SciELO - Scientific Electronic Library Online

 
vol.13 issue26Marketing of the political party in governmentNetwork science, connectivity and society author indexsubject indexarticles search
Home Pagealphabetic serial listing  

Services on Demand

Journal

Article

Indicators

Related links

  • On index processCited by Google
  • Have no similar articlesSimilars in SciELO
  • On index processSimilars in Google

Share


Semestre Económico

Print version ISSN 0120-6346On-line version ISSN 2248-4345

Semest. Econ. vol.13 no.6 Medellín Jan./June 2010

 

La enseñanza en economía: una reflexión desde la perspectiva del contenido*

 

Economic teaching: a reflection form the content perspective

 

O ensino na economia: uma reflexão desde a perspectiva do Conteúdo

 

 

María Esperanza Cuenca Coral**

** Economista Universidad Nacional, Bogotá, Colombia. Estudiante de maestría, Pontificia Universidad Javeriana, Bogotá, Colombia. Docente, programa de Economía, Pontificia Universidad Javeriana, Bogotá, Colombia. Dirección postal: Cra 68C No 96-28, Bogotá, Colombia. Correo electrónico: mcuenca@javriana.edu.co.

 

 


Resumen

El artículo busca aportar en la reflexión acerca de la enseñanza en economía, desde la perspectiva del contenido. Es evidente que no se puede encontrar una "receta mágica" y que las diversas opiniones deben encontrar un espacio dentro de este tipo de propuestas; pero sí se puede llegar a un acuerdo doctrinal que permita un análisis profundo de la ciencia por sí misma. Partiendo de la idea de que la teoría del equilibrio general (TEG) es el núcleo de la teoría económica, al cual debe realizársele un estudio profundo y crítico, se plantea que se debe tomar esta teoría como la base de la enseñanza, que, además, debe estar nutrida por las doctrinas de pensamiento económico, con el fin de dar criterios suficientes a los estudiantes. El artículo termina con una propuesta de formación de los economistas.

Palabras Clave

Economía, enseñanza de la economía; teoría del equilibrio general. Clasificación JEL: A20; A22; A23; D50

Contenido

Introducción; 1. Acercamiento a la teoría del equilibrio general; 2. Propuesta: la enseñanza de la economía; 3. Conclusiones; Bibliografía.


Abstract

The article seeks to contribute in the economics teaching reflection from the content perspective. It is evident that a "magic recipe" cannot be found and different options must find their place in this type of proposals; but a doctrinal agreement can be reached enabling an in depth analysis of science. Parting form the idea that the general equilibrium theory (GET) is economics theory core, in where an in depth and critical study must be done; exposing that this theory must be taken as the base of teaching and must be fed with economic thought doctrines, with the end of giving sufficient criteria to students. The article ends with an economist formation proposal.

Key Words

Economics, economics teaching; general equilibrium theory. JEL Classification: A20; A22; A23; D50

Content

Introduction; 1. Approaching the general equilibrium theory; 2. Proposal; economics teaching; 3. Conclusions; Bibliography


Resumo

O artigo procura aportar na reflexão ao respeito do ensino da economia, desde a perspectiva do Conteúdo. É evidente que não se pode encontrar uma "receita mágica" e que as diversas opiniões devem encontrar um espaço dentro deste tipo de propostas: mais pode se chegar a um acordo doutrinal que permita uma análise profunda da ciência por se mesma. Partindo da idéia que a teoria do equilíbrio geral (TEG) é o núcleo da teoria econômica, ao qual deve se lhe realizar um estudo profundo e critico; Explica se que devem se tomar esta teoria como a base do ensino, que ademais deve estar nutrida pelas doutrinas do pensamento econômico, com o fim de dar critérios suficientes aos estudantes. O artigo termina com uma proposta de formação dos economistas.

Palavras-Chaves

Economia, ensino da economia, teoria do equilíbrio geral. Classificação JEL: A20; A22; A23; D50

Conteúdo

Introdução; 1. Aproximação a teoria do equilíbrio geral: 2. Proposta: o ensino da economia; 3. Conclusões; Bibliografia.


 

INTRODUCCIÓN

Muchas opiniones podrían darse acerca de la docencia en economía, de sus corrientes de pensamiento e incluso de la instrumentación necesaria en la formación de un economista. Este documento no pretende presentar una reseña de todas las posiciones; intenta introducir algunos elementos a la discusión, relacionada desde la perspectiva de formación de los economistas, sus fortalezas, debilidades y retos. El objetivo general del texto es establecer algunos elementos que podrían considerarse al diseñar currículos y planes de estudio en las diferentes facultades.

Se parte de establecer que la economía es una ciencia y como tal debe ser enseñada, considerando el carácter social de la ciencia dada su naturaleza. Se propone, además, una reflexión crítica acerca de lo que se enseña y se aprende en las diferentes facultades de economía desde el paradigma de la TEG propuesta por la escuela neoclásica.

Esta discusión es de especial relevancia en el momento por el cual están pasando las universidades colombianas, puesto que el examen ECAES1, la acreditación y el registro calificado parecieran estandarizar manuales, posiciones ideológicas y tal vez hasta docentes. El resultado final es una propuesta acerca de la formación del economista desde la perspectiva de un núcleo básico de la teoría económica.

Este artículo se divide en tres secciones: la introducción, que contextualiza la visión personal del autor, un acercamiento a la teoría del equilibrio general desde la perspectiva de su importancia dentro de la teoría económica; y, por último, la propuesta del autor que incluye algunas consideraciones pedagógicas y para finalizar, el apartado acerca de la formación de los economistas.

