Introducción
Los asuntos ambientales tomaron especial interés en la sociedad a partir de situaciones adversas experimentadas en ciertas regiones del planeta como grandes inundaciones, sequías prolongadas, incendios forestales arrasadores y nevadas imprevistas, entre otras (Blum & Hotez, 2018; Üzülmez et al., 2023). Actualmente, gran parte de las dimensiones del medio ambiente se encuentran con notables niveles de afectación por causas de origen antrópico (Novotny et al., 2021).
Esta situación es preocupante para ciertos países debido a que, gran parte de su economía se sustenta en el uso intensivo de recursos naturales, especialmente los países de economías emergentes con bajos niveles de ingresos de la población (Ahmed et al., 2020).
Frente a esta situación el turismo, comprendida como una industria sin humo, se erige en una alternativa generadora de ingresos para la población e impuestos para los gobiernos. Para dimensionar la importancia del turismo en la economía se deben indicar que, en el año 2023, el turismo contribuyó con el 9,1% del PIB mundial con aproximadamente 9,9 billones de dólares estadounidenses (Statista, 2024).
Con relación a lo anterior, el ecoturismo surge como una alternativa turística que permite, por un lado, generar ingresos a los países, comunidades y empresas y, por otro, contribuir a la preservación del medio ambiente y los recursos naturales locales, cuando se gestiona de manera adecuada y responsablemente (Dargahov, et al., 2023).
A pesar de los grandes beneficios reportados por el ecoturismo, esta práctica debe ser gestionada de manera responsable puesto que existe suficiente evidencia científica relacionada con los impactos ambientales (incremento de la contaminación del suelo y las fuentes hídricas, interrupción de ciclos reproductivos de la fauna, aumento de la inseguridad, etc.) que ocasionan cuando son desarrolladas de manera indiscriminada e inescrupulosa (Andrade et al., 2023).
En consecuencia, las regiones apuestan por un ecoturismo sostenible que ayude a mejorar índices económicos, sociales y ecológicos. Por tanto, la práctica ecoturística en su interacción entre el visitante y los activos naturales (flora y fauna) brinda una experiencia atractiva que apoya la preservación del medio ambiente en condiciones dignas (Eagles & McCool, 2002), insertando en los turistas valores culturales y ecológicos que trascienden a futuras generaciones (Dawson, 2007), en otras palabras, se considera que el ecoturismo puede constituirse en una estrategia para incrementar los niveles de educación y conciencia ambiental, por lo se asume cierto vínculo entre la experiencia ecoturística y los niveles de conciencia ambiental.
En consecuencia, se espera que el ecoturismo contribuya a la generación de conciencia ambiental como una estrategia efectiva de educación ambiental. Al respecto, la educación ambiental es un sistema para enseñar información que asegure un comportamiento humano que esté en armonía con el medio ambiente a fin de hacer que los ecosistemas sean sostenibles (Ambe et al., 2024), mientras la conciencia ambiental es el conjunto de conocimientos, actitudes y comportamientos relacionados con la conservación del medio ambiente (Arshad et al., 2021).
Por otro lado, aunque existe un interés por conocer las percepciones de la sociedad en general sobre el medio ambiente, ha emergido una tendencia más fuerte centrada en los estudios sobre educación y conciencia ambiental en los niños y adolescentes estudiantes, destacando la importancia, especialmente en el futuro, de los conocimientos, comportamientos y actitudes que adopten las nuevas generaciones (Andrade et al., 2024), por lo que resulta de interés abordar la relación entre las variables mencionadas en el marco de los jóvenes estudiantes.
Por los motivos expuestos, la presente investigación tiene como objetivo evaluar la relación entre el ecoturismo y la conciencia ambiental como estrategia de educación ambiental para los estudiantes universitarios en la región Surcolombiana.
Ecoturismo y experiencia ecoturística
Para Fletcher (2011) el ecoturismo surgió por primera vez como un modelo de desarrollo sostenible basado en la conservación de los recursos naturales. Así, el ecoturismo aparece como respuesta al turismo tradicional de masas (Honey, 2008), fuertemente criticado por las consecuencias ambientales negativas ocasionadas sobre el medio ambiente y las comunidades, lo que cuestiona su sostenibilidad en el mediano y largo plazo (Dargahov, et al., 2023).
