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Revista Interamericana de Bibliotecología

Print version ISSN 0120-0976On-line version ISSN 2538-9866

Rev. Interam. Bibliot vol.43 no.1 Medellín Jan./Apr. 2020

https://doi.org/10.17533/udea.rib.v43n1erf1 

Investigación

Las joyas del archivo Santa Laura Montoya Upegui (Jericó 1874-Medellín 1949): historia de la recuperación de su acervo documental* **

The Jewels of the Archive Santa Laura Montoya Upegui (Jericó 1874-Medellín 1949): History of the Recovery of its Documentary Collection

María Eugenia Osorio1 

Carmen Sofía Camacho2 

Luis Carlos Toro Tamayo3 

1Ph. D. en Literatura Hispanoamericana por la Universidad de Estocolmo, Suecia. Miembro del Grupo Estudios Literarios (GEL), profesora titular del Departamento de Lingüística y Literatura, Facultad de Comunicaciones, Universidad de Antioquia (UdeA), calle 70 N.o 52-21, Medellín-Colombia. meugenia.osorio@udea.edu.co https://orcid.org/0000-0002-1072-5289

2Hermana misionera de la Congregación Madre Laura y, actualmente, directora del Archivo Madre Laura. Se ha desempeñado como administradora y miembro del equipo de redacción de la revista Almas, órgano difusor de la congregación. Además ha sido misionera en el Congo Belga y en la Amazonía colombiana.

3Doctor en Langues et Littératures Romanes y doctor en Estudios Latinoamericanos de l´Université Paris Ouest Nanterre La Défense y la Universidad de Chile, magíster en Lingüística e historiador de la Universidad de Antioquia. Profesor titular de la Escuela Interamericana de Bibliotecología, Universidad de Antioquia, Medellín-Colombia. lcarlos.toro@udea.edu.co https://orcid.org/0000-0003-1793-8751


Resumen

El objetivo de este artículo es indagar sobre el proceso de recuperación, restauración y clasificación del acervo documental de Laura Montoya Upegui, más conocida como madre Laura, canonizada en el año de 2013 y fundadora de la Comunidad Misionera de María Inmaculada y Santa Catalina de Sena. El archivo alberga aproximadamente 28 000 páginas escritas por la autora, entre las que se encuentran sus obras originales. La historia de la recuperación del archivo inicia en 1949, cuando muere la escritora, y desde entonces se ha ido enriqueciendo y modernizando. La organización de los documentos se divide en las áreas que involucran el perfil intelectual de la santa: teología, mística, antropología, misionología, literatura, entre otras. Además, el archivo conserva los libros de su biblioteca personal, un archivo fotográfico y la colección de los libros y de las revistas que la misionera editó en su imprenta, Santa Teresita.

Palabras clave: archivo; madre Laura; Medellín; teología; documentos

Abstract

The aim of this article is to investigate the process of recovery, restoration and classification of the documentary collection of Laura Montoya Upegui, better known as Madre Laura. She founded the Comunidad Misionera de María Inmaculada y Santa Catalina de Sena and she was canonized in 2013. The archive houses approximately 28,000 pages written by the author, among which there are all her original works. The history of the recovery of the Archive begins in 1949, when the writer dies, and since then it has been enriching and modernizing. The organization of documents are divided into the areas that involve the intellectual profile of this saint: theology, mysticism, anthropology, missiology, literature, among others. On the other hand, the archive conserves the books of her personal library, a photographic archive and the collection of books and magazines that the missionary edited and published in her own printing press, called Santa Teresita.