 

1. ACERCAMIENTO A LA TEORÍA DEL EQUILIBRIO GENERAL

La noción del equilibrio en el sistema económico comienza casi en el origen de la economía. La obra de Quesnay (1758) ya tiene nociones del equilibrio en algunos de los mercados. Posteriores economistas, como Marshall (1842), estudiaron el funcionamiento de equilibrios parciales y de ajustes vía cantidades. Ahora bien, el fundador de la teoría moderna es Walras (1874) quien, en su obra Principios de economía pura, y junto a otros investigadores como Pareto (1896) establecieron los principios básicos de esta doctrina, basada en la idea de interrelación de los mercados y de las condiciones que hacen al sistema, eficiente. Una de las extensiones más importantes de su trabajo fue la hecha por Hicks (1937) en la síntesis neoclásica.

Avances más recientes están relacionados con la competencia imperfecta, modelos de incertidumbre, o con juegos de estrategia, como los propuestos por Von Newman (1928) y Von Newman y Morgensten (1944). Durante estos desarrollos, economistas de la mano de matemáticos como Kakutani (1941) han demostrado el teorema del punto fijo y con ello aspectos trascendentales dentro de la teoría económica, como la existencia del equilibrio (Debreu, 1951 y Arrow y Debreu, 1954).

Todos estos trabajos tiene entre sí elementos comunes: el individualismo metodológico, la descentralización de las acciones y la racionalidad de los agentes. Se han derivado extensiones muy importantes de competencia imperfecta como los rendimientos crecientes a escala, las externalidades, los bienes públicos y los análisis de información asimétrica que pueden explicar incluso las actuaciones del Estado.

En este artículo, se parte del estudio de la teoría del equilibrio general, siguiendo a Morin (1999, p. 7), quien postula que un paradigma se puede definir por

La promoción/selección de los conceptos maestros de la inteligibilidad. Así, el Orden en las concepciones deterministas, la materia en las concepciones materialistas, el espíritu en las concepciones espiritualistas, la estructura en las concepciones estructuralistas son los conceptos maestros seleccionados/seleccionantes que excluyen o subordinan los conceptos que les son antinómicos (el desorden, el espíritu, la materia, el acontecimiento). De este modo, el nivel paradigmático es el del principio de selección de las ideas que están integradas en el discurso o en la teoría o que son apartadas y rechazadas.

De esta manera, en economía, el concepto maestro que la diferencia, que la marca como ciencia es el equilibrio. Las categorías, las relaciones y los análisis se circunscriben a relaciones dentro o fuera del equilibrio. Como se verá más adelante, las diferentes corrientes de pensamiento quedan reducidas a extensiones de categorías comunes que comparten con este paradigma o núcleo central, las nociones básicas de oferta, demanda y, por supuesto, equilibrio. Siguiendo la misma obra de Morin (1999, p. 8)

La determinación de las operaciones lógicas maestras. El paradigma está oculto bajo la lógica y selecciona las operaciones lógicas que se vuelven a la vez preponderantes, pertinentes y evidentes bajo su imperio (exclusión-inclusión, disyunción-conjunción, implicación-negación). Es el paradigma quien otorga el privilegio a ciertas operaciones lógicas a expensas de otras como la disyunción, en detrimento de la conjunción; es él quien da validez y universalidad a la lógica que ha elegido. Por eso mismo, da a los discursos y a las teorías que controlan las características de necesidad y verdad.

Esta característica parece ser descrita básicamente para el modelo de equilibrio general. Su consistencia interna y su manejo de los instrumentos del cálculo terminaron por exigir a casi todas las teorías posteriores la formalización matemática y conceptual como garantía de seriedad teórica. Y en algunos casos de macroeconomía moderna, su relevancia se la debe a la microfundamentación que tienen implícita en la definición de conceptos, como las funciones de utilidad. Para Morin (1999, p. 7)

Así pues, el paradigma efectúa la selección y la determinación de la conceptualización y de las operaciones lógicas. Designa las categorías fundamentales de la inteligibilidad y efectúa el control de su empleo. Los individuos conocen, piensan y actúan según los paradigmas inscritos culturalmente en ellos.

Otros autores, como Cataño (2004, p. 175), postulan que:

(La TEG) Es la base del paradigma o enfoque central de los economistas, 'el neoclásico'. Este enfoque toma la forma de un conjunto de modelos integrados que se construyen de acuerdo con reglas precisas, y que responde a diversas ideas y realidades económicas que constituyen lo que D'Autume [2000] ha llamado "Neoclasicismo extendido". Se tiene así la microeconomía de mercados perfectos e imperfectos —modelos de fallas del mercado—, la macroeconomía con fundamentos micro, la teoría del crecimiento y todos los modelos derivados de la economía del bienestar que pretenden orientar la política económica

No es nuevo el estudio de estos temas. Se pueden leer, entre otros, los trabajos de Currie (1965), Bejarano (1999), González (2002) y García (2004). Desde diferentes perspectivas, estos autores argumentan los lineamientos más importantes que son deseables para la economía como ciencia y hacen aportes a las características esperadas de los economistas.

En este artículo, se parte de la idea que la base de la enseñanza de la economía actualmente es la teoría del equilibrio general, la cual presenta múltiples debilidades que son reconocidas ya desde sus mismos fundadores; pero al mismo tiempo, esta teoría se percibe como núcleo de la ciencia económica corriente de pensamiento dominante, de tal manera que parece asimilar las críticas y, además, tender a perpetuarse. Ahora bien, sea usted neoclásico o detractor, una referencia obligada es el tema de la teoría del equilibrio general.

