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Revista de Economía del Caribe

Print version ISSN 2011-2106

rev. econ. Caribe  no.12 Barranquilla July/Dec. 2013

 

ARTÍCULO DE INVESTIGACIÓN

Apego familiar y mercado laboral en Colombia: Un análisis de las migraciones recientes

Family ties and the labor market in Colombia: an analysis of the recent migrations

Luis Ricardo Fuenmayor Vergara*

* Economista de la Universidad del Norte (Colombia). lfuenmayor@uninorte.edu.co

Correspondencia: Universidad del Norte, Km 5, vía Puerto Colombia, A.A. 1569, Barranquilla (Colombia).

Fecha de recepción: junio de 2013
Fecha de aceptación: octubre de 2013


RESUMEN

A pesar que las variables utilizadas con frecuencia para explicar el comportamiento de las migraciones recientes, no lo hacen de manera satisfactoria; los estudios que utilizan análisis alternativos son muy escasos. Este trabajo propone la inclusión del apego familiar en el análisis descriptivo y metodológico de los determinantes de la migración reciente en Colombia. Utilizando datos de la Encuesta de Calidad de Vida, realizada por el DANE en el año 2008, se estiman modelos para medir la probabilidad de ser empleado formal y de ser migrante reciente. Adicionalmente, se estudia el impacto de las variables de apego familiar sobre los ingresos laborales mensuales. Las estimaciones indican que el apego familiar y el estar ocupado son factores que determinan de manera significativa las decisiones de migración.

Palabras clave: Migración reciente, apego familiar, ocupados formales.

Clasificación JEL: R23, E26, J31.


ABSTRACT

Although the variables used in the literature of the recent migrations do not fully explain its behavior, the studies that use alternative analysis are quite scarce. The present investigation proposes to include the family ties as an important determinant in the methodological analysis of the recent migrations in Colombia. Using data from 2008, models that measure the probability of be a formal employee and a recent migrant are estimated. In addition, the impact of the family ties variable in the monthly labor incomes is measured. The results shows that the family ties and having a job are factors that considerably affect the decisions to migrate.

Keyword: Recent migrations, family ties, formal workers.

JEL Codes: R23, E26, J31.


1. INTRODUCCIÓN

Todas las variaciones en el tamaño de una población específica a lo largo del tiempo se explican por las alteraciones que experimentan tres fenómenos en particular. Estos fenómenos son: los nacimientos, las defunciones y la migración (Lora, 2005).

En relación con la incidencia de los cambios demográficos, se ha planteado que los movimientos migratorios asumen importancia creciente como factor del crecimiento y composición de la población, sobre todo en ciertas áreas, una vez que se ha reducido la incidencia de la natalidad y la mortalidad. (Martínez, 2006, p. 44)

En este sentido, se hace relevante el estudio de la migración como factor fundamental en el crecimiento de la población, tanto para los encargados de las políticas públicas como para la futura creación de trabajos de investigación relacionados con el tema de la composición y distribución espacial de la población en Colombia. Este trabajo está motivado inicialmente por la extrema importancia que tiene estudiar la migración y su rol cada vez más importante en los temas demográficos, pues hasta ahora su participación ha sido secundaria. No es de extrañarse que autores como Domenach (1998, como se cita en Martínez, 2006) describan la migración como un tema residual en el ámbito académico que agrupa los estudios de fenómenos demográficos. La intención es, entonces, darle a la migración la importancia que merece en la explicación sobre los cambios de la composición de la población una vez reducidos los efectos de las tasas de mortalidad y natalidad como consecuencia del avanzado proceso de transición demográfica que vive Colombia.

Gran parte de los estudios sobre migración analizan los costos y retornos asociados a las movilizaciones y a las variables que condicionan su comportamiento. En general, son más frecuentes las investigaciones que analizan los retornos esperados de migrar. Los trabajos que tienen en cuenta los costos, los estudian en su componente monetario. Los costos psicológicos de movilizarse son escasamente incluidos en la literatura sobre migración. Este trabajo se basa en el análisis de uno de los costos psicológicos de la migración, el apego familiar. El objetivo principal de esta investigación es determinar la relación entre el apego familiar y las migraciones recientes en Colombia. Se analiza esta relación, debido a que los estudios sobre migración interna y los factores que normalmente se incluyen en los modelos para prever su conducta, nunca terminan de explicar satisfactoriamente el comportamiento real de las movilizaciones internas. De esta forma, la presente investigación nace como alternativa de solución a esta inconformidad y también como consecuencia de los escasos y limitados trabajos sobre el tema de la migración analizada desde la perspectiva de los costos psicológicos asociados a ella. De manera adicional, se estudian los efectos que sobre el trabajo formal y los ingresos laborales tiene la variable de apego por la familia.

Los datos fueron extraídos de la Encuesta de Calidad de Vida realizada por el DANE en el año 2008. Para la consecución de los resultados se plantean tres hipótesis que serán probadas por medio de la estimación de modelos Probit y de regresión lineal. Entre los principales resultados se tiene que las variables proxy que miden apego familiar tuvieron el comportamiento esperado en la contrastación de la primera hipótesis, que mediante un Probit intenta encontrar los determinantes de las migraciones recientes. En la verificación de la segunda hipótesis que, de igual forma, fue estimada mediante un Probit, la variable proxy a los fuertes lazos familiares tuvo el resultado esperado como variable explicativa a la probabilidad de ser un empleado formal. Por último, en la estimación de los ingresos laborales, las variables proxy al apego familiar se comportaron de acuerdo con lo esperado y de esta manera se validaron satisfactoriamente las hipótesis propuestas.

Este trabajo ha sido dividido en siete secciones: esta introducción es la primera. En la siguiente sección se presenta el marco histórico de la migración en Colombia, seguida del estado del arte en el que se revisan varios trabajos relacionados con el tema de las migraciones y el mercado laboral. La cuarta sección expone el modelo y su respectiva metodología. Luego, se presentan los datos, los principales resultados y, por último, las conclusiones.

2. ENTORNO HISTÓRICO DE LA MIGRACIÓN INTERNA EN COLOMBIA

La historia sobre la migración interna en Colombia durante el siglo XX y la primera parte del siglo XXI puede resumirse en dos procesos que alteraron la ocupación espacial a lo largo del territorio colombiano. El primer proceso comprende las movilizaciones desde poblaciones rurales de escasa densidad hasta poblaciones urbanas (1951 – 1973). El segundo hace referencia a los movimientos urbanos – urbanos (1974 – 2005) (Silva & González, 2009). La anterior es una descripción muy general del comportamiento de la migración interna en Colombia; a continuación se presenta de manera más detallada la evolución del comportamiento de la migración interna en Colombia con los respectivos factores que posiblemente influyeron en los resultados de esta variable a través del tiempo. Para esto se hace un repaso de la historia colombiana en el siglo XX y se compara con el comportamiento de la migración, con el fin de encontrar la relación de causalidad entre eventos.

Colombia fue un país meramente rural durante la primera mitad del siglo XX. Al igual que en muchos países del mundo, en Colombia se sintieron las consecuencias de las guerras mundiales y de la Gran Depresión de Estados Unidos en 1929, sobre los limitados avances en materia de desarrollo económico que había obtenido el país a finales del siglo anterior. La intención general era la búsqueda de la restauración nacional y fue este el espíritu hasta 19481, año a partir del cual comenzó una guerra civil entre conservadores y liberales.

Esta guerra se concentró en territorios rurales por lo que la vida en el campo se hizo casi imposible. Fue la violencia de ese periodo la causa inicial de la migración rural – urbana, con lo que dio inicio a dos procesos en Colombia: el despoblamiento del campo y la urbanización.

La tabla 1 contiene datos censales sobre la población colombiana en el siglo XX y sirve de soporte para las ideas planteadas anteriormente. Se observa en esta tabla que hasta principios de los cincuenta, Colombia era un país meramente rural, con un porcentaje de población urbana que no alcanzaba el 40%. El conflicto generalizado de esa época, impulsaba tendencias migratorias con consecuencias directas sobre la urbanización.

Debido a esto, hacia el año de 1964 la población urbana en Colombia ya representaba poco más del 50% del total. Martínez (2006) expone que a la violencia se le sumaron otros factores que incidieron directa e indirectamente sobre la migración interna en Colombia.

Este autor plantea que bajo la dictadura del general Gustavo Rojas Pinilla empezaron campañas de salud a nivel nacional, direccionadas principalmente a la vacunación masiva, al control de la tuberculosis y a la dispersión de información sobre las prácticas sanitarias.