Keywords: Archive; madre Laura; Medellín; theology; documents

1. Presentación

El archivo de santa Laura Montoya Upegui, canonizada el 12 de mayo de 2013, ubicado en un barrio periférico en la ciudad de Medellín, Belencito Corazón, un sector del barrio San Javier, hace parte del complejo arquitectónico conformado por la iglesia de la Madre Laura (templo de la Luz), el Museo Etnográfico, El Santuario y el convento, entre otras edificaciones. El acervo documental que alberga este archivo es bastante desconocido en el mundo académico y lo mismo sucede con la faceta de la santa como escritora, a pesar de que su actividad escritural la inicia a principios del siglo XX, y luego se desarrolla con más intensidad en los últimos años de su vida. Su gran legado abarca diferentes géneros: epistolar, prosa teológica, poesía, textos etnográficos y su obra de corte autobiográfico, Historia de las misericordias de Dios en un alma (1925-1933), la cual escribe por petición de uno de sus confesores, el padre Esteban Le Doussal.

La historia del archivo está ligada a la vida misma de la santa y, por supuesto, a la fundación de su congregación. Por los mismos testimonios que se leen en su texto autobiográfico, se percibe que Laura Montoya no solo parecía tener una conciencia clara del alcance que tendría su obra, sino del lugar que ella ocuparía en la Iglesia católica. Argumentar sobre lo anterior no es el objeto de este trabajo: solo llamaremos la atención sobre el hecho de que santa Laura fue profundamente sistemática con las anotaciones en torno a los aspectos cotidianos de su vida, así como de los procesos legales y jurídicos relacionados con su comunidad.

2. Criterios de valoración documental y de organización archivística

Desde el punto de vista de las ciencias de la información, los documentos oficiales de la congregación, al igual que el resto de materiales que conforman las colecciones del archivo presentan un muy buen estado de conservación, pese a que en sus primeros años la Secretaría de la Casa General de la congregación tuvo un carácter itinerante: Dabeiba, San Pedro, Santa Fe y, por último, Medellín, desde 1939. En este sentido, y como parte del interés por documentar y archivar todas las actividades personales de las misioneras y de las fundaciones que se crearon a lo largo del tiempo, el archivo conserva los diarios de las casas misioneras que iba estableciendo, los libros de actas y el recuento de las excursiones que realizaban integrantes de la comunidad. También se conservan más de dos mil cartas de carácter oficial dirigidas a personajes de la Iglesia o del Gobierno, las cuales eran reproducidas fielmente por una de las hermanas, que fungía de secretaria-copista, y que revelan muchos de los procesos legales, jurídicos y eclesiásticos emprendidos por la madre Laura para obtener los permisos para su trabajo misional, educativo y religioso. Una evidencia de la importancia de la correspondencia para la madre Laura se conserva en el montaje expositivo realizado por la comunidad, donde podemos apreciar no solo la habitación que la misionera ocupó en los últimos años de su vida, sino el archivador en el que guardaba con celo todas las cartas recibidas (ver Figuras 1 y 2).

Fuente: María Eugenia Osorio, octubre 2019

Figura 1 Archivador madre Laura. 

Fuente: María Eugenia Osorio, octubre 2019

Figura 2 Carta. 

Ahora bien, el archivo como lo conocemos hoy en día, bajo el nombre de Sala Laura Escritora, tiene una historia reciente y ligada a la canonización de la madre Laura en 2013, ya que los escritos tomaron especial relevancia en ese proceso, en tanto que permitieron a la Iglesia reconocer la profundidad y solidez de su pensamiento. Paralelo a ello, aunque de forma más lenta, las doctrinas y las enseñanzas de la santa han empezado a ser valoradas por otros sectores de la sociedad, incluyendo la academia.

En el proceso de recuperación y de mantenimiento de este acervo documental, la Congregación de las Hermanas Misioneras ha sido determinante, pues en su interior se ha tenido la conciencia de la importancia de este patrimonio, por lo que también ha realizado un trabajo sistemático que, según los testimonios de la hermana Carmen Sofía Camacho, responsable de la Sala Laura Escritora, tiene ya una historia de 70 años de desarrollo paulatino en varias etapas, a saber:

  • Una primera etapa preparatoria que empieza en 1949, año de la muerte de la madre Laura, donde la congregación inicia una campaña de sensibilización en compañía de sus familiares, amigos y superiores eclesiásticos, sobre la importancia de rescatar la correspondencia, los borradores y los otros documentos que al morir la fundadora no estaban todavía en los archivos centrales de la institución. Dicha tarea fue asumida por la superiora general del momento, la madre Perpetuo Socorro.

