el niño ciudadano. "Esta escuela forma parte integrante del Estado, corresponde a una obligación capital suya, la considera como un servicio público, es el Estado mismo en función del porvenir."18

Este sentido oficial de la educación pública debe proyectarse en toda la educación mexicana, desde la educación infantil hasta la Universidad. Defendió la educación superior, sin menoscabo de su atención a la enseñanza elemental. Según sus ideas educativas, se debe organizar primero la Educación Superior y luego la de las masas. Es importante la educación de las minorías cultas, pues esa minoría se encargará de la educación de las mayorías. Se refiere a un aristocratismo intelectual en una época de modernismo.

Así expreso el Ministro Justo Sierra: "La Universidad está encargada de la educación nacional en sus medios superiores e ideales; es la cima en que brota la fuente, clara como el cristal de la fuente horaciana, que baja a regar las plantas germinadas en el terruño nacional y sube en el ánima del pueblo por alta que éste la tenga puesta". Todas las enseñanzas deben quedar en el plan pedagógico en íntima dependencia del Estado. En la biografía que hizo el escritor mexicano Agustín Yáñez en las "Obras completas" de Justo Sierra, expresó las ideas del gran educador, quien señaló que el progreso económico y tecnológico es muy importante, sin embargo, la educación es fundamental para los pueblos. Así señala: "Sin la escuela... todo lo que se ha hecho por el progreso material y económico resulta un desastre para la autonomía nacional. Así veo las cosas, así son."19

Según las ideas del Ministro Justo Sierra, en la Universidad yen la Escuela Mexicana

Se debe enseñar a investigar y a pensar, investigando y pensando, y que la substancia de la investigación y el pensamiento no se cristalizase en ideas dentro de las almas, sino que esas ideas constituyesen dinamismos perennemente traducibles en enseñanza y en acción, que solo así las ideas pueden llamarse fuerzas; no quisiéramos ver nunca en ella torres de marfil, ni vida contemplativa, ni arrobamientos en busca del mediador plástico; eso puede existir, y quizá es bueno que exista en otra parte; no allí, allí no.20

Según sus ideas, la educación debe girar en torno a la ciencia, porque "la ciencia defiende a la patria". Como un pensador positivista, Justo Sierra señala que:

La verdad es que en el plan de la enseñanza positiva la serie científica constituye una filosofía fundamental; el ciclo que comienza en la matemática y concluye en la psicología, en la moral, en la lógica, en la sociología, es una enseñanza filosófica, es una explicación del universo hasta donde la ciencia proyectara sus reflectores, no podíamos ir más allá, ni dar cabida en nuestro catálogo de asignativas a las espléndidas hipótesis que intentan explicar no ya el cómo, sino el porqué del universo.21

En la inauguración de la Universidad Nacional de México, el Ministro de Educación Justo Sierra, señaló que tres Universidades deben ser el modelo de la Universidad que se inaugura: la Universidad de Paris, la maestra universal, el alma mater de cuatro siglos; la que enseñó la vida del pensamiento puro. La Universidad de Salamanca, en cuyos estatutos se sembró la planta exótica de nuestra Universidad Colonial. Y la Universidad de California, una institución que abre sus puertas de par en par a las corrientes nuevas, buscadoras de todas las enseñanzas. Ellas representan la unidad del mundo intelectual de la civilización humana; ellas reciben la acción benéfica de la ciencia sobre el desenvolvimiento social. Ellas deben confederarse en la paz y el culto del ideal en el progreso, con el cual "se realizará la aspiración profunda de la historia humana."22

Según sus ideas en el discurso inaugural de la Universidad Nacional de México, los universitarios son como "obreros intelectuales destinados a convertir las ideas en fuerzas, a concebir la contemplación en preámbulo de la acción". Este universitario debe orientar su acción a "nacionalizar la ciencia", a "mecanizar el saber". Por ello, en su discurso inaugural señaló la importancia de la "investigación científica" en la Universidad. Y culminó su discurso con una alabanza al Presidente de la República Porfirio Díaz, por su obra de la Universidad Nacional de México, que representa "el gobierno de la ciencia en acción, que debe pertenecer a la ciencia misma."23

6. Los aportes historiográficos del Maestro Justo Sierra

La carrera educativa de Justo Sierra, la inició como Profesor de Historia en la Escuela Nacional Preparatoria. Por ello, su gran interés por los estudios históricos, tanto en la docencia como en la Historiografía, con sus investigaciones sobre la Historia de México y del Mundo; y por su interés en los textos escolares de Historia para los niños mexicanos, con su ideario y pasión por "el amor a la patria".