Además de estas campañas de salud, el gasto público en educación aumentó considerablemente con resultados exitosos en la disminución de la tasa de analfabetismo y el aumento de la cobertura educativa2. Estos avances en materia económica y social, acompañados del proceso de maquinización del agro, impulsaron la figura de las ciudades y así las migraciones hacia estas.

El periodo de paz que vivió Colombia durante la época del Frente Nacional3 fue fundamental para que el país y sus gobernantes retomaran el trabajo hacia la reconstrucción y el desarrollo nacional. Los 16 años que perduró el Frente Nacional fueron más importantes para explicar el comportamiento de las migraciones en Colombia de lo que la literatura sobre el tema señala. El tercer presidente del Frente Nacional fue Carlos Lleras Restrepo y con él se puso en marcha en Colombia la aplicación del modelo proteccionista. Buscando alcanzar las metas propuestas con la aplicación del modelo, se implantaron una serie de medidas en el país, entre las cuales se destacan: mejoras al sistema educativo, intensidad en las obras de infraestructura y los incentivos a la industria y la agricultura. Veremos más adelante, cómo estos fenómenos afectaron positivamente el flujo de movilizaciones internas en Colombia. Además de los resultados alcanzados durante el mandato de Lleras, encontramos que el periodo de Misael Pastrana (1970 – 1974), y en especial la adopción del plan de desarrollo "Las Cuatro Estrategias", sobresalió entre otras cosas por la inminente influencia sobre los movimientos de la población (Martínez, 2006). El plan de desarrollo del entonces presidente Pastrana tuvo resultados importantes sobre los movimientos de la población debido a que uno de los pilares de la propuesta era el estímulo al sector de la construcción. Se incentivó la construcción de viviendas en las ciudades y se contrató mano de obra no calificada para estas labores; en este sentido, los nuevos empleados, que estaban compuestos principalmente por campesinos que debían trasladarse a la ciudad. La construcción es además un sector con fuertes eslabonamientos hacia adelante y hacia atrás, con lo cual nacientes empresas tenían los motivos suficientes para situarse en sitios aledaños a las crecientes ciudades.

Todos los factores mencionados actuaron para que, en la década de 1960 y en los primeros años de la de 1970, se presentara un proceso migratorio sin precedentes en el país, caracterizado fundamentalmente por la transferencia de la población rural a las áreas urbanas, en busca de empleo, vivienda y educación". (Martínez, 2006, p. 31)

En 1964, los migrantes internos representaban el 36% del total; dentro de estas migraciones la mitad se producían interdepartamentalmente, poco más del 60% de estos migrantes eran menores de 30 años y las mujeres ya migraban con la misma afluencia que los hombres. (Martine, 1975).

El proceso de urbanización en Colombia en el periodo 1951 – 1973, en el que la población urbana creció aproximadamente en un 782%, puede ser atribuido a las migraciones internas (Marmora, 1979). Se hace el corte en 1973, porque como bien muestra la tabla 1, la tasa de crecimiento urbano empieza a decrecer a partir de este año, en el cual los migrantes internos representaban aproximadamente el 22% del total, y las mujeres migraban más que los hombres4.

El rápido y acelerado proceso de crecimiento de la población urbana tendría graves consecuencias sobre la administración pública de las ciudades catalogadas como centros de atracción. Estas consecuencias fueron notables durante los últimos años del setenta y los primeros años de la siguiente década. Los principales retos para la administración pública se dieron en materia de dotación de servicios públicos y empleo. Todo esto impulsó un periodo de deterioro sobre los avances alcanzados en calidad de vida, en especial en aquellas áreas con alta participación de población migrante. Las ciudades centro de atracción empezaron a jugar un rol importante en las movilizaciones nacionales, pero esta vez, como centros de expulsión. La urbanización empezó paulatinamente a detenerse y este fenómeno se evidencia en la evolución decreciente de aumento del porcentaje urbano hacia 1985 (ver tabla 1).

Galvis (2002) plantea que de las migraciones presentadas durante el periodo 1988 – 1993, el 8% se daban interdepartamentalmente, y el 7% de forma intradepartamental. Las personas tenían preferencias por sitios centrales y el patrón de migración ya no era tan marcado a favor del tipo de movilización rural–urbano; sin embargo, Flórez (2003) expone que durante los 11 años que van desde el año 1984 hasta el 2000, se intensificó el conflicto armado en Colombia, lo que aumentó de nuevo las migraciones del campo a la ciudad. Sobre el conflicto, Martínez (2006) relaciona este fenómeno con las actividades vinculadas con el tráfico de drogas que empezaron a tener consecuencias visibles desde finales de los setenta. Ibañez y Vélez (2003) encuentran en una investigación que realizaron sobre instrumentos de atención a la población desplazada en Colombia, que durante el mismo periodo estudiado por Galvis (2002), el 4.3% de los migrantes internos en Colombia eran desplazados forzados. Estos mismos autores encuentran que más de la mitad de los movimientos migratorios durante los 5 años de estudio (1988 – 1993) tuvieron como destino los centros poblados de Bogotá, Cundinamarca, Valle del Cauca, Antioquia y Atlántico. Estudios más recientes, como el de Silva y González (2009), basados en la información del censo del año 2005, obtienen resultados muy parecidos: nuevamente, más del 50% de las migraciones se dirigieron a estos cinco centros de destino. El desplazamiento forzado sigue siendo uno de los principales retos para la política nacional; en la tabla 2 se evidencia el número de hogares y personas desplazadas hasta el año 2011. La cifra es preocupante, pues la población de Colombia a marzo de 2011 es de 45.979.895 personas, y el total de desplazados a marzo del 2011 es de 3.711.745, lo que indica, que del total de la población colombiana el 8.07% son desplazados forzados.

3. ESTADO DEL ARTE

Una vez presentado el entorno histórico de la migración interna en Colombia, es necesario analizar cómo es tratado este importante tema en la literatura. Sobre la migración, es importante aclarar ciertos aspectos. Son muchos los motivos que influyen en la decisión de un individuo sobre movilizarse o no. La motivación de las personas está afectada directamente por dos factores fundamentales: por una parte, los diversos costos que implica movilizarse de un lugar de origen a un lugar destino. Por otro lado, se deben tener en cuenta los retornos potenciales que espera un individuo recibir como resultado de emigrar (Silva & González, 2009).

Las categorías dentro de las cuales enmarca la literatura, tanto teórica como empírica, los retornos esperados que motivan las decisiones de emigrar son diversas. Los retornos esperados se caracterizan desde factores como una mejor calidad del medio ambiente (Izazola, 2003), hasta el número de policías por cada 100.000 habitantes (Martínez, 2006). Silva y González (2009) hacen un perfecto resumen de los principales aportes en la literatura sobre temas relacionados con la migración, sus costos y retornos (ver anexo 1). Para efectos de la presente investigación son relevantes los aportes en literatura de la migración y sus retornos en temas asociados con el mercado laboral, aunque veremos que en el caso particular de Colombia, los migrantes no económicos, representados en su mayoría por los desplazados, juegan un rol importante a partir de la década de los noventa.

Varios autores han relacionado las migraciones con factores propios del mercado laboral, principalmente hacia un enfoque del retorno esperado. En el campo específico que sitúa estudios de migración con el factor dominante de las diferencias salariales, Osberg et ál. (1994) plantean en su investigación "Interregional Migration and Interindustry Labour Mobility in Canada: A Simultaneous Approach", que la movilidad de los trabajadores entre industrias y la migración interregional son procesos o decisiones que se determinan simultáneamente. Para probar su hipótesis los autores estiman un modelo Probit Bivariado de elección simultánea entre no movilizarse, movilizarse a otra industria y movilizarse a otra región. Lo anterior les permite a los autores examinar la importancia relativa de las diferencias salariales en las elecciones individuales. La principal conclusión de esta investigación, en términos de afectación entre factores del mercado laboral y la migración, es que las diferencias salariales son estadísticamente significativas como factor decisorio de la movilidad de los trabajadores entre industrias, pero no tiene un peso significativo para la migración interregional.

Explicaciones más sencillas, pero aceptadas a nivel mundial, sobre el efecto que tiene las diferencias salariales sobre las decisiones individuales sobre emigrar, están dadas por Fields (1975). Lo que básicamente expone este autor es que las migraciones de áreas rurales a áreas urbanas se debe inicialmente a factores económicos, como los cambios en la productividad de la agricultura, lo cual implica una mayor producción con una cantidad cada vez menor de mano de obra, por tanto, más desempleados y a los mayores salarios promedio de las zonas urbanas.

