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Ideas y Valores

Print version ISSN 0120-0062

Ideas y Valores vol.65 no.161 Bogotá May/Aug. 2016

https://doi.org/10.15446/ideasyvalores.v65n161.57467 

http://dx.doi.org/10.15446/ideasyvalores.v65n161.57467

García, David. "Persuasión, catarsis y lo sublime: procedimientos retóricos del texto literario." Nova Tellus 31.2 (2014): 25-41.

El artículo de David García describe y analiza la función de la persuasión en el "texto literario", y su vínculo con la catarsis y la noción de lo sublime del Pseudo-Longino. Para ello presenta un panorama general de la tríada: poeta, discurso poético y espectador, apoyado principalmente en pasajes de la Retórica y la Poética de Aristóteles. El texto destaca en general: (I) el efecto de la palabra persuasiva en relación con la experiencia de purificación psicofisiológica catártica que, para el autor, va de la mano con la terapia y la curación; (II) una aparente inconsistencia entre dos afirmaciones: (a) "el fin de la retórica es la persuasión", basada en Ret. 1355b 10-12, y (b) "no es propio del rétor lograr la persuasión", fundada en Ret. 1355b 25-26; (III) el fundamento lógico de la persuasión a partir de "lo probable"; (IV) el vínculo entre la palabra y el pensamiento; (V) lo sublime como parte del efecto causado por el discurso poético, y (VI) la equivalencia entre lo sublime y la catarsis. En el presente cometario formulo algunas observaciones sobre los puntos (I), (II), y (VI).

Respecto de (I) y (VI), el autor considera que la catarsis no solo tiene el sentido de purificación, sino que, desde el plano literario, es un camino para llegar a la comprensión del logos y de allí a la curación (28). No obstante, en Poética las dos menciones del término, 1449b 25-28 y 1455b 15, provienen de pasajes muy discutidos, por lo que no resulta claro lo que el Estagirita entiende por "purificación de las emociones". Las posiciones en torno a la función de la catarsis son diversas: puede suscitar un equilibrio de las pasiones (Lessing), una curación de las emociones perturbadoras (Bernays), una comprensión adecuada de la situación trágica o una clarificación emocional de los valores prácticos (Nussbaum) (cf. Trueba 45). Con el objetivo de comparar la recepción del discurso retórico y poético, García recoge en su definición de catarsis algunos rasgos de estas interpretaciones. Bajo esta consideración, cabe cuestionarse por el sentido preciso que el autor pretende dar al postulado de "lograr que el espectador sea movido en las pasiones, el carácter y el pensamiento", en la estrecha correlación retórico-poética que plantea (cf. 29, 40). Si la catarsis produjera, por ejemplo, un equilibrio de las pasiones, la persuasión buscaría cierta descarga del exceso emocional, o si, por el contrario, provocara una compresión de la situación trágica, el énfasis parecería estar del lado cognitivo de las emociones.

Aunque es razonable que las artes retórica y poética coincidan hasta cierto punto en los ámbitos persuasivo y patético, el fin de cada arte supone diferencias metodológicas, estilísticas y de contenido. Para Aristóteles, la capacidad de producir una atmósfera emocional apropiada es tan solo uno de los factores decisivos para el éxito de orador. Por consiguiente, "mover" al espectador en términos retóricos depende tanto de su disposición emocional como de la credibilidad del orador fundada en la prudencia (φρόνησις), la virtud (ἁρετή) y la benevolencia (εὔνοια) (Ret. 1378a 6-8), así como también de la construcción lógica de sus argumentos. Por el contrario, al ser el fin de la tragedia los hechos y la fábula (τά πράγματα καί ό μύθος) (Poét. 1450b 22-23), "mover" al espectador que presencia una obra trágica depende del ritmo, del canto, de la unidad de las acciones, de la verosimilitud y demás componentes formales. Podría decirse que el argumento de una representación trágica busca, en primer lugar, un vínculo estético y emocional con el espectador; en contraste, el argumento retórico persigue, en principio, un movimiento lógico y emocional.

Por su parte, lo sublime, según el Pseudo-Longino, es un efecto causado por un tratamiento elevado y riguroso del lenguaje, y una belleza trascendente y universal (cf. 35). El padecimiento de lo sublime transforma al individuo, lo coloca fuera de sí (ἔκ-στασις) y, en cierta medida, le procura una descarga emocional. Estos atributos de lo sublime incorporan algunos elementos retórico-poéticos: (a) la selección retórico-estética de las palabras adecuadas para "mover" al oyente (cf. 35), (b) la activación de la capacidad de "ser movido" por el discurso (cf. 35-36) y (c) La curación con fines político-morales (cf. 38-39).

