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Revista de la Facultad de Medicina

versão impressa ISSN 0120-0011

rev.fac.med. vol.64 no.1 Bogotá jan./mar. 2016

https://doi.org/10.15446/revfacmed.v64n1.51615 

DOI: http://dx.doi.org/10.15446/revfacmed.v64n1.51615

INVESTIGACIÓN ORIGINAL

Abuso académico a estudiantes de pregrado por parte de docentes de los programas de Medicina de Manizales, Colombia

Academic undergraduate abuse by teachers of Medicine programs of Manizales (Colombia)

Jhessyka Lorena Bermeo1, José Jaime Castaño-Castrillón2, Andrés López-Román1, Diana Carolina Téllez1 , Sebastián Toro-Chica1

1 Universidad de Manizales - Facultad de Ciencias de la Salud - Medicina -Manizales - Colombia.
2 Universidad de Manizales - Facultad de Ciencias de la Salud - Grupo de Investigación Médica - Manizales - Colombia.

Correspondencia: José Jaime Castaño-Castrillón. Facultad de Ciencias de la Salud, Universidad de Manizales. Carrera 9 No. 19-03, oficina 208. Teléfono: +57 6 8841450. Manizales. Colombia. Correo electrónico: jcast@umanizales.edu.co.

Recibido: 01/07/2015 Aceptado: 30/11/2015


Resumen

Antecedentes. Los currículos tradicionales de medicina consideran el maltrato a los estudiantes una técnica pedagógica de enseñanza.

Objetivo. Determinar la frecuencia de abuso académico a estudiantes de pregrado por parte de docentes de los programas de Medicina de Manizales, Colombia, durante el 2013.

Materiales y métodos. Estudio de corte transversal analítico, con una población de 401 estudiantes inscritos en los semestres de I a X en las facultades de Medicina de la Universidad de Manizales y la Universidad de Caldas en el año 2013; se realizó una encuesta anónima que constaba de 48 preguntas divididas en los siguientes aspectos: apoyo institucional, maltrato y acoso sexual por parte de docentes.

Resultados. El 70.6% de los estudiantes ha recibido por lo menos un tipo de maltrato, el 29.2% ha percibido por lo menos un evento de abuso sexual y solo el 7.2% siente apoyo institucional completo. El maltrato es similar entre géneros, en áreas básicas y clínicas e igual en ambas universidades. Entre semestres se presentan diferencias significativas, aunque no se evidencian tendencias claras. Algunos eventos bastante graves tienen proporciones apreciables, por ejemplo violación en 2.9% (n=13), intentos de violación 2.2% (n=9), tocamientos innecesarios 3.9% (n=16) y 7.3% (n=29) se siente acosado sexualmente.

Conclusión. Los resultados del presente estudio indican que el abuso académico a estudiantes de pregrado en Medicina por parte de los docentes se evidencia como una conducta altamente inadecuada y que se ha perpetuado en el tiempo.

Palabras clave: Docentes médicos; Estudiantes de medicina; Acoso no sexual, acoso sexual (DeCS).


Bermeo JL, Castaño-Castrillón JJ, López-Román A, Téllez DC, Toro-Chica S. Abuso académico a estudiantes de pregrado por parte de docentes de los programas de Medicina de Manizales, Colombia. Rev. Fac. Med. 2016;64(1):9-19. Spanish. doi: http://dx.doi.org/10.15446/revfacmed.v64n1.51615.


Summary

Background. Traditional curricula of Medicine consider the mistreatment of students as a pedagogical teaching technique.

Objective. To determine the frequency of academic undergraduate abuse by teachers of medicine programs in Manizales (Colombia), 2013.

Materials and Methods. A cross-sectional analytical study was conducted on a population of 401 abuse and harassment: Students enrolled in the I to X semesters of the faculties of medicine at University of Manizales and University of Caldas (Manizales, Colombia), in 2013. An anonymous survey consisting of 48 questions divided into the following aspects was conducted: institutional support, sexual harassment and mistreatment inflicted by the teachers.

