SciELO - Scientific Electronic Library Online

 
vol.64 issue157Jaegwon, Kim. "El fisicalismo no reduccionista y su problema con la causalidad mental." Trad. Juan Diego Morales. Ideas y Valores 63.155 (2014): 235-259 author indexsubject indexarticles search
Home Pagealphabetic serial listing  

Services on Demand

Journal

Article

Indicators

Related links

  • On index processCited by Google
  • Have no similar articlesSimilars in SciELO
  • On index processSimilars in Google

Share


Ideas y Valores

Print version ISSN 0120-0062

Ideas y Valores vol.64 no.157 Bogotá Jan./Apr. 2015

https://doi.org/10.15446/ideasyvalores.v64n157.45531 

http://dx.doi.org/10.15446/ideasyvalores.v64n157.45531.

LÁSZLÓ TENGELYI (1954-2014)*

In memoriam

* Estas páginas hacen parte del proyecto de investigación: "Fenomenología y psicología: las críticas de Gurwitsch y Richir a la fenomenología de Husserl", aprobado por la Vicerrectoría de Investigaciones de la Universidad del Valle, 2014.


El cultivo de la filosofía, ciencia del espíritu, exige consagración. Sin la pretensión de que su pensamiento revolucione la época, el filósofo contribuye modestamente, según sus posibilidades y talento, a la construcción del mundo que le corresponde vivir. László Tengelyi encarnó las virtudes de un maestro y la entrega radical del filósofo.

Oriundo de Budapest, realizó estudios de filosofía y filología clásica en la Universidad Eötvös-Loránd, donde escribió su disertación doctoral titulada "Autonomía y orden del mundo. Sobre la fundamentación de la ética en Kant", concluida en 1986. En 1988 realizó un año de investigación en Lovaina, gracias a una beca otorgada por la fundación Georg Soros. En 1995 presentó su trabajo de habilitación titulado "Culpa como acontecimiento-destino. El mal en Kant y en la filosofía poskantiana". En 2001, tras varios años de investigación, en Bochum, Wuppertal, París y Washington, investigación auspiciada por la fundación Humboldt, recibió la cátedra de "Fenomenología y filosofía teórica" en la Universidad de Wuppertal. Cátedra que desde 1974 estuvo a cargo de Klaus Held, quien tras décadas de trabajo académico y administrativo, en labores conjuntas con Wolfgang Janke, Antonio Aguirre, Heinrich Hüni, había posicionado a Wuppertal como uno de los centros de investigación en fenomenología más relevantes en el orden internacional. Para acceder a dicha plaza concursó con cerca de un centenar de candidatos de nacionalidad alemana; presentó su obra titulada Der Zwitterbegriff Lebensgeschichte (1998) –traducida al inglés como The Wild Region in Life-History (2004) y al francés como L'histoire d'une vie et sa région sauvage (2005)–, un proyecto de investigación y una conferencia pública, cuyo tema común fue la "fenomenología de la experiencia". Uno de los resultados de este proyecto es el libro Erfahrung und Ausdruck Phänomenologie im Umbruch bei Husserl und seinen Nachfolgern (2007a)

Experiencia y expresión. Fenomenología en transformación, en Husserl y sus sucesores–. Como lo indica su título, esta obra expone los fundamentos de una fenomenología de la expresión y de la experiencia; esto es, una fenomenología inspirada en Husserl, en su exigencia de atender a las cosas mismas, a la fenomenalización; fenomenología en "transformación", más allá de los cánones de Husserl y de Heidegger.

En la década del noventa, su investigación abordó el tema de la "historia de vida". Apoyándose en la tradición fenomenológica (Husserl, Heidegger, Merleau-Ponty, Ricoeur, Lévinas, Henry, Richir, entre otros), indagó el desajuste insuperable entre la dimensión narrativa y lo efectivamente vivido. Se preguntó por los enigmas del "destino", entendido como el eje autónomo, unificador de la historia de vida. Unidad problemática, síntesis de experiencias contrapuestas y contradictorias. En el concepto de "historia de vida" se unifican dos dimensiones cuya síntesis es problemática: lo vivido y la narración (cf. Tengelyi 1998 13). En el trasfondo de esta dualidad se halla el tema central de la fenomenología: el tiempo, la temporalidad. A estas dimensiones corresponden grandes vías de interpretación: primero, la fenomenología de Husserl y de Heidegger indaga por el tiempo como "historia de vida" (Husserl) y como "destino", aquello que convoca al pensar (Heidegger); y, segundo, la doctrina de la "identidad narrativa" de Ricoeur y Taylor. Desde este punto de partida, en conexión con la fenomenología del "acontecimiento", Tengelyi muestra que la historia no está disponible al modo de episodios o capítulos abiertos para ser narrados cabalmente.

