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Revista Interamericana de Bibliotecología

versão impressa ISSN 0120-0976

Rev. Interam. Bibliot vol.41 no.3 Medellín set./dez. 2018

https://doi.org/10.17533/udea.rib.v41n3a02 

Artículos de investigación

Aspectos que conforman la identidad profesional del bibliotecólogo colombiano*

Aspects that Shape the Professional Identity of the Colombian Librarian

Ruth Helena Vallejo1 

1 Doctora en Documentación de la Universidad de Salamanca, magíster en Administración de Empresas de la Universidad Nacional de Colombia, especialista en Gerencia de Mercadeo de la Universidad del Rosario y bibliotecóloga y archivista de la Universidad de la Salle. Investigadora independiente. Bogotá - Colombia. rhvs2007@gmail.com


Resumen

Este artículo analiza el proceso de socialización de la bibliotecología, en el cual se interiorizan los valores y conocimientos de la profesión por medio de los diferentes significantes que construyen la identidad profesional. El planteamiento metodológico es de carácter mixto, e involucró expertos, profesionales, empleadores y estudiantes. En él se encontró que la identidad profesional de la bibliotecología se construye como una sucesión de influencias y momentos críticos en los contextos de la universidad, el trabajo y la interacción en la biblioteca (usuarios y empleadores). El aspecto clave que da origen a la identidad profesional de los bibliotecólogos se enmarca en su relación con la biblioteca, sea desde su perspectiva de usuario, vista como su objeto de conocimiento, o como su lugar de praxis profesional. Se intenta responder preguntas como: ¿quién es el bibliotecólogo?, ¿cómo van a ser los bibliotecólogos como profesionales?, y ¿cuáles son los ejes que orientan la construcción de la identidad profesional?

Palabras clave: identidad profesional; identidad laboral; rol profesional; bibliotecología

Abstract

This study analyzes the socialization process of librarianship, in which values and skills of the career are interiorized by the multiple identifiers that build the professional identity. The methodological approach is mixed and involved experts, professional librarians, employers and students. In the study it was found that the professional identity of librarianship is built as a succession of influences and critical moments in multiple contexts like college, work and interaction within the library (users and employers). The key aspect that gives birth to the librarians’ professional identity is outlined by their connection with the library, be it as the user’s perspective, as their subject of knowledge or as their place of professional practice. It tries to answer questions like: Who is the librarian? How are they going to behave when they become professionals? And which are the aspects that guide the construction of professional identity?

Keywords: Professional identity; identity job; professional role; librarianship

1. Introducción

La investigación sobre la bibliotecología en el contexto colombiano analizó los elementos que caracterizan, como profesión, sus ciclos de desarrollo; además, analizó la identidad profesional, para describir cómo se ha dado su proceso de socialización y las diferentes dinámicas y relaciones que ha establecido a través de su ejercicio profesional, para con todo ello compren der la realidad técnica y social que la dimensionan como profesión. Este documento se concentrará en la socialización profesional, pensada como el proceso de adquisición de la identidad profesional, en el que se apropia el conjunto de elementos que diferencian y asimilan al profesional y a la sociedad. De esta manera, la identidad es aquello que, con independencia del campo de acción, del nivel de intervención y del contexto en que se ubique un profesional, le permite reconocerse como bibliotecólogo colombiano. Esto entendiendo que el proceso se consolida a través de la interacción social, a partir de las relaciones que establecen la profesión y el profesional en los diversos espacios sociales en que realiza su ejercicio profesional, con lo cual se valida como profesión, se asume su misión y aceptación social.

2. El proceso de socialización de una profesión: la identidad profesional

El proceso de socialización de la bibliotecología es uno de los mecanismos a través de los cuales se apropia el conjunto de elementos que diferencian y asimilan al profesional y a la sociedad. En otras palabras, la identidad se concibe como lo que es, lo que se aprende, lo que cimienta a un profesional, lo que podrá ser, hacia dónde dirige la praxis y la manera como interactúa en su entorno.

Dubar (2000) asegura que, en el proceso de socialización, la identidad es construida y reconstruida a través de dos momentos: el de la atribución de la identidad por las instituciones y los agentes en interacción con el individuo; y la incorporación de la identidad por los individuos, proceso analizado a través de las trayectorias sociales en que estos individuos han construido sus identidades sociales. Así, en la construcción de la identidad interactúan el campo de trabajo, el trabajo y la formación, pues operan como fuentes de reconocimiento de la identidad social y de la atribución de estatus social, con lo cual es claro que esa identidad es producto del desarrollo personal y profesional del individuo, de manera que las profesiones se definirían también por las características de quienes las ocupan o ejercen.

