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Revista Interamericana de Bibliotecología

Print version ISSN 0120-0976On-line version ISSN 2538-9866

Rev. Interam. Bibliot vol.28 no.1 Medellín Jan./June 2005

 

DEBE TENER BASES PEDAGÓGICAS EL BIBLIOTECÓLOGO
DEDICADO A LA PROMOCIÓN DE LA LECTURA?*

Edilma Naranjo Vélez**

** Bibliotecóloga, Maestra en Bibliotecología de la Universidad Nacional Autónoma de México. Profesora, Coordinadora de Postgrados e investigadora de la Escuela Interamericana de Bibliotecología de la Universidad de Antioquia. Medellín - Colombia. edyn_98@yahoo.com, env@nutabe.udea.edu.co

RESUMEN

Debido a la importancia de la formación del bibliotecólogo en el campo de la promoción de la lectura, en el ámbito colombiano y latinoamericano, se presentan de manera concreta los resultados de la investigación “El Bibliotecólogo como Promotor de la Lectura y sus Bases Pedagógicas”. En primera instancia se parte de conceptos esenciales alrededor de la promoción de la lectura y su papel sociocultural, además de la importancia de la docencia y los conocimientos básicos que debe tener un bibliotecólogo promotor de la lectura en esta área. Finalmente se presenta la metodología empleada para el acopio y análisis de la información, y algunas conclusiones, propuestas y recomendaciones que pueden ser aplicadas en otros contextos regionales.

PALABRAS CLAVE: Promoción de la lectura / Promotor de la lectura / Formación bibliotecaria.

NARANJO VÉLEZ, Edilma. ¿Debe tener bases pedagógicas el bibliotecólogo dedicado a la promoción de la lectura?. En: Revista Interamericana de Bibliotecología. Vol. 28, No. 1 (ene.-jun. 2005); p. 113-145.

ABSTRACT

Given the importance of training the librarians of Colombia and Latin America in the promotion of reading, this article presents the results of a study entitled “The Librarian as Promoter of Reading and its Pedagogical Bases.” It begins with the basic concepts having to do with the promotion of reading and its sociological role, and then proceeds to the importance of teaching the basic concepts needed by librarians to promote reading in this area. This article concludes with the methodology used in the study, along with conclusions, proposals, and recommendations that can be utilized in other regional contexts.

KEY WORDS: Reading promotion / The reading promoter / Library education

NARANJO VÉLEZ, Edilma. Should the librarian who is dedicated to promoting reading possess a pedagogical background?. In: Revista Interamericana de Bibliotecología. Vol. 28, No. 1 (ene.-jun. 2005); p. 113-145.

 

INTRODUCCIÓN

La labor de promoción de la lectura se ha venido desarrollando desde hace bastante tiempo en Colombia (24 años aproximadamente) por docentes, licenciados en español y literatura, sociólogos, sicólogos, auxiliares de bibliotecas y bibliotecólogos, entre otros.

Son éstos últimos quienes han llevado el liderazgo en esta labor, planteando estrategias y actividades de animación a la lectura, recomendando autores, títulos de libros, ediciones, traductores; y en general, un sinnúmero de características propias para la selección de un buen texto. Pero ¿cuántos de ellos saben por qué determinado libro se debe recomendar? ¿Acaso por las fórmulas que ofrecen ciertos manuales, textos o guías?, o ¿Realmente porque conocen el proceso que vive la mente y el pensamiento del hombre en su evolución biológica y cognoscente a medida que transcurren los años, el cual incide en la variación de sus intereses y necesidades?

Contribuir a la formación de lectores autónomos, interesados, inquietos y maduros, es una de las metas que buscan los promotores de la lectura en nuestro medio, pero es algo que no se logra con simples “fórmulas y recetas”. Para ello se debe tener claro que la lectura se hace por diversos motivos: además del placer y la necesidad, por intereses individuales y colectivos de tipo cognoscitivo, afectivo, económico, social y fisiológico, entre otros. Sin embargo, a saber de las razones mencionadas, muchas personas no tienen el hábito de la lectura y es en este momento, cuando el promotor de lectura interviene pretendiendo cambiar esta actitud en el individuo.

Para lograrlo, es necesario que el bibliotecólogo conozca y comprenda cómo se desarrollan los procesos lingüísticos, mentales y de aprendizaje en los individuos a partir de sus intereses y necesidades, y de su contexto en las diferentes etapas de evolución biológica. Como también la forma en que influyen los aspectos culturales, políticos, económicos y sociales de la nación y la región en los que está inmersa la educación con sus componentes pedagógicos y didácticos, para formar unos buenos lectores y usuarios de la información.

Este trabajo presenta una serie de las ideas y propuestas acerca de las características que debe poseer el bibliotecólogo promotor de la lectura, resultado de la tesis “El Bibliotecólogo Promotor de la Lectura y sus Bases Pedagógicas”, con la que se pretendió1 :

• Mostrar la importancia de formar un bibliotecólogo promotor de la lectura con bases sólidas en fundamentos pedagógicos para desarrollar su labor, ya que la práctica ha demostrado una falencia en este aspecto.

• Exponer la necesidad de conocer y manejar los fundamentos de los modelos pedagógicos para promover la lectura.

• Situar la promoción de la lectura en el contexto social, político, económico y cultural del país; así como su proceso y los cambios que exige la época actual.

 

ACUERDOS ESENCIALES ALREDEDOR DE LOS CONCEPTOS DE LA PROMOCIÓN DE LA LECTURA

Con el fin de dar mayor claridad y contextualizar el tema tratado, dentro de este artículo y como parte de la investigación, se incluyen a continuación los conceptos e interpretaciones fundamentales que para el caso, fueron retomados y/o construidos por la autora.

La Lectura

La lectura es una actividad compleja que cumple funciones cognitivas, sociales, emocionales, afectivas, lúdicas y recreativas, que como práctica social y cultural le permite al hombre adquirir conocimientos, retroceder en el tiempo, descansar y recrearse. También contribuye al enriquecimiento de la conversación y la escritura, orienta al lector hacia la reflexión y moldea algunas de sus aptitudes. Factores socioeconómicos, culturales, físicos, psicológicos, cognoscitivos y lingüísticos intervienen en la lectura, que muestra la necesidad de un lector activo, que tenga claridad en los conocimientos previos que posee y en los propósitos de lo que pretende alcanzar.

La interpretación es uno de los trabajos que la lectura le presenta al lector, actividad que genera una producción de sentido al interactuar con el escritor a través del diálogo que puede mostrar acuerdos y desacuerdos entre estos dos sujetos, situación que permite expresar que la lectura es un acto comunicativo, reflexivo y evaluativo, con la cual se busca libertad y autonomía intelectual y personal; así como tener acceso a la educación y al aprendizaje, a la diversión y a la “de-formación” o trans-formación del sujeto cognoscente desde su actividad reflexiva.

