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Revista de la Facultad de Medicina

versión impresa ISSN 0120-0011

rev.fac.med. v.55 n.2 Bogotá abr./jun. 2007

 

CARTAS AL EDITOR

Bogotá. 23 de marzo de 2007.

Doctor:
GERMÁN ENRIQUE PÉREZ.
Editor.
Revista Facultad de Medicina.
Universidad Nacional de Colombia.
E.S.D.

Apreciado Doctor Pérez:

En la Revista de la Facultad de Medicina, volumen 54, número 4, páginas: 339-342, se presentan dos cartas que, en mi opinión, merecen un comentario. En una de ellas, Andrés Jagua, estudiante de cuarto semestre de medicina, nos recuerda, entre otros asuntos esenciales, la responsabilidad ante la justicia y el bienestar de la sociedad unida a la necesidad de respetar a los pacientes, reconocer los prejuicios y construir una medicina humanista.

La otra carta contiene el artículo titulado Ciencias y religión: incompatibles. Título que conduce a recordar los debates sobre razón y fe, entre Ratzinger y Habermas, o sobre las bases éticas sustentadas en criterios religiosos incrustadas en los discursos de líderes de la Unión Europea, que reflexionan con puntos de vista muy diferentes. Por lo demás, me parece que en la carta se presenta sólo una valoración sesgada hacia lo negativo sobre la labor de muchas religiones, entre ellas la católica. Que aún a riesgo de ser difamada o ver expuestos a la luz pública los errores de sus miembros, a través de las encíclicas, la doctrina social de la iglesia y sus intervenciones ante los organismos internacionales, insiste en la urgencia de promover la justicia social, la solidaridad y el respeto por la dignidad de cada ser humano, que es independiente de las épocas, los intereses y las modas. Ningún pretexto es válido para utilizar una persona como un objeto y menos aún contemporizar con la violación de los niños y las niñas para luego pretender que sometiéndolas a la humillación y violencia del aborto quedan indemnes la víctima y la sociedad.

Por otra parte, un informe de la FAO, que resalta la “renuencia a cumplir los compromisos adquiridos en la Cumbre Mundial sobre la Alimentación (CMA), celebrada en Roma en 1996”, afirma que para erradicar el hambre es necesario: ”dirigir programas e inversiones a los focos de pobreza y subnutrición; incrementar la productividad de la pequeña agricultura; crear condiciones adecuadas para la inversión privada, incluidas la transparencia y la buena gestión pública; hacer que el comercio mundial beneficie a los pobres, creando redes de protección para los grupos vulnerables; incrementar con rapidez el nivel de la Ayuda Oficial para el Desarrollo al 0,7 por ciento del PIB, según se prometió. Si hay voluntad política, es posible lograrlo” (1). Igual sucede en otros ámbitos sometidos a la responsabilidad del ser humano, en donde sólo predominan intereses particulares.

Es muy necesario reconocer y corregir los errores, pero creo que también lo es ser justos para aceptar los esfuerzos y aciertos de instituciones e individuos. La universidad debiera ser un terreno privilegiado en su capacidad de generar y apoyar iniciativas que busquen despertar en las personas la conciencia de su inalienable dignidad y la necesidad de disponer de una escala de valores compatible con esa dignidad, en una libertad cuyos límites están constituidos por la responsabilidad solidaria con todos.

Cordialmente.

Myriam Saavedra Estupiñán, MD. MSc.
Profesora Asociada de Neurología
Departamento de Medicina Interna
Facultad de Medicina
Universidad Nacional de Colombia
correspondencia: msaavedra@andinet.com

Referencia

1. Aumenta el hambre en el mundo. FAO Sala de Prensa. Disponible en: http://www.fao.org/newsroom/es/news/2006/1000433/index.html. (Consultado el 23 de marzo de 2007).

 


Bogotá, 15 de mayo de 2007

Doctor
Germán Enrique Pérez
Revista Facultad de Medicina
Universidad Nacional de Colombia

Apreciado Doctor:

Deseo hacer un comentario con respecto al caduceo que apareció en la portada del último número de la Revista de la Facultad de Medicina, volumen 55, No. 1, enero-marzo de 2007.

Siempre ha existido controversia entre los símbolos del comercio y de la medicina (1). La imagen del bastón de Asclepio con la serpiente enroscada (Figura 1) ha sido el atributo que distingue a la profesión del médico. El culto en la mitología griega a Asclepio (Esculapio para los Romanos) hijo de Apolo, surge hacia los años 800 a. de C.- 400 d. de C. en los países mediterráneos, describiendo a este semidios como un excelente médico, que adquirió los conocimientos del centauro Quirón (2). El bastón o vara fue considerado símbolo de la profesión médica, y la serpiente que muda periódicamente de piel, simboliza el rejuvenecimiento.

El caduceo de Hermes (Mercurio, para los romanos) del griego Enpukeio, significa vara de olivo adornado con guirnaldas (2). Las guirnaldas se sustituyen por dos serpientes en alusión a la fábula que refiere que cuando Mercurio vio luchar a dos serpientes y las separó pacíficamente con el caduceo, éstas dejaron de luchar en el acto, y se separaron; a estas dos serpientes se les acompaña de alas (Figura 2).

El emblema de Mercurio, símbolo actual del comercio (3) se ha distinguido como dios de los viajeros, comerciantes, ladrones, oradores, y escritores; protector de la fecundidad y del trato social, mensajero entre los dioses; caracterizado por su astucia y frivolidad, que contradice el carácter humanista de nuestra profesión como así lo mencionan los médicos cubanos (1)

Por lo tanto vale la pena resaltar que nuestro símbolo debe de estar más cerca al carácter humanista de Esculapio o Asclepio que del comerciante Mercurio.

Muchas gracias, espero continúe cosechando frutos a través de esta excelente revista, incluída en bases de datos de acceso internacional.

José Ricardo Navarro Vargas
Profesor Asociado
Departamento de Cirugía – Facultad de Medicina
Universidad Nacional de Colombia, Bogotá
Correspondencia: jrnavarrov@unal.edu.co

Referencias

1. Vidal Ledo María, Borroto Cruz Eugenio R, Delgado García Gregorio: El caduceo de la medicina. Rev. Cubana Educ Med Super, Abril-Junio 2004, vol. 18, No. 2, 1-1

2. Terán Eusebio: El caduceo. Símbolo de la muerte y de la vida eterna. Tomado de Anestesiología Mexicana en Internet, www.anestesia.com.mx, el 2 de mayo de 2007-

3. Stenn Frederick: El caduceo y la vara de Esculapio. Dos símbolos vinculados con la medicina que derivan del culto a la serpiente. Profesor Escuela de medicina de NortWestern University. http://bvs.sld.cu/revistas/his/cua_87/cua0487.htm

4. Sansores y López de Quintana Arturo: El Verdadero Caduceo de la Medicina. Revista Vida Nueva. Octubre-Noviembre,1957. Año XXXI. 2a Época 80(4-5):69-99.

5. Image:Caduceos large.jpg (Wikipedia, la enciclopedia libre) http://es.wikipedia.org/wiki/Imagen:Caduceus_large.jpg.