Der Zwitterbegriff Lebensgeschichte permite acceder a un conjunto de problemas filosóficos, uno de ellos –la pregunta por el estatuto de la "identidad narrativa", sus relaciones con el "sí mismo" (Selbst), con la "hermenéutica" del sí mismo y la tesis de que la identidad narrativa ha de entenderse como "historia del sentido"– deviene línea de investigación en la primera década de este siglo. Nos referiremos más adelante a sus otras líneas de investigación –el proyecto de una "metafísica fenomenológica" y el desarrollo de la fenomenología francesa en las últimas décadas–.

En 2007 sale a luz pública Erfahrung und Ausdruck, investigaciones fenomenológicas sobre la "historia, constitución del sentido". Sin ceñirse a la ortodoxia fenomenológica, esta obra describe la experiencia de la expresión: la batalla que libra el hablante para encontrar la palabra que se ajuste, que describa lo vivido. Vinculándose a Marc Richir, Tengelyi advierte que la descripción forma parte de "lo dicho", pero, por exacta y rigurosa que sea, no agota en absoluto la "vivencia". Ahora bien, en rigor no deberíamos decir "vivencia", sino "experiencia", pues Tengelyi propone justamente un tránsito de una fenomenología centrada en el análisis y descripción de las "vivencias de la conciencia" (Husserl), a una fenomenología de la "experiencia" y de la "expresión" (cf. Tengelyi 2007b). Fenomenología remozada. La relevancia de estos hallazgos es tal, que, a nuestro juicio, en adelante toda investigación fenomenológica sobre el lenguaje no debería soslayar la expresión acuñada por este fenomenólogo húngaro: "la fenomenología como expresión pensante de la experiencia" (Tengelyi 2007a 348).

En este periodo la obra de Tengelyi da lugar al tránsito del concepto de "vivencia" al de "experiencia", lo que supone una mayor atención a los acontecimientos. Cierto, la experiencia solo puede concretarse, comprenderse, mediante relatos que se renueven y permitan comprender –así sea parcialmente lo vivido–: "lo que me pasó, aunque no esté concluido" (Marías 12). El relato no agota la riqueza de la experiencia; siempre hay un excedente de sentido. Ni el significado ni las estructuras intencionales determinan el "sentido". No obstante, el "sentido de la experiencia" (Tengelyi 2007a xii y ss.) no es externo al lenguaje, sino que lo delimita, es aquello que está por decir, aquello que ha de ser expresado: "Das 'Zu-Sagende'" (cf. id. xiii). Dimensión pre-predicativa, antesala de la expresión.

La experiencia, sin restringirse a la noción de "vivencia", sin someterse a las estructuras intencionales; la experiencia campo "salvaje" designa la formación del sentido, cuyo origen no se restringe ni a los actos (intencionales) de donación o constitución subjetiva, ni a las posibilidades del Dasein.

