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Con motivo de su reciente fallecimiento, la Revista Colombiana de Obstetricia y Ginecología rinde un homenaje a la profesora Dra. María Teresa Peralta Abello y, con este fin, publica el testimonio de uno de sus alumnos.
El pasado 16 de febrero de 2023, siendo las 20:23 horas, la maestra entregó su alma al creador, luego de padecer las dolencias físicas de los bienaventurados, a consecuencia de una patología desoladora. La gran curiosidad de esta circunstancia era que había nacido en la Clínica Marly de Bogotá (18 de junio de 19S0) y terminó sus últimos instantes en la misma institución.
Encomendado por el editor de la Revista a realizar este homenaje, gracias a mi cercanía sentimental con la maestra, he continuado con su legado por más de 30 años en el Departamento de Obstetricia y Ginecología y, como ella misma decía, "con la impronta del Instituto Materno Infantil, Universidad Nacional de Colombia". Allí me acogió como ahijado académico y, luego de guiar mis primeros pasos en la docencia, se convirtió en mi amiga incondicional hasta los últimos momentos de su existencia. Tengo muchísimas anécdotas de ese periodo en el que compartimos revistas médicas, casos clínicos, escritura de artículos, celebraciones sociales, homenajes, congresos nacionales, ayudantías quirúrgicas, entre otros, teniendo siempre una palabra sabia, un apunte jocoso y hasta un regaño amable. Para mí, ella se había convertido en mi madrina, mi profesora, mi amiga, mi colega, mi consejera. Recientemente, en mi posesión como miembro correspondiente de la Academia Nacional de Medicina, el 23 de febrero del presente año, en mi presentación expresé mi tristeza por su ausencia y me referí a ella como mi "mentora" en mi ejercicio profesional.
Para organizar mis recuerdos quiero referir tres momentos sublimes de nuestro acercamiento, todos ocurridos en el horario matutino de la docencia en el Instituto Materno Infantil (IMI). Primero, el día que la conocí, ese día de marzo de 1988, en el pregrado, le escuché una clase magistral sobre la diabetes gestacional; admiré su elocuencia, su elegancia docente y quedé anonadado al escuchar las entonaciones y las pausas de los iluminados. El otro momento fue durante el segundo año de mi residencia en 1991, en la rotación de Alto riesgo Obstétrico; allí me encontré con una "maestra" excepcional, transpiraba humanismo en su trato con sus alumnos, con sus pacientes, con las enfermeras. Para ese entonces, durante el control prenatal no había tantas referencias de riesgo biopsicosocial, pero ella ejercía una medicina con un componente social exaltado, escuchaba las quejas de sus pacientes, las historias familiares más inverosímiles y tenía el don de sanar con una palabra, un abrazo, una mirada. Escribía las historias con una letra cursiva perfecta, ordenada, entendible. Con este ejemplo entendí que la medicina debe llegar al paciente con un legado científico importante, pero que el componente humano es inseparable de la grandeza del clínico idóneo. Por último, cuando ya había terminado mis estudios de especialización en Ginecología y Obstetricia, se presentó la oportunidad de ingresar a la carrera docente del Departamento de Obstetricia y Ginecología de la Universidad Nacional de Colombia (1993); como jurado fue incondicional en la defensa de mis cualidades académicas y humanas y logró, junto al director del Departamento, mi ingreso como Instructor Asociado en calidad de prueba. Cada una de estas circunstancias adicionó algo a la génesis del respeto profundo que le profesé a María Teresa: en un primer momento admiración, luego inspiración y, por último, agradecimiento. Creo que nunca tuve suficientes oportunidades para agradecer la profunda huella que dejó en mi ejercicio profesional.
Cuando la invité a la celebración de los S0 años de la creación administrativa del Departamento de Ginecología y Obstetricia, le pedí que nos acompañara con unas palabras que recordaran la figura humana y docente de su respetable padre, el ilustre profesor Rafael Emilio Peralta Cayón. Radicada en los Estados Unidos, lloraba de alegría porque la teníamos en cuenta y, como una niña consentida, me decía: "anda mijo, qué quiere que yo diga de mi papá".
RECONOCIMIENTOS PÓSTUMOS
Con la intención de compartir sentimientos similares de agradecimiento, quiero transcribir algunas frases escritas en el chat de los obstetras de la Universidad Nacional (UN) al conocerse la noticia de su partida inesperada; fueron muchos los alumnos suyos que escribieron algún mensaje para honrar su memoria, pero he escogido algunos que me parecieron bastante significativos:
Fernando Martínez Martínez: "Cariño, empatía, afecto. La maestra para convertir la obstetricia en arte. Combinar la academia con las emociones del paciente y del médico. Enseñar el amor por la obstetricia. Hija de un grande también. Su figura reflejaba sabiduría. Manifestaba intensa ponderación por el uso racional de los antibióticos. Todos estos adjetivos y buenos recuerdos demuestran que fue una persona iluminada que irradiaba amor a pacientes, alumnos y compañeros".
