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Revista Colombiana de Ciencias Pecuarias

Print version ISSN 0120-0690On-line version ISSN 2256-2958

Rev Colom Cienc Pecua vol.18 no.1 Medellín Jan./Apr. 2005

 

Efecto de la edad de corte y del nivel de fertilización nitrogenada sobre el valor energético y proteico del pasto kikuyo (Pennisetum clandestinum)

 

Claudia Soto1, Zoot; Alexander Valencia1, Zoot; Rubén D Galvis2, Zoot, MSc; Héctor J Correa2, Zoot, MSc.

1Profesional independiente;

2Departamento de Producción Animal, Universidad Nacional de Colombia, sede Medellín, AA 1779, Medellín Colombia.

rdgalvis@unalmed.edu.co

(Recibido: 4 agosto, 2004; aceptado: 24 enero, 2005)

 

Resumen

Con la finalidad de evaluar el efecto de la edad de corte y del nivel de fertilización nitrogenada sobre el contenido de energía neta de lactancia (ENL) y los parámetros de degradabilidad ruminal de la proteína cruda (PC) del pasto kikuyo (Pennisetum clandestinum), se seleccionó un potrero del Centro de Producción Paysandú de la Universidad Nacional, donde se delimitaron 16 parcelas a las cuales se les asignó al azar uno de los siguientes tratamientos: T1 (30 días de corte y 0 kg/N/Ha/Corte), T2 (60 días de corte y 0 kg/N/Ha/ Corte), T3 (60 días de corte y 50 kg/N/Ha/Corte) y T4 (30 días de corte y 50 kg/N/Ha/Corte). Luego de 120 días de tratamiento se recolectaron 5 submuestras de cada parcela con las que se conformó una muestra final para cada parcela en las que se analizó el contenido de PC, fibra en detergente neutro (FDN), fibra en detergente ácida (FDA), PC insoluble en detergente neutro (PCIDN), PC insoluble en detergente ácido (PCIDA), Cenizas (Cen), Extracto etéreo (EE), y carbohidratos no estructurales (CNE) a partir de los cuales se realizó la estimación del contenido de ENL. Estas muestras se sometieron así mismo a una prueba de degradabilidad ruminal por el método in situ. Los resultados mostraron que los tratamientos no afectaron el contenido de PC (19.04%), FDN (56.6%), FDA (30.4%), PCIDN (3.6%), PCIDA (1.37%), los CNE (10.8%) ni los parámetros de cinética ruminal de la PC del pasto kikuyo (p>0.05), mientras que el contenido de Cen fue menor en el pasto fertilizado (9.02%, p<0.05), el de EE fue más alto en el pasto fertilizado y cortado a 60 días (4.46%, p<0.05) y, en consecuencia, el contenido de ENL fue mayor en éste (1.1 Mcal/kg de MS, p<0.05). Se concluye que las edades de corte y los niveles de fertilización nitrogenada a los que fue sometido el pasto kikuyo en este trabajo afectaron ligeramente su calidad nutricional.

Palabras clave: cinética ruminal, evaluación nutricional, NRC 2001.

 

Introducción

El pasto kikuyo (Pennisetum clandestinum) es una (15, 31). Esto se debe posiblemente a los altos niveles de las gramíneas más ampliamente utilizadas en los de fertilización nitrogenada a la que es sometido (22, sistemas de producción de lechería especializada en 33, 39) y que determina, además, el incremento en la el departamento de Antioquia (10) la cual se caracteriza fracción soluble de la PC (fracción a) en detrimento por su alto contenido de proteína cruda (PC) y bajo de la fracción potencialmente degradable (fracción contenido de carbohidratos no estructurales (CNE) b) (33). La edad de corte es otro factor que puede afectar la composición química de los forrajes (5) pero que en el caso particular del pasto kikuyo parece tener un menor impacto debido a su hábito de crecimiento. El kikuyo es un pasto que forma estolones sobre la superficie del suelo con entrenudos cortos a partir de los cuales surgen raíces que fijan los estolones al suelo, de tal manera que lo que queda al acceso de los animales son principalmente hojas. Por tal razón, este pasto se caracteriza por tener una alta relación hoja: tallo que impide que la composición química del pasto se modifique tan marcadamente como sucede en otros (43).