En la Historiografía mexicana, el Maestro Justo Sierra participó en la corriente positivista con las ideas evolucionistas del Darwinismo social spenceriano. En sus escritos historiográficos siempre insistió en la búsqueda de la verdad en la Historia, por encima de todo. Así expresó: "Más allá de la ley, más allá del honor, más allá de la patria está la verdad que debe prevalecer por encima de todo". Y en otro de sus escritos expresó:

La Historia debe concentrarse en la fijación de los hechos, en su análisis y en la coordinación de sus caracteres dominantes para verificar la síntesis, pero abundan los períodos de nuestra historia en que las repeticiones de los mismos errores, de las mismas culpas, con su lúgubre monotonía, comprimen el corazón de amargura y de pena". En otra idea sobre la Historia, Sierrasintetiza losiguiente: "La Historia es un conocimiento y una explicación sobre la conducta de las grandes masas humanas.24

En su obra La Evolución política del Pueblo Mexicano, considerada como una de las grandes obras de Historia de México, demostró el progreso de México y la superación de todos sus problemas a través del tiempo. Corresponde a la tesis positivista del progreso de los pueblos que superan la barbarie y con su creatividad alcanzan el progreso y la civilización. Esta obra abarca una interpretación de los sucesos históricos desde 1821 hasta 1900 en el siglo XIX. Es un panorama sintético e interpretativo de la Historia de México en la era republicana. Presenta influencias del romanticismo historiográfico del historiador francés Michelet y de los escritores Renán y Taine. Sierra dio importancia a la síntesis histórica y a la Hermenéutica o interpretación histórica. Es una de las obras de trascendencia en la Historiografía positivista en México.25

El Positivismo en la Historiografía se generalizó en Latinoamérica y en el Mundo Occidental en la segunda mitad del siglo XIX. En México, los historiadores positivistas como Justo Sierra consideraron importante el estudio de la Historia con una metodología científica con gran documentación histórica y con búsqueda de leyes históricas, de acuerdo con los nuevos planteamientos de la Historiografía positivista. Se dio importancia a la Heurística o búsqueda de documentos históricos para comprobar la realidad histórica; y la

Hermenéutica histórica para llegar al conocimiento e interpretación de los hechos históricos. Al Maestro Justo Sierra le interesaba la interpretación de la Historia de México y la búsqueda de la verdad a través del análisis de los documentos.

En sus estudios históricos, el Maestro Justo Sierra se interesó por el análisis de los problemas de México después de la Revolución de Independencia: su evolución histórica, el caudillismo, las dictaduras, las guerras civiles, la anarquía, los enfrentamientos entre el liberalismo y el conservatismo, el federalismo y el centralismo, el proteccionismo y el librecambismo, el civilismo y el militarismo, el constitucionalismo, el regionalismo y otros problemas que se generalizaron en México y demás países de Hispanoamérica.

Ante los problemas en la evolución política del pueblo mexicano, consideró importante el planteamiento del Positivismo spenceriano para alcanzar el orden y el progreso de estos pueblos. Se consideró que es indispensable educar a las nuevas generaciones con las ideas positivistas de orden y progreso para alcanzar la paz y la armonía social, política y económica. Orden era la filosofía política de los pueblos, aun cuando en algunos casos se llegara a la Dictadura, como fue el Porfiriato en el caso de México y las dictaduras en otros países hispanoamericanos. Si no se establecía el Orden, era imposible el Progreso de estos pueblos. Por ello, orden y progreso se consideró como filosofía educativa y política para llegar al orden en estos pueblos, que entraron al desorden y la anarquía después de la independencia. Esa fue la filosofía del historiador y político Justo Sierra, considerado la gran figura de la Historiografía positivista en México, especialmente con su obra "La evolución política del pueblo mexicano". Es la aplicación de la teoría positivista del evolucionismo o "Darwinismo social" para el conocimiento de la evolución hacia el progreso.

