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Revista Interamericana de Bibliotecología

Print version ISSN 0120-0976On-line version ISSN 2538-9866

Rev. Interam. Bibliot vol.43 no.2 Medellín May/Aug. 2020

https://doi.org/10.17533/udea.rib.v43n2ei7 

Artículo de investigación

Edición de publicaciones. Estudio de la recensio en la novela El Zarco de Tomás Carrasquilla* **

Editing Publications. Study of the Recensio in the Novel El Zarco by Tomás Carrasquillas

Edwin Carvajal Córdoba1 

1 Doctor en Teoría de la Literatura y el Arte y Literatura Comparada de la Universidad de Granada, España; miembro del Grupo de Investigación Estudios Literarios (GEL) y del Centro Internacional de Estudios Europeos y de las Américas (CEYLA). Áreas académicas: ediciones críticas y literatura hispanoamericana. Profesor del Departamento de Lingüística y Literatura, Facultad de Comunicaciones, Universidad de Antioquia, Medellín - Colombia. edwin.carvajal@udea.edu.co https://orcid.org/0000-0002-0339-3562


Resumen

El presente artículo presenta el análisis de la recensio en la novela El Zarco (1922) del escritor colombiano Tomás Carrasquilla, en la línea de edición de publicaciones literarias. Este estudio se realiza desde el enfoque teórico-metodológico de la crítica textual, específicamente desde la etapa de la recensio, con el propósito de restituir la novela en edición crítica de acuerdo con la última voluntad del escritor. De esta manera, se presentará una descripción de los momentos de la recensio, tales como la búsqueda, recolección, descripción, sistematización, historia y filiación de los testimonios de la tradición textual de El Zarco, con su respectivo análisis e interpretación filológica, con el propósito de determinar las relaciones y transformaciones que han experimentado los distintos testimonios de la novela en su transmisión textual o historia editorial de esta publicación.

Palabras clave: edición de publicaciones; crítica textual; recensio; literatura colombiana; El Zarco; Tomás Carrasquilla

Abstract

This article presents the analysis of recensio in the novel El Zarco (1922) by the Colombian writer Tomás Carrasquilla, in the line of editing literary publications. This study is made from the theoretical-methodological approach of textual criticism, specifically, from the recensio stage, with the purpose of restoring the novel in a critical edition according to the last will of the writer. In this way, a description of the moments of the recensio will be presented, such as the search, collection, description, systematization, history and affiliation of the testimonies of the textual tradition of El Zarco, with its respective analysis and philological interpretation with the purpose of determining the relationships and transformations experienced by the different testimonies of the novel in its textual transmission or editorial history of this publication.

Keywords: Editing publications; textual criticism; recensio; colombian literature; El Zarco; Tomás Carrasquilla

1. Introducción

En general, la tarea del filólogo ni es tan benéfica ni tan arriesgada como la de esos ilustres antecedentes, pero el fin es el mismo: depurar los textos de los errores que impiden una interpretación literal segura para intentar reconstruir la voz original o la más cercana al autor de todas las posibles. (Blecua, 2012, p. 18)

Este artículo tiene como propósito fundamental el estudio filológico de la obra El Zarco (1922), del escritor colombiano Tomás Carrasquilla (1858-1940), estudio que se realiza desde el enfoque teórico-metodológico de la crítica textual, con el fin último de construir la edición crítica de la novela corta en mención. Para Alberto Blecua (2012), como bien se puede inferir en el epígrafe inicial, la crítica textual es la disciplina filológica encargada de la restitución fidedigna de los textos, generalmente antiguos, para lo cual se requiere “un profundo conocimiento de la lengua, del usus scribendi del autor y de su época, de la inventio, esto es, de la formación intelectual de los autores” (p. 46). En concreto, este texto dará cuenta de la primera etapa de la crítica textual denominada recensio, que consiste en la búsqueda, recolección, descripción, sistematización, historia y filiación de los testimonios de la tradición de un texto, en este caso específico de la novela corta El Zarco, que ha sido transmitida en un momento determinado de la historia, sea esta por medio de la tradición manuscrita o impresa, en vida o tras la muerte del escritor, e incluso de forma directa (manuscritos y ediciones) o indirecta (fragmentos, citas y traducciones).

La recensio, en palabra de Pérez-Priego (2011), es la primera operación filológica para la construcción de una edición crítica, y tiene como fin determinar las relaciones o “filiación de los testimonios que ha transmitido una terminada obra, sean estos manuscritos o impresos” (pp. 115-116).

Asimismo, Alberto Blecua (1980) propone dividir el proceso de la edición crítica en dos grandes fases: una primera que tiene por objeto determinar la filiación y una segunda que tiene como fin dar el texto más cercano al original de todos los textos posibles, de tal manera dispuesto que el lector pueda tener a la vista todos los datos utilizados. Parece preferible denominar a la primera de acuerdo con una de sus acepciones tradicionales, recensio; a la segunda, constitutio textus (pp. 28-29).

2. Metodología: la transmisión textual de testimonios

Este apartado centrará su mirada en la primera fase de la crítica textual o recensio, y dejará para otro momento la segunda, con la cual se aspira a presentar a la comunidad académica nacional e internacional la constitutio textus o edición crítica de esta importante obra literaria de Tomás Carrasquilla. A partir de los planteamiento de Blecua (1980-2012) y Pérez-Priego (2010-2011) se hará el estudio filológico de la obra en mención, específicamente a partir de los siguientes momentos metodológicos de esta primera fase filológica para la restauración de textos: fontes criticae (historia de la transmisión de testimonios, relación de los testimonios hallados, descripción bibliográfica de los testimonios, establecimiento del texto base), collatio codicum (cotejo de los testimonios), examinatio y selectio de las variantes (análisis de los resultados del cotejo) y constitutio stemmatis (árbol genealógico de los testimonios). A continuación se presentan estos momentos o procesos metodológicos de la recensio en el contexto de la novela El Zarco del escritor colombiano Tomás Carrasquilla.