No es casual que Erfahrung und Ausdrück esté dedicada a Marc Richir –"con veneración y amistad" (Tegenlyi 2007a vi)–. Inspirada en la fenomenología no-estándar del fenomenólogo belga, esta obra urbaniza su pensamiento, lo pone en diálogo con toda la tradición fenomenológica alemana y francesa, aclara dos conceptos centrales de la obra del autor de las Meditaciones Fenomenológicas (1992): los "fenómenos de mundo" y los "fenómenos del lenguaje". La primera parte de Erfahrung und Ausdrück, intitulada "El inexpresable acontecer de la experiencia", emprende una descripción fenomenológica de la "experiencia". Partiendo de la diferencia entre "sentido de experiencia" y significado lingüístico, identifica el rasgo central del primero, a saber: "lo novedoso", impredecible, inesperado: el "acontecimiento". En esta irrupción de lo novedoso se (con)forma la realidad, se cristalizan posibilidades insospechadas, lo que antes parecía imposible, propio de la fantasía. La realidad es, ciertamente, correlato de la experiencia, pero no al modo de una "substancia" fija, idéntica, a la que corresponden modos esenciales –tipicidades–, sino como aquello que se renueva permanentemente a partir del horizonte de los sentidos posibles. Renovación que no es resultado de la actividad intencional de un ego y acontece por sí misma, espontáneamente, en un plano que se podría denominar "inconsciente" fenomenológico, no sobre-determinado –como en Freud– por la simbólica. En esta dimensión primordial de la experiencia acontecen "mociones de sentido", impulsos de sentido, resultado de asociaciones pasivas. Siguiendo a Husserl, se puede afirmar que la atención del yo está motivada por tales afecciones, provenientes del inconsciente, de la fantasía. En el "inconsciente fenomenológico", escenario de la fantasía, se renueva constantemente el sentido, tiene lugar la experiencia de lo "extraño" (cf. Tengelyi 2007a 346).

Mientras que la primera parte de Erfahrung und Ausdrück esclarece el concepto de "fenómeno de mundo" de Richir; la segunda se encarga de los "fenómenos del lenguaje". Intitulada "Experiencias condicionadas por la expresión", la segunda parte se ocupa de un tipo particular de experiencia: experiencia de la expresión, de la narración, de la creatividad. En conexión con Lévinas y Waldenfels, examina la experiencia de "lo extraño", la "apelación" del otro, base de la ética de la "respuesta", ética responsiva (Waldenfels). La investigación arroja nuevas luces al concepto de "narración": tomando distancia de un lugar común en la hermenéutica, afirma que la narración consiste menos en la aprehensión de una experiencia previa, que en la creación de una nueva forma de experiencia, condicionada por el modo de la expresión.

Esto vale no solo para la narración literaria y para el arte, sino para toda expresión del pensamiento, para el discurso filosófico, en particular, para la fenomenología. En conexión con Hegel, Tengelyi muestra en qué medida las "figuras del pensamiento" (Denkfiguren) son una modalidad de la experiencia, en ellas se efectúa la formación del espíritu. Tales figuras fungen como "conceptos operatorios" (cf. Fink 1968) que determinan los conceptos temáticos, la aprehensión y la expresión. Si el pensamiento está condicionado por tales "figuras", la tarea de la fenomenología es explicitarlas, mostrar su génesis, sus límites. De este modo, en conexión con Husserl, Fink y Richir, Tengelyi expone el programa de una fenomenología como "filosofía primera", "constructiva", cuyo tema no son los "fenómenos particulares", sino los conceptos y figuras del pensamiento que sirven de base para la comprensión y explicación de estos.

En 2011 aparece la obra Neue Phänomenologie in Frankreich, escrita por Tengelyi en trabajo conjunto con Hans-Dieter Gondek; este texto es la continuación del proyecto iniciado por Bernhard Waldenfels titulado Phänomenologie in Frankreich (1983), presentación panorámica de los aportes de la primera generación de fenomenólogos franceses (Merleau-Ponty, Paul Ricoeur, Lévinas y Derrida) y de los vínculos de la fenomenología con la lingüística, la sociología, la psicología, la teología y la estética. Tengelyi continúa este proyecto, considerando las obras que le otorgan a la fenomenología una "nueva fisonomía" (cf. 2011 32), posteriores a la publicación de Waldenfels, hasta la primera década de este siglo. Neue Phänomenologie in Frankreich introduce al lector en el pensamiento de la segunda generación de fenomenólogos franceses: Michel Henry, Marc Richir, Jean-Luc Marion, Jean-Louis Chretien; en el pensamiento de la tercera generación: Jocelyn Benoist, Natalie Depraz, Barbarás, C. Romano, E. Housset, J.-M. Mouilli, F.-D. Sebbah, D. Pradelle, V. Gérard, entre otros. Con todo, más que una introducción a la fenomenología francesa de las últimas tres décadas, esta obra de Tengelyi consiste en una investigación sobre los recientes aportes de los franceses a los alemanes: investiga las transformaciones del concepto de "fenómeno" y la manera como han determinado nuevas comprensiones de temas como la reducción fenomenológica, la dación, la reflexión, el cuerpo, el acontecimiento y, especialmente, el denominado "giro teológico". Temas que corresponden a tres campos temáticos, característicos de la nueva fenomenología:

  1. La fenomenología como "filosofía primera": una de las tesis actualmente compartida por la mayoría de los fenomenólogos heterodoxos, en relación con la doctrina husserliana, es que la constitución de los conglomerados de sentido –"mociones de sentido del mundo"– no es resultado de una atribución intencional, subjetiva (cf. Tengelyi 2011 23). Sobre esta base –es decir, sobre la necesidad de remontar la manifestación, de acceder a una dimensión no aparente, determinante del fenómeno– se replantean las relaciones entre fenomenología y metafísica; por ejemplo, en lo concerniente al tema de la dación o donación (cabe recordar que, al respecto, Richir y Marion están en orillas opuestas: mientras que el primero niega la donación, el segundo la afirma).
  2. La frontera entre fenomenología y teología: Tengelyi aclara que el denominado "giro teológico" ni es caprichoso ni es un retorno a la teología dogmática, doctrinal, sino que se basa en "la cosa misma": ante los límites de la fenomenalización, ante la necesidad de considerar la dimensión trascendente, fenomenólogos como Henry, Marion, Chretien y Ricoeur consideran la posibilidad de acceder a lo no aparente. Fenomenología en pugna con el "ateísmo metodológico" de Husserl y de Heidegger (Tengelyi 2011 14).
  3. Ensayos relativos a una antropología fenomenológica o el diálogo entre fenomenología y psicoanálisis: tras una breve referencia al tratado de Ricoeur sobre Freud, publicado a mediados de los años sesenta, Tengelyi centra su atención en Michel Henry y en Marc Richir, quienes contrastan –cada uno según su perspectiva– el concepto freudiano y husserliano de "inconsciente", y establecen vínculos entre fenomenología y psicología.

En 2014, dos obras testimonian una nueva etapa en el trabajo filosófico del filósofo húngaro y la madurez de su pensamiento metafísico: L'expérience de la singularité (2014a) y Welt und Unendlichkeit. Zum Problem phänomenologischer Metaphysik (2014b). La primera ofrece los resultados de más de dos décadas de investigación sobre el tema de la "singularidad", sus vínculos intersubjetivos y la configuración de la identidad personal. Escrita a manera de ensayos filosóficos, en conexión con Husserl y Heidegger, Lévinas, Ricoeur y Henry, en diálogo con la filosofía analítica de la acción y con los teóricos de la identidad narrativa, tematiza el misterio de la "singularidad" y sus transformaciones. Reflexiona sobre la tesis de Lévinas de que la génesis de la "singularidad" no es resultado de una confrontación entre las diferencias de un "sí mismo", ya constituido, y el "otro", sino que su advenir y devenir sucede en relaciones intersubjetivas. Se ocupa del tema de la apelación del "otro" y solicitud de "respuesta". Propone la tesis de que la respuesta del "sí mismo" configura la identidad personal, mediante el relato de la "experiencia". La narración afirma la "singularidad", en ella convergen experiencia vivida y expresión. Estos temas –la "mismidad" del agente y la narración de su historia– presuponen una teoría fenomenológica de la acción, del acontecimiento y de la libertad, cuyos fundamentos aparecen en los primeros parágrafos de L'expérience de la singularité.