Se toma como base la definición de Lakatos (1970) que supone que para toda ciencia, existe lo que se denomina un núcleo duro, es decir, una serie de ideas, axiomas y supuestos que para quienes hacen parte de la ciencia, son irrefutables; y dentro de las ciencias sociales, se presentan universalmente dos condiciones que debería cumplir la TEG: debe ser estudiada por todos los economistas, y debe ser irrefutable.

He aquí una de sus fortalezas en la academia y especialmente en Colombia. Existe una importancia incomparable de la escuela neoclásica sobre otros desarrollos lo cual argumenta la percepción que se tiene acerca de esta teoría como la dominante. La teoría del equilibrio general se estudia como parte de la formación de los economistas, a través de dos fuentes: los manuales de microeconomía y los de macroeconomía.

Según Cataño (2004, p. 177), la importancia de esta teoría se debe a:

Aparece como la más desarrollada en el cumplimiento del tema central de los economistas, esto es, resolver la pregunta de A. Smith sobre el proceso y las condiciones de la coordinación mercantil de los individuos descentralizados.

Uno de los más importantes logros de la TEG es construir un conjunto de modelos, con reglas comunes y precisas2. La TEG ha convertido otras teorías, específicamente la ricardiana y la keynesiana, en sus casos particulares. Esto, además dentro de la pretensión de un análisis transversal de la economía de tal manera que el análisis económico queda así unificado.

Su alto grado de matematización la hace aparecer como un enfoque próximo al de las ciencias naturales, de tal forma que la economía es para muchos como la única ciencia social "dura" afirma en su artículo, Cataño (2004, p. 178). A propósito, vale la pena cuestionarse acerca del papel de las matemáticas dentro de la teoría económica.

Para algunos autores, como Bejarano (1999), esta no es una tendencia deseable. Infortunadamente, y a diferencia de profesores como este último, quienes tienen el modelo claramente definido y mucha autoridad en la opinión expresada, la discusión acerca de este punto está permeada de intereses diferentes a la construcción de la ciencia y, en ocasiones, parecería que los estudiantes menos avezados en matemáticas son quienes con mayor ahínco proponen su eliminación del plan de estudios. Si se pretendiera desarrollar este punto con el nivel de detalle más adecuado, es posible que se requiera un nuevo artículo.

A continuación sólo se hace una presentación somera de las críticas consideradas más relevantes. En general los detractores acusan al equilibrio general de ser irreal, es decir, no presentar descripciones ajustadas a la realidad. Sin embargo, esta no es una posición unánime, puesto que éstas han terminado o bien por ser absorbidas por el modelo, o bien descalificadas por considerar que el objetivo de la teoría es la pregunta de Smith (1776) y por ello, dada la naturaleza abstracta de la pregunta, su respuesta también lo es.

Además, se han encontrado debilidades relacionadas con la demostración de estabilidad y de unicidad del equilibrio. En estos desarrollos se requiere la incorporación de la hipótesis de sustituibilidad bruta3, con lo cual se le añaden características a la función de utilidad que la hacen específica, casi un caso particular. Con respecto a la imposibilidad de probar la estabilidad global nada garantiza que a pesar de existir el equilibrio, al partir de un desequilibrio, la economía tienda a él. Es decir, que no se puede garantizar que al final, las decisiones de los individuos se hagan coherentes las unas con las otras. Si se acepta el supuesto de sustituibilidad bruta, tendría que incluirse una condición de tal manera que las demandas agregadas no reflejan únicamente la racionalidad de los individuos.

Un aspecto adicional, no menos importante, es la ausencia de transacciones bilaterales. No es posible, dentro de la teoría del equilibrio general, que dos individuos se encuentren y realicen transacciones. Es por ello que se incluyen dos instituciones: la caja de compensación y el subastador4, las cuales van en contravía de la idea seminal de descentralización.

Vale la pena hacer claridad acerca del papel del subastador como institución dentro de la teoría del equilibrio. Si bien no es la única institución termina siendo el encargado de determinar no sólo el vector de precios de equilibrio (a los cuales se realiza el intercambio) sino que además se encarga de, en caso de que exista un desequilibrio, realizar las variaciones que hagan tender a él.

El funcionamiento del subastador sería como si los hijos siempre tuvieran un padre sobre-protector que sabe lo que conviene. Todos los hijos saben lo que esperan los padres (el vector de precios) y se pueden tomar decisiones erradas (desequilibrios) pero este padre, en especial, se encarga de evaluar las condiciones y sugerir cómo debe ser el comportamiento para que las acciones puedan llevarse a cabo. Es decir, los lleva en la trayectoria, de un desequilibrio a un equilibrio, donde las decisiones ya no son descentralizadas.

En este orden de ideas, Benetti (2002) propone como la mayor dificultad de la teoría económica walrasiana la incapacidad de determinar los precios en desequilibrio5. Es decir, más allá de que las leyes de la oferta y la demanda sean las encargadas de fijar los precios, ¿cuál es la ruta desde un precio de desequilibrio que lleva al equilibrio? La respuesta está en el subastador.

