Introducción
Clearco y el tratado “Sobre los acertijos”
Clearco de Solos fue un filósofo peripatético que vivió en el siglo iv a. e. c.1 Fue parte de la primera generación de peripatéticos (al igual que Teofrasto, Eudemo de Rodas, Dicearco de Mesina, Aristóxeno de Tarento, Demetrio de Falero, Fanias de Ereso y Camaleón de Heraclea), por lo que llegó a escuchar las lecciones impartidas por el propio Aristóteles.
Clearco fue un escritor prolífico que se ocupó de temas relacionados con la psicología, la ética, la retórica y la ciencia natural. Lamentablemente, ninguna fuente transmite el catálogo completo de sus obras. De sus trabajos, conocemos solo algunos títulos: Encomio a Platón (Πλάτωνος ἐγκώμιον), Sobre las discusiones matemáticas en la República de Platón (Περὶ τῶν ἐν τῇ Πλάτωνος Πολιτείᾳ μαθηματικῶς εἰρημένων), Sobre el sueño (Περὶ ὕπνου), Arquesilao (Ἀρκεσίλαος), Sobre la educación (Περὶ παιδείας), Sobre la amistad (Περὶ φιλίας), Gergitio (Γεργίθιος),2Asuntos eróticos ( Ἐρωτικά), Sobre el pánico (Περὶ τοῦ πανικοῦ), Sobre las vidas (Περὶ βίων), Sobre los proverbios (Περὶ παροιμιῶν) y Sobre los acertijos (Περὶ γρίφων). También escribió una serie de tratados sobre ciencia natural: Sobre los bancos de arena (Περὶ θινῶν), Sobre los animales acuáticos (Περὶ τῶν ἐνύδρων), Sobre el pez torpedo (Περὶ νάρκης) y Sobre los esqueletos (Περὶ σκελετῶν).3 De estos tratados, se conservan escasos fragmentos que ocupan apenas unas cuarenta páginas en la edición canónica de los fragmentos de Clearco hecha por Wehrli.
El Sobre los acertijos es la primera obra de la Antigüedad dedicada al estudio de los acertijos.4 De los libros que formaban parte de este tratado, solo conservamos catorce fragmentos. La mayoría son transmitidos en el Banquete de los sabios de Ateneo de Náucratis, que es la principal fuente para reconstruir el tratado de Clearco. Además de una obra literaria de gran valor, el Banquete de los sabios es un gran compendio de citas. Gracias a la cuidadosa labor de Ateneo como citador, conservamos numerosos títulos y pasajes de obras que, de otro modo, se hubieran perdido irremediablemente. En general, cuando Ateneo cita un pasaje, identifica con precisión el nombre del autor y el título de la obra, y transcribe cuidadosamente las palabras de la cita tal como figuraban en el original que tenía a su disposición (cf. Arnott 41; Jacob 91-102; Paulas 408-410). Fiel a su estilo, Ateneo no parafrasea las ideas de Clearco, sino que las cita textualmente, indicando la fuente de las que las ha tomado. Por esta razón, es probable que, o bien tuviera una copia del tratado de Clearco, o bien consultara este tratado en la biblioteca de Larensio o de alguno de sus allegados (cf. Jacob 87-89).
De los diez fragmentos del Sobre los acertijos transmitidos por Ateneo, cinco se encuentran en el libro décimo del Banquete. Ateneo se ocupa allí de la glotonería, la mezcla del vino, la borrachera, la sed, los bebedores famosos y los acertijos, a cuyo estudio dedica la sección 10.448b-459c. Esto se debe a que, en los simposios, las competencias de acertijos eran frecuentes y formaban parte de las actividades recreativas que tenían lugar luego de la cena (cf. Della Bona 172-180; Potamiti 136-137). Los acertijos se presentaban como verdaderos desafíos intelectuales y los comensales competían por resolverlos. Como se explica en el fr. 63w, quienes encontraban la solución recibían como premios besos, coronas y elogios; quienes no lo lograban debían beber una copa de vino mezclada con salmuera o una copa de vino puro -i.e. no diluido con agua-, lo que era considerado una costumbre bárbara.
