Introducción
En Chile el género Oryctomorphus (Coleoptera, Scarabaeidae, Rutelinae), se encuentra representado por las especies Oryctomorphus bimaculatus (Guérin-Méneville, 1830), Oryctomorphus maculicollis (Guérin-Méneville, 1838) y Oryctomorphus laevipennis (Germain, 1855). La primera es la más polífaga, la cual tiene como especies hospederas a Eriobotrya japonica (Thunb.) Lindl. (Rosaceae), Persea americana Mill. (Laureaceae), Pinus radiata (D. Don) (Pinaceae) y las provenientes de la familia Nothofagaceae Nothofagus dombeyi (Mirb.) Blume, Nothofagus obliqua (Mirb.) Oerst. y Nothofagus pumilio (Poepp. & Endl.) Krasser, tanto en árboles enfermos como muertos (Barriga et al. 1993; Artigas 1994). Por su parte O. maculicollis se ha encontrado en Puya chilensis Mol. (Bromeliaceae) y Salix babylonica Linneo (Salicaceae), ambas en madera muerta (Barriga et al. 1993). En el caso de O. laevipennis tiene como hospedero a N. obliqua (Barriga et al. 1993). En Chile no se tienen registros de la presencia de O. bimaculatus en madera viva o muerta de Platanus orientalis L. (Platanaceae) o en otras especies del arbolado urbano.
Platanus orientalis es una especie arbórea exótica ampliamente utilizada en la arborización de las ciudades de Chile, cuyos ejemplares más longevos presentan edades que superan los 80 años (Ponce-Donoso et al. 2009). Junto con su gran envergadura, se le reconocen una serie de servicios ambientales, destacando la regulación del entorno microclimático, retención del material particulado y dis-servicios ambientales como su potencial alergénico y la emisión de compuestos orgánicos volátiles (Dobbs et al. 2011; Mardones et al. 2013; Muñoz et al. 2017).
Materiales y métodos
Hallazgo
Platanus orientalis es una de las seis especies estudiadas en el proyecto Fondecyt 1150815 “Protocolo de gestión del arbolado urbano: uso de análisis multisensorial para predecir la calidad sanitaria a nivel individual”, que se desarrolló en cuatro ciudades de Chile central. Durante la etapa de selección de individuos de esta especie, en calle 3 oriente 6 y 7 norte de la ciudad de Talca (35º25,1’S; 71º39,7’O) se identificó un ejemplar que presentaba madera en descomposición y cuerpos fructíferos (Fig. 1), que permitió reportar el hallazgo de O. bimaculatus en este espécimen.
Evaluación no destructiva
Se utilizó el tomógrafo sónico Arbotom AT5-E para la evaluación no destructiva de ejemplar; siendo aplicado en dos alturas del árbol. Cuanto mayor sea la presencia de defectos, la velocidad de propagación disminuye, ya que se interrumpe la transmisión de la onda (Secco et al. 2012).
Resultados y discusión
En un recorrido habitual de medición por la ciudad de Talca el 11 de diciembre de 2015, el equipo investigativo identificó un ejemplar con daño (Fig. 1A), ubicado en calle 3 oriente entre 6 y 7 norte, en cuyas veredas por cerca de 20 calles presentan solo esta especie, que tienen por lo general más de 80 años.
El ejemplar con daño tenía 15 metros de altura y 45 centímetros de diámetro a la altura del pecho. El daño se extendía desde el suelo hasta una altura aproximada de 50 centímetros (Fig. 1A), además presentaba algunas ramas muertas (Fig. 1B), síntoma que podría atribuirse al ataque de algunos agentes xilófagos o bien a un proceso de regresión.
En la base del árbol se observaron orificios de emergencia y aserrín, que abarcaba aproximadamente un 50 % del área basal, revelando la presencia de O. bimaculatus en todos los estados de desarrollo (Fig. 2). La literatura especializada no reporta a P. orientalis como hospedero de este escarabajo.
Junto al hallazgo de los insectos, en la base del tronco se observó un grupo de hongos saprófitos (Fig. 3), de la familia Coprinaceae (Homobasidiomycetes: Agaricomycetidae: Agaricales) comunes en madera muerta (Furci 2007).
No se observaron síntomas o signos de ataque o daño por el insecto en otros ejemplares de P. orientalis ubicados en la misma calle, por lo que es de suponer que el evento fue casual, sin manifestar alguna especial preferencia del insecto por este árbol, debido a que este escarabajo se alimenta de madera muerta en proceso de descomposición, siendo una especie oportunista; si no hay más árboles muertos o moribundos, este escarabajo no estaría presente. Un aspecto a destacar de esta situación es notar que O. bimaculatus y los escarabeidos en general, se sienten atraídos por luces artificiales (Artigas 1994) de casas y alumbrado público, que podrían ser utilizadas como orientación del vuelo, similar a la que tienen las abejas que utilizan la posición del sol (Márquez 2005), lo que podría contribuir en su llegada en este espécimen arbóreo.
En la aplicación del tomógrafico sónico a los 50 cm (Fig. 4A) se observó daño superior al 50 % de la sección del tronco y las velocidades fueron similares a las reportadas por Basterrechea Arévalo (2016) para la misma especie (699 a 2.863 m s-1). A los 1,3 m (Fig. 4B), se notó un daño menor, localizado en su centro y la amplitud de las velocidades se restringieron (1.693 a 2.554 m s-1).
Una vez realizado el hallazgo se informó a los encargados de arbolado urbano de la Ilustre Municipalidad de Talca, quienes procedieron a su extracción, a fin de eliminar el riesgo que presentaba el ejemplar.