La biblioteca, la escuela y la familia son instituciones que concentran intereses de desarrollo social, político, económico y cultural alrededor de la lectura, puesto que ésta contribuye al desarrollo de la personalidad de los miembros de la sociedad, ayuda a desarrollar habilidades para la comunicación verbal, gestual o escrita y es un medio de información, conocimiento e integración que requiere de la motivación como factor anímico indispensable para leer. Es conveniente aclarar además, que la práctica lectora no debe limitarse únicamente a la lectura de la literatura, también debe practicarse y animar a practicar la lectura de estudio, de investigación, de producción y así lograr un acercamiento a diferentes áreas del conocimiento.

El Lector

Para una adecuada interpretación de lo leído, el lector requiere de competencias como concentración, reflexión, comparación, observación, memorización, imaginación, capacidad de análisis y relación que le permitan aportar al texto sus experiencias previas, objetivos e ideas, de acuerdo con los intereses y necesidades que orienten la actividad; es decir, si es para su formación, para uso del tiempo libre o para su conocimiento. De acuerdo con lo anterior, puede decirse que el lector es una persona con conocimientos y habilidades para llevar a cabo la práctica lectora, que razona e infiere; con antecedentes culturales que le permiten elucidar sus expectativas al asumir una posición activa para comprender e interpretar la palabra escrita; por lo tanto, discute con el texto, piensa, interpreta, critica las ideas del autor y -en algunos casos- produce nuevas ideas plasmadas en la escritura, pues es un ser con sentimientos, experiencias e interrelaciones personales y psíquicas que hacen su vida significativa.

El Usuario Lector

Por usuario de la información se entiende a la persona que presenta un vacío de conocimiento que pretende superar y para ello utiliza información que posiblemente le permitirá producir nueva información y conocimiento. Pensando en esta persona, “en las unidades de información se llevan a cabo procesos de organización de la información, desde la selección, adquisición y organización física de los recursos, hasta el diseño de programas de formación para que pueda hacer uso completo y adecuado de los servicios”2 , puesto que la “información que él consume, produce y brinda debe buscarla, solicitarla, analizarla, evaluarla y recrearla para tomar decisiones relacionadas con su quehacer y estilo de vida; además, generar nuevas ideas, conocimientos y productos”3 . Pero todas estas actividades le exigen llevar a cabo la actividad lectora en la cual pone en juego sus conocimientos y habilidades, sus antecedentes culturales y sus expectativas para interpretar lo leído.

Por lo tanto, la lectura crítica y consciente de aquello que facilitará la superación del vacío de conocimiento que presenta el usuario, es la que posiblemente le permitirá producir nueva información y nuevo conocimiento. Por eso, independientemente del tipo de lectura que quiera llevar a cabo el lector, el bibliotecólogo promotor de la lectura debe cumplir su papel de orientador del lector para que éste llegue a ser un usuario crítico, y asiduo visitante de las unidades de información, orientándolo en la selección del material bibliográfico más adecuado, de acuerdo con sus intereses y necesidades y enseñándole a evaluar y analizar las lecturas escogidas, además de enseñarle el proceso de búsqueda y recuperación de la información que va a ser leída y utilizada, independiente del soporte en que se encuentre.

La conciencia, los sentidos, la percepción, la atención, la memoria, el pensamiento, el razonamiento, la formación de conceptos y la inteligencia son factores que intervienen en el proceso de aprendizaje, aunque la forma en que actúan varía de una persona a otra. Por lo tanto, el lector usuario realizará tareas cognitivas de selección, análisis, síntesis, comparación, organización y escritura de acuerdo con su estructura cognitiva, sus intereses y necesidades, sus conocimientos previos y sus condiciones internas y externas; aspectos que son muy tratados desde la formación de usuarios de la información.

Promoción de la Lectura

Por promoción de la lectura se entiende aquel conjunto de actividades y acciones sistemáticas, continuas, con características diversas, encaminadas a un mismo objetivo: motivar, despertar o fortalecer el gusto e interés por los materiales de lectura en general y su utilización activa, como herramienta cotidiana, bien sea con fines informativos, instructivos, educativos, recreativos, etc.4

La promoción de la lectura es un programa macro que se caracteriza por el conjunto de acciones que se realizan a su alrededor en busca de una sociedad lectora. Es una práctica sociocultural con la que se busca el desarrollo de la comunidad y por ende la sociedad, que puede llevarse a cabo en cualquier espacio, sea el hogar, la biblioteca, la escuela o simplemente el lugar que el lector seleccione; sin embargo, la biblioteca es uno de los espacios ideales por ser considerado como uno de los más democráticos de la sociedad en el cual el material bibliográfico se encuentra a disposición de los usuarios.

Se pretende entonces capacitar a los promotores de la lectura en asuntos relacionados con el libro y la lectura, a través de la publicidad del libro en ferias del libro y la lectura; de la organización de seminarios, coloquios, conferencias, talleres, etc., como espacios que permiten la reflexión y conocimiento indispensables para enriquecer esta práctica sociocultural. También hacen parte de este programa la creación de bibliotecas y el desplazamiento de la lectura a lugares como parques, hospitales, cárceles y albergues, entre otros, en búsqueda del más alto nivel para el lector, reflejado en su desempeño como escritor.

Animación a la Lectura

La animación a la lectura se considera como una actividad que motiva y recrea la lectura de los textos seleccionados previa y conscientemente por el animador a la lectura, teniendo en cuenta para ello las características particulares del público con el que va a realizar la actividad. Es considerada como una estrategia planeada que pretende transformar actitudes individuales y colectivas del lector frente a la lectura y el libro; se apoya en actividades participativas en las que intervienen los lectores y el animador, por lo tanto se debe establecer una metodología adecuada para el tipo de personas participantes.

De acuerdo con lo anterior, puede expresarse que la animación a la lectura se refiere a la práctica de un conjunto de técnicas y estrategias que buscan desarrollar y despertar el interés, la actitud, las habilidades y la motivación de las personas por la lectura, que no debe compararse ni confundirse con la promoción de la lectura, pues es una estrategia de esta última.

LA PROMOCIÓN DE LA LECTURA Y SU PAPEL SOCIOCULTURAL

La promoción de la lectura, siendo un programa para motivar, fortalecer y despertar el gusto por la lectura en cualquier área del conocimiento y en sus diferentes materiales y que trabaja con niños, jóvenes, adultos, adultos mayores, discapacitados y todo tipo de público, debe tener muy claras las intencionalidades ya que éstas permiten orientar las actividades que hacen parte de la práctica. Para conocerlas es necesario formularse preguntas como:

La respuesta a estos interrogantes requiere de buenos materiales de lectura, sujetos lectores y personas dispuestas a acompañar al lector, sean maestros, bibliotecólogos, formadores de usuarios lectores, bibliotecarios, padres de familia o promotores de la lectura.