La composición química, sin embargo, no es suficiente para establecer el valor nutricional de los alimentos (14). El Consejo Nacional de Investigaciones de los Estados Unidos (26) ha planteado nuevas metodologías para establecer el valor nutricional de los alimentos que pueden ser utilizados en sistemas de alimentación de ganado lechero y que representan un avance con relación a la propuesta publicada previamente (25). Las diferencias más significativas tienen que ver con la estimación del contenido de energía y proteína de los alimentos. El modelo más reciente estima el contenido de energía de acuerdo a la propuesta de Weiss (42) que se basa en la composición química de los alimentos y en un factor de corrección para la disminución en la digestibilidad en función del consumo de materia seca (CMS). El valor proteico, por su parte, requiere de la estimación de los parámetros de cinética ruminal mientras que la estimación de la tasa de pasaje (kp) esta basada en el CMS. Esto quiere decir que tanto la estimación de los aportes de energía como de proteína son dinámicos a diferencia de los valores estáticos y tabulados de las ediciones anteriores. Esta nueva propuesta implica la evaluación de un mayor número de parámetros, razón por la cual la información existente para establecer el valor nutricional de los alimentos es limitada, lo que hace necesario evaluarlos bajo las nuevas metodologías.

La finalidad de este trabajo fue establecer el efecto de la edad de corte y el nivel de fertilización nitrogenada sobre el contenido energético y proteico del pasto kikuyo estimados bajo las metodologías propuestas por el NRC 2001 (26).

 

Materiales y métodos

El trabajo de campo se llevó a cabo en el Centro de Producción Paysandú de la Universidad Nacional de Colombia, Sede Medellín, localizado en el corregimiento de Santa Elena (Antioquia), a 2300 m.s.n.m., con una temperatura promedio de 16 °C, perteneciente a una zona ecológica de bh-MB. En este Centro de Producción se seleccionó un potrero sembrado con pasto kikuyo (Pennisetum clandestinum) en el que se delimitaron 16 parcelas a las cuales se les asignó al azar uno de los siguientes cuatro tratamientos (cuatro parcelas/tratamiento): T1 (30 días de corte y 0 kg/N/ Ha/Corte), T2 (60 días de corte y 0 kg/N/Ha/Corte), T3 (30 días de corte y 50 kg/N/Ha/Corte) y T4 (60 días de corte y 50 kg/N/Ha/Corte). De esta manera los tratamientos se organizaron en un diseño completamente al azar en un arreglo factorial 2 x 2 (dos edades de corte y dos niveles de fertilización nitrogenada). Las parcelas de los T1 y T2 tuvieron un área de 12 m2, mientras que las asignadas al T3 tuvieron un área de 400 m2 y las asignadas al T4 fueron de 800 m2. Las diferencias en el tamaño de las parcelas fueron debidas a que, paralelo a está investigación, se realizó un experimento que utilizó el forraje de los cuatro tratamientos en proporciones dietarias desiguales, entonces a priori se determinaron las áreas necesarias para suplir las necesidades de forraje del experimento paralelo. Lo anterior se tuvo en cuenta al momento del muestreo, de tal modo que las muestras de cada tratamiento fueran representativas. Las parcelas de los T1 y T3 fueron sometidas a cuatro periodos de corte de emparejamiento en tanto que las parcelas de los T2 y T4 fueron sometidas a dos periodos de corte con su respectiva fertilización entre cortes. Las diferencias en los periodos de corte de emparejamiento son debidas a que el periodo destinado para el preensayo fue de 4 meses, por lo tanto T1 y T3 (edad de corte de 30 días) alcanzarón a tener 4 cortes de emparejamiento, mientras que T2 y T4 (edad de corte de 60 días), alcanzaron en este periodo sólo dos cortes. La fuente de nitrógeno que se utilizó fue urea con 46% de nitrógeno.

