Semblanza

Una semblanza del Profesor Carlos Eduardo Calderón Gómez

En reconocimiento al Profesor Doctor Carlos E. Calderón por sus 88 cumpleaños se presenta esta semblanza preparada por los profesores Luisa Fernanda Ponce D'León Q., Alfonso Rodríguez Hernández y Roberto Pinzón Serrano del Departamento de Farmacia de la Facultad de Ciencias de la Universidad Nacional de Colombia.

El Doctor Eduardo Calderón Gómez nació en Fusagasugá, Cundinamarca, el 7 de febrero de 1923 y se graduó como bachiller del colegio San Bartolomé, en Bogotá en 1939, donde se destacó por su gusto y buen rendimiento por las asignaturas de química, física y biología, así como por su menor interés por las matemáticas, como dato curioso.

Aunque en un principio pensó ser abogado, se inclinó por los estudios de Farmacia, dado que su padre don Rogelio Calderón tenía una empresa de producción de medicamentos llamada Laboratorio Panamericano, donde él se familiarizó con las actividades cotidianas de la manufactura de medicamentos de ese entonces. Recibió su título de Farmacéutico en la Universidad Nacional de Colombia en 1943 y realizó estudios de posgrado en la entonces Facultad de Farmacia de la misma universidad, donde con su trabajo de investigación sobre las constantes fisicoquímicas del aceite de seje, obtuvo el título de Doctor en Farmacia. Años más tarde viajó a Francia; allí adelantó estudios de posgrado en la Facultad de Farmacia con énfasis en el área de la farmacología y obtuvo el título de doctor de la Universidad de París el 24 de marzo de 1956.

El Doctor Calderón Gómez se casó con doña Berta Ortiz Torres y de su unión hubo cinco hijos: Carlos Eduardo, Fernando, Mauricio, Bertha Patricia y Rodrigo.

Se vinculó como docente de la Universidad Nacional de Colombia en 1944, como ayudante en el área de la química orgánica del Doctor García Banuz, quien había llegado al país como refugiado español y por invitación del presidente del momento Dr. Eduardo Santos. También colaboró con el Doctor Jorge Ancízar Sordo y se desempeñó inicialmente como profesor en los campos de la química orgánica y la farmacia galénica.

Como profesor de la antigua Facultad de Farmacia de la Universidad Nacional de Colombia, el Doctor Calderón se distinguió por ser un docente altamente preocupado por la actualización del conocimiento, en especial en el área de la química medicinal, lo que lo llevó a dedicarle gran parte de su estudio a la química orgánica, convirtiéndose en un verdadero erudito, como lo demuestran sus numerosas publicaciones. Preocupado por mantenerse permanentemente actualizado, llegó a estructurar una biblioteca personal que en su tiempo era más completa en el área de la química orgánica y las plantas medicinales que la de la Facultad de Farmacia de la misma universidad. Gracias al reconocimiento como autoridad en el campo de la química orgánica, los mecanismos de reacción y la síntesis, fue acogido dentro de la entonces Facultad de Química, cuando ésta se estructuró como unidad académico-administrativa independiente; y es por eso por lo que ostenta en su hoja de vida, cargos académicos y administrativos en las dos facultades y en los departamentos respectivos que llegaron a formar parte de la actual Facultad de Ciencias integrada en 1965.

De su extensa hoja de vida podemos destacar lo siguiente: jefe de la Sección de Química Orgánica y Bioquímica del Departamento de Química, jefe de la Sección de Farmacología, Farmacognosia y Fitoquímica del Departamento de Farmacia, director del Departamento de Química y decano de la Facultad de Farmacia. Además, fue profesor de las Universidades Agraria, Pedagógica, Nacional, los Andes y El Bosque.

Dentro de los aspectos curiosos de su desempeño en la Universidad Nacional de Colombia se pueden destacar:

Al doctor Calderón se debe la importación y compra del primer espectrofotómetro de la Facultad de Farmacia y, así mismo, el inicio de los estudios de cromatografía en el país en 1964.

En colaboración con el Profesor Emérito Alfonso Rodríguez, participó en el desarrollo de novedosos aspectos relacionados con la "estabilidad de medicamentos" dentro del espacio correspondiente al curso conocido como Farmacia Magistral. Desarrolló los temas de cinética química aplicada a la estabilidad de medicamentos y el análisis de los principales mecanismos de reacción responsables de la inestabilización de la mayoría de los ingredientes farmacológicamente activos que se manejaban en esa época (1965), como la hidrólisis, la oxidación, la isomería, etc. A él se debe la estructuración de las primeras conferencias sobre esta temática; para ello se apoyó en una de las estudiantes de aquel tiempo, hoy profesora de la Universidad especializada en este campo. Esta área del conocimiento que él ayudó a estructurar, ha llegado a ser en la actualidad, uno de los pilares dentro del campo de la tecnología farmacéutica, constituyendo un curso electivo del pregrado de Farmacia y del posgrado en Ciencias Farmacéuticas, así como de extensión para graduados, tanto en el ámbito nacional como internacional.

Por su estudio permanente de la química orgánica y las farmacopeas del momento, al doctor Calderón se debe la estructuración de los cursos de Farmacia Química y Análisis Orgánico, asignaturas que pretendían formar al estudiante de Farmacia en el conocimiento de las principales moléculas con aplicación farmacéutica, enfocando no sólo los aspectos químicos, sino también lo relacionado con la evaluación analítica y la actividad farmacodinámica de éstas. En relación con los recursos naturales, fue una de las primeras personas en interesarse por el estudio sistemático de algunos ejemplares de nuestra flora reconocidos por su empleo folclórico en medicina. Por esta razón, a él se deben las primeras publicaciones en este campo, así como la presentación de los primeros proyectos de investigación con financiación externa a la Universidad.

El doctor Calderón es miembro de diferentes asociaciones como el Colegio Nacional de Químicos Farmacéuticos, la Academia Colombiana de Ciencias Exactas Físicas y Naturales y de la Sociedad Argentina de Farmacia y Bioquímica.

Por su trabajo científico e investigativo fue distinguido como Miembro Honorario del Colegio de Farmacéuticos de Chile y recibió la Medalla al Mérito Andrés Bermúdez, la Medalla al Mérito Universitario, y las distinciones de Profesor Emérito, Maestro Universitario y Profesor Honorario.

Entre sus escritos más importantes se encuentran: El flogisto, una etapa en la historia de la química (1969); La historia y la filosofía como base humanística de las carreras de ciencias; Estudio de plantas colombianas: I. Resultados preliminares de siete plantas; Curso de farmacia química: barbitúricos y sulfanilamidas (1969); Curso de farmacia química: ácidos y fenoles (1969); Química analítica aplicada: fundamentos de análisis cuantitativo (s.f.); Principios de cinética y mecanismos de las reacciones orgánicas (1968); Problemas de instrumentación química: tercer curso de análisis; Tablas de correlación de espectroscopía infrarroja: separata de las conferencias (1974); Manual para la interpretación de espectros infrarrojos (1985); Conferencias de química orgánica avanzada (1968); Aplicaciones de la espectroscopía en el estudio de compuestos orgánicos: Ejemplos de espectros I. R. (1974); Salud ambiental y desarrollo; Guía para análisis de plantas y notas prácticas sobre fitoquímica: Introducción al estudio del aceite de seje (1946) y Aplicaciones de la espectroscopía en el estudio de compuestos orgánicos.