Al planear las actividades de la promoción de la lectura, el bibliotecólogo consciente de la intencionalidad que tiene con el programa, busca que esta práctica permita la transformación del hombre y la comunidad, el desarrollo de habilidades lingüísticas como la lectura y la escritura y que el sujeto adquiera una autonomía desde el proceso lector, lo cual le permitirá apreciar las riquezas y los bienes que sustentan la cultura.

LA IMPORTANCIA DE LA DOCENCIA Y LOS CONOCIMIENTOS BÁSICOS QUE DEBE TENER UN BIBLIOTECÓLOGO PROMOTOR DE LA LECTURA EN ESTA ÁREA

La educación superior debe cumplir con la función social de formar profesionales que contribuyan al mejoramiento de la calidad de vida de los miembros de la sociedad, planteando intervenciones que den cuenta de los cambios que se presentan con los avances del conocimiento, la ciencia y la tecnología. Estas situaciones conducen a requerir personas formadas que respondan a esas exigencias y una de las principales habilidades que se debe desarrollar es la lectura. No una lectura vista desde la psicolingüística o la sociolingüística, es sobre todo desde una perspectiva social y cultural; es decir, aquella lectura que le permite al ciudadano ser responsable y hacer aportes desde su quehacer en la sociedad mediante la apropiación de la información, la lectura crítica y la posterior reelaboración de la misma. La manera de acercarse a la lectura varía, y los bibliotecólogos; por lo tanto, se deben preparar para hacerlo adecuadamente, lo cual implica desarrollar condiciones pedagógicas enmarcadas en las didácticas y métodos apropiados.

Los programas de formación de usuarios y de lectores, con un manejo adecuado de los métodos y didácticas docentes, se constituyen en un proceso continuo y evolutivo, en los cuales los intereses y el desarrollo integral de los sujetos son fundamentales para plantear algunos factores que inciden en una evaluación y formación integral, que conlleva a los bibliotecólogos promotores de la lectura a aplicar estrategias como5 :

 

Partiendo de la intención de formar un lector usuario autosuficiente en el uso de la información e identificándolo como una persona “capaz de reconocer y refinar sus necesidades [e intereses] de información, encontrar la información que necesita, así como evaluar y usar esta información a lo largo de su vida”6 , se debe formar al bibliotecólogo promotor de la lectura para que sea consciente de que más allá de la animación a la lectura, las horas del cuento en forma oral o silenciosa, la instrucción bibliográfica o las visitas guiadas, las sesiones de formación de lectores y de usuarios y promoción de la lectura deben integrarse a las necesidades de información de los usuarios.

De igual manera, él debe comprender que durante las sesiones de instrucción y de animación a la lectura es importante aplicar métodos activos de enseñanza que permitan a los lectores usuarios construir su propio conocimiento y, que la formación debe estar orientada a manejar los recursos bibliográficos para desarrollar habilidades que hagan a los usuarios autosuficientes y autónomos en la búsqueda, localización, selección, evaluación y manejo de información y de lecturas disponibles en la biblioteca o en otros medios a los que tienen acceso en su vida diaria, como respuesta a sus propias necesidades e intereses. Así, es factible que se logre concienciar al lector sobre la necesidad de leer y escribir permanentemente como una actividad que propicia la mejor solución a las necesidades de información en beneficio de la sociedad en que se encuentra inmerso como ciudadano activo.

Como sujeto social y como formador de ciudadanos en unas actividades tan particulares como son el uso de la información y el acceso a la lectura, al bibliotecólogo promotor de la lectura y formador de usuarios deben distinguirlo dos características que se exponen a continuación7 :

 

 

Se adelanta la idea de un aprendizaje crítico, consciente de la realidad propia y circundante, sin desconocer la importancia de la investigación que permita generar una teoría para la promoción de la lectura y, por consiguiente, mejorar o ampliar la existencia actual que, aunque poca, es interesante y muy importante en procura de mejorar la calidad de las prácticas de promoción y animación a la lectura, de la formación de lectores y de usuarios, y de buscar nuevas formas de concretar la unión de teoría y práctica. De acuerdo con lo anterior, se considera la investigación como un medio de enseñanza y aprendizaje que permite la unión del hacer con el teorizar y el saber hacer, llevando al bibliotecólogo promotor de la lectura a observar, reflexionar y dialogar con la realidad y actuar sobre ella. Un profesional con estas características sabrá dialogar con la realidad de modo crítico y creativo y tendrá capacidad de unir saberes y cambiar aquello que lo amerite, sobrevivirá a cualquier revolución tecnológica y sabrá responder a las exigencias del mercado de trabajo.

Leer comprensivamente, razonar en diversas modalidades del pensamiento y el discurso, y producir correctamente discursos comunicativos –elementos esenciales para el logro de cambios profundos en una sociedad que requiere una educación cualificada, democrática y descentralizada- son habilidades y competencias que los usuarios lectores deben estar en condiciones de poner en práctica y que, por lo mismo, se convierten en fines a los que se pretende llegar, por medio de la promoción y animación a la lectura.

Si se considera que:

La educación en el sentido más amplio es el proceso mediante el cual las sociedades propician no sólo su reproducción cultural sino su desenvolvimiento armónico, la convivencia y el bienestar presente y futuro para todos sus miembros, en la medida en que los socializa, los integra a sus ideales, tradiciones y cosmovisión cultural; a su saber acumulado, a sus normas y pautas de convivencia y a sus expectativas y proyectos de desarrollo futuro, sin que por ello los individuos pierdan su libertad para escoger un proyecto de vida personal y de realización profesional, en interacción y reciprocidad con la comunidad de que hacen parte.8

Y se reflexiona acerca de la función formativa de los bibliotecólogos promotores de la lectura y formadores de lectores usuarios, éstos se pueden formular varios interrogantes relacionados con el proceso de enseñanza y el aporte que realizan al desarrollo y progreso de los sujetos lectores.

 

Cabe destacar que el bibliotecólogo promotor de la lectura y formador de lectores usuarios, cumple funciones de docente y, en tal sentido, requiere una formación pedagógica sólida para poder involucrarse en el trabajo formativo de la institución en la que se desempeña, puesto que él debe planificar y programar actividades curriculares y extracurriculares con los diferentes miembros de la comunidad que atiende: docentes, lectores usuarios, padres de familia, la administración, trabajadores, desempleados, estudiantes, profesionales, en fin, todos los miembros que hacen parte de la comunidad; por lo tanto, debe evitar trabajar aisladamente, pues él, con la responsabilidad formativa que tiene, debe ser un sujeto supremamente activo dinámico.

