SciELO - Scientific Electronic Library Online

 
vol.57 issue136Carlos Casale Rolle. “Wolfhart Pannenberg y el reto de la Modernidad: Pensar a Dios y al hombre desde la mediación”, Teología y Vida (U. Católica de Chile) 47 (2006): 5-46Giraldo, John A. “La teoría causal del significado en H. P. Grice”, Praxis Filosófica (Universidad del Valle) 16 (2003): 99-128 author indexsubject indexarticles search
Home Pagealphabetic serial listing  

Services on Demand

Journal

Article

Indicators

Related links

  • On index processCited by Google
  • Have no similar articlesSimilars in SciELO
  • On index processSimilars in Google

Share


Ideas y Valores

Print version ISSN 0120-0062

Ideas y Valores vol.56 no.136 Bogotá Jan./Apr. 2008

 

Salles, Ricardo. "Necesidad y lo que depende de nosotros. Sobre la interpretación de Marcelo Boeri del compatibilismo estoico". Revista Hispanoamericana de Filosofía. Vol. 39, No. 115, (abril de 2007): 83-96.

 

Boeri, Marcelo. "Necesidad, lo que depende de nosotros y posibilidades alternativas en los estoicos. Réplica a Ricardo Salles", Revista Hispanoamericana de Filosofía. Vol. 39, No. 115, (abril de 2007): 97-111.

 


En términos generales, las posiciones de Salles y Boeri en estos dos artículos giran en torno a la manera como debe ser entendido el determinismo estoico. El punto de partida es el mismo para los dos autores: el determinismo estoico es, esencialmente, causal. Esto significa que cualquier pensador estoico habría estado necesariamente comprometido con la idea según la cual a todo suceso antecede una o un conjunto de causas que es suficiente para que ese suceso se dé. Lo que diferencia a las dos posiciones es el alcance que, según los estoicos, tiene el determinismo. Según la primera de estas interpretaciones del determinismo estoico (Boeri), las acciones humanas no caben bajo el dominio de la forma de ser de la causalidad así descrita; ella aplica solamente para los fenómenos naturales. Según la segunda de las interpretaciones (Salles), las acciones humanas, para los estoicos, sí caben en el dominio de la forma de entender la causalidad descrita antes, así, la determinación aplica tanto para los fenómenos naturales como para las acciones humanas. La diferencia en la interpretación sugiere, entonces, una importante consecuencia. Esta consecuencia remite a la posibilidad de ser genuinamente responsables por nuestras acciones. Si la lectura que hace Boeri de los textos estoicos admite el carácter limitado del determinismo, entonces ha de haber un lugar para la indeterminación de las acciones humanas y con él para la atribución de responsabilidad. La forma de cuestionar el espacio abierto por Boeri a la indeterminación supone para Salles la pérdida de sentido de la atribución de responsabilidad.

¿Qué hace pensar a Boeri que los estoicos no habrían incluido a las acciones humanas dentro del conjunto de aquello que está determinado causalmente? Si, según este autor, nos atenemos a la noción que parece haber tenido Crisipo del término “lo que depende de nosotros”, veremos en qué medida dicha noción presupone la posibilidad de acciones alternativas. Y cuando se supone dicha posibilidad, se supone también una instancia normativa gracias a la cual la imputación de responsabilidad adquiere sentido. La objeción de Salles contra esta interpretación se concentra en evaluar la plausibilidad de una de las premisas a partir de las cuales Boeri deriva su conclusión. ¿El hecho de que algo dependa de nosotros está realmente asociado (para los estoicos) con el concepto de “acciones alternativas”? (88). Si bien es cierto, para Salles, que el hecho de que algo dependa de nosotros es compatible con el hecho de que la causa de ese algo seamos nosotros mismos, eso no significa que la primera de las nociones implique a la segunda. En este sentido un pensador estoico como Crisipo, por ejemplo, bien podría haber admitido que solemos ser la causa de ciertos sucesos, y sin embargo esto no necesariamente significaría que contamos con una posibilidad alternativa, esto es, que tenemos la posibilidad de actuar de una manera distinta a como, de hecho, actuamos.

Tan pronto como se piensa en términos de responsabilidad y de margen para la imputación moral, dice Salles, tenemos que tener en cuenta dos cosas. En primer lugar, es claramente posible diferenciar entre “la posibilidad general de tener acciones alternativas” y “la posibilidad específica de tener una acción alternativa”.1 En segundo lugar, tenemos que tener en cuenta que la posibilidad de atribución de responsabilidad atañe solamente a la posibilidad específica de acciones alternativas

(91-95). Es justamente ante este segundo tipo de posibilidades cuando nos preguntamos si un agente tuvo o no otra alternativa distinta a aquella en función de la cual llevó a cabo su acción; es ante este tipo de posibilidades cuando, en consecuencia, nos sentimos autorizados a imputarle a alguien el hecho de que una acción haya tenido lugar. Es en función de esta distinción y del hecho de que sólo a la segunda de las posibilidades atañe el asunto de la imputación moral, como tiene lugar, en últimas, el debate entre Salles y Boeri.

