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Boletín de Geología

versão impressa ISSN 0120-0283

bol.geol. vol.34 no.2 Bucaramanga jul./dez. 2012

 


ESTRATIGRAFÍA Y AMBIENTES DE DEPÓSITO
DE LA ARENISCA DE CHIQUINQUIRÁ EN LOS
ALREDEDORES DE LA LOCALIDAD TIPO

Roberto Terraza Melo1

1 Servicio Geológico Colombiano, Diag. 53 No. 34-53, Bogotá, D. C., Colombia,
rterraza@ingeominas.gov.co



RESUMEN

La Arenisca de Chiquinquirá se puede dividir en cinco segmentos litológicamente contrastantes de base a techo denominados A, B, C, D y E; los segmentos A, C y E son arenosos o con alta proporción de arenitas y los segmentos B y D son lutíticos. Las facies arenosas (81% cuarzoarenitas, 19% sublitoarenitas) se acumularon en ambientes marinos someros progradantes con dominio de mareas (zona submareal y llanura intermareal principalmente) en régimen hidráulico de flujo inferior; las facies lutíticas representan fondos marinos tranquilos de costa afuera con acumulaciones rápidas de sedimentos arenosos o mixtos (arena y restos de conchas) a partir de flujos de sedimento por gravedad, relacionados con tempestades (tormentitas). Ocasionalmente, sobre la llanura intermareal, las tormentas depositaban arena o sedimentos mixtos en canales o depresiones transversales a la costa a partir de flujos masivos.

El espesor mínimo de la Arenisca de Chiquinquirá es de 780 m. Los segmentos A y B representan el Albiano superior y los segmentos C, D y E el Cenomaniano. En el Cenomaniano temprano hubo subsidencia tectónica diferencial posiblemente relacionada a fallamiento normal (NW-SE) concomitante con la sedimentación.

Palabras clave: Arenisca de Chiquinquirá, estratigrafía, facies, marino somero, tormentitas, Albiano tardío- Cenomaniano.


STRATIGRAPHY AND DEPOSIT ENVIRONMENTS OF THE ARENISCA DE
CHIQUINQUIRA AROUND ITS TYPE LOCALITY

ABSTRACT

The Arenisca de Chiquinquira can be divided and mapped into five contrasted lithological segments, which have been denominated from base to top as A, B, C, D and E. Segments A, C and E are predominantly sandy, whereas segments B and D are lutaceous. Sandy facies are composed of 81% of quartzarenites and 19% of sublithoarenites. These rocks accumulated into a progradating shallow marine, tide-dominated environment (subtidal zone and intertidal flat), under a lower flow hydraulic regime. Lutaceous facies represent a calm marine offshore bottom, which was affected by quick accumulations of sandy or mixed sediments (sandy clastic material and shell remains). These quick accumulations of sediments occurred as a result of sediment gravitaty flows related to storms (storm beds). Occasionally, the storms deposited massive flows of sand or mixed sediments in channels or traverse depressions to the coast over the intertidal flat.

The measured thickness of the Arenisca de Chiquinquira is 780 m. Upper Albian is represented along the segments A and B, while segments C, D and E represent the Cenomanian. Differential tectonic subsidence related to NW-SE normal faulting took place during the early Cenomanian, which was concomitant with sedimentation of the lower part of the segment C.

Keywords: Arenisca de Chiquinquira, stratigraphy, facies, shallow marine environment, storm beds, Upper Albian-Cenomanian.



INTRODUCCIÓN

Con el propósito de aportar datos que contribuyeran al entendimiento de la paleogeografía e historia geológica del intervalo de tiempo Albiano medio alto o Albiano tardío bajo - Cenomaniano, se realizó un estudio estratigráfico, sedimentológico y de cartografía geológica detallada de la Arenisca de Chiquinquirá (Terraza, 2004), en los alrededores de la localidad tipo en cercanías al municipio de Chiquinquirá (FIGURA 1).