El ecoturismo es una tipología de turismo que se debe comprender desde la multidimensionalidad puesto que permite la protección del medio ambiente, conserva la cultura local y contribuye a la satisfacción de los interesados, tanto de turistas como de pobladores locales (Khanra et al., 2020). Al respecto, Jalani (2012) considera que el turismo es una estrategia valiosa que permite generar ingresos económicos generosos, mejorar la situación social de las comunidades y preservar la flora y fauna en las regiones.
Baral et al. (2012) ha presentado un crecimiento vertiginoso y especialmente útil en los países subdesarrollados por sus beneficios económicos, sociales y ambientales, es decir, porque representan posibilidades significativas de aprovechamiento de los recursos naturales, mientras se constituye una estrategia de conservación.
A partir de lo anterior, la experiencia turística corresponde al flujo de pensamientos y sentimientos que suceden en la mente del turista en el marco de la interacción de procesos cognitivos, psicológicos y sociológicos (Carlson, 1997), por lo que corresponde a un fenómeno altamente subjetivo. Asimismo, Rupprecht, et al. (2016) consideran que las experiencias turísticas corresponden a vivencias pasadas de la relación persona-naturaleza.
Kim (2024) afirma que la variable de experiencia ecoturística es multidimensional. Al respecto, McIntyre & Roggenbuck (1998) encontró que la experiencia turística contiene un componente personal (estados de ánimo y percepción de riesgo y competencia) y otro ambiental (sentimientos de conexión con la naturaleza), mientras Dawson (2007) en sus estudios halló las dimensiones: personales (experiencia personal, soledad, exploración y lejanía), sociales (experiencia social y conexiones con otros usuarios), ambientales (conexiones con la naturaleza y el entorno natural) y las condiciones de gestión (habilidades de viaje a distancia).
Por su parte, Seekamp et al. (2012) propone que las experiencias turísticas son integradas por factores personales (los comportamientos de otros visitantes y ver a otros visitantes), sociales (beneficios cognitivos y afectivos) y ambientales (características naturales y condiciones biofísicas).
Conciencia ambiental
Kundacina (2006) y Markovic (2005) afirman que la conciencia ambiental es un constructo integrado por aspectos interdependientes que interactúan de manera consecuente. Dichos aspectos son los conocimientos, actitudes, valores y comportamientos ecológicos. Para Kang & Hong (2021) la conciencia ambiental surge como consecuencia de otras variables como la educación ambiental; sin embargo, la sola introducción de contenidos ambientales en los planes de estudio no es suficiente (Negev et al., 2008).
Lidskaya & Mdivani (2017) consideran que la conciencia ambiental es un atributo que establece el nivel de respeto que tiene el hombre en el marco de su relación con la naturaleza, influyendo incluso sobre los patrones de consumo de las personas (Xue et al., 2023). Por su parte, Ham et al. (2015) la definen como una actitud fuertemente vinculada a las consecuencias ambientales derivadas de la intervención humana, mientras Krasilnikova & Kuznecova (2021) lo conciben como una capacidad de establecer relaciones entre el hombre y la naturaleza a la luz de las leyes del desarrollo sostenible.
Chawla (2007) destaca el reto que tiene la sociedad occidental en la generación de conciencia ambiental debido a que gran parte de los niños crecen en las ciudades, teniendo una experiencia limitada con la naturaleza y los seres vivos. Así, una parte importante de los niños y jóvenes adquirirán sus conocimientos y experiencias a través de sus padres, familiares y/o amigos (Bishop et al., 2000).
Para Maloney & Ward (1973) la conciencia ambiental se desarrolla desde tres aspectos simultáneos: cognición, emoción e impulso. Asimismo, Urban (1986) propuso tres dimensiones: valores ambientales, actitudes ambientales e intención de actuar ecológicamente responsable. De las propuestas clásicas sobre conocimiento ambiental, Yang et al. (2022) consideran que coinciden en afirmar que: 1) el aspecto más básico de la conciencia ambiental corresponde a las actitudes ambientales; 2) el comportamiento ambiental determina las intenciones de actuación, y 3) el conocimiento del medio ambiente determina el nivel de conciencia ambiental.