Maza y Villaverde (2004), en su investigación "Determinantes de la migración interregional en España: Nuevas técnicas de análisis", utilizan tanto un análisis no paramétrico como uno semiparamétrico para determinar la influencia de factores como el valor esperado de ingresos en las regiones de origen y destino en variaciones de la tasa de migración neta interregional. Los factores mencionados anteriormente dependen del salario esperado y de la probabilidad de ser empleado. Para las regiones de origen se utilizan los mismos factores de análisis con la inclusión de la variable "coste de la emigración". Con el análisis no paramétrico, los autores encuentran que las migraciones interregionales presentan una marcada inercia pero el efecto de los factores previamente explicados no son los esperados de acuerdo con la teoría del capital humano. Con la utilización del análisis semiparamétrico, los resultados son prácticamente los mismos, aunque los diferenciales de renta per cápita en las regiones parecen tener un mayor efecto sobre las migraciones interregionales.

De acuerdo con estos enfoques, y con los resultados encontrados, es necesario estudiar otros factores, además del diferencial de salarios como variable explicativa del desplazamiento de los individuos entre regiones. En este sentido, un segundo bloque de trabajos sobre migración trata el tema con un enfoque del mercado laboral, pero tomando como variable principal el crecimiento del empleo y el desempleo, tanto en la región origen como en la destino.

Respecto a este tema, Schlottmann y Herzog (1981) examinan los determinantes socio-económicos y demográficos, tanto para los empleados como para los desempleados. Claramente no es igual la motivación de emigrar que tienen los individuos que están empleados con respecto a los desempleados en una ciudad específica. Por ello, la investigación de estos autores es relevante, además extrae resultados y conclusiones importantes sobre el tema. Las principales conclusiones son dos: la primera, para aquellos individuos propensos a emigrar y que están empleados, la edad, la educación y el crecimiento de la empleabilidad en la región destino tienen el efecto esperado. Segundo, para los potenciales migrantes desempleados en la región origen, la educación no tiene los resultados esperados, por tanto los autores plantean que dichos hallazgos son producto de la menor sensibilidad de estos individuos a los altos ingresos esperados de emigrar producto de una mayor educación, además del propio hecho endógeno de ser desempleados y el deseo de permanecer en su hogar.

Por otro lado, Flórez (2003) encuentra que el crecimiento del empleo es un factor determinante como incentivo para emigrar, pero que es cierto también que la llegada de inmigrantes a una región tiene un efecto directo sobre la generación de futuros empleos, por medio del siguiente mecanismo: los inmigrantes aumentan la oferta de trabajo, principalmente de trabajo no calificado, lo cual implica una reducción salarial de esta fuerza de trabajo. Sobre este efecto ambiguo de la migración sobre resultados del mercado laboral (Galvis 2002) expone que los flujos migratorios pueden ayudar a reducir los contrastes económicos al interior de un país, región, ciudad, departamento, etc. Pero también puede influir en la profundización del problema, dependiendo tanto del destino de la movilización como de las características del migrante. Este tema de los efectos de la inmigración sobre el mercado laboral es también trabajado con profundidad por varios autores (Devillanova & García, 2004; Santos, 2008; Walker et ál, 1992).

Vanderkamp (1968) introduce el tema de la relación entre el crecimiento del desempleo en las potenciales regiones destino con la emigración, y hace énfasis en las migraciones de retorno como proporción substancial del total en su estudio de la movilidad interregional en Canadá. Su principal conclusión es que el desempleo y su tendencia creciente tienen un efecto negativo significativo sobre el volumen de migraciones entre regiones.

El último factor relevante, en cuanto a incidencias entre el mercado laboral y las migraciones, se enmarca en el tema de regulación y hace mención particular de la ley sobre el salario mínimo.

Santiago (1991, 1993)5 realiza una investigación en la cual analiza el efecto de las políticas de salario mínimo en el periodo 1970 – 1987 sobre el flujo de migrantes con propósitos laborales en Puerto Rico. El autor concluye que los aumentos en el salario mínimo en Puerto Rico disminuye la movilidad de emigrantes, a pesar de que el saldo neto migratorio fue en promedio negativo en ese periodo.

Yap (1976), en su investigación "Migration and Economic Development in Brazil", hace un análisis del bien conocido proceso de migración rural – urbana, y concluye, entre otros, que aumentos del salario mínimo incrementan los salarios rurales y urbanos, aunque estos últimos en mayor proporción, debido a lo cual se estimula la emigración de personas desde el campo hacia la ciudad.

Como se mencionó al principio de esta sección, es necesario abordar el tema de los desplazados forzados como migrantes no económicos en el caso particular de Colombia. Sobre este tema Silva y Guataquí (2006) encuentran que, en general, las investigaciones sobre migración oscilan entre dos corrientes académicas. En la primera se estudian los migrantes económicos, los cuales formaron parte del proceso de desarrollo del país caracterizados por movilizaciones campo – ciudad con motivos netamente económicos. La segunda, de corte histórico, enfatiza en los hechos más oscuros sobre la migración, de los cuales ya se hizo mención en el presente trabajo. Los estudios actuales de esta corriente de trabajos sobre migración se basan, en su mayoría, en la crisis humanitaria del país representada a gran escala por la migración forzada.

Como vemos, son muchos los autores que tratan el tema de la migración y sus determinantes con un enfoque del retorno esperado. La otra parte de la ecuación se compone por los costos de la emigración. Entre los costos privados de movilizarse se incluyen aquellos monetarios y no monetarios. Los monetarios incluyen los costos relacionados con la movilización (coste de transporte, alimentación, costo oportunidad del tiempo) y los no monetarios se refieren a costos psicológicos producto del cambio de entorno (Silva & González 2009). En este aspecto la literatura estudia principalmente los costos monetarios. La presente investigación está basada en el análisis de los costos no monetarios, como es el apego por la familia. Para estos fines, la investigación se fundamenta casi que exclusivamente en el trabajo de Alberto Alesina, Yann Algan, Pierre Cahuc y Paola Giulano (2010), titulado "Family Values and The Regulation of Labor". La forma como se articula investigación con este trabajo se evidencia en el marco teórico, donde se exponen los principales supuestos, contenidos, conclusiones y demás características del modelo utilizado por los autores mencionados.

Se han relacionado varios aspectos en torno a los factores que inciden en la decisión de migrar. Los factores enunciados en esta sección han descrito principalmente los costos y los retornos esperados de la migración. Las características demográficas de los migrantes son parte importante del estudio y cumplen un papel sobresaliente en la predicción, estimación y lectura del modelo, así como de sus principales resultados. Su importancia se debe esencialmente a la regularidad que presenta el comportamiento de variables como el sexo y la edad. No es extraño entonces, que autores como Courgeau (1985), Rogers (1985) y Castro (1985)6 definan la selectividad de la migración por edades como una de sus principales regularidades. En este sentido, es necesario plantear los principales aportes de la literatura en aquellos temas asociados a la edad y al sexo.

Los distintos autores que tratan el tema de la edad, el sexo y las migraciones están de acuerdo en varios aspectos. Uno de los principales consensos que existe entre los autores y documentado por Thomas (1938), Mueller (1982), Bogue (1963), citados por Martínez (2006); Flórez (2003), Silva y González (2009), Pimienta, Aguirre y Morelos (1995), Rodríguez (2004) y Chant (1999), citados por Pizzolitto (2006), expone que en general los migrantes son adolescentes y adultos jóvenes ubicados en el rango de edad 20-34 años, y los jóvenes entre los 20 y los 24 años son los que presentan una mayor incidencia sobre los movimientos migratorios. Martínez (2006) indica al ciclo de vida como otro concepto utilizado comúnmente para explicar el comportamiento migratorio por edad y las relaciones que tiene con factores explicativos.

El concepto de ciclo de vida recoge la secuencia de etapas por las que atraviesan los individuos en su proceso de maduración (aging process), desde la situación de dependencia de los padres en la infancia, pasando por el ingreso al estudio, el ingreso al mercado laboral y la formación de nuevas familias, entre otras. (Martínez, 2006, p. 159)

Este concepto del ciclo de vida es muy interesante, ya que permite relacionar las regularidades migratorias por edad con explicaciones sobre el desarrollo personal y familiar. Lo que en resumen plantea la teoría es que los movimientos migratorios de las personas pueden ser entendidos como parte de su ciclo de vida.

Mediante la teoría del ciclo de vida, Pujadas y García Coll (1995), Citados por Martínez (2006), plantean grupos de edad que consideran representativos de las etapas del ciclo de vida. Son seis los grupos de edad que proponen los autores, estos son: 0-14 años, 15-24 años, 2534 años, 40-54 años, 55-64 años y 65 y más años. La definición de los grupos va acorde con comportamientos ampliamente verificados, por tanto, es confiable el uso de ellos en estudios de la migración.