Una vez cumplida la edad de corte se tomaron cinco submuestras al azar de cada parcela que luego se mezclaron homogéneamente para conformar una sola muestra. Estas fueron inmediatamente transportadas bajo refrigeración hasta el laboratorio de Bromatología de la Universidad Nacional, Sede Medellín donde se secaron a 65 °C por 48 horas en una estufa de aire forzado y se tomaron dos submuestras una de las cuales se utilizó para llevar a cabo una prueba de degradabilidad ruminal y la otra se almacenó hasta que se realizaron los análisis químicos necesarios. Las muestras que se reservaron para la prueba de degradabilidad ruminal fueron molidas hasta un tamaño de 2.0 mm mientras que las que se reservaron para los análisis químicos se molieron a 1.0 mm. En estas últimas se determinó el contenido de cenizas (Cen), extracto etéreo (EE) y proteína cruda (PC) de acuerdo a métodos descritos previamente (3), en tanto que la determinación del contenido de fibra en detergente neutro (FDN), fibra en detergente ácido (FDA) y lignina (Lig), se llevaron a cabo por los métodos descritos por Van Soest y Robertson (38). La Lig se determinó en una muestra resultante de la mezcla de una submuestra de cada una de las cuatro repeticiones de cada tratamiento. En los residuos de la FDN y de la FDA se estableció el contenido de PC para determinar la PC insoluble en detergente neutro (PCIDN) y la PC insoluble en detergente ácido (PCIDA). El contenido de CNE se calculó por diferencia (26).

Para establecer el valor energético de las muestras de pasto kikuyo se recurrió al procedimiento propuesto por Weiss (42), que parte de estimar las digestibilidades verdaderas de los CNE (dvCNE), de la PC (dvPC), del FDN (dvFDN) y del EE (dvEE), así:

dvCNE = 0.98*(100 - ((FDN - PCIDN) + PC + EE + Cenizas))

dvPC = PC * exp(-1.2*(PCIDA/PC))

dvFDN =0.75*(FDN-PCIDN-Lig)*(1-(Lig/(FDN- PCIDN))0.667)

Se asumió que la dvEE en el pasto kikuyo es del 100%.

El contenido de nutrientes digestibles totales (NDT) del forraje se calculó así:

NDT (% de la MS) = dvCNE + dvPC + dvFDN + dvEE - 7.

En vista de que al incrementarse el consumo de alimento se reduce la digestibilidad del mismo, la propuesta de Weiss (42) introduce una ecuación empírica para calcular el porcentaje de disminución en la digestibilidad (F) en función del consumo de materia seca (CMS):

F = [(NDT - [(0.18*NDT) - 10.3])*CMS]/NDT

Fue asumido que el CMS correspondió al 3.5% del peso vivo.

En la propuesta de Weiss (42) el cálculo de la energía digestible (ED) se hace posterior al cálculo del factor F y este se realiza multiplicando el contenido estimado de digestibilidades verdaderas de las fracciones energéticas, por sus respectivos calores de combustión haciendo una corrección por la energía metabólica fecal. Es así como para la mayoría de los alimentos, incluidos los forrajes, se tiene que:

ED (Mcal/kg) = (dvCNF/100)*4.2 + (dvFDN/ 100)*4.2 + (dvPC/100)*5.6 + (EE/100)*9.4 - 0.3

La corrección por energía metabólica fecal (0.3 Mcal/kg) resulta de multiplicar un valor constante de pérdida asumida en NDT de 7% por su calor de combustión (4.4 Mcal/kg).

