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Revista Latinoamericana de Psicología

Print version ISSN 0120-0534

rev.latinoam.psicol. vol.41 no.1 Bogotá Jan./Apr. 2009

 

EL SESGO DE SUBCONFIANZA COMO FENÓMENO DE DOMINIO ESPECÍFICO

UNDERCONFIDENCE BIAS AS A SPECIFIC-DOMAIN PHENOMENON

 

Guillermo Macbeth
Universidad del Salvador, Argentina

Valeria Morán
Universidad Nacional de Cuyo, Argentina

Correspondencia: Guillermo Macbeth, Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas (CONICET). Instituto de Investigaciones Psicológicas de la Universidad del Salvador (IIPUS). Marcelo T. de Alvear 1312, 1º piso, C1058AAV Buenos Aires, Argentina guillermo.macbeth@mail.salvador.edu.ar. Teléfono: +54 11 4813 3400, Fax: +54 11 4813 3404.


Resumen

Se define la calibración o confianza como la coincidencia o discrepancia entre el éxito subjetivo y el éxito objetivo que presenta una persona en la realización de una colección de tareas. Las discrepancias entre uno y otro generan distorsiones conocidas como sesgos de la calibración. Cuando el éxito subjetivo predomina sobre el éxito objetivo se observa el sesgo de sobreconfianza. En el caso contrario, se observa el sesgo de subconfianza. Se presenta un estudio experimental que intenta decidir si el dominio es relevante para la disolución del sesgo de subconfianza. Los resultados indican que el domino es efectivamente relevante para reducir y eliminar esta distorsión del pensamiento humano. La exposición de los participantes a un modelo metacognitivo de calibración de domino específico logró disolver el sesgo. Cuando se empleó un modelo de dominio no específico, en cambio, el sesgo no se disolvió sino que se invirtió produciendo el sesgo de sobreconfianza. Se concluye que el sesgo de subconfianza es un fenómeno metacognitivo de dominio específico.

Palabras clave: calibración, dominio general, dominio específico, sesgo de subconfianza, metacognición.


Abstract

Calibration or confidence can be defined as the empirical convergence or divergence between the subjective success and the objective success achieved by a person in a series of tasks. Discrepancies between the two generate distortions known as calibration biases. The overconfidence bias is observed when the subjective success is greater than the objective success. The underconfidence bias is defined when the inverse case is observed. This article reports an experiment that studies the relevance of the domain for debiasing the underconfidence bias. The aim of the study is to decide if calibration phenomena have specific-domain or general- domain architecture. Results show that domain specificity is relevant for the dissolution of these human thought distortions. The exposure of participants to specific domain calibration training achieved the debiasing purpose. When non-specific domain training was applied, the overconfidence bias was obtained. It is concluded that the underconfidence bias is a specific domain phenomenon.

Key words: calibration, general-domain, specific-domain, underconfidence bias, metacognition.


Calibración, sobreconfianza, subconfianza

La calibración o confianza C puede definirse como la relación de convergencia o divergencia empírica entre el éxito subjetivo o estimado E y el éxito real u objetivo O que presenta una persona en la realización de una serie de tareas (Brenner, Koehler, Liberman & Tversky, 1996; Camerer & Lovallo, 1999; Gigerenzer, Hoffrage & Kleinbölting, 1991; Hausmann & Läge, 2008; Oskamp, 1965). Un estudiante universitario, por ejemplo, puede estimar que su rendimiento en un examen ha sido muy alto cuando en realidad ha sido más bien bajo, es decir, su éxito subjetivo es mayor que su éxito objetivo. Otro estudiante, por el contrario, puede considerar que no logró aprobar el examen cuando en realidad su calificación result ó muy alta, es decir, su éxito subjetivo es menor que su éxito objetivo. Finalmente, otro estudiante pudo obtener el resultado exacto que su estimación subjetiva de éxito le indicó. En el primer caso se observa el sesgo de sobreconfianza (E > O), mientras que en el segundo se produjo el fenómeno contrario, conocido como sesgo de subconfianza (E < O). En el tercer caso, en cambio, el estudiante se encuentra bien calibrado porque su confianza resultó libre de sesgos (E = O).

