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Revista Interamericana de Bibliotecología

versão impressa ISSN 0120-0976versão On-line ISSN 2538-9866

Rev. Interam. Bibliot v.31 n.1 Medellín jan./jun. 2008

 

La promoción de la lectura en las bibliotecas públicas de Medellín*

Reading promotion in the public libraries of Medellín

Didier álvarez Zapata**; Norfi Yamili Ocampo Molina***; Yicel Nayrobis Giraldo Giraldo**** ; Luz Marina Guerra Sierra**** ; Liliana Melgar Estrada******; Maricela Gómez Vargas*******

** Investigador principal. Bibliotecólogo. Especialista en Animación Sociocultural y Pedagogía Social. Magíster en Ciencia Política. Profesor Asociado de la Escuela Interamericana de Bibliotecología de la Universidad de Antioquia, Medellín, Colombia. dial@bibliotecologia.udea.edu.co, dialnucleo@gmail.com

*** Coinvestigadora. Licenciada en Educación en Básica Primaria. Coordinadora Fundación Ratón de Biblioteca. Bogotá, Colombia. yamiliocampo.m@gmail.com

**** Coinvestigadora. Bibliotecóloga. Candidata a Magister en Educación y Desarrollo Humano. Profesora de la Escuela Interamericana de Bibliotecología de la Universidad de Antioquia, Medellín, Colombia. yicel@bibliotecologia.udea.edu.co

***** Coinvestigadora. Bibliotecóloga. Asesora de la Fundación Ratón de Biblioteca, Bogotá, Colombia. lumague@gmail.com

****** Convestigadora.Bibliotecóloga. lilimelgar@gmail.com

******* Coinvestigadora. Estudiante de octavo semestre de la Escuela Interamericana de Bibliotecología de la Universidad de Antioquia, Medellín, Colombia. maricegova@gmail.com

 


Resumen

Presenta la investigación titulada Exploración de los discursos y las prácticas de la promoción de la lectura en las bibliotecas públicas de Medellín: una revisión del lugar social de la biblioteca pública en la formación de los lectores. La investigación se centró en mostrar el estado de las principales categorías institucionales y organizacionales de la biblioteca pública que condicionan el desarrollo de las iniciativas de promoción de la lectura. El propósito general de la investigación era ofrecer una descripción nominal, cuantitativa y estructural de las iniciativas de promoción de la lectura desplegadas por las bibliotecas públicas en Medellín, de forma que se impulse la constitución de un mapa general de su estado actual, aún cuando muchas de las concepciones, valoraciones y propuestas hechas en ese mapa bien podrían aplicarse a contextos más amplios como el colombiano y, aún más, al latinoamericano. El objetivo de la investigación era, en primer lugar, estudiar las prácticas y los discursos (disciplinares y profesionales) que sustentan las iniciativas de promoción de la lectura en las bibliotecas públicas de Medellín, de forma que sea posible empezar a comprender el lugar de la biblioteca pública en la tarea de formación social de los lectores. Y, en segundo lugar, aportar una base de reconocimiento empírico de las relaciones entre biblioteca pública y lectura. Sin embargo, el presente artículo sólo aborda los hallazgos referidos a los discursos que tienen las bibliotecas sobre la institución bibliotecaria y la promoción de la lectura (idea de biblioteca pública, lectura, lector, promoción de la lectura y animación a la lectura). Los conceptos centrales de la investigación son biblioteca pública y promoción de la lectura, y retomó también las ideas referentes a sociedad, lenguaje, discurso y práctica, para todo lo cual se privilegió la mirada de la sociología contemporánea, de la mano de Jürgen Habermas, Manuel Castells, Pierre Bourdieu y Paul Ricouer. El enfoque metodológico de la investigación es cualitativo.

Palabras clave: biblioteca pública, promoción de la lectura, animación a la lectura, lectura, lectores, Medellín.

Cómo citar este artículo: áLVAREZ ZAPATA, Didier, et al. La promoción de la lectura en las bibliotecas públicas de Medellín. Revista Interamericana de Bibliotecología. Ene.-Jun. 2008, vol. 31, no. 1, p. 161-205.

 


Abstract

This paper presents some aspects of the research "Exploración de los discursos y las prácticas de la promoción de la lectura en las bibliotecas públicas de Medellín: una revisión del lugar social de la biblioteca pública en la formación de lectores". This research has focused on showing the state of the main institutional and organizational categories of the public library, which determine the development of reading promotion initiatives. The general purpose of this research was to offer a nominal, quantitative and structural description of reading promotion initiatives used by the public libraries in Medellín. This will make possible to know a general map of their current state. Despite many of the conceptions, assessments and proposals made in this map, it could be applied not only in Medellín but also in broader contexts such as Colombia and even Latin America. The specific purpose of this research was, on the one hand, the study of practices and subject field discourses, which support the reading promotion initiatives in the abovementioned libraries, so that the function of the public library in the social task of reader's education can be understood. And, on the other hand, to give a base of empirical recognition of relationships between public library and reading. However, this paper deals only with the findings related to library discourses about the library as an institution and the reading promotion (concept of public library, reading, reader, reading promotion, and reading encouragement). The main concepts of this research are public library and reading promotion. Concepts related to society, language, discourse and practice from the point of view of Habermas, Castells, Bordieu, and Ricouer also have been taken up again. Finally, the methodological approach of this work is qualitative.

Key words: public library, reading promotion, reading encouragement, reading, reader, Medellín

How to cite this article: áLVAREZ ZAPATA, Didier, et al. Reading promotion in the public libraries of Medellín. Revista Interamericana de Bibliotecología. Ene.-Jun. 2008, vol. 31, no. 1, p. 161-205.

 


Introducción

Este trabajo informa de los resultados de la investigación Exploración de los discursos y las prácticas de la promoción de la lectura en las bibliotecas públicas de Medellín: una revisión del lugar social de la biblioteca pública en la formación de los lectores, realizada por el Equipo de Investigación en Biblioteca Pública y Lectura, del Grupo de Investigación en Biblioteca Pública -GIBP- de la Escuela Interamericana de Bibliotecología de la Universidad de Antioquia, en asocio con la Fundación Ratón de Biblioteca.

La investigación se centró en mostrar el estado de las principales categorías institucionales y organizacionales de la biblioteca pública que condicionan el desarrollo de las iniciativas de promoción de la lectura. Tuvo como propósito general ofrecer, desde consideraciones evidentemente fácticas, una descripción nominal, cuantitativa y estructural de las iniciativas de promoción de la lectura desplegadas por las bibliotecas públicas en Medellín, de forma que se impulse la constitución de un mapa general de su estado actual, aún cuando muchas de las concepciones, valoraciones y propuestas hechas en ese mapa bien podrían aplicarse a contextos más amplios como el colombiano y, aún más, al latinoamericano.

Si bien la investigación produjo una cantidad grande y significativa de datos sobre las características y condiciones de las bibliotecas públicas para la promoción de la lectura (tipología, integración a redes y sistemas, reconocimiento social, horarios de atención, servicios, colecciones, planta física, personal, entre otros) y de las iniciativas de promoción de la lectura que despliegan estas instituciones (tipología, objetivos, públicos, etc.), este artículo sólo aborda los hallazgos referidos a los discursos que tienen las bibliotecas sobre la institución bibliotecaria y la promoción de la lectura (idea de biblioteca pública, lectura, lector, promoción de la lectura y animación a la lectura).

Debe advertirse, por último, que la investigación no abordó la valoración de los impactos de las iniciativas de promoción de la lectura por considerar que éste es un trabajo posterior en el programa de indagación que se propone el Equipo. No obstante, dejó sentado un sistema de categorías que bien puede servir como base a este urgente trabajo de indagación.

Por otra parte, por respeto a la imagen institucional y en virtud de la confidencialidad de la información, el Equipo de investigación procuró, en la presentación de los resultados, no hacer siempre alusiones directas al nombre de las instituciones participantes. No obstante, en los casos en que fue absolutamente necesario hacer mención de un hecho histórico o plantear un antecedente fundamental para entender un cierto proceso, se utilizaron los nombres propios de las instituciones. De tal manera, éticamente se prefirió generalizar los casos a la categoría inmediatamente superior, llamándolos biblioteca pública del sector estatal, biblioteca pública del sector privado, biblioteca pública popular según el caso que correspondiera.

De la información consignada en los cuestionarios por los coordinadores y los promotores de la lectura de las instituciones integradas a la muestra, se extrajeron testimonios e ideas que ilustran algunos apartados, los cuales no se citan a pie de página evitando fatigar al lector con constantes alusiones a esos documentos.

Los lectores que quieran profundizar en el conocimiento del diseÑo y resultados de la investigación, pueden comunicarse con los autores de la misma.

1. Identidad y delimitación de la investigación

1.1. Objetivos de la investigación

La investigación se planteó como objetivos generales:

• Estudiar las prácticas y los discursos (disciplinares y profesionales) que sustentan las iniciativas de promoción de la lectura en las bibliotecas públicas de Medellín, de forma que sea posible empezar a comprender el lugar de la biblioteca pública en la tarea de formación social de los lectores.

• Aportar una base de reconocimiento empírico de las relaciones entre biblioteca pública y lectura para que el Grupo de Investigación en Biblioteca Pública pueda desarrollar un programa de investigación en la línea.

De modo más específico, pretendió:

• Realizar un acercamiento exploratorio a las iniciativas y propuestas de promoción de la lectura desplegadas por las bibliotecas públicas en Medellín y su área Metropolitana.

• Identificar los referentes conceptuales y discursivos que sustentan las iniciativas y propuestas de promoción social de la lectura por parte de las bibliotecas públicas de Medellín y su área Metropolitana.

• Identificar las prácticas propuestas en las iniciativas de promoción de la lectura que desarrollan las bibliotecas públicas en Medellín y su área Metropolitana.

• Esbozar una idea general del lugar social que tiene la biblioteca pública en la formación de los lectores en el contexto de Medellín y el área Metropolitana.

1.2. Problema de investigación

El marco problemático de la investigación tuvo como centro el hecho de que las prácticas de promoción de la lectura en la biblioteca pública de Medellín, enfrentan hoy un especial momento de definiciones generado por los nuevos lugares propuestos para la biblioteca en el desarrollo de las ciudades colombianas1 y, más especialmente, por los lineamientos culturales, educativos y políticos trazados por el Plan Nacional de Lectura y Bibliotecas y el Plan Maestro para los Servicios Bibliotecarios Públicos de Medellín, a través de su Plan Municipal de Lectura "Medellín Sí Lee".

Esta coyuntura, muy lejos de traer claridad sobre el lugar y roles sociales de la biblioteca pública frente a la lectura y la escritura, lo que ha hecho es problematizar su institucionalidad pública en relación con la conformación y consolidación del orden social. Este asunto parece ocultarse, por cierto, detrás de consideraciones que, dando por supuesta la pertinencia social de la biblioteca pública, tienen dificultades para reconocer y explicar los potenciales de cambio social que conllevan sus prácticas con la lectura y la escritura.

