Diseño del estudio

En función de los aspectos valorados en la introducción, la metodología del estudio se estructuró en función de la ruta mixta de investigación, donde se diseñaron e integraron el análisis cuantitativo y cualitativo. En consecuencia, se operacionalizó el estudio a partir de una estrategia secuencial culminada en la integración de datos, lo que permitió generar una visión integral del panorama investigativo en educación ambiental. Finalmente, a nivel epistemológico y metodológico, se siguieron las pautas establecidas por ^{Harrison (2020)} para el cumplimiento de los requisitos de rigor, credibilidad y profundidad, de manera que el curso pueda ser replicado por otros investigadores.

Recolección de datos

Primeramente, se seleccionó la base de datos Scopus por su cobertura global y su amplio registro de publicaciones en diversas disciplinas. En función de los criterios de temporalidad y actualidad, el periodo de análisis permitió abarcar los artículos publicados entre 2013-2023. La estrategia de búsqueda reflejó un diseño simple orientado al mapeo de todo el campo, primeramente, y luego al análisis temático de los diez artículos en régimen Open Access más relevantes identificados por el algoritmo de la base en los últimos 4 años (2020-2023). En definitiva, la estrategia de búsqueda quedó delimitada de la siguiente manera (tabla 1).

Análisis Bibliométrico

En la primera etapa, se condujo el análisis bibliométrico con un enfoque descriptivo encaminado a representar las principales tendencias dentro del campo de la educación ambiental. Este diseño, más que encaminarse a los aspectos proyectivos, buscó esclarecer aspectos esenciales que no habían sido identificados en estudios previos con este rango de alcance. A fin de complementar los avances ya obtenidos por estudios bibliométricos precedentes, se tomaron en consideración las propuestas y resultados de ^{Díaz-López et al. (2023)}, ^{Huang et al. (2020)} y ^{Tan et al. (2021)}.

Para el análisis de los indicadores bibliométricos y la interpretación de patrones y tendencias, se utilizaron las herramientas de análisis de datos y visualización ofrecidas por la base de datos Scopus, el software VOSviewer y la aplicación Excel del paquete de Microsoft Office. Finalmente, el estudio se condujo en atención a los siguientes indicadores y unidades de análisis (tabla 2).

Análisis cualitativo

En la segunda etapa, la selección se enfocó en el análisis temático de los diez artículos más relevantes. Los artículos fueron analizados en profundidad para identificar las temáticas, enfoques metodológicos y tendencias en educación ambiental. El análisis cualitativo se organizó inicialmente en torno a códigos a priori, los cuales se establecieron a partir de la búsqueda exploratoria y se refinaron con los resultados de la primera etapa. Estos códigos sirvieron de guía para la codificación temática y se discutieron en rondas de manera similar al procedimiento de comparación constante de la teoría fundamentada, siguiendo la propuesta de ^{Pérez Gamboa et al. (2021)}. Este esquema de análisis permitió explorar cómo se abordan los desafíos actuales en la educación ambiental en la literatura y según la propia experiencia de los investigadores.

Análisis y síntesis de los resultados

Finalmente, se integraron los resultados del análisis bibliométrico y cualitativo para desarrollar una visión completa del campo, relacionando las tendencias cuantitativas con los temas cualitativos. Este enfoque integrador permitió comprender las tendencias observadas en la bibliometría y los enfoques temáticos destacados en el análisis cualitativo, así como presentar la integración de ambas datas en unas conclusiones enriquecidas.

Fuente: Elaboración propia.

Figura 1 Esquema de integración de datos. 

Análisis bibliométrico

El primer indicador analizado fue la evolución de los artículos en función del número publicado anualmente desde 2013 (2,546 documentos desde 2013 hasta 2023), lo que reveló un crecimiento sostenido desde 2015, ya que el número neto de artículos publicados había caído ligeramente en 2014, con 2092 con respecto a los 2168 del año previo (figura 2). A partir de ese punto de inflexión, el total de artículos creció anualmente. Sin embargo, el análisis del crecimiento promedio arrojó una tendencia negativa, con -7.34%, lo cual se explica por la inestabilidad en dicho crecimiento y por la reducción del mismo a partir de 2020 (figura 3).