Esta variedad retrospectiva de calibración puede ser estudiada como un fenómeno complejo de pensamiento que involucra la participación de procesos cognitivos y metacognitivos o de recursividad (Fernandez-Duque & Black, 2007; Macbeth & Cortada de Kohan, 2008). Oskamp (1965) ha propuesto definir la calibración C según la Ecuación 1, cuyo valor resulta positivo para la sobreconfianza y negativo para la subconfianza. Para obtener la calibración C se calculan las discrepancias entre el éxito subjetivo E y el éxito objetivo O para una colección de n cantidad de tareas (Bersabé Morán, Martínez Arias & Tejeiro Salguero, 2003; Macbeth, Ledesma, Razumiejczyk, Cortada de Kohan & López Alonso, 2008).

Se han estudiado diversas variables de la tarea, del participante y del contexto para estos fenómenos de la calibración (Brenner, 2003; Klayman, Soll, Gonzalez- Vallejo & Barlas, 1999; Koehler, Brenner & Griffin, 2002; Lichtenstein, Fischhoff & Phillips, 1982; Merkle & Van Zandt; 2006). Entre los hallazgos m ás relevantes para el presente estudio se encuentran: 1) el efecto difícil-fácil (Lichtenstein et al., 1982; Macbeth, Cortada de Kohan, Razumiejczyk & López Alonso, 2006), 2) la disolución de la subconfianza mediante entrenamiento metacognitivo en calibración (Macbeth & Razumiejczyk, 2008) y 3) la importancia ecológica de los modelos mentales para el logro de una calibración libre de sesgos (Gigerenzer et al., 1991; Macbeth & López Alonso, 2008; Mellers, Hertwig & Kahneman, 2001).

El efecto difícil-f ácil consiste en la intensificación de la sobreconfianza cuando las tareas son cada vez m ás difíciles y de la subconfianza cuando las tareas son cada vez m ás f áciles (Gilovich, Griffin & Kahneman, 2002; Juslin, Winman & Olsson, 2000; Kahneman & Tversky, 2000; Macbeth et al., 2006). Este fenómeno se ha observado en tareas del dominio económico (Angner, 2006; Camerer & Lovallo, 1999), matemático (Macbeth, Cortada de Kohan & Kohan Cortada, 2007), físico (Henrion & Fischhoff, 1986), verbal (Macbeth & Cortada de Kohan, 2008; Macbeth, Razumiejczyk & Cortada de Kohan, 2006), de diagnóstico psicológico (Oskamp, 1965) y de conocimientos generales (Macbeth et al., 2006), entre otros (Simmons & Nelson, 2006; Svenson, 1981) tanto dentro, como fuera del laboratorio (Christensen-Szalanski & Bushyhead, 1981; Clayson, 2005; Koehler et al., 2002). El efecto difícil-fácil pronostica que tanto las tareas fáciles, como los participantes de alto rendimiento, tienden a presentar el sesgo de subconfianza. Ambos fenómenos resultan similares en tanto implican puntajes altos de éxito objetivo O en comparación con el  éxito subjetivo E (Macbeth et al., 2006).

La disolución del sesgo de subconfianza (Fischhoff, 1982; Kahneman & Tversky, 1982) se ha logrado en estudios recientes mediante un entrenamiento metacognitivo sencillo (Macbeth & Cortada de Kohan, 2008; Macbeth & Razumiejczyk, 2008). La calibración libre de sesgo se obtuvo mediante la exposición de los participantes en fase de estudio a un ejercicio de estimación subjetiva de éxito con devolución de los resultados. Se empleó el mismo dominio de tareas para las fases de estudio y prueba. Esta manipulación permitió corregir la distorsión de la calibración. Sin embargo, no se ha intentado aún la disolución experimental del sesgo de subconfianza mediante un entrenamiento que, en fase de estudio, emplee tareas de un dominio diferente del dominio de la fase de prueba.

Los aportes del enfoque ecológico a los estudios sobre calibración han destacado la importancia de la información contextual para la configuración del éxito subjetivo (Dhami, Hertwig & Hoffrage, 2004; García-Retamero & Dieckmann, 2006). Al respecto, Gigerenzer et al. (1991) sostienen que ante una tarea de estimación subjetiva de éxito, los participantes construyen modelos mentales que se alimentan de varias fuentes de información (Clore & Parrott, 1994; Johnson, Hashtroudi & Lindsay, 1993). El recuerdo de experiencias previas similares a la tarea experimental se combina con procesos inferenciales probabilísticos para generar juicios de éxito subjetivo (Macbeth & López Alonso, 2008). Estos experimentos ecológicos sugieren que la exposición a modelos o ejemplos de calibración en fase de estudio resulta relevante para la estimación de éxito subjetivo en fase de prueba (García-Retamero & Dhami, 2009).

