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Revista Interamericana de Bibliotecología

Print version ISSN 0120-0976On-line version ISSN 2538-9866

Rev. Interam. Bibliot vol.32 no.2 Medellín July/Dec. 2009

 

INVESTIGACIONES

 

Identificación de las ciencias de la información documental*

 

Identification of the sciences of documental information

 

 

Nathalia Quintero Castro**; Marta Lucía Giraldo Lopera***; Isabel Cristina Bernal Vinasco****; Carmen Viana Arango*****; Jair Gonzalo Taborda Ortiz******

 

** Investigadora principal. Licenciada en Historia y Filosofía. Magister en Hábitat. Profesora Escuela Interamericana de Bibliotecología, Universidad de Antioquia, Medellín, Colombia. nathalia@bibliotecologia.udea.edu.co

*** Coinvestigadora. Historiadora. Magister en Literatura. Profesora Escuela Interamericana de Bibliotecología, Universidad de Antioquia, Medellín, Colombia. mgiraldo@bibliotecologia.udea.edu.co

**** Coinvestigadora. Bibliotecóloga. Bibliotecóloga de Comfenalo, Medellín, Colombia iscribevi@hotmail.com

***** Estudiante en formación. Escuela Interamericana de Bibliotecología. Universidad de Antioquia, Medellín, Colombia. caremelin@hotmail.com

****** Estudiante en formación. Bibliotecólogo. Escuela Interamericana de Bibliotecología. Universidad de Antioquia, Medellín, Colombia. jgtaborda@gmail.com

 

 


Resumen

La investigación se planteó como objetivo general identificar las áreas integrantes de las ciencias de la información y las relaciones que se establecen entre ellas, con el fin de evaluar posibilidades de existencia; dilucidar las diferencias terminológicas, las características y similitudes. La metodología desarrollada fue cualitativa, interrelacionó el trabajo de análisis documental, la reflexión grupal y la discusión con profesionales reunidos en foros para apoyar la profundización en el tema por parte del equipo de investigadores, las discusiones sobre los términos, objetos, relaciones y dilemas epistemológicos surgidos de las fuentes documentales. Se expone primero la postura epistemológica y la metodología; luego los resultados del análisis sobre los campos de conocimiento, en específico el de las ciencias de la información documental y los resultados de los encuentros epistemológicos. Finalmente, se presenta una apuesta interpretativa del subcampo de las ciencias de la información documental. Entre las conclusiones expuestas se analizan como la sociedad contemporánea ha convertido la información en 'una nueva fe', hecho que propició la configuración de un campo de conocimiento cuyo objeto es la información y donde se reúnen agentes, estudiosos y profesionales de las diversas ciencias relacionadas con ella. Por otra parte, el campo de la información deberá identificar diversos énfasis de la información y con ello establecer relaciones más cooperantes y diferenciadas entre agentes, ciencias, propósitos y perspectivas.

Palabras clave: ciencias de la información, campo de conocimiento, información documental, epistemología.

Cómo citar este artículo: QUINTERO CASTRO, Nathalia et al. Identificación de las ciencias de la información documental Revista Interamericana de Bibliotecología. Jul. Dic. 2009, vol. 32, no. 2; p. 195–229.


Abstract

This research postulated as its general objective to identify the areas that integrate the sciences of Information and the relationships they establish between themselves, with the goal of evaluating the possibilities of existence, elucidating the terminological differences, their characteristics and likenesses. It worked on the basis of a qualitative methodology, that related the work of documental analysis, group reflection, and discussion with professionals reunited in forums, as a means to support a deeper consideration by the research team, of the discussions about the terms, objects, relationships and epistemological dilemmas that arose from the consideration of documental sources. First, the paper exposes the epistemological point of departure of the research and its methodology. Then, it considers the results of the analysis of the fields of knowledge, specifically the field of information sciences, and the results of the epistemological encounters. Finally, it presents an interpretative proposal of the subfield of documental information sciences. Between the conclusions exposed, it analyzes how contemporary society has turned information into a ''new faith'', a fact that has favored the configuration of a field of knowledge whose object is information and which gathers agents, scholars and professionals of different sciences related to information. Besides, the field of information shall identify diverse emphasis on information, and through this, to establish more cooperative and differentiated relationships between agents, sciences, purposes and perspectives.

Key words: Sciences of information, Field of knowledge, documental information, epistemology.

How to cite this article: QUINTERO CASTRO, Nathalia et al. Identification of the sciences of documental information. Revista Interamericana de Bibliotecología. Jul.–Dec. 2009, vol. 32, no. 2; p. 195–229.


 

 

Introducción

Pese a que la información es parte constitutiva de toda sociedad, organismo o sistema, sólo a partir de la II Guerra Mundial surge la necesidad de su codificación, control y organización, como estrategia para el desarrollo de la ciencia, la tecnología y la innovación. De esta manera, la información empieza a ser nombrada con mayor frecuencia, llegando a constituirse en un tema de interés creciente, por lo cual se crean nuevas aéreas del conocimiento, tales como la computación, la cibernética, la teoría matemática de la comunicación, la teoría de sistemas, las telecomunicaciones y las tecnologías de la comunicación y la información (TICs).

Dichos avances teórico–técnicos y la nueva realidad geopolítica del mundo de la II Posguerra, producirán el discurso y el proyecto de la 'sociedad de la información o del conocimiento', ya que, según explican algunos autores1, debido a la relevancia que cobra el hecho de recibir, almacenar, buscar, codificar y decodificar2 información, se diseña otro tipo de producción capitalista basada en los intangibles, pues los mensajes, las imágenes y los símbolos son los insumos básicos y los factores centrales en la reestructuración de los procesos productivos llamados post–industriales3, que proponen una economía de servicios.

En el orden científico–académico se hacen más visibles áreas o saberes encargados de organizar, procesar, clasificar, conservar la información; así, disciplinas tradicionales como la bibliotecología, la documentación, la archivística y la museología, se ven impulsadas a integrar el tema de la información registrada en sus objetos de estudio, teorías y programas de formación profesional.

El contexto descrito permite enunciar la hipótesis de trabajo de la investigación. Hoy se viene difundiendo el término 'ciencias de la información', conjunto de disciplinas congregadas por compartir el trabajo con la información, al cual se vinculan las áreas de la bibliotecología, la archivística, la documentación, la museología y la ciencia de la información, creada después de la II Guerra Mundial, en EEUU. En este contexto, la presente investigación definió como su objetivo dilucidar las diferencias terminológicas, identificar las características de cada una de las áreas mencionadas y analizar las relaciones posibles entre ellas, sus diferencias y similitudes.

En tal sentido, las preguntas planteadas fueron las siguientes: ¿existe un campo de las ciencias de la información?, ¿es posible configurarlo?, ¿cómo y cuáles serían las ciencias partícipes de tal territorio de conocimiento y qué tipología de información estudiaría? Para abordar estos interrogantes, en primera instancia se procede a la búsqueda de autores representativos, bajo criterios de orden temporal–histórico, es decir, se tuvieron en cuenta los primeros autores que definieron las áreas haciendo uso del nombre en solitario, o que fueran nombradas como bibliotecología, archivística, museología, ciencia de la información y documentación. Ello, con el propósito de identificar definiciones, historia y características de cada área, para responder a ¿qué elementos teóricos configuran la epistemología de dichas ciencias? es decir, ¿cuáles son los elementos que las hacen específicas y autónomas?, ¿en qué se diferencian y que relaciones establecen entre ellas?

La metodología construida para esta investigación, interrelacionó el trabajo de análisis documental, la reflexión grupal, la discusión con expertos reunidos en tres foros llamados 'Encuentros epistemológicos', que apoyaron la profundización del tema, lo que aportó a los debates sobre los términos, objetos, relaciones y dilemas epistemológicos surgidos de las fuentes documentales, así como a reconocer los hallazgos y comprensiones de los objetos de investigación. Se trató, entonces, de un abordaje teórico–cualitativo adelantado por etapas, para la descripción, análisis, comprensión de las ciencias de interés, la profundización epistemológica que implicaba la evaluación de cada una de ellas, y la construcción de su base teórica, fruto de la interrelación del pensamiento en conjunto de los autores representativos. El sentido dado al término 'ciencia' para denominar las áreas estudiadas obedece a que se consideraron como conjuntos sistemáticos alrededor de un objeto de investigación, sobre los cuales algunos autores han teorizado, y con la pretensión de constituirse en estructuras organizadas y rigurosas.