En consonancia con lo anterior, este bibliotecólogo promotor de la lectura debe conocer la legislación educativa que rige en el país, de modo que esté en condiciones de planear programas y presentar propuestas acordes con la misma. De igual manera, la didáctica, los métodos y técnicas de enseñanza relacionados con el (los) modelo(s) pedagógico(s) con los que se identifica para ofrecer los programas de formación de lectores y de usuarios o que se aplican en la institución donde labora, deben ser temas fundamentales en los planes de estudio de su formación profesional bibliotecológica; porque como dice Elsy Olaya2 , “la forma, el cómo, el qué y el cuándo del proceso enseñanza-aprendizaje, es un asunto de primordial importancia. La orientación del proceso es una decisión de la mayor trascendencia. Es indispensable definir el tipo de pedagogía que servirá como instrumento, como herramienta del trabajo académico en una institución en evolución permanente.” Así mismo, debe poseer un conjunto de habilidades y destrezas individuales, rasgos propios de su personalidad, actitudes y valores, además de una excelente formación académica, que le permitirán desenvolverse adecuadamente en función de sus actividades.

Entre las habilidades y destrezas que requiere, se enuncian: creatividad, capacidad de comunicar; ser emprendedor, gestor y líder, prudente y arriesgado a la vez; poseer un pensamiento crítico y analítico; ser capaz de identificar las oportunidades de éxito en el entorno; y por consiguiente, ser capaz de innovar. Estar en condiciones de trabajar con profesionales de otras áreas o grupos interdisciplinarios, lo cual le exige ser observador, conciliador, y manejar una buena expresión oral y escrita.

Algunas de las actitudes y valores que se resaltan son: ética, compromiso, responsabilidad, puntualidad, colaboración, flexibilidad, madurez emocional para recibir críticas y sugerencias, firmeza en sus convicciones y decisiones.

Los rasgos de la personalidad que se destacan responden a: ser afable, curioso, tener firmeza de carácter, extrovertido, poseer un alto nivel de autoestima, alto grado de motivación, ecuánime y reservado, entre otros.

Por lo tanto, el bibliotecólogo promotor de la lectura para ser un agente de cambio, debe combinar activamente su formación, características personales y compromisos éticos, políticos e ideológicos con el trabajo y así contribuir al desarrollo de la comunidad que atiende. Esto lo lleva a promover y facilitar la relación del lector usuario con el conocimiento, la inquietud y la satisfacción que proporciona la lectura consciente; de igual manera, el podrá sugerir y propiciar el aprendizaje personalizado y grupal de los lectores; e involucra en su trabajo bibliotecario y de promoción de la lectura a otros agentes formadores de lectores como docentes, padres de familia y líderes comunitarios. Este profesional busca la relación entre el mundo cotidiano y el desarrollo del pensamiento crítico y creativo, condiciones que inducen al fortalecimiento de su propio ser, para que pueda orientar al lector usuario en la búsqueda y confianza en sí mismo desde sus intereses y necesidades académicas, profesionales, laborales o personales.

Se requiere una formación pedagógica que le permita al bibliotecólogo promotor de la lectura ampliar el nivel formativo, por lo tanto, actuar activamente en los procesos formativos de los lectores usuarios y que le dé la solidez y madurez necesaria para interactuar con otros agentes partícipes en la formación de los lectores, de acuerdo con la idea de este trabajo.

Áreas como filosofía de la educación, psicología educacional y del aprendizaje, sociología de la educación, seminarios sobre reforma educativa e innovación metodológica tanto en el área pedagógica como de la promoción de la lectura y de la formación de usuarios, son alternativas que se presentan para la formación completa de este bibliotecólogo que tiene un tinte tan especial. Sin olvidar la importancia del manejo de herramientas computacionales como una nueva forma de tener acceso a la lectura y a la información que requiere una didáctica y metodología acordes con la herramienta. Así mismo, se debe pensar en el desarrollo de habilidades como el manejo de la voz, el desarrollo de la expresión oral y escrita y del pensamiento lógico, creativo y crítico, con el fin de obtener el conocimiento de conceptos y las teorías básicas.

Las estrategias de enseñanza10 deben hacer parte de la formación de este profesional, puesto que éstas facilitan su papel docente al interactuar con los lectores usuarios. El objetivo primordial debe ser entonces que el bibliotecólogo promotor de la lectura, fomente y logre que los lectores usuarios desarrollen “las habilidades del pensamiento, observación, comprensión, análisis, síntesis creadora, solución de problemas y habilidad de transferencia metodológica”11 . Así mismo, el manejo apropiado de enfoques de análisis literarios que le permitan describir los valores manifiestos en la literatura en los distintos géneros, tendencias y épocas; la lingüística, la literatura, la semiología de los medios de comunicación, son áreas afines y claves que deben hacer parte de la formación del bibliotecólogo promotor de la lectura.

 

METODOLOGÍA

La metodología empleada para el acopio y análisis de la información durante la investigación, fue de carácter documental y se utilizó la técnica de la encuesta y la bibliográfica; ésta última permitió establecer el estado del arte en el área pedagógica, bibliotecológica y de promoción de la lectura en el contexto colombiano y latinoamericano especialmente, con el fin de comprender las teorías del aprendizaje y los modelos pedagógicos. El cuestionario fue el instrumento facilitador de la encuesta.

Con los resultados obtenidos con estas dos técnicas se pretendió mostrar la importancia de diseñar e implementar una propuesta formativa en este campo, bien sea en el nivel de pregrado para los estudiantes de bibliotecología, en un diplomado como parte de la educación continua o en un nivel de postgrado como una especialización o una línea de investigación dentro una maestría, debido a la alta demanda que tiene en el país, especialmente en la ciudad de Medellín y su Área Metropolitana.

Confrontar la teoría con el análisis de la información recopilada, permitió comprobar las hipótesis formuladas en la investigación:

• El bibliotecólogo que actualmente se desempeña como promotor de la lectura, carece de fundamentos pedagógicos y desconoce la didáctica de la lectura.
• El bibliotecólogo promotor de la lectura, sólo promociona la lectura de la literatura.
• El bibliotecólogo promotor de la lectura formula los objetivos de su labor desconociendo los procesos de desarrollo cognoscitivo por los cuales pasa el sujeto lector.
• Sin embargo, al pensar que el bibliotecólogo promotor de la lectura al planear sus actividades no tenía en cuenta su compromiso social frente a los aspectos sociales, políticos, económicos y culturales del país, hubo un error; pues muchos de ellos demostraron lo contrario.