Results. 70.6% of the students has been affected by at least one type of abuse, 29.2% has perceived at least one event of sexual abuse and only 7.2% feels integral institutional support. Abuse is similar between genders in terms of basic and clinical areas and it is also similar in both universities. There are significant differences among semesters, although no clear trends are shown. Some really serious events have appreciable proportions, e.g. rape 2.9% (n = 13), attempted rape 2.2% (n = 9), unnecessary touching 3.9% (n = 16), and 7.3% (n = 29) of the population feels that they are sexually harassed in medical schools.

Conclusions. The results of this study indicate that academic abuse in undergraduates in medicine by teachers is regarded as a highly inappropriate behavior, which has been perpetuated for a long time.

Keywords: Faculty, Medical; Students, Medical; Social Behavior; Sexual Harassment (MeSH).


Bermeo JL, Castaño-Castrillón JJ, López-Román A, Téllez DC, Toro-Chica S. [Academic undergraduate abuse by teachers of Medicine programs of Manizales (Colombia)]. Rev. Fac. Med. 2016;64(1):9-19. Spanish. doi: http://dx.doi.org/10.15446/revfacmed.v64n1.51615.


Introducción

Según Olweus (1), abusar es tratar a otro en forma ofensiva, causar lesiones físicas o psicológicas o forzar a realizar acciones que no desea o en las que no consiente. Hasta no muchos años atrás, solo había referencias informales sobre situaciones abusivas en la carrera de Medicina.

En la década de los noventa, el impacto del abuso, maltrato, discriminación, acoso y hostigamiento cobra creciente importancia en la discusión dentro del campo de la educación médica. Bastias et al. (2) concluyen que los cambios en la inadecuada actitud de los médicos hacia sus pacientes podrían ser resultado del trato hostil y punitivo recibido en la escuela de medicina.

En la actualidad, según un estudio realizado por Shizuko et al. (3), el 68.5% de los estudiantes reportan algún tipo de abuso durante toda su formación académica en la Facultad de Medicina. Conclusiones análogas reportan Ahmer et al. (4), Imran et al. (5) y Shoukat et al. (6), quienes evalúan múltiples aspectos de la experiencia de los estudiantes de medicina de Pakistán respecto a la vida universitaria médica, encontrando datos estadísticos similares: en los tres estudios 56.9% había afrontado abuso verbal, 25.7% abuso de otros gestos, 15.6% ha sido ignorado, 10.9% ha sido excluido, 5% reportó maltrato físico y 2.5% abuso por escrito.

Estudios realizados por Frank et al. (7) y Fried et al. (8) en Estados Unidos reportan que 11% de estos tipos de maltrato los causaron otros estudiantes; 27% de acoso y menosprecio fueron causados también por los residentes, 9% por profesores de materias básicas, 63% por profesores clínicos y 25% por pacientes. El 13% de los estudiantes reportaron experiencias abusivas muy graves.

Referente a datos colombianos, Castaño et al. (9), Cortes (10), Guevara et al. (11) y Paredes et al. (12) obtienen frecuencias parecidas respecto a que la percepción de maltrato fue de 40.6%, el tipo de maltrato más común fue el psicológico con 98% y las manifestaciones más frecuentes fueron críticas injustificadas con 10.9%, dejar en ridículo 10.7%, gritos 10% y desacreditar 9.5%. Los profesores de años preclínicos fueron considerados como los más importantes abusadores (25.9%), seguidos por los profesores clínicos (19.8%).

Estudios realizados por Maida et al. (13), Mariscal et al. (14) y Trautman et al. (15) reportan igualmente la percepción de maltrato de los estudiantes de medicina por parte de sus docentes médicos.

En vista de las consideraciones anteriores, y puesto que es de gran importancia conocer si los abusos hacia estudiantes de Medicina se reproducen en Manizales, se plantea esta investigación con el fin de determinar y analizar la frecuencia y las formas de presentación del abuso y maltrato por parte de los docentes de los programas de Medicina de las universidades de Caldas y de Manizales y determinar el grado de apoyo institucional a estudiantes maltratados.