Consciente de los reparos de la tradición occidental a la metafísica, conocedor de los recientes intentos de la filosofía analítica por rehabilitar la metafísica (David Lewis, Roderick Chisholm, Michael Loux, E. Jonathan Lowe, Ernest Sosa, Jaegwon Kim, entre otros), Tengelyi nos ofrece, en su última obra, Welt und Unendlichkeit, un tratado de metafísica fenomenológica, cuyo tema central es la "proyección de mundo" (Weltentwurf). A su juicio, la tarea primordial de la filosofía consiste en explicitar, de una parte, la experiencia de vida y, de otra, el vínculo de la vida con el plexo total del mundo, el infinito mundo. El primer concepto, Weltentwurf, de origen heideggeriano, da a entender que al mundo no le corresponde ni una teoría, ni una representación definida, ni está centrado en la perspectividad de la existencia; por el contrario, el mundo ha de interpretarse a partir de su apertura infinita, a la que corresponden plexos y estructuras de sentido, de ser. A la "proyección del mundo" no se accede mediante la reflexión –que explicita las estructuras de la conciencia–, sino mediante una fenomenología constructiva. El segundo concepto, el infinito, de raigambre husserliana, no designa una dimensión ideal, allende la experiencia. En relación dialéctica con el concepto de "totalidad", el infinito es un componente central de la experiencia de mundo. Todo el tratado responde a una intuición de Husserl, quien esboza, a principios de la década del veinte, los rasgos centrales de una metafísica fenomenológica. Ajena a la pretensión de encontrar un fundamento último, una causa primera, la metafísica fenomenológica se ocupa de lo que Husserl denomina "protofacticidad". Dimensión trascendental donde se constituye todo sentido de ser, sin que a ella misma le corresponda un carácter de "ser", ser definido, clausurado, propio de la actitud natural. La protofacticidad, dimensión primordial de la experiencia, conformada por el proto-yo (Ur-Ich), los vínculos intersubjetivos, la apertura al horizonte de mundo, la corporeidad, la historia. En la enigmática protofacticidad conviven necesidad y azar. "Facticidad accidental" (Tengelyi 2014b 15; Husserl 1986 230; Breuer 2011 4 y ss.).

La obra consta de tres partes. La primera, titulada "Metafísica y ontoteología", tiene un carácter histórico; presenta los rasgos propios de la metafísica fenomenológica mediante el contraste con los clásicos de la metafísica: Aristóteles, Duns Scoto y Suárez, Descartes y Spinoza, Leibniz y Kant. Una vertiente de la filosofía francesa de las últimas cuatro décadas (Jean-Luc Marion, François Courtine, Remi Brague, Oliver Boulnois, Vincent Carraud, entre otros), con su respectiva interpretación de la crítica de Heidegger a la metafísica, orienta la selección de los clásicos de la metafísica, esto es, la reconstrucción de la tradición metafísica occidental. El punto de partida: la interpretación de Heidegger de un rasgo central de la tradición metafísica, la onto-teo-logía. Según Heidegger, en el período comprendido entre 1928 y 1930, las tareas de la filosofía y de la metafísica coinciden. La metafísica de Aristóteles se le presenta como referente primordial. Esta metafísica está conformada tanto por una "ontología fundamental", cuyo tema es el ser, como por la doctrina del "ente en totalidad" o Metontología (Tengelyi 2014b 33). Esta diferencia se perderá de vista en el desarrollo histórico y derivará en una onto-teo-logía, "interpretación especulativa del ser" (id. 38).

La segunda parte, titulada "fenomenología y metafísica", indaga el problema de cómo se relacionan lo fáctico y la necesidad en la experiencia. En primer lugar, se ocupa de Husserl, de su metafísica de lo "protofáctico"; en segundo lugar, examina cómo aparece este mismo tema –el enigmático vínculo entre necesidad y contingencia– en las filosofías de Heidegger, Merlau-Ponty, Sartre, Lévinas y Richir. La primera parte había establecido que la filosofía trascendental de Kant critica una versión peculiar de la metafísica especulativa, la de Wolf y Baumgarten, antecedida por el giro que tuvo lugar en Duns Scoto, cuya metafísica, sciencia transcendens, renueva la concepción del ente. Según esta última, el entendimiento está en capacidad de acceder directamente tanto a lo finito como a lo infinito, es decir, a Dios. Sin embargo, el filósofo húngaro defiende la tesis de que otras versiones de la metafísica son inmunes a los reparos de Kant, a cualquier conciliación entre lo fáctico y lo necesario, por ejemplo, la de Aristóteles. Para Kant, lo necesario no es fáctico, es a priori; a sus oídos, la tesis de una "necesidad real, no a apriorística", es un contrasentido. No obstante, con base en un relectura de la obra aristotélica, Tengelyi muestra que para el Estagirita todo ente, en cuanto real, cuenta con un carácter necesario: "la realidad del ente excluye la posibilidad del no-ser de este ente" (Tengelyi 2014b 176). Afirmar la necesidad de un ente particular, en cuanto que es este y no otro, es distinto a afirmar que todos los entes son necesarios.