En síntesis, en la investigación se partió de reconocer un atraso significativo en la tarea académica y profesional de entender los móviles, sentidos y proyecciones de las prácticas de promoción de la lectura que despliegan las bibliotecas públicas en Medellín dentro de la tarea social de formación de los lectores, lo que parece asociarse, de otro lado, con el desconocimiento, prácticamente total, de los discursos que sustentan esas prácticas. Todo esto conduce a una comprensión precaria del lugar de la biblioteca pública en la formación social de los lectores en el contexto de las propuestas de desarrollo para la ciudad y para el país.

Así pues, puede decirse que, en el ámbito de las relaciones entre biblioteca pública y promoción de la lectura en Medellín, se conforma contemporáneamente un núcleo problemático que podría sintetizarse en las siguientes preguntas de investigación:

• ¿Cuáles son las prácticas que despliega la biblioteca pública en Medellín en el campo de la promoción de la lectura?

• ¿Qué representaciones e ideales, y qué sustentos contextuales, conceptuales, teóricos y metodológicos tienen esas prácticas?

• ¿Qué lugar tiene la biblioteca pública en la tarea social de formación de los lectores?

1.3. Delimitación espacial y temporal de la investigación

La investigación se concentró en el período comprendido entre los aÑos 2003 y 2006, por considerarlo de especial interés en el desarrollo de la biblioteca pública y la promoción de la lectura en el país y en la ciudad. Este período estuvo marcado por la formulación del Plan Nacional de Lectura y Bibliotecas - PNLB - en el 2003 y el Plan Maestro para los servicios bibliotecarios públicos de Medellín en el 2004. En este sentido, la investigación no da cuenta del desarrollo en Medellín de los Parques Bibliotecas, pues de los cinco construidos, uno fue inaugurado a finales del 2006, tres fueron inaugurados en el primer semestre del aÑo 2007, y el más reciente fue inaugurado en febrero de 2008. De todas maneras debe decirse que, en consonancia con la modalidad administrativa adoptada por la administración municipal para el manejo de los Parques Bibliotecas, estos nuevos espacios urbanos heredan la tradición de las instituciones que los operan. Igualmente, se considera que se avecinan cambios sustanciales en las prácticas bibliotecarias públicas alentadas por las diversas acciones que vienen desplegando los Parques Bibliotecas como nuevos referentes del espacio público, educativo y cultural en la ciudad de Medellín.

2. Referentes conceptuales

2.1. Conceptos contextuales

Esta parte buscó apoyar la comprensión estructural del lugar de la biblioteca pública como institución social que desarrolla iniciativas de formación de los lectores. Para ello propuso un telón conceptual desde las ciencias sociales con el cual fuera posible realizar valoraciones de los hallazgos. Ello se justificó con la convicción de que la promoción de la lectura es una práctica social con profundos vínculos en las dinámicas del mundo de la vida y el sistema, o mundo del poder.

Es oportuno seÑalar que ese sistema diseÑado desborda cualquier posibilidad presente de interpretación y valoración de las iniciativas de promoción de la lectura desde la bibliotecología. Al decir esto se acepta que no se cuenta todavía con la madurez suficiente en el área como para explicar los hechos sociales que refieren esas iniciativas desde claves comprensivas tan complejas como las que proponen las ciencias sociales contemporáneas. De todas maneras, consideramos importante, al menos para el programa de investigación del Equipo, haber constituido un mapa comprensivo suficientemente rico y retador.

Así pues, se abordan en el marco conceptual las ideas referentes a sociedad, lenguaje, discurso y práctica, para todo lo cual se privilegió la mirada de la sociología contemporánea, de la mano de Jürgen Habermas, Manuel Castells, Pierre Bourdieu y Paul Ricouer. Principalmente de Habermas se retoma su propuesta de explicación de los elementos del mundo social: mundo de la vida y sistema. De Castells, su idea de procesos comprensivos de la sociedad: producción, experiencia y poder. De Bourdieu, se tienen en cuenta sus conceptos de habitus, campo y capital. Complementariamente, se asumen las propuestas de la hermenéutica de Ricouer, de quien se retoman las ideas sobre el lenguaje como expresión vital del hombre.

2.2. Conceptos sobre biblioteca pública y promoción de la lectura

Esta parte pretendió establecer un territorio preliminar conceptual que se fue reconfigurando por la emergencia de conceptos subyacentes en la forma de explicar y comprender que los sujetos, promotores de la lectura y bibliotecarios, tienen sobre lo que hacen con la lectura en la biblioteca pública. El conjunto de conceptos específicos estuvo integrado por: biblioteca pública, lectura, promoción de la lectura e iniciativas de promoción de la lectura. Por razones de racionalidad en la comunicación científica, en este artículo no se presentan tales conceptos ya que, además, se considera que deben ser objeto de otros artículos académicos.

3. Metodología

En esta parte del artículo se presenta una breve descripción del componente metodológico de la investigación. Se tiene la convicción de que es deber de todo equipo de investigación comunicar con suficiencia narrativa, las rutas encontradas y los caminos perdidos en su trabajo. Esto, por razones que resultan apenas obvias: la necesidad de heredar aprendizajes, el imperativo ético de evitar que otros tengan que repetir desvaríos y sinsentidos, la necesidad, en fin, de dar cuenta del valor inestimable que tiene caminar para saber. Es decir, contar, aunque sea brevemente, lo metodológico vivido, resulta, de suyo, un imperativo ético que lamentablemente, no suele hacerse como práctica investigativa.

3.1. Enfoque de la investigación

El enfoque metodológico de la investigación asumió la manifestación de los fenómenos humanos como hechos históricos, contextuados y portadores de sentido; así como también, hechos observables y verificables que pueden valorarse a partir de aproximaciones, contrastaciones, comparaciones y relaciones entre información primaria y secundaria y perspectivas teóricas, categoriales y conceptuales. Esta pretensión metodológica orientó la exploración del problema de investigación desde el uso de metodologías cualitativas.

3.2. Bibliotecas participantes y conformación de la muestra

Las bibliotecas públicas que participaron en la investigación fueron las siguientes (Ver Tabla 1):

Para la conformación de esta muestra, se tuvieron en cuenta los siguientes criterios:

• Realización de iniciativas de promoción de la lectura por parte de las bibliotecas. La población está constituida por las bibliotecas públicas que desarrollasen cualquier tipo de iniciativas de promoción de la lectura.

• Tipología de las bibliotecas. De acuerdo con la tipología de biblioteca pública propuesta por el Grupo de Investigación en Biblioteca Pública de la Escuela Interamericana de Bibliotecología de la Universidad de Antioquia, se trató de incluir en la muestra una cantidad representativa de cada una de las clases, sin dar prioridad a ninguna de ellas. 2

En cuanto a la biblioteca pública como objeto de estudio se consideran tres tipos:

- Biblioteca pública del sector estatal.

- Biblioteca pública del sector privado.

- Biblioteca pública de iniciativa comunitaria o popular..

• Ubicación geográfica de las bibliotecas. Se trató de incluir en la muestra una cifra representativa de cada una de las zonas territoriales en las que se encuentra dividida la ciudad de Medellín.

• Antigüedad y posicionamiento de las bibliotecas. Se tuvieron igualmente en cuenta los aÑos de existencia de la biblioteca. Para ello se tomó como punto de referencia el aÑo 2003, en el cual se formuló en Colombia el Plan Nacional de Lectura y Bibliotecas. Otro criterio relacionado con la antigüedad, en este caso de las iniciativas de promoción de la lectura, es que fueran reconocidas por la comunidad.

• Recursos organizacionales de las bibliotecas. En la determinación de la muestra se tuvo en cuenta, además, el cumplimiento de pautas mínimas en cuanto a los recursos organizacionales de las bibliotecas. Estas pautas se diseÑaron teniendo como base los lineamientos presentados por IFLA/UNESCO,3 pero no estrictamente en las cantidades propuestas (Ver Tabla 2):

• Permanencia y regularidad en la prestación de servicios bibliotecarios. Se tuvo en cuenta que las bibliotecas integradas a la investigación tuvieran permanencia en la prestación de servicios bibliotecarios y que la atención a las comunidades no fuera intermitente, es decir, que fuera una prestación regular en un horario fijo y reconocido por los usuarios.

Debe seÑalarse que respecto de las bibliotecas públicas de iniciativa popular no se pudo trabajar con todas las existentes en la ciudad debido a que muchas de ellas no reunían estos criterios de permanencia y regularidad. En este caso se consultó a autoridades en el campo de las bibliotecas populares para constituir el conjunto de este tipo que reunían los criterios mínimos requeridos (Ver Tabla 3).

3.3. Categorías de estudio del discurso y la práctica de la promoción de la lectura

Como estrategia metodológica del trabajo de investigación, se construyó un mapa categorial a partir del cual se sintetizaron los intereses temáticos conceptuales que tuvo el equipo de trabajo (Ver Tabla 4).

3.4. Instrumentos de indagación

Se usaron, principalmente, tres tipos de instrumentos:

• Instrumentos para el registro y la sistematización de la información: portafolio y memos analíticos.

• Instrumentos para la generación de la información: cuestionarios, entrevistas, guías de observación y fichas de análisis de contenido.

• Instrumentos para el análisis de información: cuadros estadísticos y matriciales; gráficos de porcentajes, frecuencias y otros.

3.5. Consideraciones éticas

En cuanto a los criterios éticos que condujeron el trabajo de investigación, se tuvo en cuenta: la cordialidad y respeto en la comunicación; el consentimiento informado; la veracidad y oportunidad en la información suministrada; el respeto por la imagen institucional; y el compromiso del retorno social de la información, es decir, la necesaria devolución de información y conocimiento obtenidos.

4. Resultados de la investigación

La investigación arrojó una cantidad muy grande y significativa de datos cuantitativos y de información cualitativa sobre las dimensiones organizacional y práctica de la promoción de la lectura en la biblioteca pública en Medellín. Por ello, el artículo presenta, de manera sintética, sólo los principales hallazgos de la investigación respecto de dos grandes campos: los discursos de la promoción de la lectura que tienen las bibliotecas públicas en Medellín, y las ideas que se tienen sobre el lugar social de la biblioteca pública en la formación de los lectores.

4.1. Los referentes conceptuales que soportan las iniciativas de promoción de la lectura en la biblioteca pública de Medellín

4.1.1. Biblioteca pública

En lo concerniente al concepto de biblioteca pública que tienen las instituciones bibliotecarias públicas en Medellín, se puede decir que todas las de carácter privado y público tienen como referente conceptual al Manifiesto UNESCO para la Biblioteca Pública, aunque el nivel de explicitación de ello en sus discursos bibliotecarios sea muy variable. De hecho, las bibliotecas que más expresamente tienen propuesto su marco de referencia en el Manifiesto, son los sistemas bibliotecarios de Comfenalco y de la Biblioteca Pública Piloto, asunto este apenas comprensible en tanto que se reconoce su historia fuertemente atada a la promoción de estos ideales. Esto queda claro al ver, por ejemplo, los soportes de autoridad que, principalmente, convoca el texto escrito por los bibliotecólogos del Departamento de Cultura y Bibliotecas de Comfenalco, como presentación de los libros que constituyen la Colección Fomento de la Lectura: Informe de la Reunión de Caracas, y el mismo Manifiesto de 1994.