Otro estudio del historiador Justo Sierra fue: "Juárez, su obra y su tiempo". Esta obra de gran trascendencia en la Historia mexicana, estudia al Presidente Benito Juárez como encarnación de la Reforma y el Partido Liberal en México. Según las ideas de Sierra, "Juárez tenía la gran calidad de la raza indígena a que pertenecía, sin una gota de mezcla". En su pensamiento y acción defendió la sociedad indígena mexicana. Así expresa Sierra: "A través de la Constitución y la Reforma veía la redención de la República Indígena; ese era su ideal". Al pueblo indígena fue siempre devoto y buscó "emanciparlo del clérigo, de la servidumbre rural, de la ignorancia, del retraimiento del silencio; ese fue su recóndito y religioso anhelo, por eso fue liberal, por eso fue reformista."26

7. El amor a México en los Textos escolares

En sus obras de carácter histórico, el Maestro Justo Sierra dio especial importancia a los textos escolares, para la formación de las nuevas generaciones de los niños mexicanos. Con su filosofía romántica de "amor a la patria", valoración heroica de los "Padres de la Patria" y de conocimiento de los hechos históricos más representativos de la Historia de México. Dio importancia a la educación y a la Historia como fundamentos para el orden, el progreso y la libertad. Estas ideas se deberían inculcar en los niños mexicanos a través de los textos escolares de Historia y Civismo.

En el año 1885, el Ayuntamiento de la ciudad de México, a través de la Comisión de Instrucción Pública convocó a un concurso para textos de Historia. El Maestro Justo Sierra se ganó el concurso con su texto Los elementos de Historia General.

Uno de los textos escolares del Maestro Justo Sierra con destino pedagógico fue el "Catecismo de Historia Patria", hecho para niños del tercer año de primaria. Así dice en la introducción: "El amor a la patria comprende todos los amores humanos. Ese amor se siente primero y se explica luego. Este libro dedicado en vosotros a los niños mexicanos, comprende esa explicación". "Los pueblos más civilizados son aquellos en que hay más escuelas y más niños que en ellas se eduquen".27

En su obra insistió en el amor a la patria, cuando expresó: "porque el primer deber de todo mexicano es amar a su patria... para amarla es preciso conocerla y saber su historia, es decir lo que ha luchado y sufrido por nosotros". Otros textos escolares que publicó fueron los siguientes: "Primer año de Historia Patria", "Segundo año de Historia Patria", "Historia Patria" "Descripción de los 24 cuadros de Historia Patria". Además publicó sus libros: "Compendio de Historia de la Antigüedad" y "Manual de Historia Universal".28

En la esencia de los textos escolares de Justo Sierra, encontramos su interés por el fortalecimiento de un Nacionalismo mexicano y la sublimidad de los héroes para el conocimiento de sus luchas y esfuerzos en el nacimiento y fortalecimiento del Estado Nacional. Según sus ideas, no se entiende el desenvolvimiento histórico de México, sin conocer y valorar la acción sublime de sus héroes y el dinamismo de sus dirigentes o líderes, que han decidido en determinados momentos el devenir histórico del pueblo mexicano. Los Héroes se distinguen por su acción, valor y fortaleza que definen el destino histórico de las sociedades.

En el estudio de los grandes personajes de México, señalando entre ellos los próceres Miguel Hidalgo, José María Morelos, Ignacio de Allende, Vicente Guerrero, Andrés Quintana Roo, Francisco Javier Mina, Fray Servando Teresa de Mier, Agustín Iturbide y otros, se manifiesta el valor delos "Héroes" patriotas de la Independencia, cuya fuerza vital transmitió el valor que llevó al triunfo de la Revolución de Independencia y el nacimiento del Estado Nacional mexicano.

