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Cuestiones Teológicas

versão impressa ISSN 0120-131X

Cuest. teol. vol.38 no.89 Bogotá jan./jul. 2011

 

LA BÚSQUEDA DE DIOS. TEOLOGÍA ESPIRITUAL EN EL DISCURSO DEL PAPA BENEDICTO XVI EN EL COLLÈGE DES BERNARDINS EN PARÍS

The Search for God Spiritual theology in Benedict XVI speech to the Bernardines' Collège in Paris

Juan David Quintero Molina*


* Teólogo por la Universidad Pontificia Bolivariana, estudios teológicos en el Instituto Teológico de París. Roma.
Correo electrónico: judaqm@hotmail.com

Artículo recibido el 10 de diciembre de 2010 y aprobado para su publicación el 21 de abril de 2011.


Resumen

El presente texto es un análisis del discurso que el Papa Benedicto XVI pronunció el 12 de septiembre de 2008 en París, en el auditorio del que fuera el monasterio de los Bernardinos. Tras presentar el contexto del discurso, se hacen luego tres análisis: el primero, un análisis cristológico y antropológico. El segundo, una interpretación litúrgica y pneumatológica, y el tercero, unas ideas para comprender mejor la propuesta espiritual que encierra el discurso. Al final se presentan tres testimonios de diferentes personas que asistieron a dicho discurso. La intención esencial es mostrar la búsqueda de Dios, como una búsqueda que es común a todos los seres humanos, en la que el aporte del cristianismo no es la elaboración de un discurso sobre esta búsqueda, sino el testimonio de hombres y mujeres que han encontrado un Dios que se hace cercano.

Palabras clave: Benedicto XVI, Teología, Cristología, Liturgia, Teología espiritual.


Abstract

This text is an analysis of the speech given by Pope Benedict XVI in September 12, 2008 in Paris, in the auditorium which belonged once to the monastery of the Bernardines. After giving the contents of the speech, the author presents three analyses: the first is christological and anthropological; the second is a liturgical and pneumatological interpretation; and the third bears some ideas to understand better the spiritual proposal concealed in the speech. At the end, there are three witnesses given by those present at the event. The main purpose is to show the search for God as a search that is common to all human beings, where the contribution given by christianity is not an elaborated discourse on that search but the testimony of men and women who have met with a God very close to us.

Key words: Benedict XVI, Theology, Christology, Liturgy, Spiritual Theology.


CONTEXTO DE LA VISITA DEL PAPA

Esta visita se llevó a cabo el 12 de septiembre de 2008, para festejar el jubileo de los 150 años de las apariciones de la Virgen María en Lourdes a Bernardette Soubirous. Gracias a esta ocasión, el Papa viaja a Lourdes en el mes de septiembre, pero antes de pasar por Lourdes, permanece durante dos días en París para la reinauguración del "Colegio de los bernardinos" y un encuentro con el mundo de la cultura.

Este lugar fue construido en el siglo XIII por Esteban de Lexington, abad de Claraval, como centro de estudios de los monjes cistercienses. En la época de la revolución francesa fue vendido para convertirlo en una prisión, y a finales del siglos pasado, el Arzobispo de París, el cardenal Lustiger, recuperó este lugar como un espacio para el diálogo entre creyentes y no creyentes. Para la reinauguración de este centro cultural se invitó al papa Benedicto XVI.

En un lugar tan emblemático y tan importante para la historia de la Iglesia en Francia, el Papa dirige un discurso al mundo de la cultura. Se da en el contexto del sínodo de los obispos sobre la palabra de Dios, que se inició un mes después en Roma.

Esto dos acontecimientos, la reinauguración de este lugar y el sínodo de los Obispos, permiten comprender el objetivo del discurso: el lugar que ocupa la palabra de Dios en la cultura.

El pensamiento teológico que se presenta a lo largo del discurso es el siguiente: Por medio del estudio y la meditación de la Palabra de Dios, se han dado grandes aportes a la cultura occidental y porque no, del mundo. Pero podríamos afirmarlo de otra forma: la Palabra de Dios no es enemiga de la cultura, al contrario la promueve. Esto se vislumbra de las distintas afirmaciones que el Papa realiza a lo largo de este discurso: la búsqueda de Dios es una búsqueda común a todos los seres humanos que encuentra su respuesta en la revelación de Jesucristo.

ANÁLISIS CRISTOLÓGICO Y ANTROPOLÓGICO

Antes del discurso, muchos esperaban que el Papa hablara sobre la relación entre la fe y la cultura contemporánea. Sin embargo, durante 45 minutos que duró este discurso, el Papa se inspira en una de las más grandes fuentes de sed en la existencia humana: la búsqueda de sentido.