Este momento de la recensio pretende dar cuenta de la visibilidad, las limitaciones, posibilidades y el despliegue de la obra El Zarco en bases de datos, catálogos, sitios web, entre otras fuentes de información y difusión bibliográfica en el contexto nacional e internacional. En este sentido, se tiene que la obra objeto de este estudio ha tenido una historia editorial relativamente corta si se compara con otras producciones literarias del escritor, que han tenido mucho despliegue y amplia recepción dentro y fuera del país, como es el caso de sus novelas Frutos de mi tierra (1896) y La marquesa de Yolombó (1927), o incluso sus cuentos tempranos como “Simón el Mago” (1890), “En la diestra de Dios padre” (1897), “El ánima sola” (1898) y “San Antoñito” (1899). Cada una de estas obras ha tenido una historia editorial que supera los veinte testimonios, y en algunos casos llega incluso a superar los cuarenta. No es el caso de la obra El Zarco que, luego de 96 años de transmisión textual, solo cuenta con seis testimonios completos (que se presentarán más adelante) difundidos en periódicos y libros, y un fragmento divulgado en la revista literaria Sábado, Revista Semanal de principios del siglo XX en Colombia.

Esta historia de transmisión de El Zarco incluye los testimonios textuales (fragmentos, ediciones, reediciones y reimpresiones), y dejará para otro momento el estudio y compilación del material paratextual y postextual (la recepción de la novela, las adaptaciones, las traducciones y reelaboraciones). Es necesario aclarar de entrada que hasta la fecha no ha sido posible acceder a los testimonios pretextuales (manuscritos, mecanuscritos, bitácoras, borradores o galeradas) de la obra; sin embargo, se espera que en futuras conversaciones con los herederos del escritor se pueda obtener este tipo de material, si lo hubiese, para su respectivo inventario, clasificación y estudio, pues como testimonios directos de la obra aportan información de primera mano para alcanzar un proceso más seguro de restauración de El Zarco, lo más cercano posible a la forma que tuvo en su origen de 1922.1

De acuerdo con lo anterior, la búsqueda de la historia de la transmisión de la obra se concentra en fuentes de información bibliográfica fiables y de gran alcance nacional, concretamente las bases de datos y los catálogos de las bibliotecas universitarias, como la Universidad de Antioquia, la Universidad Nacional de Colombia y la Universidad EAFIT, en las cuales se encuentran disponibles diferentes colecciones patrimoniales como las denominadas José Félix Restrepo, Patrimonio Documental, Pilar Moreno, Fondos Especiales y FAES, entre otras, que concentran grandes obras y estudios patrimoniales de la cultura, la economía, la sociología y el arte colombiano. También se recurre a las bases de datos bibliográficas de la Biblioteca Pública Piloto, la Biblioteca Luis Ángel Arango y la Biblioteca Nacional de Colombia, pues son las bibliotecas a nivel regional y nacional más completas y en las que se halló más información relacionada con la búsqueda de los testimonios de la obra de Tomás Carrasquilla.

El análisis de la búsqueda en estos servidores permitió evidenciar que la obra completa de Carrasquilla se halla en la mayoría de estas fuentes de información, pues contienen los periódicos, las revistas, las antologías, los libros y el material audiovisual en los que ha circulado dicha obra, así como los estudios críticos sobre ella.

Cada catálogo o sitio web registra un gran número de obras de este escritor, incluso las más importantes desde el punto de vista estético, como aquellas que han tenido mayor suerte editorial tanto en el país como en el extranjero. Con lo anterior, nos referimos a sus novelas más estudiadas, Frutos de mi tierra, La marquesa de Yolombó, Hace tiempos; a sus novelas cortas, Salve, Regina, Entrañas de niño, El Padre Casafús, Blanca, Dimitas Arias, Ligia Cruz; así como a sus cuentos “En la diestra de Dios padre”, “El ánima sola”, “Simón el Mago”, “San Antoñito” y “A la plata”.

Se debe anotar que en las fuentes de información antes referenciadas se encuentran la gran mayoría de ediciones, reimpresiones y reediciones de estas obras, así como aquellas que han tenido menos difusión y estudios críticos, como es el caso de los cuentos agrupados en Dominicales y Acuarelas, y también la trilogía de novelas agrupadas con el nombre de Hace tiempos.2

Finalmente, la obra El Zarco está referenciada en estas fuentes de información, tanto en su primera edición del periódico El Espectador de 1922 como en sus siguientes ediciones en formato de libro, que van desde 1925 hasta el año 2008, para un total de seis ediciones y un fragmento de la primera parte de la obra, tal como se detallará en el siguiente apartado de este artículo.

La búsqueda de esta historia de transmisión de El Zarco también se concentró en fuentes de información bibliográficas alternativas, como es el caso de toda la información disponible en la web, representada en sitios, páginas y blogs que contienen información del autor y su obra. Muchas de estas páginas web son institucionales, es decir, pertenecen a bibliotecas, instituciones educativas, órganos del Estado o centros culturales; otras pocas, a iniciativas personales de lectores o admiradores de la obra de este importante escritor colombiano. En uno y otros casos se hallaron registros no solo del autor y su obra, sino también sobre su obra en general, y de El Zarco en particular. Se deben mencionar, por ejemplo, los siguientes enlaces (Tabla 1) en los que se registra la obra en formato digital o fragmentos de ella con fines culturales. En estas direcciones, y en otras no registradas, casi todas pertenecientes a instituciones, personas o entidades de seriedad académica garantizada, se registran las obras más destacadas de Carrasquilla, aquellas enunciadas antes y que en definitiva se convierten en las obras más destacadas en la recepción de este escritor.

Ninguna dirección o enlace trae fragmentos o la obra completa de El Zarco, quizás porque es la obra más extensa de las consideradas novelas cortas del escritor o, incluso, quizá porque su trama y argumento central no generan el mismo entusiasmo o compromiso que las antes mencionadas. En todo caso, como se verá en otro momento, esta obra es representativa en el universo creativo de Carrasquilla, a esto se debe la emoción y responsabilidad para poder publicarla en edición crítica, inexistente en la actualidad, y de gran requerimiento para un mejor conocimiento de ella por parte del público en general y los especialistas en particular.