Es evidente que muchos consideran cuestionable la teoría neoclásica. La limitación al respecto es que, a pesar de ello, numerosos desarrollos posteriores incluyen las categorías de racionalidad del individuo y precios flexibles. De este modo, se fortalece la teoría neoclásica al generalizar las categorías de dicho proyecto como lenguaje propio de un economista, además, se sigue considerando como modelo normativo de comparación con la realidad, a pesar de las fallas dentro de su construcción.

Muchas son las polémicas que al respecto quedan por ser resueltas, y una de las más importantes es la microfundamentación. Al respecto, se ha tomado, desde la escuela de la nueva macro clásica la posición de que es inevitable llevarla a cabo. Tres razones argumentan dicha posición: el amplio número de trabajos alrededor del programa de investigación walrasiano (al respecto, ver Weintraub, 1979), adicionalmente, el programa de investigación keynesiano se presenta en ocasiones inconsistente y por ello no propone una salida viable a la teoría neoclásica. Una última razón, en el ámbito de la macroeconomía es la aparición de la nueva síntesis neoclásica, donde el esquema IS-LM le proporciona a los microfundamentos un soporte analítico adecuado (Sargent, 1987).

 

2. PROPUESTA: LA ENSEÑANZA DE LA ECONOMÍA

Desde el inicio de esta segunda parte, debe hacerse claridad sobre la inexistencia de una solución personal o definitiva y mucho menos de una conclusión que pueda permitir cerrar este debate; será la comunidad de economistas quien encuentre posibles soluciones las cuales se harán evidentes en el desarrollo de investigaciones posteriores.

De acuerdo con las ideas hasta aquí desarrolladas, a pesar de sus limitaciones se sigue enseñando la teoría del equilibrio general, a través de la microeconomía y la macroeconomía. En la microeconomía, se enseña el modelo de competencia perfecta, y como elemento adicional, se enseñan los modelos de competencia imperfecta que, desde las mismas categorías de la teoría neoclásica, han terminado por incorporarse dentro de la TEG. Al respecto, dicho estudio es más bien la incorporación de nuevas ideas dentro del mismo núcleo. Este tipo de cambios es simplemente la acumulación de conocimiento y no cuestiona la posición del paradigma dominante.

Por ello, puede decirse que por ahora, de alguna manera dichas críticas lo que han terminado por hacer es fortalecer el modelo, haciéndolo más robusto al transformar la crítica evidente de la incoherencia entre teoría y práctica en modelos neoclásicos que tocan diferentes estructuras de mercado. Incluso, se ha pretendido mostrar el modelo de generaciones traslapadas como la respuesta a la característica de falta de dinámica del modelo.

Desde el punto de vista de la macroeconomía, se reconoce la formación de una nueva síntesis neoclásica, que pretende incluir la microfundamentación (se hace referencia a los intentos de la nueva macroeconomía clásica), imperfecciones de mercado y la dinámica contra la concepción estática tradicional. Hace falta desarrollar la introducción del dinero. Sobre la evolución de la macroeconomía, Helge Brink (1992, p. 46) afirma:

Los cambios en la teoría macroeconómica dominante han sido profundos, y han ocurrido en dos niveles. Primero hay una retorno a la concepción de mano invisible, en este caso acompañado por una derivación "rigurosa" de modelos macroeconómicos desde el comportamiento individual ultra-neoclásico. Segundo, y no desconectado con el primer desarrollo, la macroeconomía se ha vuelto altamente esotérica. En la actualidad, muchos artículos de la teoría macroeconómica han vuelto sus ojos hacia los ejercicios en teoría del equilibrio general. Este está, por supuesto en perfecta armonía con el presente credo de una teoría económica unificada.

Detrás de ambos modelos, el microeconómico y el macroeconómico, se encuentran las mismas categorías de la teoría neoclásica: los individuos son racionales y los precios vacían los mercados. Al respecto, la macroeconomía, además, incluye la existencia de expectativas racionales. De esta manera, lo que sucede con la teoría económica es que, a través de la formación de los economistas y desde la perspectiva de los investigadores modernos, no aparecen claras posiciones heterodoxas consolidadas que incluyan categorías adicionales; sino más bien se fortalece el núcleo de la teoría económica.

Es importante hacer énfasis en dos aspectos: el primero de ellos es que los neoclásicos incorporan dentro de su modelo las críticas, y desalientan las diferentes posiciones las cuales parecen debilitarse. De esta manera no aparecen fuertes otras maneras de estudiar la economía.

Se podría profundizar acerca de los nuevos desarrollos neoricardianos, neomarxistas, neokeynesianos o poskeynesianos, entre otros. Como solución propuesta, debe buscarse una reconciliación posible entre macroeconomía y microeconomía y si es posible abandonar la base analítica asociada con la teoría del equilibrio. En esta perspectiva, González (1997) encuentra que existen tres programas teóricos desde la macroeconomía y que se basan en un método basado en el desequilibrio: los poskeynesianso, el institucionalista y el regulacionista. Estos programas deberán presentar nuevas relaciones, nuevas categorías y la posibilidad de enfrentarse con el núcleo duro.

Viene entonces una segunda condición para que se pueda considerar la TEG como núcleo de la teoría económica: la posición de la teoría que hace parte del núcleo de la economía debe ser considerada irrefutable. Desde esta perspectiva, el núcleo de la economía presenta su mayor debilidad. Muchos son los autores que encuentran imperfecciones dentro del proyecto neoclásico.