Sobre (II), García sugiere que la introducción del concepto de capacidad (δύναμις) disuelve la tensión entre las dos tesis. A su juicio, la retórica es un procedimiento "subjetivo" en virtud del cual se "teoriza" sobre los medios adecuados para persuadir (Ret.1355b 25-26). Esto significa que la actualización de la potencia retórica no conlleva necesariamente persuasión; en palabras de García, el oficio del poeta es crear teoría sobre la argumentación, y no lograr en sí y por sí la persuasión (cf. 29). En el mismo tono, Cope subraya que el arte no depende del resultado sino del método empleado; la facultad retórica, en cuanto τέχνη, se ubica en la esfera de lo probable y lo contingente (cf. 33). Así mismo, García enfatiza en la importancia que tienen tanto la actitud del orador como la del público para asegurar el efecto persuasivo.

Para el autor, la dýnamis no es solo el elemento que permite comprender de qué manera la persuasión es el fin de la retórica, sino un concepto transversal que envuelve tanto el plano creador del poeta o el rétor como las afecciones que se producen en el espectador. García conjuga, en esencia, dos acepciones de dýnamis: (a) "el principio del movimiento o del cambio que está en otro o en sí mismo en tanto que otro" (Met. 1019a 15-16) y (b) "la potencia de terminar una cosa bien o según designio" (Met. 1019a 23), de acuerdo con la sugerencia de García Yebra (cf. 243). A este planteamiento se le suma (c) la distinción aristotélica entre potencias activas y pasivas. De (a) y (b) García desprende algunas tesis que proponen una visión integral de la potencia del rétor y del poeta:

En el específico caso de la Poética, tal dýnamis, si bien hace alusión a los tres géneros de la poesía, se presenta como característica propia del poeta, del mismo modo en el que se atribuye al rétor una cualidad de persuasión que parte de su ethos. (30)

El comentario de García Yebra hace referencia a Poética 1447a 9 y 25, a la potencia de cada especie de poética; por esta razón, sería útil que el artículo aclarara de qué manera "condescienden" la potencia de la especie con la facultad creadora del poeta, el rétor y la imitación teatral. Sobre (c), el autor concluye que la dýnamis es la potencia que reside per se en la palabra lanzada por el emisor y es activada por la capacidad del receptor. ¿Qué significa que el receptor active la potencia que reside en la palabra? Según Aristóteles, una potencia es activa cuando funciona como principio de cambio y pasiva cuando algo es susceptible de ser cambiado (Met.1019a 19-23). Desde esta perspectiva, la facultad del poeta o del orador es activa y produce en el espectador un tipo de cambio. Por su parte, el oyente posee la potencia pasiva para ser persuadido o afectado por la palabra. En consecuencia, no es del todo claro en qué radica la capacidad activa del receptor; tal vez tenga que ver con el proceso de actualización mutua que llevan a cabo las potencias activa y pasiva. De cualquier modo, sigue siendo pertinente explicar la relación entre la potencia del orador y la del receptor.

Para terminar, considero que la interpretación holista del artículo descuida, hasta cierto punto, los límites que guardan algunos conceptos, como lo catártico y lo sublime, y la diferencia de sentido que puede tener un concepto dentro del corpus aristotélico o, incluso, dentro de un mismo texto.


Bibliografía

Aristóteles. Retórica. Trad. Quintín Racionero. Madrid: Gredos, 1990.         [ Links ]

Aristóteles. Poética. Trad. Valentín García Yebra. Madrid: Gredos, 1999.         [ Links ]

Aristóteles. Metafísica. Trad. Valentín García Yebra. Madrid: Gredos, 2012.         [ Links ]

Cope, E. M. An Introduction to Aristotle's Rhetoric with Analysis Notes and Appendices. London; Cambridge: Macmillan, 1897.         [ Links ]

Trueba, C. Ética y tragedia en Aristóteles. Ciudad de México: Anthropos; Universidad Autónoma Metropolitana, 2004.         [ Links ]


Raúl Alexander Murcia Barón
Estudiante pregrado Universidad Nacional de Colombia Bogotá - Colombia
ramurciab@unal.edu.co

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