Materiales y métodos

El presente estudio es de corte transversal y se realiza en las dos instituciones universitarias de Manizales que ofertan programas de Medicina activos. La población estuvo constituida por 401 estudiantes inscritos en la carrera de Medicina en las 2 instituciones: programa de Medicina de la Universidad de Manizales con una población de 202 estudiantes y programa de Medicina de la Universidad de Caldas con una población de 199 estudiantes. Estos tamaños muestrales fueron calculados teniendo en cuenta un 75% de frecuencia esperada (7), 5% de límite de confianza para el promedio, 95% de significancia y una población de 708 estudiantes para la Universidad de Manizales y 644 para la Universidad de Caldas. Ambas muestras fueron recolectadas mediante un muestreo probabilístico estratificado por género. El único criterio de inclusión es que los participantes sean estudiantes regulares de uno de los dos programas, no hubo criterios de exclusión.

En la presente investigación se tuvo en cuenta el siguiente conjunto de variables: edad, procedencia del estudiante, género, semestre en el cual está inscrito y edad aproximada del docente maltratador.

Para medir el maltrato se empleó el cuestionario planteado por Iglesias-Benavides et al. (16) en su estudio publicado en el año 2005. Este cuestionario consta de 44 preguntas con alternativa de respuesta cerrada: 18 correspondientes a maltrato en general, 16 a acoso sexual y 10 a apoyo institucional.

Se efectúo una prueba piloto el día 22 de septiembre de 2013 al 5% de la población. Con los resultados obtenidos de esta se efectuaron una serie de ajustes y mejoras al instrumento, desde luego sin tocar el cuestionario original de maltrato, y la recolección definitiva de datos se realizó en los meses de octubre-noviembre de 2013 en la Universidad de Manizales y febrero-marzo de 2014 en la Universidad de Caldas.

Para el análisis de los datos, las variables medidas en escala nominal se describieron mediante proporciones y su respectivo intervalo de confianza, mientras que las variables medidas en escala numérica a través de medidas de tendencia central —promedio— y dispersión —desviación estándar—. La relación entre variables medidas en escala nominal se probó utilizando la prueba de X2 y entre variables medidas en escala nominal y numérica mediante prueba t o análisis de varianza, según el caso. Todos los análisis se realizaron con una significancia α=0.05. Las bases de datos se construyeron empleando el programa Microsoft Excel y se analizaron con IBM SPSS 22 y Epiinfo 7.

Se respetaron los principios éticos de la ley para este tipo de estudios en Colombia y la confidencialidad de los participantes, no se recolectó información que permitiera la identificación de los mismos y cada uno firmó un consentimiento informado. El proyecto fue enviado a las instituciones educativas y se contó con la aprobación previa de cada una de ellas antes de proceder a la recolección de la información de campo.

Resultados

En el estudio intervino una población de 401 estudiantes desde I hasta X semestre de los programas de Medicina de las universidades de Manizales y Caldas; la población de la Universidad de Manizales constituyó 50.4% del total y la de la Universidad de Caldas el resto (49.6%). La edad promedio de la población fue de 21±3.21 años, el 54.4% (lC 95%: 49.3-59.3) eran mujeres. En cuanto a la raza, la mayor proporción fue de mestizos con 95.5%, oriundos de Manizales en un 33.7% (lC 95%: 29-38.6).

La Tabla 1 muestra los resultados obtenidos referentes al maltrato de docentes, el cual refleja un promedio de 24.36±18.7 de respuestas positivas —máximo 100—. El 29.4% (lC 95%: 25.06-34.19) de los estudiantes nunca ha recibido maltrato por parte de docentes y el resto (70.6%) por lo menos una vez; en el 63.6% (lC 95%: 58-68.9) el docente maltratador tenía un rango de edad de 45-60 años. El maltrato por parte de docentes en mayor proporción se ubica en el área de Ciencias Básicas con 54.2% (lC 95%: 48.1-60.1), aunque los límites de confianza obtenidos sugieren que este sucede con igual frecuencia en las áreas básica y clínica.