El discurso comienza con la presentación de la vida de los monjes cistercienses, quienes se inspiraron en la famosa sentencia de la regla de San Benito, "Ora et Labora", llevan a cabo un gran aporte no sólo a la cultura europea, sino sobre todo a la historia de la humanidad. El Papa invita a observar estos monjes, no sólo como hombres del pasado, sino como ejemplo de la búsqueda espiritual del hombre a lo largo de toda la historia. Es allí donde comienza a cuestionar a la asamblea presente: "¿Es ésta una experiencia que representa todavía algo para nosotros, o nos encontramos sólo con un mundo ya pasado?" (Benedicto XVI, 2008).

Esta pregunta es muy interesante, pues en Europa actualmente, la pregunta por la vida espiritual se ha vuelto algo del fuero interno y muchas veces como algo anticuado. De hecho el cristianismo es visto como un hecho cultural del pasado, pero que no tienen ningún sentido para el mundo de hoy Al cristianismo se le agradece el gran avance a nivel de educación con las escuelas, las universidades, los monasterios que conservaron la cultura de occidente, pero al mismo tiempo se afirma que el cristianismo, junto con las otras religiones siempre han sido fuente de guerra y que hoy no tiene sentido ser creyente en medio de una institución que pertenece al pasado.

Sin embardo, a pesar de lo complejo del contexto, el Papa no cae en la trampa de entrar en una apología de la fe. Prefiere presentar el cristianismo no como una propuesta más, sino como la experiencia de seres humanos que se han dejado encontrar por Dios. Esta es la gran invitación del discurso: dejarse encontrar por Dios. Y para mostrar un ejemplo, comienza a hablar de la vida de los monjes cistercienses.

Para el Papa, estos monjes cistercienses no perdieron el tiempo en algo que no tiene sentido, al contrario, en medio de una época, donde nada parecía permanecer estable a causa de las continuas invasiones de oriente y más tarde las distintas epidemias que diezmaron a toda Europa, la búsqueda de sentido, fue la fuente de inspiración en sus vidas. Pero esta búsqueda de sentido no se dio en el vacío, se da más bien en el encuentro con la Palabra de Dios revelada en las sagradas Escrituras, es decir, en Jesucristo.

Este es el encuentro entre la antropología y la cristología: El hombre en búsqueda de sentido, lo encuentra en Jesucristo. Y este encuentro es válido para nuestro tiempo. Por eso al final de todo el discurso el Papa afirmará: "Lo que es la base de la cultura de Europa, la búsqueda de Dios y la disponibilidad para escucharle, sigue siendo aún hoy el fundamento de toda verdadera cultura" (Benedicto XVI, 2008)"

Por ejemplo, con los monjes aparece una visión muy interesante del trabajo. Los monjes trabajan, porque Dios trabaja en la creación de la humanidad. El hombre es un colaborador con el Creador, pero donde falta esta imagen del creador, "la formación del mundo puede fácilmente transformarse en su destrucción" (Benedicto XVI, 2008).

Las Sagradas Escrituras se presentan como un camino de acceso a Dios. De ahí que ella responde a una verdadera actitud filosófica: la búsqueda de las últimas cosas. Lo que realmente vale la pena buscar y da razón a la existencia. La fe cristiana es una respuesta al hombre que busca el fundamento de su existencia. "Que en el origen de todas las cosas debe estar no la irracionalidad, sino la Razón creativa; no el ciego destino, sino la libertad" (Benedicto XVI, 2008).

Esta es realmente la novedad del cristianismo, no una religión donde intentamos encontrar Dios, sino una fe donde Dios ya se ha revelado y viene en la búsqueda del hombre. Esta es la posibilidad de anunciar a la humanidad: Dios se ha hecho hombre. Y el camino hacia él ya está abierto en Jesucristo. Así lo afirma el Papa: "La novedad del anuncio cristiano no consiste en un pensamiento sino en un hecho: Él se ha mostrado" (Benedicto XVI, 2008).

La búsqueda de Dios es la base de la cultura en Europa y sigue siendo el fundamento de toda verdadera cultura. Para una teología espiritual, una búsqueda de Dios que es necesaria e indispensable para todo ser humano. La búsqueda de la trascendencia. Declarar la búsqueda de Dios como algo subjetivo, sería la capitulación de la razón humana, el mayor de sus desastres y una ruina del humanismo.

ANÁLISIS LITÚRGICO Y PNEUMATOLÓGICO

Es bien conocida la sensibilidad litúrgica del Papa Benedicto XVI. Gracias a esta sensibilidad por la liturgia, comienza a hablar del deseo de Dios manifestado en las palabras humanas. Esto lo deducimos de la frase que el Papa cita de Jean Leclercq: "El deseo de Dios incluye el amor por las palabras". La liturgia es la manifestación de este deseo de Dios. Pero este deseo necesita del estudio de las ciencias profanas de la lengua.

