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Perspectiva Geográfica

Print version ISSN 0123-3769

Perspectiva Geográfica vol.29 no.1 Tunja Jan./June 2024  Epub July 01, 2024

https://doi.org/10.19053/01233769.16460 

Artículos

El carnaval de los hinchas en Bogotá: un estudio social sobre la fiesta en el fútbol *

The fans' carnival in Bogotá: a social study on the celebration in football

O carnaval de torcedores em Bogotá: um estudo social sobre a festa do futebol

John Alexander Castro Lozano1 
http://orcid.org/0000-0001-8397-7690

1 Doctor en Estudios Sociales de la Universidad Distrital Francisco José de Caldas, Colombia. Universidad Nacional Abierta y A Distancia. ale_xandercastro1981@gmail.com https://orcid.org/0000-0001-8397-7690


Resumen

Desde la década de 1990, la tribuna oriental general y luego la lateral norte y la lateral sur del estadio Nemesio Camacho "El Campín" mostraron el surgimiento de una generación de hinchas que transformaron el aburrimiento, la monotonía y la pasividad de aficionados y de barras tradicionales, pues eventualmente expresaban sus emociones durante los partidos de fútbol. En 1993 se organizó Blue Rain y en 1996 se transformó en Comandos Azules #13, grupos organizados de hinchas del Club Deportivo Los Millonarios en Bogotá, usualmente denominados barras bravas, quienes mediante aplausos, canciones, saltos, instrumentos musicales, papel, pólvora y columnas de humo, entre otros exaltan su identidad futbolística, alientan a su club y, además, maximizan sus rivalidades.

El propósito del artículo es interpretar las expresiones festivas manifestadas por los hinchas reunidos en barras bravas de Bogotá alrededor de los partidos de fútbol en "El Campín". En este aspecto, el artículo se organiza en ocho apartados: "Introducción", "Los aspectos metodológicos", "Barra del Búfalo", "Y acá llegamos", "Desde el sur llegó la inspiración", "Llegó la brava", "Te juro te alentaré" y "Conclusiones". Finalmente, lo relacionado con la metodología se orientó a través de la observación, la participación y las entrevistas, técnicas específicas del trabajo de campo etnográfico. Los actores sociales son hinchas agrupados en Blue Rain y en Comandos Azules Distrito Capital de Millonarios Fútbol Club en Bogotá.

Palabras clave: barras bravas; carnaval; estudios sociales; fiesta; fútbol; geografía

Abstract

Since the 1990s, the general eastern tribune and then the north side and the south side of the Nemesio Camacho "El Campín" stadium showed the emergence of a generation of fans who transformed the boredom, monotony and passivity of fans, as they eventually expressed their emotions during football games. In 1993 Blue Rain was organized and in 1996 it was transformed into Comandos Azules #13, organized groups of fans of the Los Millonarios Sports Club in Bogotá, usually called "bravas bravas", who - through applause, songs, jumps, musical instruments, billboards, gunpowder and columns of smoke, among others exalt their football identity, encourage their club and, in addition, maximize their rivalries. The purpose of the article is to interpret the festive expressions manifested by the fans gathered in the brave bars of Bogotá around the football games in "El Campín." In this aspect, the article is organized into eight sections: "Introduction", "The methodological aspects", "Barra del Búfalo", "And here we come", "Inspiration came from the south", "The brave arrived", "I swear I will encourage you" and "Conclusions". Finally, the methodology was oriented through observation, participation and interviews, specific techniques of ethnographic fieldwork. The social actors are fans of Millonarios Football Club in Bogotá grouped in "Blue Rain" and "Comandos Azules"

Keywords: "barras bravas"; carnival; social studies; party; football; geography

Resumo

Desde a década de 1990, a tribuna geral leste e depois o lado norte e o lado sul do estádio Nemesio Camacho "El Campín" mostraram o surgimento de uma geração de torcedores que transformou o tédio, a monotonia e a passividade dos torcedores tradicionais, uma vez que acabaram expressando suas emoções durante jogos de futebol. Em 1993 foi organizada a Chuva Azul e em 1996 transformada em Comandos Azules #13, grupos organizados de torcedores do Clube Esportivo Los Millonarios de Bogotá, normalmente chamados de "barras bravas", que - por meio de aplausos, cantos, saltos, instrumentos musicais, outdoors, pólvora e colunas de fumaça, entre outros exaltam sua identidade futebolística, incentivam seu clube e, além disso, maximizam suas rivalidades. O objetivo do artigo é interpretar as expressões festivas manifestadas pelos torcedores reunidos nos "bares valentes" de Bogotá em torno dos jogos de futebol no "El Campín". Neste aspecto, o artigo está organizado em oito seções: "Introdução", "Os aspectos metodológicos", "Barra del Búfalo", "E aí vamos nós", "A inspiração veio do sul", "Os valentes chegaram", "Juro que vou encorajá-lo" e "Conclusões". Por fim, a metodologia foi orientada através da observação, participação e entrevistas, técnicas específicas do trabalho de campo etnográfico. Os atores sociais são torcedores do Millonarios Football Club de Bogotá agrupados em "Blue Rain" e "Comandos Azules"

Palavras-chave: "barras bravas"; carnaval; estudos sociais; festa; futebol; geografia

Introducción

Desde el inicio del fútbol profesional colombiano en 1948, los espectadores observaban -sentados- el desarrollo del juego y eventualmente salían de esa pasividad por una jugada extraordinaria, un gol, una decisión errada por parte del árbitro o un gesto malintencionado de un jugador rival. Durante la década de 1970 y de 1980 se formaron las barras, integradas por familiares y amigos, quienes asistían frecuentemente a los juegos de su club, portaban sus colores y empleaban (ocasionalmente) bombos y trompetas. Sus expresiones festivas eran modestas pues únicamente eran alterados por las circunstancias del partido, es decir, continuaban indicando un ambiente inactivo en las tribunas del estadio.

El surgimiento de Santa Fe de Bogotá en 1991 del Club Independiente Santa Fe y de Blue Rain1 en 1993 del Club Deportivo Los Millonarios2 expusieron una ruptura en las diferentes rutinas de los fanáticos -en el exterior y en el interior del estadio "El Campín"3- y mostraron el surgimiento de las barras bravas en la capital de Colombia. Santa Fe de Bogotá y Blue Rain se ubicaron en la tribuna oriental general, la primera en el costado central sur y la segunda en el costado central norte; un posicionamiento que les permitió apoyar festivamente -desde un lado de la cancha- a sus equipos y, además, tener múltiples enfrentamientos en los clásicos capitalinos.

En 1996, Comandos Azules #13 (Millonarios) se posesionó en la tribuna lateral norte4 y en 1997 La Guardia Albi-Roja Sur (Santa Fe) se instaló en la tribuna lateral sur, graderías ubicadas detrás de los arcos. En mayo 6 de 1997 se disputó el clásico de Bogotá y en el minuto 32 Osman "Fosforito" López -defensor central- anotó, con pierna derecha, el primer gol de la noche para Los Millonarios. La hinchada celebró y desde la tribuna lateral alta festejaron con una avalancha. Los integrantes de C. A. #13 bajaron corriendo por la gradería y esperaban que la baranda de seguridad contuviera su celebración.

