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Revista Latinoamericana de Psicología

versão impressa ISSN 0120-0534

rev.latinoam.psicol. v.40 n.2 Bogotá maio/ago. 2008

 

LIBROS

Bouton, M. E. (2007). Learning and behavior: A contemporary synthesis. Sunderland, MA: Sinauer Associates, pp. xiii+482.

Una síntesis contemporánea del estudio psicológico básico del aprendizaje y del análisis del comportamiento es el aporte de este nuevo texto, escrito por el doctor Mark E. Bouton, académico vinculado con la Universidad de Vermont (Burlington, Estados Unidos) y ex-editor de Journal of Experimental Psychology: Animal Behavior Processes, de la APA.

Bouton es un reconocido investigador en el campo de la psicología básica del aprendizaje y la memoria. Siguió el ejemplo de sus maestros, Roger M. Tarpy y Robert C. Bolles, de compartir el conocimiento acumulado en área a través de un libro de texto sin dejar la rigurosa dedicación a la investigación experimental en el laboratorio animal; en el caso de Bouton, continuando con la investigación del control contextual en el condicionamiento y la memoria (ver Bouton, 2004).

En su estructura, Learning and behavior: A contemporary synthesis comparte ciertos temas con otros libros de aprendizaje y comportamiento, como su énfasis en los condicionamientos clásico e instrumental, principalmente desde una perspectiva asociacionista (como sucede con los textos de Nicholas Mackintosh y Antonio Maldonado: ver Pérez-Acosta, 1997 y 1999). Así mismo, es común con la mayoría de textos en el área la exposición de resultados experimentales claves y la búsqueda de aplicaciones de la investigación básica.

No obstante, el autor logra un abordaje original al presentar integrados los condicionamientos a lo largo de los capítulos y no separados, es decir, primero el condicionamiento clásico y luego el condicionamiento instrumental. En algunos textos es posible encontrar capítulos específicos sobre las interacciones entre ambas formas de aprendizaje, pero en el libro de Bouton la integración es la columna vertebral. Incluso, los aprendizajes no asociativos (habituación y sensibilización) entran dentro de esta lógica. En ese sentido, este texto es una síntesis contemporánea, como su título indica.

Después de un típico capítulo de introducción histórica y filosófica, la obra aborda los siguientes temas:

Aprendizaje y adaptación. Las "tuercas y tornillos del condicionamiento. Teorías del condicionamiento. ¿Qué sucede con la conducta aprendida? ¿Son generales las leyes del condicionamiento? Conducta y sus consecuencias. Cómo los estímulos guían la acción instrumental. La motivación de la acción instrumental. Una perspectiva sintética de la acción instrumental.

Como es común en los nuevos textos académicos, el libro cuenta con material de apoyo virtual de acceso libre1 , el cual incluye la estructura del libro, los resúmenes de los diez capítulos, las palabras clave de cada capítulo y el glosario en forma de hipertexto. También cuenta con una evaluación (quiz) por capítulo, opción que requiere de registro previo del usuario.

Para los docentes, la editorial Sinauer ofrece adicionalmente un CD con recursos complementarios como el manual del instructor y una base de de preguntas de selección múltiple, elaborados por Rene Verry (Millikin University). También cuenta con la totalidad de los archivos de las tablas y las figuras del libro con el fin de poder ser adaptadas a presentaciones en clase.

"Aprendizaje y comportamiento: una síntesis contemporánea aparece como una alternativa actualizada para los cursos de pregrado relacionados con psicología básica del aprendizaje, e incluso para estudiantes avanzados interesados en aprendizaje y comportamiento. La ausencia de una versión en español no debería ser un obstáculo para que el texto sea adoptado en Latinoamérica. Sin embargo, la editorial Sinauer (especializada en biología, psicología y neurociencias) parece ser aún desconocida en nuestro medio.

Andrés M. Pérez-Acosta Universidad del Rosario, Colombia

REFERENCIAS

Bouton, M. E. (2004). Context and behavioral processes in extinction. Learning and Memory, 11, 485-494.

Pérez-Acosta, A. M. (1997). [Reseña del libro Animal learning and cognition]. Revista Latinoamericana de Psicología, 29 (2), 362-363.

Pérez-Acosta, A. M. (1999). [Reseña del libro Aprendizaje, cognición y comportamiento humano]. Apuntes de Psicología, 17 (1-2), 160-162.

1 http://www.sinauer.com/bouton/


Carr, A. (2007). Psicología positiva. La ciencia de la felicidad. Barcelona: Paidós, pp. 479.

Esta nueva área de desarrollo de la psicología denominada Psicología Positiva tuvo su nacimiento a fines de la década de los noventa, teniendo como principal fundador a M. Seligman, ex-presidente de la Asociación Psicológica Americana (APA) en 1998. Una década después y, hasta donde sabemos, hay pocos textos en psicología positiva en castellano, y son aún muy escasos los dedicados expresamente a la enseñanza, como el que comentamos aquí. Se trata de un libro escrito por un académico especialista en psicología clínica (University College de Dublín, Irlanda) publicado originalmente en inglés (2004), quien es autor de más de una docena de libros y numerosos artículos en los ámbitos de la psicología clínica y la terapia familiar. El libro puede ser entendido como una selección de temas principales que la psicología positiva ofrece, tanto en lo teórico o conceptual como en lo instrumental.

El texto está compuesto por nueve capítulos de similar extensión -salvo el relativo a los rasgos positivos y a motivos, más breve- dedicados a lo que hasta ahora parecen ser los temas identitarios ó, al menos, en los cuales la psicología positiva ha puesto una atención preferente: felicidad, fluidez, esperanza y optimismo, inteligencia emocional, super-dotación creatividad y sabiduría, rasgos positivos y motivos, el yo positivo, relaciones positivas, y cambio positivo. Cada capítulo tiene una misma estructura didáctica: un cuadro inicial de objetivos de aprendizaje que funge a la vez como mapa conceptual del tema a analizar, seguido de un tratamiento claro y sintético de contenidos, y las posibles implicaciones de éstos para la autoayuda y para la práctica clínica. Se continúa con un acápite referido a los aspectos polémicos del tema tratado, lo que resulta muy práctico para quien quiera identificar rápidamente, los tópicos de pregunta-problema que son característicos, sobre los que implícitamente se invita a avanzar. Cada capítulo cierra con un resumen y preguntas útiles para el desarrollo personal y para la investigación en el tema, y una bibliografía en apoyo de las cuales las relativas a los instrumentos reportados han sido destacadas con la finalidad expresa de facilitar que los estudiantes (de pre y postgrado) desarrollen sus investigaciones de fin de estudios en el tema. Culmina con un glosario de los principales conceptos analizados.

Según Carr, el principal objetivo de la psicología positiva es comprender y facilitar la felicidad y el bienestar subjetivo. Así, el hedonismo, operacionalizado en el análisis de las emociones positivas -placeres corporales y "superiores- y el eudemonismo, analizado a partir de las gratificaciones o actualización de las seis virtudes humanas -sabiduría, valor, humanidad, justicia, templanza y trascendencia-, son los conceptos centrales tratados en los dos primeros capítulos del libro. Autores como Seligman, Diener, Myers (conceptos y evaluaciones a gran escala), Larsen y Deiner (modelo circumplejo de las emociones), Argyle, Averill, Fordyce, Watson y otros (instrumentos de medida de felicidad), Fredrickson (teoría de la ampliación y construcción de emociones positivas), Lykken (influencias hereditarias sobre la felicidad), Kahneman y Buss, están entre los autores de las principales referencias para el tratamiento de estos y otros conceptos. El punto polémico relevado respecto de la felicidad es la disputa entre el enfoque hedónico y el eudemónico (Ryan & Deci, 2001) para la explicación de la misma (o la antigua dicotomía entre instinto versus razón o moral), inclinándose el autor por afirmar la utilidad y coexistencia de ambos como factores distintos -aunque relacionados- para explicarla.

El tratamiento de las emociones y las motivaciones resulta creativo al ser realizado conjuntamente con un concepto caro a la psicología positiva como es el de fluidez, y también con la inclusión de la teoría de la inversión en él. La fluidez -concepto y teoría introducidos por Czickszentmihalyi- es una experiencia que se produce cuando se ejecuta una actividad difícil pero controlable, que exige una capacidad considerable y plena concentración, y que ofrece una motivación intrínseca. Durante su realización su ejecutante no tiene conciencia de sí mismo, y su noción del tiempo se altera. Para la teoría de la inversión -de Alter- la motivación en cualquier momento dado se puede caracterizar con pares de estados de metamotivación, siendo los dos más importantes los télicos (motivación extrínseca) y los paratélicos (motivación intrínseca). Se propone que el cambio de un estado de metamotivación a otro puede producirse debido a la frustración, la saciedad, o a cambios en los estímulos externos, lo cual puede provocar cambio emocional súbito que puede ir, por ejemplo, de la relajación al tedio, o de la apatía al entusiasmo, etc. Las experiencias de fluir pueden tener lugar cuando la persona se encuentra en cualquiera de las dos dimensiones motivacionales y no sólo en el de la motivación intrínseca. La propuesta en este capítulo es estimulante y heurística, y reposiciona o actualiza la polémica acerca de los efectos de la recompensa sobre la motivación intrínseca.