Esta unidad denominada originalmente como Arenisca(s) de Chiquinquirá o Formación Areniscas de Chiquinquirá (Ulloa y Rodríguez, 1979, 1991) tiene su sección tipo por la carretera Sutamarchán-Chiquinquirá (plancha 190-Chiquinquirá, cuadrículas 8B- 9B, sección ST de la FIGURA 2), no obstante, dicha sección se encuentra cubierta en un 95% por lo cual fue necesario levantar tres secciones estratigráficas adicionales amarradas mediante cartografía geológica detallada de los distintos segmentos estratigráficos que conforman la formación (secciones SMS, VM y GPG de la FIGURA 2 localizadas entre el municipio de Puente Nacional-Santander, al norte, y San Miguel de Sema-Boyacá, al sur) con el objetivo de obtener una sección compuesta y poder hacer comparaciones entre ellas para el análisis facial.

Adicionalmente, en las secciones levantadas se realizó muestreo para petrografía y paleontología entre 2 y 20 m estratigráficos, se analizaron 64 secciones delgadas, se prepararon 100 superficies pulidas, 11 muestras para palinología, 125 muestras para foraminíferos y 64 muestras para macropaleontología (24 lamelibranquios y 40 amonitas). Las secciones delgadas y las superficies pulidas se utilizaron para complementar y refinar la descripción macroscópica realizada en campo. Los bivalvos fueron estudiados por la geóloga Tatiana Gaona (2002, 2003) y las amonitas fueron determinadas por el Dr. Fernando Etayo Serna. Se utilizó la clasificación genética de concentraciones de conchas de Fürsich (1995) como herramienta indicadora de paleoprofundidad para las facies lutíticas presentes en la Arenisca de Chiquinquirá.

Este trabajo sintetiza la estratigrafía y los ambientes de depósito interpretados para la Arenisca de Chiquinquirá en los alrededores de la localidad tipo.


MARCO GEOLÓGICO GENERAL

La Arenisca de Chiquinquirá ha sido reconocida y cartografiada por INGEOMINAS en cinco planchas geológicas a escala 1:100.000: -151: Pulido, 1979, 1980; -170: Ulloa y Rodríguez, 1978a, 1979; -189: Rodríguez y Ulloa, 1984, 1994; -190: Ulloa y Rodríguez, 1978b, 1979, 1991; -208: Ulloa et al., 1998, Ulloa y Acosta 1993, las cuales abarcan sectores de los departamentos de Cundinamarca, Boyacá y Santander (FIGURA 2).

Los afloramientos de esta unidad se localizan hacia la región central de la Cordillera Oriental de Colombia, en una franja con sentido SW-NE de aproximadamente 150 km de longitud por 70 km de ancho, que se extiende desde la represa de Neusa (Cundinamarca), al sur, hasta más allá de la población de Guepsa (Santander), al norte. La zona se encuentra fuertemente plegada y afectada por fallas inversas o de cabalgamiento; estas estructuras se orientan predominantemente en sentido SW-NE (FIGURA 2).

Las estructuras geológicas más importantes que involucran a esta unidad son los sinclinales de Aposentos, Chiquinquirá-San José de Pare y de Suaita- Chima; el Anticlinal de Tinjacá y la Falla de Carupa (FIGURA 2).


SUCESIÓN ESTRATIGRÁFICA EN LA ARENISCA DE CHIQUINQUIRÁ

En la Arenisca de Chiquinquirá aparecen cinco segmentos con carácter litológico contrastante, de base a techo denominados informalmente como A, B, C, D y E, de los cuales los segmentos A, C y E son arenosos o con alta proporción de arenitas (contenido de arenitas entre 34 y 66%) y los segmentos B y D son lutíticos (contenido de lutitas > 90%). Las unidades infrayacente y suprayacente son las formaciones Simití y Simijaca, respectivamente.