Esta perspectiva la suscriben Pillen, Den Brok y Beijaard (2013), cuando señalan en el caso de los docentes que

la identidad profesional es un proceso de integración de los propios conocimientos, creencias, actitudes, normas y valores, por un lado, y de las demandas profesionales del sistema educativo y el amplio conjunto de valores y conceptos sobre la enseñanza, transmitidas y aceptadas en el contexto de las instituciones de formación inicial, por otro. (p. 17)

Y es así como se va generando el sentido de pertenencia a una profesión y se consolida la identidad. Dicho de otra manera, desde el momento en que el aspirante realiza la elección profesional, va apropiándose de esta identidad que se irá reforzando en el desarrollo de su carrera y en el ejercicio profesional.

Todos estos elementos con los que se busca dar identidad, parten de tener un avance estructurado del qué es, cómo es y cuáles son las perspectivas de esa profesión, porque de otra manera sería muy difícil desplegar esa cultura alrededor de la profesión. Cunha (2013) se refiere a ello, señalando que en ese ambiente profesional de competición y de apropiación de jurisdicciones impactado por las tecnologías, asistimos al desarrollo de nuevos espacios de trabajo, fundamentalmente relacionados con las propiedades universales y culturales de la información, lo que conlleva cambios y nuevas formas de intermediación. Además de eso, el desarrollo de nuevos espacios profesionales conduce a una confusión de fronteras y de límites entre las profesiones como parte del proceso de fragmentación y dispersión del mundo del trabajo. En ese sentido, se modifican el sistema de las profesiones y sus articulaciones, las estructuras laborales, los papeles y las relaciones profesionales; no obstante, la situación se vuelve más compleja cuando los límites de las profesiones son cada vez más difíciles de establecer.

Se entendería entonces la identidad profesional como la forma en que un profesional ve su profesión, cómo ella influye en su pensamiento, actuación y relaciones sociales como profesional, evidenciando lo que este profesional siente por su profesión. Por ello, se puede afirmar que la construcción de la identidad conlleva muchos aspectos, pues no solamente la persona elige hacer parte de una profesión y decide aprenderlo, sino que es necesario que la profesión haya logrado la especificidad que le permita diferenciarse en el contexto social en el que se produce esa edificación. Además, es indispensable asumir que los miembros de ese colectivo pueden elegir unos rasgos o características que adoptar y otros no, con lo cual inevitablemente no todos los miembros del grupo interiorizan ese ser profesional y logran hacerlo evidente en el entorno.

En esta lógica, para Cifuentes y López (1999) la identidad comporta lo que somos, lo que sabemos, lo que hacemos, hacia dónde dirigimos nuestra praxis y, fundamentalmente, la conciencia que tenemos de todo ello, que es lo que nos permite lograr coherencia entre “el deber ser y el ser del bibliotecólogo” (p. 30). De ahí se puede inferir que la identidad profesional se refiere al concepto que los bibliotecólogos tienen de lo que significa ser y actuar como un bibliotecólogo.

Por ello, para estudiar la identidad profesional de la bibliotecología, es necesario analizar factores internos y externos, que, como lo explica Covarrubias-Papahiu (2013),

se puede comprender a una profesión como un campo o espacio social y cultural, en el que existe una relación de implicación de varios componentes, pues además del desarrollo particular en el terreno del conocimiento disciplinar y de sus diferentes ámbitos de ejercicio y práctica profesional, también contempla una imagen o estatus social, además de una cultura gremial de sus allegados o identidad profesional. (p.117)

Finalmente, como lo afirman Caballero y Bolívar (2015) para el caso docente, en función de cómo se entienda la enseñanza y el tipo de estrategias docentes que se emplean en la práctica pedagógica, se está definiendo la concepción del aprendizaje. Lo que supone que las creencias de los bibliotecólogos acerca de la bibliotecología condicionan en gran medida su estilo de servicio.

3. Objetivos

El objetivo general de la investigación fue comprender el proceso de profesionalización de la bibliotecología en Colombia a través de los grupos sociales que establecen el campo profesional. Este documento se con centrará en el objetivo específico de describir el proceso de socialización de la bibliotecología, en el cual se interiorizan los valores y conocimientos de la profesión, por medio de los diferentes significantes que construyen la identidad profesional, como su base de conocimiento, la denominación, los procesos formativos, los criterios de elección, los ámbitos, las funciones y los retos de la profesión.