La ED calculada en el paso anterior se multiplicó por el F para obtener la ED corregida (EDc):

EDc = ED*F

En la propuesta de Weiss (42), la EM es calculada a partir de la ED utilizando la misma ecuación que se empleaba en la versión NRC 1989 (25), pero haciendo una corrección que implica un incremento en 0.0046 % por cada unidad de incremento en el contenido de EE por encima de 3%, lo que implica que se incrementa el valor de EM de alimentos altos en EE:

EM (Mcal/kg de MS) = [1.01x(DEc)-0.45] + 0.0046x(EE-3)

Para estimar el contenido de ENL de los alimentos se empleó la ecuación que hace la estimación a partir de la EM para alimentos con más de 3% de grasa:

ENL = [0.703xEM]-0.19 + ([( 0.097* EM+ 0.19)/ 97]* [EE-3])

Las pruebas de degradabilidad ruminal de la PC se llevaron a cabo mediante la técnica in situ (32). Para ello se utilizaron cuatro vacas adultas de la raza Holstein que estaban secas, vacías y dotadas de cánulas ruminales de goma. Así mismo se utilizaron 128 bolsas de nylon de 5 x 10 cm en cada una de las cuales de empacaron aproximadamente 3.0 gramos de muestra y se incubaron en el rumen de las cuatro vacas durante 0, 2, 4, 8, 16, 24, 48 y 72 horas, usando una bolsa para cada tiempo de incubación y para cada tratamiento en cada uno de los cuatro animales. Antes de empacar las muestras en las bolsas de nylon, tanto éstas como las muestras del pasto se secaron a 60 °C por 48 horas. Las bolsas se sujetaron a mosquetones metálicos, fijados a una cadena metálica de un metro de longitud; que se introdujo en la parte ventral del rumen y se sujetó a la parte externa de la tapa de la cánula ruminal mediante un cordel de cáñamo. Las bolsas se incubaron en el rumen comenzando con el tiempo más largo (72 horas) prosiguiendo hasta las 0 horas (20 minutos) de tal manera que al final de la incubación, todas las bolsas se extrajeron al mismo tiempo y se lavaron simultáneamente con agua de grifo hasta que el agua salió limpia (29).

Las bolsas con los residuos se secaron a 60 °C durante 48 horas, se colocaron al ambiente hasta que su temperatura se estabilizó y se pesaron. En el residuo que quedó en cada bolsa incubada se determinó el contenido de MS y de PC cuyos datos se utilizaron para estimar la degradabilidad ruminal (DR), la fracción soluble (a), la fracción potencialmente degradable (b) y la constante de la cinética de degradabilidad ruminal (kd) de la PC. Para ello se utilizó el modelo propuesto por Ørskov y McDonald (32): DR = a + b (1-e-kdt), donde t es el tiempo de incubación. Cuando los datos mostraron la presencia de un tiempo de retrazo en el inicio de la degradación (Lag) se utilizó la ecuación de McDonald (20):

DR = a + b (1-e(-c*(t-Lag))).

La estimación de los parámetros de la cinética ruminal de la PC se llevó a cabo mediante los procedimientos no lineales del programa estadístico SAS (35).

Las variables de respuesta se analizaron estadísticamente mediante el siguiente modelo:

Yijk = µ + Fi + Ej + FEij + •ijk.

donde Yijk es la variable respuesta; µ es la media poblacional; Fi es el efecto del i-ésimo nivel de fertilización; Ej es el efecto de la j-ésima de la edad de corte; FEij es el efecto de la interacción entre el i-ésimo nivel de fertilización y la j- ésima edad de corte; y •ijk es el error experimental asociado a la késima unidad experimental. El análisis estadístico se realizó utilizando el PROC GLM del paquete estadístico SAS (35).

Resultados

En la tabla 1 se presentan los resultados del efecto de la edad de corte y nivel de fertilización nitrogenada sobre la composición química del pasto kikuyo (Pennisetum clandestinum). Como se puede apreciar no hubo efecto de los tratamientos sobre el contenido de PC del pasto. Los valores oscilaron entre 17.98 y 20.09% de la MS (p>0.05). Por el contrario, se evidenció un efecto del nivel de fertilización sobre el contenido de Cen, siendo más alto con el pasto sin fertilizar (p<0.05). Así mismo, hubo efecto del nivel de fertilización y la edad de corte sobre el contenido de EE siendo más alto en el pasto fertilizado y cosechado a los 60 días de edad (p<0.05). Al igual que con la PC, no hubo efecto de los tratamientos sobre la FC, la FDN, la FDA, PCIDN, PCIDA y los CNE (p>0.05).

