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Ideas y Valores

Print version ISSN 0120-0062

Ideas y Valores vol.67 no.167 Bogotá May/Aug. 2018

https://doi.org/10.15446/ideasyvalores.ν67n167.72906 

Reseñas

Cruz Vélez, Danilo. Obras completas I-VI. Ed. Rubén Sierra Mejía. Bogotá: Universidad de los Andes; Universidad de Caldas; Universidad Nacional de Colombia, 2015.

VÍCTOR FLORIÁN B.1 

1 Universidad Nacional de Colombia Bogotá - Colombia vflorian@hotmail.com


La edición de las Obras completas de Danilo Cruz Vélez (Filadelfia, Caldas, 1920) deja ver claramente un trabajo investigativo paciente y de varios años, en el que se articulan la reflexión filosófica y la escritura, la generación de 1920 y su significado para la historia cultural del país, los intereses filosóficos iniciales de Cruz Vélez, el problema del lenguaje y la literatura, el lenguaje poético, la vida literaria y poética en contacto con Aurelio Arturo y Eduardo Carranza, la vocación del escritor de artículos en revistas y periódicos, de ensayos y de libros, los cursos y seminarios de Heidegger en Friburgo, los Archivos Husserl en Lovaina, la docencia universitaria en el país, la amistad con el filósofo Rafael Carrillo, lector de Max Scheler y de Ortega y Gasset, y la fundación en 1945 del Instituto de Filosofía en la Universidad Nacional de Colombia, el contacto cultural con inmigrantes españoles, alemanes y de otros horizontes, influidos por la fenomenología, como G. Gurvicht y A. de Waelhens, profesor en la Universidad de Lovaina y autor de La filosofía de Martin Heidegger.

En resumen, el conjunto de obras aquí reunidas recoge los grandes temas de producción del filósofo colombiano desde sus primeros trabajos (Nueva imagen del hombre y de la cultura fue publicado por la Universidad Nacional de Colombia en 1948), hasta las preocupaciones éticas de sus últimos escritos, el nuevo humanismo y el imperio de la técnica, a lo que se agrega el conjunto de artículos en torno al lenguaje, que precisamente le dan el nombre al volumen cinco de estas obras completas: El misterio del lenguaje.

La "nota editorial" en cada volumen es una característica permanente de esta empresa y además un instrumento valioso de conexión y claridad sobre algunos momentos precisos o complejos de la obra: la génesis de un escrito, fecha y lugar de la publicación, los contextos, las modificaciones, los intereses intelectuales del autor, el estudio específico de una temática, la evocación de una teoría; valga mencionar la de los ídolos de Bacon, para aproximarse al tema de la crisis del mundo actual, la polémica sobre el lenguaje (Humboldt y Kant), el lenguaje y sus clases: religioso, científico y poético.

El contenido de los seis volúmenes es el siguiente: 1) Filosofía sin supuestos. De Husserl a Heidegger, se ocupa de la esencia de la filosofía, del problema de precisar qué es ella, los puntos de separación de Heidegger con su maestro, ¿es la filosofía una ciencia estricta? 2) De Hegel a Marcuse. Aproximaciones a la filosofía, conjunto de doce ensayos independientes en torno a la filosofía alemana moderna: Hegel, Nietzsche, Heidegger, Husserl, Marcuse. 3) El mito del rey filósofo, son reflexiones sobre la actividad política en diversos momentos, autores y contextos: Platón, Marx, Heidegger. 4) Tabula rasa, a partir de Francis Bacon, se argumenta que con él se inicia el modo moderno de pensar e investigar y que es un referente para pensar el mundo actual afectado por una profunda crisis. 5) El misterio del lenguaje, ¿qué es el lenguaje?, esta es la pregunta inicial con la que parte el volumen, que interroga por el ser del lenguaje en cuanto tal. Como temas derivados, este libro aborda el fenómeno poético y una filosofía del lenguaje que parte del Círculo de Viena. La poesía es un lenguaje completamente libre que dispone de todos los recursos imaginables, su mundo es individual, no social. Aurelio Arturo en su paraíso de palabras y el arte poético de Carranza son dos fuentes fundamentales para comprender el puesto singular que Danilo Cruz Vélez le asigna a la poesía en la historia de nuestra cultura. 6) Obra dispersa reúne todo lo que Cruz Vélez escribió desde la época en que se instaló en Bogotá, cuando empezó a colaborar como columnista de El Tiempo, hasta sus últimos años. Son textos cuya heterogeneidad es evidente y pueden ser leídos como otras tantas ilustraciones de la práctica de escritura filosófica.

Como complemento útil a tan importante obra, Sierra Mejía nos invita a leer sus conversaciones con el filósofo colombiano, reunidas en La época de la crisis, publicadas inicialmente por la Editorial de la Universidad del Valle en 1996. Son páginas en las que se puede apreciar más de cerca el diálogo intelectual que ambos comparten, el tono amistoso con el que se narra el recorrido filosófico con sus continuidades y rupturas, el relato autobiográfico, el oficio de profesor de filosofía con las exigencias de rigor y de argumentación en la exposición, pero sobre todo el ejercicio literario de la escritura y del lenguaje como expresión del pensamiento.

Tanto el entrevistador como el entrevistado concurren a la cita para hablar sobre algunos aspectos centrales de la filosofía de Danilo Cruz Vélez y del lugar de los textos en su historia intelectual, desde una metodología poco común de "amanuense escrupuloso" que hace preguntas, pero las elabora previamente, luego de una lectura atenta de toda la obra que asegura conocimiento y ante todo incita dialécticamente a la producción de ideas, comenzando por la noción misma de filosofía, las investigaciones y discusiones sobre el ser de la filosofía.