4. Metodología

El diseño metodológico es de carácter mixto, cualitativo y cuantitativo. Los grupos de estudio seleccionados fueron expertos (presidentes de agremiaciones profesionales y miembros de la academia, así como directores de escuelas), empleadores (por tipo de bibliotecas), profesionales egresados y estudiantes de las diferentes escuelas. Para cada uno de estos grupos, dadas sus características propias, se consideraron de manera independiente los mecanismos más adecuados para obtener la información y el tamaño aceptable de participantes, de acuerdo con diferentes condiciones metodológicas y estadísticas. Por consiguiente, en los estudiantes (235) y profesionales (322) se establecieron muestras guía; en los empleadores (8), una muestra intencionada, y en las agremiaciones y escuelas, una muestra de expertos (22). Con ellos se establecieron técnicas e instrumentos de recolección de la información como el método Delphi, la entrevista y la encuesta. Las entrevistas se realizaron en las ciudades de Bogotá y Medellín, y las encuestas en línea se aplicaron en todo el país.

El procesamiento de los datos se hizo primero a partir de los resultados de cada grupo, la metodología y cada tipo de datos, para luego compararlos y contrastarlos por cada una de las categorías de análisis y, finalmente, hacer un análisis en conjunto, de manera que se diera una comprensión más amplia y profunda del proceso de profesionalización de la bibliotecología en Colombia. El análisis de los datos cualitativos se realizó de acuerdo con el proceso definido por Martínez (2007) y el esquema planteado por Strauss y Corbin (2002). El procesamiento de los datos cuantitativos se realizó de acuerdo con las medidas estadísticas.

5. Resultados

A través de esta investigación, hemos podido confirmar los planteamientos de Dubar (2000) con relación a que la identidad profesional es un proceso en permanente reconstrucción. Esta construcción de la identidad pro fesional de los bibliotecólogos es resultado de la apropiación de su quehacer en la sociedad a partir de sus vivencias personales y su interacción con bibliotecarios, compañeros de estudio, docentes, empleadores, biblio tecólogos y compañeros de trabajo.

Dando respuesta a la pregunta de investigación, acerca de cómo se ha dado la socialización profesional que conlleva asumir la identidad profesional de la bibliotecología, se encontró que esta se construye como una sucesión de influencias y momentos críticos en los contextos de la universidad, el trabajo y la interacción en la biblioteca (usuarios y empleadores). El aspecto clave que da origen a la identidad profesional de los bibliotecólogos se enmarca en su relación con la biblioteca, sea desde su perspectiva de usuario, vista como su objeto de conocimiento, o como su lugar de praxis profesional.

Los resultados nos permiten entrever que la identidad profesional nace dentro del contexto de las influencias recibidas antes y durante la formación y en el trabajo, tal como lo plantea Angulo-Rasco (1993):

5.1. Influencias antes de la formación

Hace referencia a las prácticas previas, que en este caso son las experiencias con las bibliotecas y bibliotecarios, como el elemento más significativo en el proceso de adquirir la identidad de bibliotecólogo, ya que a través de este se apropia una “base de saber” que orienta las formas de asumir el papel como bibliotecólogos.

En esta fase se inicia la apropiación de las concepciones, creencias, representaciones y teorías acerca de qué es la biblioteca, qué es la bibliotecología, qué es ser bibliotecólogo, para qué sirven las bibliotecas, que determinarán la forma como se asumirá la praxis.

Un aspecto relevante en la identidad es la credencialización que otorga el título profesional, esto consiste en la visualización de su futuro como identificación individual y como un valor social, porque será reconocido a través de él. Hoy la sociedad colombiana otorga el título de bibliotecólogo, aunque este se encuentra combinado con otras denominaciones, pero esto no fue significativo para los profesionales y estudiantes. No obstante, para los expertos esto no refleja lo que hoy es la profesión.

5.2. Influencias durante la formación

Esta es la etapa en la cual los futuros profesionales conocen la realidad de la profesión y hacen su inmersión en el mundo bibliotecológico, no solo desde los conocimientos teóricos, sino también desde la práctica laboral que se da en Colombia al tiempo que se inicia el proceso formativo. Este hecho hace que el empleo durante la formación sea un factor decisivo en la consolidación de su identidad. En lo que respecta a los contenidos de los diferentes planes de estudio, estos son la parte de su proceso universitario que más ha afectado el desarrollo de su identidad profesional como bibliotecólogos.