Sobre el género de los migrantes, el consenso indica que el comportamiento de los hombres y las mujeres es muy parecido; sin embargo, en edades tempranas las mujeres migran más que los hombres. Además, las mujeres tienden a liderar las migraciones del campo a las ciudades y los hombres lideran cuando las migraciones se dan en el sentido contrario.

En relación con estado civil, se han planteado varias hipótesis y no hay un consenso marcado como en el caso del género y la edad. Sin embargo, el estado civil es estudiado en la mayoría de trabajos sobre migración. En referencia a este tema, Mincer (1978) argumenta que las decisiones sobre migración debe analizarse más desde el aspecto familiar que el individual. De acuerdo con esto, encuentra que las personas casadas tienden a migrar mucho menos que las solteras, en especial cuando ambos individuos son asalariados. Pizzolitto (2006) concuerda con la teoría de Mincer, y plantea que el tipo de análisis, dentro del cual no se estudian decisiones individuales sino familiares, es cada vez más frecuente en la literatura en el tema de las movilizaciones. Los hallazgos de esta autora son un tanto distintos a los de Mincer, en cuanto la proporción de personas casadas supera los solteros en el total de migrantes de toda la vida. A pesar de este resultado, la dirección de la relación entre el estado civil y la migración es la esperada para los migrantes recientes. Para estos migrantes, los solteros son mayoría con respecto a los casados.

Otro tipo de análisis, pero enfocado en el del estado civil y las migraciones, tiene que ver con los "migrantes atados". Con base en esto, Nivalainen (2002) concluye en un estudio hecho para Finlandia y bajo una definición de familia que "consiste en dos adultos de sexos opuestos que cohabitan o están casados, con o sin hijos" que las migraciones se deben básicamente a motivaciones económicas del esposo, haciendo de la esposa una migrante atada. El autor además le da fuerza a la idea citando los trabajos de Duncan y Perrucci (1976), Long (1974), Snaith (1990), Shihadeh (1991) y Gardner et ál. (2001), quienes encontraron hallazgos similares en sus respectivas investigaciones.

Otra variable utilizada comúnmente en los estudios sobre migraciones es la educación. El nivel educativo de los migrantes ha cambiado en la medida en que han variado los patrones de movilización. Flórez (2003) y Fields (1975) concuerdan que, en general, los primeros migrantes de origen rural y destino urbano tenían poca o nula educación. La explicación es la creciente demanda por mano de obra no calificada que había en los grandes centros poblados de Colombia, producto del dinamismo de la construcción. En la caracterización de migraciones más recientes a las incluidas dentro del éxodo migratorio rural-urbano, Aroca y Lufin (2000), citado por Rodríguez (2004), plantean que la propensión a migrar aumenta con los años de educación. En cuanto a resultados, Pizzolitto (2006) encuentra una relación positiva entre los años de educación y la migración. La relación se evidencia porque el promedio de años de educación es mayor para los migrantes recientes en comparación con la población nativa.

Finalmente, el estado laboral se estudia como un factor con incidencia directa sobre los flujos migratorios. En términos generales, los estudios realizados muestran que la propensión a migrar por parte de los desempleados es mayor que para los empleados.

Herzog, Schlottmann y Boehm (1993) resumen un conjunto de trabajos donde se utilizan datos de los Estados Unidos, los Países Bajos y el Reino Unido y donde la variable dependiente es la probabilidad relativa de migrar, y concluyen que la condición de desempleo provoca un marcado aumento en la probabilidad de migrar. (Rodríguez, 2004, p. 52)

4. EL MODELO

Con el propósito de determinar de manera inicial el efecto que sobre los individuos tiene el apego por su familia al momento de decidir si emigrar en búsqueda de un empleo mejor remunerado o no, además, conocer cuál es la teoría que enmarca las preferencias por mercados regulados o flexibles por parte de los agentes con fuertes lazos familiares, se siguió el trabajo de Alberto Alesina, Yann Algan, Pierre Cahuc y Paola Giulano (2010). Este trabajo, que se titula "Family Values and the Regulation of Labor", es la mejor referencia teórica que existe sobre el tema que relaciona apego familiar con variables propias del mercado laboral. A pesar de que el trabajo de estos autores se concentra en analizar la incidencia que tienen los fuertes lazos familiares sobre las preferencias por mercados laborales regulados o flexibles, la metodología propuesta y el modelo que describen permiten derivar hipótesis alternativas de asociaciones entre variables que miden el apego por la familia y otras vinculadas a factores como la migración y los ingresos laborales.

Como se mencionó en la introducción, la inclusión de variables que miden aspectos psicológicos en los estudios sobre las movilizaciones internas de un país es muy escasa. Por tanto, el trabajo que exponen estos autores es la mejor base teórica para la presente propuesta investigativa.

En búsqueda de una mejor apreciación del lector y de la correcta organización de las ideas propuestas por Alesina et ál. (2010) y detalladas a continuación, se divide esta sección en dos: el contexto y la solución. Con esta división se intenta explicar en detalle los elementos y conclusiones más importantes del modelo. De manera adicional, se presenta al final de la sección un análisis crítico del modelo en el cual se termina de explicar por qué fue escogida esta metodología como base teórica de esta investigación, en la que se evalúan algunos de los supuestos utilizados por los autores y cuya revisión es necesaria para la modificación aplicada en la metodología utilizada para la creación y contrastación de las hipótesis.

4.1 El contexto

Alesina et ál. (2010) proponen, entre otras, las siguientes consideraciones y supuestos en su trabajo de investigación. Existen dos bienes: el trabajo con su respectivo bien numerario producido y un continuo de individuos de masa uno. Estos individuos están uniformemente ubicados en la línea , específicamente sobre el punto donde viven sus padres. Los supuestos sobre estos individuos enuncian que son idénticos, neutrales al riesgo y no tiene preferencia por ocio. Su utilidad es igual a la suma del consumo y de un término que representa la valoración por lazos familiares. La secuencia es la siguiente:

1) Al crecer, cada individuo elige sus valores familiares representados por el apego familiar. Estos valores pueden ser débiles o fuertes. Es importante aclarar que esta decisión es fundamental porque es irreversible.

La proporción de individuos con fuertes lazos familiares es ø ϵ [0,1]. Cuando los individuos viven en la misma locación que sus padres, los fuertes lazos familiares producen una utilidad Δ(ø) > 0, y una desutilidad -Δ(ø) cuando viven en otro lugar.

A partir de estos niveles de utilidad y pérdida asociados a los lazos familiares, se plantea la siguiente hipótesis:

Hipótesis 1: Los individuos con fuertes lazos familiares son menos propensos a emigrar.

Dado que existen unos niveles de utilidad positivos condicionados a residir en la misma ubicación que los padres para aquellas personas que tienen fuertes lazos familiares, se plantea la anterior hipótesis, la cual es la principal en esta investigación. Veremos posteriormente cómo algunas de las consideraciones del presente modelo le dan un soporte teórico y matemático adicional a lo que la hipótesis 1 pretende.

Un individuo con lazos familiares débiles es indiferente entre vivir en su lugar de nacimiento o en otro lado, de esta forma Δ = 0.

Se debe aclarar que hay costos de movilidad asociados a los lazos familiares y otros relacionados al simple costo de transacción que implica movilizarse. Este último, no es una variable de elección y depende de la tecnología y del precio del transporte, entre otras cosas7.

2) Se supone que son dos los posibles tipos de políticas del mercado de trabajo: mercado laboral flexible, o regulaciones del salario y del empleo por medio de dos instrumentos, un salario mínimo y la protección al trabajo. Estos dos instrumentos son necesarios y suficientes para garantizar que el equilibrio del mercado es eficiente en el sentido de Pareto cuando hay costos de movilización.

3) Las firmas ofrecen contratos de trabajo. Cuando un trabajador es contratado en su lugar de nacimiento, su productividad se traza desde la distribución uniforme en el intervalo [0,1]. Cada trabajador puede encontrar un trabajo de productividad 1 en un lugar distinto al de su nacimiento. Las protecciones al trabajo obligan a las empresas a mantener a todos aquellos trabajadores cuya productividad se encuentre por encima de un valor umbral o límite denotado como R ϵ [0,1]. Las protecciones al trabajo implican una pérdida irrecuperable de eficiencia c ϵ [0,1/2], que es la producción de un trabajador cuya productividad es igual a γ -c, en vez de γ. En cada ubicación existe una firma única que ofrece contratos de trabajo. En el presente contexto, los trabajadores son remunerados con su salario de reserva, el cual puede ser menor que su productividad cuando existen costos de movilización. Cuando existe un salario mínimo, los trabajadores pueden trabajar y ganarse dicho salario denotado como o estar desempleados. Los trabajadores están desempleados cuando su productividad es menor que la productividad R de las empresas.