  • La segunda etapa incluye el proceso de restauración, el cual se llevó a cabo entre 1987 y 1989. En este intervalo de tiempo, la congregación se propuso capacitar a dos hermanas: Betty Ángel y Flor María Mosquera, en los trabajos de restauración y conservación de documentos, lo cual se hizo bajo la asesoría de un técnico en restauración del Instituto Central Femenino, el señor Raúl Niño Bernal. Las intervenciones fueron de diferente índole: muchos documentos fueron sometidos a procesos de desinfección en cámara cerrada y de limpieza; otros necesitaban recuperación más específica, como retiro de grapas y de cintas adhesivas cristalizadas, o eliminación de encuadernaciones y de rótulos. Otros requerían unión de rasgaduras o introducción de injertos para la restitución de faltantes y refuerzo de bordes. Como parte de la conservación, fueron elaboradas cajas con materiales apropiados, esto es, desacidificados, con el objetivo de guardar los documentos. De forma simultánea, se empezó a organizar y a clasificar el material de acuerdo con los temas y los contenidos, pero en dicha clasificación se mantuvieron los títulos que la madre Laura había otorgado a sus textos: Apuntes espirituales, Lampos de luz (1941-1944), Proyecciones, Destellos del alma (1945) y, entre otros, Circulares (1923-1949). Gracias a esta temprana intervención, la documentación se conserva hoy en buen estado.

  • La tercera etapa es la de modernización. Con ello nos referimos a la adaptación de la Sala Laura Escritora, la cual ha ido de la mano con el proceso de canonización. Pues, además de la Iglesia, otros sectores de la sociedad empezaron a mostrar interés en conocer la vida y la obra de esta escritora, de modo que la congregación se vio en la necesidad de adaptar y de actualizar el sistema de almacenamiento de la documentación original, así como de implementar la manera de presentar al público, en un formato expositivo, los escritos, las fotos y otros documentos curiosos. Allí se tiene exhibido un material documental que da cuenta de las diferentes facetas de la santa: maestra, escritora, misionera, fundadora, mística, tipógrafa, editora, fotógrafa, comunicadora, entre otras habilidades.

Paralelo a esta etapa de modernización, la documentación que ya se había restaurado en la década del ochenta se volvió a someter a un proceso de limpieza superficial para eliminar el polvo. También se hizo una revisión y una desinfección preventiva, se ejecutaron algunas uniones de rasgaduras, se eliminaron cintas y se extrajeron grapas en documentos que todavía no habían sido procesados. Todo esto con el propósito de que toda la información sea salvaguardada como un legado para las generaciones futuras.

Finalmente, una cuarta etapa consistió en incluir otro tipo de materiales que no habían sido tratados anteriormente. Es por esto que en el año 2015 se realizó el inventario completo de la producción escritural de la madre Laura Montoya Upegui, el cual se hizo como parte del proyecto aprobado por el Instituto de Cultura y se utilizó el Formato Único de Inventario Documental (FUID) establecido por el Archivo General de la Nación. Este trabajo fue realizado por un equipo conformado por dos restauradoras, Laura Corzo y Martha Zapata, de Medellín, y una técnica en archivística, Johana Vásquez, en común acuerdo y con el apoyo de la hermana misionera que acompañó el proceso, la hermana Carmen Sofía Camacho.