A lo anterior se suma el hecho de que el instante identitario que siembra las bases de identidad del ser y del quehacer como bibliotecólogos se puede encontrar en el proceso formativo y las influencias que allí se reciben. No en vano la valoración más alta, referida tanto por los estudiantes como por los profesionales, tiene que ver con la utilidad y calidad de su proceso formativo, aunque sin olvidar sus experiencias previas, relacionadas con las bibliotecas y los bibliotecarios. En esta fase universitaria se va instituyendo y ampliando su propio conocimiento en el área. Asimismo, es en esta etapa que se generan los afectos por la profesión, descubriendo y valorando el significado de lo que es ser bibliotecólogo.

Pese a las fortalezas que presenta la formación profesional, son varios los momentos críticos que todavía se presentan en la construcción de la identidad profesional de los bibliotecólogos, en tanto que en este recorrido se revelan y se integran las características institucionales de la entidad educativa, la interacción con la comunidad académica y los procesos educativos.

Como se puede observar, aparecen contrastes entre la formación académica y lo esperado por el mercado laboral, estos se hacen evidentes en las respuestas obtenidas, lo cual conlleva que en el momento en que un profesional inicia su vida laboral tenga siempre un fuerte choque identitario. Es decir, si la formación recibida es bien evaluada y útil, ¿por qué al llegar a su ejercicio profesional sus empleadores no lo reconocen plenamente? Ejemplo de ello es la formación en TIC, que los profesionales evalúan como buena y útil, pero que sus contratantes la consideran como una debilidad; igual ocurre en cuanto a su liderazgo y trabajo en equipo.

5.3. Influencias en el lugar de trabajo

Se refiere a la socialización profesional de las técnicas o métodos que sucede en las prácticas profesionales y en los lugares de inserción laboral, en donde el bibliotecólogo aprende las “reglas” del oficio. En este sentido, la trayectoria laboral ha aportado a la reconstrucción de la identidad profesional y la idea de ser bibliotecólogo. De esta manera, las circunstancias sociales y laborales del ejercicio profesional han permitido que los profesionales satisfagan sus expectativas acerca de la idea de la profesión. En el campo de la experiencia laboral, es necesario precisar que en el caso colombiano los estudiantes ya están trabajando en el área de bibliotecología y que los profesionales tenían ya trabajo en este campo antes de graduarse, y que hoy la mayoría trabaja en el mercado de la disciplina.

Esta fase es uno de los periodos más relevantes en la construcción de la identidad profesional del bibliotecólogo. Sin duda, el ámbito de trabajo y las funciones del ejercicio profesional son temas definitivos para reforzar su quehacer profesional. Aunque hoy los expertos saben que este quehacer sigue enfocado en el campo de las bibliotecas, son conscientes de que los cambios de la profesión redundarán en ampliar su campo de trabajo.

Ahora bien, haciendo el análisis de resultados por cada uno de los grupos, los hallazgos fueron los siguientes:

5.3.1. Expertos

Según los expertos, el proceso de socialización de la bibliotecología en Colombia se ha dado a partir de un conocimiento único y especializado como la gestión de la información. Se ha logrado que la profesión tenga un aprendizaje formal y se sugiere potenciar los conocimientos en tecnologías de la información y habilidades y actitudes en la gerencia y el liderazgo.

Asimismo, el ámbito de ejercicio profesional se circunscribe a los sistemas, redes y servicios de información, donde la principal función que se le asigna es administrar y planificar productos y servicios de información. Por otra parte, los principales retos que deberá enfrentar la bibliotecología están asociados a optar por una visión más interdisciplinaria e intentar que la titulación refleje lo que hoy es la profesión.

5.3.2. Empleadores

Los rasgos profesionales que caracterizan a los bibliotecólogos son la competencia técnica, la responsabilidad y prestar un mejor servicio a la sociedad. En cuanto a las funciones que definen la finalidad de la bibliotecología y el producto que recibe la sociedad de ella están el diseñar y ejecutar procesos de formación de usuarios, realizar promoción y animación a la lectura y dirigir unidades de información.

En cuanto a los profesionales, hay una baja calidad de los mismos, que no asumen su papel, que sigue centrado en lo técnico, con poca formación cultural, en tecnología y en lectura; adicionalmente con poca capacidad de comunicación y liderazgo, acompañado esto de baja autoestima, sin conciencia sobre sus responsabilidades con la profesión. Esto implica un bajo perfil profesional, carecer de vocación de servicio, tener dificultades para trabajar interdisciplinariamente y sin proyectar su desarrollo profesional. Toda esta actitud del profesional se refleja en que se piense que solo espera sobrevivir laboralmente.