En los programas de Historia de México se señaló que se despertará en los alumnos mexicanos, "grande admiración por nuestros héroes, haciendo ver que por ellos todos los mexicanos formamos una familia".29 Sin embargo, en México como en los demás países de Hispanoamérica se manifestó el problema de la valoración de los Héroes en la enseñanza de la Historia. Se reflejó la división ideológica partidista entre los liberales y conservadores. Para los liberales, los grandes héroes mexicanos fueron Cuauhtémoc, Miguel Hidalgo, el padre de la patria, José María Morelos, Vicente Guerrero y en la segunda mitad del siglo XIX, el Presidente Benito Juárez. Para los conservadores, los grandes personajes en la Historia de México fueron Hernán Cortés, Moctezuma, José María Morelos y Agustín Iturbide, entre los más representativos. El Maestro Justo Sierra cuando se le preguntó sobre el Padre de la Patria en México señaló que el cura Miguel Hidalgo, la personalidad de la independencia, es en verdad "el padre de la patria". Y hablando de los siglos de la conquista y colonización española, el fundador de la nacionalidad mexicana fue el conquistador español Hernán Cortés.

En la obra "México, su evolución social", el Maestro Justo Sierra señala que México es el producto de dos pueblos y dos razas: la indígena y la española. Tanto Cuauhtémoc, representante de la cultura indígena, como Hernán Cortés, representante de la cultura española, son grandes en la Historia de México. En la misma forma que el cura Miguel Hidalgo, José María Morelos, Vicente Guerrero y Agustín Iturbide, entre otros. Ellos reflejan el heroísmo mexicano, que con el Presidente Benito Juárez, son ejemplo de grandiosidad en los fastos de la Historia nacional.

El heroísmo señala un conjunto de cualidades propias de los héroes. Es esa actuación de los seres humanos ante hechos que presionan su estabilidad emocional, causando una fuerza de presión que explota con reacciones positivas para el cambio social. Los héroes son impulsados por sentimientos de lucha, que intentan contra atacar los errores concebidos por la injusticia y el maltrato social. Estos sentimientos que forjan la actuación del individuo, surgen para resaltar la importancia del ser en los acontecimientos de la vida humana. La acción heroica es dinamismo de los héroes para definir con sus actuaciones el destino de la historia. Las acciones heroicas causan huellas en los sucesos o acontecimientos históricos, gracias al dinamismo y participación de "los héroes", con cuyo "carisma" contribuyen directamente con el bien común y con el destino de los pueblos en la Historia.

En los textos escolares del Maestro Justo Sierra, como también en los autores de textos escolares de México en los últimos años del siglo XIX y primeras décadas del siglo XX, se manifestó el interés por el fortalecimiento del nacionalismo y la sublimidad de los héroes que están en el corazón patriótico de los mexicanos. Se insistió en la importancia del patriotismo y se exhortó a los niños a dar la vida para defender la patria, "la tierra donde nacimos", que se demostraba derramando sangre por ella. El Maestro Justo Sierra en su texto Elementos de Historia Patria, dedicó el libro a sus hijos, a quienes dijo: "...el amor a la patria comprende todos los amores humanos. Ese amor se siente primero y se explica luego. Este libro dedicado en vosotros a los niños mexicanos comprende esta explicación".30

En los textos escolares del Maestro Justo Sierra se dio importancia al amor a la patria como el primer deber de todo mexicano. Y a ese amor se llega con el conocimiento de su historia y con la valoración y aprecio de lo que hicieron los héroes y próceres por la construcción de la patria. El Maestro Sierra hablaba de la necesidad de crear la religión cívica que une y unifica, destinada a crear un alma social, que en su esencia debe ser "la religión de la patria".