Fuente: Elaboración propia.

Figura 2 Evolución de la publicación de artículos por año. Artículos totales por años 

Fuente: Elaboración propia.

Figura 3 Análisis de la Tasa de Crecimiento Compuesta Anual (CAGR). 

Por tanto, es vital considerar que, a pesar del aumento del monto total, el campo de los estudios sobre educación ambiental ha visto su ritmo decrecer, lo que pudiera sugerir una maduración o estabilidad, pero también una saturación relativa, con mayor concentración en la replicación o en la consolidación de temáticas ya identificadas. Desde el punto de vista cienciométrico, esto supone valorar que los avances externos al campo han llevado a la disminución del ritmo de aparición de nuevas líneas de investigación.

En lo referido al patrón de citaciones, primeramente, se seleccionó el número máximo permitido por la base (10,000) y se optó por el criterio de relevancia. Esta operación arrojó un total de 8,432 artículos y 146,267, con un índice h de 129. En la unidad de análisis "citas totales", se pudo observar un crecimiento significativo a partir de 2014, lo que se reflejó en tasas superiores al 100% al inicio del periodo, si bien hacia los finales estas se estabilizaron sobre la marca del 50-60% desde 2017. Como se puede observar en la figura 4, el campo creció en cuanto a impacto, relevancia y visibilidad en el periodo estudiado, principalmente debido al creciente interés por temas sobre sostenibilidad, desarrollo sostenible y cambio climático.

Fuente: Elaboración propia.

Figura 4 Tendencias en la relación artículos/citaciones. 

Otra importante métrica considerada, la cual certifica la creciente importancia del campo, fue el promedio de citaciones por artículos, donde también se observó un aumento progresivo. Por ejemplo, en 2013 el promedio de citaciones por artículo era inferior a 1,0, mientras que en 2017 alcanzó las 6,67, llegando a su pico en 2023 con 22,60. Este dato sugirió que las investigaciones sobre educación ambiental no solo ganaron en relevancia dentro del campo, sino que comenzaron a recibir atención desde otros campos afines, hecho que se examinará en el próximo indicador.

Al igual que en el indicador anterior, aunque el crecimiento fue acelerado en la primera mitad del periodo, con un número total de citaciones todavía en aumento, la tasa anual comenzó a estabilizarse a partir de 2017. En este año, el % de crecimiento anual alcanzó su cúspide, en 56,30%, para luego comenzar una estabilización y descenso hasta el punto más bajo en 2023, con una tasa de crecimiento del 24,65%. Como ya se mencionó en el análisis del indicador anterior y en la introducción, la relevancia que reflejan estas estadísticas estuvo influenciada por procesos como la Agenda 2030, el auge de los estudios con énfasis en la sostenibilidad y la justicia social, las nuevas tendencias en cuanto a desarrollo y crecimiento económico, entre otros movimientos externos al campo, pero estrechamente relacionados con los estudios ambientales (^{Hoyos Chavarro et al., 2022})

Precisamente, en función de lograr una representación más clara de las relaciones disciplinares entre la educación ambiental y los grandes campos de conocimiento, se examinó la distribución de artículos por áreas, donde se identificaron un total de 27. Al respecto, se pudo comprobar que las áreas más interesadas en la educación ambiental fueron las ciencias sociales con 13,091 artículos, la medicina con 10,746 artículos y las ciencias ambientales, todas con más de 10,000 artículos publicados (figura 5). Estos datos deben ser entendidos a partir de los criterios de separación por área que establecen las áreas, así como por los propios objetos de estudio de cada una.

Fuente: Elaboración propia.

Figura 5 Áreas con mayor número de artículos publicados. 