En el caso de las bibliotecas populares, debe decirse que estos referentes prácticamente no aparecen y hasta se desconocen puesto que circulan esencialmente entre bibliotecólogos con intereses en las bibliotecas públicas.

No obstante, llama la atención en todo esto que la idea de la biblioteca como espacio social se da por encima de un análisis sistemático de las prácticas culturales y políticas que se realizan en ella. Es como si la apropiación de la idea de que la biblioteca es socialmente útil, siguiera dificultando develar la cotidianidad de ella misma.

De cualquier manera, en el discurso bibliotecario local son evidentes las alusiones a las funciones sociales de la biblioteca, por lo que se puede considerar que se le representa más como una institución. En este sentido, resulta interesante revisar las funciones que las instituciones estudiadas asignan a la biblioteca pública. En esto debe entenderse a las funciones bibliotecarias como la respuesta que da la biblioteca a las demandas que desde la sociedad le llegan, pero también como el resultado de su propia iniciativa de acción social (sus finalidades) y en perspectiva del análisis que hace del contexto social. Los objetivos son, en esta medida, el punto de mira que la biblioteca pone para el cumplimiento de las funciones. Dicho de otra manera: las funciones son de corte filosófico mientras que los objetivos son de corte administrativo. En todo ello, desde luego, está de por medio la orientación ideológica (política, educativa, religiosa) que sustenta a cada biblioteca en su origen y que, de hecho, no se agota en la formulación amplia y universalista que plantea, por ejemplo, el Manifiesto UNESCO. La idea UNESCO de biblioteca, por cierto, tiende a uniformar la múltiple variedad mundial de la biblioteca pública en una identidad globalizada. He ahí el problema de las tipologías de la biblioteca pública en Medellín: ¿una biblioteca vista en tres escenarios (lo estatal, lo privado y lo comunitario), o es que son tres bibliotecas distintas (estatal, privada y popular) reunidas por una categoría bibliotecaria (biblioteca pública) que limita su muy variada identidad?

En particular, puede decirse que las funciones substantivas de la biblioteca pública han empezado a considerarse en Medellín, principalmente, y como lo proponen los bibliotecólogos de Comfenalco, dirigidas al cumplimiento de "(...) dos objetivos básicos: fomentar y promover la lectura y posibilitar el libre acceso de las personas a la información local, regional e internacional, que dé cuenta del quehacer humano y de las diferentes culturas".4

No obstante, esta concepción con doble centro que traza la acción institucional de Comfenalco desde la década de los aÑos 90 (con la creación del Servicio de Información a la Comunidad en 1991, y de la Coordinación de Fomento de la Lectura en 1993), parece ser común a la mayoría de las bibliotecas pero sólo en lo pertinente a la promoción de la lectura, porque lo relacionado con la información local sigue estando muy lejos de la acción de las otras bibliotecas (grandes y pequeÑas), salvo el caso de algunas bibliotecas populares que, con el apoyo de Comfenalco o por iniciativa propia, empiezan a tener pequeÑas colecciones de información comunitaria. Sin duda, esta consideración orgánica de lectura e información local no logra aún calar con fuerza en el proyecto de bibliotecario de la ciudad.

Así pues, es posible decir que hay un acuerdo alrededor de la promoción de la lectura como una estrategia central de la biblioteca pública en Medellín. Lo dicen, por ejemplo, Comfenalco: "La biblioteca pública busca: formar lectores críticos y autónomos e incrementar los niveles de lectura de la población". La Biblioteca Pública Piloto al reconocer la prioridad de "prestar el servicio de promoción de la lectura". La Fundación Ratón de Biblioteca cuando afirma que pretende "(...) generar una cultura de placer por la lectura [...] fomentando un reencuentro con los libros y el uso de la palabra afectuosa y con las formas simbólicas no violentas". La Red de Bibliotecas Públicas de Medellín que propone que la biblioteca pública es una "institución para generar lectores". La Biblioteca Popular Brisas del Norte que afirma que "la lectura es una actividad que debe ser incrementada a través de los estamentos gubernamentales educativos y, al mismo tiempo, por la biblioteca".

4.1.2. Lectura

En cuanto a la naturaleza del concepto de lectura, pueden identificarse en el discurso de las bibliotecas investigadas, ideas recurrentes que la definen así:

• La lectura como proceso, esto es, como un conjunto de acciones que buscan incorporar al sujeto en un acumulado de saber cultural simbólico, mítico y ritual. Este sujeto hereda un mundo de la vida (un acervo de conocimientos culturales) y lo recrea desde sus acciones en la vida cotidiana. Igualmente, otros definen a la lectura como proceso en el que interactúan varios aspectos: el lector, el texto y el autor mediados por un contexto que los rodea y determina. Finalmente, encontramos una alusión a la lectura como proceso de integración de las personas al mundo social, por la acción socializadora que cumple. Esta última idea permite afirmar que la lectura es una dimensión que pone en relación al hombre con el mundo y consigo mismo para hacerle frente a las exigencias de la vida en comunidad. En este sentido, la lectura se asume como una interpretación del mundo.

• La lectura como producto, es decir, la lectura es vista como el resultado de acciones tales como pasar los ojos por las líneas de un texto. Además vale la pena seÑalar que en otros casos no es la lectura vista como producto, es la comprensión el producto deseado y esperado de la lectura como proceso, en una clara alusión a perspectivas de corte psicolingüístico comprensivista.

• La lectura como experiencia, para este caso, calificada de formativa y gozosa. En primer lugar, la experiencia de la lectura como formativa pone en evidencia la relación entre sujetos, procesos y contextos de enseÑanza y aprendizaje mediados por la lectura. Sin embargo, la experiencia sólo podría ser calificada como tal en la medida en que haya tenido lugar en el sujeto lector un acontecimiento significativo y transformador, esto quiere decir, que la experiencia lo será en tanto haya sido vivida y padecida por sujeto lector, no simulada y controlada. En este sentido se puede afirmar que la lectura como experiencia sólo tiene lugar en tanto el lector haya vivido realmente el acontecimiento de la lectura. En segundo lugar, la experiencia de la lectura como gozosa podría aludir a que sólo en la medida en que la lectura genere placer podrá ser calificada como experiencia, como acontecimiento con sentido en el sujeto lector. Si la lectura no produce placer, no tendrá lugar entonces la experiencia de la lectura. Estas ideas se han difundido con mucho éxito en el campo de la promoción de la lectura convirtiéndose en un imperativo categórico de sus iniciativas.

• La lectura como ejercicio, en un caso concreto, se alude a ella desde un énfasis en lo político. El ejercicio se refiere a la acción de ejercitar o ejercitarse, a la acción o el efecto de ejercer. En esta medida, la lectura como ejercicio político involucra la acción de un sujeto que busca hacerse visible en el espacio político para recuperar su voz y su palabra.

• La lectura como instrumento o herramienta, esto es, como un artefacto cultural que le permite al sujeto enfrentarse a las adversidades de la vida cotidiana con cierta familiaridad y desde cierta comprensión formal y natural del mundo. Las herramientas y los instrumentos sirven para algo o nos servimos de ellos para realizar algo; así pues, la lectura como herramienta, sirve, por ejemplo, para "el desarrollo de las capacidades humanas", "desenvolvernos en el mundo", "integrarnos a un cultura democrática", "ejercer el derecho a la educación", entre muchas otras finalidades.

• La lectura como habilidad, esto es, como capacidad y disposición para algo. Así mismo, se define a la lectura como el dominio de un conjunto de destrezas para desenvolverse, en general, en la vida social y, en particular, en el mundo educativo.

• La lectura como "la forma más refinada de cultivar nuestro lenguaje", esto es, como la forma más aceptada y legitima para adquirir y acumular un amplio capital lingüístico, pues como lo dice la Biblioteca Comfama: "un lenguaje pobre nos deja indefensos, sin la posibilidad de participar y ausentes de las decisiones sociales, culturales y políticas, definitivas para vivir en comunidad".

En esta misma línea situamos la expresión de una de las bibliotecas públicas participantes referida al concepto de lectura como "un acto sagrado", es decir, a la lectura como un ritual revestido de orden, control y normalización, lo que reafirma la existencia de cánones inviolables y de instituciones que velan por el cumplimiento de estos preceptos que permiten y estimulan - mediante el control- ciertos tipos deseables de relaciones del lector con el texto.

En general, puede decirse que el concepto de lectura es definido usando comprensiones que van desde perspectivas complejas e integradoras, hasta aquellas que la reducen al acto de "seguir con los ojos las líneas de un texto". Llama la atención que aún se hable de la lectura desde enfoques tan tradicionales e incluso cuestionados. Esto podría indicar la necesidad de impulsar procesos de formación y reflexión sobre la promoción de la lectura en las instituciones bibliotecarias que la promueven.

En lo que tiene que ver con los enfoques predominantes en el concepto de lectura, identificamos, en principio, un enfoque eminentemente canónico5 de la lectura como aquel que valora, en exceso, la importancia de favorecer un encuentro del lector con aquello que es considerado digno de leer. Un ejemplo de ello es la siguiente idea de un promotor de la lectura: "una buena selección de autores, su lectura cuidadosa, su meditación, el respeto y la valoración por las ideas expresadas, es la fragua que inevitablemente forjará el pensamiento y al pensador sensato".

En este enfoque, la lectura debe estar regida por cánones literarios que pretenden asegurar y garantizar un acercamiento civilizador del lector con obras estéticamente valoradas. Sin duda, en ellos se plantea una relación estrecha entre la cognición, el acto de construcción y apropiación del sentido del texto, y el placer que podrá experimentar el lector. Sólo habrá placer en la medida en que el lector haya logrado construir y apropiar el sentido del texto, como bien lo ilustra esta otra idea de un promotor de la lectura: "toda lectura bien hecha nos deja sembrados múltiples interrogantes y fortalece irremediablemente el pensamiento. Cada palabra viva y pertinente puede suscitar una pregunta, provocar evocación; desatar múltiples imágenes que, finalmente, se convierten en ejercicio necesario para forjar el pensamiento".

A este enfoque canónico, como hemos optado por calificarlo, se adhieren otras alusiones asociadas al placer y al goce que produce la lectura: "la lectura es un momento divertido" (biblioteca pública del sector privado). Un goce que se experimenta por fuera de las posibilidades proscritas, al parecer, por otros espacios sociales; la escuela, por ejemplo. El placer se aleja de las aulas, pero se refugia en la privacidad, en la soledad del lector que se escapa de la materialidad del mundo y se instala en las difusas fronteras de la imaginación y la ensoÑación: "leer es otra manera de volar" (biblioteca pública del sector privado). Este enfoque podríamos denominarlo funcionalista intimista, pues privilegia la relación solitaria y privada del lector con el texto.

No obstante, identificamos otro enfoque mucho más centrado en una idea de la lectura ligada a la relación, a la conversación, al encuentro, a la socialización de los sujetos. Una lectura puesta en el proceso de construcción de lo humano, de la elaboración permanente de un proyecto colectivo en el que tiene presencia el sujeto en todas sus dimensiones: afectiva, emotiva, biológica, cognitiva, comunicativa, valorativa, ética, lúdica, estética, política y cultural. A este enfoque podríamos denominarlo desarrollista de corte socializador pues le atribuye a la lectura un lugar central en los procesos de integración del sujeto a las estructuras sociales, a un mundo de la vida que lo recibe y lo acoge. Por lo tanto, el leer se vuelve una práctica de sociabilidad (es decir, el conjunto de actividades simbólicas que le permiten al sujeto socializarse).