A partir del interés que muestra Ateneo por el Sobre los acertijos, podemos suponer que este tratado habría estado dedicado principal mente a los acertijos de los simposios y que Clearco habría dejado de lado los acertijos pronunciados en otros contextos, por ejemplo, los oráculos.5 Una prueba de esto se encuentra en el fr. 85w, en el que se dice que los acertijos son las preguntas enigmáticas que se proponen en los simposios (cf. fr. 102bt), y también en el fr. 86, en el que se aclara que los acertijos se proponen con la intención de otorgar un premio o un castigo, característica que alude a las ya mencionadas competencias de acertijos que tenían lugar en los simposios.
¿Qué es un acertijo? La definición y clasificación de acertijos de Clearco
En Sobre los acertijos, encontramos una definición del concepto de “acertijo” (γρῖφος), acompañada de un criterio de clasificación y algunos ejemplos. Clearco fue el primer filósofo en ofrecer una definición de γρῖφος, mientras que Aristóteles fue el primero en definir el concepto de αἴνιγμα.6 La definición de γρῖφος de Clearco difiere por completo de la definición de αἴνιγμα de Aristóteles. Para Clearco, el acertijo es un “problema divertido” (πρόβλημα ἐπιπαιστικόν), i.e. pertenece al género de los problemas y se diferencia de otros por ser entretenido (fr. 86w). Debido a que son una especie de problema, los acertijos despiertan la inteligencia y conducen al desarrollo de una investigación que permita dar con la solución. Para Aristóteles, en cambio, el enigma resulta del uso excesivo de metáforas.7 De acuerdo con la definición que se ofrece en la Poética, el enigma se caracteriza por referir a algo que es a través de una descripción metafórica que evoca un personaje, objeto o fenómeno en apariencia imposible o inexistente.8 Los enigmas bien formulados son aquellos que se componen de metáforas adecuadas, i.e. metáforas que tienen su base en una analogía entre ítems que pertenecen a especies similares o a especies del mismo género.9 Como ejemplo, tanto en la Poética como en la Retórica, Aristóteles cita el siguiente enigma: “Vi a un hombre soldar con fuego bronce a otro hombre” (Poet. 22.1458a29-30, Rh. 3.2.1405b1). Este enigma es citado también por Clearco (fr. 94W) y habría sido formulado por Cleobulina de Lindos, una destacada compositora de acertijos (Plut. Conv. sept. sap. 154b).10 La solución del enigma es la aplicación de las ventosas, un procedimiento médico empleado para recuperar el balance de los humores. Las ventosas se calentaban y se adherían al cuerpo para aliviar la tensión muscular (cf. Hippoc. vm 22). El enigma establece una analogía entre el trabajo de un soldador que por medio del fuego suelda bronce con el del médico que aplica ventosas calientes del mismo material sobre el cuerpo de sus pacientes. En la versión de Aristóteles, aparecen dos metáforas. En primer lugar, una metáfora basada en la aplicación del nombre del género a una de las especies: las ventosas son llamadas “bronce” porque este era el material del que estaban hechas. En segundo lugar, una metáfora basada en la aplicación del nombre de una especie a otra que pertenece al mismo género: se dice que el médico “suelda” porque, como Aristóteles reconoce, la práctica médica de la aplicación de las ventosas carece de nombre propio.11 Dado que la soldadura de bronce realizada por el herrero y la aplicación de ventosas por parte del médico pertenecen al mismo género porque constituyen casos de “aplicación” (πρόσθεσις), la aplicación de ventosas puede recibir metafóricamente el nombre de “soldadura” (κόλλησις).