En la Tabla 1 se detallan los maltratos considerados: el maltrato con mayor proporción de "sí, con frecuencia" es el correspondiente a ¿Has sentido que desacreditan tu trabajo y capacidad? con 8.7% y el mayor con la opción "sí, a veces" es ¿Sientes que has recibido críticas injustificadas? con 38.9%. Es de destacar que algunos maltratos que se pueden considerar como graves —como lo es recibir maltrato físico— tienen una frecuencia de presentación apreciable de 7.4%; también se pueden mencionar burlas de género en 16.9% y tratos a gritos 26.3%. El 26.4% (n=112) ha tenido experiencias que les ha hecho pensar en abandonar los estudios. El cuestionario de maltrato tuvo una α de Cronbach de 0.92.

Referente al cuestionario de abuso sexual por parte de docentes, la proporción promedio de respuestas positivas fue de 13.63±19.84 —máximo 100—. El 70.8% (lC 95%: 66.06-75.18) nunca ha tenido un evento de abuso sexual, el restante 29.2% por lo menos uno.

El acoso sexual ocurre por igual en Ciencias Básicas y Clínicas. Entre los diferentes tipos de abusos se destaca el ítem bromas de índole sexual con "sí, con frecuencia" en 2.2% y "sí, a veces" en 10.7%. Otros ítems bastante graves presentan frecuencias no despreciables, por ejemplo violación en 2.9% (n=13), intentos de violación 2.2% (n=9) y tocamientos innecesarios 3.9% (n=16); de esta manera, el 7.3% (n=29) se siente acosado sexualmente en los programas de Medicina. El cuestionario de abuso sexual tuvo una α Cronbach de 0.952 (Tabla 2).

El cuestionario de apoyo institucional presentó un promedio de 46.1±21.49 —máximo 100—. Si la institución siempre apoyara a sus estudiantes el resultado promedio hubiera sido 100: el apoyo institucional completo solo lo perciben el 7.2% (lC 95%: 5-10.3) (n=29) de los estudiantes; 18.2% (lC 95%: 14.6-22.4) (n=73) se siente totalmente desprotegidos por la institución. El 29.5% cree que las quejas a un superior "nunca" sirven de nada y el 38.8% "casi nunca", el 55.1% no tiene confianza en los docentes como para buscar su apoyo y el 53.9% cree que no hay mecanismos de apoyo al estudiante en el programa de Medicina. El cuestionario de apoyo institucional presentó una α de Cronbach de 0.880 (Tabla 3).

Relaciones entre variables

Empleando el procedimiento estadístico de prueba t se probó la relación entre las tres variables de maltrato, abuso sexual y apoyo institucional con las variables institución, género, y procedencia —Manizales, distinta de Manizales— y no se encontró relación significativa.

Para probar la relación con semestre se empleó el procedimiento estadístico de análisis de varianza; en este caso las tres variables resultaron significativas: maltrato con p=0.000, acoso sexual p=0.000, y apoyo institucional p=0.009, (Tabla 4).

La Figura 1 muestra la variación de acoso sexual por parte de docentes en relación al semestre y los máximos en VI y X Semestre de 28% y 35% respectivamente.

Discusión

En la presente investigación no se encuentran diferencias significativas respecto a maltrato, abuso sexual y apoyo institucional con relación a la universidad de procedencia, concluyendo que estos tipos de abuso son semejantes tanto en la Universidad de Caldas como en la de Manizales; tampoco se encuentran diferencias en género ni edad de los estudiantes.