Por último, nos referimos a las finalidades atribuidas a la lectura. En ello queremos resaltar la presencia recurrente de dos ámbitos: el personal y el social. De un lado, la finalidad de la lectura suscrita al campo de desarrollo individual, el cual se refiere a que la lectura les permite a los sujetos adquirir conocimientos y destrezas, y desarrollar habilidades de pensamiento y de comunicación: "acceder a información cifrada y usarla, comunicarse, elaborar conocimientos, interpretar, seguir instrucciones, recrearse, ampliar sus horizontes mentales y confrontarse culturalmente". Por otro lado, la lectura suscrita al desarrollo social y económico de las comunidades, pues en la medida en que el lector adquiere la habilidad de leer podrá desenvolverse con mayor soltura en el medio social y laboral contribuyendo al mejoramiento de las condiciones de vida personal y social. No es gratuita y menor la alusión permanente a la lectura como aquello que "permite el desarrollo social y comunitario".

En general, en este enfoque se depositan en la lectura esperanzas de ampliación de la participación, y de avances en el desarrollo social y en el crecimiento económico. Adicionalmente, queremos resaltar una alusión a la lectura como aquello que "realiza al lector como ciudadano" (biblioteca pública del sector estatal). En este sentido, la lectura es la que permite la formación y la expresión del sujeto como ciudadano, como sujeto con presencia pública y con identidad política. La lectura, así, se constata como una dimensión simbólica desde la cual es posible enunciar el mundo, por ejemplo, en su espacio político.

4.1.3. Lector

Respecto del concepto de lector, hay una convergencia notable del discurso de las bibliotecas indagadas, en considerarlo como sujeto individual y no como sujeto colectivo. Esto es, las bibliotecas no aluden a comunidades, segmentos o capas lectoras. No obstante, hay implicaciones colectivas y sociales que se desprenden de las características seÑaladas en casi todas las definiciones de lector como un sujeto que debe estar en capacidad o con la actitud, de transformar su entorno y su realidad. Llama también la atención la existencia de conceptos muy elaborados de lector en los sistemas bibliotecarios o bibliotecas con mayor tradición en el campo de la promoción de la lectura (que se perciben como producto de una larga reflexión que bien vendría tuviera mayor sistematización y comunicación), y que contrastan con los otros conceptos realmente precarios sobre el lector, que simplemente lo relacionan con la actividad de leer.

En cuanto a los enfoques dados al concepto de lector, se advierten esencialmente dos vertientes:

• Una de corte crítico que otorga al lector el poder de construir su vida y el mundo social a partir de la práctica de leer.

• Otra de corte funcionalista intimista, que relaciona al lector con el mundo más desde la emoción y la sensibilidad en clara alusión a la conformación de la vida íntima. La siguiente idea da cuenta plenamente de este enfoque: "[el lector] es aquel que se pierde en la atmósfera, la interioridad y las imágenes del libro, pero que finalmente se encuentra, solidario o pensativo, en la compaÑía perdurable del autor. (...) Un buen lector es el que, buscador del saber y admirador del creador, acaricia con cariÑo un buen libro y lo estrecha entre sus manos o lo guarda en lo profundo del bolsillo temiendo no tanto extraviarlo, como sí perder al amigo potencial y leal que es el escritor".

Tal vez podría ser entendida la ausencia de respuesta sobre el asunto del enfoque, en la mayoría de las bibliotecas populares, como una dificultad para comprender al usuario de la biblioteca como lector. Puede decirse al respecto de esta tensión entre las denominaciones usuario y lector que el estatus común de las personas en la biblioteca pública moderna ha sido la de lectores, una representación afincada en la idea, ya comentada, de que las personas construyen sentidos del mundo con lo que leen, y que esos sentidos los integran y les dan lugar en la civilización.

En correspondencia, esta representación bibliotecaria del lector está fuertemente apegada al canon de lectura y al refinamiento estético, cosas en las que la biblioteca pública ha visto una oportunidad para relacionarse y encontrar lugar dentro de los discursos hegemónicos de la cultura y de la educación y, de paso, fundamentar su pretensión de institución para todos. Pero este estatus varió no poco con el advenimiento de las ideas de sistemas de información en los aÑos sesenta y con la imposición de los principios de la bibliotecología instrumental y práctica que UNISIST y PGI difunden para finales de esa década y principios de la siguiente.6 Ahora ya no son esencialmente las personas lectores para las bibliotecas, sino ante todo usuarios de la información. Bien lo ilustra la siguiente cita en la cual será lector de la biblioteca: "aquel que necesite información y conocimiento, o quiera distracción y buena utilización del tiempo libre por medio de la lectura, sin discriminación alguna".

A lo sumo, en esta perspectiva bibliotecaria la lectura se reconoce como proceso interpretativo de base dentro de un proceso mayor que es el proceso informativo, de forma que el lector se vuelve una arista apenas visible de la nueva figura de usuario. A esta nueva categoría subyace una gran limitación discursiva bibliotecaria que hace confundir información con lectura, y lector con usuario.

Sin embargo, nos encontramos con la aparición de otro enfoque, el desarrollista (de corte psicolingüístico), en el que al lector se le atribuye un lugar especial en el proceso de interacción con el autor y el texto en contextos determinados, cuyo resultado de la interacción es la construcción de significados y sentidos. Este enfoque se ve plasmado en la siguiente afirmación de uno de los promotores de la lectura que dice que lector "es el que realmente le da vida al libro cuando interactúa con él. ¿Cómo interactúa con él? Con los aprendizajes previos o significados confrontándolos para generar nuevos conocimientos y posturas frente a la realidad".

En lo que se refiere a los perfiles de formación que proponen las bibliotecas públicas de la ciudad, nos encontramos con dos asuntos recurrentes:

• El primero, que alude a la necesidad de formar al lector para el uso de la información desde perspectivas universales, múltiples, críticas y autónomas. Esto sugiere la necesidad de tener un lector lúcido con intereses y capacidades de actuación y proyección en el mundo social. No obstante, sólo hay una mención explícita del lector como persona capaz de producir textos, lo que vincula a la lectura con el universo de la escritura.

• El segundo, que desde una cierta preocupación por el uso del tiempo libre, busca formar "lectores lúcido-placenteros". Esta alusión al lector como un sujeto capaz de producirse placer con la lectura es una consecuencia de los enfoques intimistas muy arraigados en las prácticas de promoción de la lectura.

4.1.4. Promoción de la lectura

Con el propósito de reconstruir las múltiples definiciones dadas al concepto de promoción de la lectura, a continuación se presentan las ideas recurrentes y divergentes para ilustrar la gran variedad de opciones, posturas, enfoques, finalidades y posiciones que asumen las personas y las instituciones a la hora de explicar aquello que es objeto de su práctica: la promoción de la lectura. Partimos del supuesto de que lo que hacen las personas y las instituciones está en estrecha relación con lo que dicen, es decir, sus discursos explicativos y comprensivos del fenómeno objeto de su trabajo.

Así pues, debe seÑalarse, en primer lugar, que el concepto de promoción de la lectura en el discurso de las bibliotecas públicas investigadas está referido a:

La promoción de la lectura como acción o conjunto de acciones "dirigidas a acercar a un individuo o comunidad a la lectura, elevándola a un nivel superior de uso y gusto; de tal forma que sea asumida como una herramienta indispensable en el ejercicio pleno de la condición vital y civil". Esta es una de las definiciones que goza de mayor prestigio y reconocimiento entre las bibliotecas públicas de la ciudad, que data de principios de los aÑos noventa y ha sido difundida por las bibliotecas de la Caja de Compensación Familiar de Comfenalco. A esta definición, en general, se afilian las bibliotecas de la Red Municipal, la Biblioteca Pública Piloto, Biblioteca La Esperanza y la Biblioteca PAN. Así mismo, Comfenalco define a la promoción de la lectura como "una macroacción con la cual un país, una comunidad, una institución o un individuo contribuyen a formar una sociedad lectora".

En este sentido, la promoción de la lectura se concibe como acción social viva que se expresa en dos frente básicos de trabajo: de un lado, las microacciones que buscan acercar a individuos y comunidades a la lectura con el fin de transformar sus prácticas y representaciones desde las acciones que puedan realizar diferentes instituciones sociales, entre ellas la biblioteca pública; y por otro lado, las macroacciones, o acciones sinérgicamente articuladas de todas las instituciones sociales que hacen parte del sistema de formación social de los lectores y que confluyen en la pretensión de configurar una sociedad lectora, es decir, una sociedad que valora e integra la lectura en las diferentes dimensiones de la vida íntima, social y política. En estos términos, la promoción de la lectura es una responsabilidad no sólo de la biblioteca pública, a ella también se ven abocadas otras instituciones sociales como la familia, la escuela, el Estado, los medios de comunicación, entre otros.

La promoción de la lectura como proceso sociocultural apunta a la interacción de múltiples elementos del orden social y cultural con un objetivo común. La promoción de la lectura dinamiza las dimensiones culturales de la lectura y la escritura, dimensiones en las cuales se da la construcción de un horizonte común para las personas y que es compartido en el mundo de la vida.

La promoción de la lectura como servicio básico inherente al ser (esencia histórica) y quehacer (intervención social) de la biblioteca pública. En este sentido, la promoción de la lectura es vista como un producto organizacional que busca satisfacer necesidades de información de los usuarios en su condición de lectores. La promoción de la lectura es el puente entre las necesidades de los lectores y su satisfacción y para ello los pone en relación con los materiales de lectura que podrán satisfacer esas necesidades de información y formación derivadas de su acción en diferentes esferas de la vida.

La promoción de la lectura como una propuesta de intervención social por parte de la biblioteca pública que está en consonancia con el cumplimiento de las demandas sociales que sobre ella hacen el Estado y la sociedad. La intervención se refiere al conjunto de acciones intencionadas que buscan transformar y mejorar condiciones particulares en la vida de las personas y las comunidades. En especifico, la promoción de la lectura, como intervención, hace alusión a todas aquellas acciones sociales (planeadas, organizadas, ejecutadas y evaluadas) que emprende la biblioteca pública para transformar las representaciones y las prácticas de las personas y las comunidades con respecto a la lectura y la escritura.

La promoción de la lectura como práctica de pedagogía social, en otras palabras, es entendida como el conjunto de acciones educativas dirigidas a orientar y fortalecer en los sujetos los aprendizajes sociales y ciudadanos necesarios para integrarse y desenvolverse en la vida social y política. Esta definición reafirma el interés decidido de la biblioteca pública por apoyar los procesos de formación social y ciudadana de los sujetos, los cuales transcurren por fuera de los escenarios formales de las instituciones educativas. Llama la atención la integración que se hace de los procesos de enseÑanza y de aprendizaje a la promoción de la lectura, la cual debe ser un proceso que implica pensarse, ejecutarse y evaluarse para lograr el objetivo que es la formación de lectores autónomos y reflexivos que vayan construyendo una posición en el mundo y sean partícipes de la construcción de ciudadanía como seres con plena conciencia de participación. En todo ello no es gratuito que sea la Fundación Ratón de Biblioteca la más interesada en promover este tipo de comprensiones por todo el trabajo desplegado en la zona nororiental de la ciudad de Medellín y que ha sido el fruto de aprendizajes y del trabajo coordinado con otras organizaciones de base popular y comunitaria.

