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Escritos

versión impresa ISSN 0120-1263

Escritos - Fac. Filos. Let. Univ. Pontif. Bolivar. vol.22 no.49 Bogotá jul./dic. 2014

 

Mi credo pedagógico: una aproximación a la filosofía educativa en el primer dewey

My pedagogic creed: an approach to the early john dewey's philosophy of education

Meu credo pedagógico: uma aproximação à filosofia educativa no primeiro dewey

Carlos Manuel Montenegro Ortiz*

* Magíster en Educación (2006) y licenciado en Educación Básica, área Educación Artística (2003). Candidato a doctor en Educación (2011) por la Universidad Santo Tomás (Bogotá, Colombia). El artículo es producto del proyecto de investigación doctoral "Análisis de los conceptos de arte y educación desde la experiencia en John Dewey", línea de investigación: "Educación, derechos humanos, política y ciudadanía". Correo electrónico: carlitosmanuel2@yahoo.com.

Artículo recibido el 13 de abril de 2014 y aprobado para su publicación el 1 de julio de 2014.


RESUMEN

En Mi credo pedagógico, ensayo publicado por primera vez en enero de 1897, John Dewey plasmaría aquellas ideas que más adelante, y con gran amplitud, desarrollaría a lo largo de su vida profesional. De corta extensión, pero con una alta carga temática, este "credo" proporciona las ideas que sobre educación, psicología, filosofía y democracia, dejara el célebre pragmatista norteamericano. Es interesante entonces, mediante un análisis de texto (hermenéutica), interpretar los mensajes enviados por Dewey en materia de Educación hace más de cien años, para lo cual ha sido pertinente retomar algunas ideas plasmadas por el filósofo y educador norteamericano en su credo y en algunos trabajos de su primer momento académico comprendido entre 1882 y 1898.

Palabras clave: Filosofía de la educación, Sociedad, Niñez, Democracia, Pedagogía.


ABSTRACT

My Pedagogic Creed, an essay first published in January 1897 by John Dewey, exhibits the ideas that later its writer will develop in his professional career. Being short in extension but with a significant thematic development, this "creed" provides the ideas about education, psychology, philosophy and democracy that the renowned American pragmatist had. The following paper aims to interpret the teachings left by Dewey over a hundred years about Education through a (hermeneutic) analysis of the text. Therefore, it studies some of the ideas presented by the American philosopher in his Creed and in some of his early academic works (1882-1898).

Key Words: Philosophy of Education, Society, Childhood, Democracy, Pedagogy.


RESUMO

Em Meu credo pedagógico, ensaio publicado pela primeira vez em janeiro de 1897, John Dewey plasmaria aquelas ideias que mais adiante, e com grande amplitude, desenvolveria ao longo de sua vida profissional. De curta extensão, mas com um alto peso temático, este "credo" proporciona as ideias que sobre educação, psicologia, filosofia e democracia deixara o célebre pragmatista norte-americano. É interessante, então, mediante uma análise de texto (hermenêutica), interpretar as mensagens enviadas por Dewey em matéria de Educação, há mais de cem anos, e para isso foi oportuno retomar algumas ideias forjadas pelo filósofo e educador norte-americano em seu credo e em alguns trabalhos de seu primeiro momento acadêmico, compreendido entre 1882 e 1898.

Palavras-chave: Filosofia da educação, Sociedade, Infância, Democracia, Pedagogia.


Hombres, sed humanos; es vuestro primer deber; sedlo en todas las circunstancias, en todas las edades y por todo lo que no le es extraño al hombre. ¿Qué sabiduría tendréis fuera de la humanidad? Amad la infancia; favoreced sus juegos, sus deleites y su amable instinto (Rousseau 35)

Introducción

A finales del siglo XIX, se solicita a John Dewey, entonces docente de la Universidad de Chicago, que escriba y publique sus principales creencias -o profundas convicciones-sobre la educación. Paralelamente a una naciente revolución industrial en la que la educación tradicional comienza a figurar fuera de contexto, Dewey publica "Mi credo pedagógico", ensayo que se hace popular y que dará fundamento a posteriores obras, importantes no solo en materia de pedagogía, sino también de psicología y filosofía.