Metacognición, dominios y calibración

La calibración puede ser considerada como un fenómeno complejo (Montealegre, 2007) que involucra la participación de procesos cognitivos y metacognitivos (Fernandez-Duque & Black, 2007). La metacognición puede ser entendida, en términos generales, como un proceso mental recursivo de monitoreo y control de otros procesos cognitivos (Organista Díaz, 2005). Varios estudios han sugerido que la metacognición abarca simult áneamente una diversidad de dominios, por lo cual puede ser caracterizada como un proceso de dominio general (Fernandez-Duque & Black, 2007; Osborne, 1998; Schraw, Dunkle, Bendixen & de Backer Roedel, 1995). Desde esta perspectiva resulta coherente esperar que un entrenamiento en calibración sobre un dominio no verbal genere la reducción o disolución del sesgo de subconfianza en un dominio verbal específico.

Estos pronósticos, sin embargo, resultan incompatibles con estudios recientes sobre disolución de la calibración en relación con la experticia en tareas matemáticas y verbales (Macbeth et al., 2006, 2007). Diversos experimentos realizados con expertos en estos dominios han encontrado que los sesgos de la calibración se presentan tanto en el dominio de la experticia como en el dominio de la no experticia.

La revisión conjunta de estos antecedentes recomienda estudiar de manera específica la relevancia del dominio para la disolución de los sesgos de la calibración porque algunos autores consideran que el dominio es relevante (Fernandez-Duque & Black, 2007; Schraw et al., 1995) y otros consideran que no lo es (Kelemen, Frost & Weaver, 2000). En tal sentido, la contribución particular del presente estudio radica en la comparación experimental de dos protocolos de entrenamiento en calibración que permite decidir si el dominio específico es m ás eficiente que el dominio no específico para corregir el sesgo de subconfianza. En estudios previos se han empleado participantes que adquirieron experticia en un dominio determinado antes del experimento, pero no se han realizado aún comparaciones de entrenamientos específicos e inespecíficos adquiridos durante el experimento, según se indica en revisiones recientes (Gilovich et al., 2002; Macbeth & López Alonso, 2008).

Asimismo, el problema del dominio para la configuración de la calibración presenta interés aplicado (Armor & Taylor, 2002; Fischhoff, 1982; Macbeth & Bogiaizian, 2007; Wilson, Centerbar & Brekke, 2002). Cualquier programa de disolución de estos sesgos en el ejercicio de diversas actividades y profesiones requiere un modelo teórico que explique la relación entre calibración y dominio (Brenner, 2000; Erev, Wallsten & Budescu, 1994; Kahneman, 2003; Kahneman, Slovic & Tversky, 1982; Kahneman & Tversky, 2000; Koehler et al., 2002; Wallsten, Erev & Budescu, 2000).

En este contexto resulta importante estudiar si la calibración posee una arquitectura de dominio específico o si se configura como un conjunto de fenómenos de dominio general que atraviesa una multiplicidad de procesos cognitivos. La solución de este problema teórico en relación con el sesgo de subconfianza permitiría implementar intervenciones correctivas para diversas actividades (García-Retamero & Dhami, 2009). Por ejemplo, en el dominio educativo permitiría desarrollar didácticas enriquecidas por el monitoreo metacognitivo libre de sesgos del éxito subjetivo que el alumno realiza sobre su propio aprendizaje (Clayson, 2005). En el dominio económico permitiría que los asesores financieros adecuadamente entrenados cometan menos errores y generen menos pérdidas de capitales (Angner, 2006; Camerer & Lovallo, 1999). En el dominio médico, por su parte, se haría posible la optimización sistemática de la exactitud del diagnóstico clínico mediante programas de entrenamiento en calibración desarrollados sobre la toma de decisiones médicas (Koehler et al., 2002;
Oskamp, 1965).