La edad de la Arenisca de Chiquinquirá basada en amonitas está comprendida entre el Albiano tardío (porción temprana) y el Cenomaniano, haciendo falta el intervalo correspondiente a la porción más tardía del Albiano tardío, de acuerdo a las determinaciones paleontológicas realizadas por el Dr. Fernando Etayo. Los segmentos A y B corresponden al Albiano tardío y los segmentos C, D y E al Cenomaniano. Los segmentos A y B correlacionan con el segmento B y posiblemente con la porción superior del segmento A de la Formación San Gil Superior y los segmentos C, D y E con la Formación Churuvita del área de Villa de Leyva (TABLA 1). En la TABLA 1 se muestra un cuadro con las edades asignadas por otros autores y la edad obtenida en este estudio, así como la nomenclatura estratigráfica utilizada para el lapso Albiano-Santoniano en la región central de la Cordillera Oriental.

En la FIGURA 3 se muestra una columna estratigráfica compuesta de la Arenisca de Chiquinquirá construida a partir del amarre bioestratigráfico y cartográfico de las diferentes secciones estratigráficas levantadas de los segmentos que constituyen la unidad en la localidad tipo. El segmento A y el techo de la unidad infrayacente (Fm. Simití) se levantaron en la sección 7 (VM= Vereda Merchán), los segmentos B y C en la sección 10 (GPG= Garavito-Puente Guillermo) y los segmentos D y E en la sección 5 (SMS= San Miguel de Sema); el segmento C también se levantó en la sección 5 (SMS), lo cual permitió la correlación de este segmento entre los sectores de Puente Nacional (sección GPG) y San Miguel de Sema (SMS); para la localización de estas secciones véase la FIGURA 2. El amarre cartográfico de las secciones levantadas se realizó a partir de la sección tipo de la Arenisca de Chiquinquirá (sección 4 o ST de la FIGURA 2) donde Ulloa y Rodríguez (1979, 1991) identificaron cinco conjuntos litológicos designados por ellos, en orden estratigráfico ascendente, como A, B, C, D y E, de los cuales los conjuntos A, C y E los asignaron como arenosos y los conjuntos B y D como lutíticos por lo cual presentan buen contraste morfológico facilitando su delimitación cartográfica; los espesores reportados por estos autores fueron: A= 166 m, B= 30 m, C= 46 m, D= 35 m y E= 60 m, para un total de 337 m. Con base en estos criterios se identificaron en campo los límites litológicos de estos conjuntos en la sección tipo los cuales se extendieron cartográficamente a las demás secciones teniendo en cuenta la información estratigráfica levantada y el control bioestratigráfico realizado, lográndose de esta forma la cartografía geológica detallada a escala 1:25.000 de los cinco segmentos que componen la unidad en el área de estudio; dichos segmentos fueron denominados informalmente, de manera similar, como A, B, C, D y E, los cuales tienen la categoría de miembros dentro de la clasificación litoestratigráfica formal. En total se cartografiaron 600 km2 que involucran a las formaciones Simití (unidad infrayacente) y Simijaca, La Frontera y Conejo (unidades suprayacentes); estas unidades abarcan desde el Albiano hasta el Santoniano en edad (TABLA 1).


FACIES, ASOCIACIONES DE FACIES E INTERPRETACIÓN PALEOAMBIENTAL DE LA ARENISCA DE CHIQUINQUIRÁ

El análisis facial de la Arenisca de Chiquinquirá se realizó de base a techo, iniciándose con el segmento A en la sección VM; se continuó con los segmentos B y C en la sección GPG; en la sección SMS se interpretó el segmento E, nuevamente el C y lo que afloraba del A y B para comparación; el segmento D se interpretó con base en los datos tomados en algunas estaciones de campo debido a que en las secciones estaba cubierto. Las facies se definieron con base principalmente en características texturales (granulometría y madurez textural), estructuras sedimentarias inorgánicas (tipo de laminación y estratificación) y contenido fosilífero, para lo cual los análisis petrográficos fueron definitivos en la determinación de la madurez textural.