Estudiar las distintas herramientas de la comunicación, permite comprender que la búsqueda de Dios incluye el misterio de la comunicación humana. Es en medio de nuestra humanidad que se da el encuentro con Dios. Así el Papa nos dice "la Palabra de Dios y la acción de Dios en el mundo se revelan solamente en la palabra y en la historia humana" (Benedicto XVI, 2008).

El gran logro de los santos reformadores como Santa Teresa de Ávila o San Ignacio de Loyola, fue precisamente comprender la voluntad de Dios en la medio de nuestra naturaleza humana, ayudados por la revelación de su Palabra en Jesucristo. De esta forma la Liturgia se convierte en la encarnación de este misterio, de un Dios que nos habla a través de su Palabra, pero igualmente en una palabra humana que se dirige a Dios a través del canto, la música, la oración y la alabanza.

Esta dimensión litúrgica nos sumerge en medio de una dimensión comunitaria. Pues la Palabra no nos aisla, al contrario, hace que estemos atentos unos a otros. Es una Palabra que nos reúne.

Aunque la Palabra de Dios es la manifestación escrita de los historia de Dios con los hombres, no basta sólo el elemento histórico para comprenderla e interpretarla. No sólo es necesaria su dimensión litúrgica para celebrarla, sino también su dimensión pneumatológica para acogerla y actualizarla. Gracias a su dimensión pneumatológica se comprende que el cristianismo no es la religión del libro, más bien capta la Palabra definitiva de Dios, Jesucristo, en las Sagradas Escritura. Así se "despliega su misterio a través de tal multiplicidad y de la realidad de una historia humana" (Benedicto XVI, 2008). De esta forma se excluye el fundamentalismo dentro de la Palabra de Dios. Cada generación cuenta con el desafío de comprenderla.

Pero en la interpretación de la Palabra de Dios en la historia, aparece el problema de la arbitrariedad y la subjetividad a la hora de comprender esta palabra. Es necesario un "vínculo". Y según el Papa, este vínculo es un "el vínculo del entendimiento y del amor". Esa es la respuesta frente al fanatismo fundamentalista y a la arbitrariedad subjetiva. Sin un vínculo se da la total destrucción.

La dimensión pneumatológica necesita de un vínculo, que en este caso es la tradición, la cual se necesita entender y amar por medio del mismo Espíritu que la suscitó, algo que la liturgia nos ofrece, pero de igual forma, la liturgia siempre necesitará una dimensión pneumatológica para actualizar esta Palabra de Dios en la vida de los creyentes.

ANÁLISIS DE LA TEOLOGÍA ESPIRITUAL DEL DISCURSO DEL PAPA

Antes de finalizar con algunas conclusiones, digamos una palabra sobre la espiritualidad. La espiritualidad en su sentido más global, es una vida guiada por el espíritu. En este caso, una espiritualidad cristiana es una vida guiada por el Espíritu de Dios. Para esta conclusión he querido guiarme un poco en la teología espiritual de San Agustín y de San Ignacio de Loyola.

El "quaerere Deum" que aparece a lo largo del discurso, como "el deseo de Dios", presente el monaquismo occidental, nos revela al mismo tiempo, nuestros más profundo deseos, y nos permite descubrir que en el corazón humano se esconde una sed muy profunda: la búsqueda de Dios. Hoy asistimos a una época llena de medios de comunicación. Gracias a la comunicación el hombre ha podido avanzar a lo largo de la historia. Pero hoy asistimos a un fenómeno muy particular: cuando contamos con más medios de comunicación más incomunicados nos encontramos. Este fenómeno se debe a la velocidad con la que estamos viviendo nuestra existencia. Gracias a la dromología podemos hacer esta reflexión.

Esta situación actual no nos puede desanimar, al contrario es un gran desafio, pues el ser humano siempre ha sido un ser de comunicación por excelencia. Aquí es donde comprendemos esta sed profunda de San Agustín (1957): "Mi corazón está inquieto" (Tomo I, Cap. 1, No. 1). Gracias a la velocidad con la que vivimos, la ansiedad ha crecido en nuestro mundo. No alcanzamos a responder a todas las exigencias que se nos hacen. Aquí es donde la revelación cristiana nos muestra, que Cristo se hace cercano de cada uno de nosotros. El nos invita a comunicarnos desde lo más profundo de nuestros corazones. El relato de Emaus (Le 24, 13-35) nos muestra como Jesús deja que los discípulos expresen su dolor más profundo y poco a poco, luego de escucharlos, les revela el sentido de la historia a través de la Escritura. Ya su corazón no está inquieto, "sobresaltado", sino que su "corazón arde". Agustín (1957) decía que "Dios es más cercano de nosotros, que nosotros mismos" (Tomo III, Cap. 6, No. 11).