Aunque los términos αἴνιγμα y γρῖφος se asemejan, no refieren al mismo tipo de enunciados. Algunos intérpretes han defendido que mientras αἴνιγμα designa a los enigmas en sentido estricto, γρῖφος es un concepto más amplio usado también para referir a juegos con palabras, como la charada y el lipograma (Della Bona 169-172; Guichard 286; Konstantakos 120; Monda 10-11; cf. Luz 2010 144). Esta diferencia se establece en un escolio a la Compra de vidas de Luciano de Samósata.12 Allí, como ejemplo de αἴνιγμα se propone el que la Esfinge lanzó a Edipo: “¿Qué cosa tiene dos pies? ¿Qué cosa tiene tres pies? ¿Qué cosa tiene cuatro pies?”.13 Este enigma se compone de una pregunta compleja cuya respuesta se desconoce y debe ser investigada. El ejemplo de γρῖφος, en cambio, es el siguiente: “A Héctor, el hijo de Príamo, lo mató el varón Diomedes”. Aunque la afirmación parece clara, presenta una ambigüedad que oculta su verdadero sentido. La expresión Διομήδης ἀνήρ puede referir tanto al guerrero Diomedes como al “varón de Diomeda”, i.e. Aquiles. La ambigüedad se origina en el sustantivo Διομήδης que puede ser, o bien la forma en nominativo del nombre masculino Διομήδης (Diomedes), o bien el genitivo del nombre femenino Διομήδη (Diomeda), la muchacha que Aquiles tomó luego de Briseida. Si se desconoce el doble sentido de la expresión Διομήδης ἀνήρ, se podría pensar que la afirmación Ἕκτορα τὸν Πριάμου Διομήδης ἔκτανεν ἀνήρ es falsa, cuando en realidad es verdadera, porque Διομήδης ἀνήρ no refiere a Diomedes, quien no mató a Héctor, sino a Aquiles, el verdadero asesino.
En el escolio analizado, se llama γρῖφος a un juego con palabras basado en una ambigüedad del lenguaje y αἴνιγμα a una pregunta compleja cuya respuesta se desconoce y debe ser investigada. Si tomamos en consideración los ejemplos citados por Ateneo del Sobre los acertijos, podremos ver que en su tratado Clearco habría incluido tanto enigmas en sentido estricto como diversos juegos con palabras y desafíos mentales. Clearco llamó a todos ellos γρῖφοι porque, como he sugerido en esta sección, este es un concepto más amplio que αἴνιγμα. Analicemos los ejemplos.
En el fr. 86w, se afirma que Clearco distinguió siete clases de acertijos (fr. 85w y 102bt). Lamentablemente, Ateneo transmite la clasificación de forma incompleta, ya que de las siete clases menciona solo tres: acertijos a partir de la letra (ἐν γράμματι), a partir de la sílaba (ἐν συλλαβῇ) y a partir del nombre (ἐν ὀνόματι).14 Todos ellos proponen diversas consignas que ordenan realizar algún tipo de actividad que involucra el conocimiento de las letras y las palabras. Ejemplos de acertijos a partir de la letra son el decir palabras que comiencen con alfa o que no tengan sigma (cf. fr. 86w) (en el fr. 63w se agrega el nombre de ciudades de Asia y Europa que comiencen con una letra en particular). Entre los ejemplos de acertijos a partir de la sílaba, se menciona un verso que comience con la sílaba βα- o que finalice en -ναξ. Como ejemplo de acertijos a partir del nombre, se mencionan nombres compuestos, nombres que tengan relación con los dioses y nombres que comiencen con Διός o Ἑρμοῦ, o que terminen en -νικος. Estos dos últimos también podrían ser considerados acertijos partir de la sílaba. Otros ejemplos de acertijos a partir del nombre son los siguientes: nombrar a los generales aqueos y troyanos (cf. fr. 63w) y decir nombres de utensilios, comidas y postres (cf. fr. 87w).
Existen otros acertijos que sirven para mostrar el nivel de instrucción que posee cada comensal y que se resuelven gracias al conocimiento de la poesía tradicional. En el fr. 63w se mencionan los siguientes ejemplos: un comensal debe citar un verso de un poema y el que le sigue debe responder con el verso que viene luego, un comensal debe citar algunos versos de un poema y el resto de los invitados debe responder con versos de un poeta diferente que expresen la misma opinión, cada comensal debe recitar un yambo, o cada comensal debe recitar un verso de una cantidad determinada de sílabas. Un ejemplo de este último desafío es el poema de Castorión de Solos en el que cada metro está formado por palabras completas que suman un total de once letras (cf. fr. 88W). Esto hace que los metros sean intercambiables, ya que pueden colocarse en cualquier lugar del verso, sin que la posición altere la métrica. Dentro de este grupo, también se incluyen pedir comida y bebida hablando en metro, como hacían Cleantes de Tarento y Pánfilo de Sicilia (cf. fr. 89w), y recitar versos de poemas clásicos frente a la aparición de cada plato en la mesa, como hacía Carmo de Siracusa (cf. fr. 90w).