Desde un enfoque formativo, se sugiere profundizar en las bases de la profesión con una mirada más social y en contexto; además, reforzar la preparación en temas como las TIC, pedagogía y administración, buscando mejorar la calidad de los docentes, teniendo en cuenta que cada escuela forma con un perfil diferente.

5.3.3. Profesionales

A la luz de los resultados, podemos ver que el proceso formativo (cognitivo) es muy bien valorado por todos los profesionales. El evaluativo permite entrever que el grupo emite juicios muy negativos sobre el grupo de biblio tecólogos al que se adscribieron y que estas opiniones son el resultado del proceso formativo y las trayectorias laborales compartidas. Además, se siente un fuerte sentido de pertenencia (afectivo) a la profesión.

Sin embargo, no es posible establecer una clara identidad profesional del bibliotecólogo colombiano, no es dable establecer rasgos profesionales característicos como grupo, ni tampoco el perfil ideal del bibliotecólogo co lombiano.

Los profesionales sienten una emoción grande por pertenecer a la bibliotecología, valoran su profesión y se sienten bien de ser bibliotecólogos, por lo que la profesión les ha permitido. Es así como -siempre a la luz de los resultados- la identidad profesional, desde la perspectiva de los profesionales, puede describirse de la siguiente manera:

a. Qué es la profesión: no hay un significado único que pueda asociarse a la bibliotecología. En cuanto al conocimiento especializado, la definición para determinar para qué está capacitado cualquier bi bliotecólogo no es contundente, aunque se dieron como opción tres aspectos troncales de la profesión, como son 1) la administración y planificación de productos y servicios de información, 2) el análisis, procesamiento y organización de la información; y 3) gestionar las colecciones, fuentes y recursos de información. Igualmente, cuando se analizan los aspectos centrales de la bibliotecología, aunque se logra un 91,6 % en cuanto a la gestión de la información y el conocimiento, esto se cuestiona cuando solo el 82 % de los encuestados consideran que el bibliotecólogo es un integrante primordial de los equipos profesionales que gestionan la información en las organizaciones. Por otra parte, y considerando su lugar dentro de las ramas del conocimiento, es de gran relevancia que los profesionales no consideren a la bibliotecología como una ciencia social. Ahora bien, no hay aprobación total para determinar que el bibliotecólogo está tan capacitado como otros profesionales para desarrollar proyectos tecnológicos en una biblioteca.

b. El perfil del bibliotecólogo: al bibliotecólogo ideal lo definen el conocimiento del área (saber), con el 57,89 %; las aptitudes (saber hacer), con el 50,11 %; y las actitudes (saber ser), con el 51,26 %; igualmente, no hay características comunes que lo enmarquen, aunque hay concurrencia mayor al 80 % en dos aspectos que no lo describen: la colaboración con sus colegas y los aportes que hacen a la profesión.

c. Rasgos profesionales: no existen rasgos profesionales positivos que distingan a un bibliotecólogo colombiano de otros profesionales. Esto indica que las competencias que menos distinguen a los bibliotecólogos son las competencias sociales. Seguidas de las competencias éticas y en tercer lugar las competencias afectivo-emocionales, que son directamente relacionadas con la identificación con la profesión. Esto indicaría que no hay fuertes vínculos de identidad con la profesión que eligieron. Es importante mencionar que la única característica, atributo o cualidad que logra una coincidencia superior al 50 % es el conocimiento, la formación y preparación. Aunque es preciso señalar que los profesionales consideran que en su camino de asumir la identidad del bibliotecólogo los rasgos profesionales que más se han desarrollado en ellos son la responsabilidad (93,14 %), la honestidad (93,14 %), la ética profesional y personal (93,82 %), el respeto (92,45 %) y los principios morales y valores profesionales (92,22 %); sin embargo, estos aspectos no fueron tenidos en cuenta para valorar al bibliotecólogo ideal. Vale la pena mencionar que para el 70,71 % no es un rasgo profesional que el bibliotecólogo preste un mejor servicio a la sociedad.