La definición de "Patria" fue una preocupación de los autores de textos escolares. Para unos, la patria es la tierra donde nacimos. Otros complementaron esta definición, con las ideas de la patria relacionada con la lengua española y la religión católica que enseñó España, la "Madre Patria". El Maestro Justo Sierra definió así la Patria: "La patria se compone del suelo en que nacimos, de todos los hijos de ese pueblo que viven ahora y de todos los mexicanos que han muerto."31

CONCLUSIONES

El Maestro Justo Sierra, el humanista y eximio político del Porfiriato, fue uno de los más grandes educadores de México y de Latinoamérica en los años de transición entre los siglos XIX y XX. Su mayor interés fue la educación en México, la cual consideró como la primera empresa del Estado. Según sus ideas, el futuro de Latinoamérica para su adelanto y desarrollo, solamente será posible por el camino de la educación. Si el mexicano llega a conocer su identidad y su historia a través de la educación, llegará a la meta de la libertad, el orden y el progreso. Su mayor aporte fueron sus ideas positivistas, ligadas muy profundamente a la educación y a la evolución histórica de México. Asimismo su pensamiento y acción en la fundación de la Universidad Nacional de México, actual Universidad Nacional Autónoma de México, UNAM, fundada en conmemoración del Centenario de la Independencia de México, y su mayor legado a la posteridad.

Su visión del nacionalismo y la sublimidad de los héroes que reflejó en sus obras de Historia relacionadas con la evolución política del pueblo mexicano y sobre el Presidente Benito Juárez y su época. Asimismo, en los textos escolares que publicó para los niños de México, se proyecta y transmite el ideario de este gran educador de los años de transición, que corresponden a la vigencia del Porfiriato y de la fuerza recurrente de la Revolución Mexicana, con sus cambios y nueva visión histórica de México hacia la modernidad.

Cuando se inició la Revolución Mexicana en 1910, el Maestro Justo Sierra, fue bien acogido por la juventud universitaria, y en especial el "Ateneo de la Juventud" que reunió a los nuevos intelectuales de México, entre ellos José Vasconcelos, Antonio Caso, Alfonso Reyes, Pedro Henríquez Ureña, Martín Luis Guzmán, Isidro Fabela, Diego Rivera, Manuel Ponce, Mariano Silva y Aceves, Federico Mariscal y otros, quienes fueron los pensadores y grandes pensadores en la primera mitad del siglo XX. El humanista Justo Sierra hizo algunas críticas al Positivismo que introdujo Gabino Barreda en México y con los jóvenes intelectuales presentó las ideas aplicadas a la modernización de México y América Latina. Por ello, las nuevas ideas del Maestro Justo Sierra han sido consideradas entre las precursoras de la Revolución Mexicana.

En los años iniciales de la Revolución, apoyó al Presidente Francisco Madero, quien lo nombró Ministro Plenipotenciario de México ante el Gobierno de España. Representó a México en el Congreso Hispanoamericano de Madrid. Su cargo diplomático lo realizó en España, en donde murió en Madrid el 13 de septiembre de 1912. Su pensamiento y acción es de gran trascendencia, por su gran aporte a la educación mexicana y latinoamericana, como fue reconocido en el año 2010 cuando se conmemoró el centenario de su mayor obra en la educación superior universitaria, la Universidad Nacional Autónoma de México, una de las más grandes en los fastos históricos de la educación universitaria en México y América Latina a nivel mundial.


1 Doctor en Historia, es profesor del Doctorado en Ciencias de la Educación de la Universidad Pedagógica y Tecnológica de Colombia – RUDECOLOMBIA, miembro de la Academia Boyacense de Historia y del grupo de investigación HISULA.

2 Sobre el Maestro Justo Sierra, véanse las siguientes Biografías: YÁNEZ, Agustín. (1962): "Don Justo Sierra, su vida, sus ideas y su obra". México, UNAM; ABREU GÓMEZ, Emilio. (1964): Justo Sierra, Educación e Historia. Washington, Unión Panamericana; FERRER, Gabriel. (1944): El Maestro Justo Sierra. México, Secretaría de Educación; Gómez Arias, Alejandro. (1936): El Maestro Justo Sierra. México, UNAM; DUMAS, Claude. (1947): Justo Sierra y el México de su tiempo. 1848-1912". México, UNAM, 1992. Alfonso Reyes, Justo Sierra. México, SEP.

