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Revista de la Facultad de Medicina

versión impresa ISSN 0120-0011

rev.fac.med. vol.62 no.3 Bogotá jul./sep. 2014

https://doi.org/10.15446/revfacmed.v62n3.43370 

http://dx.doi.org/10.15446/revfacmed.v62n3.43370

Artículos

Conocimiento de la enfermedad en una población hipertensa colombiana

High blood pressure knowledge in a Colombian hypertensive population

Luis Fernando Barraza-Araiza1, Carlos Arturo Sarmiento Limas2.

1 Universidad Autónoma de San Luis Potosí. San Luis Potosí, México.
2 Departamento de Salud Pública. Facultad de Medicina. Universidad Nacional de Colombia. Bogotá, Colombia.

Correspondencia: Luis Fernando Barraza-Araiza. Dirección: Arroyo Bueno No. 120, Colonia Lomas del Tecnológico. San Luis Potosí, México. Teléfono: +52 444 2549134. Correo electrónico: luisbarraza63@hotmail.com.

Barraza-Araiza LF, Sarmiento Limas CA. Knowledge regarding high blood pressure in a Colombian hypertensive population. rev.fac.med. 2014;62:-.

Barraza-Araiza LF, Sarmiento Limas CA. Hypertension knowledge in a Colombian hypertensive population. rev.fac.med. 2014;62:-.

Recibido: 07/05/2014 Aceptado: 03/07/2014.


Resumen

Antecedentes. El conocimiento de hipertensión que tiene el paciente es un factor que influye en el control de su enfermedad. Poco se ha estudiado este conocimiento en la población hipertensa colombiana y es necesario evaluarlo para realizar intervenciones educativas que ayuden a mejorar el control hipertensivo.

Objetivo. Evaluar los conocimientos de hipertensión en una población hipertensa colombiana.

Materiales y métodos. Se elaboró un cuestionario cuyo contenido fue validado por expertos de la Universidad Nacional de Colombia y el Comité de Investigaciones de Virrey Solís IPS. El cuestionario fue aplicado a 150 pacientes hipertensos mediante una entrevista presencial al momento de estos acudir a su consulta.

Resultados. El 70% de la población encuestada sabe que la hipertensión es una enfermedad prevenible, aunque apenas el 48% sabe que no es curable. Solamente el 23% sabe que la hipertensión no causa dolor de cabeza en la mayoría de los casos y el 44% desconoce que no debe suspender la medicación para la hipertensión cuando no tiene síntomas. Tanto el conocimiento sobre las modificaciones al estilo de vida, como el de las complicaciones de la hipertensión fueron altos, mientras que el riesgo de una complicación oftalmológica fue el menos conocido. El conocimiento fue menor en pacientes con baja escolaridad y de reciente diagnóstico.

Conclusiones. Existen severas deficiencias en el conocimiento de hipertensión de la población encuestada. El médico y el equipo de salud deben tomar un rol más activo en la educación del paciente para mejorar su conocimiento de la enfermedad.

Palabras clave: Hipertensión, Conocimiento, Educación (DeCS).


Summary

Background. Patients' knowledge of high blood pressure is a predictor of disease control. Knowledge about hypertension has barely been studied in the Colombian population suffering high blood pressure. Such knowledge must be assessed to facilitate educational intervention for improving hypertension control.

Objective. Ascertaining knowledge about high blood pressure in a Colombian hypertensive population.

Materials and methods. A questionnaire was developed and content validated by experts from the Universidad Nacional de Colombia and the Virrey Solis IPS's Research Committee. The questionnaire was used with 150 hypertensive patients in face-to-face interviews during their medical visits.

Results. 70% of the surveyed population knew that hypertension is a preventable disease; however, barely 48% knew that it cannot be cured. Only 23% knew that, in most cases, high blood pressure does not cause headaches and 44% did not know that medication should never be suspended, even when there might be a lack of symptoms. Good knowledge was shown about lifestyle modifications and complications arising from high blood pressure whilst the risk of an ophthalmological complication was the least known. People having received less formal education and those having had a recent diagnosis had less knowledge.