Método
Participantes

Participaron en este experimento 223 estudiantes de Nivel Polimodal del Sistema Educativo Argentino que abarcadesde los 15 hasta los 18 años de edad y cuenta con unaescolarización previa de nueve ciclos lectivos. Todos los participantes se reclutaron en la Ciudad de Mendoza,Argentina. Predominaron las mujeres (n = 175; 78,5%)sobre los varones (n = 48; 21,5%). No se consideraronen este estudio las diferencias entre géneros porque endiversos experimentos previos las discrepancias de calibración entre mujeres y varones resultaron no significativas(Camerer & Lovallo, 1999; Bersabé Mor án et al., 2003).La media de edad de los participantes resultó de 15,85años (DE = 0,89) y la mediana de 16 años. Se establecierontres grupos formados por dos grupos experimentalesetiquetados en lo que sigue como EXP1 (n = 73) yEXP2 (n = 72) y uno control (n = 78). Se mantuvieronproporciones similares de varones y mujeres en los tresgrupos. La asignación de los participantes a cada grupofue aleatoria. La participación en el experimento fue libre,voluntaria, con conocimiento y consentimiento escritode cada participante.

Instrumentos

Se administraron dos instrumentos con adecuadas propiedades psicométricas, una prueba de aptitud verbal (BAIRES) de Cortada de Kohan (2003) y una prueba de conocimientos generales (Macbeth et a., 2006).

La prueba BAIRES mide el desempeño de jóvenes y adultos en tareas de sinónimos y definiciones en lengua española. Esta prueba se administró a los tres grupos de participantes. BAIRES es un instrumento de papel y l ápiz construido mediante las técnicas de la Teoría de Respuesta al ítem. La confiabilidad de los puntajes obtenidos en esta prueba se mantuvo dentro de lo esperado (a de Cronbach = 0,637). Las tareas específicas del instrumento presentan el formato de respuesta múltiple, con cuatro opciones de respuesta para cada pregunta, de las cuales siempre una y sólo una es la correcta. La versión extensa del BAIRES que se aplicó en fase de prueba a los tres grupos de participantes cuenta con 34 ítems. Los 17 primeros ítems presentan tareas de definiciones y los 17 restantes, de sinónimos. Para las definiciones se presenta un sustantivo acompañado por cuatro definiciones posibles. Para los sinónimos se presenta un sustantivo y cuatro sinónimos posibles. Se solicita a los participantes que elijan la opción que, en cada caso, consideran m ás acertada.

Una versión abreviada del mismo instrumento (Cortada de Kohan, 2003; Macbeth & Cortada de Kohan, 2008) se aplicó en fase de estudio, a modo de entrenamiento de dominio específico, a los participantes del grupo EXP1. La versión abreviada del BAIRES est ácompuesta por 16 ítems, de los cuales 8 son tareas de definiciones y 8 son tareas de sinónimos. Se empleó esta versión abreviada en fase de estudio para evitar una sobrecarga cognitiva de la memoria de trabajo en fase de prueba, en coherencia con estudios previos (Macbeth & Cortada de Kohan, 2008; Macbeth & Razumiejczyk, 2008). Las propiedades psicométricas de la versión abreviada son homogéneas con las propiedades de la versión extensa. Las versiones abreviada y extensa no comparten ningún ítem.

También se empleó una prueba de conocimientos generales (Macbeth et al., 2006) que posee características de administración y propiedades psicométricas similares al BAIRES. Esta prueba, que se aplicó sólo al grupo EXP2 en fase de estudio, cuenta con 16 preguntas de conocimientos generales que abarcan temas de historia, geografía, ciencia y arte. Se incluyeron cuatro preguntas por tema. Cada pregunta presenta cuatro opciones de respuesta, de las cuales una y sólo una es la correcta. La confiabilidad de este cuestionario resultó adecuada (a de Cronbach =0,68).

Ambas pruebas son v álidas, confiables y han sido empleadas en estudios previos sobre calibración (Macbeth et al., 2006; Macbeth & Cortada de Kohan, 2008).

Procedimiento

Al grupo control (n = 78) se le administró sólo la versión extensa del BAIRES en fase de prueba. Al grupo EXP1 (n = 73) se le administró, en fase de estudio, el BAIRES abreviado con las respuestas dadas por una persona ficticia, a modo de entrenamiento de dominio específico, y la versión extensa del mismo instrumento en fase de prueba. Al grupo EXP2 (n = 72), en cambio, se le administró en fase de estudio el cuestionario de conocimientos generales con las respuestas dadas por una persona ficticia, a modo de entrenamiento de dominio no específico y, en fase de prueba, la versión extensa del BAIRES.