La promoción de la lectura como referente teórico-conceptual en la que se despliegan todas las acciones emprendidas por las bibliotecas en términos de lectura y escritura, esto es, la plataforma comprensiva en la cual se soportan los planes, programas, proyectos y actividades de lectura y escritura en la biblioteca pública. Tal es el caso de la Fundación Ratón de Biblioteca quien afirma que la promoción de la lectura "es la sustentación filosófico-conceptual"

La promoción de la lectura como estrategia, es decir, como procedimiento que busca poner en relación el mundo de los lectores con el mundo de los libros: "que la población en general se acerque a los libros". La promoción de la lectura es la mediadora entre los lectores y el mundo de la lectura, de los libros que esperan ser redescubiertos permanentemente por nuevos lectores. Otra expresión de esta idea es la concepción de la promoción de la lectura como estrategia de mercadeo para "promocionar" a la lectura como bien de consumo cultural ampliamente valorado: "[es] hacer dar gusto de... (todo entra por los ojos)". La promoción de la lectura, en estos términos, busca incrementar los consumos culturales de los lectores.

Además, se encontró en la investigación que en muy pocas de las definiciones se alude a la escritura como parte integral de la promoción de la lectura, es decir, la escritura no se hace visible como correlato de la lectura.

Haciendo un apretado ejercicio de síntesis, puede afirmarse que en todas estas definiciones coexisten cinco convicciones que podrían caracterizar en general, la idea de promoción de la lectura que tienen las bibliotecas públicas en Medellín:

• La promoción de la lectura es una acción o conjunto de acciones sociales intencionadas que buscan generar, acercar, permitir y favorecer una relación de los lectores como las dimensiones culturales de la lectura y la escritura.

• La promoción de la lectura pretende transformar las comprensiones y prácticas de los sujetos y las comunidades con la lectura y la escritura.

• La promoción de la lectura está ligada a una estructura organizacional e institucional.

• La promoción de la lectura compromete esfuerzos, tiempos y recursos en un horizonte de intervención social por parte de la biblioteca pública.

• La promoción de la lectura "es el objetivo estratégico de la biblioteca pública"7, es decir, el sentido primigenio y básico de la acción bibliotecaria pública.

En segundo lugar, en las definiciones sobre el concepto de promoción de la lectura identificamos la presencia de varios enfoques comprensivos:

• Los enfoques desarrollistas, como se optó por llamarlos, que atribuyen a la promoción de la lectura un interés en "formar una sociedad lectora". La promoción de la lectura, así, pone en juego un conjunto de elementos, estrategias, mecanismos, recursos y ambientes que buscan propiciar un encuentro renovado entre los lectores y la lectura, entre los lectores y los universos simbólicos, entre los lectores y el mundo de la vida. Aquí vale la pena seÑalar que, aunque se le atribuya en general a la promoción de la lectura un horizonte formativo de personas y comunidades, la idea de la promoción de la lectura como práctica pedagógica no es visible.

• Los enfoques funcionales optan por resaltar la promoción de la lectura como una estrategia que busca superar los déficit culturales, la pobreza externa que profundiza las brechas entre los que "leen" y los que "no leen", entre los lectores y los no lectores, para favorecer su inclusión cultural, pues como lo dice uno de los entrevistados, "el que no lee se afirma que tiene una pobreza externa y la promoción de la lectura debe ayudar a superar ese estado". En este sentido, se cita a otro de los promotores quien afirma que la promoción de la lectura a las personas las "(...) ayuda a salir de la ignorancia".

• En esta misma línea, ubicamos un enfoque funcionalista de corte canónico que busca promover la lectura de un conjunto de libros etiquetados de imprescindibles en el proceso de formación de un sujeto culto y a la altura de su época. Muestra de ello son algunas citas que a continuación presentamos, las cuales le atribuyen a la promoción de la lectura, la tarea de "transmitir a las personas que leer es un placer", extender "el goce del acto de leer", partiendo de la idea de que "la cultura se adquiere a través de los libros".

• Por último, identificamos los enfoques sociales que pretenden poner en relación la promoción de la lectura con diferentes esferas del mundo social, en su doble expresión estructural: como mundo de la vida y como sistema. De un lado, se propone la promoción de la lectura con énfasis en el desarrollo humano y la intervención familiar y, por otro lado, se la vincula a los procesos de formación ciudadana.

En primer término, el enfoque social con énfasis en el desarrollo humano alienta la idea de que la promoción de la lectura es una estrategia que busca potenciar el desarrollo integral de los seres humanos en sus diferentes dimensiones: cognitivas, psicológicas, emotivas, lúdicas, afectivas, recreativas, biológicas, éticas, estéticas, comunicativas, lingüísticas, sociales, políticas y culturales.

En cuanto al enfoque social con énfasis en la intervención familiar, se concentra en mejorar los procesos de promoción de la lectura en el seno de las familias. Esto se reafirma en tanto que las bibliotecas públicas han venido incursionando con nuevas propuestas de intervención en la familia, esto es, con programas dirigidos a los primeros lectores y a la primera infancia; con programas para mujeres gestantes y madres lactantes; con programas de formación a padres y madres de familia; con programas que, en general, apuntan a una relación más afectiva y emocional con la lectura en los hogares. Es así como las bibliotecas públicas han enfilado sus esfuerzos en transformar las bases que en las familias se incorporan en cuanto a la lectura y la escritura. Tal y como lo afirma la Biblioteca La Esperanza, la promoción de la lectura debe "transformar [las] bases que por diferentes circunstancias en la familia se desvían".

En segundo término, el enfoque social con énfasis en la formación ciudadana estaría indicando que la promoción de la lectura es una "estrategia [que pretende] cerrar la brecha entre unas ciudadanías diagnosticadas como deficitarias y el ideal de ciudadano cívico y virtuoso que ha estado en el horizonte normativo colombiano, es decir, tanto en la Constitución y las leyes, como en los contenidos curriculares de la educación".8 Así como lo indica la idea de uno de los promotores entrevistados, la promoción de la lectura es "una propuesta de formación ciudadana relacionada con formar mejores personas, buenas personas". El ideal de formación de ciudadanos está puesto en la formación de personas virtuosas, respetuosas del orden y de las leyes. Estos son los horizontes que orientan muchas de las iniciativas de promoción de la lectura impulsadas por las bibliotecas públicas de la ciudad.

Otro asunto que cautiva nuestra mirada está referido a las fronteras tan difusas y esquivas entre la promoción de la lectura y la animación. En las bibliotecas públicas aún no son lo suficientemente claras las diferencias entre uno y otro concepto. En algunos casos, este concepto es asimilado al de animación a la lectura por cuanto se alude a la promoción como el conjunto de estrategias dirigidas a potenciar el uso y disfrute de la lectura por parte de los niÑos en relación con los libros. Un buen ejemplo de ello es el siguiente testimonio que se refiere a la promoción de la lectura como "el conjunto de acciones encaminadas a permitir el acceso a los libros y a la información, a través de estrategias que propicien el disfrute, comprensión y apreciación del mismo. (...) Es acompaÑar a los niÑos en el proceso lector acercándolos a los materiales biblioIlustracions a partir de la lectura en voz alta, la narración oral, la composición escrita, los juegos literarios, concursos, etc". En este concepto identificamos la alusión directa a estrategias de animación a la lectura como acciones que se equiparan a la promoción de la lectura, asunto que se podrá considerar más ampliamente a la luz de las ideas del apartado que aborda el discurso sobre la animación a la lectura.

Otros elementos conceptuales, que aún cuando no aparecen de manera central en los testimonios, sí resultan ser muy interesantes para dilucidar la esencia del concepto de promoción de la lectura, son los referidos a las ideas de fomento de la lectura y formación de lectores. En efecto, en la literatura del campo suelen proponerse como sinónimas las ideas de promoción y fomento de la lectura; así también la concepción de la formación de lectores como un problema al que debe vincularse la biblioteca pública. Las inquietudes de la directora de la Biblioteca Pública Piloto, al comentar el desarrollo de la biblioteca pública y la promoción de la lectura, ejemplifican con creces el nudo conceptual que encierra:

"(...) hace varios aÑos empezamos a separar las esferas del ejercicio de leer. Hacemos actividades que llamamos de promoción de la lectura, de formación de los lectores y de fomento de la lectura [...] La formación requiere de unas condiciones y de unas metodologías. La formación a la lectura está ligada a la formación a la escritura. [...] Cuando hablamos de la promoción de la lectura la situamos en un lugar lúdico y recreativo [pero] no hacemos un ejercicio mental real [aludiendo a la necesidad de profundizar en sus contenidos sociales y metodológicos]. [El fomento de la lectura] es propiciar unos insumos para la lectura, es hacer encuentro a través de la lectura. Es cultivar algo alrededor de la lectura."9

No obstante, aunque no se cuenta con amplias y arraigadas tradiciones que impulsen un movimiento progresista de reflexión en el campo de la promoción de la lectura, de lo que sí estamos seguros es que las comunidades han acogido en su cotidianidad propuestas e iniciativas de promoción de la lectura que animan nuevos acercamientos de las personas con la lectura en sus múltiples expresiones y posibilidades. Las experiencias de trabajo, en esta línea, las recogemos en este conmovedor testimonio de la Biblioteca Las Estancias, que muestra la dimensión del trabajo social que han venido realizando las bibliotecas públicas en los diferentes rincones de la ciudad:

"Para mucha gente de los barrios que hemos visitado, la imagen de un carro con libros, algo de música y un par de zanqueros ha sido algo difícil de comprender, incluso han pedido que nos vayamos, "que por allá no se pueden vender libros, que la gente no tiene plata» y un instante después cuando logran asimilar que no se les está vendiendo nada y que, por el contrario, se les ofrece la oportunidad de un instante de esparcimiento completamente diferente a lo que están acostumbrados, es tal la acogida que una de las preguntas más frecuentes entre los niÑos, y alguno que otro adulto es si vamos a visitarlos todos los días, o todos los fines de semana".

4.1.5. Animación a la lectura

A pesar de que se deba reconocer que para la biblioteca pública contemporánea, en Medellín, resulta central comprometerse con la tarea de promover la lectura y realizar, por tanto, actividades encaminadas a descubrir y fomentar su valor social, no se puede afirmar que tenga un discurso claro y estructurado que entienda satisfactoriamente a la animación a la lectura, diferencialmente de la promoción de la lectura.