Conclusions. Severe deficiencies were revealed in the surveyed population regarding their knowledge about high blood pressure. Doctors and healthcare teams must play a more active role in patients' education to improve their knowledge concerning such serious disorder.

Keywords: Hypertension, Knowledge, Education (MeSH).


Introducción

Las enfermedades crónicas no transmisibles son actualmente la principal causa de muerte en el mundo y, de ellas, solamente las enfermedades cardiovasculares son responsables de casi un tercio del total (1). De especial relevancia es la hipertensión, sobre todo cuando su control es inadecuado, pues contribuye de manera activa y directa en la aparición y desarrollo de estas enfermedades (2).

El control de la hipertensión es un reto de mayores proporciones y suma importancia para todo sistema de salud (1). Sin embargo, existe una brecha considerable entre los países desarrollados y aquellos en vías de desarrollo, a pesar de que algunos de estos últimos, como México y Colombia, ya cuenten con Cobertura Universal en Salud para sus ciudadanos (3,4). Por ejemplo, las cifras de control hipertensivo, en pacientes que ya han sido diagnosticados, son muy diferentes en Estados Unidos de América 71% (5), Canadá 82% (5) y México 51,2% (6).

Esto adquiere mayor relevancia cuando se toma en cuenta que los países en vías de desarrollo son los principal y mayormente afectados por la hipertensión; no solo es mayor la prevalencia en estos países, sino que su diagnóstico, tratamiento y control son deficientes en comparación con los países desarrollados (1,5,6). Esto ha ocasionado que las consecuencias de la enfermedad, sobre todo las derivadas de sus complicaciones -discapacidad, mortalidad temprana, disminución de ingresos, gastos médicos, costo sanitario, etc.-, lleguen a ser insostenibles para el paciente, el sistema de salud y el país (1). Para el período 2006-2015 se calcula que la pérdida acumulativa del PIB causado por las enfermedades cardiovasculares será de 13, 450 millones de dólares estadounidenses, solamente para México, Colombia, Argentina y Brasil (7).

Recientemente se ha encontrado que el conocimiento de hipertensión que tiene el paciente es un factor que incide en el control hipertensivo (8-11). El gran valor e importancia de esto reside en que, a diferencia de muchos otros factores sociodemográficos, el conocimiento de hipertensión del paciente es un factor totalmente modificable mediante intervenciones educativas (1,10,11).

Poco se han estudiado los conocimientos de hipertensión en los pacientes colombianos y, dada la evidencia, es necesario comenzar a hacerlo. El objetivo del presente estudio es evaluar los conocimientos que posee una población hipertensa colombiana acerca de aspectos básicos de la hipertensión y discutir las posibles repercusiones que tendría sobre el control de la enfermedad el desconocimiento de los mismos.

Materiales y métodos

Cuestionario

Se elaboró un cuestionario mediante la revisión de información líder en hipertensión a nivel nacional (12,13) e internacional (1,2), siguiendo los principios y recomendaciones generales para un adecuado desarrollo del mismo (14). Además, fueron revisados diversos cuestionarios previamente validados en diversas partes del mundo (11,15-20) para tomar en cuenta los diferentes estilos de desarrollo y aplicación, y elegir el más conveniente para la población colombiana.

El cuestionario final consta de 15 elementos, todos de formato cerrado, opción múltiple y una sola respuesta correcta, los cuales abarcan todos los aspectos de la hipertensión relevantes para el paciente. Uno de los 15 elementos está desarrollado en forma de pregunta, mientras que los 14 restantes lo están en forma de afirmaciones que deben ser señaladas por el paciente como "verdadero" o "falso". Los 15 elementos tienen la opción "no sé" como respuesta y se distribuyen en seis categorías: uno para definición, dos para características generales, dos para sintomatología, dos para tratamiento farmacológico, cuatro para estilo de vida y cuatro para complicaciones. Todos los elementos fueron redactados en un lenguaje comprensible y familiar para la población de estudio.