Por otro lado, Frankovsky (2012) considera que la conciencia ambiental se compone de tres factores: cognitivo, emocional y conductual. El factor cognitivo corresponde al conocimiento y la información que poseen las personas sobre asuntos del medio ambiente y la naturaleza, en otras palabras, se comprenden aspectos como el nivel, disponibilidad y suficiencia del conocimiento; el factor emocional consiste en el conjunto de emociones, actitudes y experiencias, y la manera en que las procesan o interpretan las personas, frente a asuntos relacionados con el medio ambiente y la naturaleza; y el factor conductual implica la reacción asumida por las personas en las cuestiones del medio ambiente y la naturaleza, es decir, que comportamientos asumen como reacción a las problemáticas ambientales.
Educación ambiental
La educación es un proceso mediante el que se inculcan conductas, conocimientos y habilidades a las personas (Kalayci Alas & Korutürk, 2024). Ambe & Agbor (2014) consideran que la educación ambiental tiene la misión de impartir y adquirir habilidades, actitudes y conductas adecuadas para resolver problemas del medio ambiente, es decir, orientar cómo funciona el mundo natural, en particular cómo las personas pueden controlar su comportamiento y los ecosistemas para vivir de manera sostenible.
Relación entre ecoturismo y educación y conciencia ambiental
Kontogeorgopoulos & Chulikavit (2010) establecieron una relación entre el ecoturismo y la aparición de notables niveles de conciencia ambiental, debido a que el desarrollo y práctica de actividades ecoturísticas fomentan la aparición de conductas y valores de conservación y protección de los recursos naturales.
Bagri et al. (2009) y Chiu et al. (2014) encontraron que los niveles de conciencia ambiental de los turistas de naturaleza fueron mayores en comparación con otros tipos de turistas. Por su parte, Anup et al. (2014) evidenciaron una fuerte relación entre las prácticas del ecoturismo y la conservación ambiental unido al desarrollo económico de las comunidades en Nepal.
En general, existen una importante de estudios en la literatura que vinculan el ecoturismo con los niveles de conciencia ambiental y, por ende, de conservación del medio ambiente; no obstante, los estudios que abordan esta relación no se realizan en poblaciones jóvenes y, menos aún, estudiantes universitarios, por lo que resulta relevante analizar dicho fenómeno en jóvenes estudiantes universitarios.
Metodología
El presente estudio es de naturaleza cuantitativa puesto que se cuantificaron los atributos del fenómeno analizado, en este caso, se midió el nivel de conciencia de los jóvenes estudiantes universitarios. Asimismo, la investigación se abordó desde la perspectiva del método deductivo en la medida en que se estableció una perspectiva de análisis e interpretación, a partir de una amplia revisión teórica. El estudio fue de tipo descriptivo en tanto que relaciona los atributos de los constructos de experiencia ecoturística y conciencia ambiental (Creswell & Cheryl, 2018).
La población del estudio correspondió a los jóvenes estudiantes universitarios ubicados en una región periférica de Colombia, específicamente ubicados en la región Surcolombiana. Entre los criterios que guiaron la inclusión de las personas objeto de estudio estuvieron: 1) Ser mayores de edad, y 2) tener la calidad de estudiantes activos en universidades o instituciones de educación superior. El muestreo fue no probabilístico y de tipo por conveniencia que permite seleccionar muestras basados en la accesibilidad y proximidad por parte del investigador (Otzen & Manterola, 2017).
La recolección de información se realizó, entre los meses de julio y noviembre de 2024, por medio de un cuestionario físico suministrado a los jóvenes estudiantes en las instituciones de educación superior, con previa autorización de los directores de los programas académicos. Para la recolección de información se estructuró un cuestionario integrado por preguntas tipo Likert con escala de respuesta de cinco puntos. El instrumento contiene cincuenta y siete preguntas (57) con respuestas que fueron desde "Muy en desacuerdo" (1) hasta "Muy de acuerdo" (5). Para evaluar la variable de experiencia turística se utilizó un instrumento desarrollado a partir de varios autores (Dawson, 2007; Kim, 2024; Seekamp et al., 2012). Por su parte, para la variable de conciencia ambiental se adaptó una escala con base en las investigaciones realizadas por Bozoglu et al. (2016), Díaz & Fuentes (2017), Frankovsky (2012), Novotny et al. (2021) y Xue et al. (2023) (ver Tabla 1).