En efecto, más allá de la propuesta hecha por la Coordinación de Fomento de la Lectura (que recoge y sostiene, a su vez, una conceptuación propuesta por Betancur, álvarez y Yepes en 1994)10 y por la cual diferencia estructuralmente a la promoción de la lectura (macroacción dirigida a formar una sociedad lectora) de la animación a la lectura (acción dirigida a crear un vínculo entre material de lectura y un individuo/grupo). Y de la idea de la Fundación de Ratón de Biblioteca que asume a la promoción de la lectura como "la sustentación filosófico-conceptual", y la animación a la lectura como referida "(...) a la didáctica, al uso de herramientas", no se encuentra que el problema comprensivo que encierra lo conceptual, sea un asunto que interese de manera central o preocupe a los bibliotecarios y a los promotores de la ciudad. Por ello, es apenas lógico observar la precariedad conceptual del discurso en este territorio.

De cualquier forma, es evidente que el gran conjunto de actividades que despliegan las instituciones en el campo de la animación lectora, como horas del cuento, talleres, lecturas en voz alta, lecturas individuales, etc., obedece a una concepción un tanto vaga de la intervención lectora de la biblioteca pública, centrada en la acción y dirigida a proponer a la lectura desde el placer, más que desde el esfuerzo trasformativo del sujeto. Ello muestra que las instituciones no han reflexionado sistemáticamente respecto del significado (acuerdo social) y sentido (apropiación individual) del placer de leer así como tampoco sobre lo que es la animación a la lectura como un proceso profundamente vinculado con lo que Monserrat Sarto llama "educación lectora".11

Explorando hipótesis, es posible afirmar que la idea de animación a la lectura en la biblioteca pública de Medellín, se mueve entre dos posturas:

Primera: que la animación a la lectura es un asunto metodológico. Por esta vía, la mirada sobre la animación se pone en la dimensión instrumental de la acción cultural. Esta hipótesis se puede ver en los siguientes testimonios: "[la animación a la lectura] es como se implementan las actividades". "Las actividades de animación son las distintas estrategias que llevamos a cabo para que la lectura se vuelva un asunto interesante para el beneficiario". Y "[es] como hacer que el otro lea".

Segunda: que la animación a la lectura es un problema de intervención cultural, fundamentalmente atado a fines lúdicos y estéticos. Por esta vía, animación a la lectura se pone más en el territorio de los sentidos de la acción cultural pero no la alude, en ningún momento, como una práctica sociocultural. Esto se evidencia en propuestas de algunas de las bibliotecas públicas, al decir que la animación "es transmitir a las personas que leer es un placer", o que animar a la lectura "es motivar, iniciar, es hacer dar ganas de...".

En términos amplios, puede afirmarse que la idea de animación a la lectura está más perfilada desde la práctica que desde la teoría, en lo que respecta a su lugar en la acción bibliotecaria pública en Medellín. Lo que evidencia que:

• Hay demasiado activismo de las instituciones y no se procura el tiempo necesario para ordenar las categorías comprensivas y explicativas de lo que se hace. Lo que dificulta que el trabajo bibliotecario se pueda comunicar o que resulte claro y de interés a otras disciplinas.

• Se han difundido ciertos cánones que tienden a estandarizar no sólo el alcance y sentido de la animación de la lectura en su significado y sentido, sino también en lo que respecta a sus metodologías.

• Se enfatiza la acción de animación en el libro, en el libro literario y, todavía más, en la literatura infantil y juvenil. Esto se traduce en que la animación lectora se ejerza, prácticamente, sólo con estos públicos. No obstante, debe decirse que cada vez más instituciones exploran otras manifestaciones artísticas (el teatro, por ejemplo).

Con todo, es claro que la animación a la lectura en la biblioteca pública en Medellín, tiene unos referentes tácitos, comunes y positivos:

• Se le considera inherente al quehacer cotidiano de la biblioteca pública.

• Se le aprecia como una intervención directa que permite un acercamiento con la comunidad.

• Las bibliotecas saben de los réditos de su realización: reconocimiento, aprecio y valoración por la biblioteca. Especialmente, cuando se ejerce con poblaciones altamente significativas socialmente como son los niÑos y los jóvenes.

• Tiende a reconocer a quién va dirigida: precisa públicos lectores y los diferencia comparativamente.

• Es mínimamente consciente de las diferentes metodologías y estrategias disponibles y de sus posibilidades. Puede dar, comúnmente, cuenta de procesos básicos de preparación, control y evaluación de las actividades que la desarrollan.

4.2. El lugar de la biblioteca pública de Medellín en la promoción de la lectura

4.2.1. El discurso bibliotecario sobre las funciones sociales de la biblioteca pública

Dando ahora una mirada a lo propuesto sobre las funciones sociales de la biblioteca pública, puede decirse que las ideas de las bibliotecas indagadas gravitan alrededor de tres cosas:

Primera: que la biblioteca pública existe para contribuir a elevar, en general, el nivel de vida de las personas (despliegue de la vida íntima) y de las comunidades (despliegue de la vida colectiva) desde dos perspectivas:

De estabilidad social, visible en afirmaciones como las de la Biblioteca PAN que dice que "[la biblioteca] es un espacio de encuentro y convocatoria de los distintos sectores de la comunidad".

De progreso social, en el sentido clásico de este concepto, apreciable en ideas como las de las Bibliotecas COMFAMA, cuando afirman que "la biblioteca pública es un puente para mejorar las condiciones de vida de las personas. La biblioteca pública puede ofrecer otras y mejores opciones de vida [...] hacer patria, hacer paz, hacer hermandad entre los seres humanos". La de la Fundación Ratón de Biblioteca, que propone que "[...] en el Centro de Lectura las organizaciones sociales han encontrado la posibilidad de conocer y de leer [...] es un lugar propicio para aprender, crear, generar intercambios y aperturas a nuevas ideas". O las de la Biblioteca Pública Piloto cuando asegura que la biblioteca "(...) existe para trabajar por y con una sociedad a la que pertenece y, una de sus finalidades más comprometedoras, es que, de manera cooperativa, ayude a que las personas logren los fines de la vida, estos son: la superación personal, económica, intelectual (...)".

Segunda: que la biblioteca es un organismo que genera equilibrio social en el sentido de que ayuda a enfrentar la zozobra social en las comunidades. Buen ejemplo de ello es el trabajo de las bibliotecas populares, de Ratón de Biblioteca, de la Red de Bibliotecas Públicas de Medellín y de Comfenalco en sectores de conflicto social. Lo propone la Biblioteca Juan Zuleta Ferrer, filial del sistema bibliotecario de la Biblioteca Pública Piloto: "[la biblioteca debe] ayudar a reconstruir la sociedad tan traumatizada, [es necesario] plantear propuestas que hagan que la función de la biblioteca sea generadora de paz". Pero lo dejan enteramente en claro las palabras de una de las promotoras de la lectura, al referirse al trabajo social que desarrolla la Biblioteca Centro Occidental de Comfenalco en el sector de la comuna 13 de Medellín: "[...] las organizaciones culturales tienen que tener voz, participación. Ellas son parte de la comunidad. La Biblioteca abarca a la comunidad con todas sus organizaciones. Hemos visto que la Biblioteca, cuando logra hacer lazos con las juntas de acción de comunal hay una cosa, una convivencia... Yo recuerdo que en la trece [se refiere a la Comuna 13] venía gente del extranjero, a chismosiar el conflicto armado, y los líderes comunitarios siempre los llevaban a la Biblioteca. Cuando les preguntaban, ¡Ve, ¿qué hay aquí de importante para conocer en la comunidad?...¡Todos caían a la Biblioteca!. Mire, este seÑor viene de una ONG, de tal parte del mundo... Entonces, uno siente que la Biblioteca sí es un espacio cultural que les ayuda a construir, les ayuda a sentir pertenencia... muchas cosas vitales".

Esta perspectiva se vincula con otra que es la emancipación como objeto de la biblioteca, asunto todavía presente en algunos proyectos bibliotecarios populares. La Biblioteca Binco propone, por ejemplo, que "[la biblioteca debe ser] generadora de conciencia comunitaria" Su enfoque es plenamente social con perspectivas de desarrollo transformador de las condiciones de vida de las comunidades y busca ayudar a sus beneficiarios (como nombran a sus usuarios) "[...] a encontrar una nueva visión de su comunidad y una nueva forma de participar en ella desde su perspectiva como individuos pensantes y desde la perspectiva del otro al cual se afecta diariamente".

Función cultural

Esta función no se revela explícitamente en lo encontrado. De hecho, sólo se encuentran alusiones a la tarea que tiene la biblioteca de difundir un universo simbólico letrado. En primer lugar, en una perspectiva plenamente libresca y canónica, al decir que la biblioteca debe ser "(...) recopiladora, conservadora y difusora de los mejores y más importantes libros de la cultura universal". En segundo lugar, en una perspectiva en la cual la biblioteca debe "(...) irradiar en la población conductas culturales, que le permiten a la comunidad un desarrollo armónico e integral". O ya en un enfoque centrado en la concepción de la lectura como placer y el leer como acción social con alto valor simbólico: "para la biblioteca moderna es prioritario formar lectores y desarrollar actividades encaminadas a descubrir no sólo el placer de leer, sino el valor y la utilidad de la lectura".

Función educativa

ésta se propone en dos perspectivas:

• La primera, que asume a la biblioteca como una institución dirigida a apoyar o complementar a la escuela en su tarea de formadora de lectores. Lo dice una promotora de Comfenalco: "La biblioteca pública debe buscar generar procesos de aprendizaje con otras organizaciones sociales, la escuela por ejemplo. Además, buscar apoyar a la educación básica".

• La otra, que ve la biblioteca como institución en sí misma educadora con la tarea de apoyar la educación permanente y con la perspectiva de educación social. La educación es eje fundamental "[...] se requiere una educación liberadora y trascender a una educación para la vida [...]".

En otra dimensión interpretativa de esta función, debe decirse que llama la atención la persistencia de una notable (y vieja, por lo demás...) dicotomía entre biblioteca y aula. Una veces para separarse de ella en términos de una nueva práctica formativa de lectores, que propone que la promoción de la lectura impulsada por la biblioteca debe ser diferente (por renovadora o por placentera...) a la promoción de la lectura impulsada por la escuela. Como lo propone la Fundación Ratón de Biblioteca, al decir que su Centro de Lectura "(...) permite una alegría cultural donde no se concibe la obligatoriedad de las instituciones educativas (...)" Otras, para separarla, por las vías de asignarle un supuesto lugar complementario en los esfuerzos de la escuela en la formación vital de los lectores, como lo dice la Biblioteca Pública Piloto: "[la biblioteca] es continuadora perpetua del esfuerzo educativo académico del individuo. Y cuando el individuo llega al final de todos sus posibles estudios académicos, siempre estará la Biblioteca abierta para sus nuevas inquietudes".

Otras ven una separación funcional en la formación del lector que reactualiza la pugna entre lectura y alfabetización, al separar la enseÑanza de la lectura del incentivo o permanencia en ella como dimensión cultural fundamental de la cultura moderna, como por ejemplo, la bibliotecaria de una de las bibliotecas públicas populares que dice que "si en la escuela no se le enseÑa al niÑo a leer, ¿dónde más? en la biblioteca no... En la biblioteca no hay tiempo para hacer eso, sólo para inducirlo a que lea, a través de los programas que tiene".