Este credo, como su nombre lo indica, expone en tono afirmativo (mediante frases del tipo "yo creo que...") las más sinceras convicciones del autor en términos de educación, escuela, pedagogía y democracia, entre otros aspectos. Dichas afirmaciones o conclusiones, que serán la materia prima de la siguiente reflexión, aparecen seguidas y explicadas brevemente a lo largo del presente escrito a través de cinco temáticas, las cuales, en su respectivo orden, hacen referencia a los cinco artículos del mencionado credo: la educación, la escuela, el currículo, las materias, los métodos y, el progreso social, producto de la misma escuela.1 Aunque, estrictamente hablando, pueda asimilarse como un artículo educativo o filosófico, las siguientes líneas pretenden mostrar de manera implícita, un punto de equilibrio entre "Dewey el filósofo" y "Dewey el educador", por ahora, a partir de sus primeros escritos. Es por ello que a continuación serán desglosadas algunas ideas valiosas en materia de educación, desde la perspectiva del temprano pensamiento deweyano.

Eventualmente, se buscará complemento a partir de otras obras o ensayos de Dewey, escritos también durante su primer período (The early Works 1882-1898) y, si ello lo amerita, a partir de obras posteriores; no obstante, se aclara que el análisis principal girará en torno a Mi credo pedagógico (My pedagogic creed). Para dar organización a la reflexión, los comentarios serán intercalados a medida que se citan textualmente algunas de las principales "creencias" del autor, las cuales se llevarán en el orden de sus respectivos artículos.

Desarrollo

La educación

"Creo que toda educación procede por la participación del individuo en la conciencia social de la raza [...] el conocimiento de las condiciones sociales del estado de civilización presente, es necesario para poder interpretar apropiadamente las potencialidades del niño"2 (Dewey, My pedagogic 84-85). Es claro para Dewey que no habría educación si no hubiera civilización, en tanto que, esta última es base principal de la primera. Desde el nacimiento, un individuo jamás estará aislado de la sociedad o de su legado cultural, pues, desde ese mismo instante, ya existe una primera relación: la relación familiar madre-hijo, como aporte valioso al origen de las relaciones sociales.

En este sentido, y como preámbulo al presente análisis, se puede afirmar que al hablar de educación no se puede desconocer el aspecto social de la misma: la relación individuo-civilización. Por ello, según Dewey, "la única y verdadera educación llega a través de la estimulación de las potencialidades del niño, por las demandas de las situaciones sociales en las que él mismo se encuentre"3 (My pedagogic 84).

"Creo que este proceso educativo se da en dos vías: una psicológica y otra social; y que ninguna puede subordinarse a la otra o ser descuidada sin llegar a pésimas consecuencias..."4 (Dewey, My pedagogic, 85). Considerado el aspecto social como condición sine qua non del proceso educativo, se ubica en un mismo orden de importancia, el aspecto psicológico (lo individual) o, en palabras de Dewey, "[...] el aspecto básico [...] las propias capacidades e instintos del niño"5 (My pedagogic 85). Este último es tal vez el ideal por el que más lucha el pensador norteamericano durante su primera etapa académica; sin embargo, de allí se teje la base social, que luego evoluciona hacia el concepto de democracia y que luego, a través de los años, sustenta toda su teoría educativa activa basada en la experiencia.

Llama la atención, por otra parte, la forma en que el autor decanta su filosofía pragmatista (teleológica) en el campo educativo, dando paso a aquella pedagogía "activa" y a una propuesta curricular más enfocada hacia el progreso industrial (no se debe perder de vista el aspecto histórico; a finales del siglo XIX se solidificaba la llamada "revolución industrial" en los Estados Unidos de América):

Para saber lo que una capacidad es en realidad, debemos saber cuál es su fin, su uso o su función. Y esto no lo sabremos con seguridad, hasta tanto no podamos concebir al individuo como sujeto activo en las relaciones sociales. Pero, por otra parte, el único ajuste posible que podemos dar al niño bajo condiciones previas, es el que surja de ponerle en plena posesión de todas sus capacidades. Con el advenimiento de la democracia y de las modernas condiciones industriales, es imposible predecir de forma definitiva, lo que será la civilización en unos 20 años. De aquí que, sea imposible preparar al niño para cualquier serie precisa de condiciones6. (Dewey, My pedagogic 86)

Mediante esta afirmación no sólo se ratifican las dos vías, psicológica y sociológica, sino que se le atribuye al individuo una forma de introducirse en calidad de servicio a la sociedad, lo que reafirma un pensamiento utilitarista.