El análisis de la esperanza y el optimismo -conceptos muy asociados aunque distintos- es realizado sobrevolando algunos aspectos de su neurobiología y tomando como centro la teoría de las atribuciones, base teórica sobre la cual se fundamenta la intervención o manejo de las esperanzas, de las expectativas, y del estilo explicativo optimista. Respecto de éste, el autor privilegia la concepción de optimismo de Seligman (1998) referida como 'estilo explicativo', por sobre aquella otra que lo concibe como temperamento (Scheier, Carver & Bridges, 2000). Con particular detalle se explica la teoría y modelo de la esperanza e instrumentos para medirla, así como algunos programas elaborados para cambiar estilos explicativos pesimistas a optimistas. Un concepto nacido de los modelos de conducción de vehículos cuya introducción aquí resulta sorprendente y que opera como complemento a los anteriores, refiere a la teoría homeostática del riesgo (Wilde, 1986, 2001). Según ésta, las personas tienen un umbral tolerable de riesgo aceptable, y el hecho de que se introduzcan medidas protectoras o de seguridad (vehículos y carreteras más seguros, por ejemplo), provoca que se sientan más seguras asumiendo aún mayores riesgos. Así, en general, este tipo de medidas y las campañas de seguridad habituales no estimulan el deseo de las personas de querer vivir más, o de tener salud o una buena vida en el futuro lo que sería -según esta teoría- el único modo posible de mejorar real y efectivamente la seguridad y con ello facilitar llevar una buena vida.

La expresión "inteligencia emocional goza de gran reputación popular y hoy parecen estar cada vez más incorporada al lenguaje vernacular o cotidiano. La discusión científica acerca de si se trata de un conjunto de rasgos de personalidad o de aptitudes es muy importante, y sólo superada en su relevancia por aquella otra relativa a si la inteligencia emocional es un constructo válido o no, toda vez que aparece muy correlacionado con medidas de rasgos de personalidad considerados como firmemente establecidos en la literatura psicológica (v.g. modelo de cinco factores), y con medidas de aptitud verbal. Desde un punto de vista teórico Carr se inclina por afirmar que habría más razones para adoptar un modelo de inteligencia emocional como aptitud antes que como rasgo de la personalidad. Otros tópicos que forman parte del análisis de este tema son los relativos a los modelos de inteligencia y de apego.

Resulta interesante y probablemente un aporte que la psicología positiva asuma el tratamiento de los conceptos de super-dotación, creatividad y sabiduría. Probablemente el primero y segundo sean más familiares para los psicólogos que el tercero. Estos tres subtemas son presentados como "tres grandes logros del ciclo vital manifestados en la infancia, la adultez, y la adultez avanzada respectivamente. La sabiduría es analizada como resultante de la solución exitosa de los problemas propios de las etapas del desarrollo eriksonianas, también como logro de la etapa del desarrollo del pensamiento postformal o dialéctico y, como integración de ambas. La sabiduría es definida como un nivel excepcional de competencia intrapersonal e interpersonal que implica la capacidad de saber escuchar, evaluar y dar consejo, y que se utiliza para aumentar el bienestar propio y ajeno.

A lo largo de todo el libro el autor va mostrando las relaciones halladas entre los distintos conceptos y teorías consideradas respecto del bienestar subjetivo entendido éste como equivalente a felicidad. Así lo hace también, por ejemplo, cuando analiza los rasgos positivos y los motivos con las medidas derivadas de la teoría de la personalidad de los cinco factores, o de los constructos personales de actuación, o de las emociones. Los tres últimos capítulos están referidos respectivamente al yo, las relaciones interpersonales y el cambio positivos. Se efectúa un recorrido histórico sucinto respecto de la noción de yo para mostrar que éste, entendido como conciencia de la propia identidad, sería relativamente nuevo. Mientras en la Edad Media la identidad personal estaba unida a la posición social, la ocupación y los lazos familiares (donde la cuestión del desarrollo personal no tenía la importancia que ha adquirido a hoy), en la Edad Moderna se desarrolló el interés por las diferencias individuales y la singularidad personal. A principios del siglo XX, la introducción del concepto de inconsciente amplió la concepción del yo, y Erickson a mediados del siglo XX con su concepto de crisis del desarrollo como crisis de identidad, lo habría acentuado. Las personas cuestionaron su forma de vivir planteándose la posibilidad de introducir cambios profundos en su estilo de vida, lo que sumado a un desencanto con los valores puestos en el orden social o en el religioso, y a un aumento de la riqueza y de la movilidad geográfica y social y así, de la posibilidad de elegir, habrían hecho reenfocar la atención de las personas hacia su yo, o hacia sus relaciones interpersonales.

El yo -de valor fundamental para la psicología occidental al menos- es analizado desde la psicología positiva respecto de dos dimensiones: la autoevaluación (el yo como objeto) y la auto-regulación (el yo como sujeto). La primera es puesta en relación con los conceptos de autoestima y eficacia (o competencia personal), y la segunda con los mecanismos de defensa y las estrategias de afrontamiento. De este modo, se ilustra la importancia de una autoestima elevada y de creencias fuertes acerca de la eficacia personal como factores contribuyentes a la fuerza personal y la resistencia. También, se muestra estudios sobre auto-regulación indicativos de que la salud y el bienestar mejoran cuando se utilizan ciertas estrategias para afrontar los desafíos de la vida, y cuando se adoptan ciertos mecanismos de defensa para controlar la ansiedad que surge de motivos sexuales, agresivos y sociales contradictorios.

Respecto de las relaciones interpersonales, la amistad, el parentesco y el matrimonio son los temas elegidos como de mayor relevancia en el análisis. Sin embargo, el autor opta por centrarse en el ciclo de vida familiar como marco de referencia para analizar las relaciones positivas. El punto de controversia básico relevado en este capítulo es la legitimidad de la inclusión del dominio de las relaciones (interpersonales) en la psicología positiva, cuestión de discusión entre los practicantes y teóricos de ésta. El hecho de su inclusión en el texto nos hace pensar que para el autor aparentemente pesó más el argumento -ampliamente aceptado por cierto- de que las relaciones sociales significativas son esenciales para el bienestar o felicidad. Adicionalmente, el hecho de que cuando aquellas son estudiadas rara vez incluirían el análisis de la dinámica óptima de las relaciones familiares, sumado a que terapia familiar es una especialidad del autor, tal vez sean los motivos para que éste pusiera un acento especial en éstas. Nuevamente la teoría del apego, además de la teoría interpersonal, y diversos modelos sistémicos de la dinámica matrimonial y familiar son considerados aquí.

El libro termina con el análisis del cambio positivo bajo dos consideraciones polémicas principales, concernientes principalmente a las aplicaciones en psicología clínica. Una, que ya hay consenso respecto de algo que precedentemente dividía a una tradición psicoterapéutica humanista de otra conductista: calidad y relación terapéutica de una y otra. También, sobre la eficacia relativa de variados enfoques terapéuticos. El autor sostiene -citando a Nathan y Gorman, 2002- que distintos enfoques pueden ser igualmente eficaces para la misma clase de problemas, y que -citando a Prochaska, 1999- el estudio de cómo se produce el cambio autoprovocado por parte de personas no tratadas versus el de aquellas que lo hacen con ayuda profesional, ha mostrado procesos similares.

Examinado globalmente, el libro en comento es muy didáctico en mostrar y enseñar psicología positiva cuya refrescante propuesta (y promesa) es un cambio de foco de la psicología hacia las virtudes y fortalezas humanas desde lo que ha sido -tradicional y típicamente- un acento en las faltas o carencias y debilidades humanas. Su lectura es fácil, la traducción aparentemente no presenta problemas para un amplio público latinoamericano que habla castellanos con algunos matices de diferencia, el formato o estructura facilita una lectura de comienzo a fin pero también discontinua para quien prefiera ir directamente a algunos de sus subtemas e igualmente útil, sin necesidad de leer desde el inicio. Desde el punto de vista teórico, los análisis realizados en sus capítulos abren la mirada a conceptos nuevos, o a un tratamiento nuevo de otros antiguos y, especialmente, intenta articularlos de modo que generalmente resulta en una modalidad de presentación creativa y heurística. Desde el punto de vista de la psicología aplicada, para los practicantes de la psicología clínica o educativa se trata de una lectura que puede resultar utilísima para su ejercicio profesional por cuanto propone en cada capítulo derivaciones aplicadas de los conceptos tratados en la forma de un conjunto de estrategias ordenadas por ámbitos, en tablas ad-hoc. El libro contiene un extenso listado bibliográfico -y también un índice de nombres y analítico-, de alrededor de 643 referencias, de las cuales una gran mayoría remite a investigaciones de tipo descriptivo o correlacional, existiendo por cierto también muchas otras de tipo experimental. De las variadas virtudes del contenido de este libro ya indicadas y, para terminar, se puede agregar que también es un aporte por cuanto reúne y sintetiza una gran variedad de modelos e instrumentos de medida en el ámbito de la psicología positiva.