Precisamente en lo que respecta a las funciones atribuidas a la biblioteca pública en relación con la promoción de la lectura en la escuela, las ideas más recurrentes son aquellas que tiene que ver con que:

• La "educación es el eje fundamental de la biblioteca pública". La promoción de la lectura debe partir de una educación liberadora que transcienda en una educación para la vida.

• La biblioteca pública "debe apoyar a la institución educativa y su Proyecto Educativo Institucional".

Es un hecho que las bibliotecas públicas vienen asumiendo, desde mucho tiempo atrás, responsabilidades de formación de lectores ante las dificultades de los sistemas educativos formales. Esto ha hecho que circulen discursos que buscan colonizar el espacio de la escuela con propuestas desde la biblioteca pública; ante lo cual la escuela, muy a su manera, busca apropiar e incluso moldear el espacio de la biblioteca pública a sus necesidades. En este juego de ires y venires, los lectores se enfrentan a una variedad de iniciativas y propuestas que no logran establecer con claridad cuál es el lugar de la escuela y de la biblioteca pública en la formación de los lectores.

Función política

La concepción de la política como el ámbito de poder desde el cual el sistema genera, irradia y mantiene un cierto orden social, se hace muy clara en el ideal moderno de la biblioteca como ámbito de representación, de clasificación y control. En este sentido, puede decirse que la biblioteca pública es una institución moderna que se idea para albergar a los ciudadanos y ayudar a su plena integración a un orden de mundo.12 Toda esta concepción se vuelve clara al observar lo que las instituciones y los promotores dicen de la biblioteca y su función política, prácticamente orientada siempre al fomento de una sociedad moderna, de corte liberal democrático, promotora de la individualidad y que apunta a la acción comunicativa racional.

Proponen los bibliotecólogos del Departamento de Bibliotecas de Comfenalco, de la mano de Iraset Páez Urdaneta, que la biblioteca debe trabajar en una triple estrategia en la que la ciudadanización sea uno de los ejes, esto es, "(...) la formación de ciudadanos modernos, lo que significa facilitar el acceso de la gente a los ambientes informacionales que adecuadamente incentiven la adquisición de las conductas deseables en un individuo más epistemo-inteligente, tecno-sensitivo, socializador y culturalmente feliz".

La Biblioteca Pública Piloto, por su parte, llama a las bibliotecas públicas "núcleos de desarrollo ciudadano", en una perspectiva de integración y fortalecimiento de la convivencia comunitaria.

Tal vez haya todavía en la expresión de las bibliotecas populares de Medellín, parte de la muy interesante tradición que las gestó en la ciudad, por allá en la década de los aÑos 80, es decir, aquella pretensión eminentemente política de apoyar los procesos de organización de la comunidad alrededor de la acción social reivindicatoria y de la promoción social propia de la educación popular. Esos rasgos especiales, y a veces distantes de las bibliotecas estatales o privadas, pueden verse aun en las pretensiones de trabajo comunitario de la Biblioteca La Esperanza o la Biblioteca Binco, que propone en su misión que es su deber brindar "(...) a los usuarios de BINCO las herramientas necesarias para proyectarse dentro de la comunidad y entender sus medios de participación activa dentro de ella".

En este escenario, son frecuentes las alusiones a la necesidad de que la biblioteca pública contribuya a la expansión de un cierto estado social ideal de vida en democracia. Así, la biblioteca, en palabras de una promotora de Comfenalco, "es por excelencia el espacio de democratización, de acceso al conocimiento por medio de la lectura". Lo que nos queda por entender es cómo se dan esos procesos de democratización desde la biblioteca, al entender que la democracia comporta, (según la teoría política) al menos las siguientes cuestiones: el incremento en la magnitud y equidad de la participación política, la consulta obligada de la población en asuntos como el personal, los recursos y los lineamientos estatales; y la protección de esa población contra acciones arbitrarias del gobierno.13

4.2.2. El lugar social de la biblioteca pública en la formación de los lectores

Puede decirse, en general, que la biblioteca pública en Medellín realiza un esfuerzo cada vez más grande por, a la par de satisfacer necesidades de información, procurar espacios de vida individual y comunitaria mediante las iniciativas de promoción de la lectura. Realmente, las bibliotecas en la ciudad se asumen como lugares de encuentro en los que se alienta la construcción de sentido de la interacción de las personas con la lectura y con la información, pero vale la pena preguntarse ante ello, al menos dos cosas:

Primera: ¿Desde cuál (o cuáles) territorio(s) comprensivo(s) de hombre y de sociedad está intencionada tal representación de la biblioteca como espacio de encuentro social y ciudadano?, ¿Desde cuáles idearios sociales y políticos se quiere expresar y potenciar su condición de institución diferenciada de otras, es decir, con una identidad propia? Esto es, con qué instrumental comprensivo se quiere hacer de la biblioteca pública una institución de la lectura. En ello, debe decirse que el punto de mira en la ciudad ha sido el de la integración funcional de la biblioteca con los otros espacios de formación del lector, tal cual lo propone la directora de la Biblioteca Pública Piloto, cuando afirma que "existen otras instituciones fundamentales que favorecen el encuentro: la familia, la escuela y los medios de comunicación. Debe pensarse en pactos de actores con unas estrategias masivas y atractivas que promuevan esas iniciativas de trabajo articulado".14

Pero también vale la pena preguntarse por la dificultad de integración de las bibliotecas, no sólo con otras instituciones, sino entre ellas mismas. éste es un problema recurrente a la biblioteca pública en América Latina (seÑalado, desde tiempo atrás) pero que ahora toma, en la ciudad, especiales visos por la pretensión de crear y desarrollar la Red Metropolitana de Bibliotecas Públicas. Lo que pondrá a prueba la capacidad y el interés de las bibliotecas para substraerse de intereses institucionales, que les permitan compartir (sin la exigencia de la marca) el enorme bagaje y experiencia que en la promoción de la lectura tienen. ¿Podrá el interés público sobreponerse al interés particular?

Segunda: ¿Podrá la biblioteca pública mirar la promoción de la lectura como una estrategia institucional permanente constructiva de la vida social? Esta pregunta resulta oportuna si se considera que la promoción de la lectura en la biblioteca pública es vista por algunos como una moda, es decir, como una actividad bibliotecaria sometida a un interés coyuntural. Lo dice la reconocida bibliotecóloga Gloria María Rodríguez,15cuando refiere el contexto mundial: "La promoción de la lectura era un discurso, en un tiempo, de muy pocas personas. Por ejemplo, en Inglaterra hace apenas diez aÑos las bibliotecas inician algo llamado Reader Development, esto es, un redescubrimiento de la lectura [...] En el mundo, la lectura es una moda, es un boom simultáneo en todos los países del mundo". Y el bibliotecólogo Luis Bernardo Yepes,16coordinador del área de Fomento de la Lectura en Comfenalco, al comentar el contexto local: "desde 1986 la promoción de la lectura está de moda. Hay mucha promoción de la lectura en la ciudad. Auge de las actividades de promoción de la lectura en la ciudad desde diferentes frentes sociales. La promoción de la lectura está en su cuarto de hora. Es una moda larga."

Tercera: ¿Podrá asumirse la promoción de la lectura como un eje identitario de la biblioteca pública en Colombia y Medellín, sin reconocer su indiscutible identidad mestiza? Los hechos demuestran que no hay una identidad única de la biblioteca pública en Colombia, sino, al menos, tres imágenes en juego: la estatal, la privada y la popular. Cualquier pretensión de hacer ver la biblioteca pública como, por ejemplo a semejanza del discurso UNESCO, conlleva desconocer que en Colombia el curso de constitución de la biblioteca ha sido otro muy distinto, tal vez, al del mundo europeo promotor del Manifiesto. Estas tensiones de identidad hacen que la promoción de la lectura esté también en tensión como proyecto bibliotecario, que ya no sólo quiere diferenciarse de la acción de otras instituciones sociales en la lectura (la Escuela por ejemplo), sino también, entre los distintos tipos de bibliotecas. Esto puede parecer un asunto secundario pero, a nuestro juicio, no lo es: el énfasis de las palabras de dos bibliotecarios populares entrevistados en el curso de la investigación, lo dejan en claro: "Las bibliotecas populares son bibliotecas públicas [...] que sostiene la comunidad. Nosotros somos sostenidos por nuestros propios medios".

En esto, pues, es claro que las condiciones institucionales y organizacionales de la biblioteca pública para el desarrollo de iniciativas de promoción de la lectura, difieren grandemente en virtud de la tipología bibliotecaria pública pero también por el lugar institucional que le dan las bibliotecas a esta estrategia de intervención.

En el caso de las bibliotecas públicas del sector estatal, las posibilidades de movilizar recursos del Estado para la promoción de la lectura siempre han sido escasas, aunque en el ámbito de las construcciones bibliotecarias se vea ya la generosidad en la ciudad, construyendo grandes bibliotecas. Un asunto que llamará la atención en los próximos aÑos, será el rendimiento social (no sólo operacional) del modelo de administración de los Parques Bibliotecas: una mixtura de la inversión estatal con la experiencia bibliotecaria privada.

En cuanto a las bibliotecas públicas del sector privado, debe decirse que han llevado la iniciativa de la promoción de la lectura en tanto que práctica constructiva de la identidad bibliotecaria pública. Esto les ha hecho ver como referentes que deberían multiplicarse, aunque tienen substantivas diferencias de enfoques y propuestas entre ellas mismas.

Para el caso de las bibliotecas populares, es menester reconocer que, puesto que tienen un mínimo desarrollo infraestructural, despliegan iniciativas de promoción y de animación a la lectura con un alto grado de precariedad.

5. Conclusiones

Las conclusiones no se presentan como puntos de cierre sino como claraboyas, puntos de apertura a nuevas tareas comprensivas en el campo de las relaciones entre biblioteca pública y lectura. En este sentido, se proponen a continuación lo que, a juicio del Equipo de Investigación, son los puntos más sensibles de ese nuevo temario.

5.1. La necesidad de la construcción de un discurso que interprete y haga comunicable socialmente la promoción de la lectura

Prácticamente en todos los casos puede verse que la promoción de la lectura se desenvuelve en la biblioteca pública sin una adecuada comprensión de sus determinantes y de sus efectos sociales. De manera evidente, ello está determinado por la falta de interés de las bibliotecas públicas en conocer cuáles son los impactos reales de sus iniciativas de promoción de la lectura en el entorno organizacional y en el contexto social. De ahí los desarrollos irregulares y discontinuos de las propuestas de promoción de la lectura en las bibliotecas públicas de la ciudad.

Sin duda alguna, los bibliotecarios tienen muy buenas intenciones de conformar una sociedad lectora, pero ello no les basta para exponer un cuerpo comprensivamente claro que fundamente sus prácticas. No pocos bibliotecarios son resistentes a los discursos que tratan de emerger en la ciudad sobre la promoción de la lectura. Siguen yendo, de hecho, a los eventos académicos locales o nacionales del área, con la pretensión de aprender a hacer las cosas mejor, pero no para comprenderlas en su lógica. Es más, algunos pelean con el discurso, les aburre lo discursivo y se guarecen en la supuesta seguridad fáctica de lo que hacen.