Un trabajador con lazos familiares débiles hará siempre lo posible por encontrar un trabajo de productividad γ = 1ya que no carga con costos de movilidad. Un trabajador con fuertes lazos familiares tiene un costo de movilidad de 2Δ (ø). Este costo de movilidad asociado a los fuertes lazos familiares es un factor adicional que condiciona las decisiones migratorias de las personas. Previamente, en esta misma sección ya se anunciaba que iban a aparecer particularidades del modelo que le iban a dar un soporte teórico y matemático adicional a la hipótesis 1. En este sentido, los costos de movilización que soportan las personas con fuertes lazos familiares, y que son iguales a cero para aquellos individuos que no tiene lazos por la familia, se desempeñan como ese componente adicional que le da más fuerza a la primera hipótesis planteada en esta investigación.

La última parte de la secuencia que proponen los autores, es decir, aquella en la que se mencionan las firmas y los contratos de trabajo, es muy importante porque se desempeña como fundamento teórico de una hipótesis adicional. El hecho que cada trabajador pueda encontrar un trabajo de productividad 1 en lugar distinto al de su nacimiento y que su remuneración se dé con base en un salario de reserva que es menor cuando existen costos de movilización, es decir, cuando se tienen fuertes lazos familiares, implica, o por lo menos incita a pensar que existen diferencias salariales entre las personas con fuerte apego familiar y aquellas sin apego por la familia. La hipótesis que se deriva de este análisis será enunciada más adelante en esta sección.

4.2. Solución

El modelo se soluciona por medio de inducción hacia atrás.

1) En el escenario 3, el mercado de trabajo está regulado o flexible y la proporción de individuos con fuertes lazos familiares está dada.

4.2.1. Mercado laboral flexible

Cuando el mercado laboral es flexible, los individuos con lazos familiares débiles obtienen un salario igual a 1 movilizándose sin costo alguno. En este sentido su nivel de utilidad está dado como:

Los individuos con fuertes lazos familiares obtienen un salario igual a 1 si ellos deciden emigrar, pero tienen unos costos de movilización 2Δ(ø). Por tanto, su salario de reserva, que es necesariamente no negativo, es igual a Max [0,1 - 2Δ (ø) ]. De este modo, los individuos con fuertes lazos familiares obtienen un salario igual a 0 y permanecen en su ubicación inicial si Δ (ø) es mayor que ½. En este caso, su utilidad es igual a la valoración de lazos familiares, Δ (ø). Cuando Δ (ø)es menor que ½, dos posibilidades pueden surgir:

i) Si su productividad en su locación inicial es mayor que su salario de reserva, igual a 1-2Δ (ø), ellos mantienen su trabajo en su ubicación inicial. En este caso, se les paga su salario de reserva y son inmóviles. Su utilidad es igual a su salario de reserva más la valoración por lazos familiares, de esta forma, 1-2Δ (ø) + Δ (ø) = 1-Δ (ø).

ii) Si su productividad en su locación inicial es menor que su salario de reserva, los individuos con fuertes lazos familiares no son contratados. Debido a Δ(ø) < ½, las personas con fuertes lazos familiares prefieren emigrar y obtener una utilidad igual a 1- Δ(ø).

En conclusión, cuando el mercado laboral es flexible, la utilidad de los individuos con fuertes lazos familiares es:

4.2.2. Mercado laboral rígido

Cuando el mercado laboral está regulado, el gobierno impone un salario mínimo y protección al trabajo. Para cada trabajador, la probabilidad de obtener un trabajo ofrecido por la única empresa ubicada en su lugar de nacimiento es igual a la probabilidad de tener una probabilidad mayor que la productividad de reserva de la firma, R. Dada la distribución uniforme, esta probabilidad es igual a 1 -R. Si la productividad es mayor que R, los individuos pueden obtener el salario mínimo en su lugar de nacimiento, o abandonar la empresa y obtener un salario igual a 1 - c en otra parte, donde denota pérdida irrecuperable de eficiencia asociada con las protecciones laborales8. R y w están determinadas endógenamente bajo equilibrio. Cuando la productividad es menor a R, los individuos pueden obtener ingresos 0 si no emigran, o un salario igual a 1 -c si lo hacen.

Los individuos con lazos familiares débiles obtienen la siguiente utilidad esperada:

La utilidad esperada de los individuos con fuertes lazos familiares es:

2) En el escenario 2, la gente vota por la política del mercado laboral: regulado o flexible. La proporción de individuos con fuertes lazos familiares en el escenario 1 está dada.

Las personas con lazos familiares débiles obtienen UFD =1 bajo un mercado laboral flexible, y URD <1 bajo un mercado laboral regula-do. Cuando el mercado laboral es rígido, la utilidad esperada de los trabajadores con lazos familiares débiles es menor a 1 dado que R ε [0,1] y el salario no puede ser mayor que 1 -c, de lo contrario las empresas obtienen beneficios negativos. Por tanto, los individuos con débiles lazos familiares siempre prefieren flexibilidad del mercado laboral. Esto implica que el resultado del voto es flexibilidad del mercado laboral cuando la proporción de individuos con fuertes lazos familiares,ø, es menor que ½.

Se considera a continuación el caso donde > ½. Por simplicidad, se asume que todos los individuos con fuertes lazos familiares son inmóviles si la mayoría de la población tiene fuertes lazos familiares bajo un mercado laboral flexible. De acuerdo con la ecuación (2), esto requiere que:

Supuesto 1: Δ (½) > ½

Este supuesto implica que cuando el mercado laboral está regulado, los trabajadores con fuertes lazos familiares no emigran.

El supuesto 1 implica que la utilidad esperada de los individuos con fuertes lazos familiares cuando el mercado laboral es flexible y cuando ø>½ es:

Por otro lado, la utilidad esperada en el escenario regulado está dada por:

Comparaciones entre las ecuaciones (5) y (6) muestran que los individuos de fuertes lazos familiares prefieren un mercado laboral regulado en vez de uno flexible. Este resultado del modelo propuesto por Alesina et ál. (2010) es pieza fundamental en la presente investigación y su esencia es capturada y puesta a disposición en forma de una segunda hipótesis.

Hipótesis 2: Los individuos con fuertes lazos familiares prefieren que el mercado laboral que los rige sea regulado en vez de flexible.

Una vez planteada la segunda hipótesis de interés para el presente estudio, es preciso retomar la idea sobre las firmas, los contratos de trabajo, los salarios de reserva y los lazos familiares. De esta forma, nace la tercera hipótesis que está fundamentada por las teorías expresadas en la parte del contexto del modelo. De acuerdo con lo anterior:

Hipótesis 3: Las personas con apego familiar tienen salarios laborales menores que aquellas personas sin lazos por la familia.

Finalmente, todas las consideraciones puestas a disposición conllevan a la consecución del segundo supuesto clave en el marco de la funcionalidad de la teoría.

Supuesto 2: cuando la proporción de individuos con fuertes lazos familiares tiende a 0, las ganancias en utilidad inducidas por los fuertes lazos familiares son menores que la máxima ganancia en salario producto de cambiar de ubicación:

Δ (0) < 1

Sin duda alguna, el principal reto fue vincular las ideas que tuvieron los autores en su planteamiento metodológico con factores distintos a la regulación o flexibilización del mercado laboral. A los factores que se hace referencia son las migraciones recientes y los ingresos laborales. A pesar de esto, y como se ha mencionado en repetidas ocasiones en la presente sección, el modelo descrito es tan completo en su contenido que permitió derivar de él las tres hipótesis que serán la principal base de análisis en la siguiente sección.

Por último, es importante aclarar que la regulación o flexibilidad relativa del mercado laboral que tanto se menciona en esta sección del modelo está más vinculada a preferencias que a hechos, es por esto que se habla de temas de votación y de proporción de individuos con fuertes lazos familiares. Para propósitos de esta investigación no se plantearán hipótesis en términos de preferencias o de categorías subjetivas sino efectivas. El tema de las votaciones no será de interés ni de estudio en futuras secciones y la regulación o flexibilidad del mercado laboral se trabajará por medio de variables proxy. La categorización de los ocupados como formales e informales será la variable utilizada para medir la flexibilización o regulación relativa del mercado laboral. Aquí no se trata entonces del mercado laboral al cual desea una persona pertenecer, sino en el que efectivamente se desempeña.