Para Dewey, el concepto darwiniano de evolución tomaba fuerza en gran parte de sus postulados (The Influence 41). Términos como organismo, orgánico, naturaleza, etc., tomados frecuentemente de las ciencias biológicas, son frecuentes en gran parte de su obra (Syllabus 379, Experience 79, Democracy 98-99). Por ello, afirma que "el individuo que ha de ser educado, es un individuo social y que, la sociedad, es una unión orgánica de individuos"7 (Dewey, My pedagogic 86). Habría aquí relación directa con el concepto de naturaleza, la cual fue considerada el escenario de acción del individuo y, por tanto, de todas sus vivencias y experiencias (Democracy 219).

La escuela

"Creo que la escuela es en primera instancia una institución social"8 (Dewey, "My pedgogic" 86). Es lo que se esperaría de la escuela si el proceso educativo también es de carácter social. Por lo tanto, añade Dewey en el popular ensayo, que "la escuela como institución, debería simplificar la vida social existente; debería reducirla, como si lo fuera, a una forma embrionaria"9 (My pedagogic 87). Contrario a lo que en la contemporaneidad se conoce como escuela, esta debería ser algo parecido a un campo de práctica o entrenamiento -por así decirlo- para la vida futura en sociedad. La escuela debe alejarse de lo que John Dewey llamó despectivamente, refiriéndose al concepto de escuela tradicional, una "pequeña prisión"10 (Schools 223).

Aunque pueda parecer utópico, las relaciones sociales entre educandos al interior de la escuela, con los riesgos que estas presenten, deben permitirles a los mismos la experiencia del amor, la amistad, el afecto, el respeto, etc.; riesgos, en tanto que, algunas situaciones actuales de tipo negativo, como la violencia escolar, la drogadicción y el pandillismo, entre otros, irrumpen constantemente en la vida del escolar contemporáneo. La escuela, por lo tanto, deberá adaptarse a esta forma que Dewey ha llamado "embrionaria" y a partir de ella, sea bien por implicaciones positivas o por aquellas negativas, ésta deberá permitirle al educando la capacidad de sopesar un sinnúmero de variables en el camino hacia su formación.

Para Dewey, el nexo curricular existente entre escuela y hogar es también de vital importancia, dándole peso al rol que juega la familia en la vida académica del estudiante. La familia es el espacio donde el niño recibe sus principios morales más tempranos, los cuales, deberán ser pulidos en el colegio. En palabras de Dewey, la escuela "es también una necesidad social porque el hogar es una forma de vida social en la cual el niño ha sido alimentado y en conexión con la cual ha tenido su entrenamiento moral"11 (My pedagogic 87). De aquí que, dicha institución deba perpetuar y mejorar todo cuanto el niño ha aprendido en su entorno familiar.

Por otra parte, la lucha de Dewey en contra del currículo de su tiempo, emerge de la inconformidad que sentía al ver que la escuela no cumplía su papel de generar "vida en comunidad", sino que se convertía simplemente en un lugar especializado para recibir información e instrucción: "Creo que en gran parte la educación actual falla porque descuida el principio fundamental de escuela como forma de vida en comunidad. Ella, concibe la escuela como el lugar donde será dada cierta información, donde ciertas lecciones deben ser aprendidas o, donde ciertos hábitos habrán de ser formados"12 (My pedagogic 88).

Las materias

En este punto, Dewey profundiza sobre el tema del currículo. Resalta su inconformidad por uno que hasta el momento (finales del siglo XIX) se centraba en los contenidos (en las asignaturas) más que en la verdadera realidad social del niño:

Creo que violentamos la naturaleza del niño y hacemos difíciles los mejores resultados éticos al introducir muy abruptamente al niño en una cantidad de estudios especiales como la lectura, la escritura, la geografía, etc., lejos de su relación con la vida social. Creo por lo tanto que el verdadero centro de correlación de las materias escolares no es ni las ciencias, ni la literatura, ni la historia, ni la geografía sino las actividades sociales propias del niño13. (My pedagogic 89)

Dewey insiste entonces en que el peso individual (lo psicológico) que se atribuye al currículo es importante, siempre y cuando ello se enfoque hacia los aspectos de la vida social del niño (The psychological 167). Desde el punto de vista de un currículo más activo para la escuela y como ejemplos de lo que se debería plantear en las respectivas asignaturas dentro del mismo, el filósofo y educador norteamericano define la literatura como expresión refleja e interpretación de la experiencia social; la historia, como una sucesión de fases del crecimiento y la vida social; el lenguaje, como una herramienta, medio o instrumento para la comunicación y, la ciencia, como la capacidad para interpretar y controlar la experiencia ya adquirida (Dewey, My pedagogic, 90). Asimismo, se opone al tratamiento que se le da en la escuela a algunas actividades tales como la cocina, la costura y el trabajo manual entre otras, en tanto que han sido siempre consideradas como materias relacionadas con el ocio y la recreación, o como vocacionales14 (My pedagogic 90).