Emilio Moyano Díaz Universidad de Talca, Chile


Flores, J. M. (coordinador) (2007). Psicología, globalización y desarrollo en América Latina. México: Editorial Latinoamericana, pp. 228.

Los especialistas en el campo de la investigación humana estamos acostumbrados a seguir algún camino ya conocido para la publicación de un artículo. Una variante es remitirlo a una revista especializada en psicología, sociología o cualquier otra disciplina. Otra modalidad es esperar a que un colega le solicite un documento para que forme parte de un libro, de una editorial consolidada. Una más es cuando se decide coordinar una publicación con la participación de varios especialistas, ya sea para alguna revista o para un libro. En todos estos casos ya se cuenta con la infraestructura necesaria para la publicación. Sin embargo, hay colegas que han decidido explorar otra ruta, la cual está llena de obstáculos. A pesar de ello, continúan avanzando pausadamente hasta llegar a un punto para descansar y después continuar el viaje. Este es el caso del libro coordinado por Jorge Mario Flores Osorio, psicólogo que decidió emprender una aventura académica y en este momento tiene ese descanso con la publicación de este libro.

Psicología, globalización y desarrollo en América Latina es un libro coordinado y editado por él y publicado por la Editorial Latinoamericana, en la colección Ciencias Sociales Latinoamericanas. Se trata de un esfuerzo editorial independiente, esto es, un proyecto al margen del financiamiento de organismos que fomentan la investigación y sin la protección que ofrecen las grandes editoriales nacionales, latinoamericanas o iberoamericanas. Se requiere dedicación, responsabilidad. Implica estar en contacto con los autores, leer los borradores, corregir cuando es necesario no sin antes pedir la anuencia del investigador responsable, diseñar el formato del libro, mantener contacto con el diseñador de la portada, etc. El coordinador nos ofrece un libro rico en su contenido y de buena presentación. Todo esto nos demuestra que se trata de un trabajo que rebasa las tareas académicas desarrolladas dentro de los muros universitarios y coloca al coordinador en una persona que debe hacer numerosas actividades. Si la publicación no está en el tiempo señalado, los colegas se enfadan y reclaman. Tarea laboriosa e ingrata. El título, muy adecuado para la temática y los y las autoras que ahí escriben: editorial latinoamericana y la colección, Ciencias Sociales Latinoamericanas.

El libro integra artículos de psicólogos de distintos países del continente, que han logrado mantener comunicación a lo largo de varios años. Sostener la reflexión psicosocial a lo largo de los años no es una actividad sencilla sino que requiere, de igual forma, dedicación, responsabilidad incluso tozudez. La reunión de varios profesionales de la psicología provenientes de distintos países de Latinoamérica es un serio cuestionamiento al profesor investigador aislado, aquel que lee, reflexiona lo que lee, escribe de aquello que lee y observa y todo lo hace de manera individual. El trabajo colegiado, por su parte, permite discutir, analizar, reflexionar colectivamente y escribir de aquello que ha sido compartido con otros colegas. La problemática común que tienen los colegas que participaron con un capítulo en este libro es el papel del psicólogo comprometido con una sociedad justa, equitativa, incluyente de los pobres y diferentes. La riqueza del trabajo conjunto es la circulación de conceptos y experiencias; que se conozcan las semejanzas y diferencias entre un país y otro; que los conceptos o experiencias utilizados en el análisis y en la intervención en una zona geográfica de un país determinado, pueda o no ser compatible en otra.

El libro se forma de tres partes. La primera llamada "Ética, globalización y desarrollo integra tres trabajos. La segunda, "Violencia y procesos de intervención se forma con cuatro documentos y la tercera, "Intervención comunitaria, con dos más. En total, es un libro con nueve artículos. Los títulos ilustran el contenido del libro: "De la ética del individualismo a la ética de la otredad: la noción del otro y la liberación de la psicología, "La retórica de la sostenibilidad: una perspectiva crítica, "Los familiares de los desaparecidos en Guatemala: La introyección de la cultura del terror, "Relaciones de poder en los procesos grupales, y otros título más. Con la lectura de estos artículos queda muy claro que la psicología social latinoamericana ha realizado una tarea nada sencilla, porque su interés principal se ha centrado en conocer la manera como viven los marginados, aquellos sectores excluidos y que han sido silenciados. Pero no se ha quedado sólo en la reflexión sino también en la concientización de estos sectores marginados. Para llegar a ello, los psicólogos sociales han tenido que enfrentarse al discurso dominante, han cuestionado las bases teóricas, metodológicas y epistemológicas del discurso hegemónico.

En el libro se analizan numerosas problemáticas: los desaparecidos, la psicología social comunitaria, sus bases teóricas y metodológicas, la cuestión del poder, la cultura latinoamericana en un contexto ajeno, sin embargo, todas atañen a la psicología social. Desde este enfoque teórico -metodológico se tiene un campo de trabajo abundante porque son numerosas las problemáticas que aquejan a nuestro mundo social, las cuales son distintas a las que se viven en el primer mundo y, especialmente, las de Estados Unidos. El individuo no se encuentra solitario sino que hay un contexto histórico y social que influyen de distintas maneras en sus actuaciones personales.

A partir de la lectura de todos sus artículos, queda claro que el trabajo intelectual contemporáneo demanda la asociación de especialistas, específicamente de la red de investigadores o profesionales que compartan una misma inquietud porque mantienen ciertos lazos de pertenencia y, en determinados momentos, aceptan escribir un artículo para que forme parte de una publicación común. Lograr que distintos especialistas se integren en un red es un gran avance porque se rompe el aislamiento profesional, sin embargo, en algunas circunstancias es posible que los especialistas den un paso más en esto y dejen, por lo menos en un lapso de tiempo, de trabajar una misma problemática de manera independiente, esto es, como artesanos separados de otros artesanos que elaboran un producto similar. Tal vez convenga que, en futuras indagaciones, se reúnan los expertos que escriben en este libro pero ahora para emprender una investigación colectiva, articulada y con la posibilidad de contemplar distintos componentes o perfiles de la práctica comunitaria. Se trataría de una magna investigación bajo los principios de la nueva producción del conocimiento, en la cual se presentan diversos especialistas que abordan un mismo objeto de manera conjunta. Cada especialista aporta su conocimiento y entre todos se hilvana este objeto. Esto se convierte en un reto que, en este caso, puede fácilmente alcanzarse.

Juan Manuel Piña

Universidad Nacional Autónoma de México


González, M. I. (Ed.) (2007). El cuidado de los vínculos. Mediación familiar y comunitaria. Bogotá: Editorial Universidad del Rosario, pp. 294.

La psicóloga María Isabel González ha editado este libro, constituido por una serie de estudios de investigadores en Mediación Familiar y Comunitaria, profesores del Centro de Estudios e Investigación sobre la familia de la Facultad de Psicología de la Universidad Católica de Milán. Los aportes que ellos ofrecen son fruto de más de una década de búsqueda sobre cómo "utilizar un evento crítico, como el conflicto, para promover políticas y buenas prácticas dirigidas a potenciar y regenerar los vínculos en la familia y en la comunidad entre sujetos y grupos (Bramanti & Tamanza, p. 23). Los referentes del conjunto de trabajos que el libro presenta son: la Familia, la comunidad y la mediación familiar y comunitaria, según el Modelo Relacional simbólico de la Escuela de Milán.

La vivencia creciente del conflicto en la vida familiar y comunitaria ha despertado la búsqueda de formas de ayuda a quienes están involucrados en una confrontación, de modo que a través de espacios de encuentro, hallen soluciones que a todos los favorezca. La mediación pretende ofrecer posibilidades de comunicación en medio del conflicto que permita a las partes, por medio de la reconstrucción de la confianza mutua, llegar a acuerdos legales y justos frente al futuro, y se regeneren los vínculos entre personas y comunidades, de forma tal que se protejan los derechos de todos los implicados y se propicie la generación de lazos de relación y compromiso.

El estudio de Cigoli y Scabini, La Mediación Familiar: el horizonte relacional-simbólico, presenta el modelo relacional simbólico como una tarea necesaria para valorar la historia de las personas y comunidades y cuidar, acrecentar y regenerar los vínculos entre ellas, no solamente en los momentos de conflicto y dificultad sino en el desenvolvimiento normal de la vida, en orden a un mañana armónico. El valor simbólico del vínculo es el centro de la acción en la mediación que se nos propone. Una familia que vive la posibilidad o inmediatez de la ruptura de la convivencia por conflicto entre sus miembros, se ve abocada a terminar con un modelo de relaciones o vínculos, y, a asumir unos nuevos, en medio de tensiones, muchas veces dramáticas. Es un paso de un contexto a otro. Cada persona lo asume regularmente con un ánimo competitivo y de defensa, cuando no de agresividad, y la mediación busca ofrecer pasar del campo competitivo al de la cooperación mutua. Ello implica un avance que permita pasar del conflicto al consenso. No es fácil este logro; se necesita de un trabajo que facilite el descubrir que el fracaso de la relación conyugal y de su convivencia, no puede destruir el vínculo que existe en la pareja y que los hace padres de su prole; se pretende llevar a los progenitores a darle un real sentido a la reorganización familiar después del trauma del divorcio.