Un balance de esta historia de transmisión de El Zarco evidencia que la obra se halla en todas las fuentes de información antes relacionadas, excepto en las fuentes digitales de la web, pues, como se corroboró al principio, esta novela no aparece inscrita como copia digital en ningún sitio web, ni siquiera se registra su existencia como e-book en portales especializados sobre la materia literaria. Por otro lado, esta búsqueda dejó claro que la obra de Carrasquilla no solo circula en fuentes de información del país, sino también del extranjero, pues se hallaron testimonios de y sobre el escritor en catálogos y bases de datos de países como México (Universidad Nacional Autónoma de México y Universidad Autónoma Metropolitana), Argentina (Universidad de Buenos Aires, Biblioteca Nacional de la República de Argentina y Universidad Nacional de la Plata), España (Universidad Complutense de Madrid, Universidad Autónoma de Barcelona y Biblioteca Nacional de España) y Chile (Universidad de Chile y Pontificia Universidad Católica de Chile), entre otros países en el mundo hispánico.

De igual forma, se localizaron importantes registros en bases de datos y catálogos en el ámbito no hispánico; por ejemplo, se identificaron registros de la obra del escritor en la Biblioteca Nacional de Francia, en el Instituto Iberoamericano de Berlín, en la Biblioteca Nacional Central de Roma, en la Biblioteca Británica, en la Biblioteca del Congreso de Estados Unidos y en la Biblioteca de Austin en Texas. En síntesis, la obra de Tomás Carrasquilla ha logrado expandirse más allá de las fronteras regionales y nacionales, para instaurase en un amplio espacio geográfico universal, por lo que se amplía la recepción de su obra, al igual que los lectores de distintas nacionalidades, lenguas e idiosincrasias.

Por último, se debe destacar que el hecho de tener acceso a toda la producción literaria de Tomás Carrasquilla, y en nuestro caso particular a su obra El Zarco, es una fortuna para este trabajo filológico, porque ello garantiza la recuperación completa y precisa de la historia de la transmisión, en este caso editorial, y con ello se asegura un estudio sistemático de todos los testimonios de la obra objeto de estudio para llegar, finalmente, a una fijación textual de la obra en edición crítica; edición fiable, completa y lo más cercana a las intenciones estéticas del escritor, es decir, lo más próxima a su última voluntad al momento de concebir El Zarco.

3. Resultados y discusión

Luego de dar cuenta de la historia de la transmisión de los testimonios de la obra de Tomás Carrasquilla, a continuación (Tabla 2) se presenta el cuadro síntesis que contiene la relación de todos los testimonios de El Zarco en sus casi cien años de historia editorial.

Tabla 2 Testimonios y ediciones de la obra El Zarco. 

Publicación Editorial (para libros) Ciudad Número y fecha (para revistas y periódicos) Año
El Espectador (texto completo) No aplica Medellín 17, 18, 19, 20, 21, 22, 24, 25, 26, 27, 28 y 29 de abril; 1, 2, 3, 4, 5, 6, 8, 9, 10, 11, 12, 13, 15, 16, 17, 18, 19, 20, 22, 23, 24, 25, 26, 27, 29, 30 (repite la entrega anterior) y 31 de mayo; 1, 2, 3, 5, 6, 7, 8, 9, 10, 12, 13 y 14 de junio 1922
Sábado, Revista Semanal (fragmento) No aplica Medellín N.o 46, año segundo, 20 de mayo, pp. 549-551 1922
El Zarco Ediciones Colombia Bogotá No aplica 1925
El Zarco. En: Tomás Carrasquilla. Obras completas. Editorial EPESA Madrid No aplica 1952
El Zarco. En: Tomás Carrasquilla. Obras Completas. Editorial Bedout Medellín No aplica 1958
Ligia Cruz y El Zarco Editorial Universidad Pontificia Bolivariana Medellín No aplica 1995
El Zarco. En: Tomás Carrasquilla. Obra completa. Editorial Universidad de Antioquia Medellín No aplica 2008

Fuente: elaboración propia.

A partir de esta relación de testimonios se concluye que El Zarco ha tenido una historia de transmisión muy corta, representada en seis ediciones que van desde 1922 hasta 2008; así mismo, que dicha obra ha sido editada casi en su totalidad en la ciudad de Medellín, salvo la segunda y tercera ediciones que se publican en Bogotá y Madrid, respectivamente, esta última a propósito de la primera publicación de la obra completa del escritor. De igual forma, se debe decir que las editoriales, la revista y el periódico que lo han editado son todos de reconocido prestigio, tanto en el campo periodístico como en el académico; un dato adicional, y un tanto paradójico, tiene que ver con que nunca más una revista o periódico nacional o internacional vuelve a publicar esta importante obra de Carrasquilla. Seguramente, su considerable extensión (aproximadamente doscientas páginas) ha influido en esta ausencia de la obra en publicaciones seriadas contemporáneas.

En síntesis, se debe decir que son tres los periodos que han concentrado la historia de transmisión de El Zarco: el primer periodo corresponde a la década del veinte del siglo XX, en donde se publica la primera y segunda ediciones, además del fragmento ya referenciado en Sábado, Revista Semanal. Este periodo se enmarca en un momento de ardua producción literaria del escritor, pues de esta década data una de sus grandes novelas: La marquesa de Yolombó (1927), y coincide también con el inicio de sus graves enfermedades, que lo llevarían finalmente a la muerte en 1940. Adicionalmente, se debe mencionar que las publicaciones de este periodo cuentan con la aprobación del escritor, pues tanto en el periódico El Espectador como en Sábado, Revista Semanal, se anuncia la autorización de Carrasquilla para la publicación de esta obra. No se tiene conocimiento si también participó en los procesos de edición, corrección y publicación, pero se intuye que sí, fundamentalmente porque a estas publicaciones se les dio en su momento una gran trascendencia en los días previos a su publicación. Por ejemplo, en El Espectador se anuncia de la siguiente manera, el 11 de abril de 1922, la futura publicación de El Zarco en la sección “Folletines de El Espectador”, anuncio que se hace una semana antes del inicio de su difusión:

FOLLETINES DE “EL ESPECTADOR”

“EL ZARCO”

Novela, por TOMÁS CARRASQUILLA

EL ESPECTADOR ha adquirido la propiedad de la última novela del ilustre literato antioqueño Tomás Carrasquilla, intitulada “EL ZARCO”, con el propósito de publicarla como folletín… (p. 1).