5. DATOS Y CONSTRUCCIÓN DE VARIABLES

Los datos utilizados en esta investigación fueron extraídos de la encuesta de Calidad de Vida (ECV) del año 2008 realizada por el DANE. La cobertura geográfica es total nacional, cabecera y resto; 9 regiones. Esta encuesta tiene antecedentes en los años 1997 y 2003. El tamaño de la muestra es de aproximadamente 13.600 hogares en los que habitan 50.542 personas.

En total se construyeron 14 variables para la estimación de las hipótesis propuestas en esta investigación. De estas variables, dos corresponden a aproximaciones del apego familiar. La construcción de variables que midan el apego familiar ha sido escasa en la literatura de trabajos sobre migraciones. Alesina et ál. (2010) crean una variable de apego por la familia por medio de un análisis de componentes principales a cinco preguntas de la World Value Survey. Estas preguntas miden qué tan importante es la familia para los individuos.

Las preguntas utilizadas son de percepción y dado que la Encuesta de Calidad de Vida que realiza el DANE no contiene este tipo de preguntas se hace necesario utilizar variables proxy para medir el apego familiar. Las variables proxy utilizadas son dos: vivir con la madre y vivir en el mismo municipio donde residían los padres al nacer la persona. Es importante aclarar que el tipo de apego familiar que se quiere medir en este trabajo es el que tiene un individuo por sus padres. Debido a este objetivo, la variable número de personas en el hogar no se utiliza como un variable proxy del apego familiar sino como control. Lo anterior no impide reconocer que el apego por los padres no es el único que existe, por lo cual más adelante se ahondará sobre este tema.

Dado que el objetivo es medir el apego de una persona por sus padres, se consideró inicialmente catalogar como personas con apego familiar a aquellas que residían con padre y madre. El problema de esta metodología es que en el marco teórico se deja muy claro que se quieren encontrar diferencias entre individuos de fuerte apego familiar con respecto a aquellos con lazos familiares débiles. Tomar como referencia a quienes viven con ambos padres puede sesgar los resultados, ya que dejaría por fuera a quienes solo viven con uno de sus padres y hasta enmarcarlos como personas de lazos familiares débiles cuando la realidad es otra. El sesgo puede estar explicado, por ejemplo, por una posible separación de los padres que lleve al individuo a elegir con quién seguir viviendo. La otra posible explicación es la muerte de uno de los padres. En este sentido, Yárnoz, Arbiol, Plazaola y Sainz (2001) realizan un estudio psicológico que intenta medir las relaciones que existen entre el estilo de apego y las percepciones que tienen los individuos de sí mismos. Los autores encontraron que, en general, las personas se identifican más con la madre que con el padre. Además, Ainsworth et ál. (1978) definen el apego como el lazo afectivo que se forma entre el niño y su figura materna. El vínculo se extrae de la tendencia constante a lo largo del tiempo de buscar estar cerca con esa persona. Este apego, por lo general, perdura en el tiempo. Es por esto que se toma como variable proxy del apego familiar vivir con la madre y no vivir con ambos padres.

Por su parte, como proxy del apego familiar, pero sin medir la fuerza de los lazos, se construyó la variable "municipio padres" que toma el valor de uno si la persona en edad de trabajar reside en el mismo municipio en el cual vivían sus padres al momento de su nacimiento. La inclusión de esta variable como proxy del apego familiar se da por dos razones: la primera nace de una hipótesis del autor con base en la teoría del ciclo de vida. Si bien las personas, en general, a cierta edad tienen el deseo de vivir solos y crear su propio hogar, siguen teniendo lazos familiares si la emancipación toma lugar en el mismo municipio en el cual viven sus padres; de esta forma pueden interactuar con ellos constantemente. La segunda hace referencia a uno de los resultados del trabajo de Alesina et ál. (2010), el cual básicamente expone que los lazos familiares son transmitidos entre generaciones. De esta forma, si los padres de un individuo vivían en otro municipio al momento de su nacimiento es porque, en algún momento de su vida, fueron migrantes. En este sentido, la probabilidad de ese individuo de ser migrante es mayor, porque tiene una experiencia cercana del proceso migratorio en sus padres. Por otra parte, esta variable proxy al apego familiar permite controlar los migrantes de retorno. Cuando la persona reside en el mismo municipio en el cual vivían sus padres al momento de su nacimiento, y tiene menos de cinco viviendo de forma continúa allí, es un migrante de retorno.

La variable de migrantes recientes está directamente relacionada con el número de años que llevan estos individuos viviendo en su nueva residencia. Martínez (2006) y Pizzolitto (2006) dividen los migrantes de acuerdo con el número de años continuos que llevan viviendo en su nueva ubicación, y definen así, migrantes recientes como aquellos que tienen cinco años o menos habitando en una nueva localidad. De acuerdo con esta definición, se construyó una variable que toma el valor de uno cuando la persona es un migrante reciente y cero cuando no lo es.

Es preciso recordar que la variable que categoriza a los ocupados entre formales e informales será construida para cumplir el papel de variable proxy a la regulación o flexibilización relativa del mercado laboral. Para construir esta variable se adoptaron dos definiciones.

La primera es la definición oficial que utiliza el DANE, en la cual se consideran empleados informales aquellos asalariados o patronos vinculados a empresas de hasta 10 empleados, a los que trabajan como ayudantes familiares sin remuneración, a los empleados del servicio doméstico y a los trabajadores por cuenta propia diferentes de profesionales y técnicos independientes9. Con base en esta definición se creó la variable que mide formalidad y que toma el valor de uno cuando la persona es formal y cero cuando es informal. La segunda definición es propuesta por los autores Ospino, Roldán y Fernández (2010) en el trabajo "Informality in Colombia: A New Proposal"10. Para estos autores, informal es aquel trabajador que no paga contribuciones a salud. "Principalmente estos son aquellos trabajadores que no están afiliados al Sistema de Seguridad Social de Salud, a los que pertenecen al régimen de salud subsidiado, aquellos que pagan en su totalidad la afiliación pero que no son autoempleados trabajando en casa, y esos que son beneficiarios de un contribuyente"11. Esta definición fue utilizada para la creación de una segunda variable de formalidad. Al igual que la primera toma valores de uno cuando la persona es formal y cero cuando no lo es.

Para la construcción de la variable que toma el valor de 1 cuando la persona está ocupada y 0 cuando está desocupada se tomó como referencia la definición oficial del DANE. Los ocupados son aquellas personas en edad de trabajar, que pertenecen a la población económicamente activa y que en la semana de referencia cumplieron con alguna de estas cuatro condiciones:

  • Trabajaron la mayor parte del tiempo.
  • Trabajaron por lo menos una hora remunerada.
  • No trabajaron pero tenían trabajo.
  • Los trabajadores sin remuneración que trabajaron por lo menos una hora.

Las personas en edad de trabajar son aquellas de 12 años y más para la zona urbana, y de 10 años y más para la rural.

A lo largo de esta investigación ha sido ampliamente documentada la información y la incidencia que la edad y el sexo tienen sobre el mercado laboral y las migraciones. La edad será utilizada en los tres modelos como variable control. Además, se incluye el cuadrado de la edad como variable adicional con el fin de capturar los efectos no lineales de sus variaciones en el tiempo. En las estimaciones que no miden la probabilidad de ser migrante reciente, la edad puede interpretarse con el debido cuidado y con las limitaciones que esto tiene, como proxy de la experiencia. En cuanto al sexo, es una variable control adicional utilizada para encontrar las diferencias de género en la probabilidad de ser formal, de ser migrante reciente y para medir las diferencias de ingresos mensuales laborales.

La variable que mide el estado civil es una categórica nombrada "pareja" y toma el valor de uno si la persona está casada o en unión libre y cero en el caso contrario. Por su parte, la educación, medida como años de educación, es una variable numérica continua en la que mayores valores significan mayor nivel educativo.

6. RESULTADOS

Los primeros resultados se dan con base en la contrastación de la hipótesis 1, mediante una estimación Probit. La tabla 3 (anexos) muestra los efectos marginales de esta estimación, así como las variables independientes incluidas en el modelo planteado. Esta primera hipótesis plantea que las personas con apego familiar son menos propensas a ser migrantes recientes. En esta tabla se muestra la estimación de un Probit, en el cual la variable dependiente es una dicótoma que toma el valor de uno si la persona es un migrante reciente y cero sí el individuo está en edad de trabajar y no es un migrante reciente.