La mediación propiamente dicha exige una etapa de premediación, en la cual por medio de unos de instrumentos de evaluación de la relación, se mira la posibilidad de que esa pareja en concreto revista las condiciones de mediabilidad que le hagan posible el llegar acuerdos; "hay preconcepciones de poder relacional que revelan la ausencia de una mínima capacidad para negociar de los cónyuges y por las cuales la mediación es inaplicable (p. 60), y que hacen imposible el "encuentro entre la pareja. Para poder proceder a la Mediación urge tener la disponibilidad los cónyuges de ir más allá del dolor que sufren y hallar la posibilidad de vínculos entre ellos, de modo que los hijos puedan contar con un buen desempeño de sus padres entre sí, en una relación madura, aunque se haya roto la convivencia.

La tarea de la mediación familiar propiciará que los cónyuges se adapten a una nueva forma de relación y situación familiar, y afronten con "nueva normalidad las tareas que les esperan en la tipología relacional post-divorcio, fruto de la superación de la etapa conflictiva de la separación conyugal. En esta tarea, el mediador familiar, además de los conocimientos fundamentales de su oficio ha de tener en claro las exigencias de neutralidad, que den certeza a los cónyuges que viven la mediación de contar con un tercero equilibrado en el intercambio de visiones y conceptos y en la clarificación de acuerdos.

La vida es generada por la pareja. Al interno de la vida familiar está el dar origen a nuevas vidas, y así, el fruto de la historia compartida de los cónyuges es la generatividad. Ellos dan la existencia a una nueva persona que trae consigo los fardos de los patrimonios de su familia y sus antepasados, y que tiene la posibilidad de establecer cambios frente al futuro. Los géneros se encuentran y generan a su vez la nueva vida estrechamente ligada a las generaciones pasadas y a las estirpes. En el nuevo ser se combinan los hechos biológicos y los culturales, y se propician posibilidades de cambio para la especie humana. Y todo lo que lo precede, lo que él es y lo que genera lo conocemos como "el familiar: drama que pone en escena muchos más personajes que el mundo inmediato de la convivencia del hogar.

La mediación familiar cuenta con la existencia de diferencias profundas en las formas familiares; parte del hecho de que una familia se identifica en un principio organizacional que diferencia los géneros, las generaciones y las estirpes. El mantener juntas estas tres realidades de lo humano constituye el alma tensionante, dramática y conflictiva de la familia. Cuando el esfuerzo por mantener estas tres dimensiones del familiar fracasa, se pervierte el espacio propio y natural de quien ha sido generado al interno del hogar. Vendrá entonces como posibilidad de estabilidad y de fuerza para el hijo, no ya la familia o la pareja generadora, sino la relación individual que cada uno de los padres contrae con el hijo. Se pasa de una relación con la familia a un trato individual con cada uno de los progenitores. Esto, de por sí, trae el caos. El divorcio crea grandes obstáculos en la línea relacional con las generaciones anteriores. La mediación viene entonces a ofrecer a la pareja la posibilidad de un tercer papel para valorar las estirpes de proveniencia, de modo que las virtudes propias del acto generativo, que son mutua influencia de los padres, la justicia, la esperanza y la confianza, se aseguren a los hijos de la pareja divorciada. Se busca en la mediación que las relaciones familiares que se expresan en el dar, el recibir y el intercambiar, se generen con normalidad y movidas por el deseo de restituir. En el fondo es una ayuda para valorar el significado de las relaciones familiares y las obligaciones intergeneracionales que son propias a cada uno de los miembros de la familia.

Al origen de la vida de pareja está el "pacto entre dos seres distintos, dos mundos, que buscan juntos construir una nueva aventura. Ese pacto tiene una doble dimensión: el pacto expreso, que se manifiesta externamente y es a conciencia declarado; el pacto secreto, que corresponde a lo que hay en el inconsciente de cada uno de los contrayentes a nivel de anhelos, deseos, búsquedas, y que se necesita satisfacer en la vida de pareja. Cada uno aporta cuanto es y cuanto trae a nivel generacional y a nivel personal, y todo ello confluye a constituir lo que es propio de la pareja, su particularidad. "Mientras que el pacto declarado se refiere principalmente al mundo de lo ético, el secreto se refiere principalmente a lo afectivo (p. 110). El cumplimiento del pacto es una meta. Cuando una pareja logra cumplir su alianza, pese a las dificultades, dramáticas muchas veces, de la convivencia, es porque los cónyuges han sido capaces de renovar en el camino de la vida su pacto, realimentando el vínculo. El cuidado de ese pacto, de ese vínculo, debe ser constante, para defenderlo de todo lo que amenaza su existencia. En el proceso de la vida de la pareja juegan los ideales, participa la ternura, se hace posible el saberse identificar el uno con el otro y el saber manejar y perdonar sus culpas, todos estos son elementos de la naturaleza arriesgada y sacra de la relación de la pareja.

Existe, en la Escuela de Milán, una modalidad específica para realizar la mediación familiar. Bajo el título La mediación y el cuidado de los vínculos familiares, Marzotto y Tamanza, hacen la presentación de su forma de mediar los conflictos familiares, presentan algunos instrumentos que les son de ayuda y precisan los pasajes más característicos del proceso.

La ruptura de la vida conyugal y familiar por el divorcio conlleva una transición crítica y una reorganización de los vínculos familiares. Este pasaje se prolonga en el tiempo y está íntimamente unido al destino de los lazos conyugales y parentales. La mediación busca acompañar todo este proceso que trae el divorcio, para que, superando los grandes traumatismos, puedan llegar a adquirir una nueva identidad subjetiva y de grupo familiar. El tratamiento del conflicto implica enfocar realidades tales como los hijos y los bienes. La mediación no es un simple alcanzar acuerdos entre la pareja en conflicto, hay qué ir más allá, hasta las necesidades subyacentes en cada uno de los miembros de la pareja. El proceso cuenta con metas inmediatas como la escucha de ambos, la disminución del dramatismo buscando soluciones que beneficien a todos, para propiciar que los padres tengan la real posibilidad de asumir la nueva forma de vida y de relaciones. Deteniéndose en un caso realizado por ellos, los investigadores muestran las etapas y las ayudas que propician una verdadera mediación.

El modelo relacional simbólico no se agota en la mediación familiar. Existe también la mediación comunitaria, que ofrece amplias posibilidades para restablecer los lazos comunitarios de las sociedades en conflicto. Cuatro estudios más nos trae la publicación: de Rossi y Boccacin

Generar comunidad en la sociedad posmoderna. El rol de la mediación, de Marta, La psicología comunitaria y la intervención de redes para sostener las familias, de Tomisich, Observar el conflicto en la comunidad y de Bramanti, Regenerar la relación en la comunidad: el modelo relacional. En estos trabajos se nos presenta cómo el modelo relacional simbólico permite, con una adecuada mediación con comunidades en conflicto, avanzar en la construcción de nuevos lazos, puentes, y relaciones comunitarias que abran a horizontes de convivencia pacífica y de solidaridad para al futuro de la sociedad presente. En la Introducción, González recaba sobre la realidad de conflicto que vive el pueblo colombiano; en este contexto la mediación comunitaria nos ofrece posibilidades para servir a nuestro pueblo en la proyección de un mañana armónico.

La obra que la Universidad del Rosario ha publicado es una ayuda vacilar para quienes desde distintos espacios de trabajo nos sentimos impelidos a abrir posibilidades de encuentro, negociación y restauración de vínculos a parejas, personas y comunidades en conflicto. Mediar es servir.

Jaime Fernando Escobar Molina

Universidad del Rosario, Colombia


Granada Echeverri, H. (2007). Dimensiones psicosociales del ambiente: su relación con el desarrollo humano. Cali, Colombia: Universidad del Valle, pp. 228.

Tal como lo señala el autor, el libro es una consecuencia y continuidad de los trabajos publicados con anterioridad, pero especialmente del libro "Psicología Ambiental: Introducción Temática (2002, ediciones Uninorte, Barranquilla). Mientras que dicha introducción temática, define, explica y contextualiza a la psicología ambiental desde diferentes aspectos: los antecedentes y transformaciones recientes; el comportamiento ambiental; las actitudes y valoración ambiental; la relación entre psicología ambiental y participación; la relación entre psicología y calidad ambiental; el ambiente social; la investigación ambiental y la validez ecológica; la ideología, la cultura del mercado y los valores ambientales. Este nuevo libro se puede identificar y caracterizar como un acercamiento a la profundización, lo que muestra ya un grado significativo de madurez epistemológica, ontológica, axiológica, teórico-conceptual, metodológica y aplicada en la relación entre las dimensiones del ambiente y el desarrollo humano.