d. Proceso de adquisición de la identidad del bibliotecólogo: los profesionales no consideran completamente significativo ningún aspecto de los mencionados en su proceso de convertirse en bibliotecólogos, es decir, que ni la decisión de continuar la carrera profesional, ni el trabajo o modalidad de grado para cumplir los requisitos de graduación, ni la ceremonia en torno a la obtención del título profesional, ni el contenido del plan de estudios, ni el primer empleo como profesional, ni las experiencias previas con bibliotecas y bibliotecarios, ni el empleo durante la formación, ni las relaciones con otros bibliotecólogos profesionales y las prácticas de formación profesional inciden de manera relevante en el proceso de adquirir su identidad. Pero sí resulta significativo que presuman esenciales para su construcción identitaria la existencia de rasgos profesionales únicos para un bibliotecólogo (79,86 %), o que no haya diferencia entre la identidad profesional asumida por ellos y la que se presenta en las políticas públicas (75,97 %); igualmente, estiman indicativo que haya una plena apropiación de lo que significa ser bibliotecólogo y que este tenga una convicción profesional (74,37 %). De hecho, opinan que las condiciones de la identidad profesional de hoy permiten que la sociedad entienda la función de la bibliotecología en la Sociedad del Conocimiento (80,78 %). Además, el 88,56 % considera que al pertenecer al grupo de profesionales en bibliotecología se asemeja totalmente a este grupo. Por otra parte, no creen que la identidad profesional esté dada en referencia con los usuarios (94,51 %) o que presente variaciones de acuerdo con el contexto y tipo de unidad de información (84,44 %).

e. Ser bibliotecólogo: no hay claridad sobre lo que significa ser bibliotecólogo. A los profesionales les gusta sentirse bibliotecólogos (86,5 %), esta profesión contribuyó a cumplir sus expectativas y sueños (79,63 %) y consideran que esto ha sido un vehículo de movilidad social (58,81 %). Además, a pesar de la variedad de titulaciones existentes en el país (88,56 %), la ausencia de una denominación común a través de la cual los identifiquen no tiene implicaciones en la construcción de la identidad. Es claro que con seguridad les gusta sentirse bibliotecólogos ahora, que obtener el título profesional contribuyó a cumplir sus expectativas y sueños, y si volvieran a empezar y con la experiencia que tienen elegirían de nuevo ser bibliotecólogos. Por otro lado, la mayor carencia de los bibliotecólogos es su falta de liderazgo (43,7 %).

f. Elección profesional: la bibliotecología no es una opción profesional clara y privilegiada para los profesionales; es decir, los intereses profesionales de elegir la profesión estaban claros solo para el 49,66 %, y únicamente para el 35,01 % la bibliotecología fue la primera opción a la hora de realizar los estudios universitarios, pero después de haberse decantado por ella, hoy consideran que volverían a elegir de nuevo ser bibliotecólogos (74,14 %); asimismo, recomendarían a su hijo/hija o a un familiar que estudiaran Bibliotecología (63,39 %). Estas razones pueden obedecer a que para el 69,34 % esta opción ha resultado positiva desde el punto de vista laboral y personal.

g. Formación profesional: en general, tanto en la formación recibida por los profesionales como en la utilidad de esta, los bibliotecólogos colombianos consideran que ha sido buena o muy buena, no solo en formación básica -tanto teórica como práctica-, sino también en expresión y relación (expresión oral y escrita, trabajo en equipo y liderazgo), pensamiento (capacidad para la toma de decisiones y resolución de problemas, capacidad de pensamiento crítico: capacidad de síntesis y sacar conclusiones, capacidad de razonamiento cotidiano: análisis de situaciones), e instrumentos (capacidad de gestión, conocimientos en idiomas, competencias informacionales, conocimientos en tecnología). El desarrollo profesional ha estado enfocado a la educación no formal, como cursos y diplomados, en un promedio del 58,92 %. En cuanto a la educación superior en posgrado, esta no ha sido privilegiada, pues las especializaciones (programas de profundización con un año de forma ción) las han realizado el 39,59 % de los entrevistados. El 79,86 % no ha hecho maestrías y el 94,5 % no ha realizado estudios de doctorado. Las razones que aducen para ello son no tener interés en ningún área en específico (95,19 %) y creer que con el título profesional es suficiente para el desempeño (95,65 %). Esto tiene relación con que el 82,84 % considere que no es un rasgo profesional del bibliotecólogo el tener competencia técnica. Vale la pena mencionar que el número de profesionales que ha realizado estudios de posgrado ha egresado en el lapso de 1991-2000.

h. Ámbitos y funciones: el 66,76 % de los entrevistados están trabajando en el sector de las bibliotecas, siendo el mercado propio y representativo al que se dirigen estos profesionales. Por otra parte, se enfocan en la administración general de una unidad de información y especialmente en el sector educativo y cultural 66,76 %, en particular en bibliotecas universitarias. Adicional a esto, el área de mayor concentración de profesionales es la administración general de una unidad de información (27,3 %), y esto se realiza a partir de los 30 años. En el área de análisis de información (procesos técnicos) está concentrada la mayor parte de los jóvenes (16,8 %). Es preocupante que en ningún rango de edad los profesionales se estén desempeñando en funciones específicas de la bibliotecología, sobre todo en aquellas que se consideran son las nuevas áreas en que deberían empezar a laborar.