Referente propiamente a las relaciones entre docentes y estudiantes se obtiene un 24.36±18.7% de maltrato, 13.63±19.84% de acoso sexual —faceta bastante grave del maltrato de docentes a estudiantes— y 46.07±21.49% de apoyo institucional —aproximadamente la mitad de lo que debería ser—. En todos los casos 100 es el valor máximo de maltrato obtenible. El 70.6% de los estudiantes ha sufrido por lo menos un maltrato de parte de docentes, 29.2% por lo menos un evento de acoso sexual y solo el 7.2% se siente completamente apoyado por la institución.

Estos resultados en general coinciden con los obtenidos por Rancich et al. (17) en un estudio publicado en el año 2013 y efectuado en una población de 227 estudiantes de la Universidad de Buenos Aires (UBA) y 161 de la Universidad Complutense de Madrid (UCM), ambos en programas de Medicina. Los primeros reportan un 79.1% de acciones incorrectas en el proceso de enseñanza-aprendizaje, los segundos 30% de maltrato verbal y 31.7% en la presente investigación; discriminación y ridiculización 13.2% UBA, 6.5% UCM y 33.6% este estudio; cometarios o humor sexual 0% UBA, 5.1% UCM y 12.9% este estudio; maltrato físico 2.4% UBA, 1.4% UCM y 7.4% este estudio; etc.

Ríos-Nava et al. (18) publicaron un estudio en el año 2013, realizado con estudiantes de los programas de Medicina y Enfermería de la Universidad Autónoma de Nayarit, México, en el que los resultados en general coinciden con los de la presente investigación y evidencian un 26.56% de rechazo, 28.75% (24.3%) de intimidación, 12.19% (6.4%) de humillación pública, 13.43% (15.4%) de violencia verbal, 6.25% (29.2%) de acoso sexual y 6% (7.4%) agresión física —entre paréntesis se expresan los resultados de este estudio—.

También presentan resultados análogos Ahmer et al. (4) en su estudio sobre maltrato a estudiantes de Medicina en 6 escuelas médicas de Pakistán: 52% de los estudiantes dice haber sufrido maltrato, 28% una o más veces al mes; 46% de este maltrato proviene de docentes, 25% de residentes, 18% de enfermeras y pares y 8.5% de pacientes.

Iglesias-Benavides et al. (16), empleando el mismo cuestionario usado en esta investigación, efectuaron un estudio con 404 alumnos de IV, V y VI año de la Universidad de Nuevo León, México. En este caso se encontró que 31% (70.6%) de los estudiantes perciben maltrato, 57.2% (54.2%) en Ciencias Básicas y 4.6% (29.2%) han experimentado acoso sexual. Hubo diferencia significativa entre géneros, al contrario de la presente investigación, y en general estos resultados muestran menor nivel de maltrato al encontrado en el presente estudio, pero sigue siendo importante. En cambio, Maida et al. (19), en su estudio efectuado en la Universidad de Chile en 144 estudiantes de I semestre, reportan que el 91.7% ha sufrido por lo menos un abuso, los estudiantes dicen que estos abusos han afectado su salud mental, vida social y la imagen que tenían de los médicos.

Muchas más investigaciones confirman estos resultados:

Cook et al. (20) efectuaron un estudio publicado en el año 2014, en el cual emplean una muestra representativa de 564 estudiantes de III año de Medicina de 24 escuelas médicas acreditadas de los Estados Unidos, 64% reportan al menos un incidente de maltrato en la escuela y 75.5% por residentes; de estos, 10.7% y 12.6% son maltratados en forma recurrente, además muestran que este maltrato recurrente está asociado a Burnout en los estudiantes.

Nagata-Kobayash et al. (3) estudiaron el maltrato en 304 estudiantes de medicina japoneses de V y VI año; el abuso fue reportado en el 68.5% de los casos, abuso sexual en mujeres 54.1% y en hombres 14.6%. En la mayor parte de los casos los abusadores fueron miembros de la facultad y este ocurrió con mayor frecuencia en las rotaciones quirúrgicas, de medicina interna y anestesia. Solo el 8.2% de los estudiantes abusados lo reportaron.