Un elemento que no se ha tenido en cuenta pero que posee especial relevancia en la enseñanza de la economía es su interrelación con otras ciencias sociales. Ya desde cuando Mill (1951) propuso la economía política como ciencia, se postuló el individualismo la armonía de los intereses egoístas y las acciones descentralizadas, perdiendo, por ejemplo la perspectiva histórica y sociológica que podría enriquecer el análisis económico.

2.1 Consideraciones pedagógicas

La pedagogía ha sido una cuestión estudiada desde los orígenes de las sociedades, dada la necesidad de dar a conocer las diferentes tareas en las colectividades humanas. No se pretende, en esta parte del artículo, hacer un debate intenso sobre la teoría en pedagogía. Más bien se pretende retomar una idea de quien se considera el padre de la didáctica, Comenio (1610). Postula que debería desarrollarse un método de enseñanza que en últimas, enseñe todo a todos (esta idea derivada del contexto renacentista en que se encontraba) y que dicha enseñanza debe integrar la teoría, la práctica y la crisis.

Además, y en concordancia con estas ideas, Morin (1999) postula que la educación debe evidenciar el contexto, lo global, lo multidisciplinar y lo complejo. Es evidente que en muchos de estos aspectos el paradigma económico se queda corto, pues al carecer de relaciones con las ciencias sociales su carácter multidisciplinar queda únicamente relacionado con las matemáticas y la estadística, que más parecieran herramientas al servicio del análisis económico.

De esta manera, la enseñanza de la economía no puede particularizarse y reducirse al grupo de futuros economistas. Muchas disciplinas hacen usos de las categorías económicas dentro de sus propias investigaciones temáticas. Este es un desafío a asumir por parte de los docentes quienes deben estar en capacidad de hacer llegar el conocimiento a estudiantes que probablemente no han escuchado muchas de las categorías que se pretenden dar a conocer.

Una posible respuesta a quienes se cuestionan por la validez de la microeconomía es que, al estudiar los mercados, se tiene relación con muchos de los aspectos de la vida humana, a través incluso del lenguaje. Es así como otras disciplinas son influenciadas por categorías de esta rama de la economía: precios, preferencias y restricción acaban por definirse a ellos mismos en el comportamiento de múltiples profesionales.

De hecho, la economía termina por ser una ciencia social cuyo lenguaje modifica las realidades, pues cuando se conoce de economía, se aplican algunas de sus categorías en la vida diaria. Podría decirse que es una profecía auto-cumplida, pues se le ha dicho al estudiante que es un consumidor que se guía por sus preferencias y su restricción presupuestal. Es muy probable que la próxima vez que vaya de compras, trate de aplicar este principio, como si estuviese en competencia perfecta.

Con respecto a la macroeconomía, muestra evidentemente algunas de las categorías básicas para entender el contexto económico y en general, las condiciones económicas en las cuales se desenvuelven los agentes. De allí la importancia de su existencia en los planes de estudio de otras carreras, especialmente las económico-administrativas.

De esta manera, y en cuanto a la relación con otras disciplinas, la enseñanza de estas la microeconomía y la macroeconomía ha sido el instrumento por el cual la economía ha tenido influencia en otras disciplinas. La mayoría de universitarios de las ciencias humanas y sociales han visto alguna vez un curso de estos, de tal manera que su conocimiento es parte ya del patrimonio cultural de muchos profesionales. Sin embargo, si se decide cambiar la manera de desarrollar la economía o su enseñanza, muy seguramente estos cursos sean modificados. Pero la decisión será tomada, en últimas, dentro de los centros de enseñanza en economía, encargados de capacitar a los futuros docentes.

Por ello, a continuación se presenta una propuesta acerca de la docencia en las facultades de economía.

2.2 La formación de los economistas

El primer aspecto propuesto es que en la academia, en las Facultades de Economía, debería enseñarse la teoría del equilibrio general como un curso independiente. No se puede enseñar con base en los textos manuales de microeconomía y macroeconomía y esperar que el estudiante entienda, entre líneas, las características de la teoría. Debe enseñarse con objetividad, mostrando no sólo las demostraciones matemáticas, que ya se consideran su fortaleza, sino que deben incluirse al mismo tiempo, las críticas y sus falencias.

La academia, así como los diferentes centros de investigación y de formación han jugado un papel decisivo en la permanencia de la teoría neoclásica como paradigma teórico. La enseñanza de los aspectos teóricos con base en manuales ha sido más sencilla, ha simplificado la transmisión de la información; pero también la ha limitado.

Al respecto, cuando Hahn (1983) habla de los amigos de la teoría del equilibrio general, encuentra que hay dos tipos de amigos muy peligrosos; por un lado, hace referencia a los economistas de la escuela de Chicago quienes buscan aplicar la teoría en campos los cuales sobrepasan su aplicación, y cita como ejemplo a Friedman (2007, p. 253) y su tasa natural de desempleo. Y dentro del tema de los manuales, afirma:

Los enemigos encuentran que sus libros (los libros de texto) son una mina inagotable de lenguaje descuidado y de afirmaciones apresuradas. Se han escrito libros completos para refutar algunos malos autores de libro de texto cuyo pecado habitual es que emplean la teoría mecánicamente y al parecer sin entendimiento. Por ejemplo, se pueden hallar muchos relatos de la proposición de que el equilibrio del libre comercio es eficiente en el sentido de Pareto para el mundo en su totalidad. Muy rara vez estos libros de texto describen de manera completa y precisa lo que se requiere para llegar a este resultado en particular, ausencia de retornos crecientes y un conjunto completo de mercados Arrow - Debreu