Desde la perspectiva de la presente reseña, la lógica de desarrollo del libro que posibilita adentrarse en la profundización señalada, se dá de manera inductiva, desde el análisis y caracterización de metodologías y estrategias de evaluación e intervención, pasando por los grandes núcleos de construcción humana como la cultura y la educación, hasta llegar al nivel macro de la existencia y la supervivencia: la valoración del planeta como sistema viviente. Dicha lógica permite al lector no sólo ir introduciéndose en los elementos metodológicos y técnicos que la psicología ambiental puede ofrecer, sino -y creemos que es la intención del autor- también sensibilizar al lector de las implicaciones históricas, contextuales, sociales, colectivas e individuales que tiene el uso y manejo responsable de los recursos que la evolución nos ha dado. Esa posición critica que el profesor Granada va desarrollando consistentemente a través del libro, supone un llamado científico, sistémico, sistemático, participativo e integral para la salvaguarda del planeta, lo que es una muestra del compromiso individual y social del autor no solo como científico, sino también como ciudadano del mundo.

De acuerdo a dicha lógica inductiva, se pueden sintetizar analíticamente sus capítulos. Los tres primeros capítulos, se estructuran en una combinatoria de elementos que integran aspectos teóricos, metodológicos y técnicos, pero que a su vez contextualizan posiciones epistemológicas (en relación al conocimiento fundamental de lo psicosocial en el ambiente), ontológicas (en relación con las concepciones de un ser humano en interacción con su medio), axiológicas (en relación con los sistemas de valores que determinan formas de representaciones sociales) e ideológicas (en relación con las posiciones que se toman sobre las circunstancias sociales y ambientales que ocurren y las implicaciones que estas conllevan). Así, el primer capítulo se centra en el diseño social, que implica concepciones, conceptualizaciones y metodologías de carácter necesariamente interdisciplinarias (sino transdisciplinarias); de allí, el valor del subtítulo que le coloca al capítulo: ¿posible diálogo de saberes? El análisis del diseño social, como estrategia metodológica y aplicada, muestra sus características, limitaciones y dificultades, pero también sus posibilidades como sistema de estrategias que permitan no sólo el reconocimiento de condiciones y situaciones pertinentes desde la perspectiva ambiental, sino también la adopción de una metodología de intervención pertinente y relevante. Desde la presente reseña, este capítulo conecta de manera necesaria y fundamental con el capítulo tercero, sobre la cartografía social. La cartografía social, es uno de los desarrollos investigativos más trabajados por el profesor Granada en los últimos años, luego como se puede deducir de la lectura del capítulo alcanza un alto grado de depuración. Las representaciones pictóricas que las personas pueden hacer de su entorno y que posibilitarían identificar representaciones y percepciones que el individuo ha desarrollado sobre su ambiente, son una estrategia y técnica fundamental para la comprensión de la relación entre el individuo que se comporta y su medio ambiente. Es inevitable no relacionar estos "mapas, con los trabajos cognoscitivos sobre mapas mentales, mapas cognoscitivos y mapas conceptuales que están en boga actualmente.

No se ha abandonado el capítulo segundo, que desde nuestra perspectiva es el punto de intersección de los dos capítulos descritos. Si desde nuestra consideración, el primer capítulo revela la necesidad del trabajo interdisciplinario en la psicología ambiental, y el tercero ofrece una estrategia de evaluación e intervención que aun cuando derivada de desarrollos ofrecidos desde diversas disciplinas, es pertinente directamente al análisis de lo psicológico, el capítulo segundo es en esencia la mirada desde uno de los tópicos de clara pertinencia de la psicología social: las representaciones sociales. El profesor Granada, logra ir deshilvanando los aspectos filosóficos, teóricos, metodológicos y técnicos de las representaciones sociales a través del análisis de sus experiencias investigativas en las regiones colindantes al Pacífico vallecaucano, trabajando con las comunidades habitantes de estos entornos.

La lógica de presentación planteada lleva ahora a dos niveles o dimensiones fundamentales en el reconocimiento del desarrollo humano: la cultura y la educación. En el primer caso, el análisis relacional entre cultura y adaptación, avanza en una mirada contextual que muestra los problemas sociales, los procesos de marginalidad y falta de oportunidades, pero también las riquezas y potencialidades de las comunidades para enfrentar sus realidades de la mejor forma posible y para intentar formas básicas de conservación a través de procesos participativos. El siguiente capítulo se centra en la escuela; y una vez más basado en sus investigaciones, el autor analiza los obstáculos de la escuela pública como contexto de desarrollo humano, pero también enfatiza en los resultados que las investigaciones le han dado: las oportunidades que se pueden derivar en el contexto educativo de una perspectiva ecológico-ambiental.

Finalmente, sus últimos capítulos, el planeta como sistema viviente, hipótesis Gaia y sus comentarios no finales…son el resultado de lo que le ha dejado su larga experiencia científica e investigativa en el campo de la psicología ambiental y en su preocupación en las dimensiones psicosociales del ambiente: su sensibilidad y compromiso como ser humano.

De todo esto se deriva lo que se considera el principal aporte del libro del profesor Granada, desde la perspectiva de la presente reseña: el libro que de alguna manera profundiza la trayectoria científica del autor, muestra que se está logrando la ruptura paradigmática de las que fueron las concepciones dominantes en la ciencia y el conocimiento: los paradigmas dualistas, mecanicistas, reduccionistas, dogmáticos y fragmentarios. Por el contrario se compromete aquí las nuevas miradas de lo que algunos han llamado las nuevas posibilidades de la modernidad: la complejidad, totalidad, globalidad, flexibilidad e integralidad. Esto es lo que reúne el libro y lo que creemos debe comunicarse a las nuevas generaciones: ciencia como desarrollo, pero sensibilidad como unicidad.

Alonso Tejada Zabaleta

Universidad del Valle, Cali, Colombia

Horgan, J. (2006). Psicología del terrorismo. Cómo y por qué alguien se convierte en terrorista. Barcelona: Gedisa, pp. 271.


El ataque a las Torres Gemelas de New York el 11 de septiembre de 2001, se constituyó para el mundo en un parteaguas de lo que se entiende por terrorismo en la comunidad de las naciones; y lo fue por los más de 3000 muertos de la artera acción, como también, por la manera desdeñosa de todas las leyes divinas y humanas con que fue perpetrado. Después del 11-S vinieron otros ataques aleves, como los 69 muertos de Estambul (2003), los 210 en la Isla de Bali (Indonesia), los 202 de Madrid (2004), para ilustrar sólo con unos cuantos episodios los vientos fúnebres que se avecinan. Frente a esta nueva manera de actuar de grupos que alegan para sí motivaciones políticas, han venido proliferando nuevas retóricas justificatorias que han movido a las comunidades académicas del mundo a salir a defender los avances logrados en el ámbito del derecho y las ciencias humanas, y a plantearse preguntas para dar respuestas que desvelen los artilugios semánticos propios de las explicaciones ideologizadas.

John Horgan, profesor de Psicología Aplicada de la Universidad de Cork (Irlanda), como otros que le antecedieron, acepta el reto que le plantean los nuevos tiempos y trata de esbozar una psicología del terrorismo, complementada por la editorial a través de las preguntas del subtítulo: cómo y por qué alguien se convierte en terrorista. Tamaños retos, considerando que ningún investigador del tema en el mundo tiene hoy la distancia ni el sosiego frente a lo que se quiere analizar, ya que todos vivimos en el vórtice que genera la zozobra cotidiana de cuándo y en dónde se escenificará el próximo atentado terrorista.

Horgan arranca con un intento fallido de explicación de lo que es el terrorismo, tomando como herramientas para tal fin las que su formación de psicólogo le pone en las manos, olvidando que al querer definir el terrorismo, se traslada al solar de la politología y las ciencias jurídicas. Si bien es cierto que la psicología puede hacer aportes a la definición en cuestión, siempre serán complementarios y nunca definitorios. Definir qué es el terrorismo hoy es un problema de poder en el sentido escueto de la palabra, primero hay que guarecer las miles de víctimas potenciales de los atentados y, más luego, vendrán los tiempos de la retórica discursiva propia de la academia. La definición que se impondrá será el resultado de un pulso entre quienes quieren entronizar una violencia desenfrenada y obscena, revestida de un discurso legítimante como método de acción política; y aquellos que están dispuestos a debatir cualquier discurso, sin importar su carácter, siempre y cuando la acción política consecuente no traspase los límites razonables que impone el derecho de gentes y los derechos humanos.

En el esfuerzo por encontrar una definición plausible y honesta, Horgan se pasea por innumerables trabajos y autores salidos de una revisión bibliográfica amplia y diversa. Con ésta, si bien no dirime qué es el terrorismo, sí logra sembrar inquietudes al lector y le ofrece con generosidad una frase rectora de Wittgenstein que podría desatar el nudo gordiano de la definición que le preocupa: "Que el uso de una palabra te enseñe su significado.