Y en Sábado, Revista Semanal, aparece así:

Como una obligación que reconocemos para con nuestros lectores, reproducimos en estas páginas un hermoso fragmento de la interesante obra que actualmente se publica en Medellín con este título de “El Zarco”, en la que su autor, el Maestro novelista colombiano Tomás Carrasquilla, hace una descripción sorprendente y viva de los huertos y jardines de mano Higinio y señá Rumalda, humildes personajes de la novela, y padres adoptivos de Juan de la Rosa... (Carrasquilla, 1922a, p. 549)

Como se puede apreciar, este periodo es de la consagración literaria del autor, y por ello la elocuencia y énfasis positivo en el tratamiento que hacen los medios de este importante escritor, lo cual intuimos de un compromiso activo de Carrasquilla en el cuidado y la supervisión de sus obras en esta época que, como anunciamos antes, es el preludio de sus grandes enfermedades. En síntesis, se considera este periodo fundamental en la historia de la transmisión de El Zarco, fundamentalmente porque se puede afirmar que los dos testimonios de esta época contaron con la autorización de su autor antes de su publicación, situación que no se repetirá porque el tercer testimonio se publicará doce años después de la muerte del escritor.

El segundo periodo en la historia de transmisión de esta novela se produce en la década del cincuenta del mismo siglo, década en la que se editan por primera vez dos ediciones completas de toda la producción literaria de Carrasquilla, la primera en Madrid por Epesa en 1952 y la segunda en Medellín por Bedout en 1958. Ambas ediciones se publican en la década en la que se celebra el centenario del nacimiento del escritor, que nace en Santo Domingo, Antioquia, el 17 de enero de 1858 y muere en Medellín el 19 de diciembre de 1940. Varios académicos del país han registrado las particularidades editoriales de ambas ediciones, pues se trató de un acontecimiento cultural en el país y en el extranjero, dada la relevancia del escritor, y de la recopilación por vez primera de su obra completa. Interesa en particular la postura del historiador Jhonathan Balvín (2008, 2009), especialista en la historia editorial en Colombia y en las ediciones de la obra de Carrasquilla.3

La obra completa de Editorial Epesa de 1952, autorizada por los sobrinos del escritor, Eduardo y Jorge Arango Carrasquilla, y dirigida por José Ignacio González, presentó muchas inconsistencias en su fijación, tal como lo dejó consignado Benigno A. Gutiérrez en su texto Glosas al volumen de las Obras completas de Tomás Carrasquilla de 1952 (citado en Balvín, 2009). Estas inconsistencias se intentaron corregir en la edición de la obra completa de Bedout de 1958, a cargo del propio Benigno y con la colaboración de Roberto Cadavid “Argos” y Kurt Levi, entre otros académicos especialistas en la obra de Carrasquilla.

El tercer periodo de la historia de transmisión corresponde a la última década del siglo XX y a la primea del XXI, décadas en las que se da comienzo a la conmemoración de los 150 años del natalicio de Carrasquilla.

Para esta ocasión, también se acude a la publicación de la obra completa, que realiza la Universidad de Antioquia en 2008, y a la difusión de dos de sus novelas cortas, Ligia Cruz y El Zarco, por parte de la Universidad Pontificia Bolivariana en 1995; ambas, como ya se dijo, se editan en Medellín, ciudad en la que vivió el escritor la mayor parte de su vida.

Este último periodo corresponde a una especie de resurgimiento editorial de los testimonios del escritor, dado que han pasado más de cuatro décadas sin que se registren nuevas publicaciones de El Zarco, con lo cual se puede inferir una especie de desinterés por parte de las editoriales y los estudiosos de la obra de Carrasquilla en el plano de la cultura nacional. Mención aparte merecen los estudios del crítico literario Kurt Levi, quien desde la década del cincuenta del siglo XX inició el estudio de la vida y obra de este escritor antioqueño, y propuso sendos estudios académicos que ayudarían luego a una nueva recepción de la obra de Carrasquilla en el contexto nacional.4

Para terminar, llama la atención cómo entre cada periodo oscilan varias décadas de silencio editorial, silencio que se estudiará en otro momento cuando se dedique un espacio al análisis de la recepción de la obra de Tomás Carrasquilla; esta cautela se hace todavía más notable en la difusión y publicación de la obra objeto de este estudio, toda vez que entre el primer y segundo periodos se tienen veintisiete años de diferencia, y entre el segundo y el tercero son treinta siete años los que separan la nueva aparición de la obra en el mundo editorial. Resta decir que es muy importante tener en cuenta estos tres momentos o periodos en la historia de transmisión de El Zarco, ya que a partir de ellos se pueden entender mejor las limitaciones y los alcances o trayectoria de esta obra en el conjunto general de la obra completa de Carrasquilla, y de esta forma apreciar con mejores argumentos las particularidades que ha tenido El Zarco como novela corta o relato en su vida editorial e historia de transmisión.