Se presentan a continuación los resultados de la investigación adelantada, así: en un primer aparte se describe la metodología construida; en un segundo momento, los resultados obtenidos sobre el campo de las ciencias de la información, explicando la especificidad y autonomía de las ciencias, la identificación, así como los aportes de los expertos en el marco de los 'encuentros epistemológicos realizados; tercero, se presenta la esencia de las discusiones y conclusiones. La bibliografía que aporta el artículo sólo es una pequeña parte de la gran cantidad de fuentes trabajadas, que aparecen en su totalidad en el informe final de investigación.

 

1. Postura epistemológica y metodología

Se presenta, de un lado, la postura epistemológica asumida en la investigación, la cual indica desde dónde, o bajo cuáles presupuestos cognoscitivos se hizo el acercamiento al tema y, de otro, el enfoque y diseño metodológico, que incluye el conjunto de herramientas o instrumentos para la recolección de información, el análisis y la construcción de la teoría, que explica o da respuesta a las preguntas de investigación y los objetivos planteados.

Toda investigación es un encuentro epistemológico pues trata de una relación básica con el conocimiento y la pregunta; el móvil de dicho proceso es el deseo4de saber y entender mejor un fenómeno o hecho. Se refiere a la configuración de estructuras conceptuales sistemáticas y coherentes. En este sentido se considera, como lo dice Popper, que ''el conocimiento científico es siempre hipotético: es conocimiento por conjetura. Y el método de la ciencia es el método crítico: el método de la búsqueda y eliminación de errores, al servicio de la verdad''5, entendiendo que se trata de la 'aproximación a la verdad' y por tanto de la construcción de las explicaciones de la realidad, mejores, más argumentadas y sólidas, mediante la construcción de cuerpos teóricos, para el caso de las ciencias que nos ocuparon en esta investigación.

Por otro lado, las ciencias son aquellos cuerpos que, mediante la labor intelectual, configuran objetos de estudio y estrategias para descubrir los misterios de la naturaleza, la sociedad y los seres humanos; son actividades cognoscitivas que sistematizan las preguntas de investigación, los problemas, las hipótesis y llevan a cabo prácticas de ensayo y error, validación y crítica, por lo que sus cualidades son la sistematicidad y el rigor. Para este abordaje investigativo se tomó la noción de 'ciencias' de una manera amplia, que plantea una distancia con la concepción cientificista y/o positiva.

De acuerdo con ello, la denominación de 'ciencias' para las áreas referidas a la información quiere soslayar la dicotomía entre 'disciplina', como un conocimiento menor, y Ciencia con mayúscula, como un conocimiento superior. Se considera sí, que la denominación de científico ''(...)varía de época en época y aun de disciplina a disciplina. Bien podría decirse que en el interior de cada una de éstas se tiene que comenzar por proponer un modo de comprensión del concepto mismo (ciencia). La validez del mismo proviene del grado de consentimiento y de consenso social que se logre sobre éste''6 Se valora entonces la forma particular y peculiar de operar de cada una de las ciencias, lo cual permite visualizar el conjunto de pasos dados por los investigadores para construir conocimiento específico, los productos teóricos y los controles críticos necesarios, en función de aprehender de la manera más sólida y fundamentada la parte de la realidad que estudian.

Con ello, también se afirma la posición frente a un tipo de investigación como la que aquí se presenta, que pretende mirar 'epistemológicamente' las ciencias de su interés, ya que exige un esfuerzo por adentrarse en cada una de ellas e identificar su mundo interno, es decir, la reflexión adicional sobre el qué conoce, cómo, para qué, con qué, para llegar a comprender la forma particular de conocimiento que construye cada una. Así mismo es importante considerar que la investigación, al procurar el encuentro del conocimiento con el sujeto que intenta conocer, encarna el despliegue de la subjetividad, por lo que es necesario darle el lugar a dicho sujeto, que se inclina y desea conocer. Esto, exige el alejamiento del 'prejuicio', según el cual la subjetividad implica opinión débil o falta de rigor; por el contrario, el conocimiento y la investigación habitan en la tensión entre hipótesis y crítica, suposiciones y prueba; dicho ejercicio será más fuerte en la medida en que se 'reintegra al sujeto'7 en la construcción de conocimiento, sujeto que se ubica desde sus propias ideas y pre–concepciones para testarlas bajo los criterios racionales de búsqueda de la verdad y el hallazgo de las mejores explicaciones.

El abordaje investigativo estuvo marcado por la ''proliferación''8 de modos, estilos, metodologías, formas, es decir, elecciones que están unidas a las ideas, pensamientos, concepciones y experiencia de los investigadores. En este sentido se hace difícil nombrar el método con total certeza; no obstante, meditar sobre los referentes, el proceso, las estrategias y procedimientos elegidos para enfrentar los objetos de estudio, permite arriesgar el título del método 'constructivista', toda vez que la comprensión de los objetos de investigación se realizó paso a paso, con cada autor abordado, con la insistencia en precisar las teorías de cada una de las ciencias, con el constante mirar y re–mirar las definiciones, los análisis y las relaciones, las diferencias y contradicciones. El esfuerzo por identificar la lógica subyacente de cada fuente, la discusión y la reflexión en el equipo de investigación y con expertos, fueron las estrategias para construir la comprensión sobre nuestros objetos y, por tanto, lograr configurar el 'sentido' que ofrecieran los elementos básicos de una estructura teórica coherente y sistemática.

Así, la producción teórica de la presente investigación estuvo caracterizada por la interacción entre investigadores, preguntas y objetivos de investigación, fuentes documentales, insumos explicativos de expertos y el estudio de las definiciones de las ciencias por autores representativos9, que ofrecieron la enunciación de objetos y otras características de las ciencias; todo ello con el diseño de instrumentos, procedimientos y estrategias para su profundización o análisis, como a continuación se explicará.

1.1 Diseño metodológico: el método, los instrumentos y los procedimientos

Uno de los componentes de los proyectos de investigación que implica un esfuerzo particular es la configuración de la metodología, entendida como la elección de un método o camino por el cual transita el proceso de indagación y, a su vez, el conjunto de estrategias, herramientas y procedimientos técnicos con los que se indaga la realidad o se adquieren los datos, materia prima de la investigación.

Es decir, la metodología implica un sendero y unos pasos que se prevén, pero que en su ejecución se niegan a lo absoluto y a la coordinación exacta con los principios planeados. Al contrario, se trata de guías flexibles e impredecibles que pueden ir desde lo cuantitativo a lo cualitativo, desde la inducción (inferir de lo específico lo general), o desde la deducción (derivar de lo más amplio, elementos particulares). O mediante procesos abductivos referidos más a la creación, al instinto, a la emoción y a la imaginación. Por ello, es preciso decir que la investigación, aunque en ella son indispensables los elementos sistemáticos, es un proceso más caótico que ordenado, más pasional que racional, más creativo que estandarizado ya que al elegir ''una determinada vía, se crea una situación desconocida hasta entonces (...) de la cual debe aprender cómo aproximarse de la mejor manera posible a situaciones de este tipo''10

En cuanto al proyecto 'ciencias de la información', la metodología se configuró por el carácter teórico y cualitativo, lo cual permite saber el modo en que se enfocan el problema y los objetos de investigación. Abordaje teórico, pues los objetos de investigación fueron las nociones de las llamadas 'ciencias de la información', el interés por reconstruir los orígenes de cada una de ellas, y por reflexionar sobre la posibilidad de su confluencia en un campo de conocimiento. La teorización sobre estas ciencias en particular pudo ser alcanzada mediante la reconstrucción de sentido que se hace de las fuentes bibliográficas, es decir, de las producciones teóricas y las nociones ofrecidas de cada una ellas, de tal modo que el producto es un sistema conceptual con el reconocimiento de las áreas, las explicaciones, interpretaciones y análisis respectivos. Dicho producto fue inducido por una estrategia analítica, según la cual se aplicó 'la epistemología' como instrumento, lo cual significa que la ésta entendida como el 'estudio endógeno' del conocimiento, por lo que se convierte en una manera de indagar la estructura de las ciencias o cuerpos sistemáticos de conocimiento. Así, en esta investigación se procedió a hacerle preguntas propias de la epistemología al acervo documental, objetos de investigación, tales como qué es cada una de ellas, en qué se distingue, como se justifica y qué función, límite y finalidad tiene dentro del ámbito del conocimiento humano.