De las 28 000 páginas que se describen en el inventario, destacamos el tipo de soportes y medios con los que debía escribir la misionera debido a las condiciones adversas que enfrentaba en sus peregrinajes. Papeles muy variados en su calidad y color, cuadernos, libretas de todos los tamaños, hojas de anuncios, recortes de cartulina, papel periódico, papel blanco, hojas cuadriculadas, con rayas, hasta papel de cigarrillos fueron algunos de los soportes que la madre Laura empleó para consignar sus reflexiones. Asimismo, empleó diferentes tintas líquidas de fabricación casera, lo que implica un problema adicional para su conservación. En 1922, según consta en la correspondencia conservada, la madre adquiere una máquina de escribir que le permite procesar mejor sus pensamientos, y que muestran no solo el desarrollo de la técnica, sino el paso del tiempo que se aprecia en las tintas azul, negra y morada que se usaron en la época.

Los escritos de la madre Laura Montoya se encuentran hoy en dos archivadores, al interior de los cuales se guardan las 65 cajas inventariadas hasta ahora. En los mismos archivadores se guardan las primeras publicaciones o ediciones príncipe de 17 libros, de los 23 que escribió. Para la clasificación de la documentación se han tenido en cuenta los campos del conocimiento que coinciden con la dimensión intelectual de la escritora, que se distribuyen en tres áreas: literaria y teológica; la congregacional y, finalmente, la metodología misionera. De modo que el pensamiento de la madre Laura, es decir, su mirada intelectual, doctrinal, permea toda su producción.

En la última etapa, la comunidad empezó la digitalización de los documentos, la cual estuvo a cargo del Laboratorio de Fuentes Históricas de la Universidad Nacional, Sede Medellín, institución a la que fue vinculado el proyecto desde el Instituto Nacional de Cultura. Al finalizar el proyecto, se tenían unas 7555 páginas digitalizadas. Esta cifra ha ido aumentando con tomas fotográficas realizadas por particulares interesados en la investigación y en la conservación de la documentación.

3. El área literaria y teológica

Del legado literario y teológico de la madre Laura se conservan libretas anotadas de diferentes tamaños, folios, legajos en los que se hallan cuentas, versos, reflexiones, nombres rotulados como Apuntes espirituales, recogidos desde 1903, y de los que la madre Laura retoma posteriormente tanto algunas de sus experiencias místicas como fechas para Historia de las misericordias de Dios en un alma. Autobiografía (1925-1933), considerada la obra cumbre de la escritora y cuyo documento original consta de 1135 páginas: unas 200 escritas a mano y las otras en máquina. A continuación se relacionan algunas de las colecciones:

  • Lampos de luz (1941-1944) es una pequeña colección de tres libros que contienen meditaciones o ‘relámpagos’, resplandores de luz, como los llama la autora, sobre pasajes del Santo Evangelio. El tercer tomo es un comentario que la fundadora hace de la primera semana de Ejercicios espirituales de san Ignacio de Loyola, adaptado a sus misioneras andariegas.

  • Voces místicas de la naturaleza (1935) es una obra que fue publicada inicialmente bajo el título de paralelos, y surge cuando la fundadora siente que en las selvas “No tienen sagrario pero tienen la naturaleza”. Con este escrito quiere ayudar a sus hijas en las largas jornadas de peregrinaje por ríos y montañas. Estas reflexiones y meditaciones tienen el fin de alabar al Señor y estrechar la unión con él a partir de la contemplación de la naturaleza. Fortaleciendo su compromiso con el cuidado de la tierra.

  • Destellos del alma (1945) es el único libro de poemas de santa Laura y fruto de la oración y de la contemplación mística. En esta antología, el sujeto lírico manifiesta sus sentimientos, los afectos de su corazón y descubre la fuente de la que bebe y alimenta su experiencia espiritual. Estos versos fueron musicalizados por las primeras misioneras y también podemos acceder a ellos en una de las salas interactivas del Museo: Sala de Música.

  • Celeste Himeneo es otra perla del archivo. Escrito como un intertexto del Cantar de los Cantares, fue redactado por la madre Laura a manera de un diálogo de amor, entre Jesús y Saradei. Allí se retrata el proceso espiritual y místico de la persona que camina por el sendero de la perfección, camino ascendente hacia Dios. El pasaje fue estrenado en 1944 por misioneras de la orden.