Una vez establecidas las primeras facies en la sección VM, se interpretaron facialmente de manera independiente, para posteriormente agruparlas en asociaciones, sucesiones o conjuntos de facies que tuvieran algún significado paleoambiental coherente, al compararlas con ambientes sedimentarios recientes y antiguos, documentados en la literatura geológica especializada asequible. Un objetivo adicional de la agrupación de facies fue el de facilitar la descripción de las secciones estratigráficas.

Las facies previamente definidas en la sección VM, se fueron identificando y asociando en cada una de las secciones estratigráficas restantes levantadas; como en este proceso resultaron nuevas facies, se procedió a su descripción, interpretación y agrupación; adicionalmente, si aparecía alguna característica no relacionada en la descripción inicial de alguna de las facies, se complementaba.

Facies en la Arenisca de Chiquinquirá

En total se identificaron 13 facies siliciclásticas, de las cuales seis corresponden a facies arenosas (Arenitas Heterolíticas Laminadas-AHL, Arenitas Heterolíticas con Estratificación Ondulada-AHEO, Arenitas Inmaduras Laminadas-AIL, Arenitas Fosilíferas y Macizas-AFM, Arenitas Maduras y Macizas-AMM, Arenitas Maduras Laminadas-AML) y siete a facies lutíticas (Arcillolitas Laminadas-AL, Arcillolitas Silíceas Laminadas-ASL, Arcillolitas Arenosas Laminadas-AAL, Lodolitas Laminadas-LOL, Lodolitas Arenosas Laminadas- LOAL, Limolitas Laminadas-LL, Limolitas Arenosas Laminadas-LAL). Las facies arenosas representan el 28,8% del espesor total aflorante en las diferentes secciones estratigráficas analizadas, mientras que las facies lutíticas constituyen el 71,2% de este espesor.

En las FIGURAS 4 y 5 se muestran los minerales más comunes presentes en las facies lutíticas y arenosas, respectivamente, de la Arenisca de Chiquinquirá. En la FIGURA 6 aparece la composición de las facies arenosas de acuerdo a Folk (1974).

En la TABLA 2 se resumen las características principales de cada una de las facies, la proporción en la sucesión total medida (1.265 m, teniendo en cuenta las distintas secciones estratigráficas consideradas en el análisis facial), los paleoambientes que representan y las condiciones hidrodinámicas de acumulación.

Asociaciones de Facies

Para el análisis facial se consideraron las secciones estratigráficas SMS, GPG y VM, en las cuales se diferenciaron 37 asociaciones de facies que en total sumaron 1.265 m de espesor del cual hay varios intervalos estratigráficos cubiertos pertenecientes, en orden de importancia, a las facies AL, AML, ASL, AAL, AHL y LAL; en total el intervalo cubierto representa el 40% del espesor total medido. Las asociaciones de facies resultantes se numeraron en orden consecutivo ascendente; las ocho primeras asociaciones pertenecen a la sección VM, las siguientes 16 a la sección GPG y las 13 restantes a la sección SMS.

Síntesis sobre los paleoambientes sedimentarios en la Arenisca de Chiquinquirá y aspectos paleogeográficos

Las diferentes facies identificadas en la Arenisca de Chiquinquirá (ver TABLA 2) reflejan ambientes marinos someros dominados por mareas, que involucran desde fondos de costa afuera distales hasta planicies intermareales lodosas; las hojuelas de plantas fósiles halladas en facies lutíticas de mar abierto (AAL, AL) o los restos carbonizados de tallos encontrados en la base de algunas tormentitas arenosas sugieren desarrollo de vegetación en la línea de costa; tanto los bivalvos fósiles de facies arenosas someras (submareal a llanura intermareal baja) como las amonitas y foraminíferos planctónicos de facies tranquilas de costa afuera, indican condiciones de salinidad normal en el agua del mar. En todos estos ambientes, en mayor o menor proporción, se identificaron acumulaciones de sedimentos predominantemente arenosos, relacionados con eventos rápidos de sedimentación que se asocian con tormentas. Al final de la acumulación del segmento A (FIGURA 3: Asociación 8) se reconocieron ambientes de frente deltaico, posiblemente influenciados por mareas donde se pudo distinguir fondos de prodelta, barra distal y barras de desembocadura de canales distributarios.