Ellos lo creían, pues soportaba sus avalanchas desde septiembre 8 de 1996, pero ese miércoles esto no ocurrió y decenas de hinchas cayeron al primer piso. Por fortuna, lateral baja se encontraba con aforo total. Aunque varios aficionados resultaron heridos, ninguna persona falleció. Desde ese hecho, las expresiones festivas -y las conductas violentas- fueron seguidas por medios de información y autoridades deportivas y civiles, pues buscaban entender las dinámicas de estos grupos sociales urbanos en el contexto del fútbol. Las expresiones festivas han tomado relevancia entre los hinchas, pues el carnaval es sinónimo de alegría y sirve para alentar al club y contagiar a los demás hinchas. Por eso, las laterales se convirtieron en un lugar para estar presente.

Las barras bravas demostraron expresiones festivas recurrentes e innovadores, pues usaron papel, pólvora, columnas de humo, instrumentos musicales e interpretaron canciones en las que manifiestan su identidad futbolística y grupal y su apoyo "incondicional" a los jugadores, así como burlas, insultos, desafíos y amenazas contra los rivales. Asimismo, regularizaron los enfrentamientos con hinchas de otros clubes organizados grupalmente y para ello emplearon sus cabezas, sus brazos, sus piernas y también "botellas de vidrio, palos de madera, piedras, tubos de policloruro de vinilo (PVC), varillas e incluso armas blancas y de fuego" (Castro, 2022b, p. 122). Lo festivo y lo violento son dos expresiones o conductas regulares entre las barras bravas.

En este artículo se plantea el siguiente objetivo: interpretar las expresiones festivas -manifestadas por los hinchas reunidos en barras bravas de Bogotá- alrededor de los partidos de fútbol en "El Campín". El artículo se ordena de la siguiente forma: "Introducción", "Los aspectos metodológicos", "Barra del Búfalo", "Y acá llegamos", "Desde el sur llegó la inspiración", "Llegó la brava", "Te juro te alentaré" y "Conclusiones". Por último, los actores sociales son los aficionados agrupados en Blue Rain y en Comandos Azules Distrito Capital (C. A. D. C.) de Millonarios Fútbol Club (M. F. C.).

Los aspectos metodológicos

Al final de la década de 1980 comprendí que mi agrado por el azul y además por el blanco se habían consolidado alrededor del fútbol. Desde pequeño incliné mi afición por el Club Deportivo Los Millonarios y seguí sus juegos, especialmente en la radio; leía las noticias en los diarios y veía la sección deportiva en los noticieros, entre otras prácticas. En diciembre 7 de 1996 logré asistir al Nemesio Camacho -para observar un clásico capitalino-, mi hermano mayor me invitó y él compró entradas para oriental general. Ese domingo nos ubicamos cerca de un grupo de hinchas que tocaban un bombo, saltaban, cantaban esporádicamente y estaban bajo una bandera que decía "Barra del Búfalo". La barra es un homenaje a Juan Gilberto Funes -llamado el Búfalo de San Luis-, quien vistió la camiseta del Embajador desde el segundo semestre de 1984 hasta el primer semestre de 1986 y anotó el gol 3.000 en la historia del club.

En esa tarde, un grupo de hinchas -posicionados en la tribuna lateral altas norte- llamaron mi atención por la cantidad de banderas, las columnas de humo, los saltos, las canciones continuas y su nombre: Comandos Azules #13. 125 días después, en abril 11 de 1997, decidí ingresar a esa gradería (para un partido de Copa Libertadores, Nacional de Montevideo visitaba Bogotá), pues pretendía integrarme a C. A. #13. Entre 1997 y 1999 participé en múltiples actividades para estar presente en las tribunas, en las calles y en los viajes. Desde el 2000 hasta el 2005 participé en algunas de las prácticas de C. A. #13-C. A. D. C. Durante 2006 y 2007 trabajé en el apoyo logístico en "El Campín". Entre 2008 y 2010 ingresé a la tribuna lateral sur altas a aplaudir, a cantar y a saltar con Blue Rain, asistencia que demostré hasta noviembre 11 de 2018, justamente en un clásico capitalino. Después de esa fecha me he dedicado a escribir sobre barras bravas de M. F. C.

Desde el segundo semestre de 2010 hasta el segundo semestre de 2018 estuve en la tribuna y en las calles buscando comprender e interpretar la construcción de la realidad social de la barra brava. El trabajo de campo fue una experiencia interesante ya que el contexto, los sujetos y los grupos sociales me eran familiares, pero debía construir una serie de descripciones que demostraran la comprensión y la interpretación de las nociones y las prácticas de los hinchas en las barras bravas. Por eso fue necesario estar presente en el estadio antes, durante y después de cada uno de los juegos. De acuerdo con Sanabria (2009), el investigador debe ser capaz de "objetivar las condiciones que le permiten dar cuenta de los modos de sentir, pensar y actuar de los otros" (p. 20). En este aspecto, se optó por trabajo de campo etnográfico porque relaciona las prácticas de lo que la gente hace y los significados de las prácticas de lo que la gente dice que hace (Restrepo, 2018).

De lo que se trata es de comprender e interpretar -a través de un documento escrito- la producción y la reproducción de los significados de las nociones y de las prácticas de los sujetos en los grupos sociales en su contexto, es decir, "lo que interpreta es el flujo del discurso social y la interpretación consiste en tratar de rescatar 'lo dicho' en ese discurso de sus ocasiones perecederas y fijarlo en términos susceptibles de consulta" (Geertz, 2003, p. 32). De ahí que la "noción de reflexividad es importante aquí porque ayuda a integrar estos aspectos supuestamente personales y comprender cómo se da el flujo de la investigación empírica a través de interacciones sociales" (Guber, 2018, p. 66). Sin embargo, "el lenguaje no agota la experiencia de vivir, siempre en proceso, en un mundo igualmente inacabado" (Guzmán & Suárez, 2022, p. 188). Por consiguiente, podría ser relevante regresar, para estar presente, a las tribunas, a las calles y a los viajes con la barra brava siguiendo a M. F. C.

En este aspecto metodológico, la entrevista es relevante porque se puede entender como un diálogo formal que es orientado a partir de las preguntas de la investigación (Restrepo, 2018). Los sujetos deben cumplir ciertos alcances y características, y se deben escuchar sus experiencias y sus conocimientos sobre percepciones, valoraciones o acontecimientos desde sus narraciones. La entrevista se puede realizar con una grabadora portátil o mediante apuntes. Le permite al investigador aproximarse (a través del diálogo) a las experiencias de los sujetos en el grupo social para identificar y comprender lo que hacen, quién o quiénes lo hacen, cómo lo hacen, cuándo lo hacen, dónde lo hacen, los motivos para hacer lo que hacen y los significados de lo que hacen. En este sentido, "el investigador formula preguntas cuyas respuestas se convierten en nuevas preguntas. Pero este proceso no es mecánico; demanda asombro, y para que haya asombro debe haber una ruptura con sus sentidos que 'tenga sentido' para él" (Guber, 2001, p. 85).

