Introducción
Dentro de los artrópodos de importancia médica se encuentran los himenópteros, de los cuales sus picaduras pueden generar reacciones alérgicas graves en humanos debido al veneno que es administrado por medio del aguijón (Fitzgerald y Flood 2006). Los síntomas más comunes que se manifiestan debido a la picadura por himenópteros son: dolor, enrojecimiento e hinchazón en el sitio de la picadura (Yoshinaga et al. 2016). El veneno de estos organismos puede contener varios componentes tóxicos, como: histamina, serotonina, acetilcolina, dopamina y noradrenalina (Stejskal et al. 2018).
La familia Bethylidae es un grupo de himenópteros que incluye aproximadamente 96 géneros y casi 3.000 especies a nivel mundial (Azevedo et al. 2018). Han evolucionado cómo parásitos de larvas y pupas de coleópteros, lepidópteros y, a menudo, se encuentran en lugares crípticos como el suelo, la hojarasca, la madera, los tallos y las semillas (Lee et al. 2014). De hecho, diversas especies de la familia Bethylidae pertenecientes a los géneros Cephalonomia Westwood, 1833, Goniozus Förster, 1856, y Sclerodermus Latreille, 1809, han sido reportadas como causantes de picaduras en humanos (Papini 2014).
La avispa Cephalonomia gallicola (Ashmead, 1887) (Hymenoptera: Bethylidae) se conoce como un insecto causante de dermatitis (inflamación en la piel) en humanos (Lee et al. 2014). Está ampliamente distribuida en Europa, América del Norte y Asia (Azevedo et al. 2018). Es considerada como un enemigo natural de los escarabajos anobiidos (Coleoptera: Anobiidae) (Muesebeck et al. 1951; Hatsushika et al. 1990). Esta avispa es un parasitoide gregario externo (ectoparásito) de larvas y pupas del gorgojo del tabaco Lasioderma serricorne (Fabricius, 1792) (Coleoptera: Ptinidae). El gorgojo del tabaco, L. serricorne, es una especie cosmopolita y es considerado una plaga de productos almacenados y de importancia médica debido a que puede provocar escarabiasis (invasión temporal de un cuerpo humano viviente) (Cazorla-Perfetti y Morales-Moreno 2015).
Desde la década de los 90’s se han reportado casos de dermatitis causada por picadura de C. gallicola en Japón (Hatsushika et al. 1990). En 2014 se describieron los primeros informes clínicos de picaduras causadas por este insecto en Corea (Lee et al. 2014). También se han reportado varios casos de picaduras de C. gallicola en República Checa y en otras partes de Europa (Mazanek 2002; Espadaler y Montalbetti 2020). Sin embargo, en México no se cuenta con información necesaria sobre las picaduras de C. gallicola. Este trabajo reporta por primera vez en México un caso de picadura por C. gallicola en humanos.
Materiales y métodos
El presente reporte se suscitó en Ciudad Victoria, Tamaulipas, México localizada entre los paralelos 23°47′21″ y 23°41′47″ N, y los meridianos 99°11′40″ y 99°04′30″W, con un rango de elevación de 295 a 495 m.s.n.m. Dicha ciudad tiene una población de 305,155 habitantes. El clima es subhúmedo semicálido a lo largo del año con lluvias en verano, la precipitación promedio anual es de 926 mm, y la temperatura promedio anual es de 24°C. El suelo es principalmente litosol con una pequeña proporción rendzina (INEGI 2016). La vegetación cercana al centro de la ciudad está compuesta por plantas ornamentales y árboles frutales, pero en la periferia aún existen remanentes de matorral espinoso submontano y subtropical (Salazar-Olivo y Solis-Rojas 2015).
Las colectas fueron de tipo manual realizadas inicialmente por las personas afectadas durante octubre de 2019. Los ejemplares fueron trasladados al laboratorio de procesamiento de muestras en dónde fueron preservados en alcohol al 70% y se identificaron con claves taxonómicas (Van Emden 1931; Evans 1964; National Institute of Agricultural Science y Technology 1996; Pereira y Almeida 2001; Lim et al. 2007; Azevedo et al. 2018). Los ejemplares de referencia fueron depositados en la Colección Entomológica del Laboratorio de Zoología del Instituto de Ecología Aplicada de la Universidad Autónoma de Tamaulipas en Ciudad Victoria, Tamaulipas, México.