Los ejemplos o modelos presentados en ambos grupos experimentales en fase de estudio incluían las respuestas dadas por una persona ficticia. La tarea de los participantes ante este ejemplo consistía en estimar cu ántas de las 16 respuestas dadas por esta persona ficticia son correctas. En los dos ejemplos, específico y no específico, todas las respuestas dadas eran correctas. El objetivo de esta consigna fue que los participantes respondieran espont áneamente una cifra menor que 16. El grupo EXP1 obtuvo en esta variable una media de 13,19 (DE = 1,94) y el grupo EXP2 obtuvo una media de 12,87 (DE = 2,04). La diferencia entre ambos resultó no significativa (t = 0,958; p = 0,339; d de Cohen= 0,16). Luego, al final de la fase de estudio, se pretendió generar en los participantes la sensación de haber incurrido en una subestimación al revelar el experimentador la cantidad verdadera de respuestas correctas del ejemplo (16/16) (Clore & Parrott, 1994; Johnson et al., 1993). Se buscó que esta información ingresada en fase de estudio, es decir, la sensación de haber subestimado, generara m ás tarde, en fase de prueba, un incremento experimental del éxito subjetivo luego de completar la versión extensa del BAIRES. Esta manipulación es coherente con los aportes del enfoque ecológico a los estudios sobre calibración que destacan la relevancia de la información contextual para el ajuste adaptativo del éxito subjetivo. No se implementaron tareas distractoras entre la fase de estudio y la fase de prueba.

Se administró el instrumento en forma grupal. Se realizaron en total 6 sesiones para la recolección de datos (30 < n < 40) en condiciones experimentales homogéneas. Los participantes de los tres grupos completaron la versión extensa del BAIRES en aproximadamente 20 minutos en fase de prueba. El BAIRES abreviado y el cuestionario de conocimientos generales aplicados a los grupos experimentales en fase de estudio no consumieron m ás de 15 minutos en ninguna sesión.

Hipótesis

La hipótesis H1 afirma que el grupo control presenta, en fase de prueba, el sesgo de subconfianza si su rendimiento es relativamente alto o el sesgo de sobreconfianza si su rendimiento es relativamente bajo. Formalmente,

Este pronóstico se justifica por el efecto difícil-fácil informado en estudios previos (Gigerenzer et al., 1991; Macbeth et al., 2006; Oskamp, 1965). En este experimento se esperaba observar, específicamente, el sesgo de subconfianza porque el BAIRES había producido rendimientos altos en experimentos previos sobre calibración (Macbeth & Cortada de Kohan, 2008; Macbeth & Razumiejczyk, 2008).

La hipótesis H2 afirma que el grupo EXP1 no presenta sesgos de la calibración en fase de prueba. Este grupo experimental se definió por su exposición, en fase de estudio, a un ejemplo de dominio específico que incrementa el éxito subjetivo E. Formalmente,

Estudios previos han informado que el sesgo de subconfianza se disuelve mediante entrenamiento metacognitivo en tareas de calibración del mismo dominio y que esta disolución se debe al entrenamiento en calibración antes que a la adquisición de experticia en la tarea (Macbeth & Cortada de Kohan, 2008). El entrenamiento del grupo EXP1 fue sin embargo, novedoso en tanto utilizaba un ejemplo de respuestas dadas por una persona ficticia en una tarea de dominio específico. Esta exposición permitió manipular el éxito subjetivo E de manera focalizada.

La hipótesis H3 sostiene que el grupo EXP2 presenta sesgos de la calibración en fase de prueba. Este grupo experimental se definió por su exposición, en fase de estudio, a un ejemplo de dominio no específico que incrementa el éxito subjetivo E en caso de observarse el sesgo de subconfianza en el grupo control, según se indicó en H1. Se esperaba que el entrenamiento metacognitivo en calibración implementado mediante un ejemplo de dominio no específico generara el sesgo de sobreconfianza en fase de prueba por un incremento err ático y exagerado del éxito subjetivo E. Se pronosticó que esto se producir ápor la exposición de los participantes, en fase de estudio, a un ejemplo de calibración sobre conocimientos generales cuyas estimaciones no pueden transferirse directamente a la calibración sobre tareas verbales. Formalmente,

La ocurrencia de la subconfianza en el grupo control es un presupuesto de las hipótesis H2 y H3. Si el grupo control, por el contrario, mostrase el sesgo de sobreconfianza, definido como una sobreestimación del éxito subjetivo, las manipulaciones experimentales de los grupos EXP1 y EXP2 propondrían un decremento antes que un incremento de la variable E y la hipótesis H3 afirmaría la desigualdad opuesta, es decir,