Ahora bien, con respecto a la pregunta de si macroeconomía y microeconomía deben ser las materias básicas por las cuales los estudiantes de economía deban comenzar, se puede pensar más bien en una enseñanza histórica, que parta de las ideas fundadoras en los primeros cursos. Debe fortalecerse la formación teórica de los estudiantes, desde cursos como pensamiento económico que permita una coherencia inherente a la necesidad de las nuevas realidades económicas. En la formación del economista, debe pensarse en la profundización de cursos con temas por fuera de los desarrollos walrasianos y en eventos de academia, el estudio y desarrollo de artículos que no sean meras extensiones del proyecto neoclásico

También deben enseñarse matemáticas, estadística y econometría; se propone al respecto que no sólo se enseñen sus aplicaciones, también una econometría que muestre no sólo las demostraciones sino sus alcances e, inclusive, sus fallas. La crítica de Lucas (1965) a la econometría paramétrica debería ser de común conocimiento para los economistas, así como la necesidad de incluir las expectativas en los diferentes modelos. Deben mostrarse no sólo los logros sino las limitaciones. Para ello, es necesario dotar al alumno de unas buenas bases en matemáticas, porque la falla no está en el instrumento sino en el criterio que guía su aplicación.

Como se vienen enseñando estos cursos, han terminado por desdibujar la teoría del equilibrio general. Muchos de los alumnos no conocen ni siquiera quiénes son los autores de la teoría que aprenden, mucho menos el contexto histórico; de hecho, la escuela neoclásica desconoce los aspectos históricos como afirma Marla Ripoll (1995): mientras que los clásicos en especial Marx, otorgan un papel importante a la historia y a las clases, los neoclásicos hacen abstracción de la historia y las clases, con el objeto de formular leyes más generales de la economía.

Al estudiante de economía debe enseñársele a utilizar los instrumentos teóricos en sus análisis de manera adecuada con los diferentes contextos. Es evidente que deben fortalecerse no sólo la enseñanza del resto de teorías sino de la historia de cada uno de los países, historia mundial y por supuesto historia del pensamiento económico.

Debe buscarse que cada uno de ellos desarrolle sus propios criterios e involucrarlos en procesos de investigación no sólo de coyuntura sino, por qué no, de investigación básica que permita hacer aportes a la ciencia como tal. Pero para ello es necesario mostrar los debates de la teoría, bajo un pensamiento tolerante y respetuoso, de tal manera que con base en su espíritu crítico sea capaz de proponer salidas propias.

Concluir si la teoría del equilibrio general está agotada como paradigma dominante o como núcleo duro de la teoría económica no es una cuestión simple. Aparentemente, en los últimos años ha resistido los embates de sus más enconados críticos, incorporando a su método de análisis las observaciones hechas acerca del poco realismo.

Deben tenerse en cuenta algunas consideraciones adicionales, como las que pone en relieve Gallardo (2004, p. 18),

... el modelo de equilibrio general adquirió el estatus de modelo central, porque además de desarrollar conclusiones teóricas relevantes, se convirtió en estructura metodológica para abordar diversas problemáticas económicas. En otras palabras, con el equilibrio general se instituyó un método, una manera de mirar y reflexionar económicamente.

Quedan por resolver algunas de las falencias teóricas más importantes, y son las relacionadas con la unicidad y convergencia del equilibrio o con la introducción del subastador. Pero al trabajar en ellas, quienes así lo deseen, deberán reconocerse a sí mismos como neoclásicos. Eso parece ser hoy una etiqueta casi tan perjudicial como reconocerse neoliberal. Aquí se pone en perspectiva una idea que debe considerarse: las críticas al modelo teórico tendrán implicaciones políticas, por lo cual en defensa del modelo, sus más enconados defensores podrán calificar a la heterodoxia como no científica (desde el punto de vista teórico), y peligrosa desde lo político, siguiendo a Gabriel Misas (2004, p. 224).

Al mismo tiempo, la teoría del equilibrio general ha utilizado su relativo poder dentro de los centros de formación para aparecer como la única teoría a estudiar. Son muchos los intereses que dentro de la economía política de la academia se muestran en el diseño de los planes de estudio.

Entre ellos, por ejemplo, está el hecho de que muchos de los profesores que se dedican a dictar los cursos han realizado estudios de especialización fuera del país, en centros de estudio donde se enseña únicamente el modelo. Al respecto, Gabriel Misas (2004, p. 218) afirma: "(...) el divorcio entre la teoría, las herramientas y el mundo real de la economía ha sido el resultado de la concepción instrumental que se le ha dado a la formación de los economistas en la academia americana".

Y eso se verá reflejado en la academia y en las decisiones de política económica, dadas las bases teóricas que reciben los futuros profesionales y hacedores de política económica, posiciones laborales en las cuales terminan empleándose. Probablemente con el tiempo, y la posibilidad de estudiar en universidades foráneas diferentes a las tradicionales terminen por afectar la academia colombiana.

Como fortaleza al seguir con el paradigma, se encuentra que dentro de la enseñanza de la economía existe una relativa estandarización de los procedimientos, de los conceptos y analogías. Se puede partir de allí para encontrar el camino donde cambien las categorías generales de los análisis económicos.

La ciencia económica como tal desarrolla sus propias alternativas de pensamiento. Debe darse énfasis en la condición de otras escuelas, las cuales pueden determinar soluciones. En el aspecto del subastador, preocupación importante para tantos investigadores aparece la regla de Cantillon-Smith para la formación de los precios como alternativa a la regla de la oferta y la demandaz6.