Barra del Búfalo

En abril 26 de 1992, Millonarios derrotó a Santa Fe y después de ese clásico capitalino la barra Santa Fe de Bogotá agredió a la hinchada de Millonarios. Esa agresión fue un motivo para que un grupo de aficionados plantearan la posibilidad de formar una nueva barra. Su primer nombre fue Los Sin Vergüenzas de Siempre. La nueva agrupación estaba conformada por Martha Díaz, Mirtha Díaz, Libia Díaz, Néstor Herrera, Andrés Martínez, Madia Melina Melo, Olga Parra, Oscar Pineda, Germán Prieto, Oscar Puerto, Armando Ramírez, Hugo Segura, Leonardo Sotelo y Jaime Torres, acompañados por otros hinchas más. Sin embargo, antes de iniciar el partido entre Tolima y Millonarios (en mayo 10), algunos miembros de la barra -que viajaron a Ibagué- fueron entrevistados y enviaron un saludo a sus semejantes en Bogotá. Como el periodista entendió que el nombre de la barra era "Las Sin Vergüenzas", a partir de esa interpretación equivocada, al siguiente partido, decidieron modificar el nombre de la barra.

Néstor Herrera sugirió que podían hacerle un homenaje a Juan Gilberto Funes, quien había fallecido en enero 11 de 1992. Ese domingo, mayo 17, fue fundada la Barra del Búfalo. La agrupación de fanáticos se ubicó en la tribuna oriental general, cerca del tiro de esquina, y aún se mantienen en ese lugar5. Los aficionados en la Barra del Búfalo se caracterizaron por observar el partido de pie, saltar, tocar el bombo y cantar diversos coros durante el partido para manifestar de esa manera el apoyo a Millonarios. Estas expresiones eran anormales para la época, ya que lo tradicional era mantenerse sentado mientras se observaba el encuentro y eventualmente se expresaba alguna emoción. La Barra del Búfalo ha integrado a familiares y amigos e hinchas de distintas edades, profesiones, ideologías y credos. Pineda sostiene que la consigna de la Barra del Búfalo ha sido, es y será "acompañar y apoyar al cuadro embajador en las buenas, en las regulares y en las malas".

A continuación, los relatos de "Gordo John", "Negro", "Morón" y "Beto" narran el impacto que experimentaron ante la organización de la Barra del Búfalo durante el primer semestre de 1992, en medio actitudes aburridas, monótonas y pasivas por parte de la hinchada embajadora para una nueva generación de hinchas.

La primera barra como tal, de saltarines, que se podía decir, fue los Búfalos. Ellos se ubicaban en la oriental general y, pues, esa tribuna era en la que en un inicio yo estuve. Aunque al principio estuve en la de Elmer Tamayo Guarín, que en un inicio quedaba en occidental. Pero ya me di cuenta de los Búfalos y ya empezábamos a hacernos uno a uno ("Gordo John", 18 de febrero del 2012).

Pero la única que me llamó la atención fue el "Búfalo", que fue cuando vimos unos hinchas de Millonarios saltando. Aunque era una barra muy familiar. Esa fue la que más me llamó la atención y seguro de la que más me acuerdo porque [...] empezamos a cantar, a saltar, a ver el fútbol de pie. Se ve de una manera diferente ("Negro", 12 marzo del 2011).

La primera barra que empezó a mostrar un comportamiento diferente al que ya se veía desde los ochenta fueron los de la Barra del Búfalo [...]. Estaban todos de pie, cantaban todo el partido, hacían bulla, ya tenían bombos y pues tenían un estilo muy argentino, que aquí en Colombia no se veía […]. La verdad, el primer momento [en] que los vi, del cual tengo referencia de ellos, fue el último partido del primer semestre del 92, que fue un Millonarios-Junior6, si mi memoria no me falla. Y pasó el receso de mitad de año y ya en el primer partido Millonarios vs. Cúcuta […] decidimos meternos de lleno a esa Barra del Búfalo, que vimos que tenía unos comportamientos diferentes ("Morón", 16 de julio del 2011).

Cuando vimos la Barra de Búfalo nos pareció emocionante, hasta chévere7 la forma en que ellos animaban. No era visto acá ver a la gente de pie, saltando y gritando porque se veía como un espécimen raro en el estadio, porque la gente estaba acostumbrada a ver el partido sentado, con su familia […]. Y estoy hablando del año 1992. Y comenzamos a hacer parte del Búfalo. Nos empezamos a impregnar de la forma de animar, pero entonces nosotros no nos quedamos ahí ("Beto", 14 de agosto del 2010).

En el primer semestre de 1992 -específicamente en mayo- inició el proceso de organización de la Barra del Búfalo, una agrupación que presentó múltiples e innovadoras manifestaciones festivas frente al aburrimiento, la monotonía y la pasividad de las barras y de los hinchas. La Barra del Búfalo agrupó a una multiplicidad de aficionados que buscaban integrarse a las diversas emociones que pueden gestarse en las tribunas del estadio durante un partido de fútbol, repetir los coros y los saltos antes, durante y después de los encuentros futbolísticos. Esas manifestaciones festivas llamaron la atención de la hinchada de Millonarios, pues alteraban la normalidad de aquellos años.

Los hinchas, quienes formaron la Barra del Búfalo, mostraron formas innovadoras para animar o apoyar al club desde la tribuna, dejando a un lado el aburrimiento, la monotonía y la pasividad de los espectadores de la época y emocionando a los demás fanáticos de Millonarios. Los testimonios de "Gordo John", "Negro", "Morón" y "Beto" posibilitan comprender el impacto que provocó la conformación de la Barra del Búfalo entre la hinchada embajadora. "Beto", "Gordo John", "Negro" y "Morón" relatan la sorpresa que experimentaron por la formación del Búfalo, pues se mantenían de pie, saltaban y cantaban durante el partido, entonaban los coros más extensos y utilizaban los bombos con mayor frecuencia. No obstante, las expresiones festivas no se mantenían antes, durante o después de los juegos ni tampoco enfrentaron a los hinchas rivales, especialmente a la barra Santa Fe de Bogotá.

Y acá llegamos8

La Barra del Búfalo estaba cerca de cumplir dos meses de conformada. Sus dinámicas animaban los partidos del Club Deportivo Los Millonarios y emocionaban a la hinchada embajadora. En julio 8, Millonarios enfrentó a Cúcuta Deportivo y el resultado final fue un triunfo para los embajadores, pues ganó por 1 a 0. El gol de la victoria lo consiguió "El Muelas" León9 después de un contrataque liderado por Méndez10. En la noche de ese miércoles, celebraron los azules. Por supuesto, los fanáticos, quienes integraban la Barra del Búfalo, observaron el encuentro futbolístico de pie, saltaron en la gradería y cantaron diversos coros, acompañados de golpes al bombo. Entre los aficionados, que saltaron, cantaron y celebraron el triunfo del club, se encontraban "Beto", "Bruja", "Español", "Morón", "Negro" y "Pablo" porque las dinámicas innovadoras de la Barra del Búfalo los sorprendieron y atrajeron a su ambiente festivo.