Tabla 1 Operacionalización de las variables: experiencia ecoturística y conciencia ambiental
Fuente: Elaboración propia.
La información fue tratada y analizada en dos etapas. En la primera etapa se estableció el nivel de contabilidad mediante el Alfa de Cronbach y la Contabilidad Compuesta (Green & Yang, 2015). Asimismo, se determinó la validez convergente mediante Varianza Media Extraída - VME (Hair et al., 2010) y el Análisis Factorial Confirmatorio - AFC (Jöreskog et al., 2016). Esta última debido a que las variables de experiencia ecoturística y conciencia ambiental son multidimensionales. Por otro lado, en la segunda etapa se realizó la evaluación del constructo por medio del Modelo de Ecuaciones Estructurales - SEM para profundizar en la relación entre las variables. Se considera que los Modelos de Ecuaciones Estructurales proporcionan mejores estimaciones (Hair et al., 2021).
Resultados
En la Tabla 2 se aprecian las características demográficas de los jóvenes estudiantes universitarios. El 56,67% correspondió al género femenino mientras el 43,33% al género masculino; el grupo etario con mayor presencia fue el que comprende edades entre los 18 y 25 años con el 81,80%, lo que denota una población mayoritariamente joven; el estrato socioeconómico de los estudiantes de mayor predominancia fue el uno (1) con el 58,23%, seguido del dos (2) el 33,79%; finalmente, la antigüedad de los estudiantes estuvo medianamente equilibrada entre varios grupos. Las personas con antigüedad entre 1 y 2 años alcanzaron el 45,58%, seguida de entre 3 y 5 años con el 28,77% y menos de 1 año con el 19,58%.
Tabla 2 Características demográficas
Variables | Categoría | Frecuencia | Porcentaje |
---|---|---|---|
Sexo |
Masculino Femenino |
250 327 |
43,33 56,67 |
Edad |
Entre 18 y 25 años Entre 25 y 30 años Más de 30 años |
472 80 25 |
81,80 13,86 4,33 |
Nivel socioeconómico |
Estrato 1 Estrato 2 Estrato 3 Estrato 4 Estrato 5 |
336 195 42 2 2 |
58,23 33,79 7,28 0,35 0,35 |
Antigüedad |
Menos de 1 año Entre 1 y 2 años Entre 3 y 5 años Más de 5 años |
113 263 166 35 |
19,58 45,58 28,77 6,07 |
Fuente: Elaboración propia.
Estadísticas descriptivas
A continuación, se presentan las estadísticas descripticas de las variables de experiencia ecoturística y conciencia ambiental con sus respectivas dimensiones (ver Tabla 3). El promedio de experiencia ecoturística obtenida por los jóvenes estudiantes universitarios fue de 4,02 puntos, lo que evidencia un nivel moderado de la variable. Por su parte, el promedio de conciencia ambiental de los jóvenes estudiantes universitarios fue de 3,95 puntos, denotando un nivel de conciencia ambiental medio alto.
Con relación a las dimensiones de la variable de experiencia ecoturística, el promedio más alto correspondió a la dimensión personal con 4,10 puntos, seguido de la dimensión ambiental con 4,04 puntos y, finalmente, la dimensión social con 3,92 puntos. Por su parte, en las dimensiones de conciencia ambiental, el promedio más alto fue alcanzado por la dimensión emocional con 4,06 puntos, seguido de la dimensión cognitiva con 3,91 puntos y, finalmente, la dimensión comportamental con 3,89 puntos. Con relación a la desviación estándar obtenida, los valores fueron favorables, evidenciando un bajo nivel de dispersión de los datos.