Por último, Clearco menciona otros dos tipos de acertijos: por una parte, los acertijos pronunciados por los actores en escena que toman la forma preguntas con doble sentido (fr. 93w); por otra parte, los acertijos de la ventosa y del eunuco, considerados por Clearco “del mismo tipo” (fr. 94w; cf. fr. 95aw). Estos últimos podrían ser parte de un grupo diferente, el de los acertijos en sentido estricto. A diferencia del resto de los acertijos citados, no expresan desafíos que se puedan resolver gracias al conocimiento de las letras y de la poesía, sino que son verdaderas adivinanzas cuya solución debe ser encontrada gracias al esfuerzo de la inteligencia.
Traducción
Para la traducción de los fragmentos de Clearco, he tomado como referencia la edición del texto griego hecha por Wehrli. Dado que la mayor parte de los fragmentos del Sobre los acertijos proviene del Banquete de los sabios de Ateneo, también he consultado la edición del libro décimo del Banquete hecha por Olson. He cotejado la edición de Wehrli con la edición más reciente de los fragmentos de Clearco de Taifacos, ya que esta presenta algunas diferencias significativas.15 Siguiendo a Taifacos, no incluyo los fragmentos 91bW (Eust. Od. 2.258.37-41) y 95bW (Eust. Il. 2.580.9-14), y agrego los fragmentos 101dT (Ath. 10.458f-459a) y 102bT (Schol. Ar. Vesp. 20a). Utilizo corchetes para añadir palabras en la traducción que no se encuentran en el texto original. En algunas ocasiones, incluyo entre paréntesis términos o expresiones en griego que son relevantes para la comprensión de la traducción o el contenido de los fragmentos.
Clearco de Solos, fr. 63W (84W 77T) (Ath. 10.457c-458a)
En Atenas, ¿qué castigo recibían quienes no resolvían el acertijo que se había propuesto, si es verdad que bebían una copa de vino mezclada con salmuera, como también ha dicho Clearco en su definición? En el primer libro del Sobre los proverbios, este escribe lo siguiente: “la investigación de los acertijos no es ajena a la filosofía y a través de ellos los antiguos realizaban una demostración de su educación” (τῶν γρίφων ἡ ζήτησις οὐκ ἀλλοτρία φιλοσοφίας ἐστί, καὶ οἱ παλαιοὶ τὴν τῆς παιδείας ἀπόδειξιν ἐν τούτοις ἐποιοῦντο). Mientras bebían, proponían16 acertijos, pero no como los que ahora se preguntan unos a otros qué posición sexual es la más placentera, cuál es el pescado más delicioso o el de estación, o cuál es mejor comer luego de la aparición de Arturo, las Pléyades o el Perro.17 A quienes vencían, como premio les daban besos, que eran dignos de la aversión de quienes tenían una sensibilidad noble; para quienes eran derrotados, establecían como castigo beber vino puro, que tomaban con más placer que el de la copa de Higía.18 Este es precisamente el comportamiento propio de quien se ha ocupado de los escritos de Filenis y Arquéstrato,19 y se ha interesado por las llamadas Gastrologías.20 Sin embargo, aquellos preferían acertijos de este tipo: cuando el primero citaba un hexámetro o un yambo, cada comensal respondía con el verso que venía luego; cuando alguien citaba la parte más importante de un poema, el resto respondía con un verso de un poeta diferente que expresara la misma opinión; o cada uno recitaba un yambo. Además, cada comensal recitaba un verso de una determinada cantidad de sílabas o versos que siguieran la teoría de las letras y sílabas.21 De modo similar a los acertijos que ya se han mencionado, todos debían decir el nombre de los generales que atacaron Troya o de los generales troyanos, o alguien decía el nombre de una ciudad de Asia que empezara con determinada letra, el que seguía decía, en cambio, el nombre de una ciudad de Europa, y el resto respondía de forma alternada, aunque se tratara de ciudades griegas o bárbaras, según lo ordenado. De modo que este juego, que no requería poca reflexión, se ha transformado en un indicador de la educación de cada una de las personas del grupo. Como premio, proponían una corona y un elogio, que por sobre todo endulzaban su recíproca amistad. Estas cosas ha dicho Clearco.
Clearco de Solos, fr. 101dT (Ath. 10.458f-459a)
Dado que hemos realizado una considerable digresión sobre los acertijos, debemos ahora explicar también qué castigo recibían quienes no resolvían el acertijo que se había propuesto. Estos bebían salmuera mezclada con su bebida y debían terminar la copa sin respirar.