Cada uno decidió acercarse (por iniciativa propia) a la Barra del Búfalo porque exhibía una forma diferente de apoyar a Millonarios. Sin embargo, el impacto generado, poco a poco, fue disminuyendo, ya que se distinguieron los fanáticos tradicionales y una nueva generación de aficionados. Las expresiones festivas que expusieron e impactaron a los hinchas - al pasar los partidos- empezaron a demostrar limitaciones, ya que el ambiente festivo no se mantenía antes, durante y después de los encuentros futbolísticos, lo cual produjo un desencanto entre aquellos que se habían sumado. Desde julio hasta noviembre de 1992, dos formas de hinchar por un club se van a identificar, pero se van a distinguir y distanciar, lo cual generó discusiones y problemas al interior de la Barra del Búfalo. Las contradicciones se hicieron indiscutibles en el último partido para Millonarios, el del segundo semestre de 1992.

En noviembre 22, las discrepancias -entre los fanáticos tradicionales y una nueva generación de aficionados- fueron evidentes, ya que los comportamientos de los jóvenes seguidores del club excedían las expresiones ya acostumbradas: cantar y saltar. En los minutos finales del partido en el que Millonarios enfrentó a Cali, desde la tribuna oriental general - específicamente desde el sector en donde se ubicaba la Barra del Búfalo- le arrojaron un martillo de pólvora al árbitro lateral. Este le cayó en una mano y lo hirió. La respuesta de los aficionados tradicionales de la Barra del Búfalo fue recriminarlos y acusarlos. En este aspecto, el testimonio de "Morón" describe las diferencias y posteriormente los conflictos surgidos entre los hinchas tradicionales y la nueva generación de aficionados, pues durante la segunda mitad de 1992 fue evidente que, entre los dos estilos de fanáticos, las maneras de apoyar al club iban por caminos diferentes.

En ese tiempo, yo fui el primero en llevar pólvora al estadio. Llevaba martillos, bengalas, avioncitos, pitos, mejor dicho, de todo; parecía Navidad en esa época [en] oriental. Y bueno, ese día yo llevé unos martillos y en ese momento ya estábamos desesperados. Unos de los martillos se los di a uno de mis compañeros, a "Pablo". Yo lanzaba martillos a la línea lateral, a la cancha, esperando que alguno le impactara a algún jugador del Cali. Nunca pude lograrlo. Y "Pablo" en el primer intento logró estallarle un martillo al lado de la mano izquierda del juez de línea, cosa que al juez de línea tuvieron que vendarlo, pararon el partido y nos echaron la policía. Cuando vimos quién nos había echado la policía, vimos que había sido uno de los mismos integrantes del Búfalo ("Morón", 16 de julio del 2011).

La nueva generación de aficionados exhibió innovadores modos de actuar y nuevos comportamientos frente a los mostrados por los aficionados tradicionales de la Barra del Búfalo. El relato de "Morón" destaca la agresión al árbitro asistente (ubicado en la línea lateral nororiental) en el partido entre Millonarios y Cali. El ataque le causó una herida en una de sus manos. Esa acción fue recriminada por los hinchas tradicionales del Búfalo y los denunciaron ante las autoridades civiles. Esa recriminación se sumó a las diferencias manifestadas en encuentros anteriores, por ejemplo, el rechazo al uso de groserías, a subirse en la malla y a la permanencia en las peleas contra los rivales. Los modos de actuar y los comportamientos de la nueva generación de aficionados los distanciaron de los fanáticos tradicionales en la Barra del Búfalo, lo cual produjo una división. Sin embargo, sus expresiones festivas y sus conductas violentas fueron fértiles entre los aficionados de Millonarios desde el primer semestre de 1993.

En marzo 28 de 1993, "Beto", "Bruja", "Darío", "Diego", "Español", "Gordo John", "Highlander", "Iván", "Madero", "Morón", "Negro", "Pablo", "Paisa Fernando" y "Wilson" le presentan a la hinchada embajadora (y a las rivales) la organización y el surgimiento de Blue Rain, ellos fueron los fundadores11. Además, le dirigieron el siguiente coro a la Barra del Búfalo: "Y Millos / Y Millos / Y Millos tiene hinchada acá abajo / La de arriba tiene huevo"12. La nueva generación de aficionados mostró el convencimiento de apoyar al equipo, pero se enfrentaron dos maneras de animar al club. Además, la nueva generación de hinchas sí aceptaba el enfrentamiento con los rivales. En el contexto del fútbol es posible constituir dos pertenencias: la primera está relacionada con la afiliación y la fidelidad hacia el club y la segunda lo vincula y le posibilita la pertenencia a la barra brava.

Desde el sur llegó la inspiración

En la década de 1980 se formó una generación de hinchas por medio de la televisión, se veían las formas festivas manifestadas en las tribunas ubicadas detrás de los arcos: cantaban y saltaban durante el partido, festejaban los goles con avalanchas humanas, empleaban banderas de diferentes tamaños, encendían bengalas, columnas de humo, pólvora y lanzaban papel, entre otros. Esas formas de apoyo a los clubes de fútbol eran desconocidas por los aficionados de Santa Fe y de Millonarios en Bogotá. En la Cadena 313 fueron trasmitidos campeonatos de Argentina, Chile y Uruguay, "Beto" narra esa experiencia:

Para ese tiempo había un programa en el Canal 11 que se llamaba Fútbol internacional, donde pasaban el campeonato argentino del año inmediatamente anterior. Y se veía todo el fenómeno completo porque los partidos no eran editados, sino [en] "directo" […]. Sobre todo, los cánticos porque eran impresionantes. Lo impactaban a uno por lo marcial del asunto, por el mensaje que llevaban, por la fuerza de voluntad, de tesón. Y de ahí para allá, testosterona, güevas14, llámelo como quiera, de ahí para allá ("Beto", 14 de agosto del 2010).

Asimismo, la programadora RCN15 Televisión (actualmente Canal RCN) usualmente presentaba partidos de la Copa Libertadores de América -y juegos de otros campeonatos- y a través de estos era posible observar el ambiente festivo de las tribunas de los estadios, especialmente de las ubicadas detrás de los arcos. "Morón" cuenta esa vivencia:

Es curioso porque yo sí tenía ya noción, lo de las barras bravas en Argentina. Desde el año 88, que había visto en un noticiero, por ahí, cómo era el ambiente de la barra del Boca. Creo que alguna vez el periodista Oscar Rentería mostró imágenes de un partido en la Bombonera, cosa que me impactó mucho. [...] Y una vez transmitieron un partido de Independiente vs. River en "La Doble Visera"16, la cancha de Independiente [...]. Y empecé a ver algo que acá no se veía, algo como la barra de Independiente17 y del River, detrás del arco. Eso quedó para siempre en mí ("Morón", 16 de julio del 2011).