De otro lado, el método fue trazado por un enfoque cualitativo, pues se consideró que las definiciones ofrecidas se dieron en un contexto social que influyó en las perspectivas, enunciados, alcances, así como en las percepciones y significados de quienes las propusieron. Por ello, en la investigación se hace un esfuerzo por reconocer los autores que hablan y producen teoría sobre cada una de las ciencias y, además, su época y sus condiciones históricas, para entender la lógica y propiciar una reflexión analítica de los objetos de investigación. El enfoque cualitativo también se evidencia en la realización de una serie de seminarios interdisciplinarios, o encuentros epistemológicos, como estrategia de búsqueda de información y contrastación de hallazgos, que permitió además la validación y comunicación de los avances investigativos. Esta estrategia promovió el diálogo entre la comunidad académica, la socialización de resultados parciales, las preguntas y las hipótesis; a la vez el reconocimiento de desaciertos y mostró la necesidad de reconfigurar caminos. Los invitados a los encuentros epistemológicos fueron elegidos por ser profesionales que se han desempeñado en la docencia y el estudio teórico de las disciplinas, o personas con experiencia laboral en archivos, centros de documentación, museos o bibliotecas.

A continuación se exponen algunos detalles sobre las herramientas cualitativas.

Definiciones de las ciencias: se consideraron las primeras definiciones dadas por los autores de las ciencias, atendiendo a que fueran nombradas con precisión sin considerar nombres semejantes o derivados. Con esta indagación por autores y definiciones fue posible identificar objetos de estudio, diferencias, similitudes, contradicciones o asuntos irresueltos; es decir, se hizo un estudio de cada definición, lo que implicó compararlas, examinar matices, énfasis y diferencias.

Elaboración de fichas textuales: constituyó la herramienta para el registro de información sobre cada uno de los autores representativos; la ficha contenía la definición ofrecida, datos referidos al contexto espacio–temporal y el contexto social que rodearon la definición y al autor. Dicho material fue expuesto, evaluado y discutido por el grupo, con el objetivo de lograr acuerdos analíticos que permitieran el descubrimiento del pensamiento del autor.

Construcción escrita: el ejercicio de la escritura por parte de los integrantes del grupo permitió la configuración paulatina de las comprensiones de cada ciencia, autores y los principales nodos de su pensamiento. La escritura previa a las sesiones de grupo propició una serie de discusiones y debates fructíferos frente a diversos temas, como el contexto contemporáneo, la especificidad de cada ciencia, sus objetos y fundamentos, así como el tema del campo interdisciplinar de conocimiento sobre la información.

Encuentros semanales: se trató de sesiones del grupo de investigación en pleno, por lo que constituyó un recurso importante para el trabajo de diálogo, discusión, exposición de dudas, meditaciones, incomprensiones e hipótesis. Fue el espacio para estructurar las líneas de trabajo: temas, caminos, herramientas y recursos para la indagación. Llegó a ser el lugar por excelencia para la discusión de los libros o capítulos abordados por el grupo; para la presentación de textos elaborados por cada uno de los investigadores, y la socialización de los adelantos en la búsqueda bibliográfica. Este espacio fue empleado para asesorías metodológicas y para compartir reflexiones con algunos invitados investigadores y estudiosos de las ciencias. También se contó con sesiones en las cuales el grupo realizaba seminarios sobre temas específicos que brindaban comprensión de su contexto social y científico. Allí se evaluaron y discutieron los resultados de lecturas cruzadas y se hizo la comparación de los documentos, para construir categorías de análisis y confrontación entre los hallazgos documentales más relevantes, dilucidar un 'tablero de juego común' que justificara la confluencia de varios subcampos en un campo de conocimiento de convergencia disciplinar: el de las ciencias de la información.

Realización de foros de discusión: consistió en la discusión con expertos reunidos en tres foros llamados 'Encuentros epistemológicos', que apoyaron la profundización en los temas. A estos encuentros fueron invitados profesionales en bibliotecología y otras disciplinas como filosofía, antropología, lingüística, comunicación social, ingeniería, historia, entre otros. Los encuentros interdisciplinares fueron dinamizados por los problemas surgidos del análisis de la información documental, tales como dilemas lingüístico–semánticos, ontológicos, contextuales y epistemológicos; además, se constituyeron en instrumentos de validación de los hallazgos y comprensiones de nuestros objetos de investigación.

 

2. Resultados

Dado el carácter teórico y cualitativo de este abordaje investigativo, los resultados están materializados en un sistema conceptual que explica, aclara, relaciona y ofrece la comprensión de un número considerable de fuentes bibliográficas, de acuerdo con preguntas de investigación, tales como: el campo de conocimiento, y en particular el campo de las ciencias de la información; especificidad y autonomía de las ciencias de la información documental; y finalmente, los aportes de los profesionales invitados a los 'encuentros epistemológicos'.

2.1 Campo de conocimiento: fuerzas y luchas

Para el abordaje teórico del campo de estudio de las ciencias de la información fue necesario recurrir a los aportes de Pierre Bourdieu11, quien explica que el campo de conocimiento es, de un lado, campo de fuerzas, y de otro, campo de luchas. Como campo de fuerzas, los agentes –fuentes de campo– crean, mediante sus relaciones, el mismo espacio que los influye, cuya característica son las relaciones de fuerza específica, determinadas por el capital simbólico que poseen y usan, basado en el conocimiento y el reconocimiento.

De otro lado, como campo de luchas, se refiere a la acción de los agentes que poseen recursos diversos para conservar o transformar las fuerzas existentes, que dependen de la posición en dicho territorio, es decir, de la distribución de capital. La historia acumulada del campo científico se configura por las adquisiciones, la formulación de un acumulado histórico valioso que se construye socialmente mediante actitudes, gestos y hábitos que dan cuenta de la concentración del capital simbólico y de los niveles de injerencia y ventajas en la competición. Los campos o territorios de conocimiento forman un conjunto de disposiciones simbólicas, rutinas, símbolos, que constituyen lo que Bourdieu denomina habitus12, además de las reuniones, revistas, asociaciones o publicaciones, que dan cuenta de su representatividad y que son una estrategia en el juego de fuerzas internas y con otros campos.

Así pues, se puede decir que la información presentada como recurso hizo emerger para el contexto contemporáneo 'una nueva fe', con lo cual se dio inicio a la configuración de un campo de conocimiento, en el cual se reúnen, de un lado, los distintos agentes, estudiosos y profesionales de las ciencias de la información documental; de otro, los interesados en las ciencias de la comunicación, los medios masivos y los mensajes; y otros, que investigan las áreas relacionadas con el procesamiento, instrumentalización y control, como la computación o informática. Por tanto, se trata de un espacio social de conocimiento, en el que se presenta una competencia por el monopolio legítimo de los bienes científicos, que implica un sistema de posiciones, recursos y dominación del capital simbólico perteneciente a los agentes o científicos del territorio. De tal modo que el campo de las ciencias de la información es un territorio de subcampos locales o disciplinas que comparten intereses, para dar forma a su estructura interna, configurar ciertas prácticas significativas e identificatorias y crear las estrategias o principios de dominación intelectual; por tanto, sólo si los agentes ofrecen su capital simbólico, creen en la posibilidad de integrar un territorio común y entran en el juego de luchas y fuerzas, el campo se constituye y se fortalece en el contexto de la producción de conocimiento sobre la información documental.

El campo de las ciencias de la información, a partir de la competencia por el capital simbólico, recursos y posiciones, inicia su configuración simultáneamente con el campo anglosajón de la información. La constitución difusa de ambos ocasiona ambigüedad en los términos, que al nombrarse en plural remite a un gran campo de conocimiento que integra todas las ciencias que estudian la información desde diversos planos (comunicación social, de masas como radio, tv, prensa, etc.), y, aquellas que comunican a los individuos cualquier información soportada. Esta última perspectiva pertenece al contexto europeo, ampliamente expuesto por Francia y España.

Por su parte, las ciencias de la información documental (bibliotecología, archivística, documentación y museología) hacen alusión a un conjunto de áreas de conocimiento cuyo 'capital simbólico' ha sido producido desde la antigüedad, lo cual contribuye a su legitimación, pues las actividades de conservación, procesamiento, análisis, clasificación, organización y puesta a disposición de los documentos, representan importantes tareas realizadas en las bibliotecas, los archivos, los museos, los centros de documentación, instituciones que tienen aún hoy una presencia social esencial, vinculadas a la ciencia, la educación y la cultura. De modo que estos ámbitos del conocimiento contienen en sus prácticas, representaciones y modos de ser y operar, disposiciones internas relacionadas con los soportes documentales, llámense éstoslibros, revistas, documentos de archivo, videos, hojas o piezas, que constituyen el material de trabajo de un grupo de agentes del campo de las ciencias de la información. Este material se ha dado en llamar 'información documental', conocimiento soportado o representado;

''datos fijados y estructurados como una unidad dotada de significado en un soporte material mediante la impresión o codificación de signos escritos, orales, icónicos o audiovisuales para su conservación y transformación como un mensaje destinado a generar en el receptor nuevo conocimiento que le permita comprender un hecho, adoptar una decisión o realizar un acto''13.