En cuanto al contenido de ENL, este fue afectado únicamente por el nivel de fertilización (p<0.05) (véase Tabla 2) obteniéndose el valor más alto con el pasto fertilizado. La edad de corte no afectó el contenido de energía del pasto kikuyo.

Los parámetros de cinética de la degradación ruminal de la PC (véase Tabla 3) no fueron afectados por los tratamientos. La fracción a correspondió en promedio al 31.44% mientras que la fracción b representó el 61.04% de la PC. La kd fue de 0.043/ h en tanto que el tiempo Lag alcanzó un valor promedio de 4.91 h.

 

Discusión

Desde la década de los años cincuenta del siglo pasado, en que la urea comenzó a producirse industrialmente, se ha incrementado la aplicación de este fertilizante sobre pasturas, resultando en un incremento en la producción de biomasa por unidad de área (4, 16). Este incremento, a su vez, aumentó la capacidad de carga de las praderas y, en consecuencia, incrementó la producción por hectárea. Por otra parte, la fertilización nitrogenada ha permitido el pastoreo a edades más tempranas con lo que los animales han tenido acceso a un forraje con mayor digestibilidad, incrementándose el consumo del mismo y, en consecuencia, mejorándose la producción por animal (33).

 

La fertilización nitrogenada, igualmente, afecta la asignaron los tratamientos sin fertilización no se les calidad nutricional de las pasturas (22, 33, 39). En aplicó urea durante al menos 120 días (cuatro cortes este trabajo, sin embargo, este efecto no fue muy en el tratamiento de 30 días y dos cortes en el de 60 marcado, no obstante que las parcelas a las que se les días). Solamente se presentó una disminución en el contenido de cenizas y un incremento en el EE del pasto fertilizado.

Esto pudo ser debido al fertilizante remanente en el suelo del potrero en el que se instalaron las parcelas experimentales. Este, al igual que los demás potreros del Centro de Producción Paysandú que son asignados a las vacas en producción, son fertilizados periódicamente con fertilizantes nitrogenados como la urea. Ha sido reportado que la aplicación excesiva de nutrientes como el nitrógeno (N) y el fósforo (P), más allá de los requerimientos del cultivo, conducen a una sobrecarga de estos sobre el suelo y sobre las aguas de drenaje (19). Los análisis de suelos que se han realizado en el Centro de Producción Paysandú muestran un incremento histórico en el nivel de P incrementándose desde 15 ppm en 1998 a 46.5 ppm en el año 2004. Es de esperarse que haya sucedido una situación similar con el N en los suelos.

Knowlton (19) ha estimado que en el condado de Rockingham (Virginia, Estados Unidos), una región en la que existe una alta concentración de hatos lecheros que se explotan intensivamente, más del 90% de los suelos presentan niveles excesivos de P que indican que durante al menos 10 años no habría necesidad de aplicar fertilizantes fosforados al suelo. Algo similar habría de presentarse con el N, sugiriendo que la aplicación de fertilizantes nitrogenados luego de cada pastoreo es innecesaria.

La sobrecarga de nutrientes en los suelos ha incrementado la necesidad de precisar cada vez más los programas de fertilización de los cultivos forrajeros (4), los que necesariamente tienen que basarse en la estimación más precisa de las demandas de nutrientes del cultivo y de las fuentes de fertilización. Es probable que en este último aspecto sea donde más errores se cometen ya que el aporte de los nutrientes se calcula teniendo en cuenta únicamente la concentración de los mismos en los fertilizantes que se aplican y en la cantidad aplicada. Sin embargo, no se tiene en cuenta la cantidad de nutrientes que se reciclan a través de las heces y la orina (19, 28). Ha sido señalado que, en promedio, el N excretado en las heces y en la orina representan el 32.1 y el 36.8% del N consumido, respectivamente (17). Es decir, que en su conjunto, cerca del 70% del N consumido se recicla en las heces y en la orina y que solo el 30% se retiene en la leche y en los tejidos; esto es considerando el balance total de nitrógeno en el sistema de producción. Bajo las condiciones de alimentación que prevalecen en la zona oriente de Antioquia, la retención del N es mucho más baja promediando el 18% del N consumido (7). Esto es debido, posiblemente, a que la concentración de N en el pasto kikuyo es mucho más alta que la requerida por los animales (7, 23) y a que la utilización de la proteína degradable en rumen para la síntesis de proteína microbiana es muy baja (34, 21), con lo que un porcentaje importante del N consumido es absorbido como N amoniacal, que luego de ser transformado en urea en el hígado, es principalmente eliminado en la orina (11).