Los testimonios de "Beto" y de "Morón" muestran la importancia de esas trasmisiones televisivas, ya que les permitieron acercarse a distintas maneras de expresarse en la gradería, pues los hinchas del Cono Sur exhibían (aún lo hacen) formas animadas, entusiastas y entretenidas. Sin embargo, ese ambiente festivo era diferente en las tribunas del estadio Nemesio Camacho, ya que la monotonía y la pasividad eran características en la década de 1980 y principios de 1990. Esas manifestaciones motivaron a una generación de hinchas a ilustrarse sobre ese tipo de expresiones y buscaron en la ciudad los documentos necesarios que les permitiera aprender sobre la festividad de las barras bravas.

Por eso, intuitivamente se dirigieron al centro de Bogotá, particularmente a la (antigua) Plaza de San Victorino18, pues se podían localizar distintas revistas sobre fútbol extranjero. "Beto" indica las actividades que realizaron para adquirir todas las referencias necesarias:

En primera instancia, fue la revista El Gráfico. Íbamos y lo ubicábamos en las zonas del centro. En ese tiempo todavía estaba la Plaza San Victorino. Y había unos lugares donde había revistas viejas y la revista El Gráfico argentino se conseguía, en ese tiempo, en 300 pesos. […] Nos llenamos de bibliografía del fenómeno, exclusivamente de las barras, buscábamos donde hubiera problemas de barras. Nos argumentamos de esa literatura, de la revista El Gráfico, la Revista Deportiva (que era también argentina), una que se llamaba Nacional B en Argentina, creo que desaparecida porque no la volvimos a ubicar ("Beto", 14 de agosto del 2010).

En este sentido, "Bruja" destaca la importancia de las canciones para motivar a los demás hinchas a sumarse a un ambiente festivo porque representó una novedad en esos años. Las canciones fueron ajustadas al contexto colombiano, es decir, se repitieron, pero adecuadas al Club Deportivo Los Millonarios, a Blue Rain, a Bogotá y a los rivales:

Y ahí empezó a llegar música, coros y lo que hacían los manes [de Argentina] y los acomodamos aquí. "Beto" fue el primero que llegó con esas copias y con un casete que se llamaba La descontrolada19. "Beto" llegó con eso y pues, obvio, a todo mundo eso le pareció novedoso ("Bruja", 19 noviembre de 2011).

La televisión y las revistas de fútbol les mostraron una innovadora manera de animar a su equipo de fútbol. Las canciones que fueron adaptadas (por los aficionados en Argentina) al contexto del fútbol, rápidamente fueron asimiladas por los hinchas de Millonarios, pues están basadas en canciones populares. Las canciones, los aplausos, los saltos, el papel, el humo, las banderas y la pólvora se articularon y produjeron un ambiente festivo en la tribuna oriental general del estadio Nemesio Camacho, es decir, renovaron el ambiente futbolístico en la década de 1990.

Los relatos de "Beto", "Bruja" y "Morón" narran las distintas actividades y las múltiples prácticas que realizaron. "El contar una (la propia) historia no será entonces simplemente un intento de atrapar la referencialidad de algo 'sucedido', acuñado como huella en la memoria, sino que es constitutivo de la dinámica misma de la identidad" (Arfuch, 2005, p. 27). Los testimonios cuentan el proceso alejamiento de la Barra del Búfalo y de reagrupamiento y cohesión alrededor de Blue Rain, es decir, la diferenciación respecto a los fanáticos tradicionales y la semejanza entre los aficionados de la nueva generación. La diferencia y la semejanza posibilitaron la constitución de una identidad grupal que reunió a los fundadores desde la demostración de renovadas prácticas en las graderías del estadio.

Llegó la brava

"Llegó la brava / Llegó la fuerte / Con Millonarios hasta la muerte". Este coro fue compuesto por el primer grupo que formó Blue Rain y se interpretaba cuando la barra llegaba a la tribuna oriental general del estadio "El Campín". Ese coro les permitió presentarse ante la hinchada embajadora y, además, demostrar que su compromiso está asegurado, es decir, solamente hincharán por Millonarios, pues la identificación con un club de fútbol es única. En El secreto de sus ojos, Sandoval le dice a Esposito: "El tipo puede cambiar de todo: de cara, de casa, de familia, de novia, de religión, de dios. Pero hay una cosa que no puede cambiar Benjamín, no puede cambiar de pasión" (Campanella, 2009).

La afiliación y la fidelidad futbolística deben ser inmutables porque es un convenio que se practicará hasta el final de la vida, es decir, hasta la muerte. Además, es posible intuir que defenderán su afiliación y su fidelidad -y la de la hinchada embajadora en general- de los hinchas rivales de Millonarios. Esa nueva generación de aficionados buscó un nombre que los distinguiera y diferenciara de las barras tradicionales. "Surge primero el nombre de Blue Rain, lo coloca 'Madero' (que en paz descanse), porque en ese tiempo estaba en furor una película que se llamaba Black Rain"20 ("Beto", 14 de agosto del 2010).

En Blue Rain se agruparon y cohesionaron a partir de expectativas, prácticas y relatos semejantes relacionados con expresiones festivas y conductas violentas que no eran usuales -durante un encuentro futbolístico- en ninguna tribuna del Nemesio Camacho, quizás en ningún estadio del país en esos años21. Lo festivo y lo violento demostraron su presencia en la tribuna y en las calles, es decir, fue trascendental estar presentes. Así, es posible destacar que las "identidades emiten a una serie de prácticas de diferenciación y marcación de un 'nosotros' con respecto a unos 'otros'. Para decirlo en otras palabras, identidad y alteridad, mismidad y otredad son dos caras de la misma moneda" (Restrepo, 2009, p. 62). En este sentido, los grupos sociales "construyen su propia identidad; elaboran un conjunto de mitos, símbolos, ritos, lenguajes y valores que les dan distinguibilidad frente a la población local y frente a otras asociaciones similares" (Torres, 2006, p. 8). De esta forma, "Beto" recuerda lo ocurrido en marzo 28 de 1993:

Ellos nos excluyen ese día. En un partido contra el Once Caldas22, y bueno, somos 16 y la idea, es decir, vamos a superarlos a ellos en todos los aspectos: en organización y lo que más nos importaba a nosotros, en berraquera23 ("Beto", 14 de agosto del 2010).

Las distinciones entre la Barra del Búfalo y Blue Rain se refieren a la cantidad de integrantes y las formas de apoyar a Millonarios y de asumir los enfrentamientos contra los aficionados rivales.

Por acá, esta parte norte del estadio va a ser de nosotros, va a ser de la hinchada de Millonarios. Eso fue lo primero que se hizo, eso va a ser de nosotros, hablando de oriental norte, porque nosotros duramos en oriental como cuatro años más o menos ("Beto", 14 de agosto del 2010).