Scott et al. (21) estudian el modelo pedagógico de "enseñanza por humillación" en Australia, para lo cual encuestan 146 estudiantes de último año de las universidades de Sydney y Melbourne; de estos, 74% dice haber experimentado este "refinado" modelo pedagógico y 83.1% haber sido testigos de su aplicación durante sus rotaciones clínicas para adultos. Los autores concluyen que este modelo pedagógico persiste en la educación médica contemporánea.

Gagyor et al. (22) encuentran resultados similares entre estudiantes de medicina de Alemania y Rees et al. (23), en un artículo publicado en el año 2012, efectúan un estudio cualitativo en base a narrativas de abuso —86 de 833 narrativas recolectadas—; estas narrativas procedían de estudiantes de Inglaterra, Gales y Australia y en ellas los estudiantes reportan, sobre todo encubierto, abuso relacionado con status, abuso verbal directo, acoso sexual y discriminación, en algunos casos con varios de estos. Pocos estudiantes reportaron denuncia del abuso.

Respecto a la edad del docente maltratador se observa que la de mayor frecuencia se ubica entre 45 y 60 años con un 63.6%, esta es la mayor edad evaluada en este estudio y concuerda con lo que afirman Rancich et al. (17). Se obtiene que una proporción alta de incidentes se produce con los docentes de mayor jerarquía, al igual que en el presente estudio; sin embargo, este no es un resultado significativo dado que los incidentes fueron narrados sin identificación de la persona; por lo tanto, podrían estar referidos a un mismo docente.

Referente a dónde ocurre el maltrato con más frecuencia se encontró un 54.2% en Ciencias Básicas frente a un 45.8% en Ciencias Clínicas, sin ser estas diferencias significativas, lo que difiere con el estudio realizado por Nagata-Kobayashi et al. (3), en el cual se reporta que las experiencias abusivas ocurrieron significativamente con mayor frecuencia en las rotaciones de cirugía con un 42%. Referente al docente maltratador, en la presente investigación se encuentra mayor frecuencia en profesores de Ciencias Clínicas con 46.4% frente los de Ciencias Básicas con 44.6%, aunque nuevamente estas diferencias no son significativas. Este resultado difiere del reportado por Guevara et al. (11) en el año 2008 con un estudio efectuado en 1088 estudiantes en una universidad privada del Valle del Cauca, Colombia: reportan que los profesores de años preclínicos fueron considerados como los más importantes abusadores con el 25.9% versus los profesores clínicos con el 19.8%; refieren un 40.6% de percepción de maltrato (70.6%). Con relación a la persona maltratadora se encuentra que los docentes de Ciencias Básicas presentan mayor frecuencia de maltrato hacia sus estudiantes con una proporción del 46.4%, aunque sin diferencia significativa con relación al docente de Ciencias Clínicas.

Imran et al. (5), en su estudio realizado en Pakistán en el año 2010, reportan que el 46% de los estudiantes encuestados refirieron haber sido intimidados por los doctores que enseñaban en Ciencias Básicas en sus respectivas facultades. Este estudio también muestra que la edad avanzada, el género masculino y la percepción de falta de apoyo a las personas víctimas de acoso fueron estadísticamente significativas a favor de ser maltratado en algún momento de sus estudios en Medicina.

Cortés (10) evidencia que el maltrato hacia los estudiantes de Medicina no solo se define por intimidaciones o agresiones físicas, sino también por la vulnerabilidad psicológica que puedan ocasionar las diferentes situaciones de matoneo hacia la persona; esto va en concordancia con la presente investigación, en la cual se encuentra que el 10% de los estudiantes encuestados dicen haber sufrido episodios de depresión debido al maltrato hacia ellos.