Favoreciendo una visión "progresista", Dewey no duda en rechazar con vehemencia el currículo como una simple "sucesión de estudios". Lo que quedaba como legado de un proceso educativo tradicional, rígido y memorístico:

Creo, por lo tanto, que no hay una sucesión de estudios en el currículo escolar ideal. Si la educación es vida, toda vida, vista desde afuera, tiene un aspecto científico; un aspecto de arte y de cultura, y un aspecto de comunicación. No puede ser verdad, por lo tanto, que los estudios adecuados para un grado sean simplemente lectura y escritura y que, en un grado superior, se introduzcan las ciencias o la literatura. El progreso no está en la sucesión de los estudios sino en el desarrollo de nuevas actitudes e intereses enfocados hacia la experiencia, y dentro de ella15. (My pedagogic 91)

De hecho, en sus obras más tardías, es posible corroborar que Dewey no se retracta de sus más tempranas convicciones. Siempre continuará siendo clara la postura frente a una separación entre educación tradicional, es decir, una educación basada en el castigo o la rectitud y, una nueva educación más "progresista" (Schools 52); esto es, un proceso basado en la libertad y en los propios intereses del educando (Experience & 17- 23).

El método

Son cuatro, según Dewey, los aspectos fundamentales del deber ser en términos de método:

  1. "Creo que el aspecto activo precede al pasivo en el desarrollo de la naturaleza del niño" (Dewey, My pedagogic 91).
    El niño es, en esencia, movimiento. Antes de cualquier acción consiente hay un impulso, una acción. Es decir que la "expresión" viene antes de la "impresión". Este principio, originado de sus planteamientos en psicología, parece ser parte del fundamento, de aquello que el autor plasmara en su ensayo El concepto de arco reflejo en psicología (publicado por primera vez en 1896) y consiste básicamente, en una crítica al problema de considerarlo como unidad de comportamiento con relación a los estímulos sensoriales y sus respuestas motoras (Dewey, "The reflex" 96-111). De aquí que, años más tarde, en su segundo momento histórico 1899-1924 y viendo la importancia de la relación acción-experiencia, Dewey se hubiese referido a la expresión "aprender haciendo" (learning by doing) (Schools 45).

  2. "Creo que la imagen es el gran instrumento de instrucción" (Dewey "My pedagogic" 92).
    Es indiscutible ver un siglo después, que la "imagen" como estrategia didáctica sigue vigente. Prueba de ello el éxito de la tecnología multimedia, la Internet, la televisión y los juegos de video, entre otras "maravillas modernas", en la tarea de captar la atención prolongada de los educandos. Por lo tanto, independientemente del uso negativo o positivo que se le dé a la imagen, ésta no debe ser excluida del método.

  3. "Creo que los intereses son las señales y los síntomas de las capacidades en crecimiento" (Dewey, My pedagogic 92).
    En este sentido es labor del maestro observar dichos intereses ya que, de ellos dependerá en gran medida la adecuada planeación curricular. Es clara la influencia de Rousseau, en cuanto las etapas de desarrollo que atraviesa el niño a lo largo de su vida y cómo estas influyen de manera relevante en su desarrollo. Idea ampliada más adelante por el psicólogo suizo Jean Piaget.

  4. "Creo que las emociones son el reflejo de los actos" (Dewey, "My pedagogic" 93).
    Para Dewey, bastará con formar hábitos de acción y pensamiento con referencia a lo bueno, a lo verdadero y a lo bello para que las emociones se cuiden en su mayor parte de sí mismas (My pedagogic 93). El juego, con intención pedagógica, es decir, guiada en principio por el maestro, será para el niño un medio de acceso al conocimiento en dicho sentido; desde esta perspectiva el niño podrá recrear situaciones de la vida real16 (Dewey, "Democracy" 169).