Las estructuras sedimentarias físicas presentes en las facies arenosas que conforman la Arenisca de Chiquinquirá reflejan acumulación de sedimentos dominantemente en condiciones hidráulicas de régimen de flujo inferior; sólo en muy baja proporción (< 7% del espesor total aflorante en las distintas secciones estratigráficas) se registra acumulación de sedimentos en regimenes de flujo superior, relacionadas esencialmente con depósitos de tormentas, lo cual sugiere una paleocosta con baja energía actuando sobre los fondos de acumulación.

Los segmentos considerados como arenosos o con alta proporción de arenitas como los segmentos A, C y E representan fondos marinos someros progradantes (con alto suministro de sedimentos donde las facies arenosas costeras avanzaban sobre las facies arcillosas de costa afuera), en los cuales se desarrollaron extensas planicies intermareales arenosas hasta mixtas (areno-lodosas), con lapsos de exposición subaérea y barras arenosas en los fondos submareales (FIGURA 7E); por acción de las tormentas se produjeron acumulaciones arenosas o "mixtas" (arenas y conchas) sobre los ámbitos de costa afuera (FIGURA 7H); también se desarrollaron canales (que probablemente sobrepasaron los 5 m de profundidad con anchura superior a 0,5 km), excavados por acción de las mareas, tanto sobre las llanuras intermareales como sobre los fondos submareales arenosos, especialmente durante la acumulación de los segmentos C y A (FIGURA 7E, F). Al final de la acumulación del segmento A se desarrolló un delta influenciado por mareas, el cual geográficamente estaría restringido a la región de Chiquinquirá, puesto que hacia la región de Villa de Leyva aparentemente no hay registro estratigráfico de esta geoforma (FIGURA 7C). Esporádicamente sobre las llanuras intermareales, las tormentas acumularon capas arenosas o "mixtas", posiblemente en depresiones o canales transversales a la costa (FIGURA 7G).

Los segmentos B y D considerados litológicamente como lutíticos, representan esencialmente fondos marinos de costa afuera con acumulaciones arenosas o "mixtas" producto de las tormentas.

La orientación de paleocanales de marea en sentido general E-W, sugiere una línea de costa con dirección N-S, por lo menos entre San Miguel de Sema al sur y Puente Nacional al norte. Varios autores, entre ellos Hubach (1957), Julivert (1968), Fabre (1985), Acosta (1993), Villamil (1999) y Villamil et al. (1999) han inferido áreas de aporte de sedimentos desde el oriente colombiano (Llanos orientales y Cratón de Guyana o Amazónico) para las unidades del Albiano-Cenomaniano como la Arenisca de Chiquinquirá y las formaciones Churuvita, Une y Aguardiente, así como también cambios faciales hacia el W, de facies arenosas a facies arcillosas para estas unidades, lo cual indica que la paleopendiente de la línea de costa para la Arenisca de Chiquinquirá era al W (FIGURAS 7A, B, D)

Tanto en el segmento A, del Albiano superior bajo, como en el segmento D, del Cenomaniano medio?, aparecen intercalaciones que probablemente correspondan a cenizas volcánicas riolíticas devitrificadas, dentro de la facies AL de costa afuera, lo cual indicaría vulcanismo félsico concomitante con la sedimentación, relacionado posiblemente con erupciones volcánicas explosivas que formaron flujos piroclásticos pumíticos con lluvia de cenizas sobre las cuencas oceánicas. Al respecto, vale la pena continuar realizando muestreo y análisis de estos materiales con difracción de rayos X y microscopia electrónica para confirmar esta hipótesis (FIGURA 8).