La hipótesis H4 es un complemento de las hipótesis H1, H2 y H3 y afirma que la calibración C presenta diferencias significativas entre los tres grupos en fase de prueba. Formalmente,

Resultados

Para evaluar la eficacia de las manipulaciones experimentales se realizó un an álisis preliminar del éxito objetivo y del éxito subjetivo en los tres grupos. Se controló que el éxito objetivo O no presentara una diferencia significativa entre los tres grupos, pero que el éxito subjetivo E sí la presentara porque el experimento se propuso manipular específicamente la segunda variable y no la primera. Se procuró que las variaciones de la calibración C se explicaran por las manipulaciones experimentales del éxito subjetivo E provocadas por la presentación de ejemplos de dominio específico (EXP1) y no específico (EXP2) y no por variaciones no controladas del éxito objetivo O.

Con respecto al éxito objetivo O, los puntajes obtenidos en el BAIRES en fase de prueba por los tres grupos no presentaron diferencias significativas ( =1,902; = 2; = 0,152; 2 = 0,017 S ) JO S h ). Con respecto al éxito subjetivo E, en fase de prueba, las diferencias entre los grupos resultaron significativas ( = 8,207; = 2; < 0,001; 2 = 0,069 S ) JO S h ). El an álisis conjunto de estos resultados, cuyo resumen se presenta en la Tabla 1 , indica que la manipulación logró generar variaciones experimentales sólo en el éxito subjetivo E sin afectar simult áneamente al éxito objetivo O, tal como lo exige el objetivo del experimento.

La hipótesis H1 resultó coherente con la evidencia experimental. El grupo control presentó el sesgo de subconfianza en fase de prueba. El éxito subjetivo (E = 15,59;DE = 4,545) resultó significativamente menor que el éxito objetivo (O = 18,19; DE = 3,615) por la prueba t para muestras apareadas (t = -5,08; p <0,01; d de Cohen = 0,63). Este resultado se explica por el rendimiento relativamente alto de estos estudiantes de nivel medio si se los compara con una media de 18,85 (DE = 4,178) respuestas correctas alcanzada por estudiantes universitarios avanzados que participaron en otro experimento similar que aplicó el BAIRES para medir el éxito objetivo (Macbeth et al., 2006).

La hipótesis H2 resultó coherente con la evidencia experimental. El grupo EXP1 no presentó sesgos de la calibración en fase de prueba. El grupo EXP1 fue expuesto a un ejemplo de dominio específico que incrementa el éxito subjetivo E. El éxito subjetivo (EEXP1 = 18,29; DE = 5,179) y el éxito objetivo (OEXP1 = 18,51; DE = 3,271) no discreparon significativamente (t = -0,355; p = 0,724; d de Cohen = 0,05), a diferencia del grupo control que presentó el sesgo de subconfianza, según H1.

La hipótesis H3 resultó coherente con la evidencia empírica. El grupo EXP2 presentó el sesgo de sobreconfianza en fase de prueba. Este grupo de participantes fue expuesto a un ejemplo de dominio no específico que incrementa el éxito subjetivo E, como se indica m ás arriba en la sección Procedimiento. El éxito subjetivo (EEXP2 = 18,58; DE = 5,336) resultó significativamente mayor (t = 2,029; p < 0,05; d de Cohen = 0,26) que el éxito objetivo (OEXP1 = 17,40; DE = 3,637-). El sesgo de subconfianza observado en el grupo control no se observó en el grupo EXP2, pero tampoco se generó una buena calibración como en el grupo EXP1. El incremento experimental del éxito subjetivo E produjo la distorsión opuesta, es decir, el sesgo de sobreconfianza. Esto puede deberse a que la exposición a un ejemplo de dominio no específico en fase de estudio provocó, en el grupo EXP2, una ilusión de ajuste de la calibración en fase de prueba. El ajuste mediante un ejemplo de dominio no específico resultó ilusorio porque la calibración funciona, según lo sugiere la evidencia, como un fenómeno de dominio específico.

La hipótesis H4 resultó coherente con la evidencia experimental. La calibración C presentó, en fase de prueba, una diferencia significativa (F = 11,424; gl = 2; p < 0,001; n2 p = 0,094) entre los tres grupos por las manipulacionesrealizadas en fase de estudio sobre el éxito subjetivoE. La Tabla 2 presenta los valores de la calibración C en cada grupo y la Figura 1 permite observar los resultados del ANOVA.