Descripción de la Población

La población objeto de estudio de la investigación, estuvo conformada por los bibliotecólogos promotores de la lectura de las bibliotecas públicas, escolares y público—escolares pertenecientes a instituciones de carácter oficial y privado.

Para la selección de la muestra se tuvo en cuenta:

1. El censo de bibliotecas públicas de Colombia que incluye bibliotecas de acceso libre para el público, sostenidas por las redes juveniles, las juntas de acción comunal o local, la empresa privada, los organismos no gubernamentales y los organismos gubernamentales, que en la ciudad de Medellín asciende a 28 bibliotecas y cuenta con 12 bibliotecólogos.

2. Las bibliotecas adscritas al GRUBE (Grupo de Bibliotecas Públicas, Escolares y Público Escolares de Medellín), que en total cuenta con 33 instituciones y 22 bibliotecólogos.

3. Escuela y colegios de carácter oficial y privado, registrados en el Directorio Telefónico de la ciudad de Medellín y que cuentan con la presencia de bibliotecólogos.

Es importante anotar que de aproximadamente, 1000 instituciones encontradas, se seleccionó una muestra aleatoria del 20%; o sea 202 instituciones de las cuales solamente el 22% (45 instituciones), cuentan con un profesional en bibliotecología; de éstas 42 pertenecen al sector privado (de las cuales 15 están adscritas al GRUBE) y tres (3) al sector oficial. Desafortunadamente esta situación demuestra la falta de compromiso del Estado con el sostenimiento de las bibliotecas públicas y escolares, dejando que sean las entidades privadas y los organismos no gubernamentales quienes asuman esta tarea.

Teniendo en cuenta los tres tipos de información recogida para determinar la aplicación de la encuesta, 40 bibliotecólogos promotores de la lectura*** de 60 que arrojó el análisis preliminar de la información acceden a responder –es decir, 40 bibliotecas escolares, público—escolares y públicas del sector privado y oficial (67%). Lamentablemente no se pudo tomar el cien por cien debido a varios factores, entre los que se destaca la ubicación de las bibliotecas en la ciudad de Medellín, pues algunas unidades de información se encuentran en barrios, que en el momento de hacer este estudio se encontraban viviendo conflictos de violencia, donde solo entraban quienes vivieran en ellos. De igual manera, algunos bibliotecólogos argumentan falta de tiempo o estaban en período de vacaciones colectivas entre el mes de junio y julio (vacaciones escolares de mitad de año) y unos pocos argumentaron que no les interesaba este tipo de trabajo.

Análisis de las Variables

Para el diseño de la encuesta se formularon 20 preguntas factuales estructuradas y no estructuradas, caracterizadas por ser de opinión y de actitud, de información sobre determinado tema y de las actividades realizadas por los bibliotecólogos dedicados a la promoción de la lectura. En total se aplicaron 40 cuestionarios con las siguientes variables:

A continuación se presentan algunos de los resultados del estudio de campo, los cuales permitieron comprobar las hipótesis y así considerar las conclusiones y recomendaciones de acuerdo con los objetivos establecidos, además de mostrar la importancia de diseñar e implementar una propuesta formativa en el campo de promoción de la lectura para los bibliotecólogos y profesionales dedicados a esta actividad tan supremamente importante en las bibliotecas públicas y escolares.

 

I. INFORMACIÓN GENERAL

TIPO DE BIBLIOTECA: Al consultar por el tipo de biblioteca, información que permite detectar las características de las unidades de información que ofrecen este tipo de programas, se detectó que de los 40 bibliotecólogos consultados, doce bibliotecas son públicas, lo que equivale al 30%, mientras que 22, es decir, el 55% atienden a la comunidad escolar y cinco son tomadas como bibliotecas público escolares, estas últimas son aquellas que estando dentro de una comunidad sirven a determinados establecimientos escolares y al público en general, además son sostenidas por el municipio. Una persona no contestó esta pregunta.

 

II. EL PROGRAMA DE PROMOCIÓN DE LA LECTURA

PERSONAS A QUIENES SE DIRIGE EL PROGRAMA:

Al indagar por el tipo de personas a quienes consideran deben dirigirse los programas de promoción de la lectura, de las 40 personas encuestadas el 85%, o sea, 34, indicaron niños, adolescentes, jóvenes, adultos, tercera edad y discapacitados, es decir todos; mientras que dos (5%) señalan a los niños, adolescentes, jóvenes; los otros cinco (12.5%), cada uno estima categorías diferentes, así:

Niños, Jóvenes, Adultos, Tercera edad
Adolescentes, Tercera edad, Discapacitados
Niños, Adultos
Niños, Jóvenes, Adultos
Niños, Adolescentes, Jóvenes, Tercera edad

Llama la atención el número tan alto (34) que señalan a las personas que deben beneficiarse, pues al observar las invitaciones y programaciones que tienen visibles en las carteleras y volantes de las unidades de información, se observa cómo éstas van dirigidas exclusivamente a niños y jóvenes; escasamente una incluye a los adultos y no se observan programas para los discapacitados, a pesar de que casi todos los consideran como un público al cual se le debe ofrecer el programa. Debe aclararse que esto es visto como actividades de animación, puesto que tampoco se observaron invitaciones o programaciones de capacitación que den cuenta de un programa general de promoción de la lectura. Además, hay dos personas que excluyen totalmente a los adultos y si se tiene en cuenta el marco teórico expuesto, se entendería que no hay comprensión acerca de lo que es la promoción de la lectura, pues en ningún momento deben ser excluidos de los programas.

Ø 1. Niños _____ 4. Adultos _____
2. Adolescentes _____ 5. Tercera edad _____
3. Jóvenes _____ 6. Discapacitados _____
7. Todos _____

TIPO DE LECTURA QUE DEBE PROMOCIONARSE: Se pretende saber cuál es el tipo de lectura que más debe promocionarse, para ello se pide que marquen como máximo dos opciones, lo cual generó que de las 40 personas, 32, es decir el 87.5% consideraran la literatura como la más indicada. De estas 32 personas, además, siete apoyan la lectura de tipo social (17.5%), otras siete (17.5%), la histórica, la científica quince (37.5%) y tres (7.5%) consideraron los libros de texto.

La lectura científica e histórica fue seleccionada al tiempo por tres personas (7.5%). Sin embargo, cinco promotores (12.5%) agregaron un nuevo aspecto al juzgar que todas debían ser tomadas como importantes. Si se suman las personas que seleccionaron la lectura histórica, se obtiene que diez (40%) la valoran para ser promocionada y la científica es ratificada por 18 (45%).