Clearco de Solos, fr. 85W (102bT) (Schol. Ar. Vesp. 20b)
Siete clases de estos [scil. acertijos] describe Clearco en su libro Sobre los acertijos. Se llama “acertijos” a las preguntas enigmáticas que se proponen en los simposios (τὰ ἐν τοῖς συμποσίοις προβαλλόμενα αἰνιγματώδη ζητήματα).
Clearco de Solos, fr. 102bT (Schol. Ar. Vesp. 20a)
Los acertijos son preguntas enigmáticas (ζητήματα αἰνιγματώδη) de las que se hacía uso en los simposios. Siete clases de estos describe Clearco en el Sobre los acertijos.
Clearco de Solos, fr. 86W (101a-b, 102aT) (Ath. 10.448c-e)
Clearco de Solos lo define así: un acertijo es un problema divertido que exige descubrir la solución a través de una investigación realizada por medio de la inteligencia, y que se propone con la intención de otorgar un premio o un castigo (γρῖφος πρόβλημά ἐστι ἐπιπαιστικόν, προστακτικὸν τοῦ διὰ ζητήσεως εὑρεῖν τῇ διανοίᾳ τὸ προβληθὲν τιμῆς ἢ ἐπιζημίου χάριν εἰρημένον). En Sobre los acertijos, el mismo Clearco dice que existen siete clases de acertijos. “A partir de la letra” (ἐν γράμματι), por ejemplo, cuando tenemos que decir palabras que comienzan con alfa, como un nombre de pez o planta. Lo mismo ocurre cada vez que alguien solicita que los nombres tengan o no tengan alguna de las letras, como los acertijos llamados “asigmáticos”. De ahí que Píndaro también haya compuesto una oda contra la sigma como si esta fuera un acertijo que se propone en un poema lírico (ὅθεν καὶ Πίνδαρος πρὸς τὸ σ ἐποίησεν ᾠδήν, οἱονεὶ γρίφου τινὸς ἐν μελοποιίᾳ προβληθέντος).22 Se dice que existen acertijos “a partir de la sílaba” (ἐν συλλαβῇ), por ejemplo, cuando tenemos que decir cualquier verso que esté encabezado por ba-, como basileús [“rey”]; o que finalice en -nax, como Calianax; o que empiece con “león”, como Leónidas; o que por el contrario lo tenga al final, como Trasileón. Y “a partir del nombre” (ἐν ὀνόματι), por ejemplo, cuando tenemos que decir nombres simples o compuestos de dos sílabas cuya forma se muestre elevada o baja; o nombres que no tengan relación con dioses, como Cleónimo, o que sí la tengan, como Dionisio -en este caso, pueden estar formados a partir del nombre de un dios o de muchos, como Hermafrodito-; o que comiencen por Zeus, como Diocles;23 o con Hermes, como Hermodoro; o que finalicen, si se puede, en -nikos. Quienes no hablan como se les ha pedido, beben de la copa. Así lo definió Clearco.
Clearco de Solos, fr. 87W (109T) (Ath. 14.648f-649a)
Clearco de Solos ha mencionado el pastel de miel que está frente a nosotros en Sobre los acertijos, en el que dice lo siguiente: para quien te pide decir nombres de utensilios, debes responder:
Trípode, olla, lámpara, mortero, banco,
esponja, brasero, jofaina, vaso, aceitera,
panera, cuchillo, cuenco, cratera, aguja.24
En cambio, para quien te pide decir nombres de comidas, debes responder lo siguiente:
Puré de alubias, sopa de lentejas, pescado ahumado, pescado fresco, nabo,
ajo, carne, atún, salmuera, echalote,
cardo, aceituna, alcaparra, cebolla, hongo.
Y sobre los nombres de postres, debes responder de la misma manera:
Torta de leche, tarta, tarta de pescado, torta, granada,
huevo, garbanzo, sésamo, torta de sésamo molido, uva,
higo seco, pera, el fruto de la perséa,25 manzanas, almendras.
Estas cosas dijo Clearco.