5.3.4. Estudiantes

El proceso de socialización de la profesión en los estudiantes puede entenderse desde:

a. Significado de la profesión: ser bibliotecólogo significa ser mediador, maestro y educador, aunque no hay acuerdo total en cuanto a un área específica en la que cualquier bibliotecólogo debería ser idóneo, o que debería en alguna medida serlo en todas las áreas: administrar y planificar productos y servicios de información, gestionar las colecciones, fuentes y recursos de información y el análisis, procesamiento y organización de la información. No obstante, se considera que el bibliotecólogo es un integrante primordial de los equipos profesionales que gestionan la información en las organizaciones. Igualmente, no hay consenso sobre si la bibliotecología es una ciencia social y, por otra parte, en la denominada sociedad de la información, solo el 73,78 % considera que el bibliotecólogo está tan capacitado como otros profesionales para desarrollar proyectos tecnológicos en una biblioteca.

b. Proceso de adquisición de la identidad del bibliotecólogo: los aspectos más significativos para obtener la identidad son las experiencias previas con bibliotecas y bibliotecarios (54,74 %) y el empleo en el área durante la formación (52,59 %), aunque se consideran de gran importancia las relaciones con otros bibliotecólogos profesionales y los contenidos del plan de estudios, con el 45,26 % y el 41,81 %, respectivamente. Los componentes del proceso universitario con mayor incidencia son los saberes profesionales (conocimientos propios de la profesión), marcados por el acceso a responsabilidades (53,78 %), la formación investigativa (51,72 %) y la formación práctica que complementa la cualificación (51,29 %).

c. En cuanto a las experiencias curriculares y extracurriculares que dificultan la construcción de la identidad profesional, las que más influyen son las metodologías de enseñanza de los docentes (56,03 %) y los empleos en labores rutinarias y técnicas (42,24 %). Entretanto, para continuar construyendo la identidad, se deben fortalecer sus cono cimientos respecto a algunos contenidos (70,26 %) y mejorar el estatus de los profesionales que desempeñan la profesión (38,79 %).

d. Objetivo de ser bibliotecólogo: los estudiantes quieren formarse para ser bibliotecólogos para ejercer la profesión con ética, honestidad y respetabilidad (72,41 %) y lograr integrar a su desempeño habilidades y actitudes propias de un bibliotecólogo (50,86 %). También resulta importante estar a la altura de los intereses de la profesión y satisfacer las motivaciones personales (38,36 %).

e. Elección profesional: los principales motivos para elegir estudiar bibliotecología son motivos personales u orientación vocacional (53,88 %), gusto por la lectura (37,07 %); y el mercado laboral, salario, ingresos económicos o costos de la profesión (32,33 %). Esta elección de profesión le ha resultado positiva en todos los sentidos al 54,31 %. Adicional a esto, las mayores dificultades a las que se han enfrentado por ello son que otros profesionales están a cargo de las bibliotecas (32,76 %) y el desconocimiento de la titulación y las competencias de los bibliotecólogos por parte de la sociedad (31,03 %).

f. Formación: la formación que están recibiendo los estudiantes de bibliotecología en Colombia se considera que ha sido buena y muy buena, tanto en formación básica: teórica y práctica, así como en expresión y relación (expresión oral y escrita, trabajo en equipo y liderazgo), pensamiento (capacidad para la toma de decisiones y resolución de proble mas; capacidad de pensamiento crítico: capacidad de síntesis y de sacar conclusiones; capacidad de razonamiento cotidiano: análisis de situaciones) y en instrumentos (capacidad de gestión, competencias informacionales, conocimientos en tecnología, aunque regular en el caso del conocimiento en idiomas).

6. Discusión: la construcción de la identidad del bibliotecólogo colombiano

El proceso de construcción de la identidad profesional de los bibliotecólogos colombianos tiene varios momentos, siendo el más significativo la vida universitaria, donde se presenta el mayor número de influencias, así como varias crisis profesionales que reconfiguran permanentemente esta identidad. Por otra parte, la calidad de identificación del bibliotecólogo está marcada por lo que el profesional entiende que debe ser él para la profesión y lo que el entorno entiende de ello. Esto conlleva el significado que tiene ser bibliotecólogo y los rasgos que lo distinguen de otros profesionales, que es el momento de consolidación de la identidad profesional. Siendo así, podemos decir que la caracterización identitaria de los bibliotecólogos colombianos debe describirse a partir de cuatro procesos de apropiación de la identidad: acercamiento, construcción, consolidación y reafirmación.