La comparación de secciones estratigráficas con asociaciones de facies contemporáneas o casi contemporáneas, permitió inferir tramos de paleolínea de costa morfológicamente variable, con desarrollo simultáneo en sentido norte-sur, por ejemplo, de amplias zonas con canales mareales meandriformes, lóbulos deltaicos influenciados por mareas y playas arenosas asociadas a llanuras intermareales o frentes de playa dominados por olas (como ocurre en el techo del segmento A) o al contrario, el desarrollo de extensas llanuras intermareales arenosas al norte, hacia Puente Nacional (sección GPG), mientras que al sur en San Miguel de Sema (sección SMS) se producía acumulación de sedimentos en canales activos de marea (como ocurre hacia el techo del segmento C). Estas características geomorfológicas de la línea costera corresponden a costas lineales progradantes dominadas por mareas (Boyd et al., 1992), posiblemente con rango de mareas mesomareal (entre 2-4 m de altura) y desarrollo de llanuras intermareales e islas barrera poco desarrolladas de acuerdo con Barwis y Hayes, 1979 (en: Galloway and Hobday, 1996, p. 129-130) (ver FIGURA 7E).

Un hecho para destacar es el engrosamiento que presenta el intervalo estratigráfico correspondiente al segmento C de la Arenisca de Chiquinquirá (ver FIGURA 3), el cual en la sección estratigráfica de San Miguel de Sema se encuentra entre 89% y 47% más grueso (aproximadamente entre 100 y 68 m más grueso), respecto al espesor medido hacia Puente Nacional y en la sección tipo; además, su porción más inferior muestra variación litológica de facies predominantemente arenosas hacia Puente Nacional a facies dominantemente arcillosas y silíceas en San Miguel de Sema (ver FIGURA 3), lo cual indica profundización de los fondos de acumulación hacia este último sector. La variación facial sugiere cambios morfológicos en la línea de costa en sentido norte-sur (p.e. desarrollo de una bahía hacia el sector sur, en San Miguel de Sema, con acumulación de sedimentos arcillo-silíceos en fondos de costa afuera, mientras que al norte, en Puente Nacional, existía acumulación de arenitas en llanuras intermareales y canales de marea). Las diferencias de espesor se pueden explicar por subsidencia tectónica diferencial, la cual debió ser mayor hacia San Miguel de Sema produciendo engrosamiento del intervalo estratigráfico correspondiente al segmento C; lo más probable, es que esta diferencia en la subsidencia entre los sectores mencionados esté relacionada al movimiento de algún tipo de falla normal que afectaba la cuenca cretácica en la región de Chiquinquirá, la cual debió atravesar el área de estudio en algún punto situado entre la sección tipo y San Miguel de Sema, posiblemente orientada NW-SE, que es la dirección que se ha inferido para algunas de las fallas normales desarrolladas durante la fase de extensión de la cuenca durante el Cretáceo temprano (Etayo et al., 1997; Villamil, 1998; Villamil et al., 1999; Sarmiento, 2001).

Se identificaron tormentitas costeras, proximales y distales que representan acumulaciones rápidas de sedimento, debidas a las tempestades o tormentas que afectaron a los distintos medios de sedimentación de la Arenisca de Chiquinquirá; las facies relacionadas con estos eventos son las facies LL (Limolitas Laminadas), LAL (Limolitas Arenosas Laminadas), AHL (Arenitas Heterolíticas Laminadas), AIL (Arenitas Inmaduras Laminadas), AML (Arenitas Maduras Laminadas), AFM (Arenitas fosilíferas y Macizas) y AMM (Arenitas Maduras y Macizas). En la TABLA 2 se muestra las características principales de estas facies. Terraza y Tchegliakova (2005) ilustran y describen detalladamente estas acumulaciones e interpretan los posibles mecanismos de formación.