Escuela y progreso social

Tal como afirma Bernstein, "Dewey no fue ni temperamental ni filosóficamente un revolucionario, sino un reformador" (75). De hecho, existía la idea -hasta entonces- de crear una Escuela Laboratorio donde más adelante podría llevar a cabo prácticas de una educación "progresista" que se centrara en su propuesta (Dewey, "Schools" 52-54); educación enfocada hacia un programa de reforma práctica que tenía su fin a la vista en la promoción de una comunidad industrial y democrática (Bernstein 76).

"Creo que, la educación es el método fundamental de progreso y reforma social [...] Creo que la educación es la regulación del proceso de llegar a compartir en la consciencia social; y que la adaptación de la actividad individual, sobre la base de esta consciencia social es el único método seguro de reconstrucción social"17 (Dewey, My pedagogic 93). Es este uno de los principios que, además de dar fe de la mentalidad progresista de John Dewey, demuestra y resume una vez más su amplia preparación como educador (educación como método), psicólogo (actividad individual) y filósofo (consciencia -filosofía- social).

Por otra parte, vale resaltar que uno de los grandes intereses de John Dewey durante su primera etapa académica se enfocó hacia los estudios feministas, especialmente relacionados con temas de salud (Health of women 64). Esto no sería fortuito ya que a finales del siglo XIX crecía la fuerza de la mujer por su liberación dentro de un medio netamente machista. A lo largo de su vida académica y luego de varios estudios en materia de salud de la mujer norteamericana, realizados durante la penúltima década del siglo XIX, concluía Dewey mediante una actitud contestataria frente a la educación tradicional de su país, que la educación secundaria preparaba a las mujeres con el único objetivo de ser "esposas y madres"18 ("Health and sex" 74).

Por último, es claro ver también la pasión, el lugar y la importancia que Dewey dio a las esferas del arte y la ciencia. Pero en realidad, lo valioso de la siguiente cita es la metáfora, con la cual compara la educación con el arte y la ciencia, perteneciendo, esta última, a ambas esferas:

Creo que la educación, así vista, marca la más perfecta e íntima unión entre ciencia y arte nunca antes concebida en la experiencia humana [...] el arte de dar así forma a las capacidades humanas y de adaptarlas al servicio de la sociedad, es el arte supremo; arte que, llama para su servicio a los mejores artistas, en el cual, ninguna perspicacia, simpatía, tacto o capacidad ejecutiva, es demasiado grande para dicho servicio [...] Creo que, cuando ciencia y arte unen así sus manos, será alcanzado el motivo más decisivo de la acción humana19. (My pedagogic 94-95)

Conclusiones

Independientemente del carácter contextual que se pueda dar al pensamiento educativo de John Dewey en una determinada cultura o región, es menester rescatar aquellos mensajes de tipo "universal" enviados por el filósofo y pedagogo norteamericano a través de la distancia y de la historia. Bien sea porque se haga Filosofía o porque se conceptualice desde el campo de la Educación, los principios de la filosofía educativa en el primer Dewey se encuentran muy bien sintetizados en su popular ensayo Mi credo pedagógico.

Sin desconocer los avances tecnológicos de la segunda década del siglo XXI, es importante reconocer que a través del tiempo -aproximadamente un siglo, ya- se mantiene vigente la teoría deweyana de la Educación. Por lo tanto, traer a la escena actual a un pensador de un siglo atrás, resulta útil como soporte a las actuales generaciones y comunidades académicas. En este orden de ideas, los principios de la filosofía de la educación planteados por Dewey durante su primera etapa académica, se pueden resumir de la siguiente manera:

  1. Toda Educación debe contemplar de forma balanceada, dos aspectos fundamentales: el aspecto individual (psicológico) y el aspecto social del niño. Tanto el uno como el otro dependen de sí y por ello no se debe prescindir de ninguno.

  2. Todo sistema educativo debe adaptarse a las exigencias históricas, económicas, políticas, y sociales de la región o del país en el que se aplique. En otras palabras, la Educación debe ser contextualizada culturalmente.

  3. Toda educación debe adaptarse a cada institución escolar y, por lo tanto, tiene que generar soluciones de forma autónoma, a los problemas y conflictos presentados dentro de la misma. Ello es sinónimo de una educación basada en la democracia y la participación.

  4. Para Dewey el proceso educativo y la escuela tienen que adaptarse a las necesidades del educando; y no, como sucedía hace un siglo o en muchos casos de la contemporaneidad, en los que paradójicamente es él -el estudiante- quien se adapta a ella.