Tabla 3 Estadísticas descriptivas
Variables | Muestra | Promedio | Desviación Estándar | Varianza |
---|---|---|---|---|
Experiencia Ecoturística | 577 | 4,02 | 0,401 | 0,162 |
Dimensión Personal | 577 | 4,10 | 0,321 | 0,136 |
Dimensión Social | 577 | 3,92 | 0,396 | 0,225 |
Dimensión Ambiental | 577 | 4,04 | 0,511 | 0,242 |
Conciencia Ambiental | 577 | 3,95 | 0,398 | 0,159 |
Dimensión Cognitiva | 577 | 3,91 | 0,355 | 0,126 |
Dimensión Emocional | 577 | 4,06 | 0,406 | 0,158 |
Dimensión Comportamental | 577 | 3,89 | 0,521 | 0,285 |
Fuente: Elaboración propia.
Análisis de confiabilidad y validez
Como se mencionó anteriormente, el análisis de confiabilidad se realizó con el Alfa de Cronbach y la confiabilidad compuesta (ver Tabla 4). El Alfa de Cronbach para las variables de experiencia ecoturística (a = 0,897) y conciencia ambiental (a = 0,870) fueron buenas. Frente a las dimensiones de experiencia ecoturística como dimensión personal (a = 0,734), dimensión social (a = 0,823) y dimensión ambiental (a = 0,723) resultaron buenas y aceptables. Asimismo, para las dimensiones de la variable conciencia ambiental, la dimensión comportamental (a = 0,867), la dimensión de emocional (a = 0,722) y la dimensión cognitiva (a = 0,623) fueron aceptables (George & Mallery, 2003).
Por su parte, se obtuvo la confiabilidad compuesta para las dimensiones de las variables de experiencia ecoturística y conciencia ambiental, obteniendo excelentes niveles, superiores o muy cercanos a 0,90. Para la dimensión personal (p = 0,882), dimensión social (p = 0,815) y dimensión ambiental (p = 0,837), mientras para la dimensión cognitiva (p = 0,925), emocional (p = 0,950) y comportamental (p = 0,946) (Green & Yang, 2015).
Tabla 4 Confiabilidad y validez
Variables | Dimensión | Pregunta | Carga Factorial (ß) | Alfa de Cronbach si se elimina (a) | Confiabilidad Compuesta (CR) | Varianza Media Extraída (AVE) |
---|---|---|---|---|---|---|
Experiencia ecoturística (a = 0,897) |
Dimensión Personal (a = 0,734) |
EE1 EE2z EE3 EE4 EE5 EE6 |
0,657 0,768 0,659 0,770 0,791 0,816 |
0,889 0,880 0,884 0,839 0,889 0,890 |
0,882 | 0,556 |
Dimensión Social (a = 0,823) |
EE7 EE8 EE9 EE10 |
0,657 0,663 0,812 0,760 |
0,896 0,899 0,899 0,880 |
0,815 | 0,527 | |
Dimensión Ambiental (a = 0,723) |
EE11 EE12 EE13 EE14 |
0,832 0,786 0,619 0,757 |
0,886 0,899 0,899 0,888 |
0,837 | 0,566 | |
Conciencia Ambiental (a = 0,870) |
Dimensión Cognitiva (a = 0,623) |
CAC1 CAC2 CAC3 CAC4 CAC5 CAC6 CAC7 CAC8 CAC9 CAC10 CAC11 CAC12 CAC13 CAC14 |
0,664 0,674 0,683 0,791 0,621 0,506 0,685 0,774 0,551 0,753 0,636 0,862 0,692 0,675 |
0,889 0,870 0,876 0,879 0,878 0,888 0,875 0,885 0,898 0,880 0,864 0,868 0,860 0,874 |
0,925 | 0,474 |
Dimensión Emocional (a = 0,722) |
CAE1 CAE2 CAE3 CAE4 CAE5 CAE6 CAE7 CAE8 CAE9 CAE10 CAE11 CAE12 CAE13 CAE14 |
0,825 0,652 0,758 0,734 0,705 0,729 0,657 0,613 0,841 0,794 0,774 0,862 0,803 0,858 |
0,866 0,867 0,869 0,868 0,869 0,881 0,865 0,868 0,868 0,878 0,871 0,871 0,866 0,865 |
0,950 | 0,579 | |
Dimensión Comportamental (a = 0,867) |
CACP1 CACP2 CACP3 CACP4 CACP5 CACP6 CACP7 CACP8 CACP9 CACP10 CACP11 CACP12 CACP13 CACP14 CACP15 |
0,857 0,763 0,615 0,670 0,631 0,656 0,819 0,718 0,767 0,798 0,822 0,776 0,799 0,644 0,668 |
0,866 0,863 0,864 0,865 0,865 0,866 0,879 0,867 0,865 0,865 0,866 0,879 0,867 0,865 0,864 |
0,946 | 0,544 |
Fuente: Elaboración propia.