El contenido del cuestionario fue validado mediante su evaluación por médicos docentes de la Universidad Nacional de Colombia -un experto en Salud Pública y un experto en Medicina Interna- y el Comité de Investigaciones de Virrey Solís IPS. Se realizaron modificaciones basadas en las recomendaciones de los expertos. El cuestionario fue aplicado a una muestra por conveniencia de 10 personas sin antecedentes médicos, a las que se les pidió retroalimentación acerca de la claridad y comprensión del lenguaje.

Población

El muestreo fue por conveniencia. Fueron elegidos pacientes mayores de 18 años con diagnóstico previo de hipertensión arterial primaria y que acudieron a su consulta en Virrey Solís IPS en el mes de febrero del año 2014. Virrey Solís IPS es una institución prestadora de servicios de salud (IPS) que cuenta con 23 sedes repartidas por la ciudad de Bogotá D.C. y algunos municipios de Cundinamarca, Colombia. La IPS atiende predominantemente población urbana y perteneciente al régimen contributivo. Se eligieron 10 pacientes por cada una de las 15 sedes de más fácil acceso, para una muestra total de 150 pacientes hipertensos. El diagnóstico de hipertensión arterial primaria se identificó al ser reportado por el paciente, y se verificó mediante la revisión de su historia clínica. Fueron excluidos del estudio los pacientes que, por cualquier razón, no pudieron contestar la encuesta por sí mismos, los que se negaron a participar en el estudio y los que no tuvieron una historia clínica que demostrara el antecedente de hipertensión arterial primaria.

Protocolo

El equipo de atención al usuario de Virrey Solís IPS propuso a los pacientes la aplicación del cuestionario, mediante una entrevista presencial, y la participación en el estudio al acudir estos a su consulta. Los pacientes que accedieron a participar lo hicieron voluntariamente, mediante consentimiento informado verbal. Al momento de la entrevista, además de los 15 elementos del cuestionario, se recolectó información sociodemográfica y médica del paciente: edad, sexo, escolaridad, régimen y tiempo de diagnóstico. También se reportó la sede en la que se aplicó el cuestionario. La escolaridad del paciente fue medida en años de educación formal aprobados.

Análisis de la información

El análisis estadístico se realizó con los programas Epi Info 7 e IBM SPSS Statistics 22.

Resultados

Población

El cuestionario fue aplicado a 150 pacientes hipertensos: 99 mujeres y 51 hombres. El mayor grupo de edad se encontró en el rango de 60-69 años, con el 37%. La escolaridad y tiempo de diagnóstico predominantes se encontraron ambas en el rango de ≤5 años: 47% y 45%, respectivamente. Todos excepto un paciente pertenecieron al régimen contributivo (Tabla 1).

Conocimientos

Los 15 elementos del cuestionario y las respuestas de la población encuestada aparecen en la tabla 2. Las respuestas correctas aparecen en resaltadas en negrilla. Los elementos más acertados son el 9 y 10, ambos con el 92% y pertenecientes a la categoría estilo de vida. El elemento menos acertado es el 13, de la categoría complicaciones, con el 21%, seguido de los elementos 4 y 5, ambos con el 23% y pertenecientes a la categoría sintomatología. La categoría más acertada fue estilo de vida, con 90,25% y las menos acertadas fueron sintomatología y tratamiento farmacológico, con 23% y 57,5%, respectivamente.