  • Proyecciones es un libro escrito sobre el corazón de Jesús, que contiene reflexiones cristológicas que se inspiran y se apoyan en los textos bíblicos. El contenido de este libro lo hizo representar la madre Laura en una pintura que llamó La comarca divina, la cual está compuesta por figuras como un peñasco, un lago, fuentes, colinas, entre otras, que la escritora describe a lo largo del texto.

4. El área congregacional

En esta categoría se agrupan los textos de uso interno de la congregación misionera. Se trata del siguiente material:

  • El epistolario, conformado por 2814 cartas dirigidas a familiares, benefactores, autoridades civiles y eclesiásticas, amistades, religiosos y religiosas. Copiadores de correspondencia, existentes desde el año 1914 hasta su muerte 1949.

  • Diarios de las comunidades que a partir de Dabeiba ella organizó (algunos de su puño y letra, otros de las hermanas).

  • Actas de las fundaciones son documentos realizados por la madre Laura, en los que se incluyen los contratos correspondientes a las fundaciones y están firmados por ella y por los obispos de las correspondientes iglesias particulares.

  • Constituciones (1933) es un librito en el que madre Laura sintetiza las normas que debían regir la vida de las hermanas al interior de la congregación; es una especie de “derecho particular”, que la madre redactó, corrigió, adaptó, de acuerdo con la vida y las normas del derecho universal. Para su biógrafo, el padre Carlos Mesa (1999), “Las constituciones, por toda la cantidad y calidad de vida interior que en ellas ha depositado la autora, vienen a convertirse en uno de sus mejores retratos espirituales”. El primer texto, llamado “El cuadernito”, escrito por la madre, es de 1914.

  • El manual de oraciones (1944). En esta obra se desvela la espiritualidad de la madre Laura, a través de oraciones, reflexiones, meditaciones, novenas sobre los principales misterios de la fe. Los borradores de este manual, escribe Laura Montoya, fueron concebidos a la sombra de la cúpula de la iglesia de San Pedro, en Roma, en 1930, mientras las dos hermanas que la acompañaron recorrían los laberintos del Vaticano buscando establecer entrevistas con los cardenales de la Curia Romana. De igual manera, fue ideado el Directorio y guía de perfección (tomos I y II, 1933-1934), que presentamos a continuación.

  • El Directorio y guía de perfección (1933-1934) es un texto cuyo fundamento es altamente teológico. Aquí la autora subraya la forma como las misioneras deben vivir la doctrina y el carisma misionero.

  • Las Consuetas. Bajo este título escribe la madre Laura un manual que serviría para establecer las sanas costumbres que debían regir la vida cotidiana e itinerante de las misioneras que hacían de los bohíos su casa religiosa, su convento.

5. Área de la metodología misionera

El bloque final de los escritos almacenados en el archivo de la madre Laura incluye escritos específicamente relacionados con el tema indígena y con la metodología elaborada por Laura Montoya para el trabajo con ellos. Entre este material tenemos:

  • Informes. Elaborados para presentar al protector de los indígenas del Occidente antioqueño y al obispo de la Diócesis, monseñor Francisco C. Toro. En dichos documentos, la madre explicaba el desarrollo de las actividades que se desplegaban en la misión y que estaban encaminadas a promover integralmente en todos los niveles a los indígenas, a justificar los nombramientos y a hacer peticiones de apoyo económico para la misión. Una mención especial merece el informe enviado al doctor Carlos Villegas el 5 de febrero de 1917, que es la síntesis de la metodología misionera de la congregación, basada en la pedagogía del amor y la ternura, en el que da cuenta del estilo ambulante de la enseñanza, por la que se visitan los bohíos y se ofrece acompañamiento a todos los miembros de la familia. También se describe cómo las misioneras viven insertas en los poblados, solidarias, asumiendo en buena parte el estilo de vida de los indígenas, adaptándose a sus horarios, porque la escuela es el río, la chagra, el camino, el bohío. La autora da cuenta de los resultados de las correrías apostólicas o excursiones y de las visitas a domicilio, características propias del modo de hacer misión entre los pueblos indígenas, negros y rurales, así como de la educación personalizada que desde los comienzos instauró la santa fundadora.