De ora parte, la validez del constructo fue evaluada por medio de la Varianza Media Extraída - VME que para las dimensiones de conciencia ambiental alcance niveles aceptables, puesto que estuvieron por encima o muy cercanos a 0,50. Para la dimensión personal (0,556), dimensión social (0,526) y dimensión ambiental (0,566), mientras para la dimensión cognitiva (0,474), dimensión emocional (0,579) y dimensión comportamental (0,544) (Hair et al., 2010), las variables demostraron excelentes niveles de validez convergente.
AFC Experiencia Ecoturística y Conciencia Ambiental
En la Tabla 5 se realizó el Análisis Factorial Confirmatorio de la variable multidimensional de experiencia ecoturística. Para Jöreskog et al. (2016) aporta no solo en validez de constructo sino cierto nivel de confiabilidad y consistencia interna, por lo que constituye en un indicador para la investigación. Las estadísticas de bondad de ajuste obtenidas para la variable fueron adecuadas puesto que estuvieron por encima o muy cerca de los niveles aceptables de los respectivos índices.
Tabla 5 Índices de Bondad de Ajuste de la variable Experiencia Ecoturística
Índices | Modelo Estimado | Nivel de aceptación |
---|---|---|
Chi-Cuadrado | 1989,254 | P < 0,00 |
Gl | 890 | |
CMIN/DF | 2,201 | < 3,00 |
CFI | 0,903 | > 0,90 |
TLI | 0,883 | > 0,90 |
IFI | 0,892 | > 0,90 |
RFI | 0,884 | > 0,90 |
NFI | 0,904 | > 0,90 |
RMSEA | 0,072 | < 0,08 |
Fuente: Elaboración propia.
Asimismo, en la Tabla 6 se realizó el Análisis Factorial Confirmatorio de la variable multidimensional de conciencia ambiental. Las estadísticas de bondad de ajuste para la variable fueron adecuadas puesto que, igual que la variable anterior, los valores obtenidos estuvieron por encima o muy cerca de los niveles aceptables de los respectivos índices.
Tabla 6 Índices de Bondad de Ajuste de la variable Conciencia Ambiental
Índices | Modelo Estimado | Nivel de aceptación |
---|---|---|
Chi-Cuadrado | 2386,219 | P < 0,00 |
Gl | 960 | |
CMIN/DF | 2,904 | < 3,00 |
CFI | 0,911 | > 0,90 |
TLI | 0,933 | > 0,90 |
IFI | 0,926 | > 0,90 |
RFI | 0,884 | > 0,90 |
NFI | 0,904 | > 0,90 |
RMSEA | 0,069 | < 0,08 |
Fuente: Elaboración propia.
Modelo estructural
El modelo estructural hipotetizado pretende establecer la relación entre la experiencia ecoturística y la conciencia ambiental en jóvenes estudiantes universitarios. Como primera medida se establecieron los índices de bondad de ajustes del modelo obteniendo resultados positivos en todos los indicadores (CMIN = 3791,231; df = 964, p < 0,000; CMIN/gl = 2,980 < 3,00; CFI = 0,916 > 0,90; TLI = 0,943 > 0,90; IFI = 0,924 > 0,90; RFI = 0,894 > 0,90; NFI = 0,969 > 0,90; PNFI = 0,60 > 0,852 > 0,90; PCFI = 0,60 > 0,811 > 0,90; RMSEA = 0,070 < 0,08).
Como se aprecia en la Tabla 7, existe una relación positiva y significativa entre la experiencia ecoturística (EE) y la conciencia ambiental (CA) (0,694; p < 0,00), lo que evidencia que entre mayor sea la experiencia ecoturística, mayor será el nivel de conciencia ambiental reportado por los jóvenes universitarios, y viceversa.