Lo anterior indica la necesidad de establecer un balance de nutrientes en el hato que permita calcular la cantidad de nutrientes que ingresan y la cantidad de nutrientes que se exportan del hato, con la finalidad de minimizar las sobrecargas de nutrientes a los animales, a los suelos y al agua (9).

El contenido más alto de ENL en el pasto fertilizado fue consecuencia de la disminución en la concentración de Cen y del incremento en la concentración de EE. Dado que los minerales no aportan energía, una reducción en su concentración mejora el valor energético del alimento. En vista que el modelo del National Research Council (26) asume que los ácidos grasos contenidos en el EE de los alimentos son totalmente digestibles, un incremento en su concentración mejora el valor energético del pasto.

La fertilización nitrogenada mejora el contenido de proteína del forraje (22, 33, 39) debido principalmente al incremento en el N soluble y el NNP, es decir, en la fracción a, en detrimento de la fracción b (33). La fracción c no parece modificarse por la fertilización nitrogenada (33) o puede manifestar un incremento (22). En este trabajo la fertilización nitrogenada tampoco afectó la cinética de la degradación ruminal de la PC del pasto kikuyo.

El valor promedio para la fracción a hallada en este trabajo (31.44%), fue más bajo que el reportado por Carulla (8) (40.3%), Gaitán y Pabón (15) (50.0%) y Bernal y Montoya (6) (42.9%), pero más alto que el reportado por Agudelo y Restrepo (1) (19%) y por Correa y Marín (12) (19.4%), para muestras de pasto kikuyo con un contenido similar de PC. La fracción b, por su parte (61.04%), fue muy similar a la reportada por Agudelo y Restrepo (1) (61.84%), pero más alta que las reportadas por Gaitán y Pabón (15) (44.0%), Correa y Marín (12) (54.4%), Carulla (8) (42%) y Bernal y Montoya (6) (45.26%). La kd (0.043/h), fue más alta que la reportada por Bernal y Montoya (6) (0.031/h) y por Agudelo y Restrepo (1) (0.032/h), pero más baja que la reportada por Gaitán y Pabón (15) (0.0783/h) y por Correa y Marín (12) (0.0668/h). Estas diferencias en los parámetros de cinética ruminal pueden ser debidas a un manejo agronómico diferencial de las pasturas y a la metodología utilizada, particularmente en lo que tiene que ver con el tamaño de partícula del material a incubar en rumen. Ha sido señalado que mientras mayor es el tamaño de la partícula de las muestras incubadas en las bolsas de nylon, menor es la pérdida de material por los poros de la bolsa (40). En el presente trabajo las muestras de alimento fueron molidas hasta un tamaño de 2 mm mientras que en el de Gaitán y Pabón (15), Agudelo y Restrepo (1) y Bernal y Montoya (6) las muestras fueron molidas hasta 1 mm. Aunque en el trabajo de Correa y Marín (12) las muestras fueron molidas a 0.5 mm, se realizó una corrección debido a la pérdida de material por los poros de la bolsa, reportando los datos corregidos.