En la actualidad, el estadio "El Campín" se organiza en tres tribunas: occidental (dividida en general, preferencial y central), la más costosa; oriental (popular, general, central y preferencial), con precios intermedios; y laterales (separadas en norte y sur), las más baratas. Las graderías de occidental y de oriental se encuentran al costado del terreno de juego y las laterales están ubicadas detrás de los arcos. En oriental general inició la organización de Blue Rain:

Inclusive nos uniformamos, eran unas camisetas blancas y les colocamos con aerosol unas calaveras y eso llamó la atención, veían a los de las camisetas blancas con calaveras ("Beto", 14 de agosto del 2010).

Las barras de Millonarios usualmente se identifican con camisetas, sudaderas o chaquetas de color azul o blanco con el nombre de la barra y el escudo del club. En este sentido, Blue Rain hizo lo mismo, pues cada integrante llevó una camiseta blanca y con una plantilla y una lata de aerosol pintaron una calavera y lograron su primera indumentaria. Blue Rain no era una barra tradicional, pues sus hinchas mostraban una serie de comportamientos que excedían las conductas de los fanáticos tradicionales de la época, e incluso del presente. Por ejemplo, los comportamientos que alejaban de la Barra del Búfalo a Blue Rain fueron quemar pólvora, agredir a los aficionados rivales, poguear24 o enfrentarse a la policía. Pero esas conductas le permitieron constituir una identidad grupal específica o particular a la nueva generación de hinchas.

La avalancha se hace por la emoción, porque cuando se hace el gol uno quiere irse a la mitad de la cancha a celebrar el gol con los jugadores, el frenesí del gol y eso lo inspira el tren de emociones que crea el fútbol ("Beto", 14 de agosto del 2010).

El testimonio de "Beto" muestra las diversas situaciones y las posibilidades que asumió la nueva generación de hinchas al organizar Blue Rain, pues buscaron y ocuparon un lugar en la tribuna oriental general; integraron a diversos fanáticos; elaboraron (espontáneamente) vestimenta; y exhibieron variadas expresiones festivas, incluyendo algunas manifestaciones agresivas, entre otros aspectos.

En septiembre 8 de 1996 se disputó el clásico capitalino y los hinchas de Millonarios lograron ubicarse, por primera vez, en lateral norte, pero desplazaron a la Barra Cardenales de Santa Fe. En lateral norte, modificaron su nombre a Comandos Azules #13 y lograron la exclusividad de la gradería para los hinchas de Millonarios. "Pablo" diseñó el escudo de C. A. #1325. "Beto" narra el origen del nombre:

Comandos Azules nace porque es un nombre que me pareció, a mí, guerrero, éramos 16, que luego fuimos 32, éramos un grupo pequeño pero decidido, lo que se nos pusiera por delante […], entrábamos con la que fuera […]. Tenemos el nombre "comandos" por lo decididos, "azules" por lo del equipo y #13 por la cantidad de estrellas que tenía Millonarios en ese momento, yo fui uno de los primeros que dijo que Comandos Azules debía ser acompañado con el #13 porque nosotros nacimos bajo la estrella número 13.

En 1997 inició la masificación de los viajes para seguir a Millonarios, comenzó la carnetización de los hinchas que formaban C. A. #13 y fue lanzada la revista y el afiche de la hinchada. "Beto" planteó la obligación de ocupar la tribuna lateral sur, buscando así retrasar el crecimiento de, especialmente, Disturbio Rojo Bogotá de América y una filial de Los del Sur de Nacional en Bogotá.

Te juro te alentaré...

En el presente, la Banda del Bombo o la Instrumental del Comando26 se posiciona en el centro de la tribuna y desde ahí orientan la intensidad de los cantos y los saltos. A su alrededor se ubican los múltiples parches27 y algunos hinchas, particularmente hombres, se estacionan en los rompeolas28 y otros sobre los vomitorios29, se agarran de las tiras30 para saltar mientras cantan. Las canciones buscan animar al equipo, los hinchas que "participen en la composición de canciones, en la elaboración trapos y en la adquisición de instrumentos musicales, papel, fuegos artificiales y sombrillas, serán ubicados en diferentes posiciones en el orden interno o en la jerarquía de la barra brava" (Castro, 2022a, p. 129).

La barra brava se destaca por "la originalidad y cantidad de cantos que se entonan antes, durante y después de cada partido" (Aragón, 2007, p. 73). Los cantos (las canciones) forjan una masculinidad corporal resistente, caracterizada por ir al frente, poner huevo, no arrugar, mandar o ser capot (Scharagrodsky, 2002). Una de las canciones destaca el acompañamiento que asegura la barra brava con su club, mediante expresiones festivas, solicitando una victoria:

Siguiendo a los Millos yo llegaré lejos / Tan lejos como se pueda llegar / Ya llegan los bombos y los redoblantes / Ya llega el aguante de la capital / Copando, copando se llena de a poco / Estamos relocos, hoy hay que ganar / Vamos, Millonarios, que todo está bien / Esta noche cantaré, te juro te alentaré / Vamos, Millonarios, hoy hay que ganar / Esta noche hay que ganar, no me vallas a fallar / Y vamos, los Millos, quiero verte campeón / Vamos los Millos31.

Los saltos (de izquierda a derecha o viceversa) aumentan la temperatura en la gradería. Por eso, muchos fanáticos se quitan sus camisetas y exponen tatuajes como el escudo del club, e incluso con los símbolos de la barra brava. Los saltos son armónicos, algunos aficionados se abrazan para conservar el equilibrio. Desde afuera de la hinchada se puede considerar que son saltos bruscos, fácilmente se cree que los hinchas se empujan o se golpean, pero no lo hacen porque están pogueando. En el carnaval en el que participan los fanáticos, quienes forman la banda, se exhibe "una violencia establecida, un desenfreno de hechos y de palabras que se ajustaba a formas específicas; así, la inversión del orden normal de las cosas tenía un papel primordial en la fiesta" (Caro, 2006, p. 51).

Los aplausos, las canciones, el humo de colores, los instrumentos musicales, el papel, la pintura en el rostro, la pirotecnia, el pogo, los saltos, las sombrillas, los tatuajes y los trapos exhibidos en la tribuna es posible entenderlos alrededor del carnaval, pues "está integrado principalmente por expresiones festivas que se articulan alrededor del baile, el canto, la música, el acercamiento corporal" (Losada, 2007, p. 42). En el carnaval se permite manifestar comportamientos usualmente reprimidos en la cotidianidad y se facilita el anonimato de los participantes en la multitud. El carnaval permite salir de la vida diaria, entregarse a la exaltación y al delirio, gozar de un sistema simbólico representado por colores, olores, sonidos, sabores, y la música deja a un lado al silencio e invita al movimiento, a iniciar la fiesta (Bohórquez, 2014).