3.1 Descripción bibliográfica de los testimonios

El propósito de este tercer momento de la recensio es dar cuenta de las particularidades tipográficas del formato de los testimonios de El Zarco, es decir, de su cantidad y calidad editorial, así como de otras particularidades formales y de contenido de dichos testimonios. Por asuntos de espacio en el presente artículo, solo se hará la descripción bibliográfica del primer testimonio de la obra de 1922 y se dejará para otro momento la caracterización de todos los testimonios. En este recuento también se tendrá presente alguna información relevante de la historia de la publicación en la que se editó la obra, en este caso para el periódico, y en otros para la revista y casas editoriales posteriores, pues es fundamental vincular la historia de los testimonios con el medio en el que se transmiten para establecer las preferencias o relaciones del escritor con los medios y los alcances de estos últimos en el contexto cultural del país, especialmente sus repercusiones en la edición, publicación y distribución de la obra objeto de este estudio.

3.1.1. El Espectador, 1922

El periódico El Espectador de la ciudad de Medellín fue el primer medio en el que se transmite El Zarco entre abril y junio de 1922 en forma de folletín o de novela por entregas, como era la costumbre de la época, una práctica de difusión literaria heredada del siglo XIX. De tendencia liberal, este diario matutino fue creado en marzo de 1887 por Fidel Cano Gutiérrez, con el subtítulo de “Periódico político, literario, noticioso e industrial”, el cual da fe del espíritu de la nueva publicación, en el que el énfasis literario ocuparía un lugar destacado por varias décadas.5

Es justo el interés por la literatura lo que lleva a Carrasquilla y a otros escritores colombianos del momento a ceder o vender los derechos de sus obras para su respectiva publicación en El Espectador.

Para la fecha en que comienza la publicación de El Zarco, el periódico cuenta con un formato distinto al de su creación. Para esta época, 1922, su formato es de 70 cm de ancho por 100 cm de alto. En la parte superior de la primera página siempre se registra el nombre del periódico en mayúscula sostenida, a la izquierda la fecha y el nombre de su fundador y a la derecha en la misma línea el nombre del director, que para este año era Gabriel Cano Villegas. Una línea más abajo se registra a la izquierda el año del periódico en números romanos (XXXVI), en el centro el nombre de la ciudad y la fecha de publicación (Medellín, lunes 17 de abril de 1922) y en la parte derecha aparece el número del ejemplar (3604).

El diseño del periódico aparece distribuido en siete columnas no uniformes, pues los textos de los artículos se interponen unos con otros, lo que da lugar al paso de siete a cinco o cuatro columnas en la misma página, y en otras de la edición completa (ver Figura 1).

En la primera página se anuncia la primera entrega de El Zarco en los siguientes términos:

Figura 1 Página 1 de El Espectador, n.o 3604, 1922. 

EL ZARCO

En la cuarta plana de esta edición empezamos a publicar en forma de folletín, la preciosa novela “El Zarco”, escrita especialmente para EL ESPECTADOR, por el ilustre literato antioqueño Tomás Carrasquilla, y acerca de la cual publicamos el sábado último un magnífico estudio del doctor Alfonso Castro (1).

Ya en la página cuatro de este ejemplar aparece la primera entrega. Llama la atención que la sección denominada “Folletines El Espectador”, en donde se publican todas las entregas, corresponda en todas las ocasiones a la página cuatro del periódico, y que dicha página sea siempre, durante todas las entregas, la página de la pauta publicitaria.

Cada entrega de la novela estará acompañada de la publicidad del momento que, como se puede apreciar en esta primera entrega, corresponde a anuncios de compra y venta, propios del comercio de la ciudad, así como a la difusión y publicidad de entidades comerciales, bancarias y de salud. También llama la atención que, entre los anuncios de venta de medicinas, bebidas, alimentos y artículos de oficina, se promocione la venta de armas de fuego, específicamente de la pistola automática marca Remington (ver Figura 2).

Figura 2 Página 4 de El Espectador, no 3604, 1922. 

Pese a que la obra comienza su aparición pública el 17 de abril de 1922 con la primera entrega en forma de folletín, de 48 en total, no se debe olvidar, tal como se vio antes, que su predifusión en este diario antioqueño comienza el 11 de abril, Martes Santo, y finaliza seis días después, el domingo 16; asimismo, el sábado 15 se da a conocer a la opinión pública el texto del médico y escritor Alfonso Castro6 en el que presenta un pequeño estudio a modo de introducción de El Zarco para los lectores y público en general, como preparación del lanzamiento oficial de la obra el primer Lunes de Pascua (ver Figura 3).

El texto de Alfonso Castro, titulado “Juegos malabares”, abarca la totalidad de la primera página del diario, y se constituye en un referente importante de invitación a la lectura de la obra, dado que registra parte de su diégesis, así como una valoración positiva de los méritos estéticos de la más reciente producción literaria de Carrasquilla. Es tal la relevancia de este prólogo de la obra que se publica en la primera página de El Espectador con el mismo texto que anuncia la publicación por entregas que registró el diario el pasado 11 de abril. En el segundo párrafo de dicho anuncio se lee:

Una lectura privada de “EL ZARCO” escuchada por distinguidos hombres de letras, dejó en éstos la impresión de que el Maestro ha subido con esta obra a lo más alto de la escala, y algunos llegan a opinar que se ha superado a sí mismo… (Castro, 1922, p. 1).

Se debe decir, finalmente, que la última entrega de la obra se produce el 14 de junio de 1922, en el número 3652 de El Espectador; en total fueron, según el propio periódico, 48 entregas o folletines en los que se difundió esta notable obra de Carrasquilla.

Figura 3 Página 1 de El Espectador, n.o 3603, 1922. 

Para terminar, se debe decir que el periódico El Espectador cumplió un papel determinante en la difusión, publicación y recepción de la obra de Tomás Carrasquilla, pues no solo publicó por primera vez El Zarco, sino un conjunto representativo de las obras del escritor, tales como las antologías de cuentos de Dominicales (1914) y Acuarelas (1919-1920), así como los cuentos “El prefacio de Francisco Vera”, “El gran premio”, “La perla”, “La mata”, y “Rogelio”, entre otras obras. Casi todas ediciones príncipes, con lo cual este periódico se lleva el mérito de haber sido un medio importante en la transmisión de la narrativa breve de Tomás Carrasquilla a principios del siglo XX.