La preocupación para comprender a los terroristas pasa necesariamente por la respuesta a la pregunta de cuál será el lugar en que se ubicará el observador para mirarlos. El autor desecha la mirada clínica y el encasillamiento de los mismos en categorías tales como psicópatas o trastornos narcisísticos; para él es claro que los terroristas son "normales, y que para trasladarlos al terreno de una taxonomía patológica, habría que utilizar escalas psicométricas que permitan la ubicación de una manera objetiva en alguna entidad nosológica. A pesar de que cita varios trabajos de análisis de los terroristas desde modelos clínicos y psicoanalíticos, deja ver que sus fortalezas conceptuales en estos campos son poco fiables; en especial cuando rebate y teje un manto de dudas sobre la validez de los trabajos de M. Crenshaw (1994), R. Pearlstein (1991), y otros ubicados en la psicología dinámica. El autor confunde los florilegios retóricos del discurso político esgrimidos por los terroristas, así como la fría racionalidad con que planea y ejecuta el acto barbárico, con la estructura psicológica subyacente - el autor no acepta su existencia inconsciente - que compele a realizarlo como si tuviera una patente de corso para violar derechos en razón de las causas propias. Confunde que en los trabajos mencionados no son las aspas del molino lo que importa sino el viento que las mueve, para utilizar las palabras sentenciosas de don Quijote de la Mancha.

Pero eso sí, en los tres capítulos finales el autor revela en el texto sus fortalezas conceptuales y sus curtidas virtudes académicas en el campo de la psicología. Llegar a ser un terrorista es concebido como un proceso de pequeños pasos, realizados con rigor litúrgico, que van comprometiendo orgánicamente a los candidatos-aprendices con la agrupación. Pasos que van instalando en ellos ese vicio clerical de querer tener razón -como decía Max Weber- hasta alcanzar el convencimiento de que sus acciones brutales son defensivas y legítimas, pasando por la puesta en juego de su propio prestigio y nombradía en los retos crecientes y temerarios que plantea la organización, hasta llegar a un punto de no retorno que hace imposible devolverse so pena de sufrir los severos castigos propios de las organizaciones terroristas.

Habiendo alcanzado el compromiso de la militancia, el texto describe con argumentos convincentes y ejemplos patéticos, cómo se opera de una manera terrorista. Describe una suerte de manual de procedimientos empresarial, en el cual están consignadas las responsabilidades individuales de cada participante en un atentado, los tiempos de planeación y de ejecución, las características deseables del producto final, así como las alternativas a ejecutar frente a los imprevistos y respuestas defensivas de las autoridades y de quienes son objeto de las acciones violentas. Las zozobras inevitables de la clandestinidad, la rutinización y la desindividualización de la militancia terrorista, acaban por trastornar la psique del militante. La compasión por los que sufren que un día lo movilizó a la adhesión al grupo, y el amor por la causa que aprendió a racionalizar y justificar en términos castrenses, en últimas, lo llevarán a "concentrarse en los detalles de lo que hace y no en el significado. Terminará siendo una máquina de muerte y desolación.

Sustituido el ideal honroso de la guerra por la mecánica de la acción terrorista, surgirá necesariamente en algunos el cuestionamiento sobre la pertinencia de continuar en la lucha; cuestionamiento que, como en el ingreso, se va dando por pequeños y cautelosos pasos en los cuales se construye una salida y el abandono del terrorismo. El atribulado militante tendrá varios caminos a seguir; lanzarse a las garras de la muerte en una acción temeraria o suicidio encubierto -"valor bastardo lo llamó Shakespeare-, desertar con los riesgos mortales que implica hacerlo, o solicitar una suerte de dispensa temporal o total del lugar que se ocupa en la organización, lo cual no implica un abandono del terrorismo sino soportarlo desde un lugar diferente.

El texto del profesor Horgan ofrece una aproximación coherente a un fenómeno actual, su rigorismo metodológico, su acuciosidad puntillosa en el análisis, se pueden interpretar como el esmero necesario frente a un tema que está sufriendo una transformación esencial y con el cual no hay distancia temporal para una lectura reposada y serena. Los métodos terroristas, cada vez más brutales - que recuerdan la larga y tormentosa noche de los fascismos -, con una capacidad de afectar un radio cada vez mayor de víctimas civiles inocentes, con justificaciones trasnochadas o que niegan los avances humanitarios logrados a brazo partido en el siglo XX, obligan a las disciplinas que les concierne el tema a realizar su pequeño o gran aporte para preservar lo que se ha construido a pesar de los defectos que pueda acusar.

Emilio Meluk Universidad Nacional de Colombia


Neumann, E. (Ed.) (2007). Pensamiento, subjetividad y cultura. Santiago de Chile: Universidad ARCIS, pp. 148.

El libro Pensamiento, Subjetividad y Cultura reúne textos disímiles, diversos y complejos. Y no podía ser de otro modo: el eje que lo vertebra es la interrogación acerca de las implicaciones e interferencia entre ética, violencia, subjetividad moderna y escena social. Entendiendo que en la escena social se despliegan agenciamientos y resonancias, las cuales contienen en contrapunto la verdad abstracta y vacía del orden de lo instituido y al mismo tiempo quiebres o intersticios que interrogan por el sentido de la experiencia, se remite por lo tanto a un sujeto que, impactado en su ser y corporalidad, no puede negar su deseo y su capacidad inventiva e imaginante. Si bien en el texto los ensayos muestran una realidad oscura y sombría, muestran también que el rescate del sujeto es posible, que existe siempre un punto desde el cual se resiste y se crea, permitiendo plantear que otro mundo es posible.

En el texto de Neumann y López, se da cuenta por tanto, cómo el borramiento de nuestra historia reciente oculta y engaña, trazando subjetividades que anudan su deseo al poder. Sin embargo, tal como lo plantea Karmy, la fuerza del deseo, con su eterno retorno, insiste y resiste. Por su parte, Soca nos advierte de los efectos que produce la irrupción de la violencia en nuestra vida cotidiana, que destruyendo al otro termina por destruir a un sujeto, que se instala en una modernidad vacía de sentido y proyecto. Estamos, por tanto, frente a interrogaciones en las cuales los cruces entre filosofía, política, ciencias sociales y psicoanálisis buscan respuestas, pistas para pensar(nos) en un contexto socio histórico que, promoviendo formas de identificación mimética, no hace sino crear condiciones para una servidumbre voluntaria y ciega, tal como lo plantea Trujillo.

Es en este sentido que cobra relevancia, tal como los señala Pizarro, el profundo sentido ético y humanista de la obra freudiana, que no se erige como juez de la realidad, sino que más bien plantea condiciones de escucha que posibilita el despliegue de la subjetividad para hacernos cargos de nuestros sentidos y, sin sentidos, de nuestros deseos, y de nuestros límites. Proyecto ambicioso si se piensa cómo las lógicas mediáticas falsean nuestra realidad y existencia. Sin embargo, aún así es posible el surgimiento de agrupaciones locales que rescatando identidades territoriales se oponen a un mundo globalizado y uniformado, tal como lo plantea Lagos.

Galende en un hermoso ensayo nos muestra precisamente cómo, en el discurso de Allende, la voz que allí se forja se hace presente y resuena en nuestro imaginario, mostrando que el sujeto puede y debe elegir con un sentido ético. Imaginario que bordea, insiste, late y deja huellas en la novela latinoamericana, tal como lo plantea Aceituno. Lo imaginario no está oculto, nos rodea, se muestra a condición de que queramos escucharlo. Interesante, resulta en este sentido los planteamientos de Griffero, quien nos muestra que en nuestro mundo actual regido por lógicas mediáticas lo ficticio aparece más real que lo real. El tema de lo ilusorio y de la realidad, están por lo tanto más que nunca puestos en otro lugar. En una realidad de imágenes, la ficción teatral, termina también por mostrar aquello que no queremos ver. Richard dará cuenta cómo el movimiento feminista se anticipa de modo disruptivo a esta realidad y anuncia y denuncia cómo la insistencia en la diferencia de los sexos y la denuncia de la opresión de la mujer sepultarán justamente el discurso libertario que inicialmente sustentara el movimiento feminista, para terminar tan sólo en un problema de políticas públicas y de academia.

Es en esta compleja realidad que un científico social crítico deberá pensar, intervenir e investigar. Compleja inserción en un Estado cuyas políticas públicas, al menos en lo que conciernen a los psicólogos, tal como lo plantea Foladori, ven definidos sus ámbitos de trabajo, desde un poder central que busca tan solo promover una adaptación pasiva y remedial de la exclusión y la marginación social. De allí la dificultad para el clínico, cuyo trabajo debe remitir siempre a la inscripción del sujeto en la cultura, cultura excluyente que no presenta modelos inclusivos de la diferencia, tal como se plantea en los artículos de Paganini y Ortúzar.

Andrés Leiva Universidad de Artes y Ciencias Sociales, ARCIS, Chile


Quiñones, M. A. (2007). Resiliencia: Resignificación creativa de la adversidad.

Bogotá: Universidad Distrital Francisco José de Caldas, pp. 252.