3 MONSIVÁIS, Carlos. (1981): "Notas sobre la cultura mexicana en el siglo XX", en: Historia General de México. México, El Colegio de México, Tomo II, p 1393.

4 SIERRA, Justo. (1977): Obras completas. México, UNAM.

5 Véase el estudio de ZEA, Leopoldo. (1963): "El Positivismo", en: la obra Estudios de Historia de la Filosofía en México. México, Universidad Nacional Autónoma de México, p. 246.

6 ZEA, Leopoldo. (1963): óp., cit, p. 246.

7 Véase el estudio de GALVÁN LAFORGA, Luz Elena. (2004): "La educación mexicana en el siglo XIX: 1821-1921," en: ZULUAGA, Olga Lucía y OSSENBACH, Gabriela, Génesis y desarrollo de los Sistemas Educativos Iberoamericanos. Siglo XIX. Bogotá, Editorial Magisterio, Grupo Historia de la Práctica Pedagógica, 2004, Tomo I, pp. 398-399.

8 SIERRA, Justo. (1948): Discursos, México. Véase la obra de LARROYO, Francisco y ESCOBAR, Edmundo, Historia de las Doctrinas Filosóficas en Latinoamérica. México, Editorial Porrúa, pp. 145-148.

9 LARROYO, Francisco. (1948): Op., cit. pp. 146-148.

10 ZEA, Leopoldo. (1963): Op., cit, p. 255.

11 Ibídem, pp. 255-256.

12 Ibídem, pp. 259-260.

13 Ibídem, pp. 259-260.

14 Ibídem, pp. 260-261.

15 SIERRA, Justo. (1948): Obras completas. Vol. VIII, La educación nacional, México, UNAM p. 397. Véase también la obra de ABREU GÓMEZ, Emilio. (1964): Justo Sierra, Educación e Historia., Washington, Unión Panamericana.

16 SIERRA, Justo. (1993). "Discurso en el acto de inauguración de la Universidad Nacional de México, el 22 de septiembre de 1910" en: ZEA, Leopoldo (Compilador): "Fuentes de la Cultura Latinoamericana". México, Fondo de Cultura Económica, 1993. Tomo I, pp. 81-97.

17 Ibídem, pp. 92-93.

18 Ibídem, pp. 93-94.

19 SIERRA, Justo. Obras Completas, pp. 163.

20 Ibídem., p 164.

21 Ibídem., pp. 93-94.

22 Ibídem., p 164.

23 Ibídem, p. 96.

24 SIERRA, Justo. (1977): Juárez su obra y su tiempo. En Obras completas. México, UNAM.

25 SIERRA Justo. (1940): "Evolución política del pueblo mexicano". México, Fondo de Cultura Económica.         [ Links ]

26 SIERRA, Justo. (1977): Op., cit, p 98.

27 SIERRA Justo. (1922): Catecismo de Historia Patria. México, Departamento Editorial de la Secretaría de Educación Pública. p. 81.

28 Véanse las obras de SIERRA Justo. (1905): Primer año de Historia Patria. Elementos para los alumnos del tercer año primario obligatorio. México, Librería de la viuda de Ch. Bouret; SIERRA Justo. (1904): Segundo año de Historia Patria. Elementos para los alumnos del tercer año primario obligatorio. México, Librería de la viuda de Ch. Bouret. SIERRA Justo. (1907): Historia Patria. México, Departamento Editorial de la Secretaría de Instrucción Pública, 1922. Justo Sierra, Descripción de los 24 cuadros de historia patria. México, Librería de la viuda de Ch. Bouret.

29 SIERRA Justo. (1970): Catecismo de Historia Patria. México, El Colegio de México, 1970, pp. 81-125.

30 Ibídem., p.67.

31 ZORAIDA VÁSQUEZ, Josefina. (1965):"Historia de la Historiografía". México, Editorial Pormaca, p. 154.


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