Desde el punto de vista más general, los esfuerzos poskeynesianos o institucionalistas por entender los mercados, analizar las diferentes realidades desde enfoques alternativos deben ser reconocido como programas de investigación a introducir dentro de los estudios obligatorios de las diferentes escuelas de formación. Uno de los aportes más importantes del institucionalismo, por ejemplo, es el mostrar las contradicciones y las diferencias. No pretende ser armonioso y consistente analíticamente como la escuela neoclásica, por el contrario, sino que pretende desvelar las contradicciones y las diferencias de los diferentes pensadores y va más allá al considerar las diferencias de los mismos objetos de estudio.

Una fuerza que no debe subestimarse es la de la misma academia. La existencia de grupos de estudio, de foros y de charlas sobre teoría económica deben ser actividades recurrentes en la comunidad académica del país. Debe ser un esfuerzo mancomunado que ponga por sobre los intereses individuales (entendidos estos como los de cada institución) la búsqueda de las salidas más honestas, consecuentes con los retos propuestos.

Debe buscarse la creación de espacios de discusión que no sólo incluyan investigación aplicada sino que se determinen a sí mismos. Es deseable buscar hacer investigación básica y desarrollar ideas teóricas consistentes con la evolución de la teoría.

Por ello, una de las más importantes conclusiones de este artículo es que de la mano con la discusión teórica dentro del paradigma dominante, debe darse gran importancia a la manera como se enseña la economía. Los profesionales deben desarrollar sus propios talentos a partir de las experiencias adquiridas en las universidades. Dichas experiencias deben integrar diferentes vertientes teóricas, dentro del más profundo espíritu conciliador pero crítico, de tal manera que se desarrolle el criterio del estudiante para que la aplicación de las categorías se haga en contextos históricos adecuados.

 

3. CONCLUSIONES

Cuando se concluye un artículo puede caerse en varios errores: el primero de ellos, seleccionar algunos de los aspectos que por cansancio o juicio de valor aparecen en ese preciso momento como fundamentales, y resaltarlos. El segundo posible error es repetir hasta el cansancio algunas de las ideas del artículo; pero sin tener en cuenta su justificación.

Para evitar cualquiera de los dos errores, y muchos más que podría cometer, los aspectos que más importancia tienen en este artículo están relacionados con la enseñanza de la economía. Se busca proponer partir de la teoría del equilibrio general y del estudio concienzudo del pensamiento económico para la formación del economista. No se pretende eliminar materias como el cálculo y la estadística, sólo mostrarlas como herramientas auxiliares de estudio. Pero ellas no deberían suprimirse ni denigrarse en cualquier programa de estudios serio. Adicionalmente, se propone la necesidad de incluir también la historia, la sociología e incluso la psicología en los estudios posteriores de la economía.

Partir del reconocimiento de una teoría base de la ciencia tendrá consecuencias no sólo en la forma de estudiar economía sino también de enseñarla. Algunas consideraciones al respecto promulgan ante todo la tolerancia, la integralidad y la interdisciplinariedad como aspectos clave en la formación de los economistas. Se proponen, además, algunas alternativas más radicales: mucho se ha desarrollado sobre la pertinencia de la dicotomía micro-macro y la necesidad de reemplazar dichas categorías en torno a la economía política. Pero mientras se sigan enseñando los cursos partiendo de los manuales, es muy probable que la base de análisis siga siendo el equilibrio.

 

BIBLIOGRAFÍA

1. Arrow, Kenneth J. y Debreu, Gerard (1954). The existence of an equilibrium for a competitive economy. En: Econometrica, Vol. XXII, Nª 3, pp. 265-290.         [ Links ]

2. Arrow, Kenneth Joseph; Hahn, F. H. (1977). Análisis general competitivo. Fondo de Cultura Económica de España, 524 p.         [ Links ]

3. Bejarano, Jesús Antonio (1999). Los nuevos dominios de la ciencia económica. En: Cuadernos de Economía, Vol. XVIII, Nª 31, Bogotá, pp. 79-91.         [ Links ]

4. Benetti, Carlo (2002). Le problême de la variation des prix: les limites de le thêorie walrassienne. En: Revue économique, Vol. 53, Nª 4, pp. 917-932.         [ Links ]

5. Brink, Helge (1992). Temas de Macroeconomía Moderna. Londres. Ed Macmillan, pp. 107-119.         [ Links ]

6. Cataño, José Félix (2004). La teoría neoclásica del equilibrio general: apuntes críticos. En: Cuadernos de Economía, Vol. XXIII, Nª 40, Bogotá, pp. 175-204.         [ Links ]

7. Currie, Lauchlin, (1965) La enseñanza de la economía: la economía en un país en desarrollo. En: Cuadernos de Economía Vol. XIII, Nª 18-19, Bogotá, 1993, pp. 331-343.        [ Links ]

8. Currie, Lauchlin, (1965) La enseñanza de la economía (II). En: Cuadernos de Economía, Vol. XIII, Nª 18-19, Bogotá, 1993, pp. 345-353.         [ Links ]

9. Debreu Gerard (1987). Theory of value; an axiomatic analysis of economic equilibrium. New York, New Haven: John Wiley, 114 p.         [ Links ]

10. Friedman, Milton (2007). Milton Friedman on economics selected papers Chicago. Illinois; London: University of Chicago Press, 180 p.         [ Links ]