Se plantea el siguiente esquema estratigráfico secuencial para la Arenisca de Chiquinquirá (ver FIGURA 3), con base en Villamil (1998), Guerrero et al. (2000) y Guerrero (2002): Se interpretaron los segmentos A, C y E como sistemas deposicionales de bajo nivel del mar (LST= Lowstand Systems Tract); en los segmentos B y D se deben encontrar los sistemas deposicionales transgresivo (TST= Transgressive Systems Tract) y de alto nivel del mar (HST= Highstand Systems Tract). Para el caso del segmento B, la superficie de inundación máxima (MFS= Maximum Flooding Surface) que separa el sistema transgresivo (TST) del sistema de alto nivel (HST) probablemente se localiza hacia la parte media superior del segmento, donde se tiene evidencia de inanición ("starvation") de sedimentos debido seguramente a que fue el lugar donde el fondo marino presentaba máxima profundidad, poco suministro de sedimentos y mayor lejanía de la línea de costa. El intervalo estratigráfico faltante hacia la base del segmento C, correspondiente al Albiano superior alto y probablemente parte del Cenomaniano más inferior, se interpreta como una paraconformidad (lapso de no acumulación de sedimentos sin evidencias de erosión) en vista de que en la sucesión de estratos donde se presenta esta discontinuidad no se tienen evidencias de ningún proceso erosivo o tectónico que le dé explicación; esta superficie paraconforme podría corresponder al límite de secuencia que Villamil (1998) sitúa en la base de la Formación Churuvita (o techo de la Formación San Gil Superior) del área de Villa de Leyva y en el techo de la Formación Hiló de la región del Tequendama, como consecuencia de una regresión forzada causada por un descenso relativo del nivel del mar; Guerrero et al. (2000) y Guerrero (2002) también ubican un límite de secuencia de naturaleza similar, en la base de lo que ellos denominan Alomiembro Une Superior, que involucra, según ellos, a estratos del Cenomaniano depositados durante una caída del nivel del mar.

La composición mineralógica de las arenitas (ver FIGURAS 5 y 6) indica aporte de sedimentos a partir de varios posibles tipos de rocas félsicas intrusivas y volcánicas, así como también de varias clases de rocas metamórficas y de rocas sedimentarias siliciclásticas pero en mucha menor proporción, de acuerdo a lo observado en las secciones delgadas. La composición de estas arenitas es similar a la descrita por Fabre (1985) para las arenitas cretácicas de la Sierra Nevada del Cocuy; la diferencia fundamental radica en que las arenitas descritas por este autor, presentan menor contenido de líticos volcánicos y el cuarzo muestra claras evidencias de un origen a partir de arenitas preexistentes, mientras que las arenitas de la región de Chiquinquirá, revelan mayor contenido de cuarzo volcánico y el cuarzo retrabajado es evidente solo en algunas muestras. A pesar de estas diferencias puede aceptarse la conclusión a la que llegó Fabre (1985) en la serranía del Cocuy, de que la principal fuente del cuarzo proviene de la destrucción y reciclamiento de antiguas arenitas cuarzosas del Precámbrico y Paleozoico (Cambro-Ordovícico) que cubrían el Cratón de Guyana (Amazónico) y que la muscovita presente también pudo haber provenido de rocas del mismo cratón; la mayor proporción de cuarzo y de líticos volcánicos en la Arenisca de Chiquinquirá no implica necesariamente la existencia de una fuente de sedimentos distinta a la del cratón, puesto que hacia la región de la orinoquía colombiana existen extensos afloramientos de rocas volcánicas riolíticas-andesíticas precámbricas que hacen parte del cratón de Guyana o Amazónico (INGEOMINAS, 1988, 1997), sin embargo, habría que hacer trabajos adicionales estratigráficos y petrográficos específicos para resolver estas incógnitas.


CONCLUSIONES

En la unidad litoestratigráfica Arenisca de Chiquinquirá aparecen cinco segmentos con carácter litológico contrastante, de base a techo denominados informalmente como A, B, C, D y E, de los cuales los segmentos A, C y E son arenosos o con alta proporción de arenitas (contenido de arenitas entre 34 y 66%) y los segmentos B y D son lutíticos (contenido de lutitas > 90%).