6.1. Descubrir la bibliotecología, un primer acercamiento a la profesión

Antes de iniciarse en el mundo de la bibliotecología, los futuros bibliotecólogos son impactados por su familia y la escuela, en cuanto a sus expectativas y su proyecto profesional. Las mayores influencias recibidas son la elección por motivos personales, la experiencia laboral previa, la profesión recomendada en el entorno familiar, los mecanismos de movilidad social y el conocimiento previo de la profesión; así como su relación con las bibliotecas y los bibliotecarios. Los momentos críticos en esta etapa son la falta de un interés claro en la profesión y los imaginarios de la biblioteca y el bibliotecario.

6.2. La vida universitaria, construyendo al bibliotecólogo

Dentro del programa de estudios, la identidad de base se instaura de forma más concreta a partir del conocimiento objetivo de la bibliotecología como disciplina y como profesión. No solo se reciben los primeros cursos introductorios, sino que se establecen las primeras relaciones profesionales con profesores y compañeros. Este espacio puede servir para cimentar la identidad o para generar crisis al confrontar la visión que se traía y la que se encuentra ya como estudiante de bibliotecología, poniendo a prueba la reafirmación con el ideario de ser bibliotecólogo, sus posibilidades de adaptación y desarrollo, o, por el contrario, desilusionarse de la carrera. Las principales influencias se dan en los rasgos significativos de ser un buen profesional, el desarrollo individual de competencias éticas, la calidad de la identificación, el proceso formativo en lo teórico y práctico, la empleabilidad en el proceso formativo y la titulación de bibliotecólogo. Las crisis identitarias que se pueden vivenciar en este período están asociadas a confrontar la visión que tenían de la profesión, a plantearse lo que significa ser bibliotecólogo, evaluar los rasgos significativos que los distinga de otros, las falencias en el reconocimiento de otros estudiantes, tener una visión instrumentalista, pues se requiere profesionalizar el quehacer, parcialización del conocimiento que se necesita, la base de conocimiento no generalizada, múltiples papeles exigidos por el entorno, el impacto de las TIC en el desarrollo de la profesión.

6.3. El itinerario profesional, consolidando la identidad del bibliotecólogo

En esta etapa se identifica y afirma como tal, aquí se da también la relación mutua profesión-profesional, que lleva al profesional a preguntarse en esta etapa: ¿Quién es él como bibliotecólogo?, o ¿cómo va a ser él como bibliotecólogo?, y ¿cómo va a ser percibido por el otro? Las principales influencias se dan en la experiencia profesional y su trayectoria laboral, en la utilidad de la formación recibida, en el cumplimiento de expectativas laborales de empleadores, en su alta empleabilidad y en la obtención de su título que lo enaltece como profesional. Las crisis en esta etapa se dan por las condiciones de contratación, la percepción de baja calidad en su ejercicio y no reconocerlos como profesionales, las competencias sociales no desarrolladas y las divergencias entre el reconocimiento propio y de otros.

6.4. Las expectativas profesionales, reafirmación permanente de la identidad profesional

En esta etapa hay una confirmación de la identidad profesional que tiene que ver con los vínculos emocionales, profesando su sentido de pertenencia o sus emociones de sentirse un bibliotecólogo profesional, lo que se refleja en su compromiso con la profesión. Es decir, esta fase es influenciada por una imagen positiva de sí mismo y la adaptabilidad de la bibliotecología a los cambios. Las crisis identitarias se encaminan a cambios en las bases de conocimiento, a los nuevos perfiles de los profesionales y a la modificación de las características del lugar de trabajo.

De esta manera, la construcción de la identidad del bibliotecólogo no es lineal, cada persona la apropia de acuerdo con sus características y el grado de adaptación, por lo cual no hay una única posición de lo que significa ser y actuar como un bibliotecólogo. Es posible admitir que no existe una identidad única del bibliotecólogo, ya que esta no depende solo de la pertenencia a este colectivo profesional, sino que es el resultado de la integración sucesiva y simultánea en diferentes grupos de acuerdo con el contexto social, en el que el bibliotecólogo se desenvuelva, y esto hace que la identidad y el significado de ser bibliotecólogo se encuentren en permanente reconstrucción.

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* Artículo derivado de la investigación doctoral “La bibliotecología como profesión en Colombia”, presentada en la Universidad de Salamanca, España.

Recibido: 10 de Abril de 2017; Aprobado: 30 de Mayo de 2018

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