Por su parte la ciencia de la información anglosajona remite a un campo interdisciplinario, con énfasis en el uso de tecnologías de procesamiento, recuperación y control de la información, caracterizada por un alto ritmo de innovación y continua mutación de sus objetivos, se presenta como una megaciencia interdisciplinaria, que en sus orígenes estuvo dirigida al estudio del flujo de la información, por tanto pretendía determinar las leyes y principios de este movimiento informacional para analizar, diseñar y evaluar los datos; hoy, aparece interesada además en el procesamiento, recuperación y transferencia de la información impresa, lo que implica la creación de las herramientas para la organización, almacenamiento y localización de grandes volúmenes de información.

Tiene su génesis en las necesidades de la Guerra Fría, gracias a la utilización creciente de información en la industria de la investigación bélica y militar, tanto de EEUU como de Rusia. La actividad científico informativa se vio intensificada en ambos países y, dado el progreso de la ciencia, se hizo urgente crear nuevas estrategias para el control, organización de la producción científica y satisfacción de necesidades crecientes de información.

Robert Taylor14 es el primero en aportar una definición del nuevo campo de la información, surgido en 1962 en Estados Unidos. Para él, los conocimientos registrados son imprescindibles para la labor investigativa y experimental de los científicos y el diseño de una sociedad de alto desarrollo técnico; de ahí el requerimiento de nuevos campos que mejoren la transmisión de la información. Es considerada una disciplina teórica que se ocupa de las aplicaciones de las matemáticas, del diseño de los sistemas y de otras ideas del proceso de la información. Como ciencia interdisciplinaria que comprende los esfuerzos y habilidades de distintos profesionales, con una función teórica y científica alrededor de la información, tiene conexiones con los estudios sobre los procesos de comunicación (creación, diseminación y utilización) y sus propiedades, para diseñar los sistemas de información, el nexo ineludible con las tecnologías de la información. También se le ha dado el estatus de ciencia social y humana por la importancia que otorga al destinatario de la información, lo que enfatiza en el acceso y el impacto de la información en las personas y en la sociedad. Entre los autores más representativos de esta ciencia se encuentran Borko15, Goffman16, Saracevic17, Buckland18, Foskett19. Pero además existe el interés por dotar a esta ciencia de una estructura teórica y epistemológica que fundamente su acción e incidencia. En ello se destacan autores20 como Capurro, Barreto y Linares.

Finalmente, pese a que muchos autores consideran que la ciencia de la información está estrechamente relacionada con, o es el resultado de un cambio semántico y del proceso evolutivo de la documentación, e incluso de la bibliotecología, estudiosos como Valentino Morales21explican que es una ciencia distinta a las áreas de la información documental, por ocuparse del estudio matemático y lógico del flujo de la información, cuyo surgimiento no tiene como fin la eliminación de otros campos o ciencias ya existentes, sino el de ofrecer nuevos estudios, más especializados sobre la información.

También es importante considerar otras vertientes de la ciencia de la información anglosajona, desarrolladas en países como Brasil, que ameritan un estudio detallado y que en esta investigación no fueron abordadas. Además, existen perspectivas en otros países latinoamericanos con una realidad contextual socio–económica y política diferente, que exigen un estudio profundo por parte de los investigadores, especialistas, y particularmente desde los nichos académicos donde se forman los profesionales de las ciencias documentales.

2.2 Subcampo de las ciencias de la información documental

En el gran campo de conocimiento de convergencia disciplinar llamado 'ciencias de la información' confluyen varios subcampos, entre ellos el de la 'información documental', cuyas finalidades y objeto configuran un tronco autónomo dirigido a ofrecer la organización, conservación y disposición de los registros culturales, por lo cual estas ciencias tienen en común la categoría de 'memoria bibliográfica, histórica y cultural', ya que las bibliotecas, los archivos, los centros de documentación y los museos son lugares que custodian y permiten el acceso al patrimonio de la humanidad, y por lo tanto tienen funciones educativas y culturales.

En este sentido, la bibliotecología, la documentación, como la archivística y la museología, comparten un origen común, ya que el trabajo singular que realizan está relacionado con las actividades de conservar, organizar y clasificar los documentos. Es, la información documental su centro, en la cual, son esenciales las funciones de organización, localización, conservación y disposición de los documentos; es además, lo que ha permitido que estas ciencias configuren, mediante su producción teórica y práctica, ciertas peculiaridades como territorios epistemológicos autónomos y específicos22.

2.2.1 La bibliotecología

Es entendida como la ciencia de la biblioteca, cuyo estatuto fue establecido por el teórico alemán Scherentinger en 1808, de donde se desprenden una serie de características tales como: una ciencia encargada de la organización, difusión y acceso a los materiales gráficos (impresos y virtuales), o 'los productos de conocimiento'; por tanto, una ciencia social y humanística conectada con la sistematización y valoración de los productos de los seres humanos en el orden literario, científico, artístico, histórico, político, es decir conserva y difunde un importante parte de la memoria de la humanidad. Por su parte, la biblioteconomía se encarga de la organización y administración (funcionamiento y desarrollo) de las bibliotecas. La bibliotecología se presenta como una ciencia referida a la actividad bibliotecaria y todo lo que ello implica (lectura, uso social del libro, actividad educativa–cultural), que configura un sistema con estructura y funcionamiento propio, con especial énfasis en el efecto social de la institución bibliotecaria, la transmisión de la experiencia acumulada mediante la organización documental, pero, además, hoy se incluye en sus funciones el flujo de la información registrada o la comunicación de los impresos. Los autores destacados de esta ciencia son Schrettinger23, padre de la bibliotecología científica, Chubarian24, Serrai25, Butler26, Buonocore27, Setièn Quesada28, Molina Campos29, Rendón30, Lafuente31, Valentino Morales32 y Sander33.

2.2.2 La archivística

Su consolidación como ciencia se produce en el período finisecular, con la publicación del texto Handeleiding voor het Ordenen en Beschrijven van Archiven (Manual de clasificación y descripción de archivos), publicado en Haarlem– Holanda, en 1898, por los archivistas Samuel Muller, J. A. Feith y Robher Fruin. En él se sistematizan los principales fundamentos teóricos del concepto de archivo y, a su vez, los elementos sustantivos de la archivística, que habían sido esbozados por distintos autores. La publicación de este Manual inaugura el pensamiento archivístico, con sus reglas y sus métodos para el tratamiento de los archivos, tomando como base los postulados del positivismo clásico. Además, sus autores promueven la independencia de la archivística frente a otras disciplinas como la historia, la bibliotecología y la museística34. En general se considera que la archivística tiene un objeto claro (los archivos), una metodología específica y una sistematización del conocimiento que le es propia. Los autores, padres de la archivística, la han visto como ciencia (Casanova, Leesch, Schellenberg, Lodolini, Couture, Heredia)35, o como ciencia emergente, (Cruz Mundet36, Martin–Pozuelo Campillos, Arad)

Su utilidad está asegurada por su efectivo papel en el desarrollo de procesos políticos, administrativos, jurídicos, investigativos, históricos y culturales, lo que hace de la archivística algo más que una profesión con fines prácticos de organización o gestión documental, la configura como una ciencia que contribuye a la recuperación y la conservación de la memoria de los pueblos y un medio de comunicar hechos, ideas, situaciones relevantes para la sociedad, a la vez que es un recurso jurídico de prueba y veracidad. Hoy en día el tratamiento de la documentación archivística, que comprende la aplicación de los procesos de clasificación, ordenación, descripción y conservación, sigue teniendo como referente el respeto al principio de procedencia en sus dos dimensiones: el respeto de los fondos y el respeto del orden original. Además, se mantiene vigente la preocupación por la preservación del patrimonio documental. Tal vez lo que más impacto ha causado en el quehacer archivístico en las últimas décadas, ha sido la gestión de documentos, cuya conceptualización se ha integrado con normalidad a la teoría y a la práctica archivística. Lo anterior le confiere cierta autonomía pero también la obliga a ubicarse en un ámbito de relaciones disciplinares amplio, que le permita un mejor abordaje de su objeto de estudio.