  • Brochazos. Es una serie de artículos publicados en la revista Almas, la cual fue fundada por la madre Laura en 1936. Este material fue publicado como libro por primera vez en Madrid, bajo la dirección del padre Carlos E. Mesa, misionero claretiano, con el título de Aventura misional de Dabeiba.

  • Cartas misionales (1936). Es una serie de epístolas que la madre fundadora enviaba para dar cuenta de la misión una vez llegadas a Dabeiba. Estaban dirigidas a su familia, a los benefactores y a alguna autoridad gubernamental. Estas cartas fueron publicadas en El Colombiano sin su conocimiento; sin embargo, más tarde, monseñor Maximiliano Crespo1 le pidió una carta quincenalmente para publicar en el boletín El Católico de Santa Rosa de Osos. En 1931 la madre Laura editó y publicó la primera serie de estas cartas en su propia imprenta, Santa Teresita. En estas cartas, la madre Laura narra, con la mentalidad de la época, los encuentros con los indígenas, las visitas, los diálogos, los viajes. Habla de su cultura, de su lengua, de su estilo de vida.

6. Revista Almas

La colección de la revista Almas guarda especial interés, dado que su directora fue la misma madre Laura, quien la funda en 1936.2 En este trabajo la acompañaron algunas religiosas. La Revista le posibilitó a Laura Montoya difundir su labor misional a la comunidad.

Sobre esta colección, Dayana Restrepo (2018) destaca lo siguiente:

La colección de la revista se encuentra completa y en buen estado, divida en tomos separados por años y encuadernados sin mucho cuidado, por lo que es difícil la lectura, sobre todo en las partes más cercanas al lomo por donde cosieron cada compilación. Las revistas más preciadas y cuidadas por el archivo son los números en los que la madre Laura es la editora, es decir, aquellos que circularon hasta el año de 1942. Como la revista aún se publica, la hemeroteca está en constante crecimiento. Así como todo el archivo, la revista no está disponible para el público general y no fue posible, por motivos de reserva, fotografiar toda […]. (p. 117)

En la aproximación que hemos podido realizar con la Revista, constatamos que la mayoría de los artículos publicados allí son firmados por santa Laura y, por otra parte, que alternaba la dirección con otras misioneras y un indígena3 (Restrepo, 2018, p. 116).

7. El archivo fotográfico

El archivo fotográfico que se conserva en la Sala Madre Laura amerita un trabajo sistemático, ya que estas fotografías, además de cumplir una función documental, sirven como fuente histórica, muy especialmente ligada a la historia contemporánea de los pueblos ancestrales en Colombia, pero también de la historia personal de Laura Montoya y de la congregación.

Si tomamos como punto de partida los primeros registros fotográficos existentes de Laura Montoya Upegui, tenemos el primero de 1890, cuando ella contaba con 26 años y aparece en compañía de un grupo de estudiantes de la Normal de Institutoras de Medellín.4 Ahora bien, en cuanto a los registros de trabajo al interior de las comunidades indígenas, la madre Laura fue cuidadosa en registrar su actividad misionera, por lo que se conservan fotos desde 1915. En este mismo año, en una carta enviada a su hermana Carmelita, en abril, alude a la urgente necesidad de adquirir una cámara, como podemos leer:

El Padre me ha entregado 3.600. Quedan aquí 2857 para comprar una máquina de fotografía y pagar la enseñanza. La maquinita que te había dicho ya la vendieron, tengo recomendado a Rafael Mesa para buscarme una, quien sabe costará, en fin, de todos modos esto es urgente y tengo una señorita pronta a aprender la fotografía. (Carta enviada por Carmelita Montoya desde Medellín, 29 de abril de 1915, p. 31)