En la tabla 3 aparece la media de respuestas correctas del total de la población encuestada, por características sociodemográficas y médicas, y por sede. La media de la población encuestada fue de 9,79 y más alta en mujeres que en hombres. Sin tomar en cuenta el grupo de edad 18-29 años, pues solo contiene dos pacientes, la media más alta se encontró en el grupo de edad 60-69, con una tendencia ascendente desde el grupo de 30-39 hasta el de 60-69. La media de respuestas correctas aumentó conforme aumentaba la escolaridad de los pacientes, ligeramente entre los grupos ≤5 y 6-10 años, pero notoriamente en el grupo de ≥11 años. Igualmente, el grupo de tiempo de diagnóstico ≥11 años tuvo una media notablemente superior a los otros dos grupos de tiempo de diagnóstico. En cuanto a las sedes de Virrey Solís IPS, la media más alta se encontró en "Minuto de Dios", seguida de "Soacha", mientras que las más bajas se encontraron en "Santa Lucía" y "20 de julio".

En la figura 1 se observa el porcentaje de aciertos de cada elemento por años de escolaridad. En la mayoría de los elementos se observa un patrón ascendente del porcentaje de aciertos conforme aumenta la escolaridad, mientras que en todos, excepto en el 8 y el 10, el mayor porcentaje de aciertos se encontró en el grupo de ≥11 años.

En la figura 2 se observa el porcentaje de aciertos de cada elemento por tiempo de diagnóstico. También se observa un patrón ascendente del porcentaje de aciertos, en la mayoría de los elementos, conforme aumenta el tiempo de diagnóstico. Llama la atención el elemento 2: "La presión arterial alta es una enfermedad prevenible"; al contrario de los demás elementos, presenta un patrón descendente. En la gran mayoría de los elementos, el mayor porcentaje de respuestas correctas se encontró en el grupo de ≥11 años.

Discusión

La hipertensión se caracteriza por ser una enfermedad silenciosa, pues no produce síntomas mientras causa daños irreversibles a múltiples órganos (1,2,12,13). Esto es un conocimiento vital para todo paciente hipertenso, pues de no tenerlo es probable que no cumpla con su tratamiento como es debido, tomando su medicación sólo cuando presenta mareos, cefalea o cualquier otro síntoma que asocie con tener la presión alta (15). Resulta alarmante que, apenas el 23% de la población encuestada, todos hipertensos, sepa que tener la presión arterial alta no causa cefalea, también que apenas 23% sepa que no causa mareos (Tabla 2).

El tratamiento farmacológico de la hipertensión se caracteriza, como en la mayoría de los padecimientos crónicos cardiovasculares, por ser de por vida y no deberse suspender bajo ninguna circunstancia, a menos que el médico lo indique (2). Es imposible pensar en un adecuado control de la hipertensión cuando apenas 56% de los pacientes encuestados sabe que no pueden suspender su medicación aunque se sienta bien y solo 59% aunque su presión esté controlada (Tabla 2). Lo anterior puede estar relacionado con la creencia de que la hipertensión produce síntomas, pues el paciente no vería la necesidad de tomar el medicamento si se siente bien, porque cree que es cuando tiene síntomas que su presión está alta.

La hipertensión es una enfermedad prevenible y que, si bien es posible tratarla con muy buenos resultados, no es curable (1,2). El 30% de los encuestados, casi 1 por cada 3, no sabe que la hipertensión es una enfermedad prevenible (Tabla 2). Es un conocimiento importante porque siempre será mejor prevenir una enfermedad que tratarla y por la importancia que adquiere el componente hereditario de la hipertensión, pues los familiares de una persona hipertensa tienen mayor riesgo de desarrollar la enfermedad (2). Por lo tanto, es necesario que el paciente lo sepa y comunique a sus familiares para lograr evitar, mediante las medidas preventivas, que terminen padeciendo la misma enfermedad. De igual manera, es importante que el paciente sepa que padece una enfermedad tratable pero que no es curable, lo cual desconoce el 52% de la población encuestada (Tabla 2), pues esto podría incidir en las expectativas del paciente con su tratamiento y su posterior adherencia a él.