Luis Humberto Beltrán: "Los mejores recuerdos y enseñanzas de las últimas docentes a quienes realmente se les puede llamar maestras. Aquellas que dejan en la memoria y en el alma su huella indeleble. Mil gracias por su aporte a la ginecología y al humanismo".
Carlos Alberto Ramírez Serrano: "Siempre fue maestra, referente, amiga. Con la palabra precisa, la justicia y equidad en su corazón, demostró lo que es ser un buen ser humano".
Edith Ángel Müller: "Gran pérdida para la familia del Materno Infantil, era como la mamá de todos nosotros, siempre amorosa, respetuosa y dedicada a sus mamitas".
Carmen Doris Garzón Olivares: "profesora, compañera, amiga, consejera, cómplice de la vida, te vas dejando un vacío muy grande".
Alejandro Castro Sanguino: "Con el corazón arrugado y la mente repleta de recuerdos y anécdotas. Se nos ha ido la referente de no sé cuántas generaciones. Una mujer valiente, brillante y amorosa como nunca he visto, era la combinación de elegancia, sabiduría, bondad y alegría. Sus revistas eran una cátedra de empatía y entendimiento de sus pacientes. Las descifraba como a nadie. Sus consejos mesurados, transparentes, pero siempre precisos. Y además de todo esto, fiestera, vallenatera y divertida. Una mujer irremplazable que merece todos los homenajes, pero, sobre todo, que mantengamos vivo su recuerdo. Adiós doctora María Teresa. Gracias por siempre".
Una vez conocida la noticia del fallecimiento de la maestra, la Asociación Bogotana de Obstetricia y Ginecología expresó: "Buenos días. Con profundo pesar lamentamos informar la partida de nuestra asociada emérita, la profesora María Teresa Peralta, amiga, maestra de nuestra sociedad y en particular de la Universidad Nacional de Colombia. Fue una entrañable amiga de la docencia, maestra de maestros, hija del profesor Peralta Cayón protagonista en la creación de la ASBOG y la FECOLSOG. Un gran ser humano. Extrañaremos su consejo permanente, su carisma, sus enseñanzas, su amistad".
El Departamento de Obstetricia y Ginecología de la Facultad de Medicina de la UN hizo una semblanza de la maestra en las páginas de El Tiempo, redactadas por el Dr. Ariel Iván Ruiz Parra: "La maestra que convirtió la Obstetricia en un arte, con su empatía, cariño, afecto y conocimiento, innumerables generaciones la admiramos profundamente. Eterno descanso para un ser de luz".
La Facultad de Medicina de la Universidad Nacional de Colombia manifestó: "Lamenta profundamente la pérdida de la ilustre profesora María Teresa Peralta Abello. Maestra latinoamericana de la obstetricia. Primera mujer presidente de la Asociación Bogotana de Obstetricia y Ginecología, presidente del tribunal de Ética de Bogotá. Dedicó su carrera docente a las pacientes del IMI coordinando el servicio de Alto Riesgo y realizando una consulta de gestantes diabéticas. Sus pacientes la amaron, sus alumnos la admiraron y sus colegas la respetaron. Fue inspiradora, aportó para solucionar muchos problemas gremiales, maestra de maestros y con un humanismo médico exaltado. Pionera a nivel nacional en identificar el riesgo psicosocial durante el control prenatal. Guio a muchas generaciones médicas y hoy nos toca la triste noticia de despedirla. Paz en su tumba. Que el Todopoderoso la reciba en su santo recinto. Siempre fue generosa, irradiando amor en todo lo que hacía. Gracias María Teresa".
CRONOLOGÍA BIOGRÁFICA
1. Primogénita del matrimonio entre María Teresa Abello Fernández y Rafael Emilio Peralta Cayón, ambos oriundos de Santa Marta, ciudad donde hubo siempre vacaciones, familiares, recuerdos, propiedades. Nació el 18 de junio de 19S0. Su propio padre atendió su nacimiento por parto-cesárea, el trabajo de parto se complicó con la aparición de líquido meconiado durante el descenso de la presentación.
2. Terminó sus estudios de educación media el 1S de noviembre de 1966 en el Colegio Nuevo Gimnasio de Bogotá, donde había ingresado en 19S4.
