Objetivo:

Este artículo analiza el impacto potencial que las instituciones internacionales pueden tener en la dinámica de la memoria colectiva dentro de los Estados a partir del estudio de caso de las medidas de reparación ordenadas por la Corte Interamericana de Derechos Humanos en el caso “Penal Miguel Castro Castro vs. Perú” en 2006, que exigió la modificación del monumento “Ojo que Llora”, ubicado en Lima.

Metodología:

Luego de una descripción del contexto que llevó a la Corte a ordenar la modificación del “Ojo que Llora”, diseñado para recordar a las víctimas del conflicto armado ocurrido en el Perú entre 1980 y 2000, se analizan las consecuencias de la sentencia a la luz de conceptos como memoria colectiva, memoria oficial, disputas por la memoria, memorias subterráneas y lugares de memoria. La selección de la Corte Interamericana como objeto de análisis se basa en su capacidad única, entre los tribunales regionales de derechos humanos, para determinar una variedad de medidas simbólicas tales como reparaciones por violaciones de derechos humanos, incluyendo la construcción y modificación de lugares de memoria.

Originalidad:

Si bien el poder de influencia de un Estado sobre la memoria colectiva de los grupos sociales es ampliamente reconocido e investigado en el campo de los estudios de memoria, esta investigación innova al proponer consideraciones sobre el papel de las instituciones supranacionales en este proceso.

Conclusiones:

Estudiar el impacto del juicio permite observar la influencia que pueden ejercer las instituciones internacionales en la memoria colectiva de los Estados. En este sentido, la práctica de la Corte Interamericana de movilizar lugares de memoria en honor a las víctimas de violaciones de derechos humanos como medida de reparación, a pesar de ser positiva, exige mucha cautela.