2.2.3 La museología

Es un subcampo ocupado del museo, los objetos museables y la comunicación, cuya finalidad es transmitir informaciones a través de la exposición, que es el canal específico para ello. El museo es visto como una institución al servicio de la sociedad, que adquiere, organiza, conserva, comunica y expone, con fines de estudio, educación y cultura, los testimonios representativos de la evolución de la naturaleza y del hombre. La museología es presentada como una ciencia aplicada, es decir la ciencia del museo, que estudia y expone la cultura material mediante los objetos. Estudia la historia y el papel de la sociedad, las formas específicas de investigación física, la exposición, la animación y la difusión de las piezas que representan la memoria social. Se vincula entonces, con las ciencias de la cultura, el patrimonio y la memoria histórica, cultural, natural, científica de los pueblos. La museología es el resultado de una evolución lenta, mucho más como campo de conocimiento que como saber interesado en el museo en tanto fenómeno o hábitat del hecho museístico. Atiende a los contextos específicos de las obras, que permitan la captación de significados del objeto y, a la vez, su apreciación como pieza artística. El autor más representativo y padre de la museología es Henri Rivière37, quien contempla el museo como un todo interrelacionado de manera coherente. Entre otros autores importantes se encuentran Mairesse38, Sola39, Rusconi40, Gamboa41, Cabellero García42 y Francisca Hernández43

2.2.4 La documentación

Es un subcampo de la actividad científico–informativa,44que implica el procesamiento de los documentos y el empleo de técnicas para la organización y accesibilidad de la información registrada. Según los autores estudiados existen dos perspectivas que dan cuenta de la configuración disciplinar de la documentación. De un lado, es vista como tronco común o ciencia general que integra otras. El mayor representante de esta tendencia es el belga Paul Otlet; y, de otro, como una función especializada de la profesión bibliotecaria. El autor hindú–inglés Ranganathan es uno de los defensores de esta tendencia.

Paul Otlet considera la documentación como una ciencia, doctrina y técnica que estudia los documentos, los que son organizados, ordenados y clasificados mediante operaciones bibliográficas; se trata de ''informar con ayuda de la documentación''.45 Esta postura se ha denominado en esta investigación, 'integracionista', pues considera la documentación como un cuerpo sistemático de conocimientos compuesto por áreas como la bibliología, la biblioteconomía, la archivología, la museología. Los autores ubicados dentro de esta son López Yepes, Emilia Currás, y en general la corriente española.

En cambio, Ranganathan ve la documentación como una función especializada de la bibliotecología, pues la considera como la técnica que tiene por objeto 'los datos', 'información registrada', almacenada y organizada mediante las técnicas de análisis y correlación, con el fin de dar a conocer la nueva información a los especialistas investigadores, beneficiarios directos de este servicio.46 Así se asume esta postura como 'especializada', por considerar la documentación como un oficio o técnica de la bibliotecología, que se encarga del tratamiento específico de los documentos científicos, cuyos usuarios son también especializados. Los autores que siguen esta perspectiva son Guha47, Bradford48, Briet49, Lasso de la Vega50y Shera51. Por su parte, Correa Vicentini, aunque puede ser considerado como parte de la línea Ranganathan (visión especializada de la documentación), ofrece un tercer enfoque, relacionado con el paso evolutivo de la documentación hacia otro campo: la Informática;52 o para otros autores ciencia de la información. Entre los autores representativos53 de esta línea se encuentran: Cortés Alonso, Moreiro, Coll Vinet, y finalmente, Raydward quien considera a Otlet54 como un visionario y precursor de la contemporánea ciencia de la información.

2.3 Resultados de los encuentros epistemológicos

Los encuentros epistemológicos fueron espacios de comunicación entre profesionales, estudiantes y el grupo de investigación; sirvieron como apoyo a la reflexión de los temas de interés, tales como evaluar la posibilidad de la creación de un campo de conocimiento de las ciencias de la información; identificar las características de la bibliotecología, la archivística, la museología, la documentación y la ciencia de la información, para reconocerlas como ciencias con autonomía y especificidad.

• El primer foro se tituló: 'Ciencias de la información y la comunicación: ¿un campo de conocimiento de integración multidisciplinar?,' y tuvo como fin evaluar las posiciones de los invitados frente a la posibilidad de configurar un campo de integración disciplinar alrededor de la información, reconocer su objeto y particularidades. Este encuentro contó con las reflexiones y posiciones de diversos profesionales, entre ellos uno de la comunicación digital, un periodista– politólogo, un antropólogo–museólogo, una historiadora–archivista, un filósofo, un bibliotecólogo–investigador y una documentalista–politóloga.

Según los profesionales invitados, las condiciones para configurar un territorio que congregue las diversas ciencias relacionadas con la información están dadas, porque se califica constantemente la información como recurso de la sociedad actual, lo cual es un hecho notorio porque vivimos rodeados por ella. De tal situación se desprende el interés generalizado por vincularla como objeto de estudio y parte de los discursos académicos, económicos, políticos y educativos, creando la necesidad de comprender qué es, cómo se aplica y cuál es su utilidad en la sociedad. El auge del término información y su vinculación a los procesos sociales hace parte de un 'paradigma tecnoeconómico', que privilegia y valora la aplicación de la tecnología en todos los ámbitos, especialmente en el sistema productivo y de gobierno.

Los invitados anotan que el amplio campo de conocimiento de las ciencias de la información precisa una auto–organización que permita diferenciar o clasificar las ciencias élites, y otras de apoyo o complementarias, para establecer dinámicas de jerarquía y sistematización. El subcampo de las ciencias de la información documental requiere algunas categorías identificatorias (la información documental, la conservación, el acceso a los registros de la memoria) que le ofrecen elementos comunes para investigar y constituyen rasgos disciplinares propios que les servirán para ocupar un lugar legítimo en el campo de las ciencias de la información.

Así pues, existe acuerdo entre los invitados en que sí es posible la constitución de un campo de conocimiento de la información, pero la argumentación se basa en la inevitabilidad de la información en el mundo actual, la repetición generalizada de que la información es, existe y es importante; no obstante, hay que reconocer que aún no se han propiciado discusiones sistemáticas al interior del grupo de agentes del campo; la dispersa y escasa producción de reflexiones teóricas o filosóficas que fortalezcan los fundamentos del campo es inexistente; a ello se suma la débil comunicación entre los representantes, por pertenecer a diversidad de disciplinas con intereses distintos que aún no han estructurado estrategias para la competición, la cooperación y la investigación de su objeto. Es evidente entonces que el campo de la información apenas inicia su constitución y que su objeto de estudio difuso, encarna problemas y retos.

Un territorio de conocimiento se funda si los participantes (investigadores, expertos, profesionales) establecen relaciones y conquistan el derecho a ser admitidos en el campo y sus luchas. Así pues, es responsabilidad de los agentes propiciar la existencia del territorio de conocimiento, así como asumir los retos epistemológicos de su fundamentación y teorización. Por ello, el campo de las ciencias de la información puede fortalecerse, siempre y cuando los agentes representantes se vinculen a él e incidan en los procesos de configuración de hábitus, como dominios prácticos que intervienen en la acción, que son los que orientarán los problemas a investigar, las dinámicas de lucha y competencias, los roles, las recompensas, los discursos y el encuentro de capital simbólico que hará del campo un territorio de conocimiento que ofrece saber, teoría y propuestas de prácticas profesionales y académicas.

Es decir, si los agentes del campo de conocimiento (profesionales de las más diversas áreas interesados en la información desde distintas ópticas) no establecen relaciones de conocimiento y reconocimiento, de lucha y fuerzas, de cooperación y diferenciación, de diálogo y argumentación, no podrá configurarse como territorio común y distintivo de los subcampos participantes, ni se establecerán relaciones interdisciplinares que son las propias para un campo de conocimiento. Tampoco contará con un conjunto de publicaciones, distinciones, organizaciones, agremiaciones y escuelas que constituyen 'signos sociales' de distinción y reconocimiento en el ámbito científico. Por ahora es notorio el trabajo académico individual de las posibles disciplinas integrantes del campo de la información: de un lado los bibliotecólogos, de otro los archivistas, de otro los comunicadores, los lingüistas, los documentalistas, pero no se han dado intereses y acciones concretas de integración, y aun más, estrategias para la comunicación y el trabajo conjunto.

• El segundo encuentro giró en torno a la 'Especificidad y autonomía de la bibliotecología, la documentación y la ciencia de la información'. Entre los principales resultados de este encuentro se pueden reseñar los siguientes. Se presenta la bibliotecología, de un lado, como conocimiento y saber que data de 3500 años; como campo disciplinar se formó en el siglo XIX y es identificada como la disciplina que estudia el problema bibliotecario, y la influencia ideológica, social, cultural y económica de los libros o registros en los lectores. Tiene por objeto el acceso a registros culturales y el impacto que producen dichos registros en la sociedad; por tanto, los conceptos centrales de esta ciencia son: acceso, registros de información, impacto y memoria cultural. De otro lado, se presenta el surgimiento de la bibliotecología en la modernidad al servicio de un proyecto de orden y control dadas tres circunstancias históricas: primero, la idea de Enciclopedia, con el propósito de recopilar el conocimiento y el entendimiento humano; segundo, el control y conocimiento de la ley; y tercero, la representación del conocimiento racional que se traslada al mundo del libro.