Tabla 7 Análisis de las relaciones hipotetizadas
Relaciones | Modelo hipotetizado |
---|---|
EE → CA | 0.694*** |
DP → EE | 0.590*** |
DS → EE | 0.689*** |
DA → EE | 0.604*** |
DC → CA | 0 712*** |
DE → CA | 0.693*** |
DCP → CA | 0.597*** |
Fuente: Elaboración propia.
Nota: ***p < 0.00. EE= Experiencia ecoturística; CA= Conciencia ambiental; DP= Dimensión personal; Dimensión social; Dimensión Ambiental; DC= Dimensión cognitiva; DE= Dimensión emocional; DCP= Dimensión comportamental.
Discusión
Los resultados obtenidos en la investigación permiten inferir varias situaciones. El constructo hipotetizado y validado se realizó a partir del análisis de las investigaciones de múltiples autores que abordaron las variables de experiencia ecoturística y conciencia ambiental, en el marco de su relación (Bozoglu et al., 2016; Dawson, 2007; Díaz & Fuentes, 2017; Frankovsky, 2012; Kim, 2024; Novotny et al., 2021; Seekamp et al., 2012; Xue et al., 2023).
Los niveles de experiencia ecoturística y conciencia ambiental encontrados en los jóvenes estudiantes fueron relativamente altos (EE= 4,02 y CA=3,95) en comparación con los reportados en otras investigaciones (ver Novotny et al., 2021). Esto reafirma la idea de que generalmente los jóvenes no son ajenos a las problemáticas ambientales, especialmente, en regiones en los que se ven constantemente interactuando con el medio ambiente y la naturaleza.
De otra parte, los resultados obtenidos evidenciando una relación positiva y significativa se encuentran acordes con investigaciones que evaluaron dicho vínculo como los aportes realizados por Kontogeorgopoulos & Chulikavit (2010), Bagri et al. (2009) y Chiu et al. (2014), quienes demostraron que los niveles de conciencia ambiental de otros grupos de interés, incluidos los turistas de naturaleza o ecoturistas, fueron mayores a quienes no desarrollaban ningún tipo de actividad al aire libre. A pesar de que los estudios no se realizaron con jóvenes estudiantes universitarios, los resultados alcanzados no son ajenos a lo encontrado en esta investigación.
Al respecto, reafirmar la relación significativa entre estas variables permite, como afirma Anup et al. (2014), comprender la fuerte relación entre las prácticas del ecoturismo y la conservación ambiental, debido a que, precisamente, la dimensión comportamental de la conciencia ambiental implica el desarrollo de actividades en beneficio de la conservación de los recursos naturales.
Conclusiones
La presente investigación evaluó la relación entre experiencia ecoturística y conciencia ambiental en jóvenes estudiantes universitarios en la región Surcolombiana. El estudio encontró una relación significativa y positiva entre las variables en mención, lo que da fuerza a la idea de que, a mayores niveles de experiencia ecoturística, mayores niveles de conciencia ambiental en este segmento de la población. Asimismo, se evidenciaron niveles destacados de experiencia ecoturística, lo que demuestra que los jóvenes de la región Surcolombiana tienen interacción frecuente con el medio ambiente y la naturaleza, lo que favorece los niveles moderados de conciencia ambiental.
Los resultados alcanzados fueron acordes con lo encontrado en otras investigaciones, en las que se resalta una relación notable entre la experiencia en ecoturismo y la conciencia ambiental. Sin embargo, se debe advertir que este es uno de los pocos estudios que analiza la relación entre estas dos variables en el marco de la población joven universitaria.
En general, los estudios realizados en el contexto colombiano y latinoamericano son escasos, por lo que el análisis comparativo se torna complejo, especialmente porque en el segmento de los jóvenes estudiantes universitarios no se relacionan investigaciones previas. En este sentido, la presente investigación es uno los primeros referentes de análisis de la relación entre el ecoturismo y la conciencia ambiental en jóvenes estudiantes universitarios, especialmente en regiones periféricas de países emergentes como Colombia.