En el momento de planear un programa de promoción de la lectura es muy importante esta consideración, puesto que los contenidos de cualquiera de las actividades que hacen parte del programa (colecciones, gestión, capacitación, animación a la lectura, entre otras) van a tener en cuenta el tipo de lectura con que se va a trabajar como parte del contenido del programa y más si se tienen en cuenta los aspectos sociodemográficos, psicosociológicos, motivacionales, ambientales, las destrezas y habilidades y las características textuales e institucionales al formular los objetivos propios de un programa de este tipo.

DIFERENCIA ENTRE PROMOCIÓN DE LA LECTURA Y ANIMACIÓN A LA LECTURA: Al preguntarle a los 40 promotores de la lectura si hay o no diferencias entre la promoción de la lectura y la animación a la lectura: 31, lo que equivale al 77.5% de la muestra, contestan que sí, mientras que nueve, el 22.5%, dicen que no.

Al indagar acerca de las diferencias que ven en ambas categorías, 21 (52.5%) dicen que la animación es una estrategia de la promoción, cinco (12.5%) explican que la promoción tiene que ver con el hábito; mientras que dos (5%) argumentan que la promoción se debe al proyecto educativo y otros dos que la idea es formar el lector usuario; uno (2.5%) simplemente anota que las dos son diferentes.

De las nueve personas (22.5%) que no ven diferencias entre ambas, cuatro (10%) responden que las consideran sinónimas por formar el vínculo individuo lector, las otras cinco (12.5%) no justifican su respuesta.

Es una situación que refleja como muchos de ellos son conscientes de la diferencia entre ambas categorías; realmente la animación es una estrategia de la promoción de la lectura; sin embargo, es cuestionable ver que otros promotores de la lectura son ligeros al justificar sus respuestas, bien porque las consideren diferentes o porque las ven como sinónimas. Debe tenerse en cuenta que la promoción de la lectura es un trabajo con el cual se pretende intervenir con las personas en un ambiente social y cultural que trata de impulsar la reflexión, la revalorización y la búsqueda del sentido y las prácticas lectoras

III. DESARROLLO COGNOSCITIVO Y LA LECTURA

DESARROLLO DEL CONOCIMIENTO: Al preguntarles si el conocimiento se desarrolla a cierta edad, de las 40 personas a quienes se les entrega el cuestionario 38 (95%) responden que no, las razones que exponen para justificar sus respuestas son: para 18 (45%) el hombre siempre está dispuesto a conocer, doce (30%) dicen que el conocimiento se da al inicio de la vida, dos (5%) argumentan que no importa la edad pues lo importante es el método de enseñanza y seis (15%) explican que el conocimiento es gradual.

Las respuestas brindadas y las justificaciones que dan a ellas, muestran la falta de claridad al respecto; pues de acuerdo con la psicología cognitiva para que el conocimiento se desarrolle debe pasar por un proceso inicial donde la percepción de situaciones y objetos es indispensable para que el sujeto asimile lo percibido y lo oriente hacia la representación mental. No puede decirse, efectivamente que hay una edad básica para el desarrollo del conocimiento, pero sí puede afirmarse que éste tiene un inicio, aproximadamente a los seis—siete meses de vida del bebé, cuando presenta la “intencionalidad” de acercarse a determinados objetos. Esa intencionalidad es reflejo del papel que juega el desarrollo sensitivo y motriz que le permiten experimentar sensaciones y situaciones específicas. Aclarando que el conocimiento se va ampliando y mejorando en la medida que avanza el desarrollo mental y físico del sujeto, es decir, en la medida en que el hombre va adquiriendo conciencia del mundo en el que vive, con sus objetos, representaciones, sensaciones, personas y situaciones del entorno.

ALTERNATIVAS PARA QUE LA GENTE LEA: Diferentes autores plantean alternativas para que la gente lea, entre las cuales se encuentran: divertirse, formarse, informarse, ocupar el tiempo libre y resolver una pregunta. ¿Con cuáles está de acuerdo? (Señale como máximo dos).

Frente a esta inquietud, de las 40 respuestas el mayor número de éstas señala que para divertirse y formarse como lo muestra la selección que hicieron once personas (27.5%); divertirse e informarse lo señalan nueve (22.5%) y se observa una frecuencia del 15% (6 personas) que dicen para informarse y formarse, las otras alternativas tienen menor frecuencia.

Al mirarse individualmente cada respuesta, el mayor número de personas (24) ven en la diversión una de las principales alternativas de la lectura; 23 en la formación y 20 en la información; diez dicen que para ocupar el tiempo libre y tres para resolver problemas.

Comprender las alternativas que puede encontrar la gente en la lectura desde el punto de vista de los bibliotecólogos promotores de la lectura, muestra que es más difícil de determinar y de hecho no se ve un porcentaje representativo para las respuestas. La mirada individual a cada respuesta también lo corrobora, están en una posición muy cercana el hecho de buscar la lectura para divertirse, formarse e informarse. Siendo atrevidos, podría decirse que la combinación de las tres alternativas es lo más indicado, especialmente desde el punto de vista de la formación de usuarios—lectores, ya que para la biblioteca una de sus funciones es suplir las necesidades informativas y formativas de sus usuarios. Se debe buscar que estos usuarios, a partir de la lectura, analicen y evalúen la pertinencia de la información localizada y se sientan a gusto, si con ello logran verificar sus hipótesis y alcanzan los objetivos trazados. Sin embargo, no debe caerse en el error de creer que el usuario por el solo hecho de buscar una información que le es útil se está acercando a la lectura por gusto, muchas veces lo hace en forma obligada y se limita a ser un usuario que consume información; el proceso para que este usuario se acerque a la lectura en forma autónoma para divertirse, formarse o informarse es largo y exigente y requiere de una planeación rigurosa, y en lo posible conjunta entre los programas de formación de usuarios y de promoción de la lectura.

IV. EL BIBLIOTECÓLOGO PROMOTOR DE LA LECTURA

OTRAS PROFESIONES DEL BIBLIOTECÓLOGO: Se quiso saber sí, además de ser bibliotecólogos, estos profesionales cursaron otro pregrado o si poseían estudios de postgrado. Ante esta consulta, respondieron 37 personas, de los cuales 26 ostentan el título de bibliotecólogos como única profesión (65%); once (27.5%) además de ser bibliotecólogos, tienen otra profesión o nivel educativo y tres (7.5%) no contestan, pues son profesionales de otras áreas del conocimiento.

De estos once bibliotecólogos que tienen otra profesión, tres (7.5%) son licenciados en educación, dos (5%) son tecnólogos en recursos humanos, dos (5%) son tecnólogos en administración documental y micrografía; uno (2.5%) es psicólogo, otro es comunicador social (2.5%) y otro es tecnólogo educativo; solo uno (2.5%) tiene estudios en el nivel de postgrado en gestión pública

.