La documentación se define como una práctica profesional diferente a la bibliotecología, pues las unidades documentales no hacen gestión cultural y referencia, ya que es un servicio dirigido a especialistas y trabaja con información documental con peculiaridades propias. La documentación es un repositorio de términos que se encarga de la memoria específica registrada en documentos, definidos éstos como formatos que divulgan y comparten el conocimiento. El objeto de estudio de la documentación es la recuperación de la información, y sus campos de acción son los centros de investigación y documentación; las técnicas documentales son adquirir, procesar y almacenar, y servir la información.

La ciencia de la información fue presentada como la punta de lanza de un proceso evolutivo del proyecto de la sociedad de la información. Se indican tres momentos significativos en el surgimiento y desarrollo de esta área: 1) Inicio de la bibliografía, momento que va desde la invención de la imprenta hasta el siglo XIX, asociado en general con la producción impresa, que surge como mecanismo que busca ordenar y controlar la información dentro del modelo científico positivista. 2) Para los años 30 del siglo XX, la constitución de la documentación como disciplina encargada de la información científico–técnica ligada estrechamente a los procesos de industrialización, y, 3) A partir de la década de los años cincuenta se empieza a utilizar el concepto de ciencia de la información vinculado al procesamiento, automatización y digitalización de la información razón por la cual está estrechamente relacionada con la cibernética y la informática. La ciencia de la información surge con énfasis en la recuperación de la información, apoyada en principios científicos. El tratamiento de la información se hace a partir de la consideración de que son un conjunto de datos registrados. La información se somete a tratamiento para su transferencia, la cual se encuentra ligada a la industria de la información (computación, convergencia de las TICs) tendiente a la eficacia, la velocidad, y la competitividad. Del mismo modo, se presenta este campo como dependiente del desarrollo de la tecnología; por esto, su laboratorio por excelencia es Internet.

De acuerdo con los invitados existen algunos problemas epistemológicos en cada una de las áreas presentadas: la ciencia de la información aún no cuenta con un cúmulo de teorías y sustentos filosóficos, falta mayor claridad en relación con los métodos y definición de su objeto de estudio. La documentación hace énfasis en la práctica, pero tiene pocos trabajos teóricos, lo cual genera problemas para la reflexión sobre los métodos, objetos y fundamentos filosóficos. La bibliotecología presenta la dificultad de una práctica irreflexiva, mientras que niega la transdisciplina; además, debe delimitar su campo de acción frente a la ciencia de la información y replantear su labor social y política. Se extiende la invitación a conocer el cuerpo disciplinar de esta ciencia y a llevar a la práctica su riqueza histórica, así como a concentrar esfuerzos en lo teórico. Para lograrlo se debe diferenciar entre la práctica disciplinar y la práctica profesional.

Aunque se mencionó que la bibliotecología es una ciencia autónoma y peculiar, también hubo una posición, según la cual no existen diferencias radicales entre la ciencia de la información, la bibliotecología y la documentación. Ello se sustenta en la tradición anglosajona, que considera que la documentación y la bibliotecología fueron denominaciones con las cuales se nombró en el pasado a la contemporánea ciencia de la información, ya que los tres nombres se refieren a una sola actividad, la transferencia de la información. De otro lado, se expuso la posición según la cual la información es un elemento importante en la bibliotecología, pero no constituye su objeto por excelencia ya que ésta es un subcampo conectado además con la cultura, la educación y las interacciones sociales e intersubjetivas.

Se hace evidente la existencia de dos orientaciones para reconocer estas tres disciplinas y profesiones: de un lado, se perciben la bibliotecología y la documentación inmersas en la ciencia de la información; de otro lado, se defiende la independencia disciplinar de cada una de ellas; a la bibliotecología se la vincula con el 'fenómeno bibliotecario', que incluye funciones culturales y educativas de los libros y la lectura; a la documentación, con la organización de la información documental científicotécnica ofrecida a un público especializado, los investigadores y científicos; y a la ciencia de la información, con la transferencia de la información, lo que la conecta con la digitalización y automatización que propicia el impulso de la industria de la información.

Existen problemas teóricos relevantes que es preciso considerar: es necesario la identificación de los paradigmas sociales que influyen en las profesiones, para distinguirlos de las orientaciones disciplinares y científicas ofrecidas por los autores padres de estas ciencias; cuyos teóricos han expuesto coordenadas filosóficas para ubicar las categorías identificadoras, los propósitos, los objetos de investigación o de estudio, los métodos e instrumentos y las denominaciones, lo que da cuenta de las distintas perspectivas. Estas ciencias tendrán que tomar decisiones frente a los propósitos disciplinares que las guían, los cuales están relacionados con los intereses, los paradigmas sociales, las finalidades o su impacto en la sociedad. Ello se logra dilucidar no sólo con el mencionado estudio de los teóricos de las ciencias, sino también con los acuerdos y con las discusiones al interior de los grupos de agentes, que se materializan en propuestas curriculares de formación profesional.

Ante esto, el grupo de investigación considera que los agentes representantes de la bibliotecología, la documentación y la ciencia de la información deben identificar los fines disciplinares más genuinos y considerar cuál realidad contextual atienden, ya que serán diferentes las finalidades y objetos de una ciencia que se rige por las necesidades particulares de contextos como Latinoamérica y en específico Colombia a las que se orientan por las necesidades mundiales o de otros países, pues según lo explica Vargas: ''El mundo de la vida (nuestro entorno mundano–vital) es el mismo del cual predicamos científicamente (...) una ciencia que no haya nacido de la experiencia mundano–vital no existe.''55 Con lo que se está diciendo que las ciencias, al ser instituciones insertas en la sociedad, además de reflexionarse epistemológicamente, también reflexionan sobre las finalidades, intereses y propósitos que deberán ir acordes con un lugar y situación específicos, sin olvidar ciertas estructuras y condiciones de tipo general o aplicable a todas las ciencias. Por ello es importante considerar los mecanismos de validez social y disciplinar para alcanzar esos conocimientos aceptados como legítimos56, lo cual lleva a las ciencias a preguntarse: ¿cómo los objetos que estudia llegan a ser tales para el conocimiento? ¿por qué? ¿bajo qué condiciones? ya que ''la valoración social de tales conocimientos puede sobrevenir una vez que la comunidad los encuentre útiles o prácticos, comprensivos o descriptivos, teóricos o explicativos, justificativos (ideológicos) o hermenéuticos''57

• El tercer encuentro trató el tema de 'La especificidad y autonomía de la museología y la archivística. Los principales resultados son: Han habido concepciones divergentes sobre la archivística, que ha recibido por eso mismo, varios nombres. El archivo como objeto de estudio es concebido como una entidad total, en la cual son importantes tanto el contenido como el continente, es decir el conjunto orgánico de documentos, el depósito, los servicios, el personal y la gestión. El campo de acción de la archivística en tanto disciplina es teórico y práctico. Los orígenes de la archivística se remontan al siglo XVIII – XIX, gracias al interés de los historiadores por recuperar el pasado. Su génesis como campo disciplinar se remonta al siglo XIX, a partir de 1950 tomó mayor fuerza con el auge de la administración pública, y actualmente se considera un soporte teórico para la investigación.

La formación de los archivos estuvo motivada por la necesidad de recopilar, conservar y organizar los documentos, en los cuales están integrados en series y fondos de documentos. El fundamento de la archivística tiene que ver con la administración documental. Es ésta una disciplina (teórica–práctica) en formación, en tanto su cuerpo teórico apenas comienza o se encuentra en configuración; no tiene leyes universales, pues cada archivo es un universo diferente, aunque sí cuenta con los principios de procedencia y orden. De esta manera, el documento de archivo es una expresión testimonial. Las áreas comunes a la archivística son la reproducción documental, la conservación documental, el almacenamiento, la recuperación, los servicios tecnológicos, la metodología de la investigación. El lugar de la información en la archivística en los documentos, el contenido de los documentos es la información y lo que procura la archivistica es el acceso a esta información. La metodología que le es propia se refiere a los principios de procedencia y orden original. En esencia, la archivística tiene una función social, que es dar testimonio fehaciente, prestar información, contribuir con la consulta rápida para un fin inmediato. Actualmente en Colombia existe una valoración social de los archivos que obedece a la obligación legal con respecto a la Ley General de Archivos.