3.2 Establecimiento del texto base

Este momento de la recensio corresponde a la definición del testimonio que servirá de base para el estudio de la collatio de El Zarco. Para Pérez-Priego (2010), el texto base es el testimonio central de la colación y su elección será siempre provisional; al respecto, afirma:

Con frecuencia se acude al texto del mejor manuscrito o impreso conservado, o el más completo o más antiguo, o el de la edición más difundida. Pueden hacerse también unas calas en la tradición y decidirnos por el texto del testimonio que provisionalmente nos haya parecido el más autorizado. (p. 126).

Nótese el énfasis en lo provisional, lo que es fundamental en este proceso filológico, porque luego del estudio de la collatio otro testimonio podría asumir la condición de texto base de acuerdo con la condición misma de cada testimonio, es decir, su estado de conservación, completitud, y fidelidad con respecto a la última voluntad del escritor, y de esta forma convertirse en el texto base para la fijación de la obra en edición crítica. En todo caso, la elección del texto base garantiza, en principio, que el proceso del cotejo de testimonios se realice a partir de una base segura, que servirá de guía para el estudio y la comparación de los testimonios seleccionados en este importante estadio filológico de la collatio.

En este sentido, algunos teóricos de la crítica textual como Germán Orduna (2000, 2005) y el propio Miguel Ángel Pérez-Priego (2010, 2011) consideran que el texto base es, en principio, la primera edición o príncipe, pues es el testimonio que “recoge la versión sustantiva del manuscrito original y fija las variantes accidentales (descuidadas en aquél)” (Pérez-Priego, 2011, p. 19).

Otros como Fernando Colla (2005), Almuth Grésillon o Giuseppe Tavani (2005), sin embargo, cuestionan los criterios dogmáticos que emplean varios teóricos de la crítica textual para determinar el texto base, apoyándose, sin más, en criterios como el último manuscrito, la edición príncipe o el texto de la última edición aparecida en vida del autor, sin que exista un estudio verdadero de la real situación textual de cada testimonio.

Por ello, consideran que no puede existir un único criterio para determinar el texto base de la edición crítica, pues cada situación textual impondrá unas lógicas particulares o específicas que el editor no puede desatender (Colla, 2005, pp. 153-154). En este sentido, Tavani (2005) hace un llamado a los editores críticos sobre los riesgos de asumir posturas dogmáticas al respecto:

Es quizá peligroso formular teorías generales y rigurosas cuando se trata de problemas textuales: de la edición crítica podría decirse lo mismo que decía Valéry de las artes, esto es: que “en las artes [y en los problemas textuales] las teorías no valen mucho”. En mi opinión, hay que desconfiar de los principios universales en el momento de elegir el texto a partir del cual se procurará la edición y confiar más bien en los principios de la razón y del buen sentido. Hay que considerar que la última edición aparecida en vida del escritor puede ser buena o mala y que es necesario, ante todo, examinar críticamente y con gran cuidado todas las ediciones publicadas y solamente después elegir, con conocimiento de causa. (p. 154)

Con base en lo anterior, y luego del estudio de transmisión de los testimonios de El Zarco, se ha decidido que el texto base para el estudio del cotejo será la primera aparición de la obra en 1922 en el periódico El Espectador. Esta decisión está lejos de ser arbitraria si se tiene en cuenta el entusiasmo del periódico mismo, así como del propio escritor, con la publicación de esta obra por entregas, a modo de folletín, en este importante medio de la ciudad. Además, ese testimonio se convirtió en la base de la segunda edición de la novela en 1925 por parte de Ediciones Colombia, que a la vez es la última edición que se publicó en vida del escritor. Si bien el testimonio elegido no es el mejor conservado, siguiendo uno de los parámetros de Pérez-Priego (2010, 2011) para la elección del texto base, por lo menos sí es el más antiguo recogido y el que a la vez representa fielmente la voluntad del escritor.

Finalmente, se debe mencionar que la elección del testimonio de El Zarco de 1922 como texto base o testimonio de colación constituye un avance importante del proceso de la recensio, pues no siempre en todos los casos se puede establecer con claridad, bien sea por la ausencia de testimonios fidedignos o por la falta de criterios filológicos que permitan una adecuada elección. En todo caso, este testimonio de 1922 se convierte de manera provisional, siguiendo las palabras de Pérez-Priego (2010, 2011), en la base del cotejo con todos los demás testimonios hallados en la historia de transmisión; ya se verá si posterior al estudio del cotejo este testimonio continúa o no como base de la fijación de la obra en edición crítica. En el siguiente apartado se presentarán los testimonios objeto de estudio de la collatio, así como las coordenadas que orientarán este importante momento del estudio de la recensio en la novela El Zarco de Tomás Carrasquilla.

3.3 Cotejo de testimonios

El ejercicio de la collatio consiste en la comparación o colación del texto base con todos los demás testimonios seleccionados para el estudio. Para Pérez-Priego (2011), mediante la colación y confrontación de testimonios es posible determinar las relaciones textuales existentes entre ellos (p. 25), de tal forma que al final el editor pueda establecer el stemma o árbol genealógico de todos los testimonios. Alberto Bernabé (2010) considera que el ejercicio del cotejo es fundamental en todo proceso de edición con criterio científico, pues expresa que “La forma de determinar las relaciones entre los diversos testimonios comienza por la comparación sistemática de las lecturas de cada uno de ellos” (p. 48).

En uno y otro caso, se postula este ejercicio filológico como garante en el proceso de estudio de la tradición textual de una obra y, con ello, la posibilidad de restauración textual de acuerdo con la última voluntad del escritor.

Miguel Ángel Pérez-Priego (2011) expresa que con el cotejo de los testimonios de la obra que se editará, más el iudicium del editor y el conocimiento del usus scribendi del autor, es posible identificar y desenmascarar todos los errores, las alteraciones o innovaciones del texto original (p. 15).