Comprender el "Id quo volo"(Martini, 1997, p. 29), el más profundo de nuestros deseos. El ser humano tiene muchos deseos en su corazón, deseos de poder, deseos de ser importante, pero todo esto es reflejo de la gran necesidad de sentirse amado y apreciado. Es aquí donde el verdadero "Id quo voló" se manifiesta en el "quaerere Deum". El discernimiento ignaciano en este sentido, invita al hombre a detenerse y discernir las mociones del Espíritu. Así el "quaere Deum" se podrá convertir en el famoso "Ad maiorem gloriam Dei". Cuando Dios se busca con todo el corazón, se comienza un camino que tal vez no será fácil, pero que en el fondo será un camino para "la mayor gloria de Dios y del hombre", como dirían tal vez San Ireneo de Lyon. Es aquí donde se comprende entonces, la verdadera voluntad de Dios.

ALGUNAS CONCLUSIONES DEL DISCURSO

Luego del discurso del Papa, el periódico "La croix" ha presentado algunas impresiones de la audiencia frente al discurso del Papa. He tomado algunas para subrayar un poco las palabras que marcaron a la asamblea y que nos pueden servir como conclusión de este discurso:

  • Ainsi Olivier Py, es un artista francés no creyente, que ha afirmado: «Me ha impresionado por el vínculo que él ha subrayado, a través de la historia del monaquismo entre lo espiritual y lo cultural. Pero también ha tenido la audacia de decir que el cristianismo no es la religión del libro, sino de la lectura" (Giuliani, 2008). Queda claro por tanto, la idea que hoy el cristianismo es vista como la religión del libro, lo cual no es cierto, pues no es la literalidad lo que le da sentido, sino su dimensión pneumatológica como lo hemos afirmado. Como diría Pablo: "La letra mata pero el Espíritu vivifica" (2 Cor 3, 6). Ante la Palabra de Dios, siempre tendremos un desafío a asumir, una búsqueda que implica la comprensión.

  • Un filósofo como Jean-Luc Marion, resalta otro aspecto del discurso: "El Papa nos ha explicado como el hecho y no la doctrina, constituyen la razón de ser del cristianismo" (Giuliani, 2008). ¡Interesante conclusión! Pues muchas veces creemos que el cristianismo es una cuestión de ideas, pero el cristianismo no es el anuncio de ideas, sino de un hecho. Por eso, la teología a diferencia de la filosofía nunca será un discurso solamente basado en las ideas, sino sobre todo en un acontecimiento: La encarnación y la resurrección, donde se desarrolla la historia de la humanidad entre la creación y la escatología.

  • Y finalmente Mons Dangens, Obispo de Angers y miembro de la academia francesa, afirma: "Benedicto XVI ha sido fiel a sí mismo. Ha manifestado que lo esencial es la experiencia de Dios, la búsqueda, el conocimiento y la revelación de Dios. El nos conduce a la raíces de la cultura europea, mostrándonos como la raíz de las raíces es la búsqueda de Dios" (Giuliani, 2008). Si Jean-Luc Marion nos hace reflexionar sobre el cristianismo como acontecimiento y no como una ideología, Mons. Dangens nos hace reflexionar sobre la búsqueda de Dios como una búsqueda del hombre, donde Dios responde por medio de la revelación. Pero esto al mismo tiempo nos indica que para acoger la revelación es necesario el conocimiento.

En conclusión toda teología espiritual busca ser una reflexión sobre el acontecimiento de la revelación de Dios. Es una búsqueda que no se hace en el vacío, sino que a través de las Sagradas Escrituras, interpretadas en el seno de la Iglesia. Pero dejemos que sean las mismas palabras del Papa, las que concluyan este corto ensayo:

"Quaerere Deum -buscar a Dios y dejarse encontrar por Él: esto hoy no es menos necesario que en tiempos pasados" (Benedicto XVI).


REFERENCIAS

Agustín, San. (1957). Confesiones de San Agustín. Barcelona: Editorial Iberia.         [ Links ]

Benedicto XVI. (2008, Noviembre 12). Encuentro con el mundo de la cultura en el collège des bernardins. Recuperado de: http://www.vatican.va/holy_father/benedict_xvi/speeches/2008/september/documents/hf_ben-xvi_spe_20080912_parigi-cultura_sp.html.         [ Links ]

Giuliani, Emmanuelle. (2008). Le discours au monde de la culture ou « l'audace » de Benoît XVI Recuperado de: http://www.la-croix.com/Archives/2008-09-l4/Le-discours-au-monde-de-la-culture-ou-l-audace-de-Benoit-XVI.-_NP_-2008-09-14-328057.         [ Links ]

Martini, Cario. (1997). El itinerario del discípulo. A la luz del Evangelio de Lucas. Santander: Sal terrae.         [ Links ]