Clearco de Solos, fr. 88W (114-116T) (Ath. 10.454f-455c)
Según dice Clearco, el poema en honor a Pan de Castorión de Solos es así: cada uno de los metros incluye palabras completas y el poema tiene metros que pueden, todos de igual modo, estar al comienzo del verso o luego, por ejemplo:
Por ti, que habitas en una morada fría por los disparos de nieve repiqueteante,
Pan, pastor de bestias salvajes, la tierra de Arcadia invocaré,
en este ingenioso escrito, tras haber combinado versos renombrados,
difíciles de comprender, señor, para quienes no son hábiles en escuchar,
bestia servidora de las Musas, que lanzas un dulce canto moldeado en cera.
(σὲ τὸν βολαῖς νιφοκτύποις δυσχείμερον
ναίονθ’ ἕδος, θηρονόμε Πάν, χθόν’ Ἀρκάδων
κλῄσω γραφῇ τῇδ’ <ἐν> σοφῇ πάγκλειτ’ ἔπη
συνθείς, ἄναξ, δύσγνωστα μὴ σοφοῖς κλυεῖν,
μουσοπόλε θήρ, κηρόχυτον ὃς μείλιγμ’ ἱεῖς)
Y el resto se compone de la misma forma. Cada uno de los metros, cualquiera sea el orden en que los coloques, formará el mismo esquema métrico, por ejemplo:
Por ti, que habitas en una morada fría por los disparos de nieve repiqueteante.
Por ti, que en una morada fría por los disparos de nieve repiqueteante habitas.26
(σὲ τὸν βολαῖς νιφοκτύποις δυσχείμερον,
νιφοκτύποις σὲ τὸν βολαῖς δυσχείμερον).
Además, cada uno de los metros tiene once letras. Pero esta no es la única manera, sino que se puede componer de modo distinto, como cuando, a partir de un solo verso, según el uso de las palabras, se obtienen otros, si se habla de esta manera:
Dime la medida de los metros, tras tomar la medida.
Tras tomar la medida, dime la medida de los metros.
(μέτρον φράσον μοι τῶν ποδῶν <μέτρον λαβών>,
λαβὼν μέτρον μοι τῶν ποδῶν μέτρον φράσον)
Pues no quiero de los metros tomar la medida.
Pues tomar la medida de los metros no quiero.
(οὐ βούλομαι γὰρ τῶν ποδῶν μέτρον λαβεῖν.
λαβεῖν μέτρον γὰρ τῶν ποδῶν οὐ βούλομαι)
Como dice el mismo Clearco, dado que muchos se enojaban con él por su incapacidad para evitar la sigma y no lo valoraban, Píndaro compuso los siguientes versos sobre la oda asigmática, como un acertijo que se propone en un poema lírico:
Antes, una canción avanzaba en línea recta
y la letra san era decepcionante para los hombres.27
Alguien podría haber tomado nota de esto para contestar a quienes consideran espuria la oda asigmática de Laso de Hermíone que se titula Centauros.
Clearco de Solos, fr. 89W (106T) (Ath. 1.4d)
Mientras bebía, Cleantes de Tarento decía todo en metro, según afirma Clearco, al igual que Pánfilo de Sicilia, por ejemplo:
Sírveme algo para beber y una pata de perdiz.
Que alguien me dé un orinal o que alguien me dé una tarta.28
Clearco de Solos, fr. 90W (107-108T) (Ath. 1.4a-c)
Clearco dice que Carmo de Siracusa tenía listos versitos y proverbios para cada uno de los platos que se sirven en los banquetes.29 Para el pescado: He llegado, dejando atrás la salada profundidad del Egeo (cf. Eur. Tro. 1).
Para las trompetas de caracol:
Alégrense, heraldos, mensajeros de Zeus (cf. Hom. Il. 1.334).30
Para el chorizo:
De forma retorcida, para nada sano (cf. Eur. Andr. 448).
Para el calamar relleno:
Sabia, sabia, tú (cf. Eur. Andr. 245).31
Para el pescado de estación servido sobre pescado hervido:
¿No apartarás de mí la multitud? (cf. Diog. Laert. 2.117).32
Para la anguila sin piel:
“Sin cubrir mis rizos…” (cf. Eur. Phoen. 1486).33
Clearco también dice que entre los mesenios Carmo se había ganado la reputación de ser instruido, por tener a mano alguna cita para cada uno de los platos servidos, como se ha dicho. De igual modo, Calífanes, llamado “hijo del devorador”,34 tras haber copiado el comienzo de muchos poemas, aprendía de memoria hasta tres o cuatro versos y se ganaba así la fama de mucho conocimiento.