La presencia de un tiempo Lag estaría corroborando lo anterior. Sin embargo, este es un concepto que ha generado muchas discusiones. McDonald (20) definió por primera vez el concepto de tiempo Lag o fase de latencia como el periodo en el cual no ocurre una desaparición del sustrato que se encuentra en la bolsa debido a que los microorganismos ruminales necesitan un tiempo mínimo para adherirse a este, por lo tanto, al principio no hay una pérdida de materia seca en la bolsa, de hecho podría haber un pequeño incremento. Neal y Martin (27) coincidiendo con este concepto, señalan que el tiempo Lag está posiblemente relacionado con la accesibilidad de los microorganismos a la fibra de los alimentos, indicando que todas las diferencias físicas y químicas de la fibra pueden afectar de alguna manera los parámetros de cinética ruminal (tiempo Lag, constante la cinética de degradación ruminal y degradabilidad efectiva). Sin embargo, Sauvant (36) critica la manera como se concibe que la degradabilidad se relaciona con el tiempo Lag, al señalar que existe una presunción errónea de que la fase Lag ocurre antes de que dé inicio la degradación. En vista de que las partículas del alimento tienen condiciones físicas y químicas particulares, es de esperarse que la degradación comience en el mismo momento en que éstas ingresan al rumen, incrementándose en la medida en que las limitaciones de este tipo sean superadas. Es por ello que resulta poco creíble pensar en una digestión cero (13, 20) durante el período lag y que superado éste, se inicie instantáneamente la degradación (37).

Se ha reconocido que las gramíneas presentan mayor contenido de fibra que las leguminosas como la alfalfa. Por tal razón las gramíneas tienden a ser digeridas a tasas más lentas, con un tiempo Lag más prolongado que las leguminosas (30). Alvir y González (2), sin embargo, reportaron un tiempo Lag para la PC de alfalfa más prolongado que el hallado en este trabajo para la PC del pasto kikuyo. Estos autores encontraron que este valor osciló entre 5.31 y 6.25 h. Gaitán y Pabón (15), por su parte, reportaron un tiempo Lag para la PC de pasto kikuyo más bajo (3.9 h) que el hallado en este trabajo (4,91h), al igual que el reportado por Villa y Fernández (41) para la PC de hojas de yuca (2.76 h).

La estimación del tiempo Lag, cuando los datos indican que este existe, es fundamental para el cálculo de la degradabilidad efectiva (DE) (13). Villa y Fernández (41) encontraron que el cálculo de la proteína degradable en rumen (PDR) es superior cuando se emplea el modelo Ørskov y McDonald (32) que cuando se utiliza el modelo de McDonald (20), siendo más confiable este último ya que reduce los errores de estimación de la degradabilidad de la proteína. Gaitán y Pabón (15), por su parte estimaron que la inclusión del tiempo Lag afecta el valor estimado de PDR y de proteína no degradable en rumen (PNDR) de los alimentos, disminuyendo la PDR a favor de la PNDR. El modelo del National Research Council 2001 (26), no incluye el tiempo Lag en los cálculos para estimar la PDR y PNDR de los alimentos, lo que podría indicar en el caso de alimentos que presenten un tiempo Lag y que este sea prolongado, que se estaría sobrevalorando la degradabilidad de la proteína en el rumen y subvalorando el aporte de proteína no degradable hacia tracto posterior. En este sentido parece apropiado utilizar el modelo de McDonald (20) en lugar del modelo de Ørskov y McDonald (32), para la estimación tanto de los parámetros de la cinética ruminal de las proteínas, como de la degradabilidad efectiva de las mismas cuando se presume la existencia del tiempo Lag.