En cuanto a las principales fuentes de publicación, se identificaron las revistas que más han publicado sobre educación ambiental, con énfasis en aquellas con mayor frecuencia de publicaciones y relevancia en el tema. En este sentido, las revistas líderes en la publicación de estos estudios se concentran en ciencias ambientales, educación, salud pública y bajo la clasificación de revista multidisciplinar. Las tres fuentes más relevantes fueron Sustainability Switzerland, International Journal Of Environmental Research And Public Health y Environmental Education Research, triada que refleja de manera coherente la distribución por áreas y la tendencia interdisciplinar del campo. Como se puede observar en la tabla 3, las revistas que actuaron como principales referentes en el periodo son fuentes con alta visibilidad y rigor científico, hecho reflejado por el ScimagoJCR.

En cuanto al indicador de dispersión geográfica, entre los países más destacados aparecieron Estados Unidos (9,251), China (3,408) y el Reino Unido (2,814) y Australia (2,176), con más de dos mil artículos publicados. Entre los diez primeros países según su producción, solo Brasil apareció entre los latinoamericanos, mientras que España lo hizo por los hispanohablantes (figura 6). En la figura 6 es apreciable el predominio de países desarrollados, si bien India, China y Brasil pueden aparecer señalados como economías emergentes. Igualmente, en el caso de estos tres países, destaca en la literatura el creciente interés por las problemáticas medioambientales, lo cual también se inscribe en el campo analizado.

Fuente: Elaboración propia.

Figura 6 Países con mayor producción. 

En aras de lograr un panorama más claro con respecto a la dispersión geográfica de la producción científica, se analizó la unidad "coautoría por países" en el software VOSviewer. Se estableció como número mínimo de artículos 5, sin restricción por citaciones, lo que arrojó un total de 133 con publicaciones conjuntas de este tipo. En la visualización de red, Estados Unidos apareció no solo como el país con más coautorías, sino como el que mayor dispersión tuvo, seguido del Reino Unido y China (figura 7).

Fuente: Elaboración propia.

Figura 7 Redes globales de coautoría. 

En el clúster liderado por Brasil y España también aparecieron otros países latinoamericanos como Colombia, Costa Rica, Venezuela, Argentina, Chile, Perú, México y Bolivia. En el caso de Colombia, las principales relaciones de colaboración se observaron con países vecinos y España, pero también destacaron las redes creadas con investigadores norteamericanos, del Reino Unido, Australia y Alemania, todos estos líderes mundiales, como ya se mencionó (figura 8).

Fuente: Elaboración propia.

Figura 8 Redes de coautorías para Colombia. 

En cuanto a las palabras clave, el registro mostró un total de 59,120, de las cuales se seleccionaron N=7,307 según el número mínimo establecido de co-ocurrencia (5) y n=1000 para el análisis. La representación en formato network, arrojó tres grandes clústeres bien definidos (verde, azul y rojo), mientras que quedaron embebidos dos pequeños (figura 9). En cuanto a la temporalidad, se observó que las temáticas más actuales fueron las relacionadas con la COVID-19, la educación, la transformación de los currículos y el impacto de las tecnologías (^{Seikkula-Leino et al., 2021}; ^{Zhang et al., 2022}), la emisión de carbono (^{Zafar et al., 2020}), las energías limpias (^{Pérez Guedes & Arufe Padrón, 2023}; ^{Tan et al., 2021}), los riesgos ambientales y la contaminación (^{Al-Maliki et al., 2021}; D. ^{Huang et al., 2024}) (figura 10).

Fuente: Elaboración propia.

Figura 9 Mapa en red de todas las palabras clave. 

Fuente: Elaboración propia.

Figura 10 Evolución temporal de los principales términos. 

A partir del análisis de la correspondencia de las palabras clave más recurrentes, las líneas de investigación principales quedan estructuradas de la siguiente manera:

Estos temas destacan las prioridades de la investigación en educación ambiental, como la sostenibilidad y el desarrollo sostenible en diferentes grupos demográficos. Si deseas un análisis adicional sobre combinaciones o tendencias específicas, puedo profundizar en estas áreas.