El carnaval es la forma para demostrar su afiliación y su fidelidad por Millonarios al desbordar (en la tribuna) un espectáculo festivo y generar un escenario animado, entusiasta y entretenido para los aficionados, hecho por los mismos hinchas. Además, les sirve para apoyar o -en las propias palabras de los fanáticos- alentar al club. En el carnaval, "mezcla única de elementos aparentemente disparatados es lo que brinda a cada celebración ese carácter propio que la vuelve atractiva" (Vignolo, 2006, p. 17).

Al interior de la hinchada se constituye "una dispersa y autogestiva serie de iniciativas comunitarias, festivas, solidarias, de las que los hinchas son capaces" (Sodo, 2013, p. 262). Las expresiones festivas de los fanáticos son "una representación que pone en escena a una comunidad determinada mostrándola a sí misma y a las otras con sus símbolos específicos, sus significados, permitiéndoles a los participantes experimentar una identidad" (Buelvas, 2006, p. 66). El ambiente festivo les permite a los hinchas divertirse mientras alientan a su club. No obstante, de acuerdo con Caro (2006), "el carnaval urbano ganó importancia, pero perdió fuerza" (p. 168).

Los hinchas que integran Blue Rain y C. A. D. C. también componen canciones dirigidas a sus contrincantes futbolísticos en las que se evidencian las rivalidades, pues los "clubes de fútbol constituyen identidades deportivas y la competencia produce las rivalidades, ya que pone frente a frente a dos contendientes en el terreno de juego" (Castro, 2020, p. 184). Las rivalidades son la apropiación de múltiples diferencias expresadas verbalmente a través de las canciones y físicamente mediante el enfrentamiento. La siguiente canción expone lo anteriormente señalado:

Verde32, verde compadre / La concha33 de tu madre / Verde, verde compadre / La concha de tu madre / Si tienes tanto huevo34 / Si tienes tanto aguante / Te esperamos afuera para hacer un combate / Para hacer un combate.

Las rivalidades futbolísticas se radicalizan a partir de diferencias territoriales, pasionales, históricas, socioculturales, político-económicas e incluso étnicas y sexuales. Por eso, los hinchas -quienes integran Blue Rain y C. A. D. C.- han compuesto canciones que manifiestan su rivalidad con otros equipos: Club Independiente Santa Fe, Asociación Deportivo Cali, América de Cali, Club Deportivo Popular Junior Fútbol Club, Deportivo Independiente Medellín y Atlético Nacional. En esas canciones se evidencian burlas, insultos, desafíos y amenazas. Los hinchas que integran las hinchadas demuestran su presencia en la tribuna alentando a su club, es decir, están presentes, exteriorizan un ambiente festivo, diferente al aburrimiento o a la amargura que destacan contra sus rivales.

Conclusiones

Es posible ubicar las expresiones festivas expuestas en las graderías (como temática de análisis) en los estudios sociales del fútbol. Sin embargo, el fútbol no es la preocupación en este artículo, y tampoco sus practicantes. El interés son los sujetos que observan los partidos de su club, los aficionados asociados en las denominadas barras bravas. En el contexto del fútbol, los hinchas animan a su club y, además, rivalizan con los adversarios. Las situaciones mencionadas permiten entender los procesos de socialización, es decir, la influencia de los grupos sociales sobre el sujeto y la asimilación o la respuesta a esa influencia.

Las expresiones festivas (o el carnaval) manifestadas por los integrantes de Blue Rain y de C. A. D. C. fueron descritas a partir de cada una de las practicas realizadas, especialmente durante el desarrollo del partido del fútbol. Lo festivo demuestra la distinción entre, por un lado, barras y aficionados tradicionales, y, por otro lado, barras bravas. La diferencia entre los primeros y los segundos está expuesta en el apoyo constante (por parte de los segundos) en la tribuna a través de aplausos, canciones y saltos. Igualmente, la asistencia masiva en las tribunas y el empleo de instrumentos musicales, papel, pólvora y columnas de humo, entre otros, para dar la bienvenida al club en el terreno de juego. El principal propósito del carnaval es alentar al equipo y mantener un ambiente efervescente en la tribuna. Igualmente, promueve y anuncia el combate.

La importancia del carnaval es innegable en Bogotá, pues es una manifestación urbana de la actualidad. El carnaval de la barra brava viene a presentarse como una expresión festiva en el contexto del fútbol, ante la ausencia de fiestas masivas en la capital que permitan salir de la cotidianidad y subvertir el orden. Por eso, son trascendentales las expresiones festivas de Blue Rain y de C. A. D. C. de Millonarios f. c.35. El hincha -al participar y al permanecer en el carnaval- muestra su voluntad para estar ahí en el grupo social. Lo festivo (e igualmente lo violento) le solicita una serie de compromisos que debe asumir, pues la dedicación al frente de esos deberes mostrará su responsabilidad para cumplir cada uno de los convenios acordados para desarrollarlo.

El carnaval manifiesta la alegría y es contrario al combate, una conducta violenta, constituyentes del aguante -una construcción social en el contexto del futbol- entre los hinchas agrupados en las barras bravas. Aunque el carnaval y el combate son contradictorios, al mismo tiempo son complementarios, relacionados a través de burlas, insultos, desafíos y amenazas en las canciones dirigidas contra los rivales. El aguante permite exhibir la presencia en las tribunas (lo festivo) y en las calles (lo violento) y demuestra la identidad futbolística, la pertenencia al grupo social y la maximización de las rivalidades. El carnaval es opuesto a la amargura y el combate es contrario a la cobardía que los hinchas reunidos en las barras bravas destacan contra sus rivales.

Referencias

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1En 1993 se organizó Blue Rain y se ubicó en oriental general, en 1996 se trasladaron a lateral norte y su nuevo nombre fue Comandos Azules #13. En 2001 se produjo una nueva modificación: Comandos Azules Distrito Capital. En 2006, a partir de múltiples conflictos internos, se dividió la barra brava, dando origen a una diferente: Blue Rain. Comandos Azules Distrito Capital se quedó en lateral altas norte y Blue Rain se posicionó en lateral altas sur.

2En 1946 fue fundado el Club Deportivo Los Millonarios y en 2011, a partir de la Ley 1445, su razón social cambia y pasa a llamarse Millonarios Fútbol Club. Otras denominaciones son Embajador y Ballet Azul.

3Ubicado en la localidad de Teusaquillo, en la calle 57 con avenida Norte Quito Sur (NQS), anteriormente carrera 30. En la capital colombiana, los bogotanos —en la primera mitad del siglo XX— realizaban campamentos o camping en las áreas verdes de la hacienda de don Nemesio Camacho, terrenos que fueron heredados y posteriormente donados —por Luis Camacho Matiz, su hijo— para la construcción de un estadio. Este fue inaugurado en agosto 10 de 1938 y lo llamaron Nemesio Camacho. Los eventos realizados, incluyendo los partidos de fútbol, eran una oportunidad de un encuentro familiar mediante el "paseo de olla", pues la tradición capitalina había creado la costumbre del camping.