Todas las variables computadas resultaron normales y homoced ásticas por las pruebas de Kolmogorov-Smirnov y Levene, respectivamente. Estos resultados sugieren, en conjunto, que el dominio de la tarea es relevante para la disolución del sesgo de subconfianza.

Discusión

Se discute, en general, si el dominio es relevante para la configuración de los fenómenos de la calibración. En el mismo sentido y de manera m ás específica se estudia si el dominio es crítico para la disolución del sesgo de subconfianza. Este problema es relevante a nivel teórico porque algunos modelos sugieren que la calibración como fenómeno metacognitivo posee una arquitectura de dominio general (Fernandez-Duque & Black, 2007; Osborne, 1998; Schraw et al., 1995) y otros, en cambio, sostienen que la estimación subjetiva de éxito se comporta de manera diferente en diversos dominios (Kelemen et al., 2000). A la vez, el problema de la calibración y los dominios presenta interés tecnológico a nivel aplicado (García- Retamero & Dhami, 2009). En varios estudios se ha señalado la posibilidad de desarrollar programas de entrenamiento cognitivo para la eliminación de las distorsiones de la calibración (Kahneman & Tversky, 1982; 2000; Koehler et al., 2002). Así, se han sugerido aplicaciones en ámbitos educativos, económicos, judiciales y médicos, entre otros (Macbeth & López Alonso, 2008).

Se ha encontrado en estudios previos que la calibración se libera de sesgos mediante un entrenamiento experimental de dominio específico (Macbeth & Cortada de Kohan, 2008; Macbeth & Razumiejczyk, 2008). Sin embargo,no se registran en el estado del arte experimentos que comparen entrenamientos en calibración de dominio específico con entrenamientos de dominio general. Se propuso en el presente estudio replicar hallazgos previos y compararlos de manera novedosa con un entrenamiento de domino no específico.

La evidencia experimental indica que el sesgo de subconfianza se disuelve mediante la exposición de los participantes a un ejemplo de calibración sobre tareas de dominio específico, en coherencia con estudios previos. Cuando se presentó un ejemplo de dominio no específico, en cambio, la calibración se comportó de manera err ática produciendo el sesgo de sobreconfianza. Se propone explicar este fenómeno como una ilusión de ajuste de la calibración.

Se concluye que el sesgo de subconfianza es un fenómeno de dominio específico. Esta contribución promueve el desarrollo de intervenciones correctivas específicas en ámbitos aplicados. Los resultados obtenidos permiten explicar por qué fracasaron numerosos intentos previos de corrección de sesgos de la calibración. En diversos estudios se ha intentado eliminar sin éxito la distorsión mediante la advertencia directa a los participantes (Oskamp, 1965), la recompensa con incentivos económicos (Angner, 2006; Camerer & Lovallo, 1999), la exposición a información ecológica relevante (Gigerenzer et al., 1991; Macbeth & López Alonso, 2008), la adquisición de experticia sin monitoreo metacognitivo de la calibración (Christensen-Szalanski & Bushyhead, 1981; Macbeth & Cortada de Kohan, 2008) y la motivación (Clayson, 2005), entre otros (Fischhoff, 1982).

Entre las limitaciones de este estudio se destaca el empleo de un único entrenamiento de dominio no específico. Se recomienda estudiar en futuras investigaciones el comportamiento de la calibración ante diversos protocolos de entrenamiento de dominio general. Otra limitación importante consiste en la comparación de los entrenamientos correctivos con un grupo control que presenta el sesgo de subconfianza. Se recomienda replicar este experimento sobre la base de un grupo control con sesgo de sobreconfianza.

Los hallazgos del presente estudio son coherentes con aportes previos (Klayman et al., 1999) y recomiendan investigar su generalización a otras tareas y contextos. Se propone explorar en estudios ulteriores si la calibración es, en general y no sólo para el sesgo de subconfianza, un fenómeno metacognitivo de dominio específico. Esta generalización implica estudiar el comportamiento de los sesgos de sobreconfianza y subconfianza, así como su ausencia en relación con el dominio para diferentes tareas, participantes y contextos.

Referencias

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Recibido: noviembre de 2008.
Aprobado: enero de 2009.

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