Sobre las características de la cámara comprada, el investigador Pedro Agudelo Rendón (2018, p. 182) sostiene que se trataba de una Kodak A-130. Se trataba de una cámara de fuelle, cuyo peso ronda los 1250 gramos, la cual era de última tecnología y moderna para la época. Encontramos otros testimonios sobre el interés y el conocimiento que la madre Laura había adquirido sobre las técnicas fotográficas en una carta enviada a su hermana Carmelita en 1918, en la que señala lo siguiente:

Recibí las cosas de fotografía: el papel espléndido pero los baños pésimos […] son malísimos. No pude sacar un buen retrato […] Me he convencido de que Duperly es sólo un negociante de sus artículos, pues con sus fórmulas sólo he hecho disparates, pero sí creo que ya cogí la clave y que de ahora en adelante no perderé más útiles; esto gracias a unos días que vi trabajar al Hermano Daniel quien aprendió muy bien con Meza. Voy a ver si él me da las fórmulas que usa para los baños y entonces más bien conseguimos las sustancias (Folleto trascrito por hermana Carmelita, s. f., p. 529).

Todo lo anterior para indicar que el archivo fotográfico que la madre Laura logra acumular en sus primeros años es importante no solo para ilustrar su revista Almas, sino para difundir y crear una pedagogía visual de la labor de la congregación. Además de las imágenes que hizo la misma madre Laura, el archivo fotográfico ha sido enriquecido con las contribuciones que otras hermanas han hecho en diapositivas y videos que aún están a espera de ser digitalizados.

8. La biblioteca de santa Laura

Además del enorme acervo escritural que nos ha dejado la madre Laura, la comunidad ha sido muy diligente para recoger otro tipo de documentación y materiales que nos ayudan a percibir la dimensión intelectual de esta misionera. De los libros que conforman la biblioteca personal de la hermana, un total de 72 ejemplares, encontramos Obras completas de santa Teresa de Jesús (1916), Obras completas de san Juan de la Cruz (1912), Alma de todo apostolado J. B. Chautard, entre otros.5 Sobre este punto destacamos dos cosas: por un lado, la necesidad de hacer estudios relacionados con las bibliotecas particulares en Medellín, específicamente de mujeres, con el propósito de abrir un filón de investigación que permita develar las acciones emprendidas por ellas para acceder a materiales impresos en una época en la que existían brechas culturales que impedían estas prácticas. Por otra parte, que los estudios sobre el acceso al libro en Medellín limitan la posibilidad de hacer una apreciación comparativa de la exigua biblioteca de la madre Laura. Sin embargo, más allá de las posibilidades reales que la madre pudo tener de adquirir libros, es conocida la avidez de conocimiento y el gusto por la lectura, aunque en sus memorias escribe que en un momento de vida se autocensura y deja de leer textos que no tuvieran sentido religioso.

9. Conclusiones

Este recorrido por la historia de la preservación de la producción escritural, editorial y fotográfica de la madre Laura nos permite vislumbrar un futuro para este archivo, que bien podemos ver como un patrimonio de la humanidad, pues insistimos en que se trata de un recinto que alberga la documentación producida por Laura Montoya Upegui, y sobre ella en su papel de líder espiritual. Ambas son fuentes indispensables para seguir descubriendo y estudiando las dimensiones de este personaje que todavía hoy no logramos entender plenamente en sus roles de misionera, maestra y gestora, en una sociedad cerrada y patriarcal en la que busca una forma inusual de ser libre, esto es, fundando su propia congregación para trabajar en las selvas colombianas, educar a los indígenas y emprender un apostolado activo, muy en contra de lo que hacían las mujeres al interior de la Iglesia para su época.