Los invitados opinaron que tradicionalmente se concibe la museología como ciencia del museo, aunque todavía no hay acuerdos sobre su objeto de estudio y aún no se precisa su estatus, si es ciencia o disciplina, problema sobre el cual el grupo de investigación propone reflexionar desde una óptica 'no cientificista', que permita revisar estas ciencias de manera amplia, lo cual implica no sólo la contrastación empírica como formula única e infalible de validación científica, sino también consideraciones propias de las ciencias sociales, como la argumentación discursiva.

Se mencionó que la museología depende del objeto del museo. Tiene su auge a partir de 1948, con la fundación del ICOM; en esta época aparece como profesión. Se trata de un espacio disciplinar interdisciplinario en el cual se conectan diversas profesiones y ciencias referidas a la educación, a la historia de las colecciones, la historia del museo y de la museología, el estudio de públicos, la comunicación, el diseño y la disposición museográfica, la administración, tecnologías, entre otras. También es una disciplina de la representación desde una perspectiva simbólica, en una institución de la memoria, como lo son la biblioteca, el archivo o el centro de documentación. Con la museología se representan los saberes y está relacionada con el patrimonio y la memoria. El museo es el lugar fundamental de ''negociación de la memoria'' del mundo. Mientras los archivos se ocupan de los fondos documentales, producto de las actividades naturales de una organización, las colecciones de los museos que no tienen tan alto nivel de organización y su estructura es un poco azarosa por la diversidad de criterios para establecerlas.

Finalmente, la museología es una disciplina compleja, relacionada con el patrimonio nacional, que además no soporta ser clasificada en un tronco madre o dentro de la jerarquización de las ciencias de manera rígida, pues se trata de un campo muy dinámico con una sustentación social, que por sí misma puede configurar un campo complejo e independiente, pues el producto del trabajo museológico es ofrecer información de calidad para la sociedad. En el caso particular colombiano, la museología no existe como práctica profesional y es casi inexistente como disciplina y aun más como ciencia, y presenta dificultades en su teorización, ya que ha estado centrada más en la praxis que en la reflexión conceptual y filosófica; no obstante, cuenta con autores representativos que aportan explicaciones y fundamentos. Es necesario motivar su estudio teórico, crear y fortalecer la enseñanza profesional para cumplir con los desafíos actuales, pues la sociedad requiere profesionales e investigadores en el área de la museología, que contribuyan a la comunicación, exposición y recuperación de la memoria social.

 

3. Apuesta interpretativa del subscampo de las ciencias de la información documental

La triangulación entre la revisión bibliográfica, los encuentros epistemológicos y los hallazgos de la indagación sobre el campo de conocimiento permite presentar una apuesta interpretativa de los objetos de esta investigación.

La bibliotecología, la archivística, la museología y la documentación son subcampos con un fin común, que se puede constituir en categoría epistemológica, pues les ofrece a estas cuatro ciencias identidad y organización de sus objetos y propósitos; se trata de la memoria en sentido amplio, que incluye memoria bibliográfica, histórica, política, cultural y artística. La 'información documental' es una categoría que identifica estas ciencias, los documentos y su contenido se constituyen en patrimonio, que exige un tratamiento especial, de modo que sea conservado y valorado por las personas, las instituciones y los Estados.

En relación con la ciencia de la información de origen anglosajón, al presentarse como megaciencia que congrega varias disciplinas, vistas más como aplicaciones que como ciencias autónomas, se percibe una pérdida del acumulado históricodisciplinar, es decir, en términos de Bourdieu, pérdida de su capital simbólico; dicha orientación no reconoce el proceso de constitución peculiar, propio y especifico de éstas ciencias, lo que propicia un énfasis y una función meramente técnica y disminuida en el proceso de recuperación y la transferencia de la información que, pese a su importancia, no cubre las esenciales finalidades sociales y humanas de estas ciencias y profesiones vinculadas directamente con las personas, comunidades, instituciones y procesos socio–culturales.

En este sentido, la apuesta del grupo de investigación es defender la especificidad, la autonomía y la identidad disciplinar de las ciencias de la información documental, como son la bibliotecología y la archivística, la museología, que recogen de la documentación el perfeccionamiento de las técnicas para su trabajo con los documentos y la información contenida en ellos. Además, el grupo de investigación considera importante el reconocimiento de las condiciones contextuales latinoamericanas, que orientan las prácticas profesionales y que influyen en los criterios de validez, los objetos, las finalidades y las metodologías, pues se parte de la concepción de que las ciencias, como cuerpos teóricos fundamentados, coherentes y sistemáticos, tienen responsabilidades sociales en su aplicación a una realidad concreta y particular; por ello se defiende la investigación en el marco de las necesidades y condiciones contextuales regionales, sin perder de vista las circunstancias generales de construcción reconocimiento científico.

 

Conclusiones

• La sociedad contemporánea ha convertido la información en 'una nueva fe', hecho que propició la configuración de un campo de conocimiento cuyo objeto es la información y donde se reúnen agentes, estudiosos y profesionales de las diversas ciencias relacionadas con ella. En este amplio territorio de conocimiento se congregan los agentes de 'las ciencias de la información documental' de un lado, y de las ciencias de la comunicación, medios masivos y los mensajes, de otro; y quienes investigan las áreas relacionadas con el procesamiento, instrumentalización y control de la información como la computación o la informática. Por tanto, se trata de un espacio social de conocimiento, en el que se da una competencia por el monopolio legítimo de los bienes científicos, que implica un sistema de posiciones, recursos y dominación del capital simbólico perteneciente a los agentes del territorio.

• El campo de la información deberá identificar diversos énfasis de la información y con ello establecer relaciones más cooperantes y diferenciadas entre agentes, ciencias, propósitos y perspectivas. La información en general es el objeto de estudio de todas las áreas participantes del campo que, no obstante, aparecen delimitadas por su especificidad. La información documental es el objeto de investigación, estudio y tratamiento de ciencias como la bibliotecología, la archivística, la museología y la documentación. La información, como insumo o alimento de los sistemas, es el objeto de la ciencia de la información, porque incluye su estudio matemático, el flujo y las reglas que la determinan en un orden biológico, físico, propio de una gran variedad de sistemas.

• El título de 'ciencias de la información' inicia su configuración simultáneamente con el campo anglosajón de la ciencia de la información. La constitución difusa de ambos ocasiona ambigüedad en los términos, que al ser nombrados en plural remiten a un gran campo de conocimiento que integra distintos subcampos interesados en la información desde diversas ópticas (ciencias de la comunicación y ciencias documentales), y la ciencia de la información se presenta como un campo interdisciplinar que estudia el flujo y control de la información, se caracteriza por la aplicación intensiva de la computación y digitalización para lograr la transferencia de la información, también se vinculan a ella aquellas áreas que trabajan con la aplicación de información para crear sistemas o programas.

• El subcampo de la 'información documental' tiene unas finalidades y objeto que la hace parte de un tronco autónomo dirigido a ofrecer la organización, conservación y disposición de los registros culturales, por lo cual estas ciencias tienen en común la categoría de 'memoria bibliográfica, histórica y cultural,' ya que las bibliotecas, los archivos, los centros de documentación y los museos son lugares que custodian y permiten el acceso de parte del patrimonio de la humanidad.

• Estas ciencias de la información documental (bibliotecología, archivística, museología y documentación) hacen alusión a un conjunto de áreas de conocimiento cuyo 'capital simbólico' ha sido producido desde la antigüedad, lo cual contribuye a su legitimación, pues la conservación, el procesamiento, el análisis, la clasificación, la organización y la puesta a disposición de los documentos, son importantes tareas realizadas en instituciones que tienen una presencia social esencial vinculada a la ciencia, la educación y la cultura. El acumulado histórico de estas ciencias se dirige a la conservación, la organización y puesta a disposición de la memoria documental; por ello es importante el estudio sistemático de su objeto, la información documental, porque en el mundo contemporáneo existe un hecho objetivo, la urgencia de organizar y conservar la información documental que requiere territorios que investiguen los fines de estas ciencias, sus procedimientos, aplicaciones y metodologías, y procuren la producción de saber teórico que fundamente su acción social e investigación científica.

• Los campos de conocimiento se consolidan si los miembros o agentes establecen relaciones y aportan su capital simbólico para luchar por el reconocimiento y un papel importante dentro del territorio cognitivo. En este sentido, es responsabilidad de los agentes del campo propiciar la existencia, fundamentación y prestigio del territorio de conocimiento sobre la información, asumir sus dilemas epistemológicos y configurar una fuerte teorización del campo.