Es importante ver cómo algunos de estos bibliotecólogos tienen formación pedagógica, pero es apenas un 10% y llama poderosamente la atención que 26 bibliotecólogos promotores de la lectura se hayan limitado a su formación bibliotecológica sin buscar otras áreas que les permitan cualificarse en el papel que están desempeñando.

CONOCIMIENTOS DEL BIBLIOTECÓLOGO PROMOTOR DE LA LECTURA: Se pretende averiguar, en una escala de evaluación cualitativa, la importancia que le dan al conocimiento que le compete a un bibliotecólogo promotor de la lectura sobre la situación política, económica, social y cultural del país. Ante esto, de las 40 posibles respuestas, 32 (80%) afirman que el conocimiento debe ser mucho; tres (7.5%) dicen que poco (7.5%) y cinco (12.5%) no contestan.

Esta respuesta debía ser justificada, ante lo cual, lo hicieron 36; de éstos, 20 (50%) consideran que permite contextualizar la información y responder al usuario; ocho (20%), para saber enfocar las actividades; seis (15%) dicen que esto es cultura general; uno (2.5%) argumenta que por sentido común, mientras que otro (2.5%) explica que no limita el trabajo.

Si se tiene en cuenta que la lectura, junto con la escritura son prácticas que tienen sentidos y valores sociales, culturales, estéticos, políticos, sociales y económicos que responden a las intenciones del sujeto lector miembro de una sociedad democrática que requiere de su participación, este promotor de la lectura, que pretende acercar a estos miembros a esta práctica debe estar en condiciones de dialogar con los lectores, sugerir lecturas, preparar charlas y capacitaciones en los cuales sea posible mostrar el desarrollo de una nación y su inmensa relación con el proceso lectoescritor de cada uno de sus ciudadanos; no es solo por cultura general, es también para contextualizar la información solicitada por el usuario, orientar las actividades y si puede limitar el trabajo, de acuerdo con el contexto y el entorno en que se ofrezca el programa.

CONCLUSIONES

La elaboración de esta investigación permitió comprender varios aspectos relacionados con la promoción de la lectura en cuanto al conocimiento y manejo que tienen los bibliotecólogos encargados de ejecutar este programa en las bibliotecas de la ciudad de Medellín; no obstante se quiere mostrar otras observaciones importantes como resultado final.

• Toda acción pedagógica tiene como objetivo el desarrollo, el crecimiento personal y el estímulo de la creatividad de cada uno de los sujetos comprometidos en un proceso formativo. Sin embargo, diferencias como la edad y el medio social de donde provienen, deben ser respetadas en el momento de la intervención pedagógica, pues influyen en los intereses, los conocimientos previos, las necesidades particulares, el manejo del lenguaje de cada uno, así como la experiencia de vida; cada uno de éstos conlleva a que, a estas personas, se les presenten condiciones, métodos, estrategias y medios adaptados a sus necesidades y a sus niveles formativos. Por todo esto, en la promoción de la lectura y la formación de usuarios, el proceso de intervención debe ser muy bien planeado, puesto que se busca que el usuario y lector como centro del proceso, comprenda la importancia y la función de la lectura y de la información en general. En esta intervención el bibliotecólogo promotor de la lectura es un guía que ayuda al lector para que desarrolle las actitudes, aptitudes, habilidades y destrezas que se requieren para que se acerque a la lectura y desarrolle la escritura.

Lo anterior muestra una relación muy estrecha y directa entre la promoción de la lectura y la formación de los usuarios a pesar de ser vistas como actividades diferentes, pues la una puede servir de puente a la otra. Puede decirse que al unir la formación de los lectores con la formación de los usuarios, se formará a los sujetos cognoscentes para encontrar, usar y compartir información, contribuyendo a su desarrollo social y emocional. Este propósito implica hacer a este sujeto apto y diestro en habilidades informativas, como: localización, recuperación, selección y evaluación de información; manejo de equipos computacionales, investigación, presentación y producción de otra información y otro conocimiento.

• Al pretender desarrollar en las personas un comportamiento lector de aceptación hacia la práctica lectora, los bibliotecólogos promotores de la lectura cumplen una labor educativa, pero algunos de ellos aun no son conscientes de este compromiso y lo reflejan cuando muestran desconocimiento de términos del lenguaje pedagógico el cual es necesario dominar cuando se trabaja con personas que presentan diversidad de características personales, condiciones socioeconómicas y aspiraciones, entre otras. Al igual que desigualdad de conceptos en aspectos propios de la promoción de la lectura, como la diferencia entre animación a la lectura y promoción de la lectura; algunos las consideran actividades similares, o en algunas ocasiones diferentes, pero al momento de sustentar las diferencias no tienen argumentos convincentes.

• El bibliotecólogo promotor de la lectura se convierte en un sujeto social de envergadura en la medida en que su desempeño, relacionado con la docencia, permita que los lectores usuarios se vuelvan protagonistas directos de la realidad cambiante de la comunidad en la que están inmersos y conviertan sus “rincones” de promoción de la lectura en comunidades de aprendizaje donde los lectores usuarios tienen la posibilidad de pensar para aprender, de investigar para descubrir, de planificar para resolver, de comprender para producir, de formarse para informarse y de cooperar para compartir conocimiento.

• Los diversos modelos pedagógicos presentan lineamientos particulares que permiten su diferenciación; el conocimiento que de ellos tenga el bibliotecólogo promotor de la lectura facilitará el desempeño de sus funciones. Es posible que él se identifique con un modelo en especial o puede hacer uso de todos ellos en una forma planificada y justificada, siempre y cuando tenga claros los objetivos y propósitos que se buscan alcanzar con el programa de promoción de la lectura y de formación de usuarios que se pretenda implementar en la unidad de información.

PROPUESTAS Y RECOMENDACIONES

Son varias las propuestas que pueden formularse cuando se piensa, se analiza y se investiga sobre la formación que requiere un bibliotecólogo cuando se dedica a la promoción de la lectura y a la formación de usuarios, más cuando se siente la necesidad de que éste posea elementos pedagógicos que le permitan cumplir su labor en mejores condiciones.

1. El bibliotecólogo promotor de la lectura debe caracterizarse porque maneja un discurso estructurado en relación con la promoción de la lectura, discurso que debe incluir:

• Elementos éticos, ideológicos y políticos, pues la sociedad, el hombre y la comunidad son componentes indisolubles de la labor del bibliotecólogo; entendiendo a las sociedades como culturas, como naciones. En cuanto al discurso político, éste se asume como la forma en que la promoción de la lectura ve al hombre actuando en comunidad frente a sí mismo y frente al otro para mejorar sus condiciones políticas, sociales y económicas.