En suma, se pudo constatar que los bibliotecarios públicos, con muy meritorias excepciones institucionales y personales, suelen ser receptores del discurso, pero sin la suficiente intención de entenderlo y, sobre todo, de ponerlo en práctica, pues al recibirlo, en primer lugar no lo socializan ordenadamente y tienden a posponer su implementación práctica, con lo que se constituye un nudo muy fuerte en una práctica que no se renueva sino que se repite en sus metodologías. He ahí la tensión paradojal entre el enorme número de actividades de promoción de la lectura que se realizan en la ciudad, y la poca disposición a compartir sus desarrollos y resultados.

En específico, y respecto de los contenidos del discurso, el uso de conceptos centrales como son los de promoción de la lectura y animación a la lectura, no suele ser claro. Salvo en algunas muy evidentes excepciones, se expresan elementos discursivos muy incipientes, productos de un supuesto sentido común, que afirma que no es necesario saber referir o explicar lo que se hace. Se constata, pues, que en las prácticas de promoción de la lectura predomina el saber del ejercicio común y experiencial, en detrimento de la reflexión y sustentación de las prácticas. He ahí el afán empírico que excusa de comprender y saber comunicar lo que se hace en la muy vasta complejidad práctica de la promoción de la lectura. Por eso los practicantes se sumen en un mar de simplezas que, al fin, les resulta imposible comunicar como un territorio configurado de posibilidades de cambio social.

Así pues, en la ciudad no suele darse la hermandad necesaria entre prácticas y discursos de la promoción de la lectura, ya que se sigue considerando que los discursos son un problema netamente de la academia, y las prácticas de la vida cotidiana de las organizaciones que las desempeÑan. De este modo las bibliotecas públicas acostumbran realizar sus prácticas de lectura bajo supuestos y valoraciones que se justifican en sí mismas, no dando cabida a cuestionamientos, críticas o reflexiones estructurales. Ello conduce a una comprensión precaria del lugar que ocupa la biblioteca pública, tanto en la formación social de los lectores, como en el contexto de las propuestas de desarrollo de ciudad y de país. Por último, basados en el planteamiento de Hugo Cerda, que afirma que "una teoría sin un referente empírico es vacua e ingrávida, y una práctica que carece de una teoría no tiene rumbo ni fundamento",17 podemos concluir que las prácticas de promoción de la lectura en la biblioteca pública pueden sobrevivir y realizarse sin discursos elaborados y comunicables, pero no por largo tiempo, ya que no habrá justificaciones y fundamentos que las integren con suficiencia a la vida social.

5.2. La necesidad de un programa de investigación en el campo de la promoción de la lectura en la biblioteca

Todo lo anteriormente propuesto exige la necesidad de comprometerse con un programa de indagación que permita entender la lectura como dimensión constructiva de la biblioteca pública. Para ello, el Equipo de investigación responsable de este trabajo propone a la comunidad de práctica y de reflexión de la promoción de la lectura de la ciudad y del país, un temario de estudio que gira alrededor de los siguientes ámbitos:

5.2.1. La lectura y los lectores en la biblioteca pública

Dirigido a reflexionar, analizar y reconocer las maneras como la biblioteca pública asume y vive su proceso de institucionalización, y el lugar que tiene la promoción social de la lectura en ese proceso. Esta cuestión tendría su génesis en la pregunta por la historia de la promoción de la lectura en la biblioteca pública; una historia que aún está por conocerse, reconstruirse y contarse. Tal vez no abordar su propia historia, ha conducido a la biblioteca pública al desconocimiento de los impactos de la lectura en los lectores y en la sociedad en general.

Este tema se desarrolla en los siguientes núcleos problemáticos:18

• Las condiciones institucionales de la biblioteca pública en el ámbito político-administrativo

Esta línea se refiere a las preguntas por el desarrollo de las funciones bibliotecarias bajo condiciones adversas, principalmente de orden infraestructural, como es común en América Latina. [...]

• Las relaciones entre biblioteca pública y los públicos o comunidades lectoras

En este ámbito debe investigarse, principalmente, el conjunto de programas de extensión y fomento de la lectura que ha desarrollado la Biblioteca pública colombiana [...] Este estudio estaría destinado a darle un contenido cierto a la incidencia que ha tenido la biblioteca pública en la formación de las comunidades lectoras nacionales. [...] se requiere discernir entre su presencia institucional y los criterios y programas específicos que ha desarrollado con este fin. De aquí se debería insistir en la elaboración de indicadores de gestión social y de civilidad.

• Las características socio-económicas y demográficas de los usuarios de las Bibliotecas públicas

Se trata, en esta línea, de abordar el componente de corte cuantitativo considerado como base fundamental para comprender los fenómenos culturales y políticos en los que se ve inmersa la biblioteca. [...] Esta línea debe conducir a establecer las variables pertinentes sobre el perfil socioeconómico de los usuarios/lectores de las Bibliotecas públicas y sus motivaciones. [...]

• Las preguntas por las condiciones históricas y socioculturales de los usuarios de las Bibliotecas públicas como lectores.

Esta línea se inscribe propiamente en los campos de la historia de la lectura y la escritura, la historia del libro y sus imbricaciones con las estructuras históricas y socioculturales de "largo plazo" que se han constituido desde los diversos periodos de la historia latinoamericana. Por ello, se ofrece como la más compleja, pero también como la más relevante en los estudios de las bibliotecas públicas y los lectores. El análisis se basa en las relaciones profundas y casi siempre inconscientes, del sujeto o grupo social lector derivadas de la peculiar y compleja composición cultural de nuestros países. [...]

• Las preguntas por el problema de las complejas relaciones entre los procesos de masificación urbana, movimientos y grupos sociales, opinión pública y los lectores de las Bibliotecas públicas.

Esta línea se inscribe en los estudios de historia de la masificación urbana y de los movimientos políticos de los últimos cincuenta aÑos enmarcados en ese proceso. [...]

5.2.2. La educación lectora en la biblioteca pública

En este tema se aborda lo referente a la dimensión educativa de la biblioteca. Se concibe el estudio del comportamiento de la biblioteca pública como ambiente educativo, esto es, como una institución que dispone de un conjunto de recursos que pueden favorecer los procesos de integración de los sujetos a las dimensiones simbólicas de la lectura y la escritura.

En ello se abordan, especialmente, los siguientes dos núcleos problemáticos:

• Las preguntas por la educabilidad del lector desde la biblioteca.

Es decir, por las razones, fines y metas formativas del lector que se propone la biblioteca pública en perspectiva del cumplimiento de sus funciones sociales.

• Las preguntas por la constitución de una pedagogía de la promoción de la lectura en la biblioteca.

Es decir, el avance en la resolución de las prácticas pedagógicas y didácticas que despliega la biblioteca para enfrentar la educación del lector y la configuración del promotor como educador.

Pie de paginas

* Artículo resultado de la investigación Exploración de los discursos y las prácticas de la promoción de la lectura en las bibliotecas públicas de Medellín: una revisión del lugar social de la biblioteca pública en la formación de los lectores, financiada por el CODI de la Universidad de Antioquia; el CICINF- de la Escuela Interamericana de Bibliotecología; y la Fundación Ratón de Biblioteca. Medellín, Colombia. Desarrollada entre 2005 y 2008.

1. De ser una institución de casi exclusivo interés de los bibliotecólogos, la biblioteca pública ha pasado a tener una creciente presencia en los discursos de gobierno en algunas de las más importantes ciudades capitales de Colombia, principalmente en Bogotá con el programa Biblored; en Medellín, con los Parques Biblioteca y la biblioteca de EEPPM; en Cali con la recientemente remodelada Biblioteca Pública Departamental, Jorge Garcés Borrero; y en Villavicencio, con las bibliotecas públicas del departamento

2. JARAMILLO, Orlanda y MONTOYA, Mónica. Revisión del concepto de biblioteca pública. Revista Interamericana de Bibliotecología. Ene. - Dic. 2000, vol. 23, no. 1 - 2; p. 13 - 56.

3. INTERNATIONAL FEDERATION O LIBRARY ASSOCIATIONS AND INSTITUTIONS. Servicios de bibliotecas públicas: directrices IFLA/UNESCO. Bogotá: FUNDALECTURA, 2002.

4. YEPES OSORIO, Luis Bernando. La promoción de la lectura: conceptos, materiales y autores. 2 ed. Medellín: Comfenalco, 2001; p. 8

5. Se entiende el canon como aquel conjunto de obras literarias universales de la cultura occidental que son etiquetadas de imprescindibles en la experiencia de lectura y formación de un lector culto.

6. Véase: GIRONELLY PéREZ, Sonia. Paradigmas y no paradigmas: una conceptuación necesaria. Ciencias de la Información. Jun. 1997, vol. 28, no.2; p. 75 - 90.

7. Entrevista con Gloria María Rodríguez, Bibliotecóloga. Medellín, 14 de marzo de 2007.

8. HURTADO GALEANO, Deicy Patricia y áLVAREZ ZAPATA, Didier. La formación ciudadana en contextos conflictivos. Estudios Políticos. Jul. - Dic. 2006, no. 29; p. 81.

9. ENTREVISTA. Gloria Inés Palomino. [Comunicadora social. Directora de la Biblioteca Pública Piloto]. Entrevista elaborada por Luz Marina Guerra y Yicel Nayrobis Giraldo. Medellín, 14 de marzo de 2007. 50 minutos

10. BETANCUR B., Adriana, ALVAREZ Z., Didier y YEPES O., Luis Bernardo. Diagnóstico de la promoción de la lectura en las bibliotecas públicas de Medellín y el Valle de Aburrá. Medellín: Universidad de Antioquia. Escuela Interamericana de Bibliotecología, 1994.

11. SARTO, María Monserrat. Animación a la lectura: con nuevas estrategias. Madrid: SM, 1998. p. 9.

12. Véase: RADFORD, Gary P. Flaubert, Focucault and the bibliotheque fantastique: toward a postmodern epistemology for library sciencie. Library Trends. 1998, vol. 46, no. 4 .

13. Tilly, Charles. De donde vienen los derechos? Sociológica. May.-Ago. 2004 vol. 19, no. 55.

14. Entrevista Gloria Inés Palomino. Op. cit.

15. Entrevista. Gloria María Rodríguez Santamaría. [Bibliotecóloga]. Entrevista elaborada por Luz Marina Guerra y Yicel Nayrobis Giraldo. Medellín, 22 de mayo de 2007. 45 minutos.

16. Entrevista. Luis Bernardo Yepes [Bibliotecólogo. Coordinador Fomento de la Lectura. Comfenalco Antioquia]. Entrevista elaborada por Luz Marina Guerra y Yicel Nayrobis Giraldo. Medellín, 27 de febrero de 2007. 70 minutos

17. CERDA GUTIéRREZ, Hugo. De la teoría a la práctica: el pensar y el hacer en la ciencia y en la educación. Bogotá: Cooperativa Editorial Magisterio, 2005; p. 49-57.

18. Se apoya en: ALVAREZ ZAPATA, Didier. Propuesta para el desarrollo de un programa de formación en promoción de la lectura en las escuelas de bibliotecología. Investigación Bibliotecológica. 2001, vol. 15, no. 30; p. 35-47

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