Paredes et al. (12) efectúan un estudio sobre 'bullying' en todas las facultades de Medicina colombianas; sin embargo, en opinión de los autores del presente artículo, en esta investigación se identifica una confusión conceptual, puesto que el bullying se define como un maltrato entre pares, así que el maltrato de un docente hacia un estudiante no se puede considerar como tal. Con esta concepción el verdadero problema que ocurre en los programas de Medicina, de maltrato de los docentes hacia los estudiantes, queda invisibilizado al ser considerado como maltrato entre pares. Estos dos maltratos son de tipo diferente y no deberían confundirse ni agruparse dadas las diferencias generacionales, de posición jerárquica y por ende de manejo del poder. El problema del maltrato de docentes hacia estudiantes es un problema 'ancestral' en los programas de Medicina colombianos. Al parecer en este estudio, haciendo gala del centralismo que adorna la mayor parte de las investigaciones que tienen su origen en Bogotá, D.C., se engloba el bullying de la zona cafetera colombiana con el de Antioquia para un total de 11%; el auténtico bullying entre compañeros refleja un 5% y el de docentes de 5.5%. Los resultados de la presente investigación son bastante diferentes, pues presentan un 24.36±18.7% de maltrato de docentes a estudiantes, 13.63±19.84% de acoso sexual de docentes a estudiantes —faceta bastante grave del maltrato de docentes a estudiantes— y 46.07±21.49% de apoyo institucional percibido hacia los estudiantes —aproximadamente la mitad de lo que debería ser—.

En general, los resultados de esta investigación y de las referencias comentadas muestran, aunque con grandes variaciones entre instituciones, que la situación de maltrato de docentes hacia estudiantes en los programas de Medicina permanece. En primer lugar menciona Cortés (10) que el ambiente de estudio de la Medicina es altamente demandante, los posibles errores que cometan los estudiantes pueden tener consecuencias graves, y de ahí el ambiente propicio hacia el maltrato al estudiante.

Existe, entre algunos docentes médicos, una tendencia a justificar este maltrato como inherente a la formación médica y otra a emplear el hostigamiento y la ofensa como herramienta pedagógica. Que alguien considere la ofensa, el maltrato y hasta la violencia física como herramienta pedagógica (21) solo habla de su profunda ignorancia en materia de las modernas técnicas pedagógicas, reivindicando un estilo de pedagogía medieval, cuando los docentes enseñaban con 'regla en mano', la cual usaban generosamente. Cortés (10) expresa que en algunos ambientes médicos se están promoviendo nuevas estrategias de relación entre estudiantes y docentes más respetuosas y de confianza mutua.

Fried et al. (8), en un artículo publicado en el año 2012, describen los esfuerzos de la escuela de Medicina David Gefen (EU) de la Universidad de California en Los Ángeles (UCLA) por erradicar el abuso hacia los estudiantes de Medicina y concluye que a pesar de estos esfuerzos el problema continúa, también aseguran que aspectos del 'currículo oculto' socavan estos esfuerzos y concluyen que para acabar este abuso se requiere una aproximación agresiva tanto localmente a nivel de institución, como nacionalmente a través de todas las instituciones.

Para finalizar, dentro de las limitaciones de este estudio está que los datos fueron obtenidos por medio de cuestionarios de auto-reporte. Por lo tanto, la conveniencia social puede haber influido en las respuestas, lo que sugiere un posible sesgo de información; sin embargo, los cuestionarios anónimos de auto-reporte previamente han demostrado tener una buena validez y confiabilidad. Otro aspecto importante es la falta de comprensión del cuestionario por parte de algunos estudiantes en la realización de la encuesta, así como la subjetividad con la que responden los cuestionarios frente a la propia percepción que tienen de lo que es el maltrato

El presente artículo es producto de un trabajo de investigación efectuado en las asignaturas de Líneas de Investigación I a IV —correspondientes al plan de estudios del Programa de Medicina de la Universidad de Manizales— entre los años 2013 a 2014 (24).

Conflicto de intereses

Ninguno declarado por los autores.

Financiación

Universidad de Manizales.

Agradecimientos

Ninguno declarado por los autores.


Referencias

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