La edad y la edad al cuadrado tienen la dirección esperada con relación a la probabilidad de ser un migrante reciente. La literatura y estudios empíricos demuestran que, en general, la población migrante es joven, por lo que se espera un signo negativo de la variable edad, como efectivamente resulta y se evidencia en la tabla 3. Un año adicional de edad disminuye la probabilidad de ser un migrante reciente en un 0.8%.

Una mujer tiene una probabilidad mayor del 1.4% de ser un migrante reciente con respecto a un hombre. Este resultado es coherente con la mayoría de resultados empíricos sobre las caracterizaciones por sexo de las migraciones.

Las variables que miden apego familiar "vivir con madre" y "municipio padres" y que son el centro de análisis de la estimación del modelo Probit estimado y presentado en la tabla 3, tienen el comportamiento esperado. La hipótesis a contrastar es que las personas con apego familiar son menos propensas a ser migrantes recientes. En este sentido, se espera que el signo de las variables proxy al apego familiar sea negativo como efectivamente sucede. Vivir con la madre disminuye la probabilidad de ser un migrante reciente en un 7.2% con respecto a aquellas personas que viven sin padre y madre. La otra variable que mide apego familiar es la que mayor efecto tiene sobre la probabilidad de ser un migrante reciente. Vivir en el mismo municipio donde residían los padres al nacer, disminuye la probabilidad de ser migrante reciente en un 25.3% con respecto a aquellas personas que viven en un municipio o país distinto a aquel en el cual residían sus padres al nacer.

Como era de esperarse, estar ocupado y tener pareja son variables que disminuyen la probabilidad de ser migrante reciente. Independientemente de la actividad que realice la persona, sea formal o informal, estar ocupada desincentiva migrar en búsqueda de otras oportunidades. De igual forma, tener pareja aumenta los costos de la movilización, lo cual hace migrar menos atractivo. Una persona ocupada tiene una probabilidad menor de ser migrante reciente del 2.4% en comparación a una persona desocupada. Por su parte, un individuo con pareja comparado con otro sin ella, tiene una probabilidad 1.3% menor de ser migrante reciente. Además, se observa en la tabla 3 que la educación no tiene efecto sobre la probabilidad de ser migrante reciente.

Por último, el número de personas en el hogar tiene una relación positiva con la probabilidad de ser migrante reciente. La literatura presentada en el estado del arte expone que las personas pertenecientes a hogares con alto número de integrantes son menos propensas a emigrar. El resultado encontrado en la estimación es contrario al esperado; sin embargo, cabe argumentar a favor de este hallazgo que, un hogar con muchas personas, dentro de las cuales se encuentra un migrante reciente, puede indicar que este hace parte del grupo de migrantes de retorno mencionado en algunos pasajes de esta investigación.

La tabla 4 muestra la salida de resultados de la estimación que contrasta la segunda hipótesis. En este caso se estimaron dos modelos, ambos miden la probabilidad de ser un ocupado formal. El modelo 1 tiene como variable dependiente la dicótoma de formalidad construida bajo la definición oficial del DANE, mientras que el segundo (modelo 2), utiliza como variable explicada la dummy de formalidad obtenida mediante la utilización de la definición de Seguridad Social en Salud planteada en la sección anterior.

La variable edad tiene el signo esperado, independientemente de la definición de formalidad utilizada. Un año más de edad, aumenta la probabilidad de ser formal 1.4% y 3.6% para los modelos 1 y 2, respectivamente.

Sobre el sexo, parece que esta variable no tiene efecto sobre la probabilidad de ser formal. No se encuentran diferencias entre hombres y mujeres en la probabilidad de ser un ocupado formal. Aunque la variable tiene signos contrarios entre los modelos propuestos, la teoría es un poco laxa en este aspecto debido a que no hay un consenso definido en el efecto esperado de esta variable sobre la probabilidad de ser formal. Adicionalmente, la dummy "hombre" no dio significativa desde el punto de vista estadístico para ninguno de los modelos.

La educación tiene un comportamiento parecido en los modelos propuestos. Para el primero, un año adicional de educación aumenta la probabilidad de ser formal en 5% y para el segundo en 4.1%. Este resultado va acorde con lo esperado, debido a que las personas con mayor educación tienen un salario de reserva más alto y, en general, la evidencia demuestra que los salarios asociados al empleo formal son significativamente mayores a los del empleo informal. Por otra parte, la demanda de trabajo en empleos formales requiere, en la mayoría de los casos, mayor capital humano.

En cuanto al estado civil, se espera que las personas casadas o en unión libre tengan una probabilidad mayor de ser formales que aquellas personas solteras, separadas o divorciadas. Mientras que este resultado esperado fue el que efectivamente se dio en la estimación mediante el modelo 1, el resultado del otro modelo, que utiliza la definición de Seguridad Social, fue contrario. De esta forma, una persona con pareja tiene un 3.3% más de probabilidad de ser formal en comparación a otra sin cónyuge para el modelo que utiliza la definición oficial. En cambio, para el segundo modelo, la probabilidad de ser formal para una persona con pareja es 3.1% menor con respecto a una persona que no la tiene. Aunque este último resultado va en contra de lo que expone y encuentra la teoría, la posible razón que explica el porqué de esta relación entre tener pareja y la probabilidad de ser formal, puede estar dada por la construcción de la informalidad bajo la definición de Seguridad Social en Salud. Una de las categorías que mediante esta definición cataloga a una persona como informal es ser beneficiario de un contribuyente. Las personas con pareja están más propensas a ser beneficiarias de su cónyuge, por lo que, bajo la definición propuesta serian ocupados informales.

Ser jefe de hogar es la variable que mayor peso tiene sobre la probabilidad de ser formal. Un jefe de hogar tiene una probabilidad 10.8% y 13.9% más alta de ser formal que una persona en edad de trabajar que no es el principal sostén de la casa para los modelos 1 y 2 respectivamente.

La variable proxy a los fuertes lazos familiares "vive con madre", tuvo el signo esperado para el modelo 1 pero no para el 2. La hipótesis a contrastar con la estimación de estos modelos es que las personas con fuerte apego familiar prefieren que el mercado laboral que los rige sea regulado en vez de flexible. De esta forma, se usa la formalidad y la informalidad como proxy a la regulación y flexibilización relativa del mercado laboral. Por lo tanto, se espera que una persona que viva con su madre tenga una probabilidad mayor de ser un ocupado formal con respecto a un individuo que no vive con su madre. Este fue el resultado encontrado en el modelo 1, en el cual la probabilidad de ser formal para una persona que vive con su mamá es 5.6% mayor en referencia a un individuo que no vive con su madre, es decir que tiene lazos familiares débiles. La hipótesis que se plantea para explicar el efecto contradictorio que se encuentra en el modelo 2 es parecida a la formulada en la explicación del comportamiento de las personas con pareja en la estimación de este mismo modelo. Vivir con la madre aumenta la probabilidad de ser un beneficiario de ella en términos de Seguridad Social en Salud, cuando ella es una trabajadora formal. Por tanto, que una madre ocupada formal de una persona viva en el mismo hogar que ella, la hace propensa a ser beneficiaria de ella como contribuyente y ser así un ocupado informal.

La otra variable que mide apego familiar, aunque no mide la fuerza del mismo, es la dicótoma que toma el valor de uno cuando la persona vive en el mismo municipio en el cual residían sus padres al momento de su nacimiento. Independientemente de la definición de informalidad utilizada, la variable "Municipio padres" tiene una relación negativa con la probabilidad de ser un ocupado formal. De acuerdo con esto, una persona que vive en el mismo municipio en el cual residían sus padres al momento de su nacimiento tiene una probabilidad menor de 3.9% y 3.6% de ser formal en relación a un individuo cuyos padres residían en un municipio distinto al que vive actualmente o en otro país, para los modelos 1 y 2 respectivamente. Aunque estos resultados no son los esperados, la hipótesis que motiva la estimación de la probabilidad de ser formal bajo los dos modelos propuestos, resalta la importancia de los lazos familiares fuertes, por lo cual, la presente variable proxy al apego familiar que no mide la fuerza de los mismos, puede tener valores contrarios a los propuestos por la hipótesis y sin embargo no invalidar la misma.

Como lo propone la teoría, la variable que suma los ingresos laborales del resto del hogar tiene una relación positiva con la probabilidad de ser formal para los dos modelos estimados. De esta forma, a mayores ingresos laborales mensuales del resto del hogar mayor la probabilidad de pertenecer al sector formal.