El examen de la filosofía desde 1960 fue una tarea presente en distintos lugares de Europa. Recordemos a Jean-Francois Revel en Pourquoi des philosophes, quien afirma con toda simpleza que "la filosofía es probablemente la única parte del discurso humano en la que es posible volver a incorporar indefinidamente las mismas actitudes antiguas en nuevas fraseologías" (10). G. Hottois hacia 1979 sostuvo la necesidad de "la creación de útiles culturales fundamentales" ante todo para enfrentar el fenómeno técnico. Por su parte, Dominique Lecourt, en 1993, asumió en un tono respetuoso de filósofo la pregunta: "¿Para qué sirve entonces la filosofía?", y en 1997 la definió desde dos tradiciones, una aristotélica, que la concibe esencialmente como asunto de conocimiento, y otra, de la época helenística, que la define como "un arte de vivir" que favorece a los seguidores de Epicuro, a los cínicos y estoicos. Pero una cosa es el oficio de enseñanza de la filosofía y otra la filosofía que los profesores transmiten a los alumnos, pues ni Descartes, ni Spinoza, ni Diderot, ni Rousseau fueron profesores de filosofía; "es un ejercicio del pensamiento que consiste en interrogarse sobre la totalidad de la condición humana en cuanto podemos conferirle un sentido", agrega Lecourt, pero cuestiona que se la pueda reducir a una materia de enseñanza.

A propósito de Danilo Cruz Vélez, su definición y práctica de la filosofía nos hace pensar en lo que Gérard Lebrun denominó la paciencia del concepto o, para decirlo mejor, la semántica del lenguaje filosófico como exigencia rigurosa de profundidad para argumentar y confrontar. Con los ejemplos de razón, espíritu y lógos, Cruz Vélez nos advierte que los conceptos cambian en cada pensador y época. De ahí el recurso frecuente al rodeo etimológico, que asegura la claridad de las expresiones y la distinción entre el lenguaje corriente y el lenguaje filosófico o científico. En el lenguaje corriente la palabra ousia significó tener, lo que se posee como útil y rentable: los bienes, la riqueza, la fortuna. En filosofía es la sustancia, el ser, la esencia, en el doble sentido de realidad; lo que es, es decir, el ser en cuanto existente (quantum in se est) y la esencia, es decir, la naturaleza de ese ser. El rodeo por la palabra cultura (la cultura como morada del hombre) implica otro recorrido por el sentido agrícola (colere), el sentido espiritual en Cicerón, el culto religioso, el lugar donde habita un dios, la protección.

Al destacar la década de los cuarenta en todo su significado cultural de nacimiento de la filosofía contemporánea en Colombia con Danilo Cruz Vélez, asistimos a un itinerario de contextos circunstanciales muy variados: recuerdos de lecturas de adolescente, de escritor de ensayos sobre temas literarios, su relación con los poetas y escritores de Piedra y cielo, sus colaboraciones en el periódico El Tiempo sobre temas literarios alternando con los filosóficos, sin que ello implicara una querella entre la filosofía y la literatura. Hay un tema que se vuelve entonces recurrente en su itinerario filosófico: la pregunta por el lenguaje, clases de lenguaje y paralelamente el problema del lenguaje poético, la pregunta por la esencia de la poesía y el significado del poetizar partiendo de la etimología misma como una de las formas del poiein (acto de producir).

Danilo Cruz Vélez expresa como una confidencia que la lectura de Max Scheler, concretamente de su obra El puesto del hombre en el cosmos, fue para él una experiencia "auténtica" de un problema filosófico. Así mismo, además de reconocer la importancia filosófica de Max Scheler y de sus ecos en el escrito Nueva imagen del hombre y de la cultura, publicado en 1948, Cruz Vélez nos aclara críticamente por qué lo incorpora a la obra Aproximaciones a la filosofía de 1977, precisamente por el problema del origen de la cultura, al que vuelve de nuevo desde una especie de método de dramatización.

La reflexión sobre la existencia humana parte de Ser y tiempo, se acentúa con Dilthey y su famosa sentencia "la vida es una misteriosa trama de azar, destino y carácter" y con la enseñanza de Píndaro; "sé el que eres". El nexo de la existencia humana con el azar y de la soledad con el trabajo intelectual es igualmente una confidencia biográfica.

La vocación de escritor de temas filosóficos, que constantemente evoca el profesor Rubén Sierra Mejía, permite destacar una común exigencia relacionada con las herramientas fundamentales y específicas que mueven toda actividad filosófica y perfilan el oficio de pensar: la precisión en los conceptos, la claridad en las estructuras sintácticas, el rigor del argumento, el estricto control semántico de la frase, la voluntad de estilo, la cultura, la crítica y el sentido del problema.

En la lectura de estas Obras completas llama la atención algo que a menor escala se podía observar ya en algunas de las publicaciones anteriores, a saber, el nexo del pensamiento con la escritura. Filosofar implica la práctica de volver a pensar, de pensar otra vez de manera clara y precisa sobre el mismo planteamiento o teoría, porque no hay nada que se guarde como definitivamente superado y sobre lo que nunca haya que volver. Desde esta perspectiva, vemos muy enriquecidas las reflexiones sobre la fenomenología, la historia y la crítica a la metafísica, la metafísica y las ciencias del lenguaje, las clases de idealismos, el nihilismo, Platón en los contextos políticos de Atenas y Siracusa, la alegoría de la caverna, Nietzsche y la ciencia histórica, Heidegger, "Max Scheler y las ideas éticas del padre Wojtila".

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