A mi manera de ver, lo que está a la base de la discusión entre Salles y Boeri es lo siguiente: una u otra manera de entender el vínculo semántico entre “lo que depende de nosotros” y “contar con posibilidades alternativas” está sujeta a la inclusión entre el conjunto de las causas también del tipo 1 El primer tipo de posibilidad remite al hecho de que alguien, en un tiempo determinado (futuro) puede no hacer lo que hizo en otro tiempo determinado (pasado), aun cuando hizo lo que hizo (en el pasado) movido por una necesidad causal. Yo puedo, en ese sentido, no verme necesariamente arrastrada a protagonizar (en el futuro) un accidente automovilístico, aunque en un tiempo pasado me haya visto necesariamente arrastrada a protagonizarlo. El segundo tipo de posibilidad remite a situaciones que tienen lugar aquí y ahora: ¿puede, en este sentido, un hecho ocurrir y no ocurrir en un determinado momento?, ¿Tengo, aquí y ahora, la alternativa de no protagonizar un accidente automovilístico, tanto como tengo la alternativa de protagonizarlo? de causas que solemos llamar “internas”. Esto es, causas atadas al carácter y a los deseos. Mientras que, para Salles, las causas internas sean también causas, no hay un lugar para la indeterminación. Mientras que, por su parte, para Boeri este tipo de factores internos no sea identificable como una causa (y por lo tanto no sea análogo al tipo de factor que conocemos como “causas externas”), hay un lugar para la indeterminación, y por lo tanto la atribución de responsabilidad tiene sentido (aun para los estoicos). El argumento de Boeri es, a grandes rasgos, el siguiente: al parecer, un estoico como Crisipo admitió distintos tipos de causas, las antecedentes y las principales. Las causas antecedentes son aquellas que no están en nuestro poder, y las principales son aquellas que, por no ser necesariamente antecedentes de nuestros actos (como el carácter y los deseos), es decir, por ser internas, bien pueden estar en nuestro poder (103). En la medida en que este segundo tipo de causas esté en nuestro poder, el término “lo que depende de nosotros” sí puede estar implícito el término “acciones alternativas”. Para fortalecer su argumento contra la interpretación de Salles, Boeri propone admitir aquello que en otros contextos se entiende como dos sentidos de desear. Según esto, habría lugar a diferenciar entre deseos de primer orden y deseos de segundo orden.2 A diferencia de los deseos de primer orden, los deseos de segundo orden sugieren una instancia evaluativa gracias a la cual un agente juzga sus deseos inmediatos (del tipo “deseo calmar mi sed”) a favor de lo que dicho agente, por ejemplo, considera que es apropiado. La diferencia en la interpretación de Boeri en relación con la de Salles se fortalece con la inclusión que hace el primero de un pasaje de Alejandro de Afrodisia, en el cual parecen admitirse cursos alternativos de acción (109). Una de las frases que destaca Boeri de este pasaje a favor de su argumento es la siguiente: “[e]ntre los [acontecimientos] que suceden según destino los opuestos no son imposibles de suceder, por lo cual, sin duda, aunque no sucedan, son igualmente posibles”. Haciendo eco de esta frase, Boeri concluye que los estoicos bien podían estar interesados en sostener que el hecho de que “todo sucede por destino” no impide que haya cursos alternativos de acción. Quizás, con Salles, dice Boeri, lo anterior no demuestra que “lo que depende de nosotros” implica la existencia de acciones alternativas, pero sí indica que los estoicos pudieron otorgarle un papel a cursos de acciones alternativas, y con él al hecho de que la atribución de responsabilidad tuviera algún sentido.

Hasta este último momento del debate entre Salles y Boeri, que empezó ya hace más de 10 años, bien podría parecerles, a quienes lo han seguido con atención, que ninguno de los dos tiene, por así decirlo, la última palabra sobre la forma como deben ser interpretados los textos de los estoicos. Una lectura de estos dos artículos sugiere, además, que ni Salles ni Boeri quisieran que hubiera solamente una manera de leer dichos textos, y con ello dar por terminado el debate. Por tanto, si, como yo creo, la discusión entre Salles y Boeri se centra en el sentido que los estoicos pudieron haberle dado al término "causa", y en la posibilidad de incluir en este término también aquello que conocemos como causas internas, entonces el debate bien puede continuar.

 


1 El primer tipo de posibilidad remite al hecho de que alguien, en un tiempo determinado (futuro) puede no hacer lo que hizo en otro tiempo determinado (pasado), aun cuando hizo lo que hizo (en el pasado) movido por una necesidad causal. Yo puedo, en ese sentido, no verme necesariamente
arrastrada a protagonizar (en el futuro) un accidente automovilístico, aunque en un tiempo pasado me haya visto necesariamente
arrastrada a protagonizarlo. El segundo tipo de posibilidad remite a situaciones que tienen lugar aquí y ahora: ¿puede, en este sentido, un hecho ocurrir y no ocurrir en un determinado momento?, ¿Tengo, aquí y ahora, la alternativa de no protagonizar un accidente automovilístico,
tanto como tengo la alternativa de protagonizarlo?

2 Esta diferencia es recurrente en Harry Frankfurt.


Ángela Uribe Botero

Universidad Nacional de Colombia uribeb@unal.edu.co

Creative Commons License All the contents of this journal, except where otherwise noted, is licensed under a Creative Commons Attribution License