Análisis cualitativo

Las principales tendencias en educación ambiental mostraron un enfoque diverso en cuanto a métodos, temáticas y resultados. Los estudios examinaron el impacto del marketing y la educación ambiental en la gobernanza ambiental, demostrando que, aunque ambos no influían directamente en la gestión gubernamental, la participación pública emergía como un mediador clave. Estos resultados resaltan que la educación constituye un proceso promotor de concienciación para una ética ambiental en los sistemas de gobierno (^{Murgas Téllez et al., 2023}; ^{Niu et al., 2022}). Por otro lado, el análisis de los modelos pedagógicos mostró que la formación de maestros mediante un enfoque dialógico y transformador fomentaba prácticas ambientalistas entre sus estudiantes, hecho que sugiere que los métodos pedagógicos en sí mismos inciden en las actitudes hacia el medioambiente (^{Kalsoom et al., 2022}).

En la educación superior, la investigación destacó tanto a los enfoques centrados en el docente como en el estudiante como vías efectivas para la promoción de prácticas ambientalistas, consolidando a la educación ambiental como un elemento esencial para la consciencia social proambiental en este nivel educativo (^{Acosta Castellanos & Queiruga-Dios, 2022}; ^{Ma et al., 2020}). El efecto de la educación ambiental sobre comportamientos proambientales se analizó mediante estudios experimentales que revelaron una influencia indirecta, recomendando modelos que promovieran el pensamiento crítico en lugar de una dirección comportamental explícita, lo cual se inscribe en la línea de la educación emancipadora (^{Suárez-Perales et al., 2021}).

Otro estudio sobre la percepción de estudiantes en una "green school" mostró que una educación ambiental integrada al currículo y con un enfoque participativo generaba un impacto positivo en la comprensión y las actitudes de los estudiantes hacia el ambiente, subrayando la importancia de políticas educativas adaptadas al contexto (^{Asad et al., 2022}) (^{Khan et al., 2020}). En cuanto a la competencia ambiental en profesores, se encontraron dimensiones esenciales que incluían el conocimiento ambiental, la responsabilidad educativa y el aprendizaje en comunidades, lo cual sugiere que un enfoque holístico e interdisciplinar podría fortalecer estas competencias (^{Ferguson et al., 2021}; ^{Ripoll Rivaldo, 2023}; ^{Wanchana et al., 2020}).

El desarrollo de una ética ambiental en la infancia se abordó a través de métodos pedagógicos, como el uso de ilustraciones y dramatización, que promovían el pensamiento crítico orientado a problemas ambientales, destacando la efectividad de estos métodos en fomentar una ética ambiental desde edades tempranas (^{Ye & Shih, 2020}). La relación entre la educación ambiental y el comportamiento proambiental en estudiantes de la Amazonia peruana evidenció que la percepción de la educación ambiental influía directamente en la adopción de prácticas sostenibles, sugiriendo que una mejora en la calidad educativa en esta área podría impactar de manera significativa en el comportamiento ambiental (^{Estrada-Araoz et al., 2023}).

Los estudios en contextos de economía no basada en carbono también mostraron que la educación ambiental mejoraba tanto la conciencia de consumo ecológico como la motivación empresarial hacia una producción limpia, evidenciando el potencial de la educación para fomentar cambios en prácticas industriales en función de la sostenibilidad (^{Wu et al., 2023}). Otro hallazgo destacable fue que la educación basada en narrativas y en proyectos resultaron ser enfoques eficaces para incrementar la conciencia ambiental, especialmente en los niños, aunque su impacto en la intención de comportamiento proambiental fue limitado, lo que sugiere que este enfoque podría beneficiarse de métodos complementarios para promover acciones concretas (^{Bolaños Garita, 2023}; ^{Yang et al., 2022}). Finalmente, se presenta la matriz de datos elaborada (tabla 4).