Clearco de Solos, 91aW (103, 112T) (Ath. 7.275b-276a)
Clearco, discípulo de Aristóteles, nativo de Solos, en el primer libro del Sobre los acertijos -recuerdo el texto porque me resultaba muy agradable- ha dicho de alguna manera lo siguiente: la fiesta de la comida (φαγήσια), a la que también llaman “fiesta de la comida y de la bebida” (φαγησιπόσια), esta ha desaparecido, al igual que la de los rapsodas que celebraban […] y la de las Dionisias.35 En esa ocasión, los rapsodas que estaban presentes recitaban un poema para honrar a cada uno de los dioses. Estas cosas dijo Clearco. Si desconfías, compañero, como tengo una copia del libro, no me negaré a prestártela. Tras aprender muchas cosas de él, encontrarás la solución de los problemas.36 También cuenta Clearco que Calias de Atenas compuso la Tragedia del alfabeto, en la cual se inspiraron Eurípides en la Medea y Sófocles en el Edipo, para crear la música y la composición.37
Clearco de Solos, 92W (104T) (Ath. 14.620c)
Clearco, en el primer libro de Sobre los acertijos, dice que Simónides de Zacinto recitaba los versos de Arquíloco, sentado en una silla sobre el escenario.38
Clearco de Solos 93W (113T) (Ath. 10.452e-453a)
Al igual que Teodectes,39 Drómeas de Cos jugaba con acertijos, como dice Clearco, y también Aristónimo, el que toca la lira, e incluso Cleón, apodado “el mimaulo” porque era, entre los mimos italianos, el que mejor actuaba sin máscara.40 Incluso era superior a Ninfodoro en el estilo de mimo que he mencionado. Iscómaco, el mensajero, era su seguidor. Este hacía sus imitaciones frente a un círculo de espectadores, pero cuando se volvió popular, actuaba en los espectáculos de los malabaristas. Los acertijos que componía eran de este tipo, por ejemplo, un campesino se había llenado de comida y se sentía mal; cuando el médico le preguntó si acaso no había comido hasta vomitar, respondió: “No, yo he comido hasta llenar mi panza”. Una mendiga tenía dolores de estómago; cuando el médico le preguntó si acaso no tenía “nada” en la panza,41 respondió: “¡¿Cómo?! Si no he comido por tres días…”. De Aristónimo […].42
Clearco de Solos, 94W (110-111aT) (Ath. 10.452b-c)
Muchos acertijos son como este:
Vi a un hombre soldar con fuego bronce a otro hombre,
tan íntimamente soldados quedaban que se hacían consanguíneos.
(ἄνδρ’ εἶδον πυρὶ χαλκὸν ἐπ’ ἀνέρι κολλήσαντα,
οὕτω συγκόλλως ὥστε σύναιμα ποιεῖν)
Este acertijo refiere a la aplicación de las ventosas. También el de Panarces es del mismo tipo, como dice Clearco en el Sobre los acertijos: “Posado en un tronco no tronco, a un pájaro no pájaro, un varón no varón le arroja una piedra no piedra” (βάλοι ξύλῳ τε καὶ οὐ ξύλῳ καθημένην ὄρνιθα καὶ οὐκ ὄρνιθα ἀνήρ τε κοὐκ ἀνὴρ λίθῳ τε καὶ οὐ λίθῳ). Estos son la caña, el murciélago, el eunuco y la piedra pómez.43
Clearco de Solos, 95aW (111bT) (Schol. Pl. Resp. 5.479c)
El acertijo de Clearco:
Un acertijo (αἶνος) es que un varón no varón
viendo y no viendo a un pájaro no pájaro,
que estaba posado y que no estaba posado en un tronco no tronco,
una piedra no piedra le arroja y no le arroja.
De otra manera:
Varón no varón, pero sin embargo varón (el eunuco),
a un pájaro no pájaro, pero sin embargo pájaro (un murciélago)
que estaba posado en una rama no rama (una caña)
tras arrojarle una piedra no piedra, lo mata (una piedra pómez).
A un murciélago, el eunuco, sobre una caña, con una piedra pómez.