4Antes de 1996, los hinchas llamaban a las tribunas laterales (del estadio Nemesio Camacho) el gallinero, pues eran las graderías más lejanas a la cancha, el partido se observaba detrás de los arcos y, además, el costo de las boletas era el más económico. Después de la ocupación de C. A. #13, los hinchas denominaron a las laterales, "la popular". En 1996, en los partidos de Millonarios como local, la entrada a laterales tenía un valor de 1.200 pesos y en 2023 tiene un valor de 44.000 pesos, es decir, en 27 años el precio se incrementó en 3.567% aproximadamente. Por otra parte, en 1996 el salario mínimo mensual legal vigente (SMMLV) en Colombia era de 142.125 pesos y en 2023 es de 1.160.000 pesos, es decir, se incrementó en un 716% aproximadamente. La boleta a lateral norte representaba el 0,84% del SMMLV de 1992 y en 2023 representa el 3,79%. En otras palabras, el posicionamiento de las barras bravas en las laterales provocó la valorización de las entradas.

5La reconstrucción sobre el surgimiento de la Barra del Búfalo fue posible gracias a una conversación con Oscar Pineda en junio 27 de 2019. Él es el actual presidente de la Barra del Búfalo.

6Jugado en junio 7.

7Agradable o excelente.

8Esta canción fue elaborada por "Español" después de los hechos ocurridos en diciembre 17 de 1995, pues algunos miembros de Blue Rain fueron retenidos —en el municipio de Sogamoso, Boyacá— por la Policía Metropolitana: "Azules somos los duros / Y aquí llegamos y no nos vamos / A cinco amigos los tienen presos / Y no nos pueden y no nos pueden controlar / Yo soy de Millos, qué putería / Por eso canto de corazón / Tú serás siempre campeón / No soy del verde, ni de los rojos / Uno es marica, muy marica / El otro huevón, muy huevón. / Soy más veces campeón.

9Freddy León —delantero colombiano— jugó en Millonarios desde el primer semestre de 1990 hasta el segundo semestre de 1996 y luego desde el segundo semestre de 1999 hasta el segundo semestre del 2000.

10Peter Méndez —delantero uruguayo— jugó en Millonarios desde el primer semestre de 1992 hasta el primer semestre de 1993.

11Según Morón, Blue Rain se fundó en julio 8 de 1992, cuando se encontraron “Beto”, “Bruja”, “Español”, “Morón”, “Negro” y “Pablo” en la Barra del Búfalo, en el juego en el que Millonarios enfrentó a Cúcuta Deportivo.

12Tiene huevo se refiere a una persona o grupo de personas que son consideradas sin importancia o sin fuerza, quizá son incoherentes o están equivocados.

13Este canal ha tenido diferentes nombres: Canal 11, Tercera Cadena, Tercera Cadena Color, Canal 3 y en la actualidad Señal Colombia.

14Es una palabra de origen muisca que significa “extranjero”. No obstante, “Beto” lo explica como una demostración masculina relacionada con la fuerza, el valor o la hombría.

15Radio Cadena Nacional.

16Estadio Libertadores de América.

17La Barra del Rojo es la barra brava del Club Atlético Independiente.

18Ubicada entre la avenida Jiménez y la calle 12, entre la avenida Caracas y la avenida carrera 10.

19En 1992, La Banda Descontrolada —respaldada por la compañía productora DG Discos— grabó el álbum Un sentimiento, una serie de 32 canciones dedicadas a la Selección Argentina.

20Black Rain es una película dirigida por Ridley Scott, producida por Stanley Jaffe y Sherry Lansing. El guion estuvo a cargo de Craig Bolotin y Warren Lewis, y la música es de Hans Zimmer. La película fue protagonizada por Michael Douglas, Andy García, Kate Capshaw, Ken Takakura, YCisaku Matsuda, John Spencer y John Costelloe. Se estrenó en 1989.

21En 1991, aficionados de América instituyeron Furia Roja y en 1992 seguidores de Cali organizaron Ultras.

22Marzo 29 de 1993. En esos años se llamaba Once Philips.

23Fuerza, valentía u hombría.

24Es un tipo de baile iniciado desde el género musical punk. En esta forma de danza, los individuos se mueven según el ritmo de los instrumentos y levantan las piernas y los brazos. El baile se denomina pogo y participar implica poguear.

25"Beto" explica de la siguiente manera el escudo de C. A. #13: "Nacimos bajo 13 estrellas de Millonarios, el club nos unió y estaremos hasta la muerte con el Embajador, por eso la calavera".

26Son los subgrupos encargados de interpretar los instrumentos musicales durante el encuentro futbolístico en Blue Rain y en Comandos Azules Distrito Capital respectivamente.

27El parche es un subgrupo de la barra brava, se reúnen en torno a un origen territorial común, un referente histórico del equipo de fútbol o de la barra brava, o son parte de otro grupo social.

28Son tubos de hierro en forma de rectángulo que han sido puestos en muchos escalones de la gradería, alcanzan una dimensión de dos metros de ancho por un metro de alto y se han instalado al interior para impedir o cortar las avalanchas.

29Entrada-salida de la tribuna.

30Son banderas (o trapos) verticales, colgadas de arriba a abajo de la tribuna, que alcanzan dimensiones hasta de 30 metros de largo y 2,50 de ancho.

31Canción basada en Siguiendo a la luna de Los Fabulosos Cadillacs.

32Se dirige a los seguidores de Nacional o de Cali y puede ser reemplazado por rojo cuando se dirige la canción a los aficionados de Santa Fe o de América.

33Se refiere a la vagina en Argentina y puede usarse como insulto, pero en Colombia no posee la misma connotación.

34Se refiere a una demostración masculina relacionada con la fuerza, el valor o la hombría.

35Igualmente, las expresiones realizadas por La Guardia Albi-Roja Sur del Club Independiente Santa Fe.

* Este artículo es una derivación de mi tesis de grado, intitulada ¡Yo soy azul! La imitación y el aguante entre hinchas en Bogotá, desarrollada y aprobada en la línea de investigación en subjetividades, diferencias y narrativas del Doctorado en Estudios Sociales de la Universidad Distrital Francisco José de Caldas, bajo la asesoría del doctor Alfonso Torres Carrillo.

Sugerencia de citación. Castro Lozano, J. A. (2024). El carnaval de los hinchas en Bogotá: Un estudio social sobre la fiesta en el fútbol. Perspectiva Geográfica 29(1), 1-15. https://doi.org/10.19053/01233769.16460

Financiación. El autor no recibió financiación para la escritura o publicación de este artículo.

Implicaciones éticas. No hay implicaciones éticas pues la información es pública y de libre acceso.

Contribución. John Alexander Castro Lozano: conceptualización, curaduría de datos, análisis formal, adquisición de recursos, investigación, metodología, administración del proyecto, recursos, software, supervisión, validación, visualización, escritura (borrador original), escritura (revisión del borrador y revisión/ corrección).

Recibido: 29 de Agosto de 2023; Revisado: 18 de Octubre de 2023; Aprobado: 01 de Enero de 2024

Conflictos de interés.

El autor no tiene conflictos de interés en la escritura o publicación de este artículo.

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