• Aspectos sociológicos, teniendo en cuenta que este profesional puede intervenir en el desarrollo comunitario, al trabajar con los miembros de una comunidad que vive en unas condiciones determinadas y presenta unos intereses y unas necesidades muy particulares.

• El razonamiento psicológico, porque se está interviniendo una actividad que involucra a unos sujetos con unas características, necesidades, intereses y condiciones sociales diferentes y particulares, que debe tener presentes para darle la posibilidad al sujeto lector, de encontrar en la lectura y la escritura, la manera de ampliar su visión del mundo exterior y resolver su mundo interior.

• El papel de la sicolingüística en el aporte al desarrollo del pensamiento como generador del lenguaje.

• La historia de la alfabetización, ya que la promoción de la lectura y la formación de lectores hacen parte del proceso alfabetizador, no para decodificar sino para pensar la sociedad letrada y liberada, sociedad dialogizante, como lo han planteado Paulo Freire, Giroux y Carr y Kemmis12 .

• Los principios, la esencia e importancia de la promoción de la lectura ante sí, frente a la bibliotecología y otras disciplinas afines.

• El manejo conceptual del tema tratado.

• Los fundamentos pedagógicos que rodean la función del bibliotecólogo promotor de la lectura en su hacer permanente, que lo reviste como docente comprometido con el desarrollo de una sociedad en desarrollo.

• El reconocimiento del papel de las tecnologías de la información y la comunicación, puesto que no debe desconocerse la presencia de los avances tecnológicos que han venido a incurrir en la forma tradicional de leer y asumir las lecturas y en los procesos de búsqueda, recuperación y uso de la información, lo que da paso a la lecturabilidad en diferentes formatos.

• Planteamiento de objetivos de aprendizaje para el lector usuario relacionados con el uso de los recursos y recuperación de la información. Aprendizaje que podrá ser utilizado en cualquier unidad de información y disciplina; para esto se requiere un bibliotecólogo promotor de la lectura que genere un proceso de producción de conocimiento y que domine y re-cree conceptos fundamentales sobre el proceso de la recuperación de la información para la satisfacción de las necesidades formativas e informativas de los lectores usuarios; así mismo sobre los procesos lectoescrituales, el desarrollo cognoscitivo de los sujetos sociales y la importancia de las condiciones psicosociales de los mismos y los modelos pedagógicos con los cuales pueden haber sido formados los lectores usuarios en su proceso de educación formal.

2. Se debe ofrecer a los futuros bibliotecólogos promotores de la lectura el conocimiento de una pedagogía basada en el desarrollo de procesos y habilidades para que observen los lazos que existen entre lo cognoscitivo y lo afectivo, ya que en toda intervención formativa hay siempre un aspecto energético o dinámico que reside en el interés y en la dimensión afectiva del aprendizaje, y un aspecto estructural, organizador que corresponde al aspecto cognoscitivo. Todo aprendizaje debe permitir el encuentro de estos dos polos, muy frecuentemente disociados en la realidad. Una manera de ligar estos dos polos es la de hacer trabajar a los futuros profesionales sobre problemas y realidades que les pertenecen, y permitirles comprometerse de manera autónoma en direcciones que ellos puedan determinar.

3. Se adelanta la idea de un aprendizaje crítico, consciente de la realidad propia y circundante, sin desconocer la importancia de la investigación que permite generar una teoría para la promoción de la lectura y la formación de los lectores usuarios. Además, la investigación como un medio de enseñanza que permita la unión del hacer con el teorizar y el saber hacer, llevando al futuro bibliotecólogo promotor de la lectura a observar, reflexionar y dialogar con la realidad y actuar sobre ella. El bibliotecólogo promotor de la lectura que sepa dialogar con la realidad de modo crítico y creativo y tenga capacidad de unir saberes y cambiar aquello que lo amerite, sobrevivirá a cualquier revolución tecnológica y sabrá responder a las exigencias del mercado de trabajo.

4. Establecer claramente los propósitos de formación o intenciones educativas que se pretenden lograr en un plazo intermedio teniendo en cuenta los intereses y necesidades de los lectores usuarios y los formadores, así como los de los administradores y de la sociedad en que se encuentran inmersos.

Algunos de los objetivos que se pueden trazar para formar al bibliotecólogo promotor de la lectura, son:

• Que sea capaz de analizar, enfrentar y contribuir a la resolución de los problemas relacionados con la aceptación de las prácticas lectoras y uso de la información documental por parte de los ciudadanos y sus comunidades, en la forma más humana, eficiente y expedita posible.

• Capacitarlo para que pueda progresar profesionalmente y contribuir al desarrollo de una sociedad más justa y humana.

• Infundirle un alto sentido ético de capacidad auto-crítica y un amplio sentido humanista.

• Fortalecer en él el concepto de trabajo de equipo, para que asuma responsabilidad y liderazgo en el papel y función para las cuales se está formando.

• Que sea una persona dinámica, inquisitiva, crítica y reflexiva.

5. Hacer vivencial la identificación de los modelos pedagógicos que pueden emplearse en el desempeño profesional, y esto se logra en la medida que se aplican modelos pedagógicos en la formación de los futuros bibliotecólogos promotores de la lectura, así ellos seleccionarán uno en particular o buscarán otras alternativas acordes con sus principios e ideales.

6. La investigación permite mostrar otro camino a seguir para llenar los vacíos que presentan los actuales bibliotecólogos que se dedican a la promoción de la lectura y a la formación de usuarios y es ofrecer un diplomado como parte de la educación continua, o una especialización en un nivel de postgrado o una línea de investigación dentro de una maestría.

Pie de paginas

* Artículo derivado de la investigación“El Bibliotecólogo como Promotor de la Lectura y sus Bases Pedagógicas” presentada como tesis de maestría en la Universidad Nacional Autónoma de México –UNAM– (2003). Artículo recibido en septiembre de 2004, evaluado y aceptado, previas modificaciones, en mayo de 2005.

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3. Íbid.

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10. Entendiendo por estrategias de enseñanza las actividades diseñadas para alcanzar un objetivo predeterminado, de acuerdo con los propósitos o intenciones normativas que busca la promoción de la lectura y la formación de lectores y de usuarios dentro de la bibliotecología y no deben confundirse con objetivos instruccionales o de acción.

11. OLAYA ESTEFAN. Op. cit.

***. 60 bibliotecólogos promotores de la lectura distribuidos así: 46 en bibliotecas escolares, dos en bibliotecas de organismos no gubernamentales, doce en cuatro sistemas de bibliotecas del sector oficial y privado.

Ø. Se presenta el esquema anterior para poder comprender la frecuencia y los porcentajes de la tabla No. 2.

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