Se identificaron 13 facies siliciclásticas de las cuales seis corresponden a facies arenosas (Arenitas Heterolíticas Laminadas-AHL, Arenitas Heterolíticas con Estratificación Ondulada-AHEO, Arenitas Inmaduras Laminadas-AIL, Arenitas Fosilíferas y Macizas-AFM, Arenitas Maduras y Macizas-AMM, Arenitas Maduras Laminadas-AML) y siete a facies lutíticas (Arcillolitas Laminadas-AL, Arcillolitas Silíceas Laminadas-ASL, Arcillolitas Arenosas Laminadas-AAL, Lodolitas Laminadas-LOL, Lodolitas Arenosas Laminadas- LOAL, Limolitas Laminadas-LL, Limolitas Arenosas Laminadas-LAL).

Las facies arenosas representan el 28,8% del espesor total aflorante en las diferentes secciones estratigráficas analizadas, mientras que las facies lutíticas constituyen el 71,2% de este espesor.

Las diferentes facies reflejan ambientes marinos someros dominados por mareas que involucran desde fondos de costa afuera distales hasta planicies intermareales lodosas.

Las facies se acumularon en condiciones de salinidad normal.

En los distintos ambientes, en mayor o menor proporción, aparecen acumulaciones de sedimentos, predominantemente arenosos, asociados con eventos rápidos de sedimentación relacionados con tempestades (tormentitas).

El techo del segmento inferior de la Arenisca de Chiquinquirá (segmento A) representa ambientes de frente deltaico, posiblemente influenciados por mareas, donde se pudo distinguir fondos de prodelta, barra distal y barras de desembocadura de canales distributarios.

Las estructuras sedimentarias físicas reflejan una paleocosta con niveles bajos de energía actuando sobre los fondos de acumulación.
Los segmentos considerados como arenosos o con alta proporción de arenitas (A, C y E) representan fondos marinos someros progradantes.

Los segmentos B y D de carácter lutítico, representan esencialmente fondos marinos de costa afuera con acumulaciones arenosas o "mixtas" (arena y restos de conchas fósiles) producto de las tormentas.

Desde el punto de vista de la estratigrafía secuencial se interpretaron los segmentos A, C y E como sistemas deposicionales de bajo nivel del mar (LST= Low System Tract); en los segmentos B y D se encuentran los sistemas deposicionales transgresivo (TST= Transgressive System Tract) y de alto nivel del mar (HST= High System Tract).

La orientación de paleocanales de marea en sentido general E-W, sugiere una línea de costa con dirección N-S, por lo menos entre San Miguel de Sema al sur y Puente Nacional al norte, con fuente de sedimentos desde el oriente colombiano (Llanos Orientales y Cratón de Guyana) y paleopendiente hacia el W.

Existe la posibilidad de vulcanismo riolítico simultáneo con la sedimentación asociado a la facies arcillosa AL.

Se infiere una línea costera lineal progradante dominadas por mareas, posiblemente con rango de mareas mesomareal (2-4 m de altura) y desarrollo de extensas llanuras intermareales e islas barrera poco desarrolladas.

La edad de la Arenisca de Chiquinquirá está comprendida entre el Albiano tardío (porción temprana) y el Cenomaniano. Los segmentos A y B corresponden al Albiano tardío y los segmentos C, D y E al Cenomaniano.

Los análisis petrográficos realizados en la Arenisca de Chiquinquirá indican que las arenitas composicionalmente están representadas mayoritariamente por cuarzoarenitas (42 muestras= 81,4%) y en menor proporción por sublitoarenitas (9 muestras= 18,6%).

En el Cenomaniano temprano (segmento C) hubo subsidencia tectónica diferencial posiblemente relacionada a fallamiento normal (NW-SE) concomitante con la sedimentación.


AGRADECIMIENTOS

A las directivas del Instituto Colombiano de Geología y Minería (INGEOMINAS), hoy en día Servicio Geológico Colombiano, por su apoyo económico y logístico; al Dr. Fernando Etayo Serna por las dataciones paleontológicas y valiosa asesoría, y finalmente, a los revisores anónimos del manuscrito por sus comentarios y sugerencias.



REFERENCIAS

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Trabajo recibido: Agosto 12 de 2012
Trabajo aceptado: Diciemnbre 14 de 2012