Resultados y discusión
En total se revisaron 24 especímenes, de los cuales 20 fueron identificados como Cephalonomia gallicola (Ashmead) (Hymenoptera: Bethylidae) y cuatro como Lasioderma serricorne (Fabricius) (Coleoptera: Ptinidae). Cabe mencionar que los 20 individuos de C. gallicola fueron hembras cuyas características diagnósticas identificadas fueron: hembras adultas que carecen de alas, miden de 2 a 3 mm de longitud, son de color marrón amarillento, con 3 ocelos en el borde posterior de la cabeza. El segmento de la cabeza es ligeramente amplio y de forma oblonga, mandíbulas gruesas. Las antenas presentan 12 segmentos, de la misma longitud que la cabeza. En el extremo abdominal puntiagudo, un fuerte aparato de picadura a menudo sobresale externamente (Fig. 1) (Hatsushika et al. 1990).
En lo que respecta a la identificación de los hospederos, los cuatro especímenes recolectados fueron de la especie Lasioderma serricorne. Los caracteres morfológicos que los identificaron son: los imagos son de color marrón rojizo claro con cuerpo ovalado y piloso entre 2,0 y 2,5 mm de largo, cabeza casi cubierta por el protórax. El par de antenas que poseen, del cuarto al décimo segmento de forma dentada, élitros sin estrías (Fig. 2).
Las avispas provocaron en tres miembros de la familia afectada aproximadamente 10 picaduras por individuo. En las áreas de piel afectadas por picaduras se produjeron pápulas eritematosas dolorosas (Fig. 3). Estas causaron malestar en general con sensación urente y necesidad intensa de rascado. Tanto los brazos como las piernas fueron las áreas que presentaron un mayor número de picaduras. El edema (hinchazón) disminuyó a las 72 horas post-picadura. Los ataques se registraron en el día, al principio se sospechó de una alergia hacía algún elemento del ambiente, pero luego se percataron de la presencia de estos insectos sobre la piel y en una zona de la alacena donde se guardan alimentos enlatados, granos y semillas. Después de una revisión cuidadosa y exhaustiva se encontró que estos insectos se hallaban en una bolsa de hojuelas de maíz (Corn Flakes®). A pesar de que este hecho fue sorprendente, ya había sido reportado previamente por Cazorla-Perfetti y Morales-Moreno (2015). Dichos autores indicaron un caso de infestación por L. serricorne en hojuelas de maíz en Venezuela. En este caso de estudio después de la identificación del problema, se sugirió para eliminar a los insectos la aplicación de insecticida líquido que debe realizar un operador de control de plagas con licencia. Por ejemplo, una solución con piretrina al 0,2% o permetrina al 0,5% es eficaz para la eliminación de estos organismos (Hatsushika et al. 1990; Lee et al. 2014).
Conclusiones
Es importante monitorear la presencia de C. gallicola y L. serricorne en los diversos asentamientos humanos ya que ambas especies pueden causar distintos problemas económicos y de salud. En el caso de los betílidos, además de propiciar una picadura dolorosa, pueden ocasionar problemas emocionales en una situación en la que no se sabe el origen de estas lesiones en la piel (Mercadal 1953). Este es el primer registro reportado en México de C. gallicola causando problemas de salud en humanos. Los registros de casos son escasos, posiblemente debido a que el diagnóstico debe basarse en la historia y los hallazgos físicos de la picadura lo cual puede ser difícil a menos que se obtenga una explicación detallada del entorno del hogar (Lee et al. 2014). También, es importante mencionar que estas afectaciones en la piel normalmente se tratan con remedios caseros, por lo tanto, los afectados no acuden a revisión a centros de salud para tratar dichas lesiones en la piel. Se requiere más investigación en el país de los posibles encuentros accidentales de humanos con estos insectos, y cómo afecta a la salud de la población.