El estudio psicológico de la búsqueda de la felicidad por parte del individuo ha presentado dos tradiciones fenomenológicamente opuestas: aquella que destaca las capacidades del sujeto para desarrollarse haciendo uso de emociones positivas como herramientas de afrontamiento, y anterior a ésta, la tradicional corriente, con origen en el psicoanálisis, en la que el individuo se ve abocado a los traumas, los complejos, los trastornos y, en general, toda la psicopatología que implicaría el enfrentamiento de la realidad.

El primer enfoque surge en el seno de la logoterapia, escuela creada por Víctor Frankl a partir de la experiencia consignada en el popular libro El hombre en busca de sentido y en contraposición a la visión psicopatológica. Este enfoque, ahora denominado psicología positiva, cuyo uno de los principales exponentes actuales es Martín Seligman, considera las potencialidades del ser humano en esa búsqueda de la felicidad, que envuelve superar las adversidades inherentes a la vulnerabilidad del ser humano inmerso en un mundo en el que la violencia, los desastres, los accidentes y las discapacidades hacen presencia generalizada.

Entre estas potencialidades se encuentran el optimismo, la inteligencia emocional, la tenacidad, el humor, la resiliencia y la creatividad. Los conceptos de resiliencia y tenacidad particularmente, provienen de la física, como la medida de los materiales para soportar, sin romperse, un impacto o una presión constante, respectivamente. Análogamente, se evidencian en los individuos diferentes niveles de tolerancia y posibilidad de reconstrucción de la propia vida, al enfrentarse a situaciones que vulneran su integridad física, psicológica y/o social, de forma repentina o crónica.

En este entorno se ubica el libro de Quiñones, mostrando un especial interés por la educación en la resiliencia. En tal sentido presenta como objetivo final de la obra una propuesta para la promoción preventiva del fortalecimiento de los seres humanos frente a la adversidad. La investigación que permite dar origen a dicha propuesta parte de los casos de 13 personas, en el contexto colombiano, con diferentes situaciones de adversidad, que han empleado distintas formas de creatividad en el proceso resiliente. Es de resaltar en el texto el uso del concepto creatividad en su sentido amplio como la generación de productos transformadores de la propia existencia. Dicha creatividad permitió a estos individuos construir alternativas para lograr nuevas opciones de vida cuando la presente se vio desmoronada.

Después de desarrollar, en los tres primeros capítulos del libro, la Creatividad y la Resiliencia a partir de una perspectiva de Desarrollo Humano, en el cuarto capítulo la autora relaciona los dos conceptos evidenciando la importancia del sentido y significado de la vida, y de la incidencia de personas y contextos para favorecer o inhibir la resiliencia y la creatividad.

En la última parte, el libro presenta la propuesta pedagógica desde la creatividad y la resiliencia para la construcción de procesos preventivos ante la adversidad. La propuesta está constituida por siete unidades temáticas a saber: Conocimiento y fortalecimiento personal, Factores de riesgo para el reconocimiento de la vulnerabilidad personal y social, Expresión de emociones y sentimientos ante vivencias de adversidad, Personas y espacios de contención y apoyo, Resiliencia o fortalecimiento personal ante la adversidad, y Generación y solución de problemas como forma de construcción creativa y resiliente ante la adversidad.

Para concluir, esta obra brinda un inmenso aporte al generar conciencia en torno a la necesidad de que la educación incluya herramientas para que las personas aprendan a adaptarse realmente a las situaciones que deben vivir, sin quedarse así, sino generando constantes procesos de transformación hacia formas de vida significativas, a través de la creatividad. Los casos que presenta el libro son claros ejemplos de esta potencialidad de todo ser humano, que precisa ser desarrollada desde la infancia como parte de la responsabilidad del sujeto como agente de su propia transformación y adaptación social.

Lyria Esperanza Perilla Toro

Universidad Externado de Colombia


Saforcada, E., Cervone, N., Castellá Sarriera, J., Lapalma, A., De Lellis, M. (compiladores) (2007). Aportes de la psicología comunitaria a problemáticas de la actualidad latinoamericana. Buenos Aires: JVE Ediciones, pp. 384.

La consolidación de la psicología comunitaria en América Latina y su reconocimiento en la academia y en el ámbito social han sido producto de innumerables esfuerzos orientados a dinamizar esta área tanto en lo teórico como en lo aplicado; esfuerzos que se han materializado a través de la publicación de libros y artículos en revistas científicas así como la presentación de un número importante de trabajos sobre psicología comunitaria en diversos congresos de renombre en Latinoamérica.

Aún cuando el desarrollo de la psicología comunitaria ha sido forjado por la realidad social del continente, su historia, la magnitud y complejidad de los problemas sociales allí presentes, el cuestionamiento a la respuesta de la psicología individual a las necesidades sociales y la inconformidad con una postura social con mayor tendencia al individualismo (Montero, 2004), la significación y la importancia otorgada a esta área ha sido posible a través de la sistematización de trabajos de construcción teórica, aplicación e investigación.

El libro aquí tratado, correspondiente al anuario de la especialidad del 30º Congreso de Psicología realizado en Buenos Aires en el año 2005 y el cual fue impulsado por el Grupo de Trabajo de Psicología Comunitaria de la Sociedad Interamericana de Psicología (SIP) y la Universidad de Buenos Aires, constituye una evidencia de los avances y logros de la psicología comunitaria en América Latina. Las razones esenciales y a las que hacen alusión sus compiladores son dos: primero, realizar el anuario en el tema de la psicología comunitaria fue respuesta a la cantidad de trabajos presentados en el congreso y, segundo, que el criterio primordial para la selección de los trabajos que se incluirían en el texto fue su pertinencia en relación con la situación actual de América Latina, en lo económico, lo social y lo político y los procesos que se están desarrollando a nivel nacional y regional. En este caso, los trabajos incluidos muestran un avance importante en el desarrollo de modelos de comprensión e intervención en lo comunitario pero coherentes con las realidades sociales propias del entorno y la época.

Lo anterior se refleja en la presentación de trabajos, producto de la investigación y la discusión, realizados en varios países y Universidades Latinoamericanas, apreciándose experiencias de países como Argentina, Chile, Uruguay, Brasil, México, Puerto Rico, Venezuela y Colombia. Así mismo, es notable el desarrollo en el esfuerzo por compatibilizar las prácticas profesionales comunitarias con los marcos teóricos de comprensión generados en la academia, lo cual ha constituido uno de los principales problemas en lo que se refiere al desarrollo de la psicología comunitaria como disciplina y profesión.

Consecuentemente, la compilación de Saforcada, Cervone, Castellá, Lapalma, y De Lellis debe ser considerada como un aporte fundamental, pertinente y necesario para la estructuración de la evolución histórica de la psicología comunitaria latinoamericana y la discusión clásica que alrededor de esta área se ha suscitado. Sara Slapak, Decana de la Facultad de Psicología de la Universidad de Buenos Aires, así lo señala en el prólogo del libro: "Las discusiones académicas ahora se centran en la variedad de marcos teóricos que confluyen en la construcción de la psicología comunitaria como campo, en la diversidad de sus dispositivos metodológicos y técnicos y en la amplitud de aplicación a temas, problemas y poblaciones. Esta publicación será sin duda un aporte importante a estas discusiones (p. 12).

De esta manera, los planteamientos presentados en esta publicación se concentran en tres aspectos principalmente: formación en psicología comunitaria; trabajo con comunidades y abordaje de problemáticas sociales; y la presencia de la psicología comunitaria en la formulación, ejecución y evaluación de políticas públicas. Se destaca precisamente como una de las riquezas del libro el retomar otros componentes sustanciales de la psicología comunitaria en América Latina como la formación del psicólogo comunitario y su participación en lo relacionado con políticas de desarrollo, reflejando su pertinencia frente a la preocupación que se ha motivado desde las facultades de psicología y los profesionales dedicados al trabajo y las prácticas sociales comunitarias y de la salud. A su vez, esto permite apreciar el interés por consolidar una psicología comunitaria fortalecida desde la academia pero orientada a lograr un impacto real en lo que Bronfenbrenner, en su modelo ecológico del desarrollo, denomina "el macrosistema.

Si bien se exponen experiencias y reflexiones alrededor de estos dos temas, se invita al lector y especialmente a los psicólogos a problemizar y discutir sobre ellos y a generar propuestas y responder a las preguntas y cuestionamientos que desde la discusión y la práctica de han originado.

Resulta interesante del texto el capítulo introductorio en tanto que ofrece una reflexión sobre el empowerment, clave en psicología comunitaria, y las distintas nociones y significados que se le han otorgado incluso al interior de esta disciplina. Aunque el autor plantea una forma de utilizar la noción de empowerment, "el poder como oportunidad de transformación, esta discusión se puede fortalecer tomando como referente los propósitos de la psicología comunitaria. Otro aspecto que trata este capítulo se refiere a la formación en psicología comunitaria y la falta de integración entre los marcos teóricos propuestos desde la academia y las prácticas profesionales, haciendo énfasis en lo significativo que resultaría la construcción de cuerpos teóricos a partir de las experiencias en trabajo comunitario.