Cabe resaltar el alto conocimiento de la población encuestada sobre los cambios en el estilo de vida que ayudan a mejorar el control de la presión arterial (Tabla 2). También es alto el conocimiento sobre las posibles complicaciones de la hipertensión, excepto la de una posible complicación oftalmológica, la cual desconoce el 35% de la población encuestada. Si bien los cambios en el estilo de vida y las posibles complicaciones de la hipertensión son conocimientos necesarios, posiblemente resulten insuficientes para mejorar el control hipertensivo, si el paciente sigue creyendo que su presión es normal cuando no tiene síntomas y que puede tomar su medicación sólo cuando los tiene.

Existe una importante diferencia entre los conocimientos de los pacientes recién diagnosticados y los que llevan 11 años o más con su enfermedad. Es inaceptable que tuvieran que pasar 11 años desde el diagnóstico para que el porcentaje de pacientes que saben que no deben dejar de tomar su medicación, aunque se sientan bien, pase apenas del 48% al 68% (Figura 2). Igualmente, el conocimiento fue notablemente superior en los pacientes con escolaridad de 11 años o más. En Colombia, la escolaridad promedio en mayores de 60 años, grupo de edad con la mayor prevalencia de hipertensión (1,2,6), es de poco menos de seis años en la población urbana y de aproximadamente tres años en la población rural (21). Todo esto refuerza la necesidad de intervenciones educativas, las cuales han probado ser efectivas en mejorar dicho conocimiento (11) e influir en el control de la enfermedad (8-11).

Existen varias limitaciones en el presente estudio. La primera es que no se utilizó un instrumento previamente validado para medir conocimientos de hipertensión y se desconoce la confiabilidad del cuestionario utilizado. No se encontró un instrumento óptimo, ni en lenguaje ni en contenido, para la población que se quería estudiar, razón por la cual se elaboró un cuestionario propio que podría servir en un futuro para desarrollar un instrumento válido y confiable para la población hipertensa en Colombia y en otras partes de América Latina hispanohablante.

Otra limitación está asociada con el hecho de que la muestra no es representativa de la población hipertensa en Colombia ni de la población hipertensa que acude a Virrey Solís IPS. Sin embargo, los resultados obtenidos a partir de la población encuestada han brindado información que contribuye ampliamente a la comprensión del problema planteado y motiva profundamente a continuar con la investigación del tema.

Conclusiones

Existen deficiencias severas en el conocimiento de hipertensión de la población encuestada. Es necesario continuar con el desarrollo de un cuestionario o escala válida y confiable en la población colombiana y utilizarlo en muestras representativas, para llegar a conclusiones válidas sobre la totalidad de la población hipertensa en Colombia. El presente estudio sirve para ese propósito y despierta la imperiosa necesidad de estudiar más a fondo el tema.

El médico y el equipo de salud deben tomarse el tiempo necesario para brindar al paciente el conocimiento básico de su enfermedad, haciendo especial énfasis en la población con baja escolaridad y de reciente diagnóstico, pues son quienes poseen un menor conocimiento. Se debe reforzar este conocimiento con cada oportunidad que se tenga y jamás dar por sentado que el paciente ya conoce los aspectos de la hipertensión. La salud del paciente está en manos de cada uno de los integrantes del equipo de salud, por lo que es responsabilidad de todos trabajar conjuntamente en cada aspecto que ayude a mejorarla y, en el caso de la educación del paciente, queda mucho por hacer.

Conflicto de intereses

Ninguno declarado por los autores.

Financiación
Ninguna declarada por los autores.

Agradecimientos

Al Dr. Sebastián Rodríguez Llamazares por sus consejos y guía a través de la realización de este estudio. A la Dra. Edith Gómez Clavijo, al Dr. Jaime Hernández Ruiz, al Comité de Investigaciones de Virrey Solís IPS y a la institución Virrey Solís IPS por su colaboración en la aplicación de los cuestionarios y el apoyo a la investigación. Por último y más importante, el más profundo agradecimiento a los pacientes que participaron en el estudio, esto es por y para ellos.


Referencias

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