Volviendo al archivo, este se constituye en una fuente para entender cada una de sus facetas y en un insumo que nos permite entender el pensamiento social, etnográfico y antropológico de una época. Hoy falta sistematizar y organizar parte del material, pero es una tarea que se seguirá desarrollando para las futuras generaciones interesadas en estas y otras temáticas. Así las cosas, el Archivo Santa Laura, al que hoy tenemos acceso los investigadores, es una verdadera joya, tanto por su contenido como por el orden original que la comunidad ha tratado de preservar.

10. Referencias

1. Aguelo, Pedro (2018). Una fotografía no es una fotografía. Sobre artefactos, imágenes semiotizadas y fotografías de archivo. En Discursos y prácticas en la vida y en la obra de santa Laura Montoya (pp. 177-198). Berlín: Peter Lang. [ Links ]

2. Mesa, Carlos E. (1999) Laura Montoya. Una antorcha de Dios en las selvas de América. Medellín: Carvajal. [ Links ]

3. Restrepo, Dahyana (2018) Almas. Madre Laura Montoya Upegui: fundadora, directora y editora. En Discursos y prácticas en la vida y en la obra de santa Laura Montoya (pp. 109-128). Berlín: Peter Lang . [ Links ]

1 Monseñor Maximiliano Crespo fue obispo de Santa Fe de Antioquia. Apoyó la obra de la madre Laura concediéndole, con la aprobación de Roma, el reconocimiento jurídico para su congregación diocesana.

2En 1929, Laura Montoya había fundado la imprenta Santa Teresita en Santa Fe de Antioquia, con una máquina patentada en Italia en 1889, en la que empieza la edición y la publicación de sus escritos.

3Sobre la revista ALMAS existe un trabajo monográfico realizado por Dahyana Restrepo, egresada del pregrado en Filología Hispánica de la Universidad de Antioquia y que se inscribe en el proyecto en curso “Discursos y prácticas discursivas. Estudios interdisciplinarios sobre la vida y la obra de Laura Montoya Upegui (Jericó 1872-Medellìn 1949)”.

4En esta institución, Laura Montoya recibió su grado como maestra de primaria en 1893.

5Manojitos de mirra, 1944 Proyecciones de un corazón humano divino, 1948 Santas costumbres - consuetas, 1943 Ceremonial, 1933 Copia autentica de varios artículos tomados de la revista ALMAS. 1936 a 1949 (265 folios) Frutero o colección de jaculatoriasCarta abierta al doctor Alfonso Castro, 1906

**Cómo citar este artículo: Osorio, María Eugenia; Camacho, Carmen Sofía; Toro-Tamayo, Luis Carlos (2020). Las joyas del Archivo Santa Laura Montoya Upegui (Jericó 1874-Medellín 1949): historia de la recuperación de su acervo documental. Revista Interamericana de Bibliotecología, 43(1), eRf1. https://doi.org/10.17533/udea.rib.v43n1eRf1

*Este artículo es un resultado parcial de la investigación “Discursos y prácticas discursivas. Estudios interdisciplinarios sobre la obra de Laura Montoya Upegui (Jericó 1874-Medellín 1949), financiado por el Comité para el Desarrollo de la Investigación (CODI) de la Universidad de Antioquia. Forma parte de la Estrategia de Sostenibilidad del Grupo GEL de 20182020. De igual forma, es un avance del proyecto “Puntos de encuentro entre las memorias inscritas y las memorias vivas”, de la línea Memoria y Sociedad del Grupo de Investigación en Información, Conocimiento y Sociedad del que recibe apoyo por la Estrategia de Sostenibilidad 2018-2020. Actualmente cuenta con el apoyo de la Organización Caminos de Esperanza Madres de La Candelaria, con la cofinanciación del Museo de Arte Moderno de Medellín, la Escuela de Ciencias Sociales de la Universidad Pontificia Bolivariana y la Université de Lorraine, además, recibe aportes del CICINF de la Escuela Interamericana de Bibliotecología de la Universidad de Antioquia. UdeA, Calle 70 N.o 52-21, Medellín-Colombia.

Recibido: 13 de Noviembre de 2019; Aprobado: 02 de Diciembre de 2019

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