El tipo de alteraciones de las que hablan varios teóricos de la crítica textual, como Blecua (1980, 2012), Morocho-Gayo (2004) y Pérez-Priego (2010, 2011), tiene que ver con las cuatro categorías modificativas aristotélicas: adición, omisión, trasmutación o cambio de orden e inmutación o sustitución. Para Blecua (2012), este tipo de alteraciones o errores “pueden llevarse a cabo en la unidad más breve, la letra y el fonema -grafema en crítica textual- o en la unidad mayor, la frase o frases” (p. 20).

De igual forma, dichas categorías pueden presentarse en cualquier nivel o dimensión del lenguaje: fonético, fonológico, morfológico, sintáctico, semántico y pragmático, así como en otro tipo de situación textual de orden ortográfico y tipográfico.

En concreto, en este estudio se acude al ejercicio de la collatio para identificar y seleccionar todas las inconsistencias o variantes existentes entre los testimonios hallados de la obra El Zarco de Tomás Carrasquilla. Se seleccionaron las seis ediciones existentes de la novela para este ejercicio, porque en el estudio preliminar de cotejo externo se pudo determinar diferencias importantes entre ellas, con lo cual un cotejo con todos los testimonios de la obra garantizaría resultados más fidedignos para la fijación textual. Se debe anotar que se excluyó para este ejercicio el fragmento de la novela publicado en Sábado, Revista Semanal por su condición de incompleto y, además, como se vio antes, porque es fiel copia de una de las entregas de la novela que por la misma época publicaba el periódico El Espectador en Medellín.

En la siguiente tabla (Tabla 3) se presentan los testimonios que serán objeto de estudio del cotejo, con su respectiva edición, editorial, ciudad y año de publicación, número de páginas de la novela, colección y siglación, para una posterior sistematización de los resultados arrojados en este ejercicio de collatio.

Tabla 3 Testimonios para la collatio de El Zarco. 

Edición Sigla Editorial Ciudad Año Páginas Colecciones
Primera A El Espectador Medellín 1922 No aplica Folletines de El Espectador
Segunda B Ediciones Colombia Bogotá 1925 5-216
Tercera C EPESA Madrid 1952 1405-1514
Cuarta D Bedout Medellín 1958 429-506 Edición Primer Centenario
Quinta E Universidad Pontificia Bolivariana Medellín 1995 103-262 Narrativa antioqueña
Sexta F Universidad de Antioquia Medellín 2008 793-888

Fuente: elaboración propia.

Como se observa, a cada testimonio de la obra objeto de estudio le corresponde una sigla, siguiendo las recomendaciones de Alberto Blecua en su clásico Manual de crítica textual de 1980, y ratificado en Estudios de crítica textual de 2012, en donde recomienda la clasificación de testimonios siguiendo la nomenclatura de mayúsculas para testimonios conservados y minúsculas para los que se han extraviado en la historia de transmisión textual (pp. 61-62).7 En este sentido, se denomina como A la primera edición de El Espectador de 1922; B, a la segunda de Ediciones Colombia de 1925; C, a la edición de EPESA de 1952; D, a la cuarta edición de Bedout de 1958; E, a la edición de la Universidad Pontificia Bolivariana y como F, a la sexta y última edición de la novela realizada por la Universidad de Antioquia en 2008.

Para la sistematización del ejercicio de la collatio se ha diseñado un modelo de tabla de cotejo con el cual es posible identificar todos los cambios ocurridos en los distintos testimonios de El Zarco desde su primera edición o texto base de 1922, hasta el último publicado en 2008. Este modelo de tabla contiene información básica para la identificación de las alteraciones o variantes entre los seis testimonios; en este sentido, más adelante se presenta la Tabla 4, en la que se observa el modelo de cuadro de cotejo para el ejercicio de la collatio de los seis testimonios de El Zarco.

En cada columna de la tabla se registran los datos solicitados que, en este caso en particular, se refieren a la página y línea donde se halla la variante, el caso o situación de alteración en los seis testimonio (representando con su respectiva sigla), el tipo de variante (de acuerdo a las cuatro categorías modificativas aristotélicas), el tipo de categoría (de acuerdo al nivel del lenguaje u otra situación textual), la descripción de cada variante según la situación textual del testimonio y la respectiva siglación para determinar la relación o filiación “estemática” de cada testimonio.

Dado el objetivo del presente artículo, no es posible presentar aquí los resultados del cotejo ni menos su análisis filológico, no solo por las numerosas páginas que representaría, sino también por la complejidad de registrar la infinidad de situaciones textuales que han alterado el texto base en sus casi cien años de historia de transmisión, así como su debido análisis e interpretación textual de corte filológico.

4. Consideraciones finales

Este último momento, o fase de la recensio, tiene como finalidad analizar de manera cuidadosa y detallada los resultados del estudio del cotejo. Alberto Bernabé (2010) plantea que “Terminada la collatio, es el momento de determinar las relaciones entre los manuscritos o ediciones. Y es este problema uno de los más debatidos de la crítica” (p. 50). En palabras de Bernabé (2010), aquí lo más importante será la identificación de las relaciones entre los testimonios para la elección de la lectura más correcta para la constitutio textus o fijación textual de la obra (p. 51). En síntesis, con esta última fase se espera poder identificar todas las inconsistencias acumuladas en los testimonios, estudiar las lecciones o variantes que afectan el texto base, determinar su naturaleza y filiación, para finalmente establecer la constitutio textus, último momento del estudio filológico de la obra, con el cual se aspira a restituir el texto lo más cercano al original creado por el autor.