La edad de corte puede modificar la composición química del pasto kikuyo. En el presente trabajo la edad de corte afectó ligeramente la composición química de este pasto. Esto pudo ser debido a que, para estas dos fracciones en los datos reportados por como se señaló anteriormente, el hábito de crecimiento Naranjo (24), citados anteriormente fueron 0.72 y del kikuyo favorece la relación hoja: tallo, ya que la 2.3%, respectivamente. misma no se modifica substancialmente con la edad, lo que impide que la composición química del pasto Otros autores también encontraron que a medida cambie tan marcadamente como sucede en otras que aumenta la edad de rebrote del pasto kikuyo, el gramíneas forrajeras (43). Otros trabajos, han contenido de PC disminuye mientras se incrementan reportado cambios de la composición química de este los de fibra cruda y de lignina (18). Esto en las islas pasto con la edad de corte. Es así como Naranjo (24), de Hawaii en donde los pastos se ven sometidos a encontró que la concentración de PC se redujo en tanto periodos de luz más prolongados y estables y a menores que la de FDN se incrementó al recolectar muestras alturas sobre el nivel del mar que en la zonas frías de de kikuyo cada 7 días desde el día 21 hasta el día 63 la región andina, de tal manera que los resultados no de rebrote. En este trabajo, no se hicieron repeticiones son comparables con los obtenidos bajo condiciones suficientes para adelantar un análisis estadístico que en las que se realizó el presente trabajo. demostrara que las diferencias observadas fueran significativas. El contenido de PC reportado al día 21 Bajo las condiciones en las que se realizó este fue de 18.72%, mientras que para el día 56 este dato trabajo, los niveles de fertilización nitrogenada y las fue de 18%. En el caso de la FDN la situación no es edades de corte a las que se sometió el pasto kikuyo, muy diferente, ya que pasó de una concentración de no afectaron marcadamente su calidad nutricional, 58.6% a los 28 días, a una de 60.9% a los 49 días. Es debido posiblemente al nitrógeno remanente en los probable que sí se hubieran hecho suficientes suelos y al hábito de crecimiento de este pasto. Estos repeticiones, no se habrían encontrado diferencias resultados sugieren que no es necesario fertilizar esta significativas para estas dos fracciones, ya que la gramínea con fuentes nitrogenadas luego de cada desviación estándar para la PC y la FDN fueron 1.2 y pastoreo y que el corte a los 60 días puede conservar 2.1%, respectivamente, mientras que las diferencias su calidad nutricional.

 

Agradecimientos

Este trabajo fue realizado como parte del proyecto “Caracterización del metabolismo del nitrógeno en vacas lactantes en un hato lechero del oriente antioqueño” financiado por la Dirección de Investigaciones de la Universidad Nacional, sede Medellín (código DIME: 030803684).

 

Summary

Effects of the cutting age and the level of nitrogen fertilization over the energetic and proteic value of the grass ‘Kikuyo’ (Pennisetum clandestinum).

To evaluate the effect of cutting age and the nitrogen fertilization level over the net content of energy of lactation (NEL) and the ruminal degradation standards of the crude protein (CP) grass kikuyu (Pennisetum clandestinum), a grass-field sector was selected at ‘National University’s Paysandu Production Center, where 16 parcels were delimited. The following treatments were randomly assigned: T1 (30 days of cutting and 0kg/N/Ha/Cutting), T2 (60 days of cutting and 0 kg/ N/Ha/Cutting), T3 (30 days of cutting and 50 kg/N/Ha/Cutting) and T4 (60 days of cutting and 50 kg/N/Ha/Cutting). After 120 days of treatment, 5 sub samples of each parcel were collected conforming a final sample for each parcel in which the CP content was analyzed (CP), fiber in neutral detergent (FND), fiber in acid detergent (FAD), insoluble CP in neutral detergent (CPIND), insoluble CP in acid detergent (CPIAD), ashes (Ash), ethereal extract (EE), and nonstructural carbohydrates (NEC) from which the estimation of the ENL content was made. These samples were also put under a ruminal degradation test by the in situ method. Results showed that the treatments did not affect the CP content (19.04%), FND (56.6%), FAD (30.4%), CPIND (3.6%), CPINEC(1.37%), NEC (10.8%) nor the parameters of kinetic ruminal of CP kikuyu grass (p>0.05), whereas the content of Ash was smaller in the fertilized grass (9.02%, p<0.05), the EE was higher in the fertilized grass and with to 30 days of cutting (4.46%, p<0.05) and, consequently, the ENL content was greater in this one(1.1 Mcal/kg of MS, p<0.05). It could be concluded that the cutting ages and the nitrogen fertilization levels to which the kikuyo grass was submitted, affected slightly its nutritional quality.

Key words: kinetic ruminal, nutritional evaluation, NRC 2001.

 

Referencias

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