Por último, ser migrante reciente parece no tener efecto sobre la probabilidad de ser formal bajo la definición de Seguridad Social en Salud. Sin embargo, utilizando la definición oficial del DANE, es decir, analizando el comportamiento de la variable en el modelo 1, se encuentra que ser migrante reciente aumenta la probabilidad de estar empleado en el sector formal en un 4.3% con respecto a la población no migrante en edad de trabajar. Este resultado es consistente con la teoría de los migrantes económicos, que plantea básicamente que la mayor motivación asociada a la migración se debe a factores de índole económico. Así, los trabajos formales son un incentivo ideal para los migrantes debido a la seguridad y a los ingresos potenciales que este tipo de trabajos ofrecen. Es probable que muchas de las personas que migraron durante el periodo 2004 – 2008, lo hicieron porque tenían una oferta de trabajo concreta en su municipio destino.

Para la verificación de la última hipótesis se estima un modelo de regresión lineal en la que la variable dependiente es el logaritmo natural de los ingresos laborales mensuales. La tabla 5 muestra las variables incluidas como determinantes de los ingresos laborales mensuales. Un año adicional de edad aumenta en promedio los ingresos laborales mensuales en un 11.5%. Los hombres obtienen, en promedio, ingresos laborales mensuales 40.4% más altos que las mujeres. Tener pareja parece no tener efecto sobre posibles diferenciales de ingresos laborales con respecto a las personas sin pareja.

Vivir con la madre y residir en el municipio donde vivían los padres al momento de su nacimiento, como variables proxy al apego familiar, tuvieron el comportamiento esperado, por lo cual se valida la hipótesis tres, que planteaba básicamente que las personas con apego familiar tienen ingresos laborales menores a aquellas sin apego por la familia. De esta forma, las personas que viven con su madre tienen un ingreso laboral mensual 7.8% menor que aquellas que residen sin padre y madre. De igual forma, las personas que viven en el municipio donde residían sus padres al momento de su nacimiento tienen unos ingresos laborales mensuales 14.3% menores que aquellos individuos cuyos padres vivían en otro municipio o país al momento de su nacimiento.

Un año adicional de educación aumenta en promedio el ingreso laboral mensual en un 12.2%. Los jefes de hogar tienen unos ingresos laborales mensuales 27.9% mayores que las personas en edad de trabajar que no son el principal soporte económico de su hogar. Por último, los migrantes recientes tienen unos ingresos laborales mensuales 13% mayores que las personas en edad de trabajar que no son migrantes.

CONCLUSIONES

El objetivo principal de este trabajo fue analizar la relación entre el apego familiar y las migraciones recientes en Colombia. La motivación que llevó al estudio de dicha relación se dio inicialmente por el papel secundario que tiene el estudio de las migraciones dentro de las investigaciones sobre demografía, a pesar de que el comportamiento reciente de otras variables de esta corriente de pensamiento, como la tasa de mortalidad y natalidad, han dejado de ser particularmente influyentes sobre las variaciones del tamaño de la población en Colombia. De manera similar, es poco común encontrar trabajos investigativos sobre migración y sus determinantes que estudien los costos no monetarios asociados a las decisiones de movilización. En este sentido, el presente trabajo se constituye en una de las pocas investigaciones que estudia el efecto de factores de índole psicológico sobre las decisiones potenciales de migrar en Colombia. Particularmente, se centró la atención en el apego por la familia como la variable que mide los costos psicológicos de la migración. El apego familiar fue incluido en el trabajo mediante dos variables proxy: vivir con la madre y residir en el municipio donde vivían los padres de la persona al nacer. La relación entre apego familiar y las migraciones recientes en Colombia fue estudiada mediante la propuesta y estimación de la hipótesis 1 que describe básicamente lo siguiente: las personas con fuertes lazos familiares son menos propensas a migrar. Esta hipótesis fue estimada por medio de un modelo Probit en el cual la variable dependiente era una dicótoma que toma el valor de uno si la persona es un migrante reciente y cero en el caso contrario. Esta hipótesis fue validada por el comportamiento de las variables proxy de apego familiar. Ambas variables se comportaron de acuerdo con lo esperado, lo que implica que tienen relación negativa con la migración, es decir, se valida la hipótesis que plantea que aquellas personas con lazos familiares son menos propensas a migrar. Para esta estimación también fueron importantes los resultados que tuvieron las variables sexo y ocupado sobre la probabilidad de ser un migrante reciente.

De manera adicional, pero con bastante rigor, se estudió la incidencia que tiene el apego familiar sobre las variables trabajo formal e ingresos laborales. Para cada relación particular se planteó y se probó una hipótesis específica.

La segunda hipótesis, que plantea en palabras sencillas que las personas con fuerte apego familiar prefieren estar regidas por un mercado laboral regulado y no por uno flexible, fue estimada también mediante un Probit en el cual la variable dependiente es una dummy que toma el valor de uno si la persona es un ocupado formal y cero si es informal. Se toma la formalidad y la informalidad como proxy a los mercados laborales regulados y flexibles respectivamente. La construcción de la variable de formalidad se hizo bajo dos definiciones distintas. Una es la definición oficial del DANE y la otra es una definición alternativa relacionada con la Seguridad Social en Salud. Los resultados de las estimaciones entre definiciones fueron distintos. Mientras que bajo la definición de informalidad oficial del DANE, la variable que mide fuerte apego familiar tuvo el efecto esperado sobre la probabilidad de ser formal, bajo la otra definición no fue así. De esta forma, la hipótesis planteada anteriormente fue validada para el modelo cuya variable dependiente se construyó con la definición oficial del DANE, y fue rechazada para el otro modelo con variable dependiente construida con la definición de Seguridad Social en Salud. Para estas estimaciones, las variables jefe de hogar y educación fueron las que mayor incidencia tuvieron sobre la probabilidad de ser un ocupado formal, independientemente de la definición utilizada.

Por último, La tercera hipótesis sugiere que las personas con apego familiar tienen ingresos laborales menores que aquellas sin apego por la familia. La hipótesis fue validada debido al comportamiento esperado que tuvieron las variables proxy al apego familiar en relación con los ingresos laborales mensuales, transformados y utilizados en su forma logarítmica. De esta forma, en promedio, las personas con apego por la familia tienen menores ingresos laborales que aquellos individuos que no tienen apego familiar. Ser hombre y ser jefe de hogar son las variables que mayor efecto positivo tienen sobre los diferenciales de ingresos laborales mensuales.

De manera consistente durante varias secciones del trabajo se intentó dar fuerza a la importancia que tiene estudiar el tema de las migraciones en Colombia. Sobre este tema, y haciendo referencia directa sobre la sección de resultados, el estudio alternativo que incluye variables que miden los costos no monetarios, como son los psicológicos, demostró ser de mucha importancia y tener una gran incidencia sobre los determinantes de las migraciones recientes. La mejor prueba radica en que las variables proxy al apego familiar fueron las que mayor efecto tuvieron sobre la probabilidad de ser un migrante reciente, aun por encima de variables como el sexo y la edad, que para la literatura son las que normalmente mayor incidencia tienen sobre los comportamientos migratorios. Los resultados son satisfactorios y abren el camino de exploración a futuras investigaciones relacionadas con el tema de las migraciones y su relación con variables de índole psicológico que puedan tener un efecto significativo como lo tuvo en este trabajo el apego familiar.


Notas

1En abril de 1948 fue asesinado Jorge Eliécer Gaitán y a su defunción se le adjudica el inicio de la época de la violencia que perduró por lo menos 8 años.
2Dato extraído de un estudio de Flórez, citado por Martínez (2006).
3El Frente Nacional fue un acuerdo entre el partido liberal y el conservador para alternar mandatos presidenciales durante los cuatro periodos subsiguientes.
4Para la ampliación de esta información consultar: Fields (1979).
5Citado por Pol (2004).
6Citados por Martínez (2006).
7Para ampliar esta información sobre la clasificación de los costos de movilización, consultar Silva y Román (2009).
8Evidentemente la probabilidad de estar empleado es distinta para los individuos de fuerte apego familiar con respecto a aquellos con lazos familiares débiles.
9Citado por Ospino y Roldán (2009). Cabe mencionar que el DANE propuso una nueva definición de informalidad a partir del año 2008, en la cual se cambia la referencia de la vinculación a empresas de 10 personas a 5 como medida de informalidad. Además se consideran informales a los trabajadores sin remuneración en empresas o negocios de otros hogares, así como a los jornaleros y peones.
10Manuscrito sin publicar.
11Ospino, Roldán y Fernández (2010). Informality in Colombia: a new proposal, op.cit., p.12, "Mainly these are those workers who are not affiliated to the social security health system, those belonging to the subsidized health regime, those who pay themselves the full membership but are not self employed working at home, and those who are beneficiaries of a contributor". Traducción hecha por el autor.


REFERENCIAS

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Anexo 1