La metafísica fenomenológica comparte la tesis de que necesidad y azar, eidos y factum, no son contradictorios. En las Meditaciones cartesianas, Husserl delinea algunos rasgos centrales de esta metafísica, cuyos problemas –el nacimiento, la muerte, el sentido de la historia, la posibilidad de una vida auténtica, los asuntos de la ética y la religión– giran alrededor de un misterio: el carácter contingente de la facticidad (cf. 1986 230). En manuscritos de investigación, fechados en 1922, Husserl afirma que la facticidad, la subjetividad trascendental, cuenta con un núcleo originario de contingencia, de azar (cf. Tengelyi 2014b 181 y ss.).

Acorde con su título, "Metafísica fenomenológica", la tercera parte presenta un programa de investigación, de renovación de la metafísica a trasluz del concepto de "infinito", del carácter infinito del mundo. Que la fenomenología tiene como objeto al "mundo" es una tarea que no solo se remonta a Husserl y a Fink. Klaus Held, fundador de la tradición de investigación fenomenológica en Wuppertal, orientó su trabajo en esa dirección. A esta tradición se adhiere Tengelyi en su última obra, elevándola a programa filosófico. Su principal contribución consiste en mostrar la categoría dual, fundamental, mundo-infinito (cf. 2014b 297 y ss.).

La tercera parte está conformada por dos secciones: la primera, titulada "Experiencia de la cosa y acción libre en el mundo", se hace cargo tanto de la relación "mundo y cosa" como del tema de la acción. De una parte, en conexión con el pensamiento tardío de Heidegger, Tengelyi afirma que la relación "mundo y cosa" es más relevante que la clásica relación "ser y ente". Después de la célebre Kehre, Heidegger reelabora su concepción de "mundo": el mundo nunca aparece como objeto aislado, se anuncia en cada cosa. Tengelyi retoma estos análisis y los complementa tematizando una de las categorías centrales de la experiencia: la "causalidad natural". De otra parte, indaga la categoría de "libertad de acción" y cómo, mediante el relato, se configura la acción como un todo, determinando al sí mismo, al agente. Concluye que la comprensión de la "cosa", del mundo, se realiza en el concurrir de las "proyecciones de mundo", y la fenomenología trascendental es una de ellas.

La segunda sección se ocupa de la categoría de "infinito", no en perspectiva matemática, ni como dimensión trascendente, allende la experiencia. Que el infinito está imbricado en la experiencia, se constata en su carácter "actual", con lo cual abre siempre horizontes de mundo. Totalidad e infinito están en relación dialéctica, pero –a diferencia de la tesis de Lévinas– no en contraposición, siempre y cuando la primera se conciba como abierta. La relación entre Cantor y Husserl sirve de motivo para examinar la fructífera relación entre fenomenología y ciencias. La "teoría de conjuntos" y el concepto de infinito de Cantor alimentan la reflexión fenomenológica, permite entender cómo interviene el infinito en la experiencia, correlación entre un componente transfinito correlativo al infinito absoluto.

Laszlo Tengelyi no solo fue un sobresaliente investigador, fue un gran maestro. Digno sucesor de Klaus Held, tuvo a su cargo la dirección de numerosos doctorandos, provenientes de Latinoamérica, Norteamérica, del lejano Oriente (China, Japón, Corea, entre otros) y, por supuesto, de Europa. En 2005 fundó el Instituto de Investigación Fenomenológica en la Universidad de Wuppertal, que le sirvió de plataforma para la creación del programa de maestría "Erasmus-mundus", con el tema "filosofía franco-alemana en Europa", en trabajo conjunto con la Universidad de Toulouse.

Entre 1995 y 2002 fue miembro de la Junta Directiva de la Sociedad Húngara de Filosofía; entre 2003 y 2005, presidente de la Sociedad Alemana para la investigación fenomenológica. Miembro del Comité Científico de las revistas Husserl-Studies, Phänomenologische Forschungen, Annales de phénoménologie, editor de la series Phänomenologie und praktische Philosophie y Contemporary Studies in Phenomenology. Profesor visitante en universidades de Francia, Bélgica, México, Estados Unidos, Canadá y China.