• Para fortalecer los campos de conocimiento es básico el reconocimiento de diferencias, peculiaridades y sustentos propios de cada una de sus áreas. Por esta razón, se precisa el estudio individual de cada ciencia, para poder compartir y dialogar con otras áreas. En este sentido es obligatorio que las ciencias de la información documental fortalezcan sus marcos teóricos y estudios epistemológicos. Al lado del trabajo individual de las ciencias de la comunicación que se vinculan al territorio del conocimiento, también es indispensable fortalecer el papel y realizar estudios teóricos y prácticos sobre las áreas de la cibernética, la informática y otras dentro del campo, como instrumentos o áreas que procuran la aplicación o constitución de mecanismos o programas en los cuales el insumo esencial es la información. Dichas aplicaciones informativas procuran al campo una gran fuerza, en tanto se proponen como aplicaciones útiles a todas las ciencias y campos del conocimiento humano.

• En relación con el dilema entre ''ciencia de la información'' y ''ciencias en plural'', es importante explicar que ambas tienen propuestas omnicomprensivas, asentadas en la confluencia de todas las áreas de la información; las diferencia que, la ciencia de la información anglosajona vincula las ciencias documentales y las informáticas, aduciendo que son áreas aplicadas de la gran ciencia de la información, mientras que el conjunto de ciencias de la información apela a la diversidad organizada, a la heterogeneidad que establece relaciones con otras pero diferenciando los contenidos, énfasis en el estudio de la información y la integración multidisciplinar del campo. La ciencia de la información se presenta como una megaciencia que congrega varias disciplinas, desde la cual presenta pérdida del acumulado histórico–disciplinar o capital simbólico; se trata entonces de una orientación que no reconoce el proceso de constitución peculiar, propio y especifico de estas ciencias, lo que propicia un énfasis y una función meramente técnica y disminuida en el proceso de recuperación y la transferencia de la información, que pese a su importancia, no cubre las finalidades sociales y humanas esenciales de estas ciencias y profesiones, vinculadas directamente con las, comunidades, instituciones y procesos socio–culturales de sus lugares.

• En este sentido, la apuesta del grupo de investigación es defender la especificidad y la autonomía de la bibliotecología, la archivística, la museología y la documentación, como ciencias distintas a la ciencia de la información. Así mismo, se defienden los procesos de contextualización que deben tener estas ciencias para su quehacer científico y profesional y para propiciar desde ellas un pensamiento regional científico y social acorde con las condiciones socio culturales y educativas de los contextos.

 

Pie de páginas

* Artículo resultado de la investigación Ciencias de la información: identificación y relaciones financiado por el Centro de Investigaciones en Ciencia de la Información –CICINF– de la Escuela Interamericana de Bibliotecología de la Universidad de Antioquia, Medellín, Colombia. Desarrollado entre 2007 y 2009.

1. Martín Becerra, en el texto 'Sociedad de la información: proyecto, convergencia, divergencia,' menciona que el dogma del contexto actual identifica la felicidad individual y colectiva con la capacidad de estar conectado y multiconectado, lo cual implica una defensa a ultranza de las tecnologías de la información, por lo que cualquier crítica es expresión de rechazo al progreso y el desarrollo social.

2. Al respecto autores como Alain Touraine y Daniel Bell han utilizado el término en sus publicaciones. Ver: Touraine, Alain. La sociedad post–industrial. Ariel: Barcelona, 1973. Bell, Daniel. El advenimiento de la sociedad post–industrial. Madrid: Alianza, 1973. Otro autor que habla del tema es Taichi Sakaiya. Historia del futuro. Andrés Bello, 1973.

3. La esencia misma de la investigación, es decir, una búsqueda que va y viene del caos al orden, del error al ensayo, de la hipótesis sustentada a la hipótesis desechada, de insistir sobre el sustento de una afirmación y la desilusión ante la oscuridad y la incomprensión. Esta tensión sólo será soportable por quienes se encuentran envueltos en el 'deseo' o la 'pulsión' por conocer, algo así explica: ''El apetito es más brutal, pero la libido es más poderoso. El apetito es inmediato; en cambio, para la libido los prolongados pensamientos, los proyectos a largo plazo, la paciencia. Un amante puede ser tan paciente como un científico. El apetito se extingue en un estómago repleto. La libido, apenas aplacada, renace. Exige duración. Todo lo que en nosotros, directa o indirectamente, permanece, se vincula a la libido. éste es el principio mismo de la valorización del tiempo (...) tiempo de una filosofía del reposo'' Bachelard, Gaston. La formación del espíritu científico. México: Siglo Veintiuno, 200. p.215

4. Popper, Karl. La lógica de las ciencias sociales: en busca de un mundo mejor. Barcelona: Paidós , 1996 p.18

5. Vargas Guillén, Germán. Tratado de epistemología. Bogotá : Universidad Pedagógica Nacional, 2006 p.12

6. La reintegración del sujeto en el conocimiento es uno de los principios del pensamiento complejo expuesto por Edgar Morin. Ver: El método III. El conocimiento del conocimiento. 2. Ed. Madrid: Cátedra, 1994e

7. Término usado por Paul Feyerabend, quien se basa en John Stuart Mill y sus ideas sobre la libertad ''Una elección presupone una sociedad que contiene e incita a ''opiniones diferentes ... y modos antagónicos de pensamiento'', citado por, Feyerabend, Paul. Contra el método. Ariel. Barcelona, 1989. p. 24

8. Los criterios para la delimitación de los autores fueron de orden temporal–histórico, es decir, se tuvo en cuenta a los primeros autores que definieron las áreas haciendo uso del nombre en solitario, es decir, que fueran nombradas como bibliotecología, archivística, museología, ciencia de la información y documentación, así como a los autores que nombraran 'ciencias de la información', algunos autores sobre cibernética, informática y autores que realizaron estudios teóricos sobre la comunicación.

9. Feyerabend, Paul. Contra el método. Barcelona: Ariel, 1989 p.10

10. Bourdieu, Pierre. El oficio del científico. Barcelona: Anagrama, 2003

11. El habitus científico se construye en un largo tiempo de procesos de investigación y valoración de sus productos, que dan un sentido a los problemas de interés y la forma de solucionarlos como capital incorporado, ya que estas disposiciones internas se configuran por un conjunto de recursos teóricos que son pasados al sentido práctico y que van con los sujetos.

12. ESTEBAN NAVARRO, Miguel El marco disciplinar de los lenguajes documentales: la organización del conocimiento y las ciencias sociales. Revista SCIRE: Representación y Organización del Conocimiento. España. Ene.–jul 1996. Vol. 2, no. 1, p. 97

13. TAYLOR, ROBERT. Glossary or terms frequently used in scientific information'. citado por Mijailov y otros. Fundamentos de la informática. Versión en español de Osnovi Informatiki Vol.1 (Moscú, ''Nauka'', 1968) Moscú–La Habana. 1973

14. BORKO, HAROLD. ¿Qué es la ciencia de la información? En: Umbral 2000. 1972 Vol. 1. (Traducción del texto en inglés publicado en: American Documentation. Vol. 19, no. 1. p. 3–5)

15. GOFFMAN, WILLIAM. Information Science: discipline or disappearence. Aslib Proceceedings Vol.22, no. 12 (1970). Citado por LINARES COLUMBIE, Radamés. Ciencia de la información: su historia y epistemología. Bogotá, Rojas Eberhard, 2005

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51. Correa Vicentini dice que la informática es: la ciencia que estudia el aspecto teórico y práctico de las actividades concernientes a la recolección, procesamiento, almacenamiento, recuperación y diseminación de la información/ documentación, a través de la mecanización y la automatización; se refiere a un sistema de información/documentación relacionado con un determinado campo de conocimiento, con el empleo de equipo cibernético, como por ejemplo informática agrícola, informática aeronaútica, etc. CORREA VICENTINI, Abner Lellis. De la bibliotecología a la informática: evolución del concepto documentación. Bogota: Colciencias,1971

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53. Otlet intuyó la necesidad de aparatos que ayudaran a conectar los diversos documentos a nivel internacional y que existiera una conexión y fácil consulta de los materiales. Radward agrega que el concepto que concibió Otlet sobre documentación, o sobre la organización de la documentación como campo de estudio e investigación, estaba de hecho, acorde con el término de ciencia de la información.

54. Vargas Guillen, Op.cit ., p. 134

55. Explicación sobre la validez de las ciencias dada por Germán Vargas Guillen. Op.cit p.50

56. Ibid. p.12

 

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Artículo recibido: 9 de septiembre de 2009. Aprobado: 24 de noviembre de 2009.

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