3. Graduada como médico cirujano en la Pontificia Universidad Javeriana el 8 de febrero de 1974.
4. Realizó el Servicio Médico Rural Obligatorio en el Hospital El Salvador de Ubaté (1974-197S).
5. Realizó el posgrado en Obstetricia y Ginecología en el Hospital Universitario San Ignacio de Bogotá, recibiendo el título de especialista en Obstetricia y Ginecología otorgado por la Universidad Javeriana el 1S de marzo de 1978.
6. Publica su trabajo de grado de especialista (Peralta-Abello MT, Revollo-Pardo F y García-Conti F. Estudio de la pareja estéril en el Hospital Universitario de San Ignacio. Rev Colomb Obstet Ginecol. 1979;30:10S-122). Es una revisión de 347 parejas que consultaron por esterilidad durante 10 años en el Hospital San Ignacio. Este trabajo fue presentado en el XII Congreso Nacional de Obstetricia y Ginecología celebrado en Medellín en 1997.
7. Ingresa al Instituto Materno Infantil en la categoría de Ginecoobstetra adjunta diurna el 1 de abril de 1978, asignada al Servicio de Admisiones, Partos y Sépticas. Realizando esta actividad asistencial colabora con el profesor Armando Lozano Carrillo en la publicación de un trabajo inédito para clasificar de manera topográfica el aborto séptico (Lozano A, Peralta MT, Reyes F, Alvarado R y Saravia J. Morbi-mortalidad, clasificación y tratamiento del aborto séptico. Rev Colomb Obstetricia y Ginecol. 1981;32:104-13S). Trabajo presentado en el XIII Congreso Nacional de Obstetricia y Ginecología en Bogotá en 1979.
8. Ingresa a la carrera docente el 1 de octubre de 1981 en la categoría de Instructor Asistente del Departamento de Obstetricia y Ginecología de la Facultad de Medicina de la Universidad Nacional de Colombia, es nombrada en la dirección del profesor Luis Armando Muñoz González. El 3 de febrero de 1984 es promovida a la categoría de Instructor Asociado. El 4 de mayo de 1989 es promovida a la categoría de Profesor Asistente mediante la realización de un trabajo sobre cardiopatías y embarazo. El 1S de junio de 1993 es promovida a Profesor Asociado realizando un trabajo titulado: Experiencia institucional, Clínica de Diabetes, Instituto Materno Infantil.
9. Entre 1986-1997 es coordinadora del Servicio de Alto Riesgo Obstétrico del Instituto Materno Infantil, donde dirigió las actividades académicas, administrativas y asistenciales. De este trabajo realizó publicaciones sobre cardiopatías y embarazo, hipertiroidismo y embarazo, trombosis profunda y superficial durante el embarazo, y una serie de casos de tumores de ovario que complicaron el embarazo.
10. En 1987 inicia una consulta especializada en gestantes diabéticas que realiza en compañía del diabetólogo, profesor del Departamento de Fisiología, Dr. Iván Darío Sierra. Esta fue una experiencia conmovedora, porque ella padecía esta enfermedad metabólica y como terapeuta orientaba a las pacientes con una grandeza educativa; rara vez recurrió a la insulina en el manejo de la diabetes gestacional.
11. Es nombrada magistrada de la sala general del Tribunal de Ética Médica de Bogotá, donde trabajó durante 8 años en este importante cargo, desde 1994 hasta 2002. En el periodo comprendido entre 1999-2001 fue la presidente del Tribunal. Para dejar huella de su trabajo en torno al derecho médico, participa en la publicación de un libro (Ortega-Lafaurie G, Peralta-Abello MT, Camacho-Duran F, Pardo-Vargas F y Posada-Sarmiento E. Doctores: ¿por qué se quejan sus pacientes? Tribunal de Ética Médica de Bogotá, Colombia. Bogotá: Imprelibros; 2002).
12. Secretaria General de la Federación Colombiana de Sociedades de Obstetricia y Ginecología (FECOLSOG), entre 1996-1998.
13. En el Congreso Mundial de la Federación Internacional de Ginecología y Obstetricia (FIGO) recibe el premio Figo Womens Awards en 1997. El premio Mujeres FIGO es un reconocimiento a las obstetras que han hecho una contribución nacional o internacional para promover el desarrollo de la ciencia y la investigación científica en los campos de la obstetricia y la ginecología. El premio es otorgado a mujeres que a lo largo de su carrera han promovido una mejor atención de la salud de las mujeres, las madres y sus hijos; fue entregado por primera vez en el Congreso Mundial de la FIGO de 1997 en Copenhague (Dinamarca). Fue la primera mujer colombiana en recibir este galardón, que solo ha sido entregado a 6 mujeres colombianas, entre 1997-2021.
