10 de febrero de 2023
Sr. Editor:
Recientemente nos adentramos en el mundo de la escritura de artículos médicos, y de primera mano experimentamos lo que se teje alrededor de este universo. Nuestro primer intento por publicar fue desalentador. Descubrimos que este proceso se encuentra permeado por diferentes intereses que determinan lo que se puede o no escribir. Nosotras nos desempeñamos en el ámbito quirúrgico de la oncología y, por esta razón, se nos pretendió excluir del debate de la radioterapia para el manejo del cáncer.
Comentaremos brevemente cómo fue esta experiencia. A propósito de la pandemia por la COVID-19 revisamos los esquemas de fraccionamiento acortado y la omisión de la radioterapia en el tratamiento del cáncer de mama, opciones no solo llamativas, sino necesarias, considerando el crítico momento que vivieron los sistemas de salud en el mundo, donde fue indispensable redistribuir los recursos económicos y la fuerza laboral para atender los sectores de la población más afectados por dicha contingencia. Buscamos la evidencia sobre la cual se sustentaron estas estrategias de manejo y plasmamos sus resultados en dos manuscritos, los cuales enviamos a una revista especializada en oncología de nuestro país.
Tras un proceso de revisión por pares que duró seis meses ambos textos fueron rechazados, no sin antes haber sobrellevado innumerables modificaciones a pedido de los revisores, cambios infructuosos ya que la decisión final de los editores fue la de rechazar los artículos. En ese tiempo recibimos comentarios contradictorios. Algunos revisores aseguraban que los escritos eran irrelevantes porque "generaban poco aporte al conocimiento"; otros solicitaban únicamente "revisión de estilo". Nosotras seguíamos considerando que los documentos eran pertinentes porque en español no existían revisiones que discutieran este tema en específico.
Finalmente, el argumento más subjetivo e inaceptable usado para descalificar los textos fue que no incluían a ningún radioterapeuta como autor, lo que consideramos vergonzoso porque viola la confidencialidad de la autoría y es contrario a las normas de justicia e imparcialidad de las revistas, además de demostrar que existen otros intereses para la publicación de determinados artículos. Entonces, ¿una mastóloga y una cirujana oncóloga solo pueden escribir sobre radioterapia con el aval de un radioterapeuta? Cuando indagamos acerca del proceso de revisión, la editora asistente respondió que "un editor puede rechazar un artículo en cualquier momento si surgen preocupaciones sobre la integridad del trabajo"; mientras que el editor asociado argumentó que los nuestros eran más "unos artículos de opinión que de revisión, y que los artículos de opinión son escritos por personas expertas en el tema".
A pesar de todo, esta experiencia nos permitió perfeccionar los manuscritos y explorar otras opciones para su publicación. Después de un nuevo proceso de revisión por pares en una revista española, ambos documentos fueron finalmente publicados 1,2. Invitamos a quienes buscan desarrollar la producción académica en Colombia a no desanimarse, a seguir escribiendo y a construir un escenario más justo e incluyente para la publicación de artículos médicos, donde se critique menos y no se regalen autorías por compromiso, miedo al estigma o a la negativa.