  5. La Educación tendría que evolucionar desde un rol pasivo, a uno mucho más activo, en tanto que, esta debe partir del conocimiento de los ciclos del desarrollo del niño, los cuales, en sus primeras etapas, están estrechamente relacionados con los impulsos y el movimiento. Dicho de otro modo, la educación debe girar en torno a los genuinos intereses del niño.

  6. Una educación progresista hoy, debe generar posibilidades de "reforma social", sea cual fuere el país o región en el que exista un determinado sistema educativo.

  7. Tanto los métodos, como los currículos y las diversas materias, deberían contemplar una cultura democrática y autosuficiente, que replique la vida política de una sociedad en la escuela. La escuela no puede abandonar la idea de convertirse en una réplica de la sociedad, como afirmaría Dewey, de una forma "embrionaria". La escuela, como se ha dicho ya, debe ser un espacio de práctica social, en la que el educando se prepare para la vida adulta en comunidad.


Pie de página

1 Artículo uno. Lo que es la educación (What Education is); artículo dos. Lo que es la escuela (What School is); artículo tres. Las materias de la educación (The Subject-Matter of Education); artículo cuatro. La naturaleza del método (The Nature of Method); artículo cinco. La escuela y el progreso social (The School and the Social Progress).

2 Original en Inglés: I believe that all education proceeds by the participation of the individual in the social cosciousness of the race...

3 Original en Inglés: the only true education comes through the stimulation of the child's powers by the demands of the social situations in which he finds himself.

4 Original en Inglés: I believe that this educational process has two sides -one psychological and one sociological; and that neither can be subordinated to the other or neglected to without evil results following.

5 Original en Inglés: ...the psychological is the basis. The child's own instincts and powers...

6 Original en Inglés: ... In order to know what a power really is we must know what its end, use, or function is; and this we cannot know save as we conceive of the individual as active in social relationships. But, on the other hand, the only possible adjustment which we can give to the child under existing conditions is that which arises through putting him in complete possession of all his powers. With the advent of democracy and modern industrial conditions, it is impossible to foretell definitely just what civilization will be twenty years from now. Hence it is impossible to prepare the child for any precise set of conditions.

7 Original en Inglés: the individual who is to be educated is a social individual and that society is an organic union of individuals.

8 Original en Inglés: I believe that the school is primarily a social institution.

9 Original en Inglés: ...the school, as an institution, should simplify existing social life; should reduce it, as it were, to an embryonic form.

10 Original en Inglés: little prison.

11 Original en Inglés: it is also a social necessity because the home is the form of social life in which the child has been nurtured and in connection with which he has had his moral training.

12 Original en Inglés: I believe that much of present education fails because it neglects this fundamental principle of the school as a form of community life. It conceives the school as a place where certain information is to be given, where certain lessons are to be learned, or where certain habits are to be formed.

13 Original en Inglés: I believe that we violate the child's nature and render difficult the best ethical results, by introducing the child too abruptly to a number of special studies, of reading, writing, geography, etc., out of relation to this social life. I believe, therefore, that the true centre of correlation of the school subjects is not science, nor literature, nor history, nor geography, but the child's own social activities.

14 Mal llamadas coloquialmente, "costuras".

15 Original en inglés: I believe that there is, therefore, no succession of studies in the ideal school curriculum. If education is life, all life has, from the outset, a scientific aspect; an aspect of art and culture and an aspect of communication. It cannot, therefore, be true that the proper studies for one grade are mere reading and writing, and that at a later grade, reading, or literature, or science, may be introduced. The progress is not in the succession of studies but in the development of new attitudes towards, and new interests in, experience.

16 Ello, desde el punto de vista de los juegos de roles en los que los niños representan personajes de la vida real, fijan reglas y las cumplen, diseñan actividades propias, etc.

17 Original en Inglés: I believe that education is the fundamental method of social progress and reform [...]I believe that education is a regulation of the process of coming to share in the social consciousness; and that the adjustment of individual activity on the basis of this social consciousness is the only sure method of social reconstruction.

18 Original en Inglés: wives and mothers.

19 Original en Inglés: I believe that education thus conceived marks the most perfect and intimate union of science and art conceivable in human experience [...] the art of thus giving shape to human powers and adapting them to social service, is the supreme art; one calling into its service the best of artists; that no insight, sympathy, tact, executive power is too great for such service [...] I believe that when science and art thus join hands the most commanding motive for human action will be reached.


Lista de referencias

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