Hasta ahora hemos visto cómo las publicaciones científicas deben asumir una serie de requisitos para estar en las listas de las bases de datos que ava lan y reconocen su producción. Este tipo de acciones buscan construir una credibilidad por parte del público lector y con ella la adhesión de una comu nidad académica que está interesada en mostrar sus producciones a través de medios de alto impacto.

Para la Revista Interamericana de Bibliotecología este tipo de acciones han sido una constante a lo largo de su existencia, por ser referente internacional de un área que justamente utiliza los datos tomados de estas grandes bases para entender cómo circula el conocimiento y qué impacto tiene en la sociedad. Los científicos que publican sus artículos en nuestra revista se interesan, entre otras, por este tipo de información, pero también por las repercusiones que tienen estas políticas en la producción de nuevo conocimiento y en la aniquilación de publicaciones que no pueden competir en este nuevo mer cado editorial.

Con el ánimo de permanecer en el medio y seguir contando con la credibilidad de nuestros lectores, la RIB ha continuado con una tarea de mejoramiento que ha requerido de más tiempo de dedicación, conocimiento avanzado del área y planes de inversión económica que permitan la permanencia de un equipo de trabajo altamente capacitado, los equipos adecuados y los softwa res de última generación que garanticen una correcta edición y una revisión exhaustiva de los contenidos. Esto sin dejar de lado la búsqueda de árbitros con alto perfil académico, la conformación de un comité editorial y científico de alto nivel y, por supuesto, el mantenimiento de un equipo técnico que garantice la publicación de tres números anuales y una distribución efectiva entre nuestros suscriptores.

Plenamente conscientes de una situación que ha llevado al cierre de muchas revistas y al desprestigio de instituciones y académicos que no logran posicionar su producción en esta élite del conocimiento, desde nuestro hacer cotidiano intentamos fortalecer los procesos institucionales, a la vez que buscamos aliados que se sumen a una comunidad emergente que privilegia el libre acceso al conocimiento, la formación de talentos en la investigación y la inserción de nuevos parámetros de medición que hablen de los procesos que viven las ciencias en América Latina, en oposición a las lecturas sesgadas que provienen de áreas del conocimiento diferentes.