En 2011 protestó públicamente contra el régimen húngaro, que inculpó injustamente a filósofos y filósofas de este país, entre ellos a Ágnes Heller, Mihály Vajda y Sándor Radnóti, y les exigió pagar más de 1,1 millón de euros, correspondientes a fondos de investigación presuntamente malgastados. Denunció la difamación y la persecución política a los filósofos que se habían atrevido a criticar las arbitrarias leyes del régimen, que controlaban los medios de comunicación (cf. Tengelyi 2011).

La noche del viernes 19 de julio de 2014, algunos días después del homenaje académico realizado por sus colegas y discípulos, quienes celebraban sus 60 años de vida, un azar nos privó de su presencia. Su inesperada partida ha generado desconcierto y tristeza en sus discípulos, amigos y colegas. De mi parte, tuve la fortuna de asistir a sus cursos y seminarios, escuchar sus oportunas sugerencias, admirar su fluidez y dominio del idioma alemán, su solvencia en el francés y el inglés; constatar su fortaleza en la filosofía antigua y medioeval, en el idealismo alemán, en toda la fenomenología. Como es usual en los grandes maestros, su legado trasciende en suma su obra. Como es de esperar de los filósofos, según el decir de Goethe, nos dejó el responsable ejemplo de un "estilo de vida" (cit. en Cassirer 1993 15).


Bibliografía

Breuer, I. Faktizität, Notwendigkeit und Zufälligkeit bei Husserl. XXII Deutscher Kongress für Philosophie. Ludwig-Maximilians-Universität München. 11 - 15 September 2011. Vortrag. http://epub.ub.uni-muenchen.de/12544/.         [ Links ]

Cassirer, E. Kant, vida y doctrina. Ciudad de México: Fondo de cultura económica, 1993.         [ Links ]

Fink, E. "Los conceptos operatorios en la fenomenología de Husserl." Husserl. Tercer Coloquio de Royaumon. Buenos Aires: Paidós, 1968. 192-205.         [ Links ]

Husserl, E. Meditaciones Cartesianas. Ciudad de México: Fondo de cultura económica, 1986.         [ Links ]

Husserl, E. Zur Phänomenologie der Intersubjektivität. Texte aus dem Nachlass (1921-1928). Vol. I, II und III. Martinus Nijhoff: Den Haag, 1973.         [ Links ]

Marías, J. Mañana en la batalla piensa en mí. Madrid: Punto de lectura, 2003.         [ Links ]

Richir, M. Meditations phénoménologiques: Phénoménologie et phénoménologie du langage. Grenoble: Millon, 1992.         [ Links ]

Tengelyi, L. "Das Problem in Ungarn Philosoph zu sein." CafeBabel 13 Apr. 2011. Web 01 May. 2014. http://www.cafebabel.de/kultur/artikel/laszlo-tengelyi-das-problem-in-ungarn-philosoph-zu-sein.html.         [ Links ]

Tengelyi, L. Der Zwitterbegriff Lebensgeschichte. München: W. Fink Verlag, 1998.         [ Links ]

Tengelyi, L. Erfahrung und Ausdruck Phänomenologie im Umbruch bei Husserl und seinen Nachfolgern. Dordrecht: Springer, 2007a.         [ Links ]

Tengelyi, L. "De la vivencia a la experiencia." Devenires. Revista de Filosofía y de filosofía de la Cultura 8.16 (2007b): 55-74.         [ Links ]

Tengelyi, L und Gondek H-D. Neue Phänomenologie in Frankreich. Frankfurt: Suhrkam, 2011.         [ Links ]

Tengelyi, L. L'expérience de la singularité. Paris: Hermann, 2014a.         [ Links ]

Tengelyi, L. Welt und Unendlichkeit. Zum Problem phänomenologischer Metaphysik. Freiburg; München: Kar Alber, 2014b.         [ Links ]

JULIO CÉSAR VARGAS BEJARANO
Universidad del Valle - Cali - Colombia
julio.vargas@correounivalle.edu.co.