11. Gallardo, Álvaro (2004). Historia del Pensamiento económico y progreso de la ciencia económica. Una perspectiva pluralista. En: Cuadernos de Economía, Vol. XXIII, Nª 41, Bogotá, pp. 11-48.         [ Links ]

12. García Molina, Mario (2004). Lo que aprendí en mi curso de fundamentos de economía. En: Cuadernos de Economía, Vol. XXIII, Nª 40, Bogotá, pp. 231-243.         [ Links ]

13. González, Jorge Iván (1997). Notas de Clase. Macroeconomía Avanzada, Universidad Nacional. Mimeografo, Septiembre.         [ Links ]

14. González, Jorge Iván (2002). Las dos triadas de Bejarano. En: Cuadernos de Economía, Vol. XXI, Nª 36, Bogotá, pp. 11-39         [ Links ]

15. Hahn, Frank. H. (1983). La teoría del equilibrio general. En: Bell y Kristol (1983), pp. 176-195.         [ Links ]

16. Hahn, Frank (1971). Equilibrium with transactions costs. En: Econometrica, Vol. 39, No 3, mayo, pp. 417-440.         [ Links ]

17. Hicks, Sir Jhon (1937). Mr Keynes and the Classics: a suggested interpretation. En: Econometrica, Vol. 5, Nª 2, abril, pp. 147-159.         [ Links ]

18. Kakutani, Shizuo (1941). A generalization of Brouwer's fixed point theorem. En: Duke Mathematical Journal, Vol. 8 Nª 3, pp. 457-459.         [ Links ]

19. Lakatos, Imre (1970). Falsification and the methodology of research programmes. En: I. LAKATOS and A. Musgrave (Eds.) Criticism and the Growth of Knowledge. Cambridge: Cambridge University Press, pp. 91-196.         [ Links ]

20. Marshall, Alfred (1963). Principios de economía: un tratado de introducción. Madrid, Aguilar, 773 p.         [ Links ]

21. Mill, John (1951). Ensayos sobre algunas cuestiones disputadas en economía política. México. Fondo de Cultura Económica.         [ Links ]

22. Misas, Gabriel (2004) El campo de la economía y la formación de los economistas. En: Cuadernos de Economía, Vol. XXIII, Nª 40, Bogotá, pp. 205-229.         [ Links ]

23. Morin, Edgar (1999). Los siete saberes necesarios a la educación del futuro, Publicado en octubre de 1999 por la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura, Bogotá, 60 p.         [ Links ]

24. Pareto, Wilfredo (1971). Manual de Economía Política. New York. Augustus M. Kelley, 504 p.         [ Links ]

25. Quesnay, Francoise (1758). Le tableau economique. En: Kuczynski, M. y Meek, R. (ed.): Quesnay's tableau economique. Ed. Mcmillan, Londres, 1972.         [ Links ]

26. Ripoll, Marla Patricia (1995). Microeconomía neoclásica. En: Economía para todos. Bogotá, Fescol, 242 p.         [ Links ]

27. Sargent, T. (1987). Teoría Macroeconómica. Antoni Bosh Editor, Barcelona.         [ Links ]

28. Smith, Adam (1776). Investigación sobre la naturaleza y causas de la riqueza de las naciones.         [ Links ]

29. Von Newman, John (1928). Zur Theorie der Gessellshaftspiele, En: Mathematische Annalen, Vol. 100, pp. 295-320.         [ Links ]

30. Von Newman, John y Morgenstern, Oskar (1944). La teoría de Juegos y el comportamiento económico. Princeton, New Jersey, Woodstock, UK, Princeton University Press, 2004, 739 p.         [ Links ]

31. Walras, Leon (1984). Elements of pure economics. Philadelphia, Orion, 620 p.         [ Links ]

32. Weintraub, E. Roy (1979). Microfoundations: the compatibility of microeconomics and macroeconomics. Cambridge: Cambridge University Press, pp. 65 y ss.         [ Links ]

 

Recibido: febrero 12 de 2010. Aprobado: mayo 06 de 2010.

 

* Este artículo es una reflexión personal, nacida a partir de la inquietud constante de determinar algunas condiciones de enseñanza en Economía.

1 El Examen de calidad de la Educación Superior (ECAES) es una evaluación que se realiza en Colombia los estudiantes de último semestre o egresados de diferentes programas de educación superior. Es un instrumento desarrollado por el gobierno colombiano que se aplica a las carreras de formación profesional con el fin de medir y tratar de garantizar unos mínimos de Calidad. Introdujo unos criterios básicos acerca de la economía al evaluar los pilares básicos de la formación profesional: Microeconomía, Macroeconomía, Pensamiento Económico e Historia, Econometría y Estadística, complementado con unas nociones básicas de comprensión de lectura en inglés.

2 Los modelos concebidos dentro de la Teoría del Equilibrio General, se basan por lo menos en dos categorías transversales a ellos: el individualismo metodológico y la utilización del mercado como mecanismo coordinador de las relaciones individuales.

3 Esta hipótesis dice que son mayores los efectos sustitución que los efectos ingreso dentro de la economía. Garantiza que, al aumentar el precio, la demanda por dicho bien decrece.

4 No es original la idea del profesor Benetti (2002) acerca de la contradicción que muestra el subastador. Al respecto, Arrow y Hahn (1977) teóricos neoclásicos habían hecho evidente su dificultad.

5 La traducción es de la autora.

6 Esta es la propuesta de Carlo Benetti (2002).

Creative Commons License All the contents of this journal, except where otherwise noted, is licensed under a Creative Commons Attribution License