14. Entre 1998-2002 ejerce el cargo de presidente de la Sociedad Bogotana de Obstetricia y Ginecología. Primera mujer en ejercer dicho encargo en los 80 años de vigencia de esta agremiación. Le correspondió celebrar las bodas de oro de la primera revista científica de Colombia, la Revista Colombiana de Obstetricia y Ginecología, para la que escribe un editorial con muchas muestras de gratitud. Comienza el editorial con una de sus frases preferidas: "Hay hombres que luchan un día y son buenos; hay hombres que luchan un año y son mejores, hay hombres que luchan muchos años y son muy buenos; pero hay los que luchan toda la vida, esos son los imprescindibles".
15. En 2004 es nombrada secretaria general de la Facultad de Medicina de la Universidad Nacional de Colombia, en la decanatura del profesor Jaime Gallego Arbeláez, cargo que ocupó hasta 2006.
16. En el año 2003 recibe la Cruz de Plata en la celebración de los 60 años de ASBOG.
17. En el año 2007 se retira definitivamente de la carrera docente, es pensionada, y comienza una nueva era donde se aleja definitivamente de la medicina asistencial, se radica de manera intermitente en los Estados Unidos, con su madre y sus hermanos, y ejerce dos nuevas actividades. La primera, en la parroquia Santa Clara de Asís de Bogotá comienza una vida espiritual dedicada a la catequesis y ejerce el cargo de ministra de la Comunión. Esta dimensión de la Dra. Peralta le sirve para cultivar su vocación docente, de servicio y mejorar su crecimiento humano en una esfera quizás olvidada por las actividades laborales y gremiales. Finalizando su vida recibió asistencia espiritual de su reverendo de cabecera, el sacerdote Jesús Alberto Pinzón Calderón, rector del Santuario de Monserrate y capellán del claustro de la Universidad del Rosario. El sacerdote Pinzón confesó a María en la habitación hospitalaria antes de su muerte, le aplicó la extremaunción y concelebró la misa de su funeral. Este sacerdote es único en conjugar la profesión de médico y sacerdote, graduado primero de médico en la Javeriana en 1986, cinco años después de ejercer la medicina comenzó sus estudios ministeriales. La segunda ocupación que ejerció la Dra. Peralta en los Estados Unidos fue enseñar español en una escuela de formación básica primaria en Madison (Wisconsin).
18. En marzo de 2019 es invitada por ASBOG a la celebración de los 7S años de la Sociedad. Ostenta dos categorías honoríficas: expresidente de la Sociedad e hija del mentor y fundador de esta.
19. El 31 de julio 2020 es invitada por el Departamento de Obstetricia y Ginecología a presentar una ponencia sobre la importancia académica de su progenitor. Hace una disertación virtual desde Estados Unidos resaltando los logros del maestro Peralta Cayón y termina su discurso con una frase que repetía siempre su respetado padre: "Distinguido y selecto auditorio, apreciados colegas y amigos, gracias del alma".
20. El 31 de agosto de 2022 es la última vez que asiste a una actividad académica como invitada honorífica del Departamento de Obstetricia y Ginecología de la Universidad Nacional, en la ceremonia de despedida de su alumna, compañera y paciente, la profesora Carmen Doris Garzón Olivares. Ese día la vimos un poco disminuida de peso, sin embargo, con su aire habitual de alegría compartió con todo el Departamento y fue la última vez que estuvo en el campus universitario.
PALABRAS FINALES
María Teresa fue un médico ejemplar, cultivó la obstetricia, más que la ginecología, con un ahínco especial. Resaltó la dimensión humana de la relación médico-paciente; dotada de una memoria prodigiosa, siempre recordó fechas, nombres, personajes. Dignificó la labor femenina en escenarios poco explorados para la mujer en su momento, por ejemplo, fue la segunda profesora del Departamento de Obstetricia y Ginecología y la primera presidente de ASBOG. Luchó de manera incansable por defender los derechos de los ginecoobstetras. Amiga incondicional, familiar intachable, un ser con una dimensión espiritual colosal, católica convencida, generosa, liberal hasta los tuétanos, rebelde, dedicada a sus compromisos adquiridos; en todo lo que hizo se destacó por su entrega desinteresada.
Paz en su tumba. Un ser ejemplar e inolvidable, cuánta falta nos va a hacer. Como tú decías, gracias desde el alma.