Para finalizar, se debe reiterar que el estudio de los resultados de la collatio permitirá, como se vio antes, establecer el texto base de la fijación de la obra en edición crítica que, para el caso de El Zarco, coincide hasta el momento con el texto base del estudio del cotejo, esto es, el primer testimonio de la obra publicado por el periódico El Espectador en 1922. El estudio comparativo de este texto mediante el cotejo permitió establecer relaciones y diferencias con los otros cinco testimonios de la obra de Carrasquilla. Este estudio, como plantea Pérez-Priego (2011), es complejo pero definitivo para la constitutio textus, porque:

Éste de las variantes es, pues, el territorio de las dificultades, el más propio de la crítica textual y del filólogo, que es quien tiene que poner orden en ese cúmulo de errores y variantes, discernir una de otros y, a partir de ahí, restituir el texto auténtico del autor. Errores y variantes se detectan comparando entre sí los testimonios recogidos y estudiados. (p. 16)

Tabla 4 Modelo de tabla de cotejo. 

Página Línea 1.a edición Editorial y año (A) Página Línea 2.a edición Editorial y año (B) Tipo de variante Tipo de categoría Descripción de variante Siglación

Fuente: elaboración propia.

Llegar a la constitutio textus de la novela El Zarco es el propósito de la investigación en curso, de tal forma que se pueda contar con una nueva edición de la obra en versión crítica, inexistente a la fecha, y de esta forma conservar la integridad del texto primigenio.

De acuerdo con lo dicho, la elaboración de la edición crítica de esta importante novela del escritor colombiano Tomás Carrasquilla permitirá la posibilidad de una publicación que enmiende las deficiencias halladas en el estudio de la collatio, con el objetivo de restituir la obra en su sentido originario, o más próximo al estilo y propuesta estética del escritor.

Referencias

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1Giuseppe Tavani (2005) plantea que la recensio, como primera operación ecdótica para la restitución del texto original, debe contemplar la individuación y discriminación de los testimonios para repartirlos en tres grupos: “el primero estará formado por el material útil a la fijación crítica del texto (textual), el segundo por los materiales pretextuales, el tercero por la documentación accesoria (o paratextual)” (p. 261). Por otro lado, se debe recordar que uno de los principales obstáculos para la realización de ediciones críticas de textos de la tradición textual medieval era la ausencia de documentación pretextual y material paratextual, lo que originaba restauraciones un poco inseguras e hipotéticas. Esta situación de ausencia de documentación no ocurre con los textos contemporáneos, y en este caso concreto con la obra de Carrasquilla, debido a la presencia de dichos materiales y de otros relacionados con su recepción y su contexto, lo que conlleva restauraciones más sólidas y fidedignas, si se llevan a cabo sobre la base de principios ecdóticos.

2Las cuales corresponden a Por AGUAS y pedrejones, Por cumbres y CAÑADAS y Del CAMPO A LA CIUDAD.

3Al respecto, se recomiendan su textos “Benigno A. Gutiérrez (1889-1957) compilador y difusor del folclor y de la literatura antioqueña” y “Las obras completas de Tomás Carrasquilla” publicados en la REVISTA UNIVERSIDAD de ANTIOQUIA.

4Los estudios referenciados son VIDA y OBRAS de Tomás CARRASQUILLA de 1958 y Mi DEUDA con ANTIOQUIA de 1995

5El martes 22 de marzo de 1887, en el inicio de la hegemonía política conservadora en el país, surge el primer número de El ESPECTADOR, con un tamaño de un cuarto de pliego en sus cuatro páginas. Tuvo inicialmente una circulación de martes y viernes por suscripción, y su espíritu se fundamentaba en “trabajar en bien de la patria con criterio liberal y en bien de los principios liberales con criterio patriótico” (Cano, s. f. p. 1). Se debe decir finalmente que la historia de este importante periódico nacional está llena de censuras y revuelos políticos durante sus primeras décadas, debido fundamentalmente a las medidas contra la libertad de prensa implantadas por las políticas de La Regeneración desde el 4 de agosto de 1886 y durante otros momentos del periodo político de hegemonía conservadora en Colombia.

6Se debe mencionar que es precisamente este importante médico y escritor antioqueño el que generó la polémica en 1905 con la publicación de su novela HIJA Espiritual, la cual recrea un acontecimiento de la faceta de maestra de la única santa colombiana (Laura Montoya Upegui). En la novela acusa a la santa de haber aconsejado a una de sus alumnas, Eva Castro, para que suspendiera su boda, lo cual se atribuyó a las ideas que había adquirido en la clase de religión, por influjo de la directora sobre la joven. Los chismes y las maledicencias hicieron que los sectores civiles y clericales de Medellín ejercieran el total ostracismo sobre Laura, negándole la obtención de comida y calumniándola hasta el punto que intentaron darle muerte.

7Para ampliar esta clasificación de testimonios es importante recordar lo que Blecua (1980) propone para la construcción gráfica de la filiación entre los testimonios, ya que para el filólogo español es importante distinguir los términos ORIGINAL, ARQUETIPO y SUBARQUEtipo. Por original se entiende el códice o impreso conservado O, o perdido [O]. Por arquetipo se alude a un códice o impreso conservado (A, B, C), o perdido (X) que transmite errores comunes a todos los testimonios. Por subarquetipo se entiende el manuscrito o impreso conservado (A, B, C) o perdido (x, b, y), que transmite errores a algunos testimonios (p. 61).

*El presente texto es resultado final del proyecto de investigación número 2015-3604 “Estudio previo y edición crítica de la narrativa breve de Tomás Carrasquilla”, financiado por el Comité para el Desarrollo de la Investigación (CODI) de la Universidad de Antioquia, y contó con el apoyo del programa de Estrategia de Sostenibilidad 2018-2019 del grupo GEL, otorgado por la Vicerrectoría de Investigación de la Universidad de Antioquia. UdeA, Calle 70 N.o 52 - 21, Medellín - Colombia.

**Cómo citar este artículo: Carvajal, Edwin (2020). Edición de publicaciones. Estudio de la recensio en la novela El Zarco de Tomás Carrasquilla. Revista Interamericana de Bibliotecología, 43(2), eI7. https://doi.org/10.17533/udea.rib.v43n2eI7

Recibido: 05 de Mayo de 2019; Aprobado: 16 de Marzo de 2020

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