En el cierre introductorio se señala que las ciencias humanas han diseñado e intentan legitimizar otras formas de construcción de conocimiento que difieran de la ciencia moderna, se presenta "el diálogo como una estrategia para "producir un flujo de significado, inventar nuevas posibilidades, nueva visión (diálogo germinativo).

La primera parte, "la formación en psicología comunitaria, está conformada por dos capítulos que presentan experiencias de Brasil y Uruguay, el primero sostiene una necesidad apremiante de formar psicólogos "críticos y reflexivos de su acción, promoviendo la autobservación y el desarrollo de competencias profesionales bajo supervisión continuada. El segundo centra su reflexión en el desfase entre el desarrollo académico y su reconocimiento y posicionamiento como subdisciplina. Hace referencia en primera instancia a aspectos curriculares y su inclusión en el plan de estudios además de los desafíos y oportunidades en la formación de los psicólogos en contextos con condiciones sociopolíticas particulares. Finalmente se sostiene que la proyección social y la extensión universitaria han contribuido al fortalecimiento del campo, por lo que su reto es promover la investigación en el ejercicio docente que en consecuencia optimice la actividad de extensión en coherencia con los requerimientos del contexto.

La segunda parte abarca cuatro trabajos sobre "psicología comunitaria con pueblos originarios y ámbitos rurales; en ellos se incluye el trabajo con la comunidad Mapuche de Chile, jóvenes del sector rural en Colombia, movimientos sociales rurales en Brasil y unas reflexiones éticas en la investigación con grupos indígenas. Además de considerar experiencias con diferentes grupos, lo valioso de este apartado es representado en sus contenidos en tanto que se exponen temas de diversa naturaleza, como el estudio de la concepción de comunidad, redes y movimientos sociales y aspectos éticos en la práctica comunitaria.

En la tercera parte se comparten dos artículos en los que se da una notable relevancia al abordaje y la intervención comunitaria sobre dos problemas de alta prevalencia en México y Brasil: madres solteras (construcción de conocimiento colectivo sobre factores personales y socioculturales que influyeron para que adquirieran su condición); y la tercera edad. Complementando, en la cuarta parte se pasa del abordaje de fenómenos sociales a la presentación de una postura que propone la resistencia comunitaria como una estrategia de transformación social.

Uno de los desafíos primordiales de la psicología comunitaria es lograr el impactar socialmente a través de su participación en el campo de políticas públicas, en este sentido es meritorio encontrar en la última parte del libro el mayor número de artículos dedicados a este tema. Se inicia por un análisis de las definiciones de política pública de psicólogos de Puerto Rico y un debate sobre el fenómeno de la globalización, el cambio social y el empowerment comunitario, así como los aportes de la psicología comunitaria a la noción de desarrollo y su inserción en los procesos de desarrollo local. Como valor agregado, los cuatro artículos restantes presentan propuestas, aportaciones y experiencias de Chile, Venezuela, México y Uruguay sobre planes de desarrollo comunitario; programas de desarrollo humano dirigidos a facilitar competencias y generar autosostenibilidad procurando un desarrollo comunitario sustentable; y estrategias como el fortalecimiento comunitario, procesos de tipo participativo y la transmisión de la memoria colectiva (identidades).

Eminentemente, el libro manifiesta una postura de la psicología comunitaria orientada en mayor medida a la psicología de la salud que a la psicología social aunque no desconoce las aportaciones de ésta área y la necesidad de apoyarse en marcos de comprensión teóricos y metodológicos de otros campos de la psicología y de otras disciplinas de las ciencias sociales y humanas.

Con esta riqueza de artículos en diversas categorías y poblaciones se hace evidente la intención de los compiladores por ampliar la visión frente a la psicología comunitaria y superar el problema de considerarla como sinónimo de "psicología de la pobreza sin negar su propósito de "mejorar condiciones humanas y de calidad de vida. Se enriquece la noción de "comunidad y se legitimiza la metodología cualitativa y participativa como principal herramienta en el trabajo comunitario, ampliando la comprensión del rol del profesional de esta área, la distinción de los fenómenos de los que se ocupa y su modo de comprensión y actuación en la realidad en relación con otros campos.

Los compiladores señalan que este anuario puede ser útil a los profesionales de la psicología que aportan a la solución de problemas sociales y a aquellos que trabajan en la especialidad o en otros campos de la disciplina cercanos a éste y que están dedicados a promover el desarrollo humano integral y el mejoramiento de la calidad de vida de "nuestras sociedades, no obstante, se recomienda a académicos, estudiantes y profesionales de otras disciplinas afines como sociólogos y antropólogos y, de manera especial, a aquellos que estén interesados en el desarrollo histórico de la psicología comunitaria en Latinoamérica.

Surani Silva Nova Universidad Cooperativa, Villavicencio, Colombia

REFERENCIA

Montero, M. (2004). Introducción a la psicología comunitaria. Buenos Aires: Paidós.


VandenBos, G. R. (Ed.) (2007). APA Dictionary of psychology. Washington, D. C.: American Psychological Association, pp. xvi+1024.

Este nuevo diccionario de psicología está llamado a convertirse en otro de los recursos de uso "universal que ha generado la APA, a la par del Manual de Estilo de Publicaciones (American Psychological Association, 2001), la base de datos PsycINFO (heredera virtual del CD-ROM PsycLIT y de los Psychological Abstracts en papel) y el Tesauro de Términos Psicológicos (última edición reseñada por Pérez-Acosta, 2006).

La American Psychological Association es la principal organización que representa a la psicología científica y profesional en Estados Unidos y es, además, la asociación de psicólogos más grande del mundo. Bajo esta definición, es comprensible que en su contracarátula se presente esta obra como la "guía oficial del léxico en el área.

El editor en jefe del Dictionary es Gary R. VandenBos, Director de Publicaciones de la APA. VandenBos tuvo a su cargo la enorme labor de coordinar esta primera edición, la cual cuenta con un extenso antecedente histórico, explicado en el Prefacio, que se remonta a la Séptima Convención Anual (1898), en la cual se conformó el Standing Committee on Psychological and Philosophical Terminology.

Aquel comité de notables, conformado por Hugo Münstenberg, James McKeen Cattell y James Mark Baldwin, sugirió al Comité Ejecutivo de la APA: (1) recomendar cada cierto tiempo nuevos términos en psicología y filosofía; (2) recomendar la elección de términos alternativos en aquellas áreas; (3) recomendar equivalentes foráneos para la traducción al inglés y a lenguas extranjeras; y (4) mantener a la Asociación informada del desarrollo de la terminología en otros campos como la neurología.

Uno de los primeros productos de aquellas recomendaciones fue el Dictionary of Philosophy and Psychology editado por Baldwin entre 1901 y 1902. Muchos años después, en 1997, la APA adquirió los derechos del Dictionary of Psychology and Psychiatry, publicado por Longman en 1984. No obstante, en 1999 la Asociación se alió con la editorial Market House Books con el fin de iniciar el proceso editorial para un diccionario dedicado exclusivamente a la psicología. El producto final es el APA Dictionary of Psychology, publicado ocho años después.

Esta magna obra incluye 25.000 entradas correspondientes a 90 subáreas de la disciplina y la profesión psicológicas. Además de la guía de uso, incluye una guía rápida al formato adoptado para cada registro. Al final aparecen cuatro apéndices: (1) biografías; (2) instituciones, organizaciones y asociaciones; (3) pruebas psicológicas e instrumentos de evaluación; (4) psicoterapias y aproximaciones psicoterapéuticas.

La selección de los términos se basó inicialmente en los dos millones de registros de literatura psicológica recogida en la base de datos PsycINFO. Luego, durante casi una década, un destacado equipo de psicólogos (cerca de cien académicos, investigadores y clínicos) editó las 25.000 entradas finales a partir de un potencial de 37.000 términos.

De especial utilidad son las referencias cruzadas (cross-references), incluidas en muchos de los registros, las cuales dan profundidad a la búsqueda. Estas referencias aparecen en mayúscula. Por ejemplo, en la definición de "representacionismo, la referencia cruzada es "fenomenismo: "representationalism n. the view that in perception the mind is not directly aware of the perceived object but of a mental representation of it. See PHENOMENALISM. (p. 789). La entrada podría traducirse así: "representacionismo: la visión de que, en la percepción, la mente no está directamente consciente del objeto percibido sino de la representación mental de éste. Ver FENOMENISMO.

Así, el Diccionario APA de la Psicología se convierte en una fuente obligada de consulta para estudiantes y profesionales de psicología y áreas relacionadas. Es prematuro hablar en este momento de una versión en español. Por lo pronto, para la comunidad psicológica hispanoamericana, esta obra es un puente práctico a la corriente principal de la psicología en el mundo en la lengua franca de estos tiempos: el inglés.

Andrés M. Pérez-Acosta Universidad del Rosario, Colombia

REFERENCIAS

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Pérez-Acosta, A. M. (2006). [Reseña del libro Thesaurus of psychological index terms, 10th edition]. Revista Latinoamericana de Psicología, 38 (